Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 16 de abril de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (V)


Otro que no podía ser

Llamémoslo Inglaterra-san. Tiene parecido al de Hetalia –físicamente-. Admito que por no sé qué razón, me empezó a gustar. Tampoco quiero saberla porque *miedo* no sé, es tan feo, que lo considero algo… puaj! Nono, no me puede haber gustado un tipo así. El caso es que me gustaba –y hasta pena me da decirlo, la verdad-. En unos XV’s lo hice bailar –fuimos seis del salón, tres y tres, el sobrante para mí, era él- y pues no sé. Me empezó a gustar.

Ah, y L se puso celoso con él.

El problema era que a él le gustaba una de mis mejores amigas, y pues como que no.

Para no hacerles de la historia larga:
-Empecé a llamarlo A en las redes sociales, después él logró que mi amiga le dijera que sí y yo me semi deprimí, pero lo acepté y me quedé sin prospecto.
-Pasaron las vacaciones de navidad.
-Cuando volvimos ya no me gustaba y una semana después de volver a clases, volví a ver a B –mi actual novio- y me empezó a gustar B-
-Cortó a mi mejor amiga por una estupidez.
-Concluí que es un tipo bastante estúpido.

Nea.

viernes, 15 de abril de 2011

Historias de amor, desamor, y cosas de esas (IV)

Y allá vamos, con otra historia de mis amores frustrados, medio frustrados y frustradísimos.

Esta ocurre justo cuando yo entré a la preparatoria. El punto es que la escuela era nueva, los compañeros nuevos y pues todo eso… ya saben, todos los nuevos :D Se llama Luis. Y no es feo.

Nuestra plática empezó en Computación porque casualmente… allí se sentaba al lado de mí. Y me pasó su correo, y empezamos a hablar por msn, aunque así cara a cara, le daba cosa, se ponía super nervioso y a mí me daba mucha ternura. Un día, me confesó, a medias, que le gustaba (con una indirecta extremadamente directa) y pues… yo, ya que no estaba nada feo, y también me gustaba… flipé.

Pero todo acabó pronto.

Me llevó a una plaza. Me besó. Fue super romántico, pero nunca nunca nunca, se atrevió a hacer la pregunta de fuego: esa que haces cuando te declaras. Y poco a poco, después de eso, aunque seguimos en lo mismo, dejo de hablarme, y cuando me di cuenta, a mí ya no me importaba el tipo en lo más mínimo.

Si, no pasó nada.
¿Interesante, no? –sarcasmo-
Pero él es importante para el que viene.

martes, 12 de abril de 2011

Nínive


"…porque yo tuve que viajar y viajar siglos arriba, para encontrarte a ti, que eras la memoria de mí misma y la memoria del amor, pues tú guardaste todos los besos y los verbos amorosos que se han conjugado, para venir a decírselos a Clara, que por fin te encuentra en algún recodo del tiempo."

En la obra “La señora en su balcón” de Elena Garro, que trata sobre Clara, sentada en un balcón, mirándose a sí misma, reflexionando sobre su vida y recordando los momentos más significativos de su infancia, se idealiza a Nínive –una ciudad antigua cuyo nombre le presenta el Profesor García- como la felicidad, la vida perfecta, lo que más deseas.

Clara, huye de todo para buscarlo –del Profesor García, de Andrés que le propone matrimonio, de Julio- sólo para buscar a Nínive: para irse por los siglos y la memoria, por caminos de oro para encontrar a Nínive Plateada, con sus escalinatas…, sus templos, sus estatuas, sus columnas. Una vez cree hallarlo en Andrés, y sin embargo, huye de él. Otra vez cree hallarlo en Julio y como dice “yo contigo creí que era para siempre”, también termina huyendo es busca de su felicidad.

Nínive en la historia representa la felicidad la vida perfecta.

¿Cuál es su Nínive?