Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 25 de febrero de 2021

Kim Yi-young, Nacida en 1982; Choo Nam-joo | Reseña

Sinopsis: «Ni siquiera yo sé si me casaré o si tendré hijos. O puede que me muera antes. ¿Por qué tengo que renunciar a lo que quiero ser o hacer por un futuro que no sé si llegará o no?». Esta novela ha pasado de ser la breve historia de una joven coreana a convertirse en un terremoto que ha sacudido a las mujeres de medio mundo. Kim Ji-young (que lleva el nombre más común entre las mujeres coreanas nacidas en 1982) es aparentemente una mujer como cualquier otra, con una juventud sin pena ni gloria, siempre a la sombra. Todo se retuerce cuando, de repente, Kim empieza a hablar con las voces de su madre, de una amiga desaparecida, de otras muchas mujeres. Lo que parecía una broma adquiere el tono de una respuesta, de una insurrección y, para los demás, el tono de una enfermedad.

Ati, de Conejo Literario, me bulleó hasta que leí este libro. Sobra decir, lo leí. 

La novela empieza con una escena en la que la protagonista, Kim Yi-young, parece intercambiarse con otra mujer que la conoce. Alguien más la habita o quizá ella ha dejado entrar a otra en su cuerpo. Me recordó un poco, de lejos, a la idea de la transmigración de las almas (muy común en el taoísmo). Muy de lejos, pero despertó mi interés. Nos adentramos en su vida diaria un momento apenas, cuando lo que le ocurre (ese habitar de otras mujeres en su cuerpo) también llega para perturbar a su familia (vive con su esposo y una hija pequeña). No les voy a dar la explicación de qué es lo que ocurre, ya tendrán que descubrirlo por ustedes mismos, pero quería remarcar eso porque fue lo que me ayudó a arrancar con el libro. De otro modo, sin ese detalle y esa curiosidad, no sé como hubiera podido.

Después el libro da un salto hacia atrás y, entonces sí, recorremos, del inicio hasta el presente, episodio por episodio, la vida de Kim Yi-young y todos los relacionados a esta.

Me pareció muy obvio que Kim Yi-young está planteada para ser una mujer coreana promedio, de clase media, que vive en la ciudad y tiene estudios; Kim es, después de todo, el nombre familiar (apellido) más común en Corea del Sur (seguido de Lee y Park). Incluso cuando uno está al otro lado del mundo, es fácil idenficarse con ella cuando una también nació en el seno de la clase media, tiene estudios universitarios y está intentando huir de la precariedad. También es muy fácil caer en la trampa de creer que, aun en otro lado del mundo, algunas experiencias de Kim Yi-young representan a todas. No creo que haya una experiencia universal de ser mujer. Hay factores que se repiten una y otra vez (cierta relación con la familia, el trabajo doméstico, el trabajo social, los hijos, la sexualidad, como decía Claudie Broyelle en La mitad del cielo) que según el contexto histórico y geográfico, y la clase de cada una se traducen en distintas experiencias. Así pues, aunque Kim Yi-young no representa a todas (porque hay diversidad de experiencias sobre el ser mujer como mujeres en este planeta a las que nos unen y desunen varios factores), algunas veces es inevitable ver algunas de sus experiencias muy cercanas

El libro se mueve entre la prosa seca y fría, casi clínica por momentos (cosa que tiene una explicación que me gustó bastante) y el ensayo. Vi reseñas que me resultaron curiosas porque decían que eso estaba mal, que eso de los autores de meter "lo que pensaban" en sus novelas estaba mal. ¿Pero qué creen que ponemos los escritores en nuestras novelas? (Tengo la tentación de verlos con una sonrisa condescendiente y decirles criaturas, pero me las voy a aguantar). La verdad es que lo único que existe es saber manejar el subtexto de las historias, jugar con él (cosa que Choo Nam-joo hace a la perfección cuando se mueve entre la historia y lo ensayístico, no hay ninguna regla que prohiba hacer eso, tampoco; no hay una lista establecida de normas de cómo escribir una novela) y usarlo como mejor nos parezca. En él, Choo Nam-joo une la estadística a las vivencias de su protagonista o a las cosas que le toca presenciar.

Es por eso (creo, estoy bastante segura) que no siento como el libro (que es breve) intente abarcar demasiados temas en poco espacio. Lo suyo es retratar a una mujer coreana promedio en cierto contexto. Y lo hace. Aborda la preferencia de los hijos sobre las hijas y el aborto selectivo, la preferencia que tienen los hombres en la escuela, el acoso escolar, los dobles estándares que sufren las mujeres durante su vida escolar, el acoso en general que inicia cuando una llega a la pubertad, los dobles estándares al buscar trabajo, la dificultad de mantener los trabajos, las expectativas inalcanzables cuando una es mujer, las expectativas sobre la familia, los hijos... etcétera, etcétera, etcétera. Si me pusiera a desmenuzar aquí cada tema no terminaríamos nunca. Y quizá algunos, si leen el libro, les resulten conocidos y frustrantes.

He llegado a un punto de mi vida en que ya no necesito la siguiente "novela feminista" proclamada por el marketing (siempre por el marketing) que me cambiará la vida la visión del mundo. Punto pelota. Para empezar porque ya ni siquiera me nombro feminista a mi misma (historia larga de contar, para otra ocasión) y para seguir porque a la larga leer de las experiencias de opresión de las mujeres me resulta cansado, agobiante en extremo y no tengo ninguna necesidad de leer algo que a veces parece un porno de la crueldad y la opresión sobre cosas que veo en mi día a día o veo en las noticias. Por eso me gusta la prosa de Choo Nam-joo: no se deleita en la desgracia, sino que busca el lado humano dentro de todas las contradicciones de la protagonista de su novela, es sencilla y, en su sencillez, es firme

Te hace enojar, sí, pero es honesta desde el principio sobre sus intenciones y no se regodea en ninguna clase de crueldad. (Y de todas formas, ¿qué hace feminista a un libro? ¿Qué su editorial lo diga? Quizá muchas cosas que yo escribo se reconozcan feministas, pero les aseguro que, como autora, no tengo ningún interés en que mi persona, específicamente, sea leída desde ahí; en fin, debate para otra ocasión y quizá otros lugares). Apreció esta novela no sólo por lo que retrata sino porque lo hace desde un compromiso literario al que une su compromiso político (ya no me bastan las buenas intenciones para crear literatura, creo que hay cierto compromiso estético y tiene que haber amor por el lenguaje, por la forma, por el tono, por las palabras y las expresiones, por las historias). Siento el cariño, al leer la historia, que Choo Nam-joo le puso al libro que escribió (y eso no pasa en todos los libros).

Si les interesa conocer un poco el contexto de Corea del Sur en cuanto a las mujeres sí les recomiendo leer este libro. Estuvo muy sonado en los últimos meses por como el libro retrata la vida diaria y cómo es posible que muchas se sientan identificadas en partes de su vida. Por lo demás, fue una experiencia interesante leer por fin a una autora del país (lo tenía pendiente desde hace tiempo, en un esfuerzo por conocer autoras de más partes del mundo).  

martes, 11 de febrero de 2020

Crecer, Ichiyō Higuchi | Reseña

SinopsisCrecer (Takekurabe), obra cumbre de Higuchi Ichiyō y bajo cuyo título recogemos una selección de los mejores y más conocidos relatos de esta delicada autora (En el último día del año, Nubes que se esfuman, Aguas aciagas, La decimotercera noche), narra la historia de dos jóvenes adolescentes, Shōtarō y Nobu, y de sus respectivos sentimientos hacia la misma muchacha, Midori. El relato podría pasar por una simple historia juvenil centrada en un triángulo amoroso de adolescentes, mas las relaciones entre los protagonistas y su camino hacia la madurez vienen fuertemente marcados por el lugar donde se desarrollan sus vidas: el barrio de Yoshiwara, el único distrito de placer autorizado en la ciudad de Tokio. Así, la sutil y refinada prosa de Ichiyō nos aproxima a los momentos finales de una inocente infancia que dirige sus pasos de manera inexorable hacia el mundo adulto y su cruda realidad
   
Si siguen mi tuiter (@NeaPoulain) saben que en los últimos meses estuve leyendo un manga llamado Bungō Stray Dogs escrito por Kafka Asagiri e ilustrado Sango Harukawa (me la pasé todo diciembre buscando si eran hombres o mujeres para poder categorizar mis lecturas y todavía no me queda claro porque por lo que sé son personas extremadamente privadas). Bueno, el caso es que el manga en cuestión usa como inspiración para sus personajes a escritores. Muchos clásicos japoneses (en su mayoría), aunque hay algún arco sobre los americanos y otro sobre los rusos. Ichiyō Higuchi es una de ellas y la única que, en la vida real, es mujer (cosa que no me extraña, porque estuve buscando más de su misma generación y es un club de Toby muy bonito, como casi todo el panorama literario mundial de finales del siglo XIX). 
  
La cosa es que, por supuesto, antes del manga yo nunca había oído una sola palabra de Ichiyō Higuchi. Ni media. No es de extrañar considerando que hay muchas escritoras olvidadas en el mundo y libros que nunca se traducen o se reeditan. El caso es que la leí y me tocó profundamente. En Crecer, único libro que encontré en español (y que al parecer compila gran parte de su obra) hay varias historias cortas que abordan la situación de las mujeres en Japón durante la época en la que vivió la escritora. Además, en sus últimos años vivió cerca de un barrio rojo, así que escribió sobre la vida de las cortesanas (no las geishas) y créanme que lo que me encontré en uno de los relatos de Crecer fue una historia mucho más humana y empática que cualquier cosa que haya escrito la gente blanca del siglo XX y XXI sobre las geishas (y sí, estoy mirando a Memorias de una Geisha en particular).
  
Pero primero les voy a hablar de Ichiyō Higuchi. En Japón es mucho más conocida que en el mundo occidental. De hecho, es la cara que aparece en el billete de 5000 yenes. Su literatura estaba basada en modelos japoneses y no occidentales y, además, es muy reconocida por su uso del japonés clásico. Esto vuelve sus obras poco accesibles, puesto que no mucho ha sido traducido al japonés moderno y ya no digamos traducido a otros idiomas. De hecho, aunque los japoneses me gustan mucho, siempre me pregunto qué tanto se perdió en la traducción (aunque hay traducciones maravillosas, no hay duda). Es conocida como la primera escritora reconocida en Japón en los tiempos modernos, vivió durante la era Meiji de 1868 a 1912 (apenas vivió 24 años) y tiene una influencia enorme en la literatura japonesa.
   
   
Higuchi, como muchas escritoras antes que ella, se volvió escritora para poder mantener a su familia (su madre y su hermana). Fue un poco reconocida en vida (cosa de la que no cualquiera puede alardear) y se convirtió en una de las escritoras más influyentes de Japón muy rápido. Por todo eso, me pareció una pena que fuera tan poco conocida en este lado del planeta. De hecho, me enteré de todo cuando busqué a ver si tenía más libros y me di cuenta de que su obra era muy poca. Pero bueno, ahora sí, a hablar de la escritura de Ichiyō Higuchi.
   
Mi historia favorita fue la primera. Es un coming-of-age de varios adolescentes centrado alrededor, especialmente, de Midori, una joven cuya hermana es una cortesana. Me encantan este tipo de historias, que se revuelven alrededor del miedo a crecer, a cambiar, como lo hace Midori. Me recordó un poco a Frankie y la boda de la increíble Carson McCullers, aunque más bien es una historia que contrasta (Frankie quiere ser mayor, tiene prisa). Si bien el estilo no es similar (Carson McCullers es muy representativa de la literatura norteamericana de mediados del siglo XX) ni parecido, la atmósfera en torno a las dos adolescentes tiene similitudes: todo lo que se espera en una y otra sociedad de las señoritas y cómo encajan en esos moldes rígidos que les da su entorno
   
Monumento a Ichiyō Higuchi en Japón
En el libro también se narra la historia de una mujer casada "por encima de sus posibilidades" (expresión que odio, pero que es el centro de todo el relato porque su esposo la desprecia por ser de un origen más humilde aun cuando fue él quien le rogó que se casara con ella) que se está debatiendo sobre divorciarse o no y lo que eso implica (abandonar a su hijo). Todos los relatos de la escritora están escritos desde los ojos y los anhelos de las mujeres. Este libro es otra de las innumerables pruebas que existen para demostrar que las mujeres siempre han escrito, incluso cuando eran una excepción y no una regla, y para demostrar que siempre han escrito sobre la vida de las mujeres. Mi segunda historia favorita alternaba entre la vida de una cortesana que todavía anhelaba a uno de sus antiguos clientes caído en desgracia y la vida de la esposa del hombre en cuestión (y la conclusión de dicha historia es que los hombres son una basura, no hay otra posible).
   
Su versión en anime/manga
Esta compilación de historias cortas, por lo que tengo entendido, es la única parte de la obra de la escritora que está traducida al español y creo también que no es una traducción muy vieja. La edición es de Chidori Books, que no tengo ni la más remota idea de dónde distribuye o si es accesible, en Amazon sólo encontré ediciones digitales. Si quieren leerlo, lo pueden encontrar en Bookmate (servicio de suscripción para leer), que fue donde lo leí yo o pueden hablarme por tuiter y preguntarme (o igual si están en mi canal de Telegram). Yo no la hubiera conocido de no ser porque un personaje de Bungō Stray Dogs está nombrado en su honor, es increíble lo que hay que escarbar a veces para encontrar escritoras.
   
Por eso quise dedicarle una entrada a ella. Conózcanla si les interesan las escritoras o la cultura japonesa o las escritoras japonesas o leer sobre mujeres. Cualquier cosa es válida. Y si les gusta, recomiéndenla, porque muchas veces sólo así podemos conocer a muchas mujeres que escriben. Nos vemos en la próxima entrada

martes, 14 de mayo de 2019

Fullmetal Alchemist, Hiromu Arakawa | Reseña


Sinopsis: Alchemy: the mystical power to alter the natural world; something between magic, art and science. When two brothers, Edward and Alphonse Elric, dabbled in this power to grant their dearest wish, one of them lost an arm and a leg...and the other became nothing but a soul locked into a body of living steel. Now Edward is an agent of the government, a slave of the military-alchemical complex, using his unique powers to obey orders...even to kill. Except his powers aren't unique. The world has been ravaged by the abuse of alchemy. And in pursuit of the ultimate alchemical treasure, the Philosopher's Stone, their enemies are even more ruthless than they are.

Voy a declarar esta entrada como la entrada de fangirleo por Fullmetal Alchemist. Fin. Bueno, a ver, hace tiempo vi el anime original y luego me dijeron que viera Brotherhood porque estaba muy chido y, bueno, dejémoslo en que soy una tortuga viendo cosas y mejor dije que iba a empezar el manga. Y después no podía parar de leer. Así que voy a hacer una lista de las cosas por las cuales recomiendo este manga, como hice con Tsubasa Reservoir Chronicles.

1. La trama está muy bien planeada, todo encaja completamente. Adoro eso. Porque son veintisiete tomos y, desde el principio se puede ver que hay un plan, un lugar al cual llegar. No tengo ni idea de cómo Hiromu Arakawa planee sus historias, si hay una mapa o simplemente un esquema general (que es lo que hago yo) de los puntos importantes de la trama. El asunto es que Fullmetal Alchemist es una historia con una premisa simple y un propósito, sin relleno, todo lo que sale en sus páginas tiene algún propósito o contribuye de alguna manera a la historia (aunque no quede claro hasta diez tomos después). Ese tipo de historias me gustan, tienen un pay-off. Vale la pena todo lo que te mantienen en vilo al leer.

2. El desarrollo de los personajes. Creo que todos los personajes del manga son personajes muy cuidados al momento de su creación, con sus fortalezas, sus defectos, sus pasados, los motivos que tienen para hacer lo que hacen o ser cómo son. Incluso entre los antagonistas, puedes entender por qué ellos quieren hacer lo que están haciendo. Una de mis cosas favoritas de la historia es que todo lo que le ocurre a los personajes tiene un efecto en ellos, para bien o para mal. Después de cada arco, es posible notar un cambio, aunque sea sutil. Así que al leer todo lo que les ocurre en veintisiete tomos, al final de estos, uno puede ver su evolución completa.



3. La narrativa de Ishval (y el hecho de que te confronta con qué personajes que llevas siguiendo en casi toda la historia son criminales de guerra). Algo que siempre he notado mucho en varios autores japoneses de manga, especialmente entre aquellos que escriben shonen, es que hay varios que, en sus historias, manejan muchos pararlelismos a la Segunda Guerra Mundial. Lo he visto en Shingeki no Kyojin aka Attack on Titan de Hajime Isayama, por ejemplo. Fullmetal Alchemist también sigue un poco ese camino al hablar de la guerra de Ishval y, específicamente, del genocidio de Ishval. Creo que ese es uno de los mejores ejemplos de cómo los poderosos usan las guerras (en las que ni siquiera se paran cerca del campo de batalla) para sus intereses y cómo el ejército (que supuestamente dice la propaganda que *protege a le gente*) en realidad es un organismo represor. Y justamente por todo el backstory de Ishval es que entre mis personajes favoritos está Roy Mustang y Riza Hawkeye (y ni qué decir de Maes Hughes), justamente por la manera en la que lidian con lo que hicieron y por cómo saben que sí, a la hora de la verdad, son criminales de guerra.


4. LAS MUJERES DE ESTE MANGA. A ver, me gusta que las mujeres escriban shonen porque es uno de los géneros favoritos y la representación femenina..., bueno, nunca ha sido de las mejores. Por ejemplo, muchas veces he visto a muchos personajes femeninos leyendo manga y es obvio que fueron diseñadas por un hombre (medio misógino, además). Véase todas las mujeres de Death Note con la excepción de esa que mataron porque era demasiado lista (Naomi Misora). Incluso Hajime Isayama, de Shingeki no Kyojin, que creo que tiene mujeres impresionantes (Sasha, Historia, Yimir, Mikasa y un lardo muy largo etcétera) a veces tiene unas decisiones medio raras y cuestionables (no les digo qué porque es spoiler del tomo 29 y no estamos en la entrada de ese manga). Pero todas las mujeres de Fullmetal Alchemist son personajes increíbles, diferentes, con diferentes motivaciones y con un desarrollo lejos de la mirada masculina que es misógina. Riza Hawkeye, Winry, Olivier Mira Armstrong, Lust, Mai Chang, Lan Fan..., todas son diferentes, fuertes de distintas maneras, con motivos diferentes. Ah, por cierto, también adoro a Pinako.


5. Una de las cosas que más adoro de crear historias es hacer notorio que, en una historia, las decisiones de los personajes, tienen consecuencias. Aquí es obvio. Además, el desarrollo de la trama va de la mano con el de los personajes y en general la estructura de Fullmetal Alchemist es de buen storytelling.

6. Sólo léanlo, fin. Es una historia fantástica de aventura super chida.

Y, como nota al margen, les voy a contar que Hiromu Arakawa es otro ejemplo de muchas muchas mujeres que publican con nombres masculinos porque publican cosas de géneros que son considerados *para hombres* (which, in my opinion, is bullshit). Y al menos conozco a un par de personas que se sorprendieron cuando descubrieron que era mujer (su nombre de pila es Hiromi). Bueno, se los recomiendo muchísimo (lo pueden encontrar completo en inglés en Manga Rock).


sábado, 26 de enero de 2019

El dios de las pequeñas cosas, Arundhati Roy | #Librosb4Tipos

Sinopsis: Ésta es la historia de tres generaciones de una familia de la región de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Una historia que es muchas historias. La de la niña inglesa Sophie Moll que se ahogó en un río y cuya muerte accidental marcó para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos -Estha y Rahel- que vivieron veintitrés años separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adúlteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una mujer inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomología y las pasiones prohibidas. Ésta es la historia de una familia que vive en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un día y en un país cuyas esencias parecen eternas.
Esta apasionante saga familiar es un gozoso festín literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabúes y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la pérdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente. Arundhati Roy ha sido comparada por esta novela prodigiosa con Gabriel García Márquez y con Salman Rushdie por sus destellos de realismo mágico y su exquisito pulso narrativo.

Andrea, la que le libros y los reseña un año más tarde, deberían decirme. Pero bueno, es mejor tarde que nunca. Y en el caso de El dios de las pequeñas cosas, nunca jamás es tarde. Antes de irme a India conocía como tres cosas de India. Luego viví en India y me di cuenta de que no sabía nada del país, que lo amaba y que si me dijeran que viviera allí más de dos años lo haría. Y regresé y no he dejado de extrañarlo (aunque he de admitir que no extraño cuando me hablaban en hindi creyendo que entendía absolutamente todo y yo con cara de pos oc), así que intento llenar ese vacío viendo películas de Bollywood (y sorprendiéndome de los inaccurate o accurate que son) y leyendo libros de novelistas Indias. Planeo traerles muchos más reviews de escritoras de ese país que merecen ser conocidas y leídas, pero bueno, por algo tenemos que empezar. Arundhati Roy es muy famosa. Muy. Probablemente no necesita ni que yo me ponga a recomendar su libro. El dios de las pequeñas cosas se volvió un fenómeno (además de un escándalo) cuando fue publicado y obtuvo bastante reconocimiento después de haber ganado el Man Booker Prize

Sin embargo, curiosamente, no fue lo primero que leí de ella. El Ministerio de la Felicidad Suprema fue el primer libro que leí de Arundhati (porque estaba ambientado en el norte de la India, en Dehli principalmente y hablaba de conflictos al norte, hablaba de los guerrilleros en Kashmir y de las madres de Kashmir y de las hijras de Dehli y eso es algo que yo conozco). Me encantó y el siguiente que leí fue El dios de las pequeñas cosas. También me gustó y también lo sentí cercano, aunque habla de un mundo que no conozco en lo absoluto. Habla del sur de la India. Habla de Kerala, un estado completamente al sur, que ha sido gobernado por comunistas (que han logrado aumentar la alfabetización, si les interesa saber), que ha sido recorrido por misioneros cristianos, que es el lugar donde se asentaron los cristianos sirios y donde el hinduismo convive con todo lo anterior. 

En El dios de las pequeñas cosas seguimos la vida de la familia Kochamma, familia desgraciada donde las haya (porque son las familias de las que se cuentan las mejores historias en la literatura, se sabe). El libro tiene una estructura narrativa algo extraña. No es una narración lineal en ningún caso, sino que es un libro que comienza a mitad del conflicto. Una niña a muerto y el lector no sabe cómo o por qué. No sabe, para efectos prácticos, ni quién era. Nos enteramos que la niña muerta se llama Sophie Mol. Que hay unos mellizos (Rahel y Estha) de su edad involucrados y que la mayoría de la familia Kochamma está implicada de alguna manera. Y entonces Arundhati Roy mete la reversa y nos empieza a presentar las piezas del rompecabezas. A los miembros de la familia, la situación sociopolítica en Kerala en la época de los años después de la partición de India y el por qué Sohpie Mol estaba donde estaba. 

 
La historia de un accidente (la muerte de Sophie Mol) se vuelve una historia de un amor prohibido entre castas, un sistema que en la India hoy es ilegal pero sigue muy pero que muy vivo (como dijo me dijo una amiga un día: se supone que ya es ilegal, pero si en una pareja no son de la misma casta, usualmente las familias no los dejan casarse), la historia de un niño que sabe que hay que estar preparado porque siempre algo podría pasar y un comentario sobre las dinámicas familiares que ocurren en India. Ammu, la madre de los gemelos, huye de casa y se casa simplemente para huir. Se casa en Calcuta, con un Bengalí al que después abandona, en vez de casarse en Kerala, como lo hubiera deseado su familia. Cuando vuelve con dos hijos y sin ningún marido, es la vergüenza de la familia. Chacko, el otro hijo de la familia Kochamma se casa y divorcia en Inglaterra. Tiene una hija. Vuelve a casa sin esposa y sin hija y, en vez de ser una vergüenza como su hermana, es el hijo pródigo y consentido que ha vuelto con sus padres.

El dios de las pequeñas cosas, además, se adentra en el mundo de los dalits. Los intocables, la casta más baja de la india. Después de la partición el sistema es abolido en lo legal, pero en la realidad se muestra que sigue muy vivo. Las diferencias de clase entre casta y casta son abismales y la novela lo muestra. (Sobre este tema debo decir que me fascina, porque al haber vivido en pujab, con una mayoría sij, en donde se supone, se supone, que rechazan el sistema de castas, nunca lo vi muy marcado en la sociedad como en este libro). Kerala es un lugar además fascinante, lleno de sincretismo, donde conviven religiones e ideologías por igual y creo que por eso es el escenario perfecto para El dios de las pequeñas cosas

Pero volvamos al principio. Se murió una niña. No se sabe por qué. Apenas si vamos sacando algunas pistas, poco a poco. El libro da vueltas en círculos, dándonos los datos, presentándonos a todos los personajes, dándoles su tiempo y su protagonismo. Nos hace esperar. Me gusta mucho esa estructura al narrar porque siempre me llena de curiosidad. Me recibe en medio del conflicto y luego mete la reversa para contarme cómo demonios llegó allí. Siempre me ha gustado esa manera de contar las historias, creo que es la naturaleza chismosa.

Bueno, pues yo ya no tengo más palabras para seguirlo recomendado, pero aquí abajo dejó el hangout que hicimos en Libros b4 Tipos en mi perfil de youtube. Canal, canal, yo diría que no es, pero bueno. Ojalá puedan verlo porque ahí mencionamos más cosas sobre el libro.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Recuento de los daños | Octubre 2015

A lo que yo tuve todo el verano hay quien le llama bloqueo lector. Yo le llamo vagancia extrema. Y ni me preocupo. Si las ganas de leer se fueron, ya regresarán. Pues bueno, este Octubre regresaron, pero con ganas, así que este es el recuento de todo lo que leí en Octubre: 

Orange Is The New Black, Piper Kerman


Interesante, pero de ahí no pasa. Me encanta como la serie hace bastantes referencias al libro, aunque es increíblemente diferente. Piper Kerman no me ha acabado de caer demasiado bien en sus memorias, pero evidentemente hace un mucho mejor trabajo que Chapman. Creo que quizá, por el carácter más o menos crítico de Piper en algunas partes de este libro me esperaba un poco más: es cierto que critica al sistema penitenciario, pero lo hace demasiado por arriba y no me acaba de convencer; además de que una vez que lo ha criticado vuelve a centrarse en su situación como si nada, como si nada hubiera cambiando. En fin, es su libro y ella elige contar su historia como quiere. El libro es bueno, es interesante, no demasiado interesante, pero si les gusta la serie y tienen curiosidad, no se lo pierdan. 

Las uvas de la ira, John Steinbeck


Ya algo que no haga dicho en la reseña no creo que vaya a decir en este párrafo. Este maravilloso libro se ganó un premio Pulitzer más que merecido. Es realismo social y retrata perfectamente la realidad de los inmigrantes de la Gran Depresión... y quizá la de los de hoy en día, porque la historia no cambia casi nunca y de hecho, muchas veces se repite. Está inspirado en una serie de artículos periódisticos que escribió Steinbeck (que creo que en alguna parte pueden encontrarse). Me ha encantado y se ha llevado un cinco de cinco en Goodreads aunque a mí eso de calificar por estrellas todavía no me convence. La verdad es que fue una muy buena manera de volver a leer (porque ya había dejado este libro empezado desde Agosto, imagínense). 

The Caged Virgin, Ayaan Hirsi Ali


Creo que lo más relevante de este libro es saber quién es Ayaan Hirsi Ali. Quizá debí de haber empezado por los primeros, o por sus memorias, o por algo más, pero este fue el primero que se cruzó en mi camino, para ver su evolución, pero la verdad es que este me pareció bastante bueno. Los ensayos tienen una estructura bastante desordenada, lo cual es una pena y quizá las opiniones son demasiado radicales, pero la escritora lo fundamenta todo increíblemente. Si este libro habla mal del islam, lo hace con todos los argumentos del mundo y defiende la emancipación de la mujer dentro de la que fue su religión. En fin, volveré a buscar algo de esta mujer, porque me impresionó, para seguir formándome una opinión del asunto. Eso sí, el libro es bueno, pero si alguna vez leen un libro de este tipo, no se queden nunca con una sola opinión. 

Caramelo, Sandra Cisneros


Otros de los libros que me impresionaron muchísimo este mes. Ya conocía a Sandra Cisneros y su peculiar manera de escribir por The House on Mango Street y esta vez me he internado en una novela suya bastante más larga, Caramelo. La historia de los chicos que son mexicanos, pero que nacieron del otro lado de la frontera es increíble. Porque se balancean entre dos culturas, tomando de cada una lo que quieren. Tienen ese orgullo mexicano, pero no quieren ser como los mexicanos de México... Ya lo reseñé y allí lo pueden ver: totalmente recomendado. Siento que casi todo mexicano debería leerlo (y en inglés, que se nota más todavía) porque habla de nuestra cultura, de la particular manera de ser, del estereotipo mexicano que tan bien conocemos. Habla de algo cercano y lo hace increíblemente bien. 

La nostalgia feliz, Amélie Nothomb


Después de Estupor y Temblores y Ni de Eva ni de Adán... (que en realidad fue primero el segundo y después el primero), descubrí que ya podía leer este libro a gusto. Me encantó, tiene el humor de Amélie Nothomb que esperaba, aunque sinceramente no lo he reseñado porque no sé que contar de él. Este es un libro en el que Amélie se reencuentra con su pasado, con Rinri, con su nana y con el Japón de sus sueños. Me encanta y temo que no le haría justicia en una reseña, pero por si acaso no creo que haga falta decir: lo recomiendo. Eso sí, por favor, lean primero Estupor y Temblores y Ni de Eva ni de Adán, este no es el mejor libro para empezar con Amélie Nothomb. Yo próximamente leeré más cosas de ella porque me fascina esta mujer. 

Landline, Rainbow Rowell


La primera decepción brutal del mes. No todos los libros que leo me gustan, eso es obvio, pero tenía una racha bastante buena: no todo me había encantado, pero no había algo que me hubiera costado terminar... pero entonces apareció este libro. Ya lo marqué en la reseña: personajes no demasiado atractivos (cosa que no sería un problema si sus historias valieran la pena y no me los estuvieran intentando vender como buenas personas), trama llena de relleno, trama que no tiene demasiado importancia, una narrativa plana... En general: una completa decepción. Realmente lo lamento porque esperaba algo mejor de esta autora, pero siendo ya la segunda vez que me decepciona, no sé si le daré la tercera oportunidad. Ya lo averiguaremos en unos meses

Voces de Chérnobil, Svetlana Aleksievich


No aguanté mucho a la hora de reseñar el Nobel de este año, ni a la hora de buscar el libro, vaya, ni a la hora de absolutamente nada: me ganó lo ansiaviva que soy internamiente. Así aproveché y taché a alguien más de la lista de los Nobel que me faltan por leer (que sí, son un montón). La verdad es que este libro me encantó y se lo estamparía en la cara a cualquiera que estuviera dispuesto a oírme. De hecho, se lo recomiendo a todo el mundo, aunque no lean no ficción, aunque no lean crónica, aunque no lean texto periodístico y aunque no les guste Chérnobil; creo que con eso ya se alcanzan a imaginar lo mucho que me gustó. Bueno, ya le escribí su reseña (y de paso cumplí con el Reto Nobel 2015 de trotalibros.es) y de nuevo lo recomiendo. Planeo volver a leer a esta autora tarde o temprano.

N.P., Banana Yoshimoto


No sé e que otra manera calificar este libro que no sea un libro raro. Ya lo dije cuando escribí la reseña en La Cueva del escritor. Es un libro muy japonés (absurdamente japonés) que además trata temas que son tabú con toda la normalidad del mundo: suicidio, incesto y, para su año de publicación, la homosexualidad de sus personajes. Con una prosa bastante increíble y una trama absurdamente sencilla que hila a cuatro personajes en una serie de relaciones extrañas. La verdad, si disfrutan leyendo a los autores japoneses, este libro puede gustarles mucho. A mí no me apasionó, pero reconozco que es muy bueno y lo recomiendo, sobre todo a los apasionados de la cultura, en este caso.

La chica del tren, Paula Hawkins


Una agradable sorpresa, la verdad. Lo dije en su reseña: este libro nos presenta a una serie de personajes absolutamente horribles, que son pésimas personas y como resultado tenemos un misterio bastante bueno, un thriller que te mantiene pegado el libro la mayoría del tiempo; aunque algunos han dicho que el misterio empieza a ser predecible cuando el libro empieza a avanzar, pero aún así su resolución no decepciona. Empecé el libro con las expectativas bajas, principalmente porque no quería decepcionarme (y, lo admito, a veces soy una prejuiciosa de mierda), pero las supero bastante bien. No es el libro perfecto y quizá a uno o dos personajes les falta más trasfondo, pero fuera de unos errores de nada, el libro está muy bien.

Boy Meets Boy, David Levithan


Ya lo dije: me alegro un montón de que Levithan mejorara. Porque este es uno de sus primeros libros (creo el primero) y me pareció que la mitad de las cosas estaban sustentadas en un cliché con patas. Así no funciona, por dios. Además que me dio una sobredosis de azúcar, pero eso ya no es cosa de errores graves, eso era sólo porque los personajes derrochaban azúcar, eran tan adolescentes que sentí que necesitaban un buen batazo en la cabeza para reaccionar y dejar la estupidez normal de la edad (que, a pesar de todo, a veces es adorable). En general me pareció curioso, disfrutable, las partes más clichés me dieron risa, pero si quieren empezar a leer a Levithan, este no es el libro. Recomendable si estás interesado en el autor y tienes ganas de desilusionarte porque no todo lo que escribe es bueno.

Life and Death, Stephenie Meyer


No es una broma. Ya lo vieron en el especial de Halloween. De verdad leí esta porquería. Lo siento si se ofenden de que le llame porquería pero no tengo otra palabra para dedicarle. Halagos para nada, pero ni una palabra que tenga una connotación más positiva que porquería, si quiera; lo único bueno es que si tenemos suerte, este serpa un libro autoconclusivo y ya. Me parece incluso una falta de respeto para quienes lo van a comprar y lo van a disfrutar (porque yo, evidentemente, me lo descargué pirata, esto de hacer ricos a los editores de Meyer y a Meyer no me hace gracia) porque es un copypaste de Crepúsculo casi calcado. Hay cambios, claro. Pero... bueno... en fin. Manténganse alejados de él, a menos de que quieran reírse de lo absurdo que es este libro.

Plegarias antendidas, Truman Capote


Este es el último libro de Capote. Al menos, el último que escribió y dejó sin terminar debido a numerosos escándalos y a que se sumió en la depresión. Para mí, nada ha superado todavía su trabajo periodístico en A Sangre Fría, y eso que considero que la mayoría de sus novelas son increíbles, pero no de la misma manera. Plegarias atendidas es un buen libro, pero es un libro, ante todo, inacabado y poco editado, pues publicaron el último manuscrito que Capote dejó parece que sin una revisión mínima y eso hace parecer que la historia no va a ningún lado por momentos, pero aún así se nota que quien escribe es Capote. Por lo demás, los recomiendo para los amantes de Capote, no creo hacerle una reseña porque no sé en realidad que decir para hablar de él. Es de esos libros que no sé si me gustaron o no al terminarlos.

Colaboraciones (en otros blogs)


No sé si lo sepan, y creo que la mayoría no lo sabe a pesar de que los otros blogs donde colaboro están allí abajo, pero yo no escribo nada más aquí. Escribo mucho, pero muchísimo y si lo pusiera todo aquí tendría entradas hasta el año que viene, pero ese no es el plan. Así que siempre he escrito en otros blogs reseñas, artículos, opiniones, noticias y como por aquí no conocen mis otras facetas, desde ahora las incluiré por aquí... Aquí va la lista de lo de este mes: 

En PlusbitsMx:
En La cueva del escritor:
En La hora del té: