Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 5 de abril de 2012

Tokio blues de Haruki Murakami


Haruki Murakami nunca, nunca, ha sido santo de mi devoción. Jamás. Sin embargo, hace poco una o dos semanas volví a releer el único libro suyo que me gusta: Tokio Blues.

Sinopsis: Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y único amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte.

Este libro es el único, me atrevo a decir, que me ha gustado hasta el momento de Murakami. Es una historia de amor, sexo y muerte. Son los elementos que prevalecen en toda la historia. Y bueno, me gusta mucho, desde su confuso inicio, hasta su sorprendente y abierto final. Un final confuso como pocos, pero perfecto para el libro.

El poster de la película. ¡Precioso!
¿Los personajes? Toru Watanabe es medio tontorrón. O basante, diría yo, pero es el narrador y no queda más remedio que aguantarlo el libro. Tropa-de-Asalto consigue sacarte carcajadas a cada momento y siempre me pareció injusto que Murakami lo desapareciera antes de la página 100. Naoko es una perra que me cae mal (y sin embargo tiene un protagonismo que no les cuento… lo peor es que compartimos canción favorita de The Beatles: Norgwegian Wood). Reiko que tiene una escena increíble… y el resto de la historia pasa desapercibida.

Y Midori. Midori es mi personaje favorito. Abierta, liberal, diferente. Entiendo por qué se enamora Toru de ella. Le lleva un poquito de vida a nuestro protagonista, que languidece entre su soledad, entre su amigo que se ha acostado con más de cien chicas, y entre la perra de Naoko que parece que sólo finje estar mal de la cabeza (perdón, lo último fue cosa de ardida).

Increible libro, si quieren mi opinión. También hay película… película que por supuesto, quiero ver.

Nea

miércoles, 29 de febrero de 2012

Oscars Literarios


La idea ya fue anteriormente publicada en el blog de Dann, Ratonera de un Cuasi-escritor y yo le pedí que si por favor me dejaba copiarle la idea ya que es muy buena… y me obliga a recordar todos los libros que leí el año pasado. Para empezar, me sorprende los pocos libros que compré, como se nota que andaba escasa de tiempo y dinero. Mis más valiosas adquisiciones son Los juegos del hambre, prácticamente lo único que compré en todo el año, además de otras cuantas cosas. Y sin más dilación… los premios (basados en mi criterio y en los libros que leí en 2011, que empiezan en La Región más Transparente y terminan en La Princesa Prometida).

(Video que pueden escuchar si no tienen música puesta. Altamente recomendable, tema final de Code Geass)


Mejor trama…
Se lo lleva La Región más Transparente, el libro más denso que leí en todo el año y que tuve que leer y releer varias veces antes de entenderle, sin embargo, me gusta mucho porque 1) refleja mucho de lo que es mi país 2) refleja mucho de una época que me gusta mucho de la historia: la post-revolución, en todas las clases sociales. Muy recomendable…, pero muy muy denso.

Mejor escritor…
Se lo lleva Suzanne Collins por su trilogía Los Juegos del Hambre. Realmente fue una de las cosas más importantes que leí en el año y creo que se merece que se lo reconozca, además Los Juegos del Hambre presenta otra historia totalmente original (cuando salió, que ya hay mil historias de ese estilo) y ya le hacía falta una renovación a la literatura.

Mejor protagonista masculino…
Max Vandenburg, de La Ladrona de Libros, el judío que se esconde en el sótano de Liesel. Realmente lo adoré, sobre todo cuando leí el cuento del árbol de palabras, que escribe para Liesel. Realmente hacía mucho no me topaba con un protagonista masculino como él, con tantas facetas, tan cambiante, un personaje realmente bueno.

Poster de la película
Mejor protagonista femenino…
Para Midori, de Tokio Blues. Una elección extraña, sí, pero realmente hay muy pocas protagonistas femeninas a las que yo no odie, y está es una de ellas. Alocada, con una forma de ser muy de ella, que le imprime rapidez y fluidez a la novela. Además, Midori significa verde (tuve mis dudas sobre su protagonista, pero entre ella, Watanabe, y Naoko conforman en trío principal).

Mejor personaje secundario masculino y femenino…
Para el masculino, Fermin Romero de Torres, de El Prisionero del Cielo, personaje altamente carismático que evitó que yo llamara a esa novela una bazofia o algo que sólo es seguir rizándole el rizo al rizo… Realmente, un persona que no tiene desperdicio.

Para el femenino… Semira, de las hijas de Tara, uno de los mejores libros que leí este año y que no se debe quedar sin un premio. Sus mejores personajes para mí son… ¿todos? Sin embargo, Semira se lleva un premio especial, porque hace mucho que no veía un personaje desarrollado de esta manera.

Y por fin… el más esperado…

Mejor Novela…
Las hijas de Tara, después de mucho divagar y quejarme de que casi no había comprado libros. En realidad leí mucho más al final del año y esta fue una de las hermosuras con las que me encontré. Las hijas de Tara hace pensar hasta donde estamos llevando al mundo con tanta destrucción. Además, es de Laura Gallego, razón más que buena como para dárselo… pero bueno, la trama es realmente buena, los personajes, geniales y el desarrollo de toda la novela, espectacular.

Nea. 

domingo, 13 de marzo de 2011

Del por qué no aguanto a Murakami

Hará poco más de un año que mi papá compró un libro llamado Tokio Blues, de un tal Haruki Murakami, ademas de After Dark, del mismo autor. Tenían muy buenas críticas, y la gente los recomendaba mucho... así que yo me leí uno: Tokio Blues. No me pareció demasiado mal, dejando de lado ue Toru Watanabe, el protagonista y narrador, me pareció un tío estúpido, todo estaba bien... Pero aún así, el libro me dejó un amargo sabor de boca.

No contenta con eso, leí After Dark. Me pareció un libro muy lento, y en algunas partes, hasta tedioso. Pero aún soportaba a Murakami. Aun así... dije que no volvería a leer algo de semejante autor.

Y nunca digan de esta agua no beberé, porque a más de un año, rompí mi palabra de no volver a tocar un libro de Murakami. Mi maestra de lengua nos pidió que leyeramos Al sur de la frontera, al oeste del sol”. Y esta vez, en serio, me decepciono demasiado el autor. No me causa intriga, no me causa emoción, no me interesa. Shimamoto es muy enigmática, sí, nunca sabes por qué viste esas ropas tan caras... o por qué muere su bebé, o porque amenazan a Hajime cuando lo descubren siguiéndola. Por qué nunca sabes nada de ella. Yo no me pregunté nada de eso: no me causo intriga. Me limité a leer mecanicamente hasta llegar a final -bastante flojo y nada sorprendente-

No contenta con esa decepción, leí Sputnik, mi amor. Salió peor. Nunca me pregunté acerca de la desaparición de Sumire, porque no me interesaba, no me causaba intriga, ni ganas de seguir leyendo. Nada. Llegué al final, flojo, lento. Y ahora sí, ni tengo ganas de volver a leer a Murakami. No.

Puede tener prestigio, pero a mí, simplemente, sus tramas no me causan esas curiosidad por saber más, por conocer el final. Nada.

Nea.