Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 20 de marzo de 2018

Los libros del premio hispanoamericano de poesía para niños | Mini reseñas

Cada año, el Fondo de Cultura Económica, junto a la Fundación para las Letras Mexicanas convoca al premio hispanoamericano de poesía para niños. Yo, cada año, al menos una vez al año, intento, en el marco del Día Internacional de la Poesía (mañana, 21 de marzo), escribir algo sobre poesía, para compartirles lo que he leído en este género. A pesar de todo, siempre, siempre, siempre que lo hago, la entrada resulta un fracaso total porque la gente no está interesada en libros de poesía, parece que tengo otras cuatrocientas entradas más interesantes o yo que sé. El caso es que aquí sigo, otra vez, otro año, en el que voy a intentar enseñarles algunos libros de poesía. Esta vez voy a dedicar la entrada a la poesía para niños, género invisible dentro de los géneros invisibles. 

¿Por qué es tan invisible el pobre? Nadie lo quiere, todos lo odian, si fuera una persona y no un género literario ya se estaría comiendo un gusanito... Yo creo que tiene que ver con muchas cosas. Primero, que la poesía es vista como aburrida y a los niños se les inculca, muchas veces de manera indirecta, esta idea de que la poesía es aburrida (y ergo, es difícil, complicada o incomprensible), también tiene que ver que muchas veces la poesía se empieza a disfrutar cuando se puede oír en voz alta y muchos papás no tienen muchas ganas o mucho tiempo de leerle a sus hijos. Yo no sé. Yo les vengo a contar que sí existen libros apasionantes, a la vez que divertidos, de poesía para los más pequeños y que si tienen hijos, sobrinos, primos pequeños o lo que sea, pueden probar a leerles algo de estos poemas. Las reseñas que les voy a enseñar son muy cortitas, puesto que estos libros son breves y creo que unas pocas palabras bastarán para explicarles por qué son libros muy buenos.

Lunática, Martha Riva Palacio Obón


Sinopsis: Por culpa de un lengüetazo de luna, una niña se convierte en niña-loba. Todos sus días son días de lobos. Y por más que su papá ruja: "Eres una niña, no una loba", y por más que su mamá la mande castigada a su cuarto; sigue estrellándose contra el piso con su bicicleta intentando alcanzar la luna. Ella conoce de sueños y de vuelos altos, sabe invocar a los espíritus de la tarde y ser un aullido que gira en la llanta que rueda jardín abajo; pero también conoce el dolor cuando te pica una abeja en el brazo, o cuando tu estómago se vacía porque no siempre te gusta estar sola. Un libro de poesía que habla con las palabras, pero también con los silencios; ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2014.

Este es un poema sobre una niña-loba y el universo y la independencia y la libertad de una niña-loba. Martha Riva Palacio no suelta la fascinación que le tiene al universo en ningún momento y en ninguno de sus libros. Creo que es un elemento que la define muy bien, que sabe explotar y que en ningún libro de ella es igual al anterior (en el blog ya hemos repasado Ella trae la lluvia, Frecuencia Júpiter, Buenas noches, Laika y Orfeo). Martha escribe este poema precioso, protagonizado por una niña en la que, estoy segura, muchas otras niñas van a poder verse un poquito retratadas.


Además, Martha como escritora no es condescendiente con los niños y eso es algo que me encanta (de hecho, creo que en parte esa es la razón de que su poemario es de los pocos que siempre acaba en el área de juveniles). Los considera seres pensantes e inteligentes, capaces de entender lo que está escribiendo o, al menos, de aprender algo nuevo a partir del poema que ella les está dando. Las palabras raras abundan, acompañadas de las diferentes estructuras de las que se vale para hacer el texto como ella quiere. Sin embargo, para mí lo que es casi lo mejor de este poemario son las ilustraciones de la española Merce López. Ver el libro solamente es algo hermoso. Las ilustraciones acompañan perfectamente las palabras, es todo precioso.

Escalar
sin que te importe
que se rasgue tu vestido.
Porque es sólo tela
y lo que importa
es alcanzar la cima.

Tigres de la otra noche, María García Esperón


Sinopsis: Los tigres saltan de bajo del pupitre, de la caja de colores, de la puerta del armario, nos acompañan en nuestros paseos en bicicleta y de vez en cuando nos dan una manita de gato.
Hay un tigre
Bajo mi almohada,
Todas las noches
Estrena rayas.
María es otra autora que es común ver en este blog. Es de mis escritoras mexicanas favoritas de todos los tiempos, a la que admiro a la hora de hablar de mitología y de historia. Seguro recordarán que ya he reseñado libros de ella antes en el blog (El anillo de César, Dido para Eneas, El disco del tiempo), pero nunca poesía, aunque siempre supe que también escribía poesía. En este pequeño libro que ganó el premio hispanoamericano, los tigres son los grandes protagonistas de los poemas. Ideal para niños que aman los animales y, sobre todo, ideal para niños que aman los felinos.


Este texto está ilustrado por Alejandro Magallanes y cada ilustración nos regala tigres y rayas con elementos bastante sencillos. Mi única queja es que he notado que a los niños no les gusta tanto a primera vista en algunas páginas porque los colores tienden a verse medio apagados y si hay algo que a los niños les guste de los libros ilustrados es, precisamente, la explosión de color. De todos modos eso varía de niño a niño, pero en general más o menos aprendes qué cosas les gustan más en general después de intentar venderles libros varias veces. Tigres de la otra noche es, también, un excelente poemario para practicar la lectura en voz alta, de verdad se los recomiendo.


Esto que brilla en el aire, Cecilia Pisos


Sinopsis: Con un exquisito juego de lenguaje, Cecilia Pisos nos sitúa frente a escenarios maravillosos donde existen estrellas que desean calzarse guantes para estirar sus puntas, sapos que llueven y agua que salta, un mar que sale a juntar caracolas y toma la siesta a lomo de ballena, o nubes que cuentan niños porque no pueden llover. Las poderosas ilustraciones de Ana Pez invitan al lector a buscar detrás de las palabras las muchas imágenes que esconden. Esto que brilla en el aire es una propuesta fresca, muy apetecible para cualquier lector, donde los poemas y las ilustraciones propiciarán un desbordante diálogo y hondos estremecimientos.

Este es el libro que se publicó más recientemente del Premio Hispanoamericano de Poesía y, de hecho, es novedad en el Fondo de Cultura Económica. La argentina Cecilia Pisos juega con las imágenes y los escenarios de sus poemas para crear juegos de palabras bastante interesantes, como dice la sinopsis. Un mirlo que es, a su vez, un desperador, por ejemplo, es lo que puede uno encontrar entre las páginas del libro. Cecilia Pisos también hace ilusiones al sonido o la música de los poemas (y los silencios de estos). Seguro alguien que sí haya estudiado literatura les diría todo esto de manera menos coloquial, pero bueno, vinieron conmigo, ¿no?

El poemario está ilustrado por la ilustradora Ana Pez y, de los trabajos que le conozco (puesto que ha ilustrado otros libros en el Fondo de Cultura Económica) este es, sin duda, el mejor de todos para mis ojos que realmente no saben de ilustración. Les juro que en este momento me siento como los señores que opinan de todo sin tener ni idea, pero en este caso yo tengo la buena intención de que la poesía para niños llegue más lejos y la conozcan y conozcan estos libros que merecen ser conocidos, no opinar porque sí, nada más. Creo que, de los poemarios que ya les he hablado, este es de los más accesibles para los que le tienen un poco del miedo al género y si le dan una oportunidad, seguro encontrarán algún poema que les guste mucho.



Ema y el silencio, Laura Escudero Tobler


Sinopsis: Este poemario tiene como eje central el personaje de Ema, y está compuesto por varios poemas que evocan a su tremenda imaginación y a las aventuras que vive en su entorno cotidiano, desde el momento en que despierta hasta que llega la hora de dormir. Con un lenguaje exquisito pero sencillo, la autora nos describe los diversos escenarios que Ema recorre acompañada de peculiares personajes. Las coloridas y enternecedoras ilustraciones de Roger Ycaza complementan los poemas para enriquecerlos y darles otra lectura.

Una de las cosas que más me gusta de los libros para niños es la continua celebración de la imaginación de los niños. Los libros que les des tienen que estar a la altura de su imaginación, los niños son el público más dificil de todos, no se van a conformar con cualquier cosa. Ema y el silencio, en este caso, es un poemario que es una celebración a la inagotable imaginación que tenemos y a la poesía. Este es un poemario hermoso en todo sentido, que para leer en voz alta es perfecto, sobre todo para disfrutar el sonido de los poemas.



Las ilustraciones son del magnífico Roger Ycaza, del que ya les he hablado porque ilustró un libro de Martha Riva Palacio llamado Ella trae la lluvia que ya mencioné más arriba. La ilustración de Roger Ycaza es maravillosa siempre (si tienen oportunidad de ver su albúm ilustrado, Los días raros, nos e van a arrepentir) y acompañan perfectamente a todos estos poemas que evocan perfectamente a la imaginación y las aventuras de Ema, con personajes increíbles en todas las páginas. Se los recomiendo mucho, es creo que de mis favoritos. Además, la autora, Laura Escudero, tampoco es nada condescendiente con los niños a la hora de escribir poesía, se nota que admira su imaginación y todas sus ocurriencias y eso es hermoso.


domingo, 18 de marzo de 2018

Crítica a Do Muslim Women Need Saving? de Lila Abu-Lughod

Sinopsis: Frequent reports of honor killings, disfigurement, and sensational abuse have given rise to a consensus in the West, a message propagated by human rights groups and the media: Muslim women need to be rescued. Lila Abu-Lughod boldly challenges this conclusion. An anthropologist who has been writing about Arab women for thirty years, she delves into the predicaments of Muslim women today, questioning whether generalizations about Islamic culture can explain the hardships these women face and asking what motivates particular individuals and institutions to promote their rights.
In recent years Abu-Lughod has struggled to reconcile the popular image of women victimized by Islam with the complex women she has known through her research in various communities in the Muslim world. Here, she renders that divide vivid by presenting detailed vignettes of the lives of ordinary Muslim women, and showing that the problem of gender inequality cannot be laid at the feet of religion alone. Poverty and authoritarianism--conditions not unique to the Islamic world, and produced out of global interconnections that implicate the West--are often more decisive. The standard Western vocabulary of oppression, choice, and freedom is too blunt to describe these women's lives.
Do Muslim Women Need Saving? is an indictment of a mindset that has justified all manner of foreign interference, including military invasion, in the name of rescuing women from Islam--as well as a moving portrait of women's actual experiences, and of the contingencies with which they live.

La autora, Lila Abu-Lughod
¿Se imaginan que van a construir una casa bien chingona, la casa de sus sueños? Bueno, imagínenselo. Le ponen los mejores cimientos para que ni el más fuerte temblor se las tire. Ni el más fuerte. Lo malo es que para el piso y las paredes le ponen ahí cualquier cosa que se sostenga aunque sea pajita y el techo no es ni de lámina porque ya no les alcanzó. Bueno, eso es este libro; agárrense, que la crítica va para largo.

Este libro tiene algunos aciertos (está sustentado sobre algunas bases bastante decentes) y algunos desaciertos (muchos, a decir verdad, es superficial, no se basa en la estadística sino en los hechos aislados), sin embargo, va sobre una idea principal que la autora menciona en la conclusión: el propósito del libro era hablar de si las mujeres musulmanas necesitaban salvación O tenían derechos (y sonaba bastante como un o exclusivo, donde sólo se debía cumplir una de las dos cosas). Por supuesto, con esa idea, el libro no podía llegar muy lejos porque esa oración es trampa. Uno podría decir que las mujeres musulmanas tienen algunos derechos; en principio, porque las mujeres musulmanas no son una masa uniforme, sino que dependen de la legislación de países de todo el mundo. Y en algunos países mayoritariamente musulmanes, las mujeres, tienen, por ejemplo, derecho a votar, a estudiar, a manejar un carro (y en otros no como... Arabia Saudí). Pero las mujeres en general en todo el mundo no están completamente emancipadas económicamente, ni son libres sexualmente. Y eso no es exclusivo de los países mayormente musulmanes, sino de todo el mundo. Entonces, obviamente, aunque tengan derechos (los pueden tener), no están liberadas (así que considero que sería más apropiado hablar de la liberación de las mujeres).

Mujeres de Líbano en una protesta por sus derechos
Por otro lado, eso de necesitar salvación, al modo de los white saviors, pues no. Los evangelizadores en América creyeron que estaban salvando a los nativos de las llamas del infierno por herejes y henos aquí, quinientos años de colonialismo después. Los comúnmente conocidos como white saviors se caracterizan más por buscar hacer algo para su paz moral que por ayudar a alguien, son fans del reformismo, tienen ideas de salvación capitalistas y les encanta ayudar directa o indirectamente al imperialismo a joder al tercer mundo. Entonces obvio nadie los necesita. De la pregunta inicial nada se cumple. 

De lo que mencioné en el último párrafo, sobre los salvadores que ayudan al imperialismo, es sobre lo que el libro tiene sus mayores aciertos (no completamente, porque nunca llega hasta el final de su razonamiento, pero sí algo bastante bueno). Analiza como, durante la intervención militar de Estados Unidos en Afganistán, se usaba una retórica sobre salvar a las mujeres de los talibanes y, en general, de los hombres musulmanes. Dice que no se tomaba en cuenta la cultura ni las voces de estas mujeres (lo último es complicado porque, bajó el régimen talibán, ¿ustedes dónde creen que las mujeres tenían oportunidad de expresarse?), sino que sólo buscaban una excusa para legitimar la invasión frente a grupos, por ejemplo, de mujeres o feministas; muchos cayeron en la trampa inconsientemente y otros simplemente lo apoyaron entendiendo las consecuencias (porque en Estados Unidos hay "feministas" que creen que se puede ser pro imperialista y feminista a la vez, o pro vida y feminista a la vez, o supremacista blanca y feminista a la vez, no entiendo a los Estados Unidos). Entonces, la autora, Lila Abu-Loghod, nos muestra perfectamente como el primer mundo usa a las mujeres (marrones) como arma para legitimarse como salvador (en lugar de como invasor). Porque claro, según ellos, están salvando a las mujeres marrones de los hombres marrones, pero, ¿quién las salva de sus hombres? ¿Acaso son superiores moralmente? El planteamiento es muy bueno, pero sobre el punto, las únicas soluciones de las que la autora habla son de que tenemos que escuchar a las mujeres, aceptar su cultura, etcétera. Para mí la solución más fácil (esto es un decir, porque es increíblemente difícil) y mejor es que existan los medios (o se pongan) para que las mujeres se emancipen económica y sexualmente. Eso les permite tener voz, una voz que sea más escuchada y es un muy buen paso para solucionar la cuestión de la mujer.

Imagen de RAWA (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan)
En fin, el planteamiento inicial del que hablo en todo el párrafo anterior está muy bien, y la autora lo retoma varias veces para hablar, precisamente, de la propaganda que se crea en el occidente para mostrar que, efectivamente, el oriente es un mundo bárbaro. Por supuesto que ocurren barbaridades en el mundo, así en general, cuando uno vive en el capitalismo y en el patriarcado, es común que eso paso (y por eso hay que destruirlos hasta los cimientos), pero muchas veces, hay países (Estados Unidos) que se aprovechan de algunas de estas barbaridades (son selectivos, si pasa en el primer mundo se hacen los estúpidos) para justificar sus intervenciones militares (y Dios, en quien no creo, sabe que son muchas). Otros países (algunos en Europa, no voy señalar porque son muchos) usan estas historias tristes para endurecer sus políticas migratorias y hacerlas más racistas y xenofóbicas (sin fijarse en las cosas que ocurren dentro de sus propias fronteras, con la gente que nació dentro de ellas).

Mujeres en Egipto luchando contra el militarismo
Hablando de eso, la autora nos señala el entusiasmo con que el occidente consume las "memorias" (poco o nada verificables) de jóvenes musulmanas que nunca dan su nombre completo y huyen de matrimonios forzados o asesinatos de honor para llegar al maravilloso occidente (donde, siempre, siempre, descubren la libertad). Muchas han sido probadas falsas. Otras son inverificables. Y aunque no se debería dudar de la palabra de las mujeres que son víctimas, es obvio y triste que hay quien se está beneficiando del sufrimiento de otras mujeres para empujar sus agendas. La autora lo denuncia, pero no llega muy lejos después de la denuncia; yo les diré tres cosas sobre el tema: (1) la única memoria hasta el momento que me ha gustado, de ese estilo, es la de Ayaan Hirsi Ali, porque, aunque concuerdo muy poco con sus políticas y su manera de pensar, es bastante honesta; (2) son mucha propaganda de salvar a las mujeres marrones de los hombres marrones, que es falsa, porque no van a ir a liberar a ninguna mujer y (3) todo eso quiere decir que las verdaderas víctimas no llegan ni a poder alzar la voz. No las oímos porque no tienen voz, nadie les ayuda a que la tengan.

Ya que mencioné los dos puntos a favor, partiré con el resto de mi crítica. Este libro es uno que hace una gran gimnasia mental, ni yo podría hacer algunas de las acrobacias. La mayoría de estas acrobacias mentales y varios saltos de extrema longitud la autora los hace para demostrar que las mujeres musulmanas no están tan oprimidas como nosotros, los lectores, creemos. Para empezar eso sólo ya está muy mal porque en el mundo no existen las olimpiadas de la opresión. La opresión es, punto; que se manifieste de distintas maneras en distintos contextos es otro asunto. La primera de estas acrobacias mentales fue intentar contarme que la burka no era tan mala porque permitía a las mujeres salir de su casa y que era su cultura... Mi mente piensa que, mientras las mujeres no tengan opciones y capacidad de elección (es decir, estén emancipadas) no podemos decir algo así nada más porque sí para demostrarle a alguien un punto (y lo mejor sería que existiera una estadística que nos demostrara algo, especialmente porque son lo único que tenemos para demostrarle al mundo que la opresión de la mujer es real y que la cuestión de la mujer es algo importante).

I Am My Own Guardian, protesta contra el sistema de guardianes de Arabia Saudí
A lo largo de la historia, vamos viendo varios razonamientos de este tipo, especialmente basados en anécdotas que nos cuenta la autora y en sus juicios. Vamos de un caso específico a lo general. Lo irónico (lamentablemente) es que la misma autora insiste que no se puede crear un cliché en torno a la figura de la mujer musulmana (pues lo único que comparten todas las mujeres musulmanas en este mundo es única y exclusivamente la religión), pero en estos casos de ir de una anécdota hasta lo general lo hace muy a menudo. Quiero gritarlo que por qué lo hace, ¡¿por qué?! Es algo con lo que ella misma está en contra. Y claro que podemos ir de lo específico hacia lo general y de lo general a lo específico, pero no de un sólo caso específico, porque no nos permite ver un patrón. Muchas mujeres de los Estados Unidos empezaron a darse cuenta que las violencias que sufrían no eran algo individual cuando se formaron los grupos de consiencia (uno de los lugares de donde sabe que lo personal es lo político); ellas no fueron las únicas, a lo largo del mundo, muchas mujeres se han dado cuenta de que viven en un sistema que las violenta de manera sistemática precisamente al juntar todas sus historias y darse cuenta de que no son tan diferentes. Eso, de hecho, está muy bien. Ahora, cuando tenemos un sólo caso para intentar convencernos de que, en realidad, las mujeres no están tan mal, bueno, tiendo a alzar las cejas. Y eso pasa horrores en el libro.

Protesta contra la ocupación de Palestina en el marco del Día Internacional de la Mujer, mujeres palestinas
Hay una parte del libro que habla específicamente de Egipto y de las mujeres allí. Habla de su lucha y me encantaría poner todo esto entre comillas porque las cosas que cuenta la autora son ínfimas y pretende, con ellas, pintar todo el panorama. Para ofrecer un panorama de la cuestión de la mujer en Egipto ya existe Nawal el-Sadaawi, que investigó durante muchos años sobre temas de salud de las mujeres y otras cuestiones y escribió un libro con todo lo que descubrió sobre ello (no olviden leer La cara desnuda de la mujer árabe, que la verdad, es una mucho mejor manera de entender la lucha de la mujer en esos lares del mundo y nos muestra lo bueno y lo malo). Siento que la misma Abu-Lughodparte con un bias y nos cuenta sólo lo que le ayuda a sostener su punto, cosa que, por ejemplo, el-Sadaawi no hace.

Bueno, ahora, para acabar y no hacer esto más largo que nada, diré que me hubiera gustado que fuera un libro más proactivo y propusiera, si no soluciones, al menos un plan de acción algo claro. Y sobre las "soluciones" (que no puedo considerar exactamente como tal) que propone, hubiera preferido que fueran menos reformistas porque no le puedes poner parchecitos rositas y violetitas al patriarcado y decir que lo derribaste. En fin, eso es todo. Si fuera ustedes, me ahorraría el libro; pero si quieren leerlo, los invito a hacerlo para formar su propia opinión.

viernes, 16 de marzo de 2018

Comic y novela gráfica escrita por mujeres | Mini reseñas

Sí, en marzo vamos a hablar de todo. ¿Cómo pasaron el 8 de marzo, mejor conocido como el día de que los hombres pregunten por qué no hay un día del hombre... digo, el día de la mujer (y de contestarle a los hombres que sí hay un día del hombre y que dejen de joder)? Bueno, ya pasó, falta todo un año para que los hombres se vuelvan a poner tan insoportables de nuevo y el blog todavía no vuelve a su programación habitual (ni volverá hasta abril). Aquí no vamos a hablar de ningún hombre de carne y hueso hasta abril. Como quien dice, puras autoras. ¡Y hoy traigo comics y novelas gráficas! Tres, para ser preciso, que les vengo a recomendar. (Porque las mujeres también escriben comics y novelas gráficas, y si les dicen que no, les están mintiendo).

The legend of Wonder Woman, Vol. 1: Origins, Renae de Liz


Sinopsis: A new 9-issue miniseries with a story written and pencilled by Renae De Liz ("The Last Unicorn")! In the beginning, there was only chaos. But Hippolyta, Queen of the Amazons, saw a better future--and eventually, her daughter would be destined to bring that new world to life. Before her ultimate fate unfolds, though, Diana of Themyscira must learn the important lessons of an Amazonian childhood! Collects the 27 digital chapters of "The Legend of Wonder Woman," later released in print form for 9 issues. 
(Si alguien necesita la traducción, me la pide, con todo gusto la hago).

Yo soy lectora asidua de Marvel, no de DC. De DC me sé los personajes y poco más, pero con todo el revuelo de la película de la mujer maravilla, decidí leer este comic porque me lo encontré por ahí y salí encantada. Esta es la historia de los orígenes de la mujer maravilla y tiene un montón de mitología griega y dibujos absolutamente hermosos (y una historia más o menos razonable de por qué si Diana es de Themyscira su traje tiene las estrellas de la bandera de Estados Unidos... ¿qué a ustedes eso no les sonaba raro?). En serio, los dibujos son hermosos. Puedes pasar horas sólo viendo los dibujos en las páginas (al menos yo lo hice).


La historia está bastante bien, una historia de origen bastante interesante y en general promedio. O sea, no es una super revelación en la historia, pero creo que tiene bastantes elementos buenos y que el dibujo le ayuda maravillas. Estoy tentada a ponerles un montón de imágenes para probar mi punto. La historia no es nada del otro mundo, pero no necesitas nada del otro mundo para crear una buena historia. La historia de Diana es el viaje del héroe, pero como heroína (y con la cantidad de superheroínas si la comparamos con la de superhéroes superfamosos como ella, pues no hay tanto).

La autora es Renae de Liz y aunque me parece que ya no trabaja con DC, esta historia es bastante buena e interesante (aunque me parece que no tiene continuación y yo sigo sin ganas de leer nada de DC que no sean cosas de la mujer maravilla), muy simple, enmarcada en la segunda guerra mundial (cuando Estados Unidos decidió que necesitaba superhéroes e hizo toda la propaganda que pudo con ellos; la prueba: los trajes, la bandera yanqui a todo lo que da en todas partes). Se las recomiendo bastante si les gusta Wonder Woman, seguro saldrán satisfechos.



Generations, Flavia Bondi


Sinopsis: After three years in Milan, Matteo returns home to the provincial country town where he was born and from which he had fled. Coming out as a young gay man in a provincial country town had led to ugly clashes with his conservative father, and the urban metropolis of Milan had been a welcome change from the stifling small-town life of his childhood and the anger and bewilderment of some members of his family. But now, Matteo finds himself with little choice but to return home, with no money, no job, and an uncertain future, like so many other young people of his millennial generation. afraid of encountering his estranged father, he instead takes refuge with his extended family, at a house shared by his grandmother, three aunts, and his very pregnant cousin. As he tries to rebuild his life, reconnecting with the women of his family and old hometown friends, he warily confronts a few truths about the other generations of his family—from their bigotry to their love, and tolerance, and acceptance—and a few truths about himself, including his fears of confrontation and commitment.

Esta es una novela gráfica italiana.Intento traer variedad, porque pues lo mismo que se escribe en Estados Unidos no se escribe en Italia y lo que se escribe en Italia no se escribe en los Estados Unidos. Esta novela gráfica, además, explora la vida de un chico que vuelve a su pueblo desde Milán después de años de no tener relación con su familia, relación que quedó bastante dañada cuando salió del closet. Matteo vuelve sin trabajo, sin dinero y sin donde quedarse; no quiere ir a casa de su padre, pues siente que será rechazado y no quiere enfrentarse a ello, así que se regufia en casa de su familia más extendida, donde podemos ver su relación con sus tías.


La verdad es que esta novela me gusta mucho, explora demasiado las relaciones familiares en la casa de Matteo y su propia historia. Las relaciones de Matteo con su familia son de por sí complicadas y él intenta comprender todo lo que pasa bajo su techo. No es sólo que el haya vuelto desde Milán después de años de no tener contacto, sino que además se enfrenta a las peleas de sus tías, el pasado de su abuela y su prima embarazada. Al final, el mundo no gira alrededor de él, como él mismo se puede dar cuenta con mucho alivio. La novela explora su identidad y la aceptación de su familia (se sabe que Italia es un país conservador, pero aún así la familia quiere a Matteo), todos los problemas familiares que ocurren bajo un mismo techo.


Es una novela cuya narración es lenta, pero segura, llena de cosas cotidianas que nos pueden envolver en la idea de que no pasa nada (pero en realidad pasan muchas cosas, no sé dejen engarrar, la cotidianidad está llena de sucesos que ocurren en todas partes y de conflictos). Los personajes están bastante bien formados la mayoría, aunque me hubiera gustado tener un poco más de páginas para explorarlos todavía más (pues es una novela gráfica corta con un montón de personajes y conflictos, a la que otras diez páginas no le habrían venido nada mal). La historia es tierna y agradable.

Afar, Leila del Duca


Sinopsis: Boetema suddenly develops the ability to astrally project to other worlds, unintentionally possessing the bodies of people light years away. Inotu, her inquisitive brother with a penchant for trouble, finds himself on the run after he’s caught eavesdropping on an illegal business deal between small town business tycoons and their cyborg bodyguard. When Boetema accidentally gets someone hurt while in another girl’s body, the siblings are forced to work together to solve the problems they’ve created on their planet and others.

¡Ahora ciencia ficción! Además ciencia ficción donde prácticamente nadie es blanco. No es que eso lo haga automáticamente bueno, pero ya saben, vivimos en el mundo de las historias de los hombres blancos ricos que les encanta hablar de sus dilemas masculinos. Como dijo Nnedi Okorafor en su reseña de este libro, es muy bonito ver personajes con raíces árabes y africanas simplemente haciendo sus cosas. Así que ahora sí, les voy a contar qué pensé yo del libro.


La premisa de Afar es, sin duda, bastante original, no la parte en la que Boetema puede transportarse de manera astral, no, la parte en donde es un mundo que claramente está inspirado en el desierto africano y árabe. Yo soy de esas que grita por todos lados que hay que desconolizar la fantasía y la ciencia ficicón y Afar definitivamente hace eso. Sin embargo, creo que Afar se hubiera beneficiado mucho más si fuera una serie de varias novelas gráficas, por ejemplo, o si fuera una serie de comics. Los mundos que visita Boetema son algo demasiado grande para meterlos y apretarlos en tan pocas páginas y me hubiera gustado ver todavía más de sus aventuras y de sus conflictos. De todos modos, la historia no está nada mal.

El dibujo es bastante bueno (aunque a mí casi cualquier dibujo me parece lindo y bonito, no soy excesivamente pedinche en ese aspecto) y la historia no está nada nada mal. Me hubiera encantado explorar más el mundo (ya lo dije) y tener mucho más tiempo de conocer a los persnajes, porque la historia es rápida, siempre está ocurriendo algo, siempre, no te da ningún respiro (lo cual no es malo, sólo te deja con ganas de más). Se las recomiendo si les gustan estos géneros, seguro que no se van a decepcionar de nada.