Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 30 de diciembre de 2017

2017: un resumen (más o menos)

En las noticias este fue un año de mierda en todos los sentidos, por favor, no lo recordemos. Pero en mi vida 2017 fue un año bastante chingón en casi todos los sentidos, así que vamos a recordarlo por favor. Empecé este año en India. Sí. En India. Viví en India. (Si quieren les hago una guía turística de como no ser estafado en India). Llegué a México el 11 de enero, más cansada que nada y lo primero que me comí fueron unos taquitos de arrachera. De aquí para acá, empieza el recuento. Agárrense porque se puede poner lacrimógeno, eso sí, muy cronológico no está. 


1. Este año formalizamos Libros b4 Tipos como colectivo feminista. El 6 de enero cumplimos dos años existiendo, pero fue este año en el que nos sentamos y dijimos, queremos que esto sea algo chido. Salimos en Buzzfeed y de ahí para acá, todo nos ha salido más o menos. Hasta estuvimos en la tele hablando del proyecto. Como colectivo, LB4T se fue a presentar un fanzine a Agascalientes (y yo no fui) y luego a la FIL Aguascalientes (¡y tampoco fui!), pero...


2. Este año fue mi primer año en la FIL Guadalajara, la segunda Feria del Libro más grande del mundo y la primera en español. Y sí, es cierto, es enorme en todo sentido. Además, en la FIL Guadalajara tuve la oportunidad de ver una plática de ciencia ficción con Antígona Segura y Martha Riva Palacio Obón (¡tenemos una foto!), a Fransesca Cavallo y a Elena Favilli hablando de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, a Antonia Michaelis (¡tengo una foto!), vimos a Antonio Malpica, A Lydia Cacho, a... se me olvidó a que tanto fuimos. Pero ir a la FIL fue una experiencia muy muy buena, muy interesante y ya casi estoy apartando mis boletos para el año que viene.











3. Este año trabajé... en una Feria del Libro. Trabajé en la FILIJ varios días, recomendándole libros a muchos muchos niños y descubrí lo bonitos que son los niños lectores. Me encantan, soy su fan. Además, ahí trabajando nada más tuve la oportunidad de ver a Fransisco Hinojosa como si nada, a Martha Riva Palacio (hay fotos) y a María Baranda. Ah, también a la ilustradora Mercé López. Y seguro alguien se me olvida...

4. Fui a la presentación del Diccionario de Mitos Clásicos, lo que significa que vi a la hermosa María García Esperón otra vez. ¡Llevábamos una eternidad sin vernos! Porque a mí se me ocurrió que era buenísima idea irme a vivir a India, ¿por qué no? Esto sólo lo pongo en un inciso porque quiero recordarles que María García Esperón es una magnífica escritora a la cual deberían leer. Pero bueno, pasando a otra cosa, mariposa...




5. Este año cumplí de sobra mi reto en Goodreads. O sea, lo subí más de cinco veces. Sin embargo, es el año que menos páginas he leído. Resulta que después de leer Teoría King Kong me sequé, completamente (lo cual no es muy raro, o sea, vean de que libro les estoy hablando) y lo único que leí durante un montón de tiempo, fuera de las lecturas conjuntas de Libros b4 Tipos, fueron comics. Luego ya volví a leer, pero leí puros libros infantiles, casi. Porque me di cuenta de que quería saber qué demonios se estaba escribiendo para niños y... porque hicimos LIJFeministaLat en Libros b4 Tipos.

6. ¡Este año no di sólo una, sino dos pláticas en la Vasconselos! ¿Adivinan con quién? Sí, con Libros b4 Tipos. Las dos en el marco del día de la escritora, una hablando de Jane Austen y en general las mujeres que escriben y otra enmarcada en el tema de Leer a mujeres en el siglo XXI. Estuvo bien, aunque en la segunda teníamos a un señor que representaba a La Masculinidad: se sentó al lado de nosotras, abrió las piernas y se durmió. Que no digan que no estuvo presente la masculinidad. Fuera de eso, me la pasé muy bien. 




7. Académicamente... pues no apesto. Y ya. Pasemos a otra cosa.

8. Evidentemente no cumplí la el Pop Sugar Reading Challenge 2017. Nunca lo cumplo porque siempre me faltan categorías que no tengo ni el más mínimo interés en leer. Menos el Desafío Curioso, este año me fue muy mal y creo que este año ahora sí, se va a quedar por la paz para siempre. Los dos bingos literarios casi los completo, pero no. Igual los vuelvo a intentar. Tampoco es que me preocupe mucho cumplir o no cumplir un reto, leí lo que quise y estuvo bien. 

9. ¡Desde este año tenemos dominio! Y seguiremos teniendo, de aquí a que se me acabe el dinero. Más o menos. 

10. Hice dos cosplays. El primero fue para Halloween y fue de Ms. Marvel: me veo increíble de Kamala Khan. El segundo fue de Margaret Hamilton, para el #GuadalupeReinas de Libros b4 Tipos; recree la famosa foto en la que está parada al lado de todo el código que escribió para el Apolo 11. Y aquí están para que los vean. 




Finalmente, sé que para mucha gente, 2017 fue un año terrible. En general, a mí me pasaron cosas buenas enmarcadas en un año horrible. De hecho, creo que ver las noticias este año fue un suplicio. Nunca vi tantas pendejadas pasar en tan poco tiempo, tan rápido, en todas partes del mundo. Sin embargo, me estoy dando este gusto medio egoísta de darme palmaditas en la espalda y decirme que me salieron muchas cosas chidas, que eso está bien. Así que quiero desearles a todos un feliz año nuevo y que 2018 no sea tan horrible

jueves, 28 de diciembre de 2017

Todas las razones por las que deberían leer Mujeres, Raza y Clase | #GuadalupeReinas

Sinopsis: El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos capítulos, Angela Y. Davis ofrece un análisis riguroso y esclarecedor que no sólo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composición de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos políticos actuales.

Bueno, yo sé que a mucha gente no le gusta que le digan que deben leer libros. Muy bien. En realidad no deben leerlo en todos los casos, pero creo que si son feministas o quieren ver el feminismo con una perspectiva de clase, este libro es una lectura prácticamente obligada. Por ahí empiezo mi introducción, el feminismo con perspectiva de clase. El feminismo, en la mayoría de sus corrientes, es un movimiento interclasista, que ignora las diferencias de clase entre las mujeres; aun a pesar de ello, muchas corrientes feministas han hecho grandes aportes a la teoría del movimiento. Por ejemplo, el feminismo radical nombró al patriarcado y le dio el significado con el que lo conocemos ahora. Sin embargo, el feminismo ha sido criticado muchas veces precisamente por ser un movimiento burgués (por ejemplo, durante el sufragismo) e ignorar las diferencias de las clases entre las mujeres. Por ejemplo, Alexandra Kollontai, bolchevique durante la revolución rusa y una mujer comunista, renegaba del feminismo precisamente porque este, en su tiempo, no trataba ni de cerca la cuestión de la mujer obrera. No se queda atrás Domitila Barrios de Chúngara, líder obrera en Bolivia, que durante un Encuentro de Mujeres en México, en el 79, si la memoria no me falla y no me equivoco, realizó más o menos, la misma crítica al feminismo. Espero poder hablarles con más calma de estas dos mujeres, que son admirables, aunque hoy nos vamos a dedicar un poco más a Angela Y. Davis.


Angela Davis es una activista afroamericana, marxista y profesora en la Universidad de California en Santa Cruz en los Estados Unidos. En 1969 la expulsaron de la Universidad de California (no la misma donde imparte clases ahora, pero perteneciente a la misma red), donde impartía clases de filosofía, porque descubrieron su afiliación al Partido Comunista de los Estados Unidos (y en Estados Unidos ya saben que la palabra Comunismos los hace sacar cañones, misiles y bloqueos económicos, cuando menos). Estuvo envuelta con el movimiento Panteras Negras y ha escrito varios libros, algunos de ellos donde habla de la liberación de las mujeres. Uno de esos libros es Mujeres, Raza y Clase, publicado por primera vez en 1981.


Ya sé que todavía no acabo la introducción, perdón. Les quiero poner un poco en contexto de donde sale mi lectura sobre este libro. Primero, es, obviamente, mi interés por la teoría feminista y casi todo libro que trate la cuestión de la mujer y segundo, porque en Libros b4 Tipos (facebooktwitter, instagram goodreads) organizamos el maratón Guadalupe Reinas para leer 10 libros del 12 de diciembre al 6 de enero, todos escritos por mujeres, ya que nos dedicamos a la visibilización del trabajo intelectual femenino en su mayoría. Yo quería leer este libro de Angela Y. Davis desde hace tiempo y decidí que era un momento perfecto para hacerlo. Y vaya que fue buena idea. Ahora sí, aquí van todas mis razones para leer este libro: 

1. Brinda un muy importante contexto histórico


En esta época del tiempo, en el que nos rodea el feminismo pop que viene de los Estados Unidos en su mayoría, creo que es muy importante darle un contexto desde los inicios de la mujer en la política, para entender de donde viene. La mayor parte del feminismo que llega desde allá es feminismo liberal o lo que yo llamo comunmente, Feminismo Emma Watson. Un feminismo que intenta hacer cosas, pero que conoce poco de teoría, que necesita sumergirse un poco más en su propia historia para entender de donde viene, en vez de, precisamente, casarse con el capitalismo (como lo hace la mayoría de las veces) y defender como empoderantes prácticas que tienen una raíz patriarcar sin analizar ni madres de nada. Pero bueno, volvamos a Mujeres, Raza y Clase.

Sojourner Truth 
Habla de la historia de la mujer negra y en general de la comunidad negra desde el esclavismo y sus condiciones de desigualdad. Remarca, precisamente, que en condiciones de trabajo las mujeres negras eran tan explotadas como los hombres, por lo tanto, no existía una supremacía masculina del hombre negro. Sin embargo, en otras cuestiones, las mujeres si que sufrían graves desventajas, como la violencia sexual sistemática a la que eran sometidas. El libro rescata desde allí hasta la lucha por los derechos reproductivos de los sesentas y setentas, hablando de la condición de la mujer, del abolicionismo de la esclavitud y poniendo, siempre, en el frente a las mujeres negras y a las mujeres obreras. 


Por supuesto, también habla del sugragismo, un movimiento que, curiosamente, nació con las mismas mujeres del movimiento abolicionista. Sin embargo, poco después del fin de la Guerra Civil, el movimiento sufragista tomó forma y nació un movimiento racista y clasista porque muchas de las mujeres que fueron reclutadas en esos tiempos eran mujeres de clase media, en el sur y los argumentos usados para convencerlas muchas veces rozaba en... supremacía blanca. Muchas sufragistas blancas aspiraban a encontrar la igualdad con los hombres blancos, más que la liberación de la mujer. También remarca como en medio del sufragismo, se veía al voto como un fin y no un medio para la liberación porque en general las sufragistas blancas de la época no se dieron cuenta que la emancipación política no equivalía a la económica.

En fin, les voy a dejar de contar el libro. Ahí. Pero que sepan que les puede brindar mucho contexto histórico de interés general. 

2. Trata la causa de la mujer obrera y la opresión de clase en primer plano


Al hablar de la esclavitud, habla con gran énfasis de que la mujer negra siempre fue fuerza de trabajo, parte de la producción. Y cuando habla de la abolición de la esclavitud, rescata precisamente que las mujeres negras siguieron siendo, en gran parte, trabajadoras fuera del hogar. La mayoría de ellas en el ámbito doméstico o agricultor y algunas de ellas en la industria. Precisamente por ello destaca como la opresión por su condición de mujeres, por su raza y por su clase influyó de tal manera en toda su historia. Precisamente, cuando habla del sufragismo habla de como el sufragismo era un movimiento donde las mujeres negras eran virtualmente invisibles. Y ese no fue el único error del sufragismo, sino que también alejaba a las mujeres obreras blancas... simplemente al no entender sus demandas. 

Ida B. Wells
Las sufragistas veían, como ya dije, el derecho al voto como un fin. La historia se ha encargado de contradecirlas y hacernos ver que el derecho al voto, si bien contribuye a la liberación de las mujeres, no es el fin de la lucha feminista, por más machos progres que nos lo quieran contar. Las mujeres obreras, en el tiempo de las sufragistas, estaban más preocupadas por sus problemas inmediatos: salarios, condiciones de trabajo, que por el derecho al voto y lo veían como algo abstracto que a saber en qué les iba a ayudar. Históricamente, la mujer obrera y trabajadora no se volcó completamente por el sufragio hasta que fue evidente como la emancipación política le podía ayudar a exigir mejores condiciones de trabajo y resolver, bueno, los problemas más urgentes que tenía. 

Para Angela Davis el primer plano casi siempre son las mujeres con más desventaja. Si bien reconoce los avances de las sufragistas, de las abolicionistas, que eran mujeres relativamente acomodadas, en su mayoría, no quita el dedo del renglón ni evita la crítica cuando tiene que hacerla. Recalca una y mil veces que las mujeres obreras no buscan la igualdad con los hombres que están en las mismas condiciones que ellas (porque eso es seguir teniendo una vida de mierda), sino su liberación y mejores condiciones. Todo esto me lleva al siguiente punto.

3. La crítica de Angela es bastante valiosa 


Hace ya meses leí La dialéctica del sexo. Este libro, escrito por Shulamith Firestone, una de las figuras principales en el feminismo radical. La dialéctica del sexo, es, además, una de las lecturas principales para adentrarse en el feminismo radical. Sí les recomiendo leerlo, principalmente porque trata al Género como una clase opresora, analiza de maravilla las relaciones románticas, el amor romántico y los trabajos de cuidado femeninos, pero, cuando yo lo leí, también hubo cosas que quise criticar. Luego les hablo de manera más extendida de él, pero ahora lo traigo a la cuestión precisamente porque Angela Davis lo critica en un punto. O, más bien, critica su manera de presentar al racismo como un derivado de la opresión de género, algo que en el libro de Firestone no tiene ni pies ni cabeza (pues ignora, completamente, las diferencias de clase). Así, como esa crítica, hay muchas en el libro. 


Critica al feminismo como un movimiento escencialmente burgués y, en consecuencia, blanco. Remarca por qué muchas mujeres no se sienten identificadas con los movimientos de mujeres en su mayoría, al ser sistemáticamente ignoradas por ellos, al igual que sus necesidades. A pesar de apelar a los movimientos de finales de los setentas y principios de los ochentas, no ha perdido validez aún. La crítica al feminismo siempre debe ser bienvenida... pero ojo, dije crítica, no ataque. Los ataques a nadie les sirven, mientras que las criticas ayudan a avanzar y a evolucionar. 

No tengo mucho más que decir en este punto, y es el final. Todas las razones por las cuales Mujeres, Raza y Clase es un libro interesante y valioso son únicamente tres razones, pero espero que sean tres razones lo suficientemente fuertes como para que el libro les interese. Ahora mismo, no tengo ni la más remota idea de si se edita en español o en qué países se edita. Lamentablemente no creo que sea una edición que llegué a muchos lugares, si es que existe, así que para eso lo tengo disponible, completamente gratis, en inglés. Cuando hablo de libros de formación siempre me interesa que estén disponibles, al menos para todas aquellas personas que tienen internet. Lo pueden encontrar aquí. Creo que ha sido una de mis mejores lecturas para finalizar el año. 

Mujeres, Raza y Clase es un libro que requiere atención y, muchas veces, tiempo. No es un libro fácil, pero es un libro que vale todo el tiempo y el esfuerzo que gastes leyéndolo, eso puedo asegurarlo totalmente.

martes, 26 de diciembre de 2017

Akata Witch, Nnedi Okorafor | #GuadalupeReinas

Sinopsis: Akata Witch transports the reader to a magical place where nothing is quite as it seems. Born in New York, but living in Aba, Nigeria, twelve-year old Sunny is understandably a little lost. She is albino and thus, incredibly sensitive to the sun. All Sunny wants to do is be able to play football and get through another day of school without being bullied. But once she befriends Orlu and Chichi, Sunny is plunged in to the world of the Leopard People, where your worst defect becomes your greatest asset. Together, Sunny, Orlu, Chichi and Sasha form the youngest ever Oha Coven. Their mission is to track down Black Hat Otokoto, the man responsible for kidnapping and maiming children. Will Sunny be able to overcome the killer with powers stronger than her own, or will the future she saw in the flames become reality? (Si alguien requiere una traducción, no duden pedirla en los comentarios).

Este libro lo leí como el libro de ciencia ficción o fantasía para el maratón Guadalupe Reinas de Libros b4 Tipos (facebooktwitter, instagram goodreads) y, obviamente, es un libro de uno de mis géneros favoritos: fantasía. Ya llevaba tiempo queriendo leer a Nnedi, una escritora de ascendencia nigeriana nacida en los Estados Unidos que tiene muchas y muy variadas opiniones en su twitter (especialmente sobre el racismo en el ámbito cultural, ¡léanla, es muy interesante!). Me encantó leerla, pero vamos por partes para hablar de Akata Witch.

Akata es un término yoruba, una de las tribus mayoritarias en Nigeria y podemos encontrar su definición fácilmente en el Urban Dictionary. Habla, en su mayoría, de las personas nigerianas (a veces, específicamente Yoruba) que viven en el extranjero o se han criado en el extranjero, especialmente los Estados Unidos. Akata es como ser extranjero en tu propia tierra, Akata es conocer algunas costumbres, pero no sentirte de todo en casa. Y es, precisamente, lo que muchas veces siente la protagonista del libro. Sunny es una chica que nació en los Estados Unidos de padres nigerianos (ambos igbo); antes que hablar igbo, habló inglés y, además, a pesar de que todos sus rasgos son centroafricanos, ella es albina, lo que causa que la miren raro, la crean bruja o se refieran a ella con palabras despectivas. A Sunny le gusta jugar futbol, pero no puede hacerlo más que de noche. El sol es su enemigo y suele ponerse roja, roja cuando pasa demasiado tiempo en él. Siente que no encaja en ninguna parte. Hasta, que, por supuesto, descubre su secreto.

Sunny es una leopardo, es parte de los leopard people, personas con diversos poderes. Sin embargo, ella no tiene ni idea de donde vienen sus poderes o como controlarlos, puesto que parece que nadie se los ha heredado, al contrario de sus amigos. Orlu y Chichi siempre supieron lo que eran, conocían sus rostros espíritu, al contrario de Sunny. Poco a poco, Sunny empieza a descubrir las ventajas que le da pertenecer a ese mundo: de repente el sol ya no la tortura, puede hacer más cosas, tiene poderes, descubre cosas impresionantes y se sumerge de lleno en un mundo mágico que nunca creyó que existía. Hay quien se refiere a Akata Witch como el Harry Potter nigeriano o africano, pero creo que no hay nada más lejos de la realidad. Entiendo de donde pueden venir las similitudes (después de todo, son dos historias sobre mundos mágicos que son invisibles para aquellos que no los conocen y que contienen en sus páginas el viaje del héroe), pero Akata Witch es una historia en si misma que no necesita más comparaciones. No necesita ninguna comparación se sostiene perfectamente por sí misma. 

Hay muchas cosas que me gustan del libro y creo que la principal es, precisamente, la delicadeza con la Nnedi trata muchísimos temas. Como si nada, en medio de Akata Witch podemos ver el retrato de la violencia policial en los Estados Unidos, desde los ojos de Sasha, un chico problemático al que sus papás han enviado a Nigeria. De repente, podemos ser consientes de como todo lo que se ha escrito y se escribirá en este mundo tiene un bias, una pre concepción, al ver como el libro más importante escrito para los agentes libres entre el mundo en el que se mete Sunny fue escrito, de hecho, por una académica que los despreciaba y es demasiado condescendiente con ellos durante todo el texto. Son cosas que están por todo el texto y te dan unos momentos para reflexionar, darte cuenta. Nnedi no da moralejas ni lecciones, ella simplemente expone la historia, como debe ser. Las conclusiones las debes sacar tú. 

Dentro de todo, el libro me ha parecido una historia entretenida, que narra el viaje del héroe y se centra en la amistas de cuatro chicos que son muy diferentes entre sí, aunque comparten cosas y raíces. Nos enseña como se complementan y cómo salen de todos los problemas entre los cuatro. Además, el libro sigue bastante bien mi norma de show, don't tell (muestra, no cuentes) y aunque algunas veces se la salta, en general te introduce al mundo mágico de los leopard people mostrándotelo y dejando que la descripción a través de los ojos de Sunny te sorprenda. Es un libro bastante interesante, que no dejaría de recomendar en ningún momento, además de que, claro, tienen una segunda parte que aun no he leído: Akata Warrior. 

Estoy muy contenta de haber elegido este libro para el Guadalupe Reinas, aunque muchos otros me pasaron por la cabeza. Espero que pronto tengamos una traducción en México de libros de Nnedi Okorafor. Hasta el momento, sólo ha sido publicada en España por editoriales más o menos pequeñas, pero nadie se ha dado a la tarea de traducir Akata Witch, cosa que espero que suceda pronto. A pesar de todo, es una buena idea para leer en inglés si son algo así como nivel intermedio y ya tienen un poco de experiencia leyendo en inglés. Lo recomiendo si les gustan las historias de fantasía y mundos mágicos llenos de folclore de otras partes del mundo, es una historia muy bonita, completa y, en general, muy bien narrada.