Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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viernes, 17 de febrero de 2017

Las «feministas de antes»

Hay un argumento, cuando estoy hablando de feminismo, que me hace volverme Berseker. Así que por otro día voy a dejar de hablar de libros en mi blog literario, con su perdón (aunque la verdad me interesa hablar de esto), pero ya les prometo un par de reseñas para la próxima semana (total que con mi ritmo, por tener reseñas pendientes, tengo reseñas pendientes desde el 2014). Bueno, siempre hay un iluminado o iluminada que cuando yo estoy hablando de feminismo (algo que, sin exagerar, ocupa el 99% de mi tiempo y mi vida porque soy así de intenta) que me dice lo siguiente: «pero las feministas de antes sí valían la pena, esas si luchaban por sus derechos, las de ahora son unas extremistas». Y tan a gusto se queda. El argumento varía, pero el núcleo nunca cambia: vivan las feministas de antes, fuchi a las de ahora. Y ahí es cuando yo me vuelvo Berseker, echo espuma por la boca, se me ponen los ojos rojos, grito hasta morir y saco un machete. Qué le vamos a hacer, el tema me cansa, me aburre, me da ganas de estrellarle un libro de historia feminista a la gente en la cara. Pero luego recuerdo que no puedo hacer eso, gracias a Dios. Así que hoy, por fin, abrí mis libros y el internet para hablarles de un tema que al parecer le apasiona a los iluminados que creen que así me van a desmontar mi feminismo (el mío, que no el de otra mujer): vamos a hablar, de una vez y para siempre, de las feministas de antes.


(Por si acaso, todas mis fuentes van a estar citadas, formato Harvard, al final de la entrada, por si quieren consultarlas).

Los antecedentes


A ver, no puedo empezar a hablar de las feministas de antes si no les digo antes de donde salimos todas esas intensas que nos pasamos el día hablando de la liberación de la mujer. Les prometo que no es voy a quitar mucho su tiempo. Bueno, no es que haya un acuerdo exacto cuando empezó todo, pero algunas autoras lo ubican incluso en el siglo XIII (mucho antes de lo que ustedes podrían creer, por ejemplo), cuando una mujer llamada Guillermine de Bohemia propuso crear una iglesia de mujeres (y como seguimos sin una, creo que ya sabemos en qué terminó); incluso se rescata a las predicadoras y las brujas como parte del feminismo. Sin embargo, es hasta el siglo XIX cuándo comienza una lucha organizada (Gamba, 2008). Las mujeres ya habían participado en luchas históricas antes de eso, como la Revolución Francesa (véase, Olympe de Gougues) y las revoluciones socialistas, pero no eran las protagonistas y los hombres, en el mejor de los casos, las ignoraron. Entonces todo empezó con las sufragistas. Esas feministas de antes gracias a las cuales muchísimas mujeres en el mundo podemos votar hoy. Esas feministas que pocos conocen realmente, pero que son adoradas como nada en el mundo.


Entonces, voy a desmontar unos cuantos mitos sobre estas sufragistas que, alrededor del mundo, al contrario de lo que la gente parece creer, no pidieron las cosas por favor y se las dieron al momento, ni fueron queridas por la sociedad cuando empezó el movimiento. Que no, las feministas de antes no eran tan diferentes a las de ahora y la sociedad tampoco. ¿Empezamos?

a) a las feministas de antes casi casi las llamaban «feminazis» también.


No las llamaban feminazis porque todavía un machista no había inventado el término y porque básicamente Hitler no había decidido hacer el desastre que hizo en la guerra mundial (así que los machistas no tenían una referencia), pero si no, juro que se los hubieran dicho. En vez de eso, las sufragistas se enfrentaron a publicidad bastante desafavorecedora. 

Esta publicidad fue bastante popular en los Estados Unidos y la Gran Bretaña, aunque con algunas diferencias: por ejemplo, en Estados Unidos el tono era un poco más gentil y a menudo se retrataba a las sufragistas como ingenuas, que eran atractivas, pero con pocos conocimientos de política. El tono, por decirlo de alguna manera era mucho más paternalista. En esta publicidad, a menudo se insinuaba que, una vez que las mujeres ganaran el derecho al voto, los hombres estarían relegados a trabajos del hogar y la crianza de los hijos (curiosamente, tenían miedo de ser los encargados de las tareas femeninas). (Florey, 2012)

Día de elección
En las postales Americanas, las sufragistas a menudo son retratadas atractivas, cargando sólo paraguas y desinformadas. Los dibujos no son nada fuera de la norma al retratar a estas personas y, aunque en algunas postales los maridos son obligados ha hacer las tareas de la casa, parecen más resignados que esclavizados (Florey, 2012). Los estadounidenses desde luego tenían un acercamiento más paternalista con estás mujeres. Incluso podemos ver en la postal de abajo que, por más que George Wasinghton esté horrorizado de un grupo de sufragistas, estas no lo amenazan ni lo atacan, sino que apenas llevan un paraguas y se manifiestan frente a él.
¿Salvé a mi país para esto?
Por otro lado, tenemos a la publicidad británica. Tenía el mismo propósito: desacreditar a las sufragistas, pero usaba métodos diferentes. Se suele apreciar la violencia mucho más gráfica, pues en estas postales las mujeres atacan a los hombres y todas las injusticias que las sufragistas sufrieron son tratatas como una fuente de diversión, algo que las sufragistas se merecían (Florey, 2012) (pues ¿para qué querían votar? Ellas mismas lo estaban pidiendo). Por ejemplo, en la postal de abajo, tenemos a una sufragista atada a una silla, con un artefacto que aplasta su cabeza.

Qué le haría a una sufragista.
A menudo, en tas postales británicas, las sufragistas no son retratadas como simples mujeres, sino que se acentuan sus rasgos y se vuelven grotescos (Florey, 2012). Como podrán ver, las feministas de antes no eran muy respetadas y recibían un trato bastante parecido a las de ahora. Las postales se convirtieron en memes y los dibujos en fotos desagradables. En la siguiente postal, por ejemplo, una niña evoluciona desde una pequeña nila y joven coqueta hasta una solterona amargada que se convierte en una sufragista (y aquí es cuando me pregunto si eso no les suena remota y lejanamente parecido, ¿qué no hay un estereotipo que dice que las feministas somos unas amargadas porque no tenemos pareja?)
Origen y desarrollo de una sufragista
De hecho, todos los movimientos anti-sifragistas se valían de los medios para desacreditar a las mujeres y afirmaban que estas se creían moralmente superiores a los hombres; se retrataba a la sufragista, la feminista de antes, como un ser duro, repulsivo e imposible de amar (Oregon Historical Society). ¿Están seguros que no les suena ni tantito parecido a ahora? Hay demasiados paralelismos para ignorarlos. Sin embargo, nunca me topé con un libro de historia que se detuviera a decirme algo como «¡Ey, a las feministas de antes también las insultaban justamente como la gente te insulta ahora!» Hubiera sido un consuelo de tontos cuando me frustraba que hablaran mal del feminismo, pero consuelo, de todos chingados modos.

Nadie me quiere, supongo que seré una sufragista

Aquí abajo, más ejmplos, por si todavía tienen dudas de que nos han tratado mal desde siempre. A las sufragistas recién las empiezan a respetar 100 años después y por si fuera poco tienen el descaro de usarlas para intentar desmontar nuestro feminismo.

En Cuando las mujeres votan, se ven los roles de género intercambiados, lo que muestra una gran ironía: a los hombres les daba miedo que las mujeres tuvieran sus libertades y que ellos tuvieran las responsabilidades con las que cargaban a sus mujeres. Cuanto menos, irónico.

Cuando las mujeres votan

También se usaba la manipulación, haciendo creer que los hijos estarían tristes si sus madres luchaban por sus derechos FUNDAMENTALES, cuando probablemente, dudo que a un bebé le importara lo que estuviera haciendo su madre. Probablemente, se jugaba por el lado de que una mujer que estaba protestando no le ponía atención a sus hijos.

Mamá es una sufragista
Y sí, uno de los temas comunes es ver a los hombres siendo tratados como ellos trataban a las mujeres o relegados en los roles que ellos relegaban a las mujeres. Y parece que ese miedo a ser tratado como ellos nos tratan a un persiste y sigo diciendo que es completamente irónico. No quieren que nos liberemos y a la vez están reconociendo que nos tratan de la chingada.

Mi esposa se unió al movimiento sufragista
(y he sufrido desde entonces)
Y por supuesto, la idea de que si las mujeres se atrevían a luchar por malditos derechos fundamentales se merecían ser castigadas (¿¿¿???). No tengo ningún comentario. No puedo. Voy a cagarme en la tumba de quien dibujó la ilustración de abajo.

Paz al fin

b) a las feministas de antes también se oponían otras mujeres


No sé por que hay una creencia de que las feministas de antes eran todas las mujeres del mundo unidas. Pues no. Igual no es una creencia que me he encontrado tan extendida, pero bueno, las cosas no han cambiado en ese aspecto, sólo que ahora se oponen por otras cosas. Había mujeres que antes, en serio, consideraban que no era necesario votar. ¿¿¿??? Así pongo la cara cada que alguien me dice algo así, pero bueno, ¿qué puedo hacerle? Fue su mundo, fue su época y había muchas mujeres alienadas que no eran consiente de la opresión que sufrían. Lo podemos ver en este documento del archivo histórico del estado de Virginia en los Estados Unidos (aunque he decir que creo que si una mujer de verdad escribió esto, estaba muy influenciada por un hombre):

(Goverment of Virginia, 2017)
Se los traduzco literalmente, nada más para que vean que cosa tan horrible es esto:

HOMBRES

Están haciendo el «mundo seguro para la democracia»
y también seguro para las mujeres.
Por eso sus Madres, Hermanas y Esposas
nunca han tenido que sufrir como las mujeres de
Bélgica y Francia han sufrido.

TODAS LAS MUJERES LES DAN LAS GRACIAS

Los Hombres se encargan de manejar la mayoría de nuestros negocios.
Nuestro gobierno es un gran negocio.
La mayoría de las mujeres quiere que los hombres se encarguen de nuestro Gobierno.

Sólo unas pocas mujeres quieren el sufragio.
Deberían esas mujeres forzar a las otras mujeres
en la política?

Las Mujeres pueden hacer su parte fuera de la política.
Nuestras manos están ya llenas de trabajo
que sólo las mujeres pueden hacer.

Las mujeres son libres de su deber de lucha.
Protéjanos en nuestro derecho de ser libres
de responsabilidades políticas.

Asociación de virginia en contra del sufragio femenino.

En España, dos diputadas del partido socialista se opusieron a dar el voto a la mujer cuando este estaba siendo discutido. ¡DOS MUJERES! Lo sé, parece imposible, pero así pasó. Por un lado, estaba Margarita Nelken, que había ingresado en el PSOE poco antes y que fue la única mujer que consiguió las tres actas parlamentarias durante la Segunda República, y por el otro Victoria Kent, diputada del Partido Radical Socialista. Kent aseguró en el congreso en 1931, lo siguiente: «Es necesario que las mujeres que sentimos el fervor democrático, liberal y republicano pidamos que se aplace el voto de la mujer». (Viana, 2014). No estaba totalmente en contra, pero no lo quería en ese momento. Frente a ellas, gracias a dios, les peleó Clara Campoamor, que es casi casi gracias a quien las españolas pueden votar hoy en día.


Por supuesto, ahora las feministas discutimos sobre otras cosas, al menos en América y México. No sobre el sufragio femenino y otros derechos fundamentales que hemos conseguido en los últimos 100 y pico años. Ahora nos jalamos las greñas acerca del aborto y derechos reproductivos, los roles de género y otros temas. Nada más que ahora gracias al Dios en el que no creo hay un concepto de sororidad que al menos a mí me hace recordar que no es nuestra culpa tener creencias machistas sino que la culpa es de un patriarcado que nos crío y de tradiciones y creencias sociales que hay que cambiar. Y ahora, por sobre todas as cosas, existe algo llamado el feminismo interseccional, que en teoría incluye a todas las mujeres y es consiente de otras formas de opresión.

c) al feminismo siempre lo han querido silenciar


Siempre hemos sido incómodas, inoportunas, demasiado exigentes o demasiado radicales. Siempre nos han intentado ignorar, silenciar y desaparecer. No hay ni como negar eso. Pero a veces se tiene la creencia de que las feministas de antes si quiera no tenían problemas en hacerse oír y la verdad es que sí los tenían: ellas tenían una desventaja sobre nosotras, las de ahora y es que no vivían en un mundo digital lo que provocaba que fueran silenciadas más fácilmente. ¿Quieren saber cómo?

Ligas feministas en Yucatán

Bueno, en México, el día de la madre se institucionalizó como un movimiento contra movimientos feministas que surgían en ese momento: el Primer Congreso Feminista en Mérida, Yucatán; la Escuela Racionalista impulsada por Felipe Carrillo Puerto, gobernador de Yucatán en 1922 y la creación de Ligas Feministas. Estas asociaciones se dedicaban a dar conferencias sobre profilaxis, enfermedades venéreas, temas jurídicos, etc y apoyaban la maternidad como una opción y fomentaban el uso de los métodos anticonceptivos (Hérnandez, 2015). En contra de eso, se respondió institucionalizando el 10 de mayo como el Día de la Madre, que celebrara justamente todo lo que estás mujeres criticaban sobre la maternidad, que era, justamente, la abnegación de las madres.


El festejo llegó de la mano de un periodista, Rafael Alducín, del periódico Excélsior. En su honorable opinión, era necesario homenajear a las madres porque «no hay sacrificio suficientemente grande para el corazón de una madre; no hay cáliz de dolor y amargura que ésta no esté dispuesta a llevar a sus labios, si puede evitar una gota tan sólo de acíbar a los seres queridos, prolongación de su propia vida; no hay manera de poder aquilatar con certeza la profundidad y alcance del amor materno» (Pérez, 2015). O sea, un montón de roles de género que aún hoy nos estamos intentando quitar: la creencia de que la madre se debe anular por sus hijos, que sólo las mujeres que son madres son mujeres completas o que las mujeres deben estar dispuestas a todo por sus hijos.

d) había sufragistas clasistas y racistas (y, más tarde, feministas homofóbicas)


El feminismo negro nació entre el abolicionismo y el sifragismo en los Estados Unidos de la mano Sojourner Truth, cuyo discurso se convirtió en un símbolo de este feminismo, porque la lucha de las mujeres estaba hecha a medida para la mujer blanca burguesa con una buena educación. No se tomaba en cuenta a las trabajadoras y mucho menos a las negras. Fue por eso que el feminismo negro nació en los Estados Unidos, primero como aliado de las sufragistas y los abolicionistas y después como su propia corriente. (Miranda, 2016)

Pero bueno, podríamos decir que eso fue en Estados Unidos, una sociedad que estaba segregada racialmente. Una mala excusa, pera una excusa, al fin y al cabo. ¿Qué pasaba en Gran Bretaña, por ejemplo, donde el sufragismo también tuvo un gran impacto? Bueno, la mayoría de la gente no conoce feministas negras reconocidas con un papel importante en el movimiento y la líder, Emmeline Pankhurst, tendió hacia el colonialismo (pues en ese entonces Gran Bretaña era el Imperio y tenía a Pakistán y a la India). Cuando el voto se le dia a las mujeres de Nueva Zelanda antes que a Británicas, había muchas que estaban enojadas porque las mujeres Maori (aborígenes de Nueva Zelanda) podían votar y ellas no. (Sanghani, 2015)

Emmeline Pankhurst y sus hijas

Lo cierto es que muchas sufragistas de los dos países hicieron declaraciones racistas en algún momento. La sufragista estadounidense, Carrie Chapman Catt, fundadora de la Ligua de las Mujeres Votantes (League of Women Voters) dijo, y cito textualmente: «La supremacía blanca tomará fuerza, y no será debilitada, con el sufragio femenino» (White supremacy will be strengthened, not weakened, by women’s suffrage). (Sanghani, 2015) Supremacía blanca, ¿eh? Ahora oír eso es motivo de alarma.

También Susan B. Anthony declaró que se cortaría la mano antes que pedir el voto por los Negros y no por las mujeres. Le daba preferencias a las mujeres blancas, claroElizabeth Cady Stanton, por otro lado, dijo lo siguiente: «¿Qué sufriremos nosotras y nuestras hijas si les son concendidos a esos hombres negros los derechos que los harán peor que nuestros padres Saxon?». Básicamente quería el voto para las mujeres blancas, pero los negros, según ella, hombres y mujeres, podían irse a freír espárragos. ¿Todavía quieren otro ejemplo? Rebecca Ann Latimer Felton dijo que no quería ver a un negro yendo a las urnas para decidir en que se gastarían sus impuestos porque ella no podía votar. Por eso las sufragistas negras optaron por distanciarse del movimiento llegado un punto en el que fue completamente racista. (Viera, 2016)

Sojourner Truth

En una manifestación de 1913, las sufragistas negras de los Estados Unidos fueron obligadas a posicionarse detrás de las blancas, para calmar a las sufragistas del sur, que eran abiertamente racistas. (Sanghani, 2015) Se podría decir que, en ese momento, el sufragismo de los Estados Unidos se había convertido en un movimiento segregado y racista. Esas eran las feministas de antes. Reconocer sus logros no significa no reconocer sus errores, porque gracias a eso el feminismo ha crecido y evolucionado; se han modificado posturas y corregido errores. Por supuesto que no fue todo de una.

En los 60s, las lesbianas tuvieron que pelear por su lugar en el feminismo radical de los Estados Unidos, pues varias organizaciones se negaban a reconocer su existencia e incluso de manifestaron dentro de la comunidad feminista hasta que dejaron de ser invisibilizadas por demás compañeras que consideraban que reconocer la existencia de lesbianas dentro del feminismo era demasiado y podría resultar demasiado agresivo. Eso ocurrió en la organización NOW. (She's beautiful when she's angry, 2014)


Por ejemplo, aunque en Estados Unidos y Europa sí se movilizaron muchas obreras, los movimientos sufragistas estuvieron mayormente dirigidos por mujeres de clase burguesa. En América Latina, sin embargo, el sufragismo no tuvo el mismo impacto y de hecho sólo movilizó a las elites, que no se puede decir que hayan tomado especialmente en cuenta a las trabajadoras. En Argentina, por ejemplo, el movimiento se dividió completamente en dos: una corriente burguesa y una de tendencia clasista y sufragista. (Gamba, 2008) Fue hasta después que el feminismo se unió con los movimientos obreros, específicamente de las trabajadoras y es hasta hoy que existe el concepto de sororidad, la idea de apoyarse entre mujeres, porque para todas la lucha es diferente, e interseccionalidad, el reconocimiento que existen diversas formas de opresión relacionadas entre sí.

No todo fue perfecto con esas mujeres que consiguieron el voto, incluso se las ha acusado de sólo querer conseguir el voto para las mujeres blancas. Reconocer los errores no elimina no aplaudir los fracasos y mejorar, claro. No todo es perfecto hoy. Hay mucha tela que criticar del feminismo, pero siempre hay que saber hacerlo: dar argumentos sólidos, proponer, hacer sugerencias e intentar cambiar las cosas.

e) las sufragistas también causaron disturbios


Hoy hay muchas manifestaciones que se salen de madre de todos los tipos. Feministas y no feministas, manifestaciones de estudiantes, por los derechos de los trabajadores. Unas se salen de madre por infiltrados, otras no. Muchas veces las causas no son claras, pero las cosas acaban en disturtbios. Entonces, si eso pasa en una manifestación feminista, la que sea, yo me tengo que tragar los argumentos de los iluminados que dicen que las feministas de antes no causaban disturbios ni violaban la ley y que esa feministas sí los representan. Dejen les rompo un mito: si esas mujeres no hubieran violado la ley, igual y no conseguimos el derecho al voto. Dejen les rompo otro mito: esas mujeres causaron disturbios enormes.


En un ataque sufragista en Irlanda durante 1912, Mary Leigh, Gladys Evans, Lizzie Baker and Mabel Capper, intentaron prenderle fuego al Theatre Royale durante el lunch. En 1912, la Glasgow Art Gallery vio sus vidrios rotos porque las sufragistas le lanzaron piedras. Las ventanas de los blancos y las oficinas postales fueron apedreadas desde Kew hasta Gateshead y se cortaron al menos 23 cables telegráficos. Todo esto lo hicieron las sufragistas y para el final del año, 240 personas habían sido enviadas a prisión por actividades vinculadas con las sufragistas. 

En 1913, las sufragistas atacaron los vidrios de la Tower of London's Jewel House. En Dumbarton, se cortaron 20 cables telegráficos. En Saunderton, la estación de ferrocarril fue completamente destruida, quemada hasta los cimientos. Puedo seguir listando ejemplos, pero lo cierto es que muchas sufragistas fueron enviadas a prisión. (Riddel, 2015) Con esto no pretendo decir que lo que hicieron estuvo bien o mal, no estoy escribiendo esto para juzgar a nadie, sino más bien para mostrarles la tremenda falacia que cometen cada que dicen que las feministas de antes si los o las representan porque no hacían disturbios, o que esas si eran dignas de admirar porque no había disturbios. Es una mentira cochina. Hubo disturbios, edificios quemados hasta los cimientos, vidrios rotos y apedreados y sufragistas encadenadas a lugares públicos. Hoy en vez de eso se pintan grafitis y patrullas y la gente se escandaliza más por ello que por las asesinanas. 

Ya les digo, me gustaría ser esa pared grafitteada o esa patrulla pintada para que así se escandalicen si alguien me toca sin mi permiso.

Conclusiones de toda la verborrea que acabo de soltar


No vale santificar a las que vinieron antes de nosotras para denigrar el feminismo de ahora. Es parte todo de un mismo proceso y como todo en este mundo ha cambiado y ha evolucionado y se ha tenido que adaptar a nuevos tiempos. ¿Qué primero se quería el voto para tener participación política? Después se quiso la educación, la equidad en los puestos de trabajo, los derechos reproductivos, la pelea para no ser objetos sexuales o mercancia masculina... El sufragio femenino y todo lo que se ganó con él fue lo primero de una larga lucha que sigue en pie. No se vale enemistar al feminismo de antes con el feminismo de ahora. No se vale santificarlo para denigrar a lo de ahora porque hay muchas cosas que no han cambiado. ¿Vieron la mala publicidad contra las sufragistas? Las feministas de hoy también la sufren, aunque de diferente manera. ¿Vieron que nunca han estado todas las mujeres unidas? Y eso es triste, pero quizá, quizá, algún día se logre. ¿Vieron que los disturbios, a pesar de no ser correctos, nunca se han ido? Las feministas no llegaron pidiendo por favor, pelearon, literalmente, por sus derechos. Los exigieron hasta que se los ganaron. 



Entonces, no pongan a las feministas de antes contra las de ahora, sólo eso pido. No se vale. Todo lo que ha costado llegar a hasta aquí para que sugieran que si se levantan de la tumba, se mueren porque ahora somos muy radicales. No, eso no es un argumento con el que pueda lidiar. Su mundo oprimía más a las mujeres y en ese mundo les tocó, total. Hicieron lo que creyeron y lo que pudieron y nos dejaron los derechos que consiguieron y nosotras seguimos aquí, por todo lo que falta. Ya si quieren saber más de esas feministas de antes, les sugiero que busquen libros especializados escritos por historiadores, yo sólo soy una mujer que escribe en internet.    

Bibliografía de todo lo que digo


Florey, K. (2012). Suffrage Postcards. [online] Woman Suffrage Memorabilia. Disponible en: http://womansuffragememorabilia.com/woman-suffrage-memorabilia/post-cards/ [Fecha de consulta: 15 Feb. 2017].
Gamba, Susana. (2008). Feminismo: historia y corrientes. Mujeres en red. [online] Disponible en: http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1397 [Fecha de consulta: 15 Feb. 2017].
Goverment of Virginia, (2017). Virginia Department of Historic Resources. [online] Dhr.virginia.gov. Available at: http://www.dhr.virginia.gov [Accessed 15 Feb. 2017].
Hernández, Iván (2015). Historia del día de la madre en México. ¡Conócela!. [Blog] Webadictos. Disponible en: https://webadictos.com/2015/05/10/historia-del-dia-de-las-madres-10-de-mayo/ [Fecha de consulta: 15 Feb. 2017].
Miranda, Esther (2016). La historia del movimiento feminista negro en Estados Unidos. [Blog] El orden mundial en el s. XXI. Available at: http://elordenmundial.com/2016/06/07/movimiento-feminista-negro-estados-unidos/ [Accessed 15 Feb. 2017].
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Pérez, C. (2015). El verdadero origen del Día de las Madres en México. [online] De10. Disponible en: http://de10.com.mx/cultura-digital/2015/05/08/el-verdadero-origen-del-dia-de-las-madres-en-mexico [Fecha de consulta: 15 Feb. 2017].
Riddel, Fern. (2015). The Weaker Sex? Violence and the Suffragette Movement. History Today. [online] Available at: http://www.historytoday.com/fern-riddell/weaker-sex-violence-and-suffragette-movement [Accessed 15 Feb. 2017].
Sanghani, Radhika. (2015). The uncomfortable truth about racism and the suffragettes. The Telegraph. [online] Available at: http://www.telegraph.co.uk/women/womens-life/11914757/Racism-and-the-suffragettes-the-uncomfortable-truth.html [Accessed 15 Feb. 2017].
She's beautiful when she's angry. (2014). [documental] USA: Mary Dore.
Viana, Israel. (2014). Socialistas contra el voto femenino. ABC.es. [online] Available at: http://www.abc.es/archivo/20131216/abci-psoe-voto-femenino-kent-201312131734.html [Accessed 15 Feb. 2017].
Viera, Bené. (2016). Your Fave Is Problematic: White suffragettes were very fucking racist. The Frisky. [online] Available at: http://www.thefrisky.com/2016-11-09/your-fave-is-problematic-white-suffragettes-were-very-fucking-racist/ [Accessed 15 Feb. 2017].

viernes, 7 de octubre de 2016

Siete años de divagar en internet

Estoy escuchando música de Lila Downs. Es cinco de octubre. Se me está acercando la fecha. Tengo que escribir algo. Tengo que poner mis manos sobre el teclado y escribir algo. Tengo que hacerlo. Y en vez de eso, estoy escupiendo todo esto sobre el pedazo blanco. ¿Qué escribo, por Quetzalcoatl? ¿Qué escribo? Son siete años, carajo. 

Cuando salió la última película de HP, tomarse foto con el libro era ley
Hace siete años yo tenía trece años y muchas ganas de tener una página de internet que, según yo, iba a tener un chingo de visitas instantáneamente. Mi contenido era pésimo y yo no lo promocionaba en las redes sociales y además no me conocía nadie, así que a nadie le interesaba mi blog. Pero yo seguía escribiendo porque tenía esperanzas, aunque me daba pena que la gente que de verdad me conocía supiera que yo escribía en internet. Mi familia o mis amigos. Ahora hasta les hago tarjetitas de «tengo un blog en internet, léelo». Bueno, pongamos que hace siete yo tenía trece años. Así estaba:

Medio emo, sí
Yo, trece años, quería ser escritora, pero estudiar algo con matemáticas, estaba en secundaria y escribía fanfiction de Harry Potter en clase. Todavía me pregunto qué pensaba mi profa de matemáticas cuando me los quitaba. También tenía nulos conocimientos de informática y apenas si había aprendido a poner acentos. De poner comas ni hablemos. Ahora mando a la gente a aprender a ponerlas, pero en ese entonces no era que me las comiera, es que las ponía en todos los pinches lados. Ha pasado el tiempo. Un poco. Tengo veinte años, vivo en la India, estudió Ingeniería en sistemas. Voy a cumplir veintiuno, digo groserías a veces (más de las que mi mamá quisiera y menos de las que dicen mis malhablados amigos), escribo mucho, leo mucho. Sé más cosas. Estoy menos pendeja, como quien diría. Renombre en internet todavía no tengo. Me conocen cuatro gatos de los que me comentan dos y uno me avisa por whatsapp que me leyó. Mi familia me apoya tanto que le da like a mis entradas en Facebook y leen una de diez, si la leen. 

Pero aquí sigo. Porque mientras cuatro gatos me lean, no planeo irme. Aunque me tome vacaciones de dos meses y luego me de topes en la cabeza para, bueno, volver a conseguir el mismo nivel de visitas. Debo ser la única loca que, aunque cuenta las visitas, no se preocupa por el SEO, el marketing ni nada de eso. Quizá así me leerían diez gatos en vez de cuatro. Pero bueno. 

Ahora estoy así:

La última foto que me tomé yo sola en el DF

Veinte años. Siete escribiendo en internet. ¿Saben qué? El tiempo pasa volando. Y de ese tiempo, hay unas cuantas cosas que quiero recordar. Como, por ejemplo, mis siete entradas favoritas. No les pongo las más vistas porque, sinceramente, la gente que busca mi blog tiene mal gusto. O sea, es una de fanfics que ya ni siquiera me gustan. ¿Qué están pensando, gente?
No se pierdan esas entradas porque fueron las que más me gustó escribir. Objetivamente no sé si son las mejores, pero son algunas de las que disfruté más. Este blog me ha abierto muchas puertas a otros blogs, a conocer a algunos de mis autores favoritos, a compartir mis hobbies. Divagaciones de una Poulain no es sólo un blog sobre libros. Es un blog sobre mi viaje a la India, sobre mi vida, sobre lo que pienso, sobre las series que veo. Es un blog sobre mí. Es un blog que tiene tutoriales y a la vez entradas sobre feminismo. Es parte de mi vida.

Y hoy, esta pequeña, pequeñísima parte de mí cumple siete años de existir y de estar ahí. ¡Por que cumpla muchos más y por que yo siga escribiendo!

lunes, 9 de febrero de 2015

El español neutro es un mito

No existe


Antes de que se me abalancen, voy a decir mis razones para creer eso, porque no soy lingüista, ni mucho menos. Saber de lengua, de gramática y ortografía es sólo el resultado de leer, y leer mucho, los manuales de la RAE, lo que otras personas que sí saben escriben. Esto es para que quede claro que hablo quizá desde la ignorancia, pero también desde la experiencia (porque escribo y convivo con más gente que quiere escribir, aunque en pocos casos logro conectar con muchos de ellos).

La idea de que el español neutro no es más que un mito viene rondando desde que Sofía Olguín (escritora argentina, editora de Bajo el Arcoiris) publicó una entrada hace mucho tiempo: ¿Dialectofobia? Ahí hablaba de los cambios de la RAE que siguen dando, cinco años después, de qué hablar. Cito, tal cual, el párrafo que me hizo pensar muchas de estas cosas a las que le sigo dando vueltas, cinco años después:
Sepamos comprender la riqueza de las distintas variedades del español, no dejemos un libro de lado porque tiene palabras que no comprendemos, sepamos que el español neutro de la mayoría de las novelas traducidas es eso mismo: neutro. Es un dialecto inofensivo, que no tiene carga ideológica. Es un dialecto que no existe porque nadie lo habla. Es un dialecto pobre, más que pobre: paupérrimo. Pero sirve para lo que sirve, por supuesto. Es necesario. Pero no lo valoremos más de lo que se merece.
E incluso, al reparar en muchas novelas traducidas en supuesto español neutro me encuentro con algunas palabras como... bragas, coño, güay, moños refiriéndose a chongos, móvil, ordenador... Para mí eso no es español neutro. Son palabras que no conozco y que la primera vez que las vi, siendo niña (en especial con ordenador) tuve que ir a preguntarle a mi madre. Siempre que me piden que escriba en español neutro evito hacer comentarios, pero no me gusta. Recuerdo que alguna vez me comentaron que debería escribir de vosotros y no de ustedes

Cuando escribo algo ambientado en otro país evito expresiones puramente mexicanas, como pendejo, wey, madrear, madriza, pero nunca uso palabras que yo no use. En mis historias hay celulares y no móviles, hay computadoras y no ordenadores. En mis cuentos ambientados en México está repasado todo el chingonario y todas las groserías, todas las expresiones con madre que hay. No lo voy a dejar de hacer porque unos cuantos se sientan incómodos. Quiero que mis cuentos reflejen algo real, algo que existe, quiero que mis personajes, sobre todo con los que comparto nacionalidad, hablen como yo, como la gente de mi ciudad. No quiero personajes hablando un dialecto que nadie habla, porque no existe

No quiero nazis de la lengua, porque la lengua cambia, y lo que hoy se consideran palabras bien escritas y hasta cultas, hace mucho fueron vulgarismos. Si vieran, hace quinientos años, como escribimos ahora, se llevarían las manos a la cabeza igual que hacen algunas personas con los cambios a la RAE. La lengua cambia, avanza, evoluciona y quizá algo que ahora vemos como un error deje de serlo el siglo que viene. Las lenguas que no cambian son lenguas muertas, porque ya nadie las usa para comunicarse. 

Déjense de pendejadas con el español, con la RAE, y con los vulgarismos. Si quieren escribir, escriban y desmenucen las palabras, jueguen con ellas y creen otras nuevas (como dice Sofía en Peligro: fascistas de la lengua sueltos), hagan a sus personajes hablar como lo harían ustedes, porque sólo así serán reales; si quieren leer, lean, disfruten, pero jamás desvaloricen un libro por estar escrito en español mexicano o español argentino. Pero si quieren decir cosas sobre los cambios que hace la RAE, no los hagan a la ligera, porque pueden equivocarse (como por ejemplo, con la tilde de sólo, que sigue siendo obligatoria en caso de ambigüedad). Amen su idioma, háblenlo, pero no pretendan que no cambie nunca.

lunes, 2 de febrero de 2015

Romántica Juvenil: El romance que nos está vendiendo

Adendum a 2020: se le hicieron ligeros cambios a concepto en este artículo. Quizá la opinión de la autora (aka yo) ha cambiando en los detalles y para eso sería mejor dirigirse a entradas más nuevas.

Un día me di cuenta de que ya no disfrutaba de la Literatura Juvenil actual. Fue allí que, para evitar hacer corajes, simplemente dejé de leer mucha juvenil. Lo pueden ver no sólo en las reseñas sino en mi Goodreads. Desde hace tiempo me siento en un mundo donde leo los libros que en ninguna parte de la blogósfera interesan, así que me puse a analizar qué demonios me molestaba tanto de la literatura juvenil. La respuesta me cayó después de ver unas cuantas reseñas de libros que calificaban a sus protagonistas como mujeres fuertes y con carácter que yo sólo calificaba como personajes flojos, desesperados, poco creíbles y pésimos ejemplos para las jóvenes que van a leer esos libros. (Véase... El club de los corazones solitarios).

El problema de los libros no es que un personaje se pueda definir sobre si tiene pareja o no la tiene. Un personaje puede ser creíble aun siendo una chica que busca desesperadamente novio, incluso que llega a desvalorizarse por conseguir la atención de un chico, pero en ningún caso debe de ser expuesta como un buen ejemplo. Con el el libro mencionado arriba me pasó, simplemente, que me molestaba que la protagonista empezara a definir dos tipos de chicas: desesperadas por conseguir novio, pero valiosas, y aquellas chicas que tenían novio y abandonaban a todas sus amigas. 

Hace unos días encontré una reseña de After #2 (de Libros and Stuff, ¡publicidad gratis!) donde la protagonista se contradecía cada dos segundos. Primero, diciendo que no estaba dispuesta arreglarle los problemas a su novio controlador y a las diez páginas lo estaba besando... A todas luces, sin ni siquiera leer me pareció una relación enfermiza, ¿por qué se está vendiendo eso como algo bueno? ¿POR QUÉ?

No estoy en contra de que se pinten relaciones enfermizas, de controladores, de mujeres y hombres abusados (porque sí, ellos también son abusados), siempre y cuando el subtexto no diga que son ideales románticos. Yo misma tengo un par en mi fanfiction, sobre todo en Vendetta, dónde una chica se aprovecha de su novio y lo utiliza vilmente y un hombre se obsesiona de manera enfermiza con una chica menor y me sorprendía encontrarme comentarios de una chica que decía que el obsesivo era tierno... Me daban ganas de gritarle: ¡¿Tierno donde, carajo, si a punto estuvo de violarla?! 

Podemos irnos al ejemplo de siempre y toda la vida, Crepúsculo. Yo no estoy en contra de que Bella se sienta más segura con un hombre a su lado, estoy en contra de que se pinte una relación controladora (por que sí, lo es, sólo de pensar en como Edward manipula a Bella o le prohíbe ir a ver a Jacob porque se le hinchan sus putos huevos, a pesar de que ha quedado demostrado que Jacob no es peligroso) como algo bueno, algo romántico y algo tierno. 

No. Y no sólo es Crepúsculo. La alargada sombra de Crepúsculo está en muchos libros que yo ya no leeré. No quiero hacer corajes con eso y pensar que lo leerán chicas más jóvenes que yo. Una mujer fuerte, un personaje fuerte, no es aquella que intenta arreglar los problemas psicológicos de su pareja, sino que es lo suficientemente valiente como para reconocer que lo mejor es alejarse. 

Por el momento, yo no puedo hacer nada, más que escribir esto, y seguir escribiendo de mis personajes femeninos, en mis historias. Personajes fuertes aun si desean ser detectives como amas de casa, como si son putas o vírgenes, asesinas o policías. Aun si son inseguras que desean un novio o que desean el amor, todos (hombres y mujeres) hemos deseado eso y no nos volvemos más débiles por hacerlo; podemos pintar a una chica insegura que se define en base a su vida amorosa, es válido, pero no podemos atrevernos a decir que está bien que se desvalorice frente a un chico, no podemos atrevernos a definirla nosotros en base a si es soltera o no.

Poniendo un ejemplo, se suele despreciar a Sansa Stark y a adorar a Arya Stark. Una desea un príncipe, es una doncella, sueña con casarse, con tener hijos, con ser una princesa, eso no la hace débil y creo que a lo largo de cinco libros y cuatro temporadas hemos podido verlo. Arya, por su parte, es de armas tomar, pero no por eso es de piedra. Es vulnerable, y lo hemos visto. Pero son personajes como esos los que quiero encontrarme en la literatura juvenil. Personajes como Clara del Valle, como Úrsula Iguarán, como la Vieja Kush y Wilkilén, personajes como Hermione Granger o Minerva McGonagall o Molly Weasley, personajes como Maya Vidal. 

No quiero que me vendan romances con el chico malo donde la chica le arregla los problemas psicológicos y lo hace cambiar. Quiero romances realistas. Personajes realistas... Yo diría que no pido mucho, pero al ver el catálogo de juveniles, las reseñas, las sinopsis, pienso que lo que estoy pidiendo es un milagro. 

Ojalá algo me demuestre lo contrario.

lunes, 22 de abril de 2013

Inteligencia artificial, reflexión


Nota: este fue originalmente un trabajo para la materia de Orientación, el semestre pasado, cuando la maestra adoraba ponernos películas para no dar clase... Esperen, esa mujer nunca dio clase. 
La película propone un tema muy interesante: un robot que ame. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo programan algo artificial para que sienta como una persona? ¿Cómo programan los sentimientos?, ¿cómo crearlos de la nada? Un niño robot que ama. Sustituye al hijo —en  coma— de un matrimonio. Una vez programado ya no hay vuelta atrás: si un día la madre decide que no lo quiere, entonces tendrán que destruirlo.
Sin embargo, cuando el hijo despierta, el hijo de verdad, empiezan los problemas. Las competencias por ver quién de los dos quiere más a mamá y los engaños que la mente del robot no puede prever. No sabe nada de la vida, ni cuando lo crearon, no tienen ni siquiera un cumpleaños. Sólo ama.
Finalmente y después de una serie de eventos desafortunados y malentendidos por parte de los padres que no quisieron —no supieron, no previeron— la envidia del hijo y la ingenuidad ante la vida del robot, el niño robot se ve abandonado en el bosque en un mundo hostil donde es perseguido. Si lo encuentran, se acabó su existencia. Pero si no… él está decido a buscar —y entontrar— al Hada Azul que convirtió a Pinocho en un niño de verdad. ¿Por qué quiere ser un niño de verdad?, ¿qué espera lograr con eso?
La película me llevó a cuestionarme en determinado punto por qué el niño tenía tanto empeño en recuperar a su madre. ¿La ama de verdad o es sólo porque está programado para amarla? Quiero que lo vuelva a amar, que no lo vea como un monstro. Porque él, evidentemente, con la mente de un niño, no entiende qué pasó, por qué lo dejo de amar.
¿Cómo se puede crear un niño tan perfecto, que de verdad parezca un niño, capaz de amar y ser correspondido? Un niño como todos los demás: inocente y juguetón. Un niño desesperado por recuperar el amor de su madre y convertirse en un niño de verdad porque siente —y se ha dado cuenta— que como robot es marginado y relegado a otra parte. Sólo es un robot.
Me pareció que no estaba dispuesto a detenerse ante nada, con la tenacidad de un niño, hasta que lograra lo que se proponía: recuperar el amor de la mujer que considera su madre, creyendo que lo han marginado porque es un robot. Y un robot no es lo mismo que un niño humano, de carne y hueso, por más inteligencia que tenga. 

sábado, 20 de abril de 2013

Por un fandom sin Rayita


Últimamente escribo patochadas llenas de estupideces, cada cuál más grande que otra, pero bueno, quitémosle un poco lo serio al blog.

¿Ya conocen a la petarda de rayita? Mejor conocida como “______”, se llama como tú y tiene una suerte de puta madre. También se puede encontrar en las modalidades “Historia del pendejo de turno & tú” y “TN” —tu nombre—. Protagonista de sinfín de cosas que no merecen ser llamadas novelas (pero que en Facebook así con conocidas por un montón de adolescentes hormonadas que no merecen ser llamadas escritoras…), ni siquiera fanfiction, que tienen un montón de recursos absurdos para escribir la historia que “todos quieren leer”, porque obvio obvio todas querríamos estar de novias con nuestro artista o personaje favorito.

Este es un ejemplo de cómo no se debe editar...,
digo, de novelas de Rayita & Justin Bieber en Facebook.
La imagen, ni idea de a quien pertece, pero tiene dueño.

Así que rayita tiene una suerte increíble, saber hablar inglés perfectamente y lo más importante de todo… es rica. Nunca lo da a entender, claro, no lo dice como si tal cosa, pero se muda a vivir al país de su ídolo como si nada y acaba siendo su vecina, su compañera de clase, su algo. Además tiene dinero ilimitado porque nunca repite nada de ropa (y las escritoras tienen la necesidad de poner una foto de cada zapatos que se ponga como si los lectores fueran retrasados mentales y no tuvieran imaginación)… Por otro lado el ídolo en cuestión parece no tener guardaespaldas (por favor, ¿los de One Direction sin gente que los cuide de sus histéricas fans? ¿Justin Bieber en esa situación? ¿El artista del momento sin gente que lo ayude a deshacerse de paparazzis idiotas que quieren tomarle una foto con mal enfoque para venderla a la revista de chismes que pague mejor?).

Además Rayita siempre tiene que ser bellísima (y casi no usa maquillaje) para que el protagonista se fije en ella y le tire onda, a pesar de que es una simple fan con muchísima suerte (mejor que la de Sakura en Tsubasa, y eso ya es decir mucho) que tiene unos cuantos delirios de Mary Sue —mujer perfecta, siempre impecable, inteligente, con cuerpo de put… digo, de estrella de Hollywood—, y que a pesar de rondar entre los quince y los dieciocho no tiene ninguna necesidad de ir a la escuela (y que es sumamente inteligente, como no).

¡Es una estupidez! Es todo absurdo, las tramas no tienen sentido, ni fundamento y son sólo alentadas por las fantasías de una adolescente (generalmente) hormonada que no tiene mucho sentido de lo que es el mundo real, de cuánto cuesta un viaje a Londres, cuánto cuesta vivir en Londres o simplemente cuánto cuesta toda la ropa de su glamurosa protagonista, Rayita. Eso sí, Rayita no es rica, sólo tiene oportunidades… (o es rica o se gana la lotería muy seguido, una de dos).

Así que yo abogo por un fandom sin Rayitas. Yo abogo por un fandom de escritos más inteligentes, donde las tramas tengan sentido y las acciones de la protagonista no giren sólo en torno a un protagonista masculino bastante buenazo… (a sus ojos), y este protagonista es generalmente un ideal que no conseguirán nunca, porque no existe, porque es sólo la imagen —irreal y desvirtualizada—, de lo que es ser un artista (porque ser un artista no es todo diversión y fiestas, hay trabajo, y hay estrés, y hay fans que más que fans parecen psicópatas asesinas).

Por un fandom realista.

miércoles, 10 de abril de 2013

No hay que ser wikipedia andante

Digamos que ya no me emociona ser
 Potterhead

Como últimamente no me da por reseñar, si no por ver qué tan podrido va el mundo (que los humanos vamos a tiempo record, unos milenios más y no queda nada vivo), o ya para el casi sólo Twitter, plataforma web para perder el tiempo por excelencia y decir tonterías que muchos leerán y que pocos recordarán (sí, lo tengo perfectamente asumido cuando lo uso, créanme).

El meollo del asunto es de ese fenómeno que lleva un tiempo gestándose en todas esas llamadas fanbases (llenas de niñas pre pubertas cargadas de hormonas intentando meterle su opinión por las narices al mundo sin saber que muy probablemente el resto del mundo ya tiene una opinión propia y esta es muy respetable, aunque nos pese…).

Sí, las opiniones de todos son respetables, aunque para ti Christian Grey sea el dios del sexo o tu último amor sea Edward Cullen o te quieras violar a Jon Nieve, o pienses que Green Day es lo mejor del mundo, o digas odiar a la gente que ve anime, o estés enamorada de C.C. (cofcof) o para ti Los Juegos del Hambre sea la mejor distopía. Se vale todo.

Con esa premisa pasemos a lo que sigue:

Partamos del punto de que tú, persona, eres fan de algo (pongamos, por ejemplo, una saga —que es el tema de moda en mi twitter, tengo que sobreexplotarlo—) y como te has leído todos los libros muchísimas veces, y además de eso has leído la Wikipedia, las páginas oficiales y cuánta información resulta ser confiable de tu adoración (léase, tu saga preferida ever), eres algo así como… Una Wikipedia andante, una enciclopedia que va por el mundo como si tal cosa.

Dah, que no, que no está mal. Que así la saga sea Twlight eres libre de aprendértela de memoria. Faltaba más. Desde que existe el mundo existe la libre expresión, o pretende existir y no me vas a caer mal o bien por saberte Twilight de memoria.

El problema es cuando, tú, persona, consideras que para ser verdadero fan (porque ya no se puede disfrutar por gusto, no, se tiene que ser un verdadero fan porque si no eres un falso y te insultan como sí el mundo se estuviera cayendo a pedazos y tú fueras el responsable) debe de saber tanto como tú. Tachas de “falso” a cualquiera que no es una Wikipedia andante.

Que sí, que he caído en eso. Pero aprendí que puedes exponer tus opiniones siempre y cuando no insultes las de los demás. Se les va la vida en insultar a los “falsos” como a Cersei Lannister viendo a Tyrion en los rincones (y a mí de paso se me va escribiendo estás patochadas, pero me da igual) y se olvidan que existen argumentos. Que uno puede discutir si le da la gana, pero queda muy mal cuando lo deja todo en un “pues está es mi opinión y te callas”. Argumentos, argumentos ¡existen!, no se olviden de ellos, porque la frase anterior sólo denota creencias de superioridad e inmadurez (para mí).

Así que antes de insultar a alguien, en este caso un mal fan “por no saberse todos los nombres de todos los personajes que aparecen en cada una de las páginas de la saga Harry Potter” o “por no saberse la fecha de nacimiento ni los nombres de los integrantes de Coldplay” o “por no saber cuándo fue la última vez que Justin Bieber fue al baño”, recuerden:

Para que te guste algo (seas fan de algo) no hay que ser una wikipedia andante.  

Nea

domingo, 10 de marzo de 2013

Más de doscientas entradas...


Doscientas. Cien por dos. Veinte veces diez. Diez veces veinte. He llegado. Por fin. ¿Ya salto de alegría? ¿Me tiro al piso? No… mejor hago una entrada donde les restriego que soy blogger desde 2009 —con este blog— y que apenas tengo doscientas entradas, triste número para tanto tiempo publicando chorradas (unas menos inteligentes que otras).

¿Qué he hecho de relevante en otras cien entradas más que se agregan a las cien primeras? Na…

Empezamos con la sección Hablemos de poesía con un poema de Jaime Sabines (alguien a quien sí puedo llamar ídolo… pero, ¡no!, no idealicemos a la gente), critiqué a Eternidad con toda mi mala leche… (no, no esperen destripamientos que no sean el de Divergente pronto, realmente no quiero ni perder mi tiempo leyendo ese tipo de libros)… Le cambie dos veces la plantilla al blog, publiqué Confesiones de amor junto a Dann, y un poemario, el primero de muchos (espero): Mi más profundo ser. Además, fui a tres ferias del libro (cuatro, si contamos de la que hablaré en unos días) y conocí a dos autoras muy importantes para mí: primero, en la FIL Zócalo, conocí a María García Esperón, y después en la FILIJ, a Maite Carranza. Y este San Valentín, sin perder la tradición impuesta hace un año… ¡publiqué otro poemario: Gritos de amor!

Por otro lado…, una de mis entradas preferidas es, precisamente una de las más ignoradas: 23 de noviembre de 2012.

¿Voy a seguir escribiendo? Sí, de hecho, tengo un plan de un nuevo poemario en puerta… Y muchas reseñas que hacer. ¡Hoy mismo publiqué una de Divergente en Plusbits.mx!, no pierdan la oportunidad de leerla.

Doscientas entradas y todavía tenemos Nea Poulain para rato

sábado, 17 de marzo de 2012

Divagaciones y otras cuantas cosas más

¡Hace tanto que no hago una entrada enteramente personal! Okey, tengo varias cosas, mucha cosas que comentar y sobre las que hablar. Pero vayamos por partes.

1) Hablando sobre el tema de los libros, hay dos cosas que me molestan mucho y me hacen querer golpear a la gente. Una de ellas es que digan que los libros narrados en primera persona no son tan buenos. Hace poco en cierto blog que supuestamente reseña libros me topé con un “está muy bien A PESAR de ser narrado en primera persona”. Muchos se quedan de eso por Crepúsculo y similares, pero vamos a ver, ¿han abierto Cumbres Borrascosas?, ¿no? Pues está en primera persona y es magnífico, y es un clásico. ¿O las Crónicas Vampíricas de Anne Rice? Hablamos de vampiros. Y están en primera persona. ¿Quieren cosas más actuales? Los Juegos del Hambre. Que estén narrado así es un plus. ¿Quieren algo actual y romántico? Delirium. Y no es malo. Claro, que también hay bodrios narrados en tercera persona, como Los Sangre Azul, o The Vampire Diares de L. J. Smith (que son anteriores a Crepúsculo, y tan malos como su sucesor).

2) Mi ritmo de lectura es apabullante incluso para mí misma. Tengo unas diez reseñas para publicar, listas (algunas nada actuales) y al menos veinte que hacer. Leo más o menos tres o cuatro libros a la semana.

3) Últimamente me está gustando mucho más el mundillo de la informática, sobre todo programación y me estoy planteando en serio estudiar algo de eso. Pero no sé. Tengo que pensarlo. ¡Tengo sólo un año antes e llenar mi solicitud!

4) Ando buscando concursos literarios serios en los que participar, por favor, si tienen nota de alguno que pueda interesarme (¡sobre todo si son para México o América Latina!) ¡díganme!

Esta imagen será parte de la portada *w*
5) … y esta es la noticia realmente importante. Voy a autopublicar una recopilación de poemas que he escrito. Saldrá, posiblemente, el martes o miércoles y estará disponible en descarga directa. No sé a quién pueda interesarle. Todos los poemas son de mi autoría y espero que les gusten. Por el momento el título es “Mi más profundo ser”.

… hablando de autopublicaciones tengo pendiente que subir una antología “La ciudad que nunca duerme” con tres relatos sobrenaturales y un poco extraños. :D

Nea

sábado, 7 de enero de 2012

El recuento de los daños en 100 entradas


Esta es, como supondrán, la entrada número 100 del blog. Nos ha costado llegar a ella, de 2009 para acá. Cuando cree el blog tenía la firme intención de no dejarlo abandonado, como dejé Locuras de Nea (blog en donde publicaba desvaríos) o como dejé otros dos por el camino personales. No, este iba a ser diferente. Muy diferente.

Su primera entrada fue una breve presentación, y la segunda, trató de un tema que venía rondando en twitter, cuando los ilusos aún éramos anarquistas, buscaproblemas y nos enfocábamos en nuestras campañas por la criticolibertad y unas cuantas tonterías más. En estos dos años y algunos medes me he metido con todo: con el lenguaje XAT, los pijos, y muchos muchos libros.

Total, que este es un recuento de daños.

En el camino ha sufrido Mierdúsculo (en una extensa crítica a sus cuatro libros, uno crítica sin sentido a Luna Nueva y otra reseña no objetiva más a Amanecer), Medianoche y su respectiva secuela, Adicción, y hasta me he metido con Murakami.

Me he metido con todo. Y no sólo con lo que no me ha gustado, por supuesto. Con el tiempo este dejo de ser un blog enteramente personal para convertirse en un blog esencialmente literario, de recomendación de animes, y de apoyo al Fanfic. Al principio no lo era. Divagaciones de una Poulain, fue, en sus inicios una máquina de entradas polémicas que derivaban de mi frustración por el orden del mundo (?)… una de las entradas más polémicas es la tercera: Si yo fuera…, donde hable de todo lo que haría en Potterfics si el sillón de dirección fuera mío.

Entre las entradas más visitadas se encuentra una de las más tontas, que ostenta el título desde que la publiqué: De momentos de felicidad extrema. De cerca le sigue el Top Ten Dramione y Le fabelux destine d’Amelie Poulain.

Hoy, Divagaciones de una Poulain, es un blog a medias literario, a medias de crítica, a medias de películas que me gustan y a medias para hablar de anime. Me ha gustado recorrer todo este camino y espero seguir haciéndolo durante mucho tiempo más.

100 entradas no es mucho, después de todo.

Nea

domingo, 1 de mayo de 2011

De mis sueños recurrentes y delirios ocasionales


Hablando de sueños. ¿Quién nunca ha tenido un sueño… así muy… recurrente que se repite noche tras noche? Yo. Exactamente yo. En serio, nunca me he acordado de haber tenido un sueño repetido –que seguramente lo he tenido, pero no me acuerdo-… nunca desde pequeña mis pesadillas eran variadísimas –que desde allí tengo esta apabullante imaginación- sin embargo, aunque no eran iguales, los temas iban más o menos sobre lo mismo.

Hace mucho, cuando yo tenía unos nueve diez años, recuerdo que soñé sobre una persecución. Me acuerdo con lujo de detalles: yo era adulta –no recuerdo como me veía exactamente- e iba acompañada de un chico –un chico sin nombre ni cara, porque no recuerdo haberlo visto en ninguna parte-. Estábamos en una tienda almacén y robábamos algo y teníamos que huir por unos acantilados. Al final me salvé en helicóptero. Me salve yo, no el chico sin nombre, que justo cuando subía al helicóptero cayó en manos de quienes nos perseguían y se acabó. Pues, bien, hace poco, soñé otra vez con una persecución. Yo vivía en un mundo alterno bastante extraño: cubierto de plantas. Y la gente vivía en los subterráneos, y se entraba por unas trampillas bastante monas –como pueden ver, mejoré el escenario, pero no me pregunten que me fume para imaginar eso, ni yo lo sé-. Recuerdo que también había un chico sin nombre y que nos la pasábamos huyendo una y otra vez. Al final, yo me salvé escurriéndome por una trampilla y el chico se quedó atorado. ¿Les suena la trama? Seh, es la misma.
De algún modo, fue y no fue el mismo sueño.

Otros de mis sueños han sido Tom Felton –realmente soñé con él-: yo estelarizaba una obra de teatro a su lado, y cuando estábamos a punto de besarnos la alegre voz de mi mamá me llamó a levantarme.
Un híbrido entre mi sobrino y el hombre de mis sueños en un escenario bastante surreal también: era mi escuela, según esto, que era subterránea, con pisos de cristal y enorme… muy enorme. No me pregunten qué pasó: no llegué ni a decirle hola al galán cuando la canción Rolling Star, de Yui estaba sonando.
Y B. No me pregunten que soñé, pero sé que soñé dos noches seguidas con él, pero nunca el mimo sueño, era diferente.

Y esos son mis sueños. Hay más, por supuesto, pero no me da la gana contárselos todos. Ya va siendo hora de que vayan empezando a contar los suyos propios para que este blog deje de ser yo, yo, yo, yo, yo y por último yo.

¿Qué hay de sus sueños? ¿Se repiten? ¿Son tan surreales como los míos?

Nea.