Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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lunes, 28 de enero de 2019

Las últimas reseñas del #GuadalupeReinas2018

Parece que yo voy de las reseñas no tan pendientes a las reseñas realmente pendientes. Y sí. Bueno, les recuerdo que organizamos un maratón de lectura en Libros b4 Tipos que va del 12 de diciembre al 6 de enero (la época que llamamos Guadalupe-Reyes) que consiste en leer 10 libros de autoras. Ya hice las reseñas casi todos los libros y sólo me faltan tres por reseñar, así que de esto se trata esta entrada: ¡acabar por fin! No quiero dejarlos sin todas las reseñas del maratón, así que aquí vamos, por las últimas tres. 


Me casé por alegría, Natalia Ginzburg


Sinopsis: Hace apenas una semana de la boda de Pietro y Giuliana, y poco más de un mes desde que se conocieron. Él es un abogado de clase acomodada, fatigado de una vida sosegada en la que reina el orden; ella, una excéntrica muchacha de origen más humilde que, tras huir de casa a los diecisiete años, ha debido valerse por sí misma. Pietro ha invitado a su familia a una comida en su apartamento para intentar tranquilizar a la madre, que no ve el repentino matrimonio con buenos ojos: esta reunión familiar se convertirá en la prueba de fuego de la joven pareja. Me casé por alegría es la pieza teatral más célebre de Ginzburg; la maestría en la construcción de los personajes y la viveza de los diálogos hacen de ella no sólo una comedia hilarante, sino también una aguda reflexión sobre los mecanismos de la felicidad, que transgreden las convenciones y los prejuicios más arraigados.

Este fue el libro que escogí para leer en la consigna de una obra de teatro. Quería leer algo nuevo, una autora que no conociera, así que me incliné por Natalia Ginzburg a quien no conozco de nada. Sé que es una autora italiana (lo que explica que no la conozca, no he leído demasiadas italianas en mi vida), pero nada más. Así fue como me embarqué en la lectura de Me casé por alegría, un libro entretenido. Y... es lo más que puedo decir. Me casé por alegría es entretenido. Y ya.

Me hubiera gustado verlo en escena porque juro que me hubiera reído y que me hubiera parecido una muy buena obra. Las discusiones cíclicas de Pietro y Giuliana sobre el motivo de su matrimonio (ella insiste que quizá se casó con el dinero, que en el momento en el que conoció a Pietro se hubiera casado con cualquiera) son entretenidas y ver a dos actores poniéndolas en escena seguro debe de ser muy interesante. Y entretenido. Además el segundo acto es delirante con la aparición de la madre de Pietro y habla mucho de la influencia de las madres sobre los hijos. 


Aunque mi parte favorita es esa donde Giuliana habla de cuando estuvo enamorada de un hombre que no era Pietro y acabó descubriendo como era una patán. Hay una parte, cuando ella narra cómo ya había aceptado que era un patán y que tenía que desenamorarse, que ella dice lo siguiente: 
Yo me fui desenamorando poco a poco de Manolo, pero es feísimo desenamorarse, todos los hombres te parecen estúpidos, no sabes dónde se han metido los que se pueden amar.
Y, amigos, me llegó. Como conclusión debo decirles que la obra me pareció muy interesante, muy divertida a ratos, que quiero mucho a Giuliana, el personaje principal, con su total franqueza por el mundo, que quiero a Pietro cuando dice y reconoce por qué se casó, que me gustaría en algún momento ver esto en el teatro, porque estoy convencida de que así los disfrutaría más. 

Leopardo al sol, Laura Restrepo


Sinopsis: ¿Qué sucede cuando ante la ausencia de justicia florece el sofisticado e inclemente arte de la venganza? Por un lío de faldas, Nando Barragán da muerte a su primo hermano, Adriano Monsalve, y éste es el detonante de una saga marcada por un férreo código de honor: la sangre con sangre se paga y la guerra sólo encontrará fin cuando un clan haya exterminado a todos los miembros varones del otro. Restrepo construye un thriller en el que arraigados valores tribales y ancestrales ritos de guerra se enfrentan al crudo pragmatismo sicarial de la modernidad, donde el dinero irrumpe como arma letal. Leopardo al sol es una novela en la que la lucha a muerte entre hombres se contrapuntea con el afán de las mujeres por preservar las vidas de los suyos, y también es la apasionante historia de un amor que atraviesa la barrera entre los bandos rivales y desafía la inevitabilidad de la guerra.

En esta historia los Monsalve y los Barragán llevan años matándose. Las mujeres Barragán andan siempre de negro porque no pasa el luto de uno cuando ya les mataron a otro. Parece que la guerra sólo va a tener fin cuando un clan extermine al otro. Aunque sea ficción, la historia que cuenta Laura Restrepo aquí es una historia de la que hemos oído hablar al vivir en América Latina. Las familias se matan entre ellas, los carteles se matan. La gente de a pie lo observa con una mezcla de terror y curiosidad, depende que tan cerca del fuego estén, los inocentes mueren y las reglas se respetan... con un extraño código de honor que nadie de fuera entiende, supongo. 

La historia de los Barragán y los Monsalve está contada desde los ojos de los de fuera y parece una historia contada por el chisme y reconstruida por el narrador. El libro se me fue como agua porque hablaba de cosas que conocía y porque una de las piezas principales de la historia, la esposa de uno de los Monsalve, harta de la violencia, le pone un ultimatum a su esposo. Alina Jérico expresa su punto de vista, pero Mani Monsalve nunca le hace mucho caso. Finge hacerlo cuando tiene miedo de verse abandonado, pero siempre vuelve a los pasos que hicieron que Alina se enojara, creyendo que lo ama lo suficiente como para olvidar sus amenazas. Mi personaje favorito fue ella, definitivamente.



La novela está situada en Colombia, el país de Restrepo, donde entre los ochentas y los noventas ocurrió una ola de violencia sin precedentes. No por nada Colombia tiene fama por los paramilitares, los narcos, las guerrillas. Y, además, como dice Restrepo en el libro:
Colombia es el país del mundo donde más milagros se dan por metro cuadrado. Bajan del cielo todas las vírgenes, derraman lágrimas los Cristos, hay médicos invisibles que operan de apendicitis a sus devotos y videntes que predicen los números ganadores de la lotería.
Es, sin duda, el lugar perfecto para ambientar este libro. Se los recomiendo, me parece un buen libro. Además que es perfecto para aquellos o aquellas que quieran conocer más libros escritos por autores o autoras de América Latina.

Aquí no es Miami, Fernanda Melchor


Sinopsis: Las crónicas de Fernanda Melchor dan cuenta de la degradación humana en uno de sus aspectos más sórdidos. Lo que su libro hace es manifestar la ignominia en toda esta rudeza. En una época de límites borrosos entre la verdad y la mentira, el caos y el orden, el horror y la indolencia, la delincuencia organizada y el Estado, aparece Aquí no es Miami, un libro de relatos híbridos, aleación entre periodismo y literatura, que aborda lúcidamente las condiciones que germinaron el terror de la llamada Guerra contra el Narcotráfico en un estado especialmente golpeado por esta debacle como lo es Veracruz. Más allá de la intención de entregar un recuento de datos duros, Melchor nos ofrece historias sobre personas: víctimas y criminales, sí, pero sobre todo hombres y mujeres comunes entregados a la lucha por la supervivencia, con esa mirada suya honda y compasiva, pero cruda y directa, con la que es inevitable involucrarse y conmoverse. El Veracruz de Fernanda Melchor no es tanto un escenario sino un personaje en esta ola de violencia. La cercanía de la autora con las historias que narra, y un uso siempre arriesgado del lenguaje, son las mayores fortalezas de esta nueva edición revisitada que cuenta con una nueva crónica. Y aunque estos relatos se enmarcan en una temporalidad, son aún reflejo deun país cuyas arenas siguen siendo movedizas.

Los relatos/crónicas que conforman Aquí no es Miami fueron escritos en un lapso amplio, como de 2002 a 2011, si la memoria no me falla. Son relatos todos diferentes, pero unidos porque están todos ambientados en el puerto de Veracruz. Son, además, relatos que no están interesados realmente en dialogar con la Historia en mayúsculas, como dice la propia Fernanda Melchor. Estos son esbozos, cosas que ocurrieron, no por ello menos importantes. A mí el libro me gustó justamente por eso. Las crónicas de lo que aparentemente no es importante para la Historia en mayúsculas nos ayudan a ver otras caras de la sociedad (porque finalmente la Historia se escribe con una ideología en mente y sirviendo a un sistema dominante). Mi favorita es sobre la Reina del Carnaval que acabó matando a sus hijos precisamente por la manera en la que ahonda en la dicotomía de la mujer pura/perversa, como si sólo existiera eso: dos modelos de mujer opuestos.
[...] la ascensión de una joven al estatuto de reina, emblema viviente de la alegría, la lozanía y la fecundidad de un pueblo y su posterior envilecimiento como filicida, villana mítica, bruja de cuento de hadas en cuyo nombre se exhorta a los niños jarochos a obedecer a sus madres [...], si no quieren que Evangelina venga a castigarlos
También me gustan las crónicas que involucran a los zetas, precisamente porque dejan ver la cantidad de gente que está involucrada con ellos, la cantidad de gente que sufre la ola de violencia que azota Veracruz. En las crónicas de Fernanda Melchor todo lo ves de frente, en primera persona, es imposible de ignorar. Les recomiendo el libro sobre todo a los mexicanos que quieren leer a escritoras mexicanas contemporáneas. México está ofreciendo una amplia variedad en cuestión de literatura en los últimos años, las escritoras están haciendo cosas muy interesantes, les conviene echarles un vistazo, yo sé lo que les digo.


Y bueno, hasta aquí llegó el Guadalupe Reinas. Por poco y las reseñas aterrizan en la Candelaria, pero llegaron antes. Nos vemos este año en diciembre otra vez, para que me vean leer otra vez diez libros en veintiséis días y me pregunten cómo le hago.

viernes, 18 de enero de 2019

Reseñas del #GuadalupeReinas2018

Enero es un mes complicado para bloggers. Está lleno de recuentos anuales, mejores lecturas, peores lecturas, propósitos (si ustedes los hacen, porque yo no) y retos literarios a los que anotarse. Si además participaron en el #GuadalupeReinas2018 y quieren compartir las lecturas que realizaron, pues la cosa se pone todavía más complicada. Ya me faltan pocos libros que reseñar de este maratón, pero como no quería saturarlos decidí juntar tres que de todos modos no tendría reseñas tan largas en una sola entrada. Lo único que une a todas estas lecturas es que las leí para el #GuadalupeReinas2018. ¡Bueno! Y una para el #LectorasLentas2019 porque lo leí ya en enero y cumple con la consigna del Test de Bechdel. ¿Les parece si empezamos?

Women, Culture & Politics, Angela Davis


Sinopsis: Through a series of 18 essays based on her lectures and writings, Davis, a Marxist and author of Women, Race, and Class, shows that she has not altered her positions on, or commitment to, issues relating to the poor, the working class, women, or people of color. Her pieces, encompassing such themes as peace, racism, sexism, health care for the black family, and apartheid, explore some of the most pressing issues of the day. And yet, like many who adhere to rigid viewpoints, Davis’s politics often oversimplify the problems and result in questionable conclusions. Although she raises valid points, her work may draw readers into discussions of the larger debate on socialism versus capitalism at the expense of the concerns themselves.

Yo sólo diré que fue mejor Mujeres, raza y clase. Este libro tiene un problema: ser inconexo. Son un montón de discursos y trabajos que Angela Davis dio a lo largo de su trayectoria política y, aunque todos tienen contenidos similares en cuanto a línea política, no tienen una unión tan firme como para meterlos a todos en un libro. De verdad. Aun así, hay varias cosas destacables del libro que me gustaría hacer notar.

1) El ensayo y trabajo que hizo sobre Egipto me pareció bastante interesante. Creo que fue ahí onde más pude ver a la Angela Davis de mujeres, raza y clase. Su análisis hace mucho énfasis en como la clase separa a las mujeres y cómo los intereses de la burguesía no son los intereses del proletariado. Tiene un análisis muy bueno sobre el velo y sus implicaciones, que comparte con Nawal el-Sadaawi, de La cara desnuda de la mujer árabe. Acá les dejo una serie de tuits con los fragmentos del libro que hablan de este asunto: 




2) Habla de la necesidad de no enfocarse sólo en las reformas parciales. Aunque el de este libro no me pareció un análisis tan agudo y bueno como el que hace en Mujeres, raza y clase, si me parece bastante bueno cómo hace mucho énfasis en que las luchas parciales no van a ninguna parte. Habla del apoyo que necesitan las mujeres trabajadoras de distintos países y sus distintas circunstancias. Deja muy claro que la lucha por el aborto no debe ser sólo por el aborto, sino por la educación, el acceso a la salud y el fin de las esterilizaciones forzadas.

3) Tiene un ensayo sobre la violencia sexual que vale bastante la pena. La gran mayoría de los ensayos en el libro son reguleros en cuanto a cohesión con el resto del libro, pero este me gustó mucho porque habla de ir a la raíz de la violencia. Al principio destaca cosas muy obvias, pero todavía muy necesaria y se hace una pregunta muy interesante: ¿por qué los hombres son violentos sexualmente? ¿Biología? ¿Socialización? ¿Les enseñan a ser así? Irnos por la cuestión biológica sería una condena, puesto que es algo que no podemos cambiar, pero cuando hablamos de socialización, estamos ante algo que podemos cambiar, que podemos luchar para que deje de existir porque queremos un mundo mejor donde las mujeres no sean víctimas de violencia sexual.




Bueno, pues concluyendo esto, yo diría que me hubiera gustado ver más unidad en el libro, entre los ensayos. A pesar de que no lo considero un mal libro, me supo a poco. De todos modos, fue una lectura muy interesante, por lo que se las recomendaría si les interesa el trabajo de Angela Davis.

El viento se llevará nuestras palabras, Doris Lessing


Sinopsis: "Uno de cada tres afganos está muerto, en el exilio o vive en un campo de refugiados, y el mundo se mantiene totalmente indiferente. Desde el instante en que uno llega a Peshawar queda envuelto por Afganistán, su enormidad, el horror y la tristeza. Cada afgano que conoces, sea refugiado o muyahid, es una tragedia; cada uno es un ruego: ¡Ayudadnos, ayudadnos!", escribe Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura 2007, en este libro, fruto de su viaje a Peshawar -Pakistán- con intención de comprobar por sí misma la realidad de un pueblo pisoteado durante los años de la invasión rusa, indagar en las condiciones de vida de los refugiados y de los muyahidin, además de verificar el rumor sobre la existencia de mujeres combatientes en el frente de la Resistencia afgana. A través de sus contactos con mulás y muyahidin, de sus conversaciones con médicos, emires, viudas y huérfanos, Doris Lessing nos ofrece un documento tan apasionante como estremecedor

Una sinopsis más corta: este libro es un despropósito, aléjese de él.

Pero bueno, como tengo que fundamentar mi reseña en algo, les voy a comentar varias cosas que me parecieron tremendamente alarmantes de este libro. 

1) Doris Lessing considera que se hubiera podido salvar Afganistán si Estados Unidos hubiera intervenido antes. Creo yo que esa visión es terriblemente estúpida, por no decir pendeja a morir. La intervención de Estados Unidos prácticamente nunca ha salvado a nadie. Por el contrario, ha ayudado a que nazcan dictaduras (¿les suena el plan condor o no?), a que el Medio Oriente esté en la desgracia (digo, ¿Lessing vio Siria?) y a básicamente ir repartiendo imperialismo por ahí. Pero bueno, para Lessing, Estados Unidos debía salvar a Afganistán de los terribles rojos de la unión soviética.

2) A Lessing le encanta odiar a los comunistas rusos y pintarlos como el demonio, pero no justificar todo lo que dice. Me parece perfecto que odie a los comunistas. Yo odio muchas cosas sin justificación. Nada más que no digo que son las reencarnaciones de Satanás (o similares) e intento hacer que el resto de la gente comparta mi punto de vista sin antes presentar buenos argumentos. Lessing es terrible para esto: usa datos de cosas que están más que comprobadas que fueron propaganda anticomunista. Y vamos, de todo lo criticable que existe de la Unión Soviética (tiene cola que le pisen) elige justo las fantasías. 

3) En general, todo el libro es un pésimo trabajo periodístico. Svetlana Alexiévich hizo un mejor trabajo investigando la guerra ruso-afgana en Los muchachos de zinc que Doris Lessing en todo este libro. Y Los muchachos de zinc no es el mejor libro del mundo para conocer la guerra ruso-afgana (es poco amigable con el lector que no sabe de historia y presenta poco contexto a la hora de presentar una historia colectiva), pero sí es un mucho mejor ejemplo que este. Lessing no tiene demasiadas fuentes confiables y la mitad de las cosas se las pudo haber inventado por hacer la propaganda... o no. Sus entrevistas pueden haber sido reales, pero le falta verificar los datos duros (todos ellos). ¿Se los inventaron? ¿Eran una estimación? ¿Se acercaban a lo real? ¿Alguien sabía que estaba pasando?

No se los recomiendo en lo más mínimo. Pero ni con un palo en llamas. Para leer malos trabajos de periodismo leo la TV Notas, amigos.

We Are Okay, Nina Lacour 


Sinopsis: Marin hasn’t spoken to anyone from her old life since the day she left everything behind. No one knows the truth about those final weeks. Not even her best friend, Mabel. But even thousands of miles away from the California coast, at college in New York, Marin still feels the pull of the life and tragedy she’s tried to outrun. Now, months later, alone in an emptied dorm for winter break, Marin waits. Mabel is coming to visit, and Marin will be forced to face everything that’s been left unsaid and finally confront the loneliness that has made a home in her heart.

No es que me acabe de dar cuenta de que ninguno de estos libros tienen muchas cosas en común, pero bueno. Este es el último de este popurrí de lecturas del #GuadalupeReinas2018. We Are Okay es un libro sobre el duelo y sobre la amistad. Además, es un libro que habla de una relación lésbica. Marin y Mabel no se han visto o han hablado en meses después de que Marin cortara lazos con todo el mundo en su antigua vida y ahora que Mabel va a visitarla a Nueva York a la universidad, Marin tiene que enfrentarse de nuevo al pasado. Es una historia preciosa.

We Are Okay se toma su tiempo para crear una historia, para fundamentarla, para sustentarla. Es un libro que construye demasiado bien sus cimientos. Siento que quizá el único problema con ello es que me hubiera gustado que hubiera tenido más oportunidad para, narrativamente, usar todo ese fundamento, ese cimiento. Parece que algo le falta para que el libro siga la estructura introducción-desarrollo-conclusión. We Are Okay parece quedarse a la mitad de algo, quedarse en el medio de algo que está a punto de ocurrir. No es que el final sea abierto, es que no hay uno realmente. Fuera de eso, no tengo quejas (aunque la que tengo sí es bastante grande). 


Esta fue mi primera lectura para el #LectorasLentas2019 porque es un libro que cumple con el test de Bechdel (que ya conocemos todos: un libro donde haya al menos dos mujeres que tengan nombre que platiquen de algo que no sean hombres). Mabel y Marin hablan mucho del abuelo de Marin, pero también hablan de muchas otras cosas. De los primeros días en Nueva York de Marin, de sus compañera de cuarto, de los cursos que toma, la tienda donde compró los bowls donde toma cereal. Y es precisamente por eso que lo cumple. 

Bueno, sí es un libro que recomiendo, es algo refrescante en el panorama LGBT (ya una vez dije que no necesito mil historias de coming-out, sino quiero ver a adolescentes LGBT viviendo sus vidas en los libros, quiero que sus historias no estén siempre ligadas a la discriminación, quiero que la literatura sea capaz de imaginarse ese mundo mejor), es una historia tierna y maneja el duelo de manera muy interesante. Se los recomiendo si alguno de esos temas les llama la atención. 

lunes, 14 de enero de 2019

Volver a casa, Yaa Gyasi | #GuadalupeReinas2018

Sinopsis: Hijas de una misma madre y de padres pertenecientes a dos etnias distintas, Effia y Esi son dos hermanas de sangre que nunca llegarán a conocerse. Sus caminos están irremediablemente destinados a separarse: así, mientras Effia es obligada a casarse con un gobernador inglés y a residir en una fortaleza junto a la costa, Esi es capturada y enviada como esclava al sur de Estados Unidos. La narración va trazando, pues, el devenir de las dos ramas de la familia, protagonistas de conmovedoras historias de aflicción, esperanza y superación en el marco de una serie de relevantes acontecimientos históricos: las guerras tribales, el negocio del cacao, la llegada de los misioneros, la Ley de Esclavos Fugitivos de 1850, la Gran Migración Negra, la lucha por los derechos civiles y el renacimiento de Harlem en los años veinte, hasta llegar a la epidemia de heroína de los setenta. Recibida con entusiasmo desbordante en Norteamérica, Inglaterra y Francia, la crítica especializada de ambos lados del Atlántico celebró la llegada de una voz nueva, límpida y potente, dotada de un especial talento para acercar al lector el microcosmos de los sentimientos más íntimos del individuo en su desigual lucha ante la aplastante fuerza de la Historia. Una lectura apasionante, diríamos irrenunciable, que sirve de carta de presentación de una nueva generación de autores de origen africano que, sin duda, dejada huella en la literatura de este siglo

Volver a casa es una historia maravillosa. Es la historia de una familia, generación tras generación a ambos lados del océano Atlántico, pero también es la historia de Ghana y la historia de la esclavitud en Estados Unidos. La historia del comercio de esclavos. La historia de cómo llegó el cacao, las guerras tribales entre los fante y los asante. La lucha por encontrar una identidad. Las guerras contra los ingleses en Ghana. La descolonización del continente africano. Entre sus páginas hay casi doscientos años de historia narradas desde los ojos de una familia para siempre separada.

 

Effia y Esi tienen destinos completamente diferentes. Effia, primero prometida al futuro jefe de la tribu fante, es en cambio dada en matrimonio a un inglés que comercia esclavos que los fante les proveen. Un gobernador inglés llamado James que ya tiene una esposa e hijos en Inglaterra, pero que aún así forma una familia con Effia. Esi, en cambio, pertenece a la tribu asante. Hijas de la misma madre aunque no están destinadas a conocerse ni a saber de la otra. En un intento de haber que liberen a la esclava que atiende su casa, se vuelve prisionera de guerra y acaba al otro lado del océano, sin historias felices que contar. Ahí parte la historia. Generación tras generación, esta es una novela que se forma de historias cortas, casi cuentos unidos por sus personajes. 

Casi todos me gustaron mucho. Casi todas son historias difíciles, marcadas por los acontecimientos de la época, tanto en Ghana como en los Estados Unidos. Se nota que Yaa Gyasi hizo un excelente trabajo de investigación al contar esta historia y al formar esta familia. Hay muchos temas dentro de una misma novela, pero de algún modo no se siente que esté sobresaturada, todo tiene su espacio y su lugar. Las historias se van intercalando una a una, primero la rama de Effia, luego la rama de Esi. Es posible encontrar paralelismos entre ellas, entre los personajes. Personajes desesperados por encontrar amor, libertad, sentido, alguna identidad en una historia fragmentada y contada a pedazos. Personajes desesperados por agarrar un poco de felicidad y quedársela, por reclamar justicia, por que los que van después de ellos tengan una vida mejor. Admiro la fortaleza de casi todos los personajes, de verdad. Ness me sorprendió porque era una historia que no esperaba. H también, fue de mis favoritos y Sony/Carson me pareció increíble. Al menos, en la parte de Estados Unidos. Del otro lado, Akua fue prácticamente mi favorita.

Volver a casa fue un libro que en Libros b4 Tipos leímos de pura casualidad. No sabíamos qué leer en África, qué estaba disponible de manera accesible. ¿Otro libro de Chimamanda? Sería el tercero, sabemos que existen más autoras. ¿Nawal el-Sadaawi? Prácticamente imposible de conseguir en español, apenas se está realizando una reedición (de la que no soy fan). ¿Nadime Gordimer? No nos convencía del todo. Pero el nombre de Yaa Gyasi siempre estuve allí, en el fondo, con esta novela, Volver a casa. Acabamos decidiendo por ella sin saber realmente de qué trataba, por pura casialidad. En su tiempo, por supuesto, ni siquiera la leí. Estaba en medio de un mes caótico y de un bloqueo lector (sin preocupaciones apenas por quitármelo de encima). Cuando llegó el maratón #GuadalupeReinas2018, Volver a casa era la única lectura conjunta en la que yo no había participado ese año. Así que, evidentemente, fue mi elección en la consigna número 10: una lectura conjunta. No me arrepiento de haberla elegido. Creo que es un gran libro. Una gran historia. Además, el género de las sagas familiares me gusta mucho (no tienen más que darse una vuelta por algunas de mis lecturas favoritas para descubrirlo: desde Cien años de soledad hasta El dios de las pequeñas cosas). Lo recomiendo demasiado.

Es una lectura que vale mucho la pena, trata muchísimos temas, ahonda en la historia de Ghana, en la búsqueda de una historia propia. Me gustan las partes donde se habla del lenguaje, como Yaw se enfrenta a la imposibilidad de enseñar en cualquier idioma que no sea el inglés porque entre sus alumnos esa es la única lengua común (lo mismo pasa en India, aunque no es tan marcado, en las partes donde se habla hindi muchas veces puede enseñarse en hindi, pero muchas veces no, porque quizá alguien sólo habla urdu o punjabi o quizá alguien sólo habla tamil o..., se entiende el asunto). Me duelen las partes donde Ness recuerda lo que su madre decía en twi, la lengua de los asantes, pero sin recordar el significado porque su madre era azotada en las plantaciones si descubrían que hablaba algo que no fuera inglés. En fin, podría contarles todo lo que pasa en el libro pero la verdad es que quiero evitarlo y spoilearles todo. Sólo quiero que le den una oportunidad, que se sumerjan entre sus páginas.

Últimamente hago puras reseñas llenas de halagos, pero bueno, es que casi todas mis lecturas del maratón fueron buenas (casi, no hablamos de las no-habilidades periodísticas de Doris Lessing). Pero bueno, ¡denle una oportunidad! (Nosotros nos leemos en la próxima entrada).

Por cierto, este libro lo pueden encontrar en bookmate, la plataforma de libros a la Netflix. La verdad se las recomiendo mucho porque tiene un catálogo precioso donde hay pequeñas joyas como este libro. Lo pueden leer en este link. Si no tienen Bookmate premiun (aunque deberían considerarlo, vale la pena el precio cuando calculan cuántos libros pueden leer allí y además hay muchos gratis) pueden usar el código NEAPOULAIN para probar la aplicación por un mes gratis.

sábado, 12 de enero de 2019

Almost a Woman, Esmeralda Santiago | #GuadalupeReinas2018

Sinopsis: "Negi," as Santiago's family affectionately calls her, leaves rural Macún in 1961 to live in a three-room tenement apartment with seven young siblings, an inquisitive grandmother, and a strict mother who won't allow her to date. At thirteen, Negi yearns for her own bed, privacy, and a life with her father, who remains in Puerto Rico. Translating for Mami at the welfare office in the morning, starring as Cleopatra at New York's prestigious Performing Arts High School in the afternoons, and dancing salsa all night, she yearns to find balance between being American and being Puerto Rican. When Negi defies her mother by going on a series of hilarious dates, she finds that independence brings its own set of challenges.
At once a universally poignant coming-of-age tale and a brave and heartfelt immigrant's story, Almost a Woman is Santiago's triumphant journey into womanhood.  

Almost a Woman (Casi una mujer, casi señorita) es la segunda parte de las memorias de Esmeralda Santiago. Supongo que puede ser leída sin haber leído antes la primera parte, pero recomiendo que empiecen por When I Was Puerto Rican, porque es ahí donde se presenta, donde presenta a su familia y donde podemos ver los cimientos de lo que más tarde será está obra. Almost a Woman empieza cuando Esmeralda Santiago llega a Nueva York con su madre y parte de sus hermanos (es de una familia numerosa, su madre ya tenía siete hijos al llegar a Nueva York y en Nueva York tendría varios más) y nos muestra su vida en Brooklyn, las dificultades que pasó su familia y cómo empezó a explorar su adolescencia. Mientras que When I Was Puerto Rican es una historia de identidad y familiar, Amost a Woman es un coming-of-age que además trata el tema de la inmigración. Las voces son las mismas, pero los temas cambian radicalmente. Es un libro hermoso y, sobre todo, honesto a morir. Esmeralda Santiago va contando su historia, su verdad, tal y como la recuerda de la manera más honesta que puede.

Almost a Woman es un recorrido por casi diez años de su vida. Desde sus comienzos en una secundaria estadounidense hasta el momento en el que dejó la casa de su madre. Te lo advierte desde el principio. De algún modo, sabes en qué acaba este libro (que es sólo la segunda parte de una trilogía de memorias, siendo la tercera The Turkish Lover) pero no sabes cómo va a llegar ahí. Entonces, empieza la historia. Esmeralda Santiago vivió en incontables departamentos y casas de Brooklyn. Su familia tuvo que recurrir a la ayuda del gobierno incontables veces, ella se hizo un espacio en su escuela, en su secundaria y en su preparatoria y se fue haciendo un espacio en el mundo. En este libro, habla mucho de su madre (personaje que en este libro se merece una mención honorífica, su madre es una mujer que admiro en todo sentido, que vive en un país donde no entiende el idioma que se habla, que hace hasta lo impensable por sacar adelante a sus hijos de un padre que decidió abortarlos y largarse, que trabaja, que lucha por entender a sus hijas, aunque vivan en otro mundo y vean la vida de diferente manera), algo de sus hermanos, de su educación y de los hombres. De cómo descubrió el amor. De como, finalmente, se volvió una señorita (como constantemente le recuerda su madre). 

Al principio, da la impresión de que ella misma se siente una forastera en su propia vida. Orbita como satélite alrededor de los demás. Nos cuenta sus historias y, en los primeros capítulos, apenas si se hace un tiempo para ella misma. Me gustó ese contraste con el final del libro, donde apenas si habla de los demás para enfocarse en sí misma porque la misma narración da pistas de la evolución y de los cambios de Esmeralda Santiago. La admiro mucho. Me gusta la manera en que cuenta su historia. No se hace juicios (no más de los necesarios) sino que lo pone todo sobre el papel y se lo entrega a los lectores. Yo puedo pensar mil veces "amiga, date cuenta" al estar leyendo, pero creo que, al escribir eso, ella ya se dio cuenta. Por eso lo escribió.



Almost A Woman es el coming-of-age que no sabía que necesitaba y que leí. Lo metí de pura suerte en mi lista de libros del maratón #GuadalupeReinas2018 porque no tenía ni idea de qué iba a leer y me acordé que ahí lo tenía, pudriéndose en mi biblioteca de calibre y que ya había leído la parte anterior. Lo leí de pura suerte. El azar me lo puso enfrente. Y siempre me ha parecido curioso como la vida te va poniendo los libros enfrente.

Entre sus páginas, la autora habla de su entrenamiento como actriz y, más tarde, como bailarina india clásica. Habla de un par de obras para niños en los que representó papeles del folclore indio y, estoy segura de que una de las que describe es el Ramayana y que ella interpretó a la gran Sita. Secuestrada por Ravana y rescatada por un mono. Sounds about right. (El Ramayana es la única cosa que he leído de literatura clásica hindú y este es el momento en el que les confieso que, la verdad, Ram no se merecía a Sita, era mucha mujer para él). Me resonó mucho toda la historia y me gustó. Lamentablemente, el final queda abierto porque así es la vida y así son las memorias. No hay finales tal cual. Así que ahora estoy desesperada por conseguir The Turkish Lover para seguir averiguando más cosas de esta gran escritora que hoy no dudo en recomendarles. 


Fue parte de mi maratón #GuadalupeReinas2018 (que ya acabó hace varios días, el día del aniversario de Libros b4 Tipos) y la verdad es que me alegro de haberlo leído. Para ustedes también super recomendado.

viernes, 4 de enero de 2019

#TravesíaFeminista | Booktag

Bueno, todavía tendrán que ser pacientes para saber cuáles fueron mis mejores y peores lecturas del 2018, porque antes, está este booktag creado por Libros b4 Tipos para la segunda edición del maratón Guadalupe Reinas. No es el único que hemos creado, también tenemos un booktag feminista y el booktag Guadalupe Reinas, ¡vayan a leerlos también! Por lo pronto, este año creamos un booktag haciendo referencia a la dinámica que seguimos durante todo el 2018 de viajar por el mundo con autoras, así que en este Booktag intentaré lo mismos: que los libros que recomiende sean de autoras de todo lo ancho del globo. Así que, sin más dilación, ¡empezamos!


Viaje express: libro corto para leer durante un trayecto


Aquí voy a recomendar un par de libros (siempre me gusta hacer un poco de trampa en los booktags porque me permite recomendar más libros) de la misma autora: Amélie Nothomb. Esta autora belga me parece magistral y por eso quiero aprovechar para recomendarla. Los dos títulos que se me hacen perfectos para el trayecto son Estupor y temblores y Metafísica de los tubos. El primero habla de la experiencia de la autor trabajando en Japón por primera vez en su vida y el segundo de sus primeros años, también en Japón. Son dos libros autobiográficos bastante cortos (como casi todos los suyos) y muy muy buenos.

Despedida: un libro que te ayudó a decir adiós



Las sirenas sueñan con trilobites de Martha Riva Palacio es un libro que definitivamente ayuda a decir adiós, que me ayudó a entender muchas cosas sobre mí y que me hizo pensar mucho. Lo leí muy rápido (en apenas una tarde en la Biblioteca Vasconselos, porque había olvidado la credencial para sacarlo), pero que me pareció muy bueno. Se los recomiendo mucho, de verdad.

Roadtrip: un libro con personajes que emprenden un viaje por varios mundos o países



Bueno, este tampoco es un libro como tal, sino un manga (una serie) que me gustaría recomendar porque creo que hace mucho que no hablo de comics o de mangas en el blog. Es de mis japonesas favoritas, CLAMP y, bueno, la definición del manga es un viaje: Tsubasa Reservoir Chronicle. Es quizá una de las tramas más complicadas que nunca han escrito, pero es mi favorito de todos los que tienen y fue con ese manga que me enamoré del manga en sí. Muy recomendado.  

Migración: un libro de alguna autora exiliada de su país por motivos políticos



Aquí no tengo ninguna duda de que me gustaría recomendar a Azar Nafisi con Leer Lolita en Teherán que desde 1997 no reside en Irán por motivos políticos. Aunque no estoy tan de acuerdo en todas sus ideas políticas, creo que Leer Lolita en Teherán es un libro muy poderoso porque permite ver la revolución y la contrarrevolución Iraní desde los ojos de la autora. (Además, si les interesa saber, es un libro que pueden encontrar en bookmate).

Isla: una autora poco conocida 



Bueno, creo que todas las autoras son algo conocidas, pero buscando alguna que lo sea poco, pensé en que fuera conocida dentro de la blogósfera y que además a mí me gustara mucho, porque pues no les voy a recomendar a alguna autora que no me convenza completamente. Me decidí finalmente por recomendar a Gloria Anzaldúa, poeta y ensayista, que, si bien no es precisamente desconocida, la falta de traducción de su obra la hacen hoy poco accesible, por lo que nunca la he visto mencionada en la blogósfera prácticamente. Yo de ella he leído Bordelands y sus ensayos en Esta Puente, Mi Espalda, que les recomiendo ampliamente.

Maleta: un libro que llevarías contigo a todas partes



Yo creo que llevaría conmigo a todas partes El aliento del cielo de Carson McCullers. La colección completa de sus cuentos y sus novelas cortas. Para mí Carson McCullers es una autora de cabecera. Me gusta mucho, hace sentir comprendida a mi yo adolescente, me hace sentir cosas que casi nunca he sentido. Hace mucho que no hablo de ella, pero creo, sinceramente, que El aliento del cielo es un libro que llevaría cargando a todas partes.

Turbulencia: un libro que te haya sacudido por completo



Yo creo que La mitad del cielo de Claudie Broyelle. Lo recomiendo por que está escrito por una autora, pero eso no es lo más importante. La mitad del cielo es, también, la voz colectiva de las mujeres chinas durante la revolución cultural. De Claudie Broyelle apenas si se sabe nada (y yo sé que más tarde cambió de opinión y se fue por la vía reaccionaría, pero La mitad del cielo sigue allí y aun se puede consultar y es un libro maravilloso). Me sacudió muchas ideas que tenía y, definitivamente la considero una de las lecturas básicas cuando hablamos de la liberación de la mujer.

Crucero: un libro que te ayudó a conocer a otras autoras 



Aquí elegí La casa en Mango Street de Sandra Cisneros. No porque sea un libro que referencie a otros libros y me haya ayudado a conocerlos (para eso pongo a Crepúsculo, que es gracias a quien leí a Jane Austen y a las Brontë, algo bueno tenía que salir de allí) sino porque fue el libro que despertó mi interés por la literatura chicana y gracias a eso conocí muchísimos libros muy interesantes (Caramelo, The education of Margot Sanchez, How the Garcia Girls Lost Their Accents, When I Was Puerto Rican, The Book of the Unknown Americans, Borderlands) y todo un movimiento literario increíble.

Vuelo retrasado: un libro que tardaste en leer, pero valió la pena



La cara desnuda de la mujer árabe es un libro que me llevó varias semanas y que me propuse leer con la mayor calma con la que fuera capaz y hasta hoy, es uno de los mejores libros que he leído sobre la liberación de la mujer y la situación de las mujeres en Egipto. Nawal el-Sadaawi me parece una escritora magistral y a la que creo que nunca dejaré de recomendar. Fue una de mis autoras adoptadas en el proyecto #AdoptaUnaAutora y a la que seguiré promoviendo probablemente mientras siga teniendo este blog (que, planeo, sea durante muchos años más).

Volver a casa: una autora o libro al que siempre vuelves 



Hay libros a los que siempre vuelvo. Escritos por mujeres, hay algo que siempre me jala de regreso a Harry Potter. Es una obra a la que vuelvo constantemente por cariño, porque me gusta, para sacarle más jugo y porque es una de las obras que me inspiró a escribir y, por eso, le estaré eternamente agradecida. Además, siempre acabo volviendo a los libros de María García Esperón, es una autora a la que admiro y que siempre me hace sentir como en casa. Desde El disco del tiempo, hasta Dido para Eneas, nunca me ha defraudado.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Kabu-Kabu, Nnedi Okorafor | #GuadalupeReinas2018

Sinopsis: Kabu Kabu - unregistered, illegal Nigerian taxis - generally get you where you need to go, but Nnedi Okorafor's Kabu Kabu takes the reader to exciting, fantastic, magical, occasionally dangerous, and always imaginative locations. This debut short story collection by award-winning author Nnedi Okorafor includes notable previously-published short work, a new novella co-written with New York Times bestselling author Alan Dean Foster, and a brief forward by Whoopi Goldberg.

Kabu-Kabu es una expresión comúnmente usada en Nigeria para referirse a taxis sin registro e ilegales. Nnedi Okorafor dice que te llevan allá a donde necesitas ir y este libro hace lo mismo. Este libro hace un viaje por la mitolofía y el folclore nigeriano y te los pone enfrente, te los presenta, te muestra otra manera. Pero bueno, vamos por partes y empecemos por el principio (y perdonen el pleonasmo). 

Resulta que este libro lo leí para el maratón #GuadalupeReinas2018 que organizamos en Libros b4 Tipos al que deberían anotarse porque es el mejor maratón del año y no pueden perdérselo. Lo leí para la consigna de "una autora racializada". Aunque no soy precisamente fanática del término racializada, porque la "raza" es finalmente algo que se ha usado desde las clases dominantes para establecer quién es superior y quién no. Se usó para decir que algunos merecían ser esclavizados y vendidos. Se usó para arrebatarle sus tierras a mucha gente. Ahora se usa para referirse a toda persona que no sea considerada blanca (que sigue siendo todo un debate) y, dado que este año en Libros b4 Tipos llevamos a cabo la #TravesíaFeminista, que consistía en leer a autoras de todo el mundo, nos pareció una consigna interesante. 


También existe la creencia de que en esa consigna el libro que uno eligiera tendría que sí o sí hablar de raza de manera explícita. Y no. Kabu-Kabu es un libro que no habla del tema de manera explícita, no tanto, pero de todos modos lo hace. Cada página impregnada con el folclore nigeriano y las leyendas nigerianas nos lo recuerda. Es una cultura distinta, un modo de vida distinto. Distintas leyendas y distintas costumbres. Lo intuímos a cada página porque es imposible no hacerlo. Nnedi Okorafor no es condescendiente con sus lectores. Si quieres saber de los mitos y de las leyendas que habla, más te vale buscarlas tú. Ella habla de los buscadores del viento (¿cómo se traduce windseeker?), de taxis que viajan en otras dimensiones, de alfombras mágicas. Mis cuentos favoritos son, sin duda, aquellos que hablan de los windseekers.

 

También es notable el cuento (más bien novella) que le da título al libro, Kabu-Kabu, de una mujer que necesita llegar al aeropuerto de manera desesperada para poder llegar a Nigeria a la boda de su hermana y toma un taxi sin registro, que atiende un hombre Nigeriano que le dice que quizá no llegue a donde quiere, pero sí a donde necesita estar. Toda clase de clientes extraños se suben al taxi y la mujer, al principio escéptica, se encuentra en el medio de un popurrí de criaturas fantásticas. Además de eso, a mí me hizo bastante gracia un cuento de una alfombra voladora bastante protectora

Este es mi segunda acercamiento a Nnedi Okorafor y definitivamente es una autora que recomiendo. La primera vez que la leí fue durante el maratón pasado, cuando leí Akata Witch. Sus cuentos también son muy buenos y no puedo esperar para seguir leyéndola en adelante. Ojalá sea siempre tan satisfactorio adentrarme en sus historias y, además, ojalá pronto traduzcan Kabu-Kabu al español, porque aun no existe una traducción disponible (aunque es buena idea para practicar inglés nivel intermedio, bastante recomendado). 


Otra historia que me gustó bastante, para seguir picándoles la curiosidad, es una historia que transcurre al mismo tiempo que la guerra de Biafra, que aconteció por allí de los años sesenta/setenta. Es un episodio bastante importante en la historia de Nigeria que, sin embargo, no tiene mucho lugar en la Historia con mayúscula del mundo occidental (otro libro que trata el tema, si les interesa, es Medio sol amarillo de Chimamanda Ngozi Adichie). Además de ese, el primer cuento es una aguda crítica al cliché del Magical Negro, que también les recomiendo mucho: es corto, divertido y hace una buena crítica sobre el espacio que ocupan muchas veces los negros en la literatura o el cine.

Otro de mis cuentos favoritos es el de Tumaki, que es un romance entre un rainmaker (hacedor de lluvia) y una chica musulmana. Tiene varios fragmentos que me gustaría citarles, pero la mayoría de ellos son spoilers, sin embargo, hay uno que me gusta mucho y que les voy a poner acá abajo a ver si así los convenzo de darle una oportunidad a este libro: 
The first time I ever kissed a girl was accompanied by a chorus of simultaneous lightning, thunder, and a torrential rain and tasted like the wind and aquatic roses.
The moment was poetry.

jueves, 27 de diciembre de 2018

El vagón de las mujeres, Anita Nair | #GuadalupeReinas2018

Sinopsis: En la estación de Bangalore, en la India, Akhila, una mujer soltera de cuarenta y tantos años está a punto de realizar su gran sueño: subirse sola a un tren hacia un lugar lejano. Con ella viajan cinco mujeres con quienes comparte pronto intimidad: una madre confundida, una profesora de química casada con un hombre tiránico, una perfecta ama de casa que busca su identidad, una mujer cuyos sueños e inocencia se rompieron y una adolescente que parece comprender mejor que nadie lo que ellas buscan. Al calor de las confidencias susurradas durante la noche, Akhila intenta encontrar respuesta a lo que le ha preocupado desde siempre, los mismos dilemas que definen el viaje que cada mujer emprende en la vida.

La verdad es que le debo mucha atención a las novelistas de la India, sobre todo porque las dos que he leído este año tienen sendos puestos en las mejores lecturas que he realizado este año. La primera es Arundhati Roy, de quien leí El ministerio de la felicidad suprema y El dios de las pequeñas cosas y la segunda es Anita Nair, que acabo de conocer gracias al maratón Guadalupe Reinas que hacemos en Libros b4 Tipos (y que espero se convierta en tradición). Bueno, este libro es bastante largo para meterlo en un maratón de lectura (en goodreads me sale que su edición en español con Alfaguara tiene poco más de 400 páginas), sin embargo, el libro apenas me duró poco menos de tres días. Pero bueno, vamos por partes, el libro empieza con la siguiente nota: 
Hasta principios de 1998 había una taquilla especial para las señoras, los ancianos y los minúsválidos en la estación distrito de Bangalore. Y en la mayor parte de los trenes nocturnos de la India con compartimientos de segunda clase había un vagón especial para mujeres.
Desde entonces, se ha abolido la ventanilla de las mujeres en todas las estaciones de tren. También me han informado varios empleados de los ferrocarriles, en particular jefes de estación y revisores, de que el vagón de las mujeres ya no existe y que los vagones nuevos se fabrican sin este compartimiento.
En general, para mí las estaciones de tren en la India son una pequeña pesadilla. Conocí la más grande de Dehli y puedo decir que, si tuviera que viajar sola en ese lugar, no llegaría a ninguna parte. Todo está escrito en hindi. De todos modos, la única vez que viajé en tren, lo hice desde una estación más pequeña de Dehli, rumbo a Agra, en una clase de segunda, sleeper. Los boletos más baratos de mi vida. Usualmente prefería el autobús porque llegué a entender cómo funcionaban las ventanillas y dónde buscar los precios y destinos. Y cómo pelearme por los boletos. En las estaciones de autobús casi siempre hay fila de mujeres, sobre todo cuando hay mucha gente. Te formas en la ventanilla del destino y, con un billete en la mano, casi gritas cuantos boletos quieres para que te hagan caso (cuando hay mucha gente). Si no te sabes los números en hindi o ellos no los entienden en inglés, las señas. Como siempre había menos mujeres que viajaban solas, me mandaban a mí por los boletos en algunas estaciones. 


Y eso también funciona en muchos otras partes: hay fila de mujeres en la ventanilla de los bancos (en la demotización, solía ser yo la primera en pasar a ventanilla a cambiar billetes que habían sacado de circulación), hay fila de mujeres en los cajeros cuando están llenos (llegué a entrar con casi cuatro tarjetas y cuatro pines porque en la época de la demotización los cajeros duraban con dinero unas tres horas, si no sacabas en ese intervalo, no sacabas, y era más fácil que pasara yo más rápido). En los autobuses hay asientos de mujeres. Mientras no haya ninguna mujer parada en el autobús, no importa quien se siente en esas filas. Cuando hay, depende de la ruta, pero usualmente los revisores paran a alguien para que las mujeres puedan sentarse. Me pasó una vez en el trayecto de Noida a Greater Noida (un trayecto como de cuarenta minutos, que un revisor paró a gritos a un hombre para que yo pudiera sentarme). Y en los museos o templos o sitios arqueológicos donde hay revisión, siempre hay una fila de mujeres y otra de hombres (en el Taj Mahal incluso dividen entre locales y extranjeros porque vigilan bastante bien que ningún extranjero entre con boleto de local, que es más de diez veces más barato). En fin, ya que terminamos mis aventuras en la India como introducción a este libro, sólo quiero decir que lo sentí muy cercano. Entendí las referencias, la comida, los festivales y las costumbres, a pesar de que el libro esté ambientado en el sur de la India y yo haya vivido al norte, en Punjab. 


En fin, después de toda esa perorata sobre la India, me dispongo a contarles sobre el libro. El vagón de las mujeres es un libro coral que cuenta la historia de seis mujeres muy diferentes, de distintos estratos sociales en su relación a la vida social, el matrimonio, los hombres y el amor. La protagonista, Akhila, es una mujer que no se casó nunca, puesto que se tuvo que hacer cargo de su familia cuando su padre murió, decide perdirle consejo a las mujeres que viajan con ella. ¿Es difícil vivir sola?, se pregunta, puesto que desea hacer (aun vive con su hermana, que se pegó a ella). ¿Podrá todavía encontrar el amor? Las mujeres les responden contándole sus historias. Las más viejas, las más jóvenes, todas historias diferentes. Una mujer que desea aprender a nadar más que nada. Una nieta que se encarga de su abuela enferma. Una mujer que sí conoció el amor en su matrimonio, otra que no. Las historias son diferentes entre sí y abordan multitud de temas que tienen que ver con las mujeres: el matrimonio (que en la India es prácticamente una obligación, las que no se casan son solteronas), el aborto, los hijos, la falta de independencia. Una a una, las mujeres van contando poco a poco sus historias mientras Akhila le cuenta la suya al lector. Prácticamente todas ahondan en su relación con el amor. De todos los relatos hay cosas que rescatarles.


Sheela, la más joven de todas las que van en el vagón, se encarga de su abuela moribunda (hay una escena bastante especial donde su abuela, indefensa, sin maquillaje y sin arreglar, se niega a bajar de la ambulancia porque no quieren que la vean así y Sheela la ayuda, a su manera, para hacerla feliz) y pelea constantemente con su familia. Pelea usualmente con su padre, que la encuentra descarada. Hay una escena donde se imagina que le diría a uno de sus tíos que se porta con su primera menor igual que recordaba que su padre se comportaba con ella cuando era descarada y más pequeña (le hace gracia) y la verdad es que subrayaría ese pedazo millones de veces:
Mi padre hacía lo mismo. Le parecía muy divertido que yo fuera una descarada. Pero ahora lo llama mala educación y lo pone furioso. Por favor, no le haga lo mismo a ella. Crecerá convencida de que hay que ser así. Mejor enséñela a tragarse las palabras, enséñela a proferir cosas agradables, bonitas e inocuas. Mate su espíritu y domestique su lengua. Para que cuando crezca no se encuentre como yo, preguntándome que es lo que he dicho de malo o qué disparate voy a decir la próxima vez que abra la boca.
De verdad me gustó mucho esa parte. Sheela es una adolescente que no se atiene aún a las convenciones sociales y no entiende qué es lo que esperan de ella. Nunca han domado su espíritu. Mis historias favoritas, sin embargo, son la de Margaret y la de Mari. Margaret está en medio de un matrimonio infeliz con un hombre que es director de una escuela y no tiene el más mínimo amor por la pedagogía. Mari ha tenido una vida muy complicada, siempre buscando cómo sacar adelante a su familia mientras que a ella ni siquiera le tocó estudiar. 

Me gustaron mucho todas las historias. De verdad recomiendo el libro y sin duda considero que es un buen libro que poner en la lista de pendientes. Sobre todo si quieren conocer un poco más de la India, es un libro que tiene un pequeño bonus: al final trae recetar de cocina del sur de la India. Todo es delicioso.