Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 2 de marzo de 2014

Oscars Literarios (III)

Como ya viene siendo costumbre cada año, estos son los Óscares literarios de los libros que leí entre Febrero del año pasado y el día de hoy. Todo el mundo ya sabe que la idea la saqué de Ratonera de un cuasi-escritor y, aunque Dann no siguió con la idea, a mí siempre me hace ilusión tan tontería, aunque el blog esté más parado que nada. Al menos, no he colgado los desafíos. Sólo, digamos, por ejemplo, que no he escrito ni media reseña... bueno, con el soundtrack este año, cortesía de The Lumineers, los dejó con los premios...


Mejor trama

Para Unwind, una distopía de Neal Shusterman que Tanit me recomendó varias veces y se encargó de hacerme llegar, además de publicarle una reseña en Plusbits (de hecho, si lo quieren, no duden en pedírnoslo). ¿Por qué el premio de trama? Porque nos muestra una sociedad donde todo niño tiene derecho a nacer, pero, digamos que si entre los trece y los dieciocho años sus padres se hartan de ellos o el estado ya no puede mantenerlos, bueno, son desconectados, para que donen todos sus órganos. Una trama cruda, con un libro cargado de acción en todas partes, la narración de una huída frenética y un montón de esperanzas acabadas. 

Mejor escritor

Para Maite Carranza, porque redescubrí su trilogía, La guerra de las brujas, y leí dos libros de ella que me hicieron emocionarme como una enana. Para empezar, Magia de una noche de verano es increíble, un cuento de hadas moderno, con sus característicos personajes, y Palabras envenenadas es algo muy diferente a lo que acostumbro leer de ella, pero exquisito. Con un libro casi sin diálogos, con un misterio trepidante y muchas interrogantes que no tienen respuesta sino hasta las últimas veinte páginas, volvió a atraparme como antes. 

Mejor protagonista masculino

Es para Alexis, de Todos mis sueños, tuyos, un libro que conseguí gracias a eBook Tours. Es un protagonista que, si lo tuviera enfrente, lo abrazaría muchas veces. Tierno, inteligente, inseguro, capaz de dar mucho amor. Sinceramente, una preciosidad de persona. La autora del libro es Sofía Olguín, que se volvió reconocida en internet bajo el pseudónimo Nimphie Knox. Seguramente también la reconozcan  porque es también la fundadora de Bajo el arcoiris, una editorial de cuentos para niños con temática LGBT.

Mejor protagonista femenino


Se lo lleva Cali, Caliandra, de El libro de los portales. Personalmente, es un libro que me gustó mucho en algunas partes y otras que simplemente ni fú ni fá. En fin, Laura Gallego demuestra que sigue teniendo ideas y protagonistas que no necesitan ser rescatadas. Esta en especial me gusta mucho porque tiene sus propias ideas y no duda en exponerlas aunque vayan en contra de todo lo que ha leído o visto. Es, además, increíblemente creativa para dibujar portales, y bueno... creo que soy la única persona a la que su historia de amor si le convenció, pero admito que eso fue sólo porque se parece un poco a la mía.

Mejor personaje secundario femenino


Clarisse, de la saga Percy Jackson. Por meter a Percy en el inodoro y por muchas cosas más, pero lo que más me gusta de la chica es ese caracter de armas tomar que tiene consigo, evidentemente heredado de su padre, Ares. Sinceramente, al principio no me gustaba, nada, me parecía una abusona, pero su papel se vuelve tan interesante en los últimos libros de la primera saga que es imposible no tomarla en cuenta. Es valiente, madura (no mucho, porque a veces le dan ataques de "haré berrinche, que el mundo se joda", como a cualquier otro adolescente en peligro de morir en cualquier momento en medio de una guerra contra los titánes) y tiene un papel primordial en la guerra contra el titán Cronos. Un personaje más avasallador que la celosa de Annabeth.

Mejor personaje secundario masculino



Para Bean, en El Juego de Ender. El chico tiene su propia saga, también (la saga de la sombra) y a mí en lo personal me resultó mucho, pero por mucho, más interesante que el mismo Ender. Aun no sé que pensar de Orson Scott Card, ciertamente, y no concuerdo con el casi 90% de sus ideas, pero Bean le salió muy pero que muy bien. Mientras que Ender es pura intuición, Bean es analisis e intelecto en bruto. Ciertamente en El juego de Ender no juega un gran papel (para que nos engañamos: ningún secundario lo hace, porque todo gira por y para Ender, el mundo allí se divide en dos, los que quieren a Ender, y los que no).

Mejor libro


Se lo lleva un libro precioso, con una primera parte preciosa. La historia de un hombre que amo demasiado y con demasiada intensidad, la historia de la hija de una mujer que antepuso el mundo a su amor. La historia de Alma Singer que obtuvó su nombre gracias al libro, La historia del amor. Alternando la narración de Leo Grunsky, un judío refugiado, la historia del libro y como pasó de mano en mano hasta llegar a las manos del padre de Alma Singer, y la misma voz de Alma Singer, que mediante listas nos deja ver como es su vida, la manera en que piensa y las relaciones con el mundo exterior. Es un libro precioso. 

Por lo pronto... ¡hasta el año próximo!




sábado, 1 de marzo de 2014

Fuego y acero, o el por qué ni siquiera pasé de la página 50

Esto no es una reseña, de ningún modo, pero siento que debo dar una explicación por ni siquiera ser capaz de terminar el libro. Lo conseguí gracias a eBookTours, y bueno, fue una decepción muy grande. 

Sinopsis: La casa Horwing, soberana del Reino de Nirala, tiene un lema: No hay más derrota que la rendición. Cuando Ioren el Rojo, uno de los líderes de los Hombres del Mar, es capturado y conducido a la justicia del Rey, el príncipe Driadan decide tomarle como esclavo en un arrebato de orgullo y envidia. Este hecho desencadenará drásticos sucesos que cambiarán para siempre la vida de Driadan, embarcándole en un periplo a lo largo del continente en pos de la venganza y la supervivencia. El lema de su familia será puesto a prueba cuando deba enfrentarse a un mundo crudo y salvaje… junto a la persona que más odia. En Fuego y Acero, la distancia entre el orgullo y el honor, la fuerza y la tiranía, el amor y el odio, queda reducida a cenizas por las intensas pasiones de sus protagonistas, que desafiarán incluso a su propio corazón para forjar su destino.

Advertencias: Esto spoilea todo el principio del libro.

Primero, debo decir que si algo me sorprendió fue la cuidada pluma de Hendelie, y el inicio de la novela empezaba tan fuerte que creí que sería bastante buena. Además, por supuesto, quería ver como desarrollaba el romance entre Ioren y Driadan, que me llamaba la atención... y allí es donde empiezan las pegas. En el momento en que Driadan lo toma como esclavo, supe que no iba a ser fácil y esperaba un desarrollo paulatino, ver como los personajes evolucionaban y, bueno, escribían su historia.

El principio me gustó, la manera en que presenta  Driadan, en que su padre llega a anunciar una victoria, como, uno por uno, los prisioneros son ajusticiados y, finalmente, hasta que Driadan toma a Ioren como esclavo, para no concederle el placer de una muerte rápida.

Sin embargo, tuve severos problemas al encontrarme con que, en los primeros capítulos, los dos personajes me recordaban a unos estetreotipados seme y uke de cualquier manga o light novel yaoi. Siempre he hecho notar mi desprecio ante tales tramas por encontrar que el uke es siempre algo así como una mujer con pene. Una mujer en apuros... Me recuerda que muchas de las chicas que leen yaoi lo hacen porque quieren leer sexo, como si un romance entre dos hombres fuera... bueno, sólo sexo.

Entonces respire hondo y me armé de paciencia, pensando que, quizá mejoraría.

Hasta llegar a la violación.

Las violaciones son una de las pocas cosas que no leo bajo ningún concepto, a menos de que la trama las justifique, pero... ¿en el capítulo cuatro o cinco? ¿En serio? Me niego a creer que lo que pasó allí fue "hacer el amor". Simplemente hubo una violación. En serio, si se odian, si no se soportan, ¿no sería más lógico golpearse? ¿Pelear? ¿En qué mundo uno se vuelve provocador y contonea las caderas para derrotar al enemigo mientras este le muerde todo el cuerpo? ¿En qué mundo?

Me da lo mismo que sea ficción, pero la escena me dejó mal sabor de boca y fue ahí cuando supe que no iba a seguir. Que no me importaba lo que hubiera en las páginas siguientes, que la autora escribiera muy bien, y que los personajes tuvieran un carácter muy bien formado y delimitado. A mí esa escena me pareció una simple escena de masturbación para mentes femeninas con fantasías muy equivocadas, un acto bastante vejatorio y que ni en este mundo, ni en el mundo en el que transcurre la historia, tiene sentido o lógica para mí.

Como bien dije, esto no es una reseña

miércoles, 26 de febrero de 2014

El club de los corazones solitarios

... o un recordatorio de "No debes leer libros aunque su portada emule a Abbey Road."
«Penny Lane is in my ears and in my eyes
There beneath the blue suburban skies...
Penny Lane.»
Sinopsis: Yo, Penny Lane Bloom, juro solemnemente no volver a salir con ningún chico en lo que queda de vida. De acuerdo, quizá cambie de opinión dentro de unos diez años, cuando ya no viva en Parkview, Illinois (EE UU), ni asista al instituto McKinley; pero, por el momento, he acabado con los chicos. Son unos mentirosos y uos estafadores. La escoria de la Tierra. Sí, desde el primero hasta el último. La maldad personificada.Algunos parecen agradables , claro; pero en cuanto consiguen lo que buscan,se deshacen de ti y pasan al objetivo siguiente, así que he terminado. No más chicos. Punto final.

No es que me muriera por el libro, pero tenía un punto: el hecho de las referencias a los Beatles. Así que estoy en mi deber de advertirte que, si sólo lo vas a leer por eso, mejor ahórratelo, no las hay a mares y puedes gastar tu tiempo en cosas más productivas. MIL VECES MÁS PRODUCTIVAS.

Lo voy a poner sencillo: no soporté el libro. Todos, del primero hasta el último de los personajes femeninos, me parecieron malos a rabiar. Desde Penny, que sataniza a los chicos y generaliza sus estúpidas ideas y se cree friki por ser fan de los Beatles (ojo), pasando por Diane, que le deja de hablar cuando pasa más tiempo con su novio Ryan, pero cuando cortan vuelve misteriosamente. Yo le hubiera dado dos patadas, a alá, a la chingada. Que quienes pasan todo el día pegadas a su novio no merecen que les vuelvas a hablar en la vida, si es que acaso. Y al final llegamos a su mejor amiga, Tracy, que es el personaje que menos soporté; para empezar tiene una LISTA de chicos con los que quiere salir, lo cual me parece un poco enfermo, conozco a muchas chicas, a muchas adolescentes muy normales y ninguna tiene una lista de ese tipo, además de que está dispuesta a cambiar cualquier cosa de sí misma por un chico. Cariño el problema no son los chicos: ERES TÚ.

En serio, si tu vida completa depende de si un chico sale contigo o no: tírate de un puente y haznos un favor. Yo también estuve en el bachillerato, yo también tuve dieciséis años y ese tipo de chicas me dan asco. En serio, yo ni tengo el problema de que sean unas pinches fracasadas en el amor o que no vean más allá de los chicos. Es más, al ser un libro sobre chicas, amigas, es lógico que pase el Test de Bechdel... y cumple los dos primeros puntos (al menos dos personajes femeninos con nombre que hablen entre ellos), pero dudo que cumpla el tercero (y la conversación no verse sobre hombres), ¿ven por donde va el camino? 

Bueno, imagínense que la autora metió todos los clichés sobre institutos de las películas de Lindsay Lohan y las de Hillary Duff (películas a las que les tengo aprecio, porque sé que babosada voy a ver) y los metió en un libro con personajes malísimos y referencias a los Beatles. No faltan las porristas zorras que no se quitan el uniforme ni para ir a mear, los miembros del equipo que salen con las porristas y son las celebrities del mundo del instituto. No es para mí, gracias. 

Y ahora sobre los hombres, pues los hay muy basura (en lo único que coincidimos Penny Lane Bloom y yo es que Nate es un cerdo) y los hay muy lindos. ¿Puntos medios? ¿Hola? ¿EXISTEN? No, para nada, responde la autora, mis personajes son clichés a más no poder... El protagonista masculino, Ryan, es el prototipo de chico perfecto que NO existe. Gracias por su atención. Además de que el romance es medio forzado y muy, pero muy precipitado. 

En fin, creo que se entiende el punto: no me gustó el libro.  Va sobre no generalizar, pero considero que la gente de dieciséis años es bastante lista como para no hacer una generalización tan infantil. Y sinceramente, a mí me molesta que me vean la cara de idiota: no me compré un libro para leer como un montón de chicas se desvalorizan a sí mismas por intentar salir con chicos. 

Dios, gracias a dios de verdad no me compré.