Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 22 de enero de 2020

Anoche en las trincheras, Alberto Villarreal | Reseña

Sinopsis: Soñar era lo que mejor sabíamos hacer, quién diría que nuestros sueños terminarían por consumirnos.
En esos días desconocía lo mucho que me costaría dejar de vivir con miedo. Quisiera regresar a temerles a las ratas y a los monstruos bajo la cama.
Necesito salir de esta trinchera.
Anoche en las trincheras es una explosión de las emociones que se experimentan al crecer: el miedo a no ser suficiente, a amar, a no querer salir de nuestra zona de confort, a arriesgar todo por nuestros sueños. Encontrarse a uno mismo requiere valentía, pero también dejarse llevar por los latidos del corazón.

Este es el peor trabajo editorial que he visto en México (tuve que acotarlo porque lamentablemente existe Canciones para Paula en España) y eso que leí Persona Normal (libro que gusta de hacerte creer que eres superior por leer y namedropear autores clásicos cada dos párrafos). (Llegado a este punto de la reseña hice una pausa de tres horas, vi cuatro capítulos de anime y me senté a reflexionar sobre mis elecciones de vida). La conclusión a la que llegué es que no sé por qué chingados me gusta tanto leer la basura, oigan. Pero bueno, vamos por el principio. Un día una amiga compró este libro y le dije medio de broma medio muy en serio que ahí lo rolara para leerlo porque yo tenía una curiosidad morbosa por saber qué había escrito Alberto Villarreal. Se me hizo verdad más de un año después, pero aquí estoy. Leí esta cosa. No sé si estoy arrepentida, si las risas valieron la pena o qué. Pero de lo que estoy segura es de que Planeta publica esto porque le reporta ganancias. No hay forma de que una cosa con un nulo trabajo editorial llegue a las librerías tan campante.


O sea, imagínense ser árboles viviendo vidas plenas y felices, que los talen, los conviertan en papel y acabar con este libro impreso. ¿No me creen? Vamos por partes. Anoche en las trincheras es un título bonito (que planeo robarme sólo para demostrar que se puede escribir algo bueno con ese título) y las luciérnagas de la portada se ven muy cutes. Se supone porque en cada uno de los cuatro relatos de este libro hay cosas que hacen referencia a ellas. Se supone. Porque la realidad es que las luciérnagas están metidas con calzador, pegadas con resistol del 5000, sus apariciones resultan hasta chocantes porque es obvio que están ahí como un chicle pegado. Parece que Alberto quiso unir los cuentos con cinta adhesiva de la más barata y de peor calidad: eso son las luciérnagas. No pasan de concepto fallido en un libro flojo y en cuentos que son mediocres (por dedicarles un halago).


¿Los cuentos? Obras mediocres, mal redactadas, llenas de lugares comunes y received text (léase: esas figuras literarias tan usadas y reusadas que ya carecen de poder para sorprendernos). Lo mejor que hacen es apelar al sentimentalismo barato. Se supone que la literatura te hace sentir cosas, no por nada decía Kafka que un libro debía de ser un hacha que rompiera el mal helado dentro de nosotros. Este no se acerca ni a alfiler. Y no me produce nada. Si acaso lástima por la gente que tenga que leerlo
 
Hablando de los relatos. El primero empieza mediocre y va en picada. No tiene núcleo narrativo ni un propósito para existir. Nunca entendí que era lo que me quería contar el autor. Además, tanto este como los otros tres carecen de final. Un libro de Kafka que acaba a medio párrafo tiene más conclusión que estas cosas. Se cortan, como si nada. ¿La redacción? Mediocre. Atascada de sentimentalismo barato, enseñanzas pendejas que no saben esconderse bien entre las líneas, voz narrativa monótona y aburrida. Es más, me costó darme cuenta de que había cambiado del cuento uno al cuento dos porque, a pesar de que los personajes son diferentes (muy diferentes) no hay ningún cambio en la voz (ni Laura Gallego, que es conocida por tener una de las voces narrativas menos versátiles de la vida, oigan). No tengo nada más que decir: no hay palabras que describan a algo tan carente de contenido y sustancia.

¿Quiero hacer cenizas este libro? SÍ
Sí es cierto que la gente dice que lo mejor de este libro son las descripciones. Y le concedo que cumplen su propósito mínimo: soy capaz de imaginarme un lugar. Soy incapaz, por el contrario, de imaginarme el ambiente o de sentir algo; pero de verlo, lo veo. También es cierto que me comentaron que este era el trabajo más maduro de Alberto Villarreal. Si este es el más maduro, puta, no quiero saber como son los otros. ¿Los aventamos a la hoguera y ya está?

De los cuentos, el mejor (sí es que hay algo que pueda ser llamado mejor) es el primero, los más insulsos los dos de en medio y el peor, con ganas, el último. El último es digno de análisis: habla de un personaje escritor carente de talento o hábito para escribir (escribir es 1% talento, 99% hábito y práctica, se los digo con autoridad de quien escribe diario y mejora siempre) que en su tiempo libre es un fuckboi que se liga a mujeres por tinder porque como no puede imaginarse una sola historia tiene que usar a las mujeres (y enamorarlas) para poder escribir. Es asqueroso y, además, lamentable. Si van a escribir de personajes mierda, no sé, háganlo y fucking commit. Esto es sólo un intento de retratar a un imbécil sin propósito claro.
 
  
No sé que más decir, en serio. No recomiendo este libro, más bien les deseo que se mantengan a una distancia prudente. Si esto se publica es porque las editoriales creen que va a vender. No se crean el mito de que quien publica es porque tiene talento, no. Este es un sistema en el que los escritores compiten en mesa de novedades y ganan los que venden. Alberto Villarreal, sin duda, vende. Productos de calidad de mierda, pero supongo que a la editorial le funciona, ¿no? Porque además el problema no es sólo que Alberto Villarreal escriba mal (que lo hace); el problema es que su propia editorial lo aviente al vacío con estas mierdas, sin frenos, sin paracaídas, sin nada. ¿Quién editó esto? ¿Quién lo leyó y consideró que eran cuentos dignos de publicarse? ¿Por qué nadie dijo que nada aquí tiene un núcleo narrativo? ¿Es que no aspiran a nada más que al sentimentalismo de mierda y barato?

He ahí mi crítica. Aléjense del libro.
  
  
Breve aclaración: si no menciono nada sobre Alberto siendo booktuber/youtuber es porque no creo que eso sea relevante al criticar un libro. Todos los mido con la misma vara y publicar videos ni te da el talento de la escritura, ni te lo quita. Pero si es un poco desalentador que las editoriales los avienten así, al vacío.