Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 25 de febrero de 2015

La sombra de Ender, Orson Scott Card | Reseña

Algunos lo llaman un libro paralelo al Juego de Ender. Yo diría que más bien es perpendicular. O tangencial, ya que estamos. Sí, tangencial me gusta, es tangencial.

Sinopsis: Ender era el único niño en la Escuela de Batalla, sólo el mejor entre los mejores. Bean, un ser prácticamente tan superdotado como Ender, verá en éste a un rival, pero también a un líder irrepetible. Con su prodigiosa inteligencia obtenida por manipulación genética, Bean ve y deduce incluso lo que Ender no llega a conocer. Lugarteniente, amigo, tal vez posible suplente, Bean nos muestra el trasfondo de lo que ocurría en la Escuela de Batalla y que Ender nunca llegó a saber.

Contiene spoilers de los tomos anteriores, no es traidor el que avisa

El final ya lo conocemos. Lo que no conocemos es cómo llegó Bean a la escuela de batalla. Quien es. Por qué está en el escuadrón de Ender. Este libro nos da la oportunidad de conocer a Bean. Otros personajes siguen sin ser demasiado importantes y, por lo tanto, siguen sin ser desarrollados. De los que consiguen un poco de atención extra son Petra Arkanian, que, en los siguientes libros, junto a Bean, se volverá imprescindible. Sin embargo, en este libro el protagonista absoluto es Bean. ¿Quién es Bean y de donde salió?

La historia comienza respondiendo esa pregunta, con un Bean que sobrevive en las calles de Rottendam como el eslabón más débil, pero también el más inteligente, de una pandilla callejera. Allí es cuando conoce a Aquiles, que más tarde será su enemigo. Aquiles, que no deja vivo nunca a nadie que lo haya visto en una posición de debilidad. De allí es rescatado por Sor Carlota y gracias a ella acaba en la escuela de batalla. Este es el libro de Bean, en el que descubrimos que lo hace más inteligente que Ender, pero también qué lo diferencia de él.


Bean es intelecto puro, ¿de dónde viene su inteligencia? Me temo que tendrán que leer el libro para averiguarlo... yo no voy a spoilear. Pero aun cuando su inteligencia supera los límites en cualquier caso, Bean no es un líder. No consigue de manera tan fácil que la gente lo siga porque le falta el carisma de Ender, los sentimientos de Ender. Es por eso que es Ender quien derrotará a los fórmicos y no él. Él, en cambio, se vuelve su sombra, se encarga de desvelar los misterios de la Escuela de Batalla y, además, es el primero es descubrir que el juego no es sólo un juego porque las pistas están ahí, atentas a quien quiera descubrirlas.

El libro en sí es sólo un extra al juego de Ender y un saboreo de lo que está por venir, con toda la saga de la sombra. Saga que sí me gustó, porque... ¿a quién no le gusta un libro donde adolescentes se dedican a repartirse el mundo como si jugaran turista mundial? Repito: adolescentes. Creo que por eso leí La sombra de Ender y luego seguí con los demás... ¿Lo recomiendo? Si te gustó El juego de Ender es probable que este libro te guste. Si no, ¿para qué lo lees? La historia ya la conoces. Es la misma.

O mejor: si te interesa Bean, léelo, si no... pues no. Más claro que el agua puerca no puede estar este asunto.

sábado, 21 de febrero de 2015

Oscars Literarios (IV)

Nombrar lo mejor y lo peor de cada año el sábado antes de los Óscares ya es costumbre. Dann fue el primero en hacerlo en su blog: Ratonera de un cuasi-escritor. El recuento es de lo que leí el año pasado (febrero 2014 - enero 2015, que se pueden consultar en mi perfil de Goodreads o el año en que me de por hacer las reseñas aquí). Así que, pasando a cosas importantes, los premios a lo mejor de mis libros el año pasado es... 

Este año, la música, cortesía de A. C. Newman, Prophets, del albúm Get Guilty.

Mejor trama


Se lo queda Los días del venado, de Liliana Bodoc. Le debo una reseña en condiciones (aunque ya tiene una Plusbits), pero es que el libro es amor puro. Muchas referencias a las culturas prehispánicas en américa latina, desde los husihuilkes que habitan los Confines, los zithahay de Beleram y los Señores del Sol que me recordaron demasiado a los Aztecas. Además la manera de escribir de Liliana Bodoc no te hace extrañar la acción y sabe hilar, perfectamente, los hilos de la trama y urdir intrigas de todo tipo ¡y todo el tiempo! Además, crea un universo mágico y te hace desear conocerlo... aunque pasen tantas desgracias en él, pues no le tienta la mano a la hora de hacérselo pasar mal a sus protagonistas.

Es, como suelo decir, una de esas escritoras rompe kokoros, porque la verdad, me tardé en terminar el libro por falta de valor. Liliana no se tienta el corazón en ningún momento y a veces George R. R. Martin se queda corto en comparación con ella.

Mejor escritor


David Mitchell, por Cloud Atlas, El Atlas de las Nubes, un libro en el que, aunque la historia es buena, la forma es lo que importa, la manera de entrelazar un diario de viaje, las cartas a Sixmith, una novela de escenas cortas sobre una periodista que buscar deshacer un misterio, un relato de un editor inglés que posteriormente se vuelve película, un interrogatorio, o entrevista, según se vea a un clon rebelde y finalmente, un relato hablado (con todos los errores de gramática y sintaxis que eso conlleva). Parece, por momentos, que lo que importa no es en sí la historia, si no la forma. Un libro precioso, cuyo autor supo cómo hacer para mantenerte en vilo. (También, por cieto, hay una adaptación cinematográfica que es muy buena).

Mejor protagonista masculino


Kyril, de Los novios búlgaros, un búlgaro que huye de Bulgaria en busca de riqueza fácil y se encuentra con un caballero dispuesto a dárselo todo. Un personaje gracioso hasta cierto punto, sin miedo a la muerte, al que le faltan escrúpulos y quizá un poco de moral, pues está dispuesto a todo para conseguir algo de dinero, hasta a lo ilegal. Incapaz de estarse quieto, con un mal gusto que se hace notar en su forma de vestir y en esa cadena dorada gruesa que quiere para el cuello, con una moto y demasiadas multas, siendo el chófer de un caballero sin carro se va abriendo paso por Madrid.

Mejor protagonista femenino



Se lo lleva la única chica capaz de hacerme leer más libros de Scott Card: Petra Arkanian. Medité mucho antes de dárselo, porque parece que en los libros de Scott Card el único propósito de las mujeres, por más  genios militares que sean, es casarse y tener hijos (y la mayoría acaba deseándolo a los quince años con una vehemencia que yo nunca he tenido). De preferencia muchos hijos. Pero Petra es Petra y lo merece. Porque deseó ser la madre de una nueva raza (y de hecho, lo fue, aunque no haya visto crecer a sus hijos) y libró una guerra... y me hizo seguir leyendo esos libros. De verdad, Petra se lo merece. 

Mejor comic/manga/novela gráfica



La categoría que se estrena (porque la mitad de las cosas que leí en el año fueron manga y comics) es para xxxHolic, de las CLAMP. Nada lo supera, aunque fieles a su estilo, las CLAMP me dejaron con mil y un dudas al terminar de leer todos los tomos, pero los personajes valieron la pena. He de decir que aun no he visto el anime y no quiero verlo por miedo a que me arruine la percepción que tengo del manga (cosa que me pasó con X, pero al revés). Y tampoco me he leído xxxHolic Rei, pero lo tengo pendiente (y tiene el listón demasiado alto).

Mejor personaje secundario femenino



Para La inocente, La destrenzada, Wilkilén, de La saga de los confines, en especial, por Los días del fuego. El personaje de Liliana Bodoc se caracteriza por su inocencia y su manera de ver la vida. Por andar con trenzas y hacerse amiga de la muerte. Un personaje que aparece muy poco a lo largo de la saga, pero sus apariciones siempre son oro puro. ¿Quién más se atrevería a decirle a la Muerte que es una vieja senil y ofrecerle trenzarle el cabello y pintarle con añil las líneas de la mano? Bueno, pues Wilkilén, que crece a lo marco de tres libros, y nosotros la vemos crecer.

Mejor personaje secundario masculino



Kostya, de Guardianes de la noche (y los libros siguientes). Aunque en realidad su papel en Guardianes del Crepúsculo fue el que me hizo darle este lugar. Kostya es Kostya y... realmente no sabía que esperaba de él: si un rebelde, un renegado o un antagonista. Pero Kostya es sólo Kostya y en eso radica que me haya gustado, no es precisamente un vampiro al uso, tampoco un otro al uso, y mucho menos un personaje que puedas clasificar en ninguna parte. Los sentimientos entre paternales que despierta en Anton al principio de la saga y, finalmente, las sospechas que van acabando con él... Un personaje perfecto, redondo, humano...

Mejor libro no ficción



Es, sin ninguna duda, para La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska. Lo más notable de no ficción que leí el año pasado. No entra precisamente en la categoría de ensayo y no pretende narrar los hechos del 2 de octubre de 1968, pero es una compilación de anécdotas y entrevistas que se dieron lugar esa noche y en genera, durante todo el movimiento. Un libro interesante, de por sí. Le debo una reseña también, pero esa quizá, quizá, se tarde un poco en llegar, porque no sé con que palabras describir este libro, porque aunque cuenta la historia, no es, en ningún momento, objetivo, tiene demasiados puntos de vista entremezclados. 

Mejor libro



Definitivamente, para Two Boys Kissing, de David Levithan. Hermoso en todos sentidos... de hecho, pueden leer la reseña que le hice. Básicamente califico al libro como una sucesión de palabras muy bien acomodadas con situaciones demasiado cotidianas que se vuelven extraordinarias cuando las lees. Lástima que aun no esté disponible en español (y de hecho, dudo que llegue a estarlo alguna vez), pero si pueden leer en inglés, se los recomiendo mucho. Lo mejor de todo, quizá, sea que no necesita apelar al drama para hacerte pensar o enternecer. Simplemente necesita mostrarte escenas cotidianas.

martes, 10 de febrero de 2015

El juego de Ender, Orson Scott Card | Reseña

Sinopsis: La Tierra se ve amenazada por una raza extraterres­tre, los insectores, que se comunican telepáticamente y consideran no tener nada en común con los hu­manos, a quienes pretenden destruir.
Para vencerlos es necesario una nueva clase de genio militar, y por ello se ha permitido el nacimiento de Ender, lo que constituye, en cierta forma, una anomalía, pues es el tercer hijo de una pareja en un mundo que ha limita­ do estrictamente a dos el número de descendientes.
El niño Ender deberá aprender todo lo relativo a la guerra en los videojuegos y en los peligrosos ensayos de batallas espaciales que realiza con sus compañeros. A la habilidad en el tratamiento de las emociones, ya característica de Orson Scott Card, se une en este libro el interés por el empleo de las simulaciones por orde­ nador y los juegos de fantasía en la formación militar, estratégica y psicológica del protagonista.

Leí este libro porque de repente empezó a aparecer en todas partes. Twitter, ask, se empezó a hablar de la película (y lo leí hace tanto, que hasta aparece en el recuento de 2013). Hasta Facebook. Me causaba curiosidad, lo admito, sobre todo aquello de una academia militar de niños con inteligencia superior. ¿Quién es capaz de hacer eso con los niños? La respuesta viene en el libro: gente desesperada.

El mundo de Scott Card está unido simplemente porque hay una amenaza más grande que una guerra entre dos naciones. Los instectores están afuera y si los derrotaron una vez, parece simple casualidad. Ahí es donde entra Ender. Ha obtenido las mejores calificaciones y sus padres obtuvieron permiso de engendrarlo gracias a la inteligencia de sus hermanos mayores. Ninguno de los dos logró entrar a la academia: Peter por ser demasiado cruel, Valentine por tener demasiado buen corazón. 

Le pongo pocas pegas al libro. El personaje de Ender está muy bien construido, al igual que los de sus hermanos. Graff también (disfruté especialmente sus pláticas al principio de todos los capítulos). Sin embargo, algunos otros personajes se desdibujan porque están al servicio del protagonista, parece que se dividen en dos grandes clases: a los que les agrada Ender y a los que no. En el primer grupo está Petra, obviamente, Alai y Bean y en el segundo Bonzo Madrid, el francés (fue ya poco importante que ni siquiera me acuerdo del nombre). Lo bueno es que Scott Card acabó escribiendo bastantes más libros para hablar de estos personajes. Que sí algo dejo bueno Ender, fue eso. 

Lo que más me aburría del libro era la trama de Peter y Valentine. Sobraba, a mi parecer, porque no le veía sentido. Finalmente, un par de libros después acabé por entender su propósito, pero en un primer momento era simplemente un pedazo que podía cortar del libro y no pasaría nada de nada. 

El final, es, sin duda, de los mejores que he visto. Un engaño tan bien construido que, aunque lo sospeché, me sorprendió. Un engaño demasiado bueno, tan obvio... Que definitivamente no lo contaré. La idea no es chafarles el libro. Lo único que me hubiera gustado es que se hubieran desarrollado más otros personajes, es algo que le hace bastante falta al libro. Aunque la verdad es que Scott Card sí que los desarrolla en la saga de Bean, que acaba adquiriendo un papel, a mi gusto, mucho más importante que el de Ender.

Una pregunta que me hice es por qué decían que las chicas no pasaban las pruebas a la Academia Militar. Al ser de diez años los niños que ingresaban siempre me pregunté exactamente por qué las chicas eran inferiores. ¿Menos inteligencia? Lo dudo. ¿Menos agilidad? Hablamos de niños y niñas de diez años: son ágiles por naturaleza. Una cuestión que aun me pregunto...

Sin embargo, el libro es recomendable para pasar el rato. Ni el próximo Nobel, ni una obra de arte. Para pasar el rato. 

domingo, 2 de marzo de 2014

Oscars Literarios (III)

Como ya viene siendo costumbre cada año, estos son los Óscares literarios de los libros que leí entre Febrero del año pasado y el día de hoy. Todo el mundo ya sabe que la idea la saqué de Ratonera de un cuasi-escritor y, aunque Dann no siguió con la idea, a mí siempre me hace ilusión tan tontería, aunque el blog esté más parado que nada. Al menos, no he colgado los desafíos. Sólo, digamos, por ejemplo, que no he escrito ni media reseña... bueno, con el soundtrack este año, cortesía de The Lumineers, los dejó con los premios...


Mejor trama

Para Unwind, una distopía de Neal Shusterman que Tanit me recomendó varias veces y se encargó de hacerme llegar, además de publicarle una reseña en Plusbits (de hecho, si lo quieren, no duden en pedírnoslo). ¿Por qué el premio de trama? Porque nos muestra una sociedad donde todo niño tiene derecho a nacer, pero, digamos que si entre los trece y los dieciocho años sus padres se hartan de ellos o el estado ya no puede mantenerlos, bueno, son desconectados, para que donen todos sus órganos. Una trama cruda, con un libro cargado de acción en todas partes, la narración de una huída frenética y un montón de esperanzas acabadas. 

Mejor escritor

Para Maite Carranza, porque redescubrí su trilogía, La guerra de las brujas, y leí dos libros de ella que me hicieron emocionarme como una enana. Para empezar, Magia de una noche de verano es increíble, un cuento de hadas moderno, con sus característicos personajes, y Palabras envenenadas es algo muy diferente a lo que acostumbro leer de ella, pero exquisito. Con un libro casi sin diálogos, con un misterio trepidante y muchas interrogantes que no tienen respuesta sino hasta las últimas veinte páginas, volvió a atraparme como antes. 

Mejor protagonista masculino

Es para Alexis, de Todos mis sueños, tuyos, un libro que conseguí gracias a eBook Tours. Es un protagonista que, si lo tuviera enfrente, lo abrazaría muchas veces. Tierno, inteligente, inseguro, capaz de dar mucho amor. Sinceramente, una preciosidad de persona. La autora del libro es Sofía Olguín, que se volvió reconocida en internet bajo el pseudónimo Nimphie Knox. Seguramente también la reconozcan  porque es también la fundadora de Bajo el arcoiris, una editorial de cuentos para niños con temática LGBT.

Mejor protagonista femenino


Se lo lleva Cali, Caliandra, de El libro de los portales. Personalmente, es un libro que me gustó mucho en algunas partes y otras que simplemente ni fú ni fá. En fin, Laura Gallego demuestra que sigue teniendo ideas y protagonistas que no necesitan ser rescatadas. Esta en especial me gusta mucho porque tiene sus propias ideas y no duda en exponerlas aunque vayan en contra de todo lo que ha leído o visto. Es, además, increíblemente creativa para dibujar portales, y bueno... creo que soy la única persona a la que su historia de amor si le convenció, pero admito que eso fue sólo porque se parece un poco a la mía.

Mejor personaje secundario femenino


Clarisse, de la saga Percy Jackson. Por meter a Percy en el inodoro y por muchas cosas más, pero lo que más me gusta de la chica es ese caracter de armas tomar que tiene consigo, evidentemente heredado de su padre, Ares. Sinceramente, al principio no me gustaba, nada, me parecía una abusona, pero su papel se vuelve tan interesante en los últimos libros de la primera saga que es imposible no tomarla en cuenta. Es valiente, madura (no mucho, porque a veces le dan ataques de "haré berrinche, que el mundo se joda", como a cualquier otro adolescente en peligro de morir en cualquier momento en medio de una guerra contra los titánes) y tiene un papel primordial en la guerra contra el titán Cronos. Un personaje más avasallador que la celosa de Annabeth.

Mejor personaje secundario masculino



Para Bean, en El Juego de Ender. El chico tiene su propia saga, también (la saga de la sombra) y a mí en lo personal me resultó mucho, pero por mucho, más interesante que el mismo Ender. Aun no sé que pensar de Orson Scott Card, ciertamente, y no concuerdo con el casi 90% de sus ideas, pero Bean le salió muy pero que muy bien. Mientras que Ender es pura intuición, Bean es analisis e intelecto en bruto. Ciertamente en El juego de Ender no juega un gran papel (para que nos engañamos: ningún secundario lo hace, porque todo gira por y para Ender, el mundo allí se divide en dos, los que quieren a Ender, y los que no).

Mejor libro


Se lo lleva un libro precioso, con una primera parte preciosa. La historia de un hombre que amo demasiado y con demasiada intensidad, la historia de la hija de una mujer que antepuso el mundo a su amor. La historia de Alma Singer que obtuvó su nombre gracias al libro, La historia del amor. Alternando la narración de Leo Grunsky, un judío refugiado, la historia del libro y como pasó de mano en mano hasta llegar a las manos del padre de Alma Singer, y la misma voz de Alma Singer, que mediante listas nos deja ver como es su vida, la manera en que piensa y las relaciones con el mundo exterior. Es un libro precioso. 

Por lo pronto... ¡hasta el año próximo!




martes, 31 de diciembre de 2013

Lo que dejó el 2013

Regreso al blog para despedir el año. Porque así soy yo. Me he dado cuenta de que siempre lo abandono por agosto-septiembre y vuelvo a aparecer en Diciembre, así que ahora no es la excepción.

¿Qué tuvo este 2013 para mí?



Este 2013 publiqué Vendetta, un fanfiction que empezó a surgir el Diciembre pasado y vio escritas sus últimas páginas en Octubre de este año. Publiqué el epílogo el viernes pasado, y me quede tan ancha y tan satisfecha porque sentí que le hice justicia a mis personajes y a los que no son míos. Seguiré escribiendo, como quien dice, rizado el rizo, mientras tenga ideas.  Por lo pronto, me conformo con poco.
—Liliane, no eres una asesina —murmuró James. Al final, al pelirrojo se le daba bien conocer a las personas en poco tiempo—. Y matarlo no arreglara nada, matarlo no te hará sentir mejor, ni más tranquila. Oírlo suplicar perdón no hará que puedas tener hijos, o que vuelvas a tener madre. Verlo desangrarse no hará que tu hermano vuelva a ser el que era antes… Y matar, Liliane, matar sólo desgarra el alma. No eres una asesina. —Y entonces, ella lo abrazó también. Confiándole su debilidad, porque la tenía—. No está mal ser débil, Liliane… no está mal. No está mal confiarle tus miedos a alguien más.Capítulo XLIV: I'm not a robot
Este año conocí a mi esposa, TanitBenNajash. Casi me quiso comer. (¡Hay fotos que lo prueban!)

No fui a ver a Vetusta Morla. Ni a Love of Lesbian. Ni a La Habitación Roja. Los tres grupos vinieron y sufrí porque tuve la oportunidad de ir a todos los conciertos y el dinero. Mis padres, bueno, mis padres decidieron que no querían llevarme a ningún lugar.

Salí de Bátiz. Entre a ESCOM. No sé por qué lo primero es considerado tan enorme logro, pero pues eso. Salí de Bátiz. En tres años. Tampoco entiendo cuál es el logro en eso pero la graduación fue bonita a pesar de que llevaba zancos… digo, tacones. Y me dolían los pies. Pero era más alta que todo el mundo: JA!

Decidí que iba a dejar de publicar el Potterfics. Luego me arrepentí porque me acordé de las portadas. (¿Patética, yo?, ¡para nada!)

Vi a Xavier Velasco cantar el Rap del Diablo Guardián. El plan no era quedarme a la conferencia, ni nada, pero en cuanto llegué, saludé a Bell y me senté mientras estaba hablando la autora de Como agua para chocolate, se soltó una lluvia torrencial que no paró hasta después de que Xavier Velasco había empezado a firmar libros. De hecho creo que nunca paró, sólo amainó y pude ir a ver libros cubierta por un paraguas.

Leí El Juego de Ender. Le debo una reseña, pero en Goodreads le puse cinco estrellas de cinco. Odio esas puntuaciones, pero según yo, si le pongo tantas, es porque está muy cerca de la perfección.

Otro de los mejores libros que leí fue El silencio de los inocentes. Perfecto, también, y casi creí que amaría Hannibal, pero entonces Thomas Harris me demostró que todo autor puede hacerle OOC a sus personajes. Sigo sin saber que pensar de Hannibal a la fecha y creo que si algún día veo la película de Hannibal: el origen del mal, diré que es una mierda. Aunque aclaro que la veré porque Gaspard Ulliel está muy bueno.

Vi tres películas de Audrey Tautou que no eran Amelie. Aunque vi Amelie varias y repetidas veces. Creo que me la sé de memoria. Ah, sí, las tres películas que vi eran La Delicadeza, Largo Domingo de Noviazgo y Thérese D. Mi madre cayó dormida en todas y cada una de ellas. (También se duerme viendo Amélie).

Leí toda la saga Alianza, de Helena Dax.

Por fin me puse al corriente con Once Upon a Time. En general odio a Henry, a Emma, a Neal, y Snow. Charming es soportable cuando está lejos de Snow. En fin, sólo sigo viendo la serie por Regina, Rumple, Hook y evidentemente, Robbie Kay.

Sufrí mucho con la boda roja. Pero después recordé que Daenerys existe y todo fue un poco mejor. Aunque debo decir que extrañaré a Robb I El hermoso aunque fuera un Rey del norte un poco idiota, pero es que alegra mucho la vista… Al menos aún hay Jon y Deanerys para rato.

Mi novio me regaló un poster de mi fantasía lésbica favorita. Léase, C.C. Ah, y cumplí un año con él.


Publiqué Entre las dos aceras. Es un pasada.

Para los mejores libros del año, esperen a los Oscares Literarios que le robé a Dann y que ahora pienso sacar cada año. Los peores se los adelantó: Divergente, Insurgente y Allegiant. Los odio con todo mi ser. Especialmente el último, o sí, casi soy capaz de destrozarlo en una reseña.

Casi no fue al cine, pero City of Bones hasta estuvo divertida (no es la gran cosa, pero tampoco es para satanizarla), La delicadeza fue de lo mejor, y de En Llamas, Johanna Mason fue lo mejor, aunque es un poco perturbador ver a la niña de Quédate a mi lado desnudarse frente a Peeta —a quien sigo odiando—, a Katniss —¿qué le ven?— y a Haymitch —«soy lo mejor del mundo mundial»—. Si tuviera que destacar escenas de En Llamas sería todas aquellas en las que Johanna tenga aunque sea un cuadro y cuando todos los tributos se dan la mano.

Entre las sorpresas del año está Percy Jackson. No ha salido tan mal como pensaba aunque me niego a ver la película. Aún estoy leyendo el libro 2.

Conseguí Todos mis sueños, tuyos, y debo decir que haré lo imposible para conseguirlo en físico algún día, aunque ya no quepan más en mi estantería.

Para mí, el 2013 fue un año bueno. Fin.