Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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domingo, 23 de septiembre de 2012

Déjame entrar, John Ajvide Llindqvist | Reseña

Mi ejemplar tiene la portada de
la adaptación americana al cine. 
Sinopsis: Oskar, un niño solitario y triste que vive en los suburbios de Estocolmo, tiene una curiosa afición: le gusta coleccionar recortes de prensa sobre asesinatos violentos. No tiene amigos y sus compañeros de clase se mofan de él y le maltratan. Una noche conoce a Eli, su nueva vecina, una misteriosa niña que nunca tiene frío, despide un olor extraño y suele ir acompañada de un hombre de aspecto siniestro. Oskar se siente fascinado por Eli y se hacen inseparables. Al mismo tiempo, una serie de crímenes y sucesos extraños hace sospechar a la policía local de la presencia de un asesino en serie. Nada más lejos de la realidad.

La llegada de Eli y Håkan al edificio de Oskar coincide con el comienzo de los asesinatos. Asesinatos curiosos, víctimas colgadas boca abajo, todas sin una gota de sangre.

Oskar es un niño solitario y triste, apenas si tiene algunos conocidos, pero nadie a quien llamar amigo. Conoce a Eli intentando resolver un cubo rubick y ella, aficionada a los puzzles, se lo pide prestado. Allí comienza una historia.

Déjame entrar es un entresijo de tres historias principales relacionadas. La de Eli y Oskar, la de Håkan, el asesino, y la de un grupo de amigos bastante borrachos que ha perdido a un miembro a manos del recién llegado asesino de Blackberg… o eso creen ellos.

Adaptación sueca al cine
Eli guarda muchos secretos. Huele mal y tiene canas. Tampoco va al colegio y no parece tener amigas. No siente frío ni siquiera cuando la nieve cubre la ciudad y solo sale por la noche, lo que intriga a Oskar. Oskar tiene tendencia ala obesidad, lee mucho y los chicos del colegio se meten con el, fatasea con acuchillar a la pandilla que lo acosa y desea pasar desapercibido para que nadie se fije en él.

La violencia esta expuesta con salvaje crudeza, sin caer nunca en el gore. Es realista. No es la novela donde los vampiros tienen un glamour y una clase intachable, como los de Anne Rice. John Ajvide Llindqvist muestra a sus vampiros como seres oscuros, terribles, y narra la novela con crudeza y realismo, mientras las historias se van entretejiendo entre ellas para complicarse cada vez más.