Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 25 de enero de 2018

Santa Catalina de Siena, Sigrid Undset | #WomenPNL

Sinopsis: «De tiempo en tiempo se ha discutido (...) qué ha hecho el Cristianismo por la mujer. Qué sitio ha ocupado la mujer en el seno de la familia y en la sociedad dentro de los pueblos que profesaron la religión de Cristo. Cómo era considerada la mujer a la luz de la doctrina de la Iglesia. (...) Jesucristo ignoró el muro invisible cuando interpeló al alma humana, al hombre creado a su imagen, creado como hombre y mujer. Cada palabra que sale de su boca va dirigida a nuestra común naturaleza humana. (...) El santo más arraigado en la conciencia de los pueblos es María, la Madre de Cristo, la Reina de la misericordia (...). Pero también las mujeres que en su época confesaron a Cristo con su vida de santidad y de amor al prójimo, fueron consideradas como columnas de la sociedad y dirigentes y maestras de sus pueblos. (...) En una época llena de violencia y de sangre, una viuda nacida en un extremo de Europa, santa Brígida de Suecia, o una joven del pueblo, santa Catalina, hija de un tintorero de Siena, supieron dar buenos consejos a los poderosos de este mundo. Y el mundo las escuchaba con respeto aun cuando no seguía sus consejos. Llegaron a desempeñar un papel en la política mundial. Y reprendieron, aconsejaron y guiaron y, a veces, mandaron y dieron órdenes al vicario de Cristo en la tierra».


Esta lectura participa en el #WomenPNL organizado en el blog Todo mi ser. Les voy a contar como acabé leyendo yo la biografía de una Santa (que, además, no es una biografía crítica, sino que es un libro que en Goodreads está recomendado para todos los católicos, no kidding) y no de cualquiera, sino de Santa Catalina de Siena. No me hubiera molestado, por ejemplo, leer la biografia de Juana de Arco (sí, es una santa católica), es más, si quieren hasta me leo cualquier cosa de María (suena interesante, al menos). Es más, a (Santa) Hildegarda de Bingen la conocí hace relativamente poco cuando con algún grupo de conocidos hablabamos de que, para explotar sus dotes intelectuales, la mujer tenía muy pocas opciones y una de ellas era entrar al convento. Pero les juro que nunca en la vida se me hubiera pasado leer de Santa Catalina de Siena porque sí. No me atrae. Lo juro. Lo perjuro.

A ver, yo soy atea. Atea redomada. Atea que fue a la India, vio templos, dioses y vivió con musulmanes. Y este libro lo que hizo más o menos fue... pues... confirmar que soy atea hasta los huesos. Santa Catalina de Siena es todo lo contrario a mí. Pero antes de ponernos a hablar de ella y de su vida, vamos a hablar de Sigrid Undset un poquito. Esta escritora recibió en 1928, el Premio Nobel de Literatura. Su biografía de Santa Catalina de Siena no fue publicada sino hasta 1951. De hecho me parece que fue uno de sus últimos libros. Yo lo escogí porque sólo había disponibles dos cosas de ellas en epublibre.org. Uno era este, y el otro era toda la trilogía completa de Cristina, hija de Lavrans, que tiene unas 1000 páginas y aunque quiero leer, no me da tiempo en un mes (menos en uno que ya teno otras cuantas lecturas conjuntas en las que debo participar). Así que ese fue mi destino: leer esto. Pero, volviendo a Sigrid Undset.


Ella nació en Noruega en el seno de una familia atea que las bautizó en la iglesia Luterana porque era la norma del día (o sea, un poco como la mía). Recordemos en la gran parte de los países escandinavos (y bastantes de Europa del Este) son protestantes y, de hecho, Noruega era un país de mayoría Luterana (una rama del cristianismo que si quieren saber de donde salió pueden buscar en Wikipedia, porque mi capacidad para explicar cosas religiosas es... bueno... limitada). El caso es que nació en una familia atea. ¿Cómo carajos llegó al catolicismo y a, de hecho, pertenecer a la misma orden que Santa Catalina de Siena? Esa es una buena pregunta, que yo también me hice. Y Wikipedia me dio una respuesta. Pero antes, un poco de contexto. Cristina, hija de Lavrans, una trilogía publicada en tres años, de 1920 a 1922, fue, según algunos, la obra que le dio notoriedad a Sigrid Undset en el mundo. En ella habla de una Noruega medieval, donde aún existía el paganismo y el cristianismo apenas se asentaba. Si bien Sigrid Undset pasó gran parte de su vida como atea/agnóstica, después de que su matrimonio fracasó y empezó la primera guerra mundial (algo absolutamente horrendo, la guerra de las trincheras) tuvo una crisis/revelación/no sé que le da a la gente que de repente se vuelve católica... y se convirtió al catolicismo oficialmente en 1924.

El caso es que esto no fue nada bien visto. ¡Fue un escándalo! Noruega era un país casi completamente Luterano y además el anti-catolisismo no existía sólo con los religiosos luteranos, sino que una gran parte de la población era anti-católica. Sigrid recibió varios ataques al respecto y de hecho, participó en el debate público. Sus obras post conversión (que ocurrió en 1924) está toda llena de elementos de su fe y la influencia se nota (según Wikipedia y según mi experiencia con esta biografía de Santa Catalina) en todas sus obras. Así que ahora sí, vamos a hablar del libro.

Les presento a Santa Catalina
1. No me voy a poner a juzgar elementos de la vida de Santa Catalina de Siena, porque la verdad es que juzgo todo con ojos ateos del siglo XXI. Para mí las penintencias de los religiosos de la Edad Media es algo inconcebible. Algo que se me escapa. Los castigos físicos, se me escapan. De hecho, todo eso, se me escapa. I can't. No puedo. No entiendo, tampoco. Fuera de que las alucinaciones/visiones/sueños de la Santa me causan una curiosidad extrema (pues tiene uno donde se casa con Cristo, donde bebe de su sangre, donde se coloca la corona de espinas...) y quiero saber de dónde carajos vienen y qué explicación lógica tiene (tengo una atea mind), no puedo juzgar nada más. Así que pasemos al siguiente punto. Sobre este, imaginen que mi cara la mitad del libro fue algo así: 

Me gustaría no juzgar con mis estándares siglo XXI pero bueno, no soy historiadora.

2. AMO LA POLÍTICA MEDIEVAL. Me fascina. Eso sí me encanta. Eso sí que lo disfruté. Santa Catalina habló con papas, intercedió para que la sede Papal fuera trasladada de Aviñón a Roma, pues los franceses la mantenían en Aviñón precisamente por el poder que les confería tener al Papa en su propia tierra. A Santa Catalina le tocó, en vida, la existencia del antipapa (que básicamente fue cuando el Papa se regresó a Roma y una parte de los franceses dijo fuck it y eligió su propio Papa... si quieren algo más exacto y mejor contado pueden ir a buscar un libro de historia, yo no soy historiadora, lamentablemente) y medió para reconciliar a Florencia con el Papa. O sea, tenía cierto poder (lo cual es admirable, considerando la cantidad de mujeres de las que conocemos algo de la Edad Media, incluidas las Reinas y la realeza). Y claro que, para hablar de la política medieval en Europa uno tiene que tomar en cuenta, bueno... a la Iglesia, que era quizá el organismo más poderoso en toda Europa. Ya me había tocado leer bastante cuando leí los siete libros de Los Reyes Malditos (los Capetos were crazy) y resulta que Santa Catalina vivió casi al mismo tiempo, pero en Italia en vez de Francia. Así que, kudos por esa parte.

3. Sigrid Undset habla de que ha hecho la fe católica por la mujer. Yo, la verdad, es que soy escéptica. El tema no lo recupera sólo ella, sino que también lo hace la egipcia Nawal el-Sadaawi, en el libro que acabo de reseñar hace relativamente poco (La cara desnuda de la mujer árabe), en la que habla de como el nacimiento del Cristianismo ayudó a las mujeres en algunas cosas sobre su condición y como después la instituación eclesiástica se cagó en todo ello por siempre jamás (ayudaba sobre todo en temas de violencia sexual y esas cosas, pero no me acuerdo de todo en este momento y si quieren saber algo, deben leer el libro). El caso es que, volvamos, yo soy un poco escéptica e igual creo que todo lo bueno que pudo haber pasado a la mujer en el nacimiento del cristianismo (que fuera causado por él) después fue arruinado de una y mil maneras por la Iglesia (as an institution). Si bien podemos hablar de que entrar al convento ayudó a muchas mujeres a explorar su intelectualidad (por ejemplo, Santa Hildegarda y a la misma Sor Juana Inés), esto pasaba porque literalmente no había otra opción (la misma iglesia lo impedía en muchos casos) y en casos como en el de Sor Juana, la misma iglesia también le ponía un punto final a las actividades intelectuales. Eso sin contar la quema de brujas (una cosa de la Iglesia, debo mencionar) y otras bastantes cosas. Así que yo soy escéptica. Alzaré la ceja. Y la dejaré ahí.


4. Debo decir que hay cosas de Santa Catalina de Siena que me sorprendieron y que voy a exponer aquí rapidito. Aprendió a leer ya adulta, porque, de hecho, era iletrada y tenía que dictar todas sus cartas y todas sus cartas se las tenían que leer. Al parecer también aprendió a escribir también. Fue cuestionada por altas autoridades eclesiásticas en temas religiosos y sus respuestas dejaron confundidos a la mayoría (o sea, al menos en temas religiosos, era muy inteligente). Habló ante Papas. Fue mediadora en revueltas. Escribió un libro (que no planeó leer) en cinco días durante un éxtasis.

5. Para finalizar ya, que esta reseña/clase de historia sobre Sigrid Undset ya quedó muy larga, tengo que reconocer que el libro está escrito de manera muy bella, la prosa es increíble, y por más desinteresada que estuviera yo en el tema y por más ceja alzada que tuviera, todo estaba escrito muy bonito. Al final es un libro que no sé como calificar. Sólo que si no eres católico devoto o no tienes interes, no es la clase de lectura que te recomendaría. De hecho, yo sólo estoy haciendo la reseña porque es parte de #WomenPNL y quería poner gifs.


Nos vemos la siguiente. Prometo ya no traer libros rarísimos (o no, nunca saben que voy a leer).