Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 28 de abril de 2016

Everything, everything, Nicola Yoon | #LCTodo

Sinopsis: My disease is as rare as it is famous. Basically, I’m allergic to the world. I don’t leave my house, have not left my house in seventeen years. The only people I ever see are my mom and my nurse, Carla.
But then one day, a moving truck arrives next door. I look out my window, and I see him. He’s tall, lean and wearing all black—black T-shirt, black jeans, black sneakers, and a black knit cap that covers his hair completely. He catches me looking and stares at me. I stare right back. His name is Olly.
Maybe we can’t predict the future, but we can predict some things. For example, I am certainly going to fall in love with Olly. It’s almost certainly going to be a disaster.

Participé en la Lectura Conjunta organizada en el blog Nelareads y estuve comentando un poco el libro; aunque era mi intención leerlo con calma, lo ataqué como al tercer o cuarto día porque no podía más con la curiosidad. Y así me fue. Este libro me dejó tan confundida en algunas cosas que ya pasó una semana y todavía estoy rumiando acerca de él.

Estuve vagando por la página de Nicola Yoon y decidí que me caía muy bien. Nació en Jamaica, tiene una sonrisa muy bonita y por lo que pude chismear en algunas fotos, su esposo tiene rasgos asiáticos. Tienen una hija y no me extraña de donde salieron los rasgos para su Maddie, que es medio-afroamericana, medio asiática. Un detalle de lo más curioso dentro del libro para mí porque no estoy acostumbrada a encontrarme con personajes diversos dentro del YA. Y por una vez, hacerlo es un alivio. Me ha gustado, al menos esa parte. Por lo demás, creo que no me acabo de decidir acerca del libro así que responderé como Olly a la pregunta de si me ha gustado: "Sí, no, quizá". Lo que siento con este libro es confusión, así que voy a dividir mi review en dos partes (en realidad tres, ya lo verán). Primero, porque quiero sacármelo cuando antes...

Lo malo


1. La novela definitivamente adolece de algunos de los problemas de la literatura juvenil actual, sobre todo de los clichés. Los clichés no son malos per ser, pero sí son un argumento muy gastado y carente de originalidad. Aún así, es mucho mejor partir del cliché que llegar a él, por lo que medio perdoné el hecho de que Maddie está enferma. Quien sabe, ¡quizá y hasta hubiera estado desarrollado de manera interesante! Sin embargo, otros no los puedo perdonar ni en pintura, como por ejemplo: las descripciones físicas que hace Maddie de sí misma frente al espejo, las referencias a Austen, etcétera. No me gusta que se sobreexplote un mismo recurso hasta que lo odio.


2. Algunos giros del final. No, si ya lo leyeron, no es el que están pensando. Hablaré de ellos más adelante porque merecen un análisis a fondo. 

3. En muchas películas (y libros) un par de adolescentes medio pendejos se suben a un avión y acaban del otro lado del mundo por alguna razón. Generalmente cuando roban la tarjeta de sus padres. No se ustedes, pero a mis padres cuando compran un boleto de avión, les congelan la transacción en el instante si parece sospechoso o hablan para asegurarse de que sea correcta. No pido que en un libro las cosas sean 1,000% realistas, pero me irrita cuando usan esa clase de recursos sin pensar demasiado bien en las consecuencias que traerá después.

Lo bueno


1. El show, don't tell tan bien usado durante todo el libro. De hecho, sólo por eso, quiero pararme y aplaudir. No lo veía tan bien usado en un libro de la temática y con un narrador en primera persona desde hace mucho tiempo. Maddie es un unreliable narrator y siempre intuimos que no cuenta todo. Siempre parece guardarse algo. Además de que hay algunas cosas que no nos las dice, sino que las muestra, como su interés por el horario de los vecinos, del que nos enteramos cuando nos muestra. Sus habilidades como espía son bastante buenas. También, como pasa mucho tiempo observando a los vecinos, notamos que, de algún modo, está sumamente frustrada con su vida. A veces parece contárnoslo, como narradora, pero pareciera que, para sí, no lo admite de una manera tan abierta. Esto pasa con la mayoría de los personajes y me encanta. Ayuda mucho a su desarrollo.


2. Carla. Me encanta que sea latina (chicana, para ser exactos, tengo idea), pero también me encanta algo más: ¡que ser latina no la defina! Dejen me explico, tiene un montón de características, desde su nombre hasta expresiones que la delatan, pero no es lo único que la delata. Es un personaje tridimensional y cuando hablo que tienen que existir libros diversos me refiero a libros con personajes como estos. Entre más personajes a mencionar, Olly definitivamente es interesante, aunque siempre lo vemos a través de los enamorados ojos de Maddie (that's not a secret) y la madre de Maddy tiene conflictos internos dignos de analizar (más adelante). 


3. Cómo se trata el tema de la violencia doméstica. Cuando se habla de temas sensibles en una trama como la que pretende mostrar Nicola Yoon en torno a Olly, algo te puede traicionar. Algo que me molesta mucho cuando se trata de los agresores y las víctimas es que se culpe a la víctima y el agresor sea un agresor sólo for the sake of the drama. No. La violencia doméstica es complicada, difícil y no es un tema que hacer aparecer en un libro sólo por el drama. Por eso me ha encantado la humanidad que tiene Nicola Yoon para mostrarlo. Me gustan las dimensiones y las contradicciones morales de Olly. Porque su padre es su padre y alguna vez lo quiso (o todavía lo quiere) y su madre es su madre y la adora. Pero de cuando en cuanto, odia a su padre por ser como es y odia a su madre a pesar de ser la víctima porque está tan frustrado que, a pesar de que no la culpa (yay! no hay victim blaming!) no sabe qué hacer.

4. Las ilustraciones del libro. Las hizo el esposo de la autora y son todas preciosas, por si tenían la duda. Me encantan los libros ilustrados cuyas ilustraciones además son recursos narrativos para que la trama se mueva. Me parece muy interesante como funcionan ilustraciones y texto, los dos juntos. (Esa fue mi inner editora hablando). 

Ahora sí, al asunto que nos ocupa, que genera mi confusión y todo lo demás: 

El amor, el lenguaje y cómo (no) lo puede todo


Parece título de tesis. Tesis mediocre, pero tesis al fin y al cabo. Así que, por si acaso, quiero dejar en claro que yo no soy lingüista ni psicóloga. No soy una experta en la materia, sólo soy curiosa y sobre analizo las cosas. He leído por allí, siempre en reseñas en español, que entre Olly y Maddie hay una clase de amor instantáneo, de click. Esa clase de clicks pasan, sí, pero nosotros no le llamamos amor tan rápido. Decimos "me gusta alguien" antes de decir "estoy enamorado", aun cuando aquí enamorarse no incluye alguna clase de verbo fatalista, como en inglés (to fall in love, to fall: caer) o fracés (tomber amorouse, tomber: caer) y algunas otras lenguas. Por alguna razón, en español tendemos a marcar una diferencia brutal entre querer y amar porque tenemos las dos palabras. Pero, ¿qué pasa cuando no las hay? 

Maddie usa muy rápido la expresión "I love" con Olly y puede parecer exagerada. Pero me gusta pensar en ella intentando imaginarme lo que diría exactamente si estuviera tan frustrada y de repente apareciera alguien nuevo en mi entorno. Alguien que me gusta y que me corresponde de alguna manera. Probablemente yo diría "Te quiero" y probablemente los primeros "I love you" de Maddie hacia Olly signifiquen eso. No lo sé, sólo estoy aventurando. El inglés siempre se me ha hecho un suplicio a la hora de hablar sobre querer y amar, porque para mí no son lo mismo, no lo serán nunca, por más que el verbo sea el mismo. To love. Casi siempre lo traduzco como amar y entonces me chirria porque decir "Te amo" suena como entregarte y decirlo demasiado pronto a veces hasta resulta trágico.

Pero en inglés to love puede significar las dos cosas. Igual que en francés aimer es a la vez decir que algo te gusta, que quieres a alguien o que lo amas. ¿Cómo esa gente no explota? Sí, ya lo sé, es su idioma, están acostumbrados. Así que cuando leía el libro me vino a la mente eso, esa diferencia, esa perspectiva de Maddie para entenderla mejor. 

Y así, con todo, intenté descifrar qué era lo que quería decir el libro sobre el amor. Me perdonarán, pero aquí empiezan los spoilers. Quien avisa, no es traidor.


Maddie no está enferma. Quizá es una revelación exagerada, pero era la única que tenía sentido. Si Maddie es alérgica al mundo, casi literalmente, no hubiera llegado viva al avión que la llevó a Hawaii. Puede que a muchos les molesté la revelación, pero realmente es intenteresante porque ayuda un poco a construir mi tesis del amor, el mensaje del libro y otras estupideces varias. La madre de Maddie tiene un claro problema psicológico que ha estado pagando su hija. Le da una dimensión extraordinaria a lo que parecía ser un personaje con problemas de personalidad, obsesivo sin razón y sobre todo, incomprensible. La madre de Maddie no cosecha simpatías en algunas partes del libro porque no podemos entender sus razones a negarse a darle a Maddie oportunidades, pero gracias en parte a una enfermedad de Maddie, todo hace click.

La madre tiene tanto miedo de perderla que le ha hecho creer toda la vida que está enferma. Más bien, se ha hecho creer a sí misma que su hija está enferma. Jodidamente genial. Un conflicto interno maravilloso, un desarrollo increíble de ese personaje, aunque al final, el mensaje falla. Porque Maddie está dolida, decepcionada y está convencida de que el amor es una mierda y que el amor no lo puede todo. Maddie tiene razón en mi mundo, al menos: el amor no lo puede todo y, sobre todo, como se ve con la familia de Olly, el amor no lo aguanta todo. No puede.


Y al final Maddie manda todo a la mierda, de una manera bastante literal y suena algo como "Love woths everything", obviamente algo muy adolescente de película, porque el amor no es eso, no lo aguanta, no lo vale, no lo puede todo. Curiosa contradicción humana, porque no puede perdonar a su madre un poco, ni siquiera bajo la misma tesis, pero sí ir tras Olly. Y más contradictorio aún, esa frase se destruye al mirar a los padres de Olly. ¿Qué significa todo eso al final? No tengo ni puta idea. Eso estoy segura de dos cosas: Maddie cree en el amor y en su relación con Olly, es contradictoria como adolescente y como humana. Su desarrollo no es ningún coming to age, ningún proceso de madurez. La única manera en que me explico el libro es que Maddie es humana, comete erorres de juicio y es una narradora poco confiable. 

Decidí explicarmelo así porque tengo un libro cuya relación amorosa (o algo), su final y su mensaje son la antítesis de esto (El cuentacuentos, Antonia Michaelis) y porque al final hacer tantos análisis sobre el amor me va a dejar el cerebro podrido porque a la mejor estoy intentando explicar algo inexplicable.

sábado, 24 de noviembre de 2012

23 de Noviembre de 2012


Él era todo nervios y yo toda preguntas. Cuando me besó juro que nos olvidamos de todo: él de sus nervios y yo de mis preguntas

sábado, 30 de julio de 2011

Supuestamente yo haría una entrada sobre Harry Potter


Es que no puedo. No puedo. Es demasiado para mí. *Suspira* Ya lo haré en una semana, o dos, o tres. Ahora no. Sigo sin poder.

Por cierto, ¿han notado lo guapo que se ve Draco aun cubierto de mugre?


Nea.

lunes, 25 de abril de 2011

De momentos de felicidad extrema...


(Esta entrada es más una boludez que otra cosa, quedan advertidos)

De cuando te está mirando y te está sonriendo, y tú te estás derritiendo. Porque sabes que te quiere.
De cuando te besó la primera vez.
De cuando ese chavo que te gusta te roba un beso.
De cuando todo parece ser para siempre, eterno.
De cuando la vida parece perfecta y nada puede cambiarlo, porque está junto a ti… y en vez de tú y yo, son nosotros.
De cuando se queda embobado mirándote.
De cuando te dice que te va a extrañar mucho.
De cuando sientes tu mano apretada en la suya.
De cuando estas junto a él. Porque todo se resumen en momentos de felicidad.

martes, 19 de abril de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (VI)


Sobre el 1° de Marzo.

Acá va la última, por el momento, historia de amor que tengo por el momento, la de B. ¿Recuerdan que el 1° de Marzo estaba yo excesivamente feliz? Bueno, pues les vamos a contar por qué.

B no se llama B, se llama Bryan. Lo conocí en Octubre, cuando aún era alumno regular –o semi regular- de la escuela, e iba en la mañana. Me lo presentó una amiga por casualidad y en el primero que me fije de él fue en que tenía hoyitos a ambos lados de la sonrisa. Tiene la sonrisa más bonita del mundo.

Pues éramos amigos, ya ven. Y nos fuimos de vacaciones y regresamos y un día de esos lo volví a ver, y paf! que a la semana estaba yo que me moría por él. No es guapo, no malinterpreten, es apenas siete u ocho centímetros más alto que yo, flacucho como el sólo, juega americano y nadie se lo cree (oh, sí, es el número 33 de la escuela) y es moreno, moreno, tostado tostado. Guapo guapo no es, pero es lindo.

Bueno, el caso es que un día con la pero ortografía que se puedan imaginar me dijo por sms en esos momentos de gran valentía, que le gustaba. Al día siguiente, por supuesto, como buen valiente acobardado aplicó la de yo no dije nada y no se atrevió. Pero me siguió insinuando, e insinuando, e insinuando.
Así que un día me invito por una paleta.

Ese día fue el 1° de Marzo.

En resumen fuimos por la paleta y después me acompañó al metro. En el segundo metro, ya en el trasbordo, pareció como si fuera a hacer/decir algo, pero llegamos a la estación donde me bajo y no dijo/hizo nada. Salimos y esperé mi camión. En las escaleras antes de salir… también pareció como si fuera a decir algo.

Tampoco lo hizo.

Y finalmente, antes de irme, antes de tomar mi camión, me detuvo… y lo demás es historia. Es mi novio, llevamos un mes y dos semanas y media (?) –si me lo sé con TAL exactitud- y un palito de paleta de grosella con la fecha del 1° de Marzo de 2011 aún merodea en mi mochila.

Nea.

PD: Y aquí se acabaron las historias. Por ahora.

sábado, 16 de abril de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (V)


Otro que no podía ser

Llamémoslo Inglaterra-san. Tiene parecido al de Hetalia –físicamente-. Admito que por no sé qué razón, me empezó a gustar. Tampoco quiero saberla porque *miedo* no sé, es tan feo, que lo considero algo… puaj! Nono, no me puede haber gustado un tipo así. El caso es que me gustaba –y hasta pena me da decirlo, la verdad-. En unos XV’s lo hice bailar –fuimos seis del salón, tres y tres, el sobrante para mí, era él- y pues no sé. Me empezó a gustar.

Ah, y L se puso celoso con él.

El problema era que a él le gustaba una de mis mejores amigas, y pues como que no.

Para no hacerles de la historia larga:
-Empecé a llamarlo A en las redes sociales, después él logró que mi amiga le dijera que sí y yo me semi deprimí, pero lo acepté y me quedé sin prospecto.
-Pasaron las vacaciones de navidad.
-Cuando volvimos ya no me gustaba y una semana después de volver a clases, volví a ver a B –mi actual novio- y me empezó a gustar B-
-Cortó a mi mejor amiga por una estupidez.
-Concluí que es un tipo bastante estúpido.

Nea.

viernes, 15 de abril de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (IV)

Y allá vamos, con otra historia de mis amores frustrados, medio frustrados y frustradísimos.

Esta ocurre justo cuando yo entré a la preparatoria. El punto es que la escuela era nueva, los compañeros nuevos y pues todo eso… ya saben, todos los nuevos :D Se llama Luis. Y no es feo.

Nuestra plática empezó en Computación porque casualmente… allí se sentaba al lado de mí. Y me pasó su correo, y empezamos a hablar por msn, aunque así cara a cara, le daba cosa, se ponía super nervioso y a mí me daba mucha ternura. Un día, me confesó, a medias, que le gustaba (con una indirecta extremadamente directa) y pues… yo, ya que no estaba nada feo, y también me gustaba… flipé.

Pero todo acabó pronto.

Me llevó a una plaza. Me besó. Fue super romántico, pero nunca nunca nunca, se atrevió a hacer la pregunta de fuego: esa que haces cuando te declaras. Y poco a poco, después de eso, aunque seguimos en lo mismo, dejo de hablarme, y cuando me di cuenta, a mí ya no me importaba el tipo en lo más mínimo.

Si, no pasó nada.
¿Interesante, no? –sarcasmo-
Pero él es importante para el que viene.

lunes, 4 de abril de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (III)

Lo menos interesante

Podemos decir que dejé estancada mi historia de amor. No, no lo hice. No conscientemente, pero es que no quería llegar al presente. Aunque… bueno, aun me faltan unas cinco historias para llegar al presente.

Así que les presentó a… ¡R! –sí, llamemos a le gente por su inicial-

Puedo describirlo en pocas palabras: fumaba, dejó de fumar, era un vago de primera, inteligente pero flojo, quería estudiar actuaría y era bueno con las mates, pero definitivamente, no se aplicaba. Y era feo: imagínense a un tipo flacucho, con cara larga y cabello medio chino medio no sé qué, excesivamente alto para lo flacucho y con cara de baboso. Sí, han acertado, era feísimo.

Pero… tiene un lugar especial.

Duramos exactamente tres semanas y un poquito más tirándole al mes (cuano le dije eso a mi actual novio dijo que había sido mucho, já, pues con el levo más). Lo corté yo. No hubo drama. En dos días asumí que volvía a estar soltera y así me quedé, un año y unos meses más. Pero durante ese año y meses más, pasaron cosas interesantes de las cuales, mi primer novio –R- es lo menos interesante.

Ya verán.

Nea.

domingo, 27 de febrero de 2011

De subjetividad...

               
La diferencia entre “Me gustas” y “Te amo”

A veces, pienso que la diferencia entre dos términos muy especiales se hace tan difusa, tan subjetiva, que me pongo a pensar sobre ello. Y esos dos términos son… “me gustas” y “estoy enamorada”. ¿Cuándo deja de ser simplemente atracción y pasa amor? Es difícil… y no sé si dependa de la persona… pero hay una línea muy fácil de romper entre esos dos estados.

¿Cuándo deja de ser “me gustas” y pasa a ser “te amo”? ¿Cuándo? ¿Cuándo acaba de ser “te amo” y se queda en “me gustaste”? –porque algo hay que dejar en claro: el amor no es para siempre, por más que lo deseemos y lo deseen los escritores de culebrones tipo Crepúsculo- ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cómo se enamora uno de alguien? Saben, nunca lo he entendido, y algo me dice que tampoco lo voy a entender nunca. Pues es muy subjetivo… y depende de él.

Todo esto salió por mis pensamientos. Obviamente… pero… ¿cómo lo distingues? ¿Cómo separas un “me gustas” de un “estoy enamorad@ de ti”?

Nea.

viernes, 18 de febrero de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (II)


El primer chico.

Continuando con la historia… entré a la secundaria. Y con la secundaria, llegaron un montón de nuevos, las hormonas, la adolescencia, los noviazgos serios y todo eso. Y llegó también el galán del salón.

Era chaparrito (aunque en unos meses se dio un estirón terrible) usaba lentes de montura negra, la piel muy blanca, los ojos normales y el cabello negro siempre peinadito. Se llamaba Saúl y además de todo sacaba buenas calificaciones.

Nos gustaba a tres amigas (que después de muchos rodeos, y casi en las vacaciones de navidad, lo confesamos). Para ese entonces, él ya había tenido la primera novia: Una chica del salón B que le dijo que sí para olvidar a otro y lo cortó por celular. En enero salió con una chica mayor que él que también lo cortó.

A mí me seguía gustando.

En segundo de secundaria, una amiga, la que estaba máaaas colada por él, salió con él una semana. Lo peor fue cuando ella se enteró de que él se lo había pedido sólo por una apuesta. Él la cortó y ella lloró mucho y todo eso… Después de ella, salió con otro con la que duró tres semanas…
(Y que después de eso estuvo peleada para la eternidad con la anterior).

Para entonces, me dejó de gustar. Poco después me di cuenta de que era un mujeriego y allí terminó mi ensoñación. Nada serio, como verán. El año siguiente salió con una zorra de primero a la que quería y que tras unos meses lo dejó por otro. No sé porque, pero me late que merecido se lo tenía.

Cuando salimos de secundaria, lo dejé de ver.
Ahora sé gracias a facebook que tiene otra novia.
Tampoco me extraña. Sale con cualquiera.

Nea.

lunes, 14 de febrero de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (I)


 Primer amor no tan amor

Este es un proyecto que vengo acariciando desde hace mucho. Hablar de mis amores platónicos, los no tan platónicos, los significativos, el desamor, lo que pudo ser y no fue… y todo eso. Así que aprovechando que estamos a 14 de febrero… empezaré con el primer amor no tan amor.

Yo tenía nueve y ocho años y era una cría de cabello enrulado a más no poder inocente que sabía que en secundaria había novios y que mis amigas estaban locas por el guapo del salón, pero que la cosa no pasaba de allí. (Dos años después, con once, un fic con un poquito de lime contribuyo a acabar con mi inocencia).

Él se llamaba Gustavo, tenía cara de chiste, y su mayor gracia era caminar como pato. Así que un día empezó a mandarme papelitos. Y papelitos. El punto es que en uno me preguntaba si quería ser su novia… y yo, de mensa, voy y le digo que sí.

Aunque ahora que lo pienso, éramos amigos, niños inocentes de esos que juegan a ser novios. Sin embargo, y me llamarán cursi, aún guaro gran parte de sus cartas (las de después de que me lo pidió en un papelito) y sus regalos. (EL papelito no lo guardo porque se nos perdió).

Me regaló una muñeca de pelo rosa que tengo en mi tocador, sentada junto a un mono francamente feo, pero que tiene corazones dibujados en los ojos… :D –da ternura, en serio- Y una carta metida en mi diario con un montón de faltas de ortografía que empieza con un “Andy, eres el sol que ilumina mis días” –o algo igualmente cursi, sólo que mal escrito- y termina con “Tu novio, Gus”.

En fin, éramos inocentes. A lo más que llegábamos era a mandarnos un montón de cartitas. Después, llegaron las vacaciones de verano y él no volvió a la escuela en Agosto. Y allí se acabó mi primer amor que ni siquiera fue amor. Después vienen las cosas serias y los amores platónicos.

Nea.

Sobre miel y kola-loka combinadas


Los melosos

Está bien que estemos a catorce. Me parece perfecto –la verdad es que no, que no es perfecto, si lo fuera, yo tendría un novio sexy parecido a Damon a mi lado-
Pero hay algo que NO soporto.            

Y son esas personitas que se la pasan pegadas con kola-loka todo el día, besándose, abrazándose, y que no puedes interrumpir porque inmediatamente te sientes como la peor persona del mundo –mal tercio- y que una vez que los dejas en paz, vuelven a lo que estaban (o sea, pegados con kola). Mejor digamos que son los melosos.
Destilan miel allá a donde van.
Y sí, tal vez si tuviera un novio sepsie… sepsie, no me molestarían. Pero es un hecho que no me gustan mucho. T.T’ Mínimo que se apiaden y dejen su miel para otra ocasión donde TÚ no estés enfrente.

Por todo lo demás, San Valentín es genial.
Regalan tantos chocolates que eso hace que se convierta en un paraíso. (Soy adicta a los chocolates ¿y qué?)

Nea.

domingo, 13 de febrero de 2011

Un preludio de San Valentín...


Amores platónicos…

Hablando de amores… ya sea platónicos o no, ¿quién no ha acabado enamorada de un actor que está hermoso? O por lo menos le ha gustado, que las hay las que no se enamoran… En fin, hoy vengo a presentarles a los míos.

Kirtash
El primero… yo soy su indiscutible esposa y en PF nadie puede discutirme eso (o va a pasar algo que no quieren que pase y que inmiscuye a mi látigo en el asunto). Es uno de los protas de Memorias de Idhún y aunque no hay ninguna foto o fan art que me guste realmente (sólo uno, pero es mi wallpaper) –me gusto aún menos en el comic, siempre he creído que parece mujer- para mí es la cosa más hermosa que ha pisado este planeta. Sobre todo por los ojos auzles… el cabello castaño claro. ¡Tengo una clara fijación hacia él, pero no lo puedo evitar!

Draco Malfoy / Tom Felton
Me quedé con ganas de ver a Tom Felton cuando vino a México. Es una cosa hermosa (?). Sobre todo personificando a Draco Malfoy. Rubio, sexy, malo… malo, malote… y al final resulta terminar en la tierra de nadie. Además hay un montón de fanón sobre él (Draco wearing leather pants, ¿conocen eso?) y eso da lugar fantasías varias cada una menos sana que la anterior.

Jasper / Jackson
Seh, la única cosa pasable de Crepúsculo. Tanto como para que yo me pelee los años con mi hermana ficticia gracias a él. En nuestra imaginación siempre los dejábamos traumatizado. Además gracias a él surgió mi expresión “Nea se va a su caja” (seh, por las peleas entre mi sis y yo… solíamos meterlo en cajas (?) y llevarlo hasta Hawaii).

Mello
Sí. Me encanta. Aunque tenga ese serio problema de complejo de inferioridad (aunque, en Death Note, ¿quién no tiene algo?). Ama el chocolate y eso de él es un amor. Además, su cicatriz lo hace aún verse máaaaas sexy. Por eso me la pase bien la segunda parte de Death Note (que hubiera sido una cagada –L T_T’ ¿por qué murió?- sin Mello allí; Near me SACAAA-) y fantaseando con él hasta que murió y yo me la pasé quejándome no sé cuánto tiempo de que no había tenido una muerte digna.

Inglaterra-san (Hetalia)
¿A qué es un amor tan cejón, tan rubio, tan genial? Me ha gustado desde la primera vez que apareció en Hetalia. Es todo un amor. Al menos a mí me encanta. Y se parece a mi anterior amor platónico de carne y hueso al que puedo decir… ¡ya superé!, y es genial. Siemplemente…

Damon Salvatore
Joder… esa es la cosa más dulce, más sexy, y con el corazón más destrozado (Elena, I hate you) del planeta. Y miren que no me he visto el nuevo capi de la serie, pero es que… ya me lo están destripando en twitter. No entiendo como las mensas de Elena y Katherine pueden preferir a Stephan teniéndolo a él al lado. ¿Quién se fijaría en Stephan?

Subaru
En X. Sé que aparece en otros animes de CLAMP, pero yo sólo lo he visto en X… y he de decir que es hermoso. Al ver ese baño de sangre, de lágrimas y de drama, supe que me había ganado un amor nuevo, porque Subaru es, literalmente, un amor. No puedo decir más… *babas*

Esto es todo por hoy. Me han fatado varios, pero no quiero que me salga un testamento inleible… ahora… ¿cuáles son los suyos? ¿tienen tendencia a enamorarse de alguien en cuanta serie ven? ¿Buscan guapos por las calles (coffff)? Cuenten… cuenten…

Nea.

PD: Eyyy, un día antes de San Valentín, ¿hablar de amores platónicos se oye bien no? Lastima que ninguno de ellos esté a mi lado para pasarmela bien mañana :P