Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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sábado, 12 de enero de 2019

Almost a Woman, Esmeralda Santiago | #GuadalupeReinas2018

Sinopsis: "Negi," as Santiago's family affectionately calls her, leaves rural Macún in 1961 to live in a three-room tenement apartment with seven young siblings, an inquisitive grandmother, and a strict mother who won't allow her to date. At thirteen, Negi yearns for her own bed, privacy, and a life with her father, who remains in Puerto Rico. Translating for Mami at the welfare office in the morning, starring as Cleopatra at New York's prestigious Performing Arts High School in the afternoons, and dancing salsa all night, she yearns to find balance between being American and being Puerto Rican. When Negi defies her mother by going on a series of hilarious dates, she finds that independence brings its own set of challenges.
At once a universally poignant coming-of-age tale and a brave and heartfelt immigrant's story, Almost a Woman is Santiago's triumphant journey into womanhood.  

Almost a Woman (Casi una mujer, casi señorita) es la segunda parte de las memorias de Esmeralda Santiago. Supongo que puede ser leída sin haber leído antes la primera parte, pero recomiendo que empiecen por When I Was Puerto Rican, porque es ahí donde se presenta, donde presenta a su familia y donde podemos ver los cimientos de lo que más tarde será está obra. Almost a Woman empieza cuando Esmeralda Santiago llega a Nueva York con su madre y parte de sus hermanos (es de una familia numerosa, su madre ya tenía siete hijos al llegar a Nueva York y en Nueva York tendría varios más) y nos muestra su vida en Brooklyn, las dificultades que pasó su familia y cómo empezó a explorar su adolescencia. Mientras que When I Was Puerto Rican es una historia de identidad y familiar, Amost a Woman es un coming-of-age que además trata el tema de la inmigración. Las voces son las mismas, pero los temas cambian radicalmente. Es un libro hermoso y, sobre todo, honesto a morir. Esmeralda Santiago va contando su historia, su verdad, tal y como la recuerda de la manera más honesta que puede.

Almost a Woman es un recorrido por casi diez años de su vida. Desde sus comienzos en una secundaria estadounidense hasta el momento en el que dejó la casa de su madre. Te lo advierte desde el principio. De algún modo, sabes en qué acaba este libro (que es sólo la segunda parte de una trilogía de memorias, siendo la tercera The Turkish Lover) pero no sabes cómo va a llegar ahí. Entonces, empieza la historia. Esmeralda Santiago vivió en incontables departamentos y casas de Brooklyn. Su familia tuvo que recurrir a la ayuda del gobierno incontables veces, ella se hizo un espacio en su escuela, en su secundaria y en su preparatoria y se fue haciendo un espacio en el mundo. En este libro, habla mucho de su madre (personaje que en este libro se merece una mención honorífica, su madre es una mujer que admiro en todo sentido, que vive en un país donde no entiende el idioma que se habla, que hace hasta lo impensable por sacar adelante a sus hijos de un padre que decidió abortarlos y largarse, que trabaja, que lucha por entender a sus hijas, aunque vivan en otro mundo y vean la vida de diferente manera), algo de sus hermanos, de su educación y de los hombres. De cómo descubrió el amor. De como, finalmente, se volvió una señorita (como constantemente le recuerda su madre). 

Al principio, da la impresión de que ella misma se siente una forastera en su propia vida. Orbita como satélite alrededor de los demás. Nos cuenta sus historias y, en los primeros capítulos, apenas si se hace un tiempo para ella misma. Me gustó ese contraste con el final del libro, donde apenas si habla de los demás para enfocarse en sí misma porque la misma narración da pistas de la evolución y de los cambios de Esmeralda Santiago. La admiro mucho. Me gusta la manera en que cuenta su historia. No se hace juicios (no más de los necesarios) sino que lo pone todo sobre el papel y se lo entrega a los lectores. Yo puedo pensar mil veces "amiga, date cuenta" al estar leyendo, pero creo que, al escribir eso, ella ya se dio cuenta. Por eso lo escribió.



Almost A Woman es el coming-of-age que no sabía que necesitaba y que leí. Lo metí de pura suerte en mi lista de libros del maratón #GuadalupeReinas2018 porque no tenía ni idea de qué iba a leer y me acordé que ahí lo tenía, pudriéndose en mi biblioteca de calibre y que ya había leído la parte anterior. Lo leí de pura suerte. El azar me lo puso enfrente. Y siempre me ha parecido curioso como la vida te va poniendo los libros enfrente.

Entre sus páginas, la autora habla de su entrenamiento como actriz y, más tarde, como bailarina india clásica. Habla de un par de obras para niños en los que representó papeles del folclore indio y, estoy segura de que una de las que describe es el Ramayana y que ella interpretó a la gran Sita. Secuestrada por Ravana y rescatada por un mono. Sounds about right. (El Ramayana es la única cosa que he leído de literatura clásica hindú y este es el momento en el que les confieso que, la verdad, Ram no se merecía a Sita, era mucha mujer para él). Me resonó mucho toda la historia y me gustó. Lamentablemente, el final queda abierto porque así es la vida y así son las memorias. No hay finales tal cual. Así que ahora estoy desesperada por conseguir The Turkish Lover para seguir averiguando más cosas de esta gran escritora que hoy no dudo en recomendarles. 


Fue parte de mi maratón #GuadalupeReinas2018 (que ya acabó hace varios días, el día del aniversario de Libros b4 Tipos) y la verdad es que me alegro de haberlo leído. Para ustedes también super recomendado.

jueves, 12 de abril de 2018

#TravesíaFeminista: recomendaciones de autoras de Centroamérica y el Caribe

¡Hola! ¿Creían que se me había olvidado? ¡Pues no! Durante el mes de marzo estuvimos leyendo, en Libros b4 Tipos a la autora cubana Wendy Guerra y su novela Negra, editada por Anagrama y estuvimos paseando por toda centroamérica y el caribe. Como ya es mi costumbre, les traigo las recomendaciones de autoras que yo conozco, que he leído y que me han gustado de esa zona para que conozcan un poco más. Entre las recomendaciones lo único que hay en común es una zona geográfica, puesto que los temas sobre los que escriben suelen ser muy diferentes. ¡Pero que viva la variedad!


Gioconda Belli



Gioconda Belli es una escritora originaria de Nicaragua nacida en 1948, con muchísimos títulos ya publicados. Lo que escribe se caracteriza especialmente por reivindicar el papel de las mujeres en la sociedad y en la construcción de la cultura; ahonda espectacularmente en el universo femenino y ha escrito también sobre la sexualidad de las mujeres. Su activismo la llevó a militar en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que derrocó a Somoza en Nicaragua; hoy en día el FSLN es un partido político, pero en sus inicios fue parte de la guerrilla nicaraguense y sí, Gioconda Belli fue guerrillera (y ha escrito libros sobre el papel de la mujer guerrillera). Fue una autora que leímos en Libros b4 Tipos durante 2016 (¡una de nuestras primeras lecturas!), por lo que yo sólo conozco La mujer habitada, libro que es recomiendo. (Reseña La Mujer Habitada).



Ibi Zoboi



Esta autora nació en Haití, aunque su familia emigró a los Estados Unidos cuando ella era aún muy pequeña. Ha escrito algunos cuentos de ficción especulativa afroamericana, pero es especialmente reconocida por una novela juvenil publicada hace poco, American Street, donde explora el racismo, la migración y la criminilización de la juventud negra desde los ojos de una joven haitiana recién llegada a los Estados Unidos. Sus cuentos también están publicados en otras colecciones, como Haiti Noir y en la revista African Voices. Aún no escribo una reseña de American Street, pero es un libro juvenil bastante interesante.


Nicola Yoon



Nicola Yoon es originaria de Jamaica y es mundialmente conocida por su novela debut: Everything, Everything. La autora creció entre Jamaica y Nueva York y trabajó como programadora antes de la publicación de su primer libro. La protagonista de Everything, Everything, una adolescente biracial, con ascendencia asiática y negra, está inspirada en su hija, pues quería reflejarla entre las páginas de su libro. Actualmente está asociada a la organización We Need More Diverse Books, que tiene como misión crear y promover la diversidad en la literatura. Les recomiendo leerla con Everything, Everything, un libro juvenil que definitivamente les puede interesar. (Reseña de Everything, Everyhing).



Esmeralda Santiago



Esmeralda Santiano nació y creció en Puerto Rico. Yo la conocí cuando estaba especialmente interesada en literatura americana de migrantes y la verdad es que no pude haber elegido a mejor exponente. Santiago escribe de sus propias experiencias en Nueva York y en Puerto Rico, sobre su familia, sobre lo que los Estados Unidos hicieron y deshicieron en Puerto Rico y sobre toda la odisea que supuso emigrar lejos de su hogar. Asistió a la Escuela de Arte Dramático de Nueva York, donde se especializó en drama y danza y después de mucho tiempo estudiando a tiempo parcial en Community Colleges, acudió a Harvard. Es reconocida por haber escrito sus memorias, de las cuales yo leí la primera parte, When I Was Puerto Rican, libro que sin duda les recomiendo. (Reseña de When I Was Puerto Rican).



Hilda Perera



A Hilda Perera la conozco desde hace poco; es una escritora cubana que ahora reside en Miami y es reconocida por todos sus libros para niños. La escritora nació en 1926 y comenzó su carrera literaria muy joven: apenas a los diecisiete años. Estudió Filosofía y letras en La Habana, pero abandonó Cuba en los años sesenta (cuando la revolución). Actualmente tiene noventa y un años y reconozco que no sé si sigue activa. Yo la conozco por un libro de ella que se publicó en la colección A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica: Perdido, la historia de un perro que hará todo para buscar a sus dueños. (Reseña de Perdido).


Wendy Guerra



A Wendy Guerra, finalmente, la conocí por casualidad. Encontré tres de sus libros en bookmate y los empecé a leer, uno a uno, aún antes de que decidiéramos que sería la autora que leeríamos en marzo. Wendy Guerra escribe sobre mujeres cubanas, la mayoría de las cuales comparten algunas características: el apego a Cuba, a la vez que el desapego a la revolución Cubana. Trata diversos temas en sus escritos, pero las mujeres siempre son el punto central y nos muestra una cara de Cuba que no conocemos. Mi libro favorito de ella, hasta el momento es Todos se van, pues es un coming of age muy interesante, sentimental y con el que me pude sentir identificada. Sin embargo, les dejaré las reseñas de los tres libros que he leído de ella por si están buscando alguna lectura en específico. (Reseña de Negra, reseña de Todos se van, reseña de Domingo de revolución).

miércoles, 6 de abril de 2016

When I was Puerto Rican, Esmeranda Santiago | Reseña


Sinopsis: Esmeralda Santiago's story begins in rural Puerto Rico, where her childhood was full of both tenderness and domestic strife, tropical sounds and sights as well as poverty. Growing up, she learned the proper way to eat a guava, the sound of tree frogs in the mango groves at night, the taste of the delectable sausage called morcilla, and the formula for ushering a dead baby's soul to heaven. As she enters school we see the clash, both hilarious and fierce, of Puerto Rican and Yankee culture. When her mother, Mami, a force of nature, takes off to New York with her seven, soon to be eleven children, Esmeralda, the oldest, must learn new rules, a new language, and eventually take on a new identity. In this first volume of her much-praised, bestselling trilogy, Santiago brilliantly recreates the idyllic landscape and tumultuous family life of her earliest years and her tremendous journey from the barrio to Brooklyn, from translating for her mother at the welfare office to high honors at Harvard.

No me gusta reseñar libros autobiográficos. No lo digo mucho porque últimamente pasan por mi estantería muchos libros de caracter autobiográfico. Sin embargo, defiendo el derecho a criticar los libros autobiográficos, como productos editoriales que son. Probablemente no puedo permitirme poner en duda la historia, ¿quién soy yo para decir que la historia está mal estructurada si así fue como pasaron las cosas? O, por ejemplo, tampoco se puede criticar demasiado a los personajes porque no se tiene ni una pista de si quien escribió el libro los capturó bien o no. Al menos, eso es loq ue me detiene a la hora de reseñar un libro autobiográfico. 

Tampoco me gusta mucho reseñarlos porque no sé qué decir de ellos cuando hablo de su núcleo. Me ha pasado muchas veces que un libro autobiográfico o carece de un núcleo porque sólo pretende ser una compilación de anécdotas o tiene un núcleo muy diferente al que encuentras un libro de ficción. Ya dije arriba que, hablando de cosas que realmente sucedieron, no soy capaz de tratar a los personajes como simples personajes y siempre tengo que recordar que son personas reales, que quizá aun viven. Así que para reseñar este libro me estoy armando de paciencia por todo lo que voy a soltar. Respiro hondo. Y ahora sí, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes. 

Esmeralda "Negi" Santiago
Esmeralda Santiago nació en Puerto Rico y durante gran parte de su vida, vivió en Macún, un pueblito donde no llegaba el drenaje o la electricidad. Fue la más grande de una familia que, cuando se mudó a Nueva York con su madre, consistía de siete hermanos y, para el momento en el que entró a la universidad, era de once. Once personas, ¿se imaginan? La poca privacidad, la atención dividida de los padres, el ruido constante, las peleas, las comidas y los buenos momentos. A lo largo de todo el libro podemos ver a la madre de la escritora continuamente embarazada, dedicándose a sus hijos y educándolos como la habían educado a ella. 

A Esmeralda la llaman Negi y, a pesar de todas las carencias de su pueblo, en la escuela aprende unas cuantas palabras de inglés, porque Puerto Rico es un estado libre asociado de los Estados Unidos (si alguna vez se preguntan por qué los inmigrantes puertoriqueños no tienen problemas con la ciudadanía americana, ahí tienen su respuesta: ya la tienen). Fuera de eso, poco vemos de influencia estadounidense. Puerto Rico es un país latino y, aunque no lo crean, todos los países latinos se parecen un poco. Quizá por eso los extranjeros confunden tanto y creen que comemos chile de aquí a la patagonia cuando no podrían estar más equivocados o creen que todos son mexicanos o creen que la música es igual. Pero aunque las tradiciones y la cultura difieren, para mí, los valores que transmitían las familias del siglo pasado se parecen que casi parece que los hayan calcado

Si hay algo por lo que se caracterizan nuestras sociedades es por ser increíblemente sexistas. La discriminación por motivos de género está a la orden del día. Pero, como dice mi mamá, hoy no es como hace 40 años. Si lo comparamos, parece que hemos dado pasos de gigante (y eso es lo que me mantiene optimista con todo el tema del sexismo). Durante su infancia, Negi no tiene casi ningún problema con los chicos. A su madre no le hace ninguna gracia que le ayude a su padre en su trabajo, pero como su padre la deja, poco puede objetar ella. Sin embargo, más o menos a la mitad del libro, empezamos a oír las alusiones a como Negi se va a convertir en una señorita y cómo hombres empiezan a verla de otra manera, cómo su madre le empieza a prohibir salir y cómo le dicen que no juegue con los mismos chicos que jugaba antes. Me dijeron lo mismo, casi. Le cambiaron un poquito. No me prohibieron jugar con hombres, pero no les gustaba que la mayoría de mis amigos siempre fueran hombres. Asumieron que cualquier hombre que me hablara querría algo más. Me enseñaron a protegerme. Me dijeron que no saliera de noche. Todo eso, más de cuarenta años después que a la escritora de este libro y en un país completamente diferente


La madre de Negi sufre de lo mismo. Su padre y su madre están en un continúo estira y afloja porque el padre de Negi tiene otras mujeres, otros hijos y suele desentenderse muy fácil de sus hijos. Aun así, la madre de Negi vuelve con él incontables veces y vuelven a pelearse incontables veces. Pareciera que vive con el permanente miedo de dejarlo para evitar el "qué dirán". Y a pesar de todo, parece que los dos quieren a sus hijos, no hay maltrato, lo único que ocurre es que transmiten los mismos valores y costumbres que les transmitieron a ellos y no toda costumbre es buena, por más costumbre que sea. 

En fin, no quiero hacer esto enorme, pero creo que tengo que mencionar otro punto del libro. Pareciera que se enfoca mucho en la discriminación de género por todo lo que he puesto allá arriba, pero la verdad es que no habla de eso todo el tiempo. Más que nada, porque el problema más común que suele tener Negi es la discriminación: en la ciudad, por venir del campo; en los Estados Unidos, por ser puertoriqueña. Esmeralda Santiago nos muestra muchas diferentes sobre su educación, sobre su vida en Puerto Rico, sobre sus padres, sobre la sociedad en la que le tocó vivir.   


Lo único malo del libro es que salta de un tema a otro sin algo que parezca unir a todo. Lo hace de manera cronológica, sí, pero hay cosas que se olvidan entre las páginas y vuelven a aparecer tres o cuatro capítulos después sin explicación y como por arte de magia. Bueno, lo que intento decir es que lo único malo del libro es que parece que le falta cohesión, pero que a pesar de eso se sostiene muy bien. Por supuesto que lo recomiendo, sobre todo para los interesados en Puerto Rico o en América latina en general.