Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 8 de abril de 2017

PRIDE: cuando los gays y lesbianas apoyaron a los mineros


En 1985, varios sindicatos mineros de Gales encabezaron la marcha del Orgullo LGBTIQ junto al grupo LGSM (Lesbians and Gays Support the Miners; Lesbianas y Gays Apoyan a los Mineros, por sus siglas en inglés) en agradecimiento a todo el apoyo que recibieron del colectivo durante las huelgas de 1984. Probablemente no muchos hayan oído de las huelgas de los mineros en esa época porque no fue algo que se volviera internacional, pero han existido libros, películas, miles de historias de esa época, cuando la Dama de Hierro ―Margaret Tatcher― estaba en el poder. Una de esas historias fue cuando un pequeño grupo del colectivo LGBTIQ decidió apoyar a los mineros, recaudar para ellos y enfrentarse incluso a un sindicato que no quería su ayuda.


La película, dirigida por Matthew Warchus, con guion de Stephen Beresford, fue estrenada en 2014 y ganó el Queer Palm en el festival de Cannes en 2014. Pride es, en general, una película optimista, que recuerda que las alianzas son posibles y que nadie tiene que luchar solo por sus derechos, siempre y cuando respetes las decisiones de quien está luchando. El fundador de LGSM, Mark Ashton, fue un activista por los derechos del colectivo LGBTIQ y miembro del partido comunista británico ―aunque esto no se menciona en la película― y luchó gran parte de su vida por los derechos de los oprimidos antes de morir, doce días después de que fuera diagnosticado con SIDA.


Cuando los mineros estaban siendo acosados por la policía, encarcelados ilegalmente y en huelga, casi muriendo de hambre, el colectivo LGBTIQ ya había pasado por todo eso antes. La mayoría se muestras reacios para apoyar a los mineros, pues solían ser el grupo más homofóbico. Se puede apreciar en la película, porque el sindicato no quiere su dinero, no importa cuanto hayan recaudado, hasta que se deciden a pasar por encima de él y ofrecer su apoyo a una pequeña comunidad minera en Gales.

Hay una parte en especial de la película que me maravillo en la que Mark hace notar que parece que todos están luchando por lo suyo sin ayudarse realmente y no debería ser así. Los derechos de los obreros, de las mujeres, de los gays, etcétera. Eso debería ser interseccional y esta película hace su particular intento por mostrarlo y retratar la historia de una pequeña comunidad minera y un grupo de lesbianas y gays que decidió ayudarlo y recaudar dinero para apoyarlos en su huelga.


Es una película sencilla que además de mostrar la huelga minera y el movimiento que encabezaron los miembros del grupo LGSM, incluso cuando fueron llamados pervetidos en los periódicos y volvieron suyo ese nombre, creando uno de los mayores eventos benéfico para pedir solidaridad con los mineros, el concierto Pits and Perverts.

La película es protagonizada por Ben Schnetzer en el papel de Mark Ashton (Max Vandenburg en The Book Thief, La ladrona de libros), George MacKay como Joe “Bromley” Cooper, un miembro ficticio del grupo cuyos padres aun no saben que es gay, Dominic West como Jonathan Blake, una de las primeras personas en ser diagnosticadas con SIDA en el Reino Unido, Andrew Scott (Jim Moriarty en Sherlock) como Gethin Roberts, su pareja. Imelda Stauton (Dolores Umbridge, en Harry Potter) hace esta vez el papel de Hefina Hedon, activista por los derechos humanos que ganó notoriedad en la huelga minera; Jessica Gunning interpreta a Siân James, que después de la huelga ingresó en la universidad y más tarde fue miembro del parlamento inglés por Swansea East, la primera mujer en ocupar esa pocisión. El resto del cast lo completan Bill Nigthy y otros actores ingleses.


Pride es quizá una película bonita, de esas para darse palmadas en los hombros y decir ¡mira lo que hemos logrado! Porque es válido hacerlo, pero también es una película para hacer notar todo el camino que falta por recorrer y que no es poco. Es una película entretenida, brillante a mi parecer para la historia tan sencilla que cuenta. Sí, la recomiendo, más ahora que estamos en el mes del Orgullo y que nos hace falta recordar que #LoveIsLove, en cualquiera de sus formas. Porque aun nos falta camino por recorrer como sociedad: aún no lo hemos logrado todo.


Y Pride es una pequeña muestra de ese camino recorrido, pero también el recordatorio de todo lo que nos falta hoy en día.


jueves, 6 de abril de 2017

Lo bueno, lo malo y lo absurdo de Ingobernable

«Pero si todos hablan de 13 reasons why, ¿qué hago?»
― Yo en un día normal.


Miren, vengo a ponerles a Kate del Castillo en mi blog porque no conozco a nadie más que la haya visto que no la haya odiado y que no sea mi mamá. Sí, mi mamá. Pero con mi mamá no me voy a poner ni chaira ni feminista porque le da miedo y me mira feo, así que ustedes se van a aguantar mi entrada de Ingobernable. Uno, si piensas que todas las producciones mexicanas, series o telenovelas, son para pobres, felicidades, ve a sacarte al clasista que llevas dentro porque le acabas de demostrar a Azcárraga papá, el que dijo que hacía tele para jodidos, que ganó; tampoco leas esta entrada, no creo que sea para ti. Dos, si piensas que las producciones mexicanas, series o telenovelas, están hecha para pendejos, ve con toda tu libertad a ver cualquier producción Américana, total que esas, hasta las más idiotas, están hechas pa' gente inteligente. Tres, si no aguantas a nadie que vea telenovelas, vete, porque bueno, no es que vea muchas, pero todas las que Argos le produjo a Cadena Tres sí que las vi, o pedazos, porque el formato telenovela me llega a cansar (hay mucho relleno que meter en capítulos de 40 minutos durante cinco días). En fin. Que no te tortures si ya sabes que esto no te va a gustar. A mí Ingobernable sí me gustó porque la hicieron más o menos decentemente con temas que me encanta ver en pantalla.

Así que aquí vamos, esto es lo Bueno, lo Malo y lo Absurdo de Ingobernable, la historia de Emilia Urquiza, la primera dama prófuda. Aquí está el trailer. Abajo de él, hay spoilers. Si nunca vas a ver la serie, ve sin cuidado. Si la quieres ver y no te importan los spoilers, ve sin cuidado, tampoco voy de poner cuadro a cuadro la escena final. Si no te gustan los spoilers, por favor, no leas. Sobre aviso no hay engaño. Insisto, HAY SPOILERS.




Lo bueno


Me gusta que le den bien fuerte al gobierno. Que le den donde le puto duele, en su guerra contra las drogas. Porque si algo tiene bien esa serie, es el discurso presidencial que nunca se pronunció. Diego Nava, aunque durante toda la serie me cae muy mal (y mira que no suelo hablar tan mal de los muertos), tuvo muchos huevos para pensar en mandar a Estados Unidos al carajo y traicionar al ejército. Yo no hago paralelismos con la realidad, pero, ejem, es que son tan obvios que aunque tu mayor referente en política sea Chumel Torres (búsquense otro, no confío nadie que crea que no nos merecemos la libertad de expresión) los agarran. Argos siempre le ha tirado cabrón al gobierno en algunas de sus producciones (El Octavo Mandamiento, que agarraba temas como El Gober Precioso y el escándalo de los casinos, Infames, que se metía luego luego con el poder) y a mí eso siempre me ha gustado, porque me gusta el thriller político en México (no me hablen de House of Cards, Estados Unidos me deja dormida). Así que si parte del target de Ingobernable eran gente que le gustara el thriller político, they got me. Y me agarraron bien. Me gusta cuando hablan de las violaciones a los derechos humanos del ejército, cuando hablar de las desapariciones forzadas, de los operativos violentos y además lo condenan. They got me and they got me well.


Alberto Guerra fue una sorpresa grata... Lo recordaba mucho peor. Muchísimo peor. Además me gusta el personaje. ¿Tipín madreado por la vida dispuesto a luchar por la justicia y en las madres en las que cree y que es de armas tomas? They got me. He escrito como mil de esos, como diez mil de esos. Me gustan los personajes con ideales así, que hacen todo y la vida los jode (siempre y cuando sobrevivan al capítulo final). 

Anna Vargas-West. Que personaje, joder. Odio a Anna Vargas-West. Está tan bien actuado que la odio profundamente y no le deseo nada bueno en la vida. Aunque de repente intenta ajustar su karma (no lo logra, porque tiene mucho karma negativo esperándola). Eréndira Ibarra es la que interpreta al personaje, y seguro les suena de Sense8. ¿No? ¿Daniela? También ha salido en Capadocia, Las Aparicio, El Octavo Mandamiento, La vida inmoral de la pareja ideal y... no he visto nada más de ella (de hecho, o he visto Capadocia).


Casi todos los personajes de Tepito. Tengo mucha más debilidad por ellos que por cualquier privilegiado en la vida. Es que, a menos que tengan problemas tan jodidos como la primera dama, me cuesta mucho ver los dramas de los ricos. Es más, eso de "qué difícil es ser presidente" no me entra hasta que al presidente lo amenazan de muerte. En serio. Tengo problemas con los dramas de los privilegiados, más cuando viven a costa de la desgracia de los otros. Sí, lo sé, soy complicada. Pero me gustan todos los personajes de Tepito, Chela la que más y Zyan, quizá, la que menos (aunque la actriz mejoró, recuerdo que era el personaje que menos me gustaba en El Octavo Mandamiento porque estaba todo el rato recitando como cartón). 

Lo malo


Los hijos de la primera dama. No tengo demasiadas quejas de ella, pero de Emiliano, caray. Yo entiendo que es difícil trabajar con niños actores. Es más, yo entiendo que a veces no son los mejores actores del mundo. ¡Son niños! Pero aquí fueron a buscar de los peores niños actores que había en el mundo y consiguieron a Emiliano. Además el personaje es un niño consentido, lo que no le da muchas papeletas para ganar mi aprecio. Pero si al menos hubiera actuado bien. Parecía que estaba en una obra de escuela donde sólo había que recitar los diálogos... ¡y el actor no tiene la culpa, es un niño, maldita sea busquen mejores niños actores! Y de, paso, también aprendan a escribir niños, porque se nota que lo escribieron pensando en cómo los adultos ven a los niños, no en como son los niños.


¿Soy yo o Fernando Luján actua más mal cada día? Entre que el señor Urquiza que cae del nabo y Luján no se marcó la mejor actuación de su carrera, pues nada. No pasó a la lista de cosas memorables.

La serie abre demasiadas lineas argumentales y no va cerrando casi ninguna. Joder, serie, no eres telenovela, no tienes tanto tiempo para desarrollarlo todo, decídete por algo. A mí me gusta todo, ¿militares corruptos?, ¿centros de detención extra-oficiales?, ¿Estados Unidos metido en la política mexicana como toda la vida? ¡¿QUÉ?! A ver, no que sólo dejen uno, que se enfoquen en uno por vez, por favor. Es una serie, si juegan bien sus cartas van a tener más temporadas para seguir explorando y dándole con todo al gobierno.


Lo absurdo


Se nota un chingo que Kate del Castillo no grabó en México. Todas las escenas de ella en la calle en sitios muy famosos de México son de espaldas o escondiedo la calle. Las escenas del grito en Palacio Nacional se ven un poco forzadas cuando Kate sale al balcón. Hay partes que sí se ven como oh Dioh' mío, pero que obvio.


Los pequeños errores como que nadie nunca tiene papeles en su oficina o parece que está trabajando (y si lo parece es porque es para la trama o son muy pocas veces). Hay un montón de esos pequeñitos errores, y es cómo... C'MON! No eres una telenovela, hay más varo porque vas a hacer menos capítulos, hay más tiempo, no tienes que correr, ¡¿por qué tienes esos errores?! En fin. La solución, como muchos piensan, no es que Estados Unidos nos enseñe a producir cosas, nosotros lo hacemos, pero, caray, hay que hacerlo bien. (La idea de que Estados Unidos es mejor en todo salió de sabrá Dios donde, pero ya dejen de alimentarla).


Algunas de las escenas de Ovni. A ver, las escenas de hackers en casi todas las series o películas que conozco es absurda a morir, con Ovni las cosas están un poco mejor. Al menos fueron a una clase para les enseñaran los super basics, pero fuera de eso, luego si hacen unas cosas tremendas porque tienen la imaginación muy activa y yo en vez de creermelas, pues me río.


martes, 4 de abril de 2017

2x1 en libros infantiles | Reseñas

Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales estaban publicados en Plusbits Mx y La Cueva del escritor

El perfume de la faraona de Kyra Galván


Sinopsis: Viaja desde la Francia contemporánea hasta el Antiguo Egipto, en la época gobernada por la faraona Hatshepsut, en compañía de Françoise, hija de Paul Montpellier, uno de los más prestigiados perfumistas al que llaman “la mejor nariz de París” por su destreza para detectar los componentes de cualquier fragancia. Ellos dos y su familia se ven involucrados en una aventura de intriga y acción, en la búsqueda de los ingredientes para recrear el perfume de la faraona al que se le atribuyen cualidades portentosas. Descubre qué secretos esconde el misterioso bálsamo.

Me gustan los libros infantiles, sobre todo los ilustrados. No me gustan para leerselos a los niños de la casa (ya ninguno está aquí en edad de que le lean cuentos), sino que me gustan para mí. Usualmente se habla de la literatura infantil como algo «menor» o «inferior» a la literatura adulta. Se les suele clasificar como libros mucho menos serios y menos profundos que los libros para los más grandes cuando la realidad es muy diferente. Algún escritor por ahí que acabó escribiendo para niños aunque en realidad ese no era su plan, acabó diciendo que escribir para niños era mucho más difícil de lo que había imaginado y que las historias eran más complejas de lo que había pensado en un principio. En parte por eso busco libros para niños: para disfrutar de nuevo con esas historias y ese tipo de personajes. En parte, por eso me hice con El perfume de la faraona de la escritora Kyra Galván.


El libro ―publicado por ediciones el Naranjo― tiene como protagonista a una niña muy curiosa, fascinada por la historia y a su padre, un perfumista que es la «mejor nariz» de todo París. Su hija ha heredado ese talento, aunque a la madre no le parece tan bien que pierda su tiempo en los perfumes, pues eso no le asegura ninguna clase de futuro de momento y prefiere que se centre en otras cosas, como los estudios. La historia empieza cuando a Paul Montpeiller es llamado para ayudar a encontrar los elementos de un misterioso perfume encontrado en la tumba de la reina-faraón Hatshepsut ―que, si les interesa saber, tuvo uno de los reinados más largos y pacíficos en Egipto y además construyó increíbles monumentos― y Françoise, su hija, se ve obligada a quedarse atrás, en casa de su madre.


En un principio, el libro avanza lento, porque Françoise va dando tumbos por ahí, encontrando información sobre Hatshepsut y mandándosela en cartas a su padre que más bien parecen redacciones de primaria o de libro de texto para niños. No considero ese uno de los aciertos del libro, la verdad, porque hubiera preferido ver esa información insertada de otra forma ―sobre todo si el propósito era enseñar un poco de historia a aquellos que no la supieran―. Sin embargo, una vez que los misterios empiezan, el libro toma un rumbo muy diferente y la historia sí que mejora, además de que tenemos la oportunidad de ver a los personajes en Egipto directamente, en vez de verlos hablar de Egipto.


Las ilustraciones de El perfume de la faraona son obra de Tania Recio y la mayoría de ella son preciosas. Admito que me hubiera gustado ver más de Egipto, pero lo que nos enseña es precioso y me deja con ganas de más. Ojalá vuelva a trabajar con la editorial en alguno de sus proyectos futuros porque me gustaría ver más ilustraciones por el estilo. El libro, pues… al final fue agridulce, realmente. Me gustan los libros infantiles que dejan más a la imaginación porque reconocen que los niños son inteligentes y además son capaces de hacer deducciones o descubrir nuevas cosas tras varias lecturas, pero este libro per se no es malo. Recomendable para los niños interesados en la cultura egipcia, eso sí, trae algunos datos interesantes.

Finis Mundi de Laura Gallego García


Sinopsis: Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe...

Laura Gallego saltó al mundo de la publicación y de las editoriales con esta novela, ganadora del premio Barco de Vapor 1998, con lo cual SM se convirtió en la editorial que editaría y sacaría a la venta la mayoría de sus obras.

Finis Mundi es, en apariencia, una novela increíblemente sencilla, que sigue a Michel, un monje de apenas catorce o quince años a buscar los tres ejes en los que se sustenta la rueda del tiempo y que están desperdigados por toda Europa. ¿Por qué los busca? Porque se acerca el primer milenio y el mundo terminará y él está decidido a salvar a la humanidad. Los acompaña un juglar, Mattius, que no acepta las invitaciones de reyes y de grandes señores para tocar en sus salas y tiene un modo muy particular de ver la vida.

Pero ellos no son los únicos que están tras los tres ejes del tiempo…, como acabarán por darse cuenta.

Finis Mundi está escrito con el estilo sencillo y fresco de Laura Gallego, entreteniendo al mismo tiempo que teje entre sus páginas una trama muy interesante, en la que se ven involucrados caballeros, chicas que quieren ser juglaresas y sueñan con ser aceptadas por el gremio, enemigos que no conocen y señoras que se dirigen a Britania a negociar en el lugar de sus maridos.


El libro es corto y se divide en tres partes, una por cada eje del tiempo que tienen que buscar, desplazándose desde Francia a Germania y de allí a la Hispania dominada por los moros, acabando en un barco con destino a Britania.