Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 2 de agosto de 2015

Gané el Torneo de los Tres Magos

En el foro de fanfiction La Noble y Ancestral Casa de los Black cada año se proponen distintas actividades. Yo llegué hace tiempo, mucho tiempo, con poca experiencia escribiendo (no tan poca, pero me costó lo mío hacerme un lugar). El año pasado, cuando abrieron la segunda edición del Torneo de los Tres Magos, ya sabía más o menos a qué me enfrentaba si me apuntaba: a las eliminatorias hasta que sólo quedaran tres participantes y después a las tres temidas pruebas finales, donde los organizadores dejaban al descubierto lo malas personas que eran

La verdad, es que anotarse funciona: te obligan a escribir cosas que nunca antes has escrito, a cambiar tus enfoques, a enfrentarse a tramas o formatos que no has escrito nunca. Como dicen, como escritor, te sacan de tu zona de confort.

La primera sorpresa fue acabar como la Campeona de Durmstrang (escuela que ya había ganado anteriormente, gracias a la genial Escristora). Tuve que escribir un poco de Krum en las minipruebas entre cada prueba grande (la comprobación de varitas, el baile de navidad y la visita de los familiares, para los frikis como yo) y aunque nunca había escrito desde la perspectiva del búlgaro o había escrito nada sobre él, me enamoré pronto.

Se me puede ver muy enamorada de mi Krum en la caricatura de Aru. En fin, estoy escribiendo esto por la emoción, obviamente, porque aunque Meri y Aru (las otras dos campeonas) aseguraron que yo iba a ser la ganadora desde el minuto cero, yo no estaba tan convencida. La competencia no era nada mala y cada historia era más original que la anterior. Tenía que escribir cosas que sorprendieran o no lograría ganar.

En fin, el caso es que gané. Sigo con los pies en la tierra, pero no puedo esconder la emoción por lo lejos que he llegado, aunque sea sólo en fanfiction.net.
Si tienen curiosidad por saber que presenté, bueno, me tocó escribir un AU (Alternative Universe), en el que use de protagonistas a Hestia Carrow (una de las gemelas de la sexta película) y Vaisey (un jugador de Quidditch de Slytherin que es mencionado de pasada tres veces en siete libros) titulado Seis balas. Escribí sobre Winky y Barty Crouch Jr en un relato llamado Maldita Dulzura. Y una historia narrada por la muerte y protagonizada por un poco afortunado Dennis Creevey (el hermano de Colin) titulada El aliento de la muerte.

viernes, 31 de julio de 2015

Los 10 libros que más me marcaron

Hoy es 31 de Julio. Si su friki interior les dice que es un día especial, es que probablemente leyeron Harry Potter, como yo, y les gustó. Sin esos libros, problablemente yo no sería lo que soy ahora, ni tendría este blog, ni escribiría fics (algunos más malos que otros), ni estaría perdiendo escribiendo esta entrada. A mí no me disgustaba leer antes de Harry Potter, porque mi mamá me compraba cuentos toda la vida, pero el día en que llegó a la casa con Harry Potter y la Cámara Secreta (sí, me los leí en desorden) marcó gran parte de mis gustos.


Así que esta es la entrada de los 10 libros que más me han marcado a lo largo de toda mi vida. No son mis libros favoritos, debo aclarar sino aquellos que marcaron un antes y un después en mi vida, en mis gustos, o en mi forma de ver el mundo. 

1. Harry Potter


Mis siete libros. Todos rotos, deshechos, con la marca del uso
Si nos ponemos estrictos, estos son siete libros en total, pero bueno, a mí lo que me marcó fue el primero que leí (el segundo) y el monstruoso fenómeno que vi pasar ante mis ojos y del que fui parte. Hoy, todas las personas que crecimos con Harry Potter (yo tenía seis años cuando empecé a volverme fan), rondamos peligrosamente la veintena, incluso ya hay gente bien metida en ella. Harry Potter fue la razón por la cual yo conocí a mucha gente interesante, me puse a leer todo libro que cayera en mis manos y, si nos ponemos estrictos, llegué hasta aquí. 

2. El tesoro del molino viejo


Usualmente, no pienso nada en ese libro, es un libro que olvidé fácilmente después de cumplir doce años, pero que, cuando leí, me dejó impresionada (porque, seamos sinceros, yo era fácilmente impresionable). Trataba de una chica medio abusiva que se había amiga de una chica mucho más tímida a la que molestan en el colegio y la chica más tímida, deseosa de atención, empieza a mentir diciéndole que ella conoce al molinero del que habla la leyenda y que puede parar las lluvias. La otra chica empieza a aprovecharse de ella y listo, ya tenemos trama. No recuerdo una trama más simplona complicada hasta las últimas consecuencias que este libro. No me parece malo, y de hecho me llegó a gustar, pero el final es estúpido, simplón y se marca un final a lo Narnia. En fin, yo no soy quien para cuestionar las creencias de los autores, pero el libro era muy creíble hasta que llegamos a ese punto.

3. Diablo Guardián


Ya he hablado de él en blog antes y he citado ese maravilloso inicio que me sé de memoria. Bueno, cuando empecé a leer ese "Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes", no sabía qué clase de libro iba a leer, ni que cuando lo acabara lo iba a recomendar por activa y por pasiva. Este libro es uno de mis libros de cabecera y me lo llevaría a una isla desierta sin dudar. Primero, porque es divertidísimo (Violetta narrando lo es), segundo, porque podrá ser una historia acerca de nada, pero la narración es increíble. Este libro hizo que se me cayera uno de los mitos más grandes de mi vida: leer no nos hace mejores personas (moralmente), leer a veces acaba volviéndote más ácido, más crítico, más sarcástico y más irónico. Por ese libro conocí a Xavier Velasco y entendí que no tienes que escribir de personajes agradables para hacer una buena historia: puedes crear dos personas despreciables en todo su ser y contar, con ellos dos, una de las mejores historias que he leído.

"Me escapé de la casa para criar mis propias esclavitudes. Más perfectas, más sólidas. Esclavitudes diseñadas a la medida de ambiciones un poquitito menos estúpidas. Mis papás no sabían gastar el dinero, yo sí. Ésa es toda la diferencia. Ladrones finalmente éramos todos. Impostores, también. Y nacos, que, ni qué. Me da un poco de pena decirlo, pero el nombre que sale en mi acta de nacimiento es Violetta Rosalba Schmidt, y ya después los apellidos de mis papás, que por supuesto desentonan como pelos en las piernas de Brooke Shields."


4. La peor señora del mundo, Fransisco Hinojosa


Sí, lo tengo dos veces
No hay libro que me haya tenido más entretenida que este cuando era niña. Es todo lo que espero de un libro infantil: una buena historia, unos personajes buenos que derrotan a un villano de manera original y una señora tan mala, pero tan mala, pero tan mala, que apagaba sus cigarros en los ombligos de los taxistas y le daba a sus hijos comida para perros. En un mundo de verdad, la seguridad social se habría llevado a sus hijos (pero ella seguiría apagando sus cigarros donde quisiera, no nos engañemos). No tengo mucho para decir sobre este libro, sólo que, si alguna vez ven a una loca de más o menos veinte años formada en una firma de libros para niños con una edición especial de La peor señora del mundo, diciéndole a Hinojosa que lo ama, soy yo.

5. Sibila, María García Esperón


Este es un libro descontinuado porque apenas si vendió ejemplares. Yo lo encontré en un almacén de Porrúa, donde dos empleados quizá no pudieron evitar preguntarse por qué demonios me interesaba el librajo. María García Esperón ganó el premio El Barco de Vapor en 2004, lo que le valió que le publicaran El Disco del Tiempo, la primera parte de tres libros (El Disco del Cielo y El Disco de Troya) y nada más. Yo lo alabé bastante en Hi5 (sí, eran esos tiempos) y un día recibí un mensaje de una tal María García dándome las gracias. Cuando una chica de 12 años fácilmente impresionable recibe un mensaje como ese, sale dando saltos así le haya escrito el escritor menos importante del mundo. Intercambiamos varios mensajes, y aun hoy tengo la consideración de avisarla cuando reseño uno de sus libros y ella cuando tendrá un evento en la Ciudad de México. 

Así que, después de recibir ese mensaje y haber leído El Disco del tiempo, me embarqué en la travesía que significó obtener Sibila, una novela cortita, muy cortita, con una edición barata, y me puse a leerla. Hablaba del tiempo y de cosas que yo no entendía, además de un mito que yo en mi vida había oído, el de la Sibila Cumana. La estructura de la novela era rara y los narradores muchos, los personajes no demasiado atractivos para una niña de doce años. Hice de tripas corazón y la leí tres veces más, hasta que la entendí, o creí entenderla, hasta que descubrí que estaba ante una de esas joyas que probablemente no iban a lograr publicarse por la falta de interés.

6. Pregúntale a Alicia, supuestamente anónimo


Me da pena poner este libro aquí, porque todas las personas con dos dedos de frente saben que esto no es anónimo, no es ningún Diario y Alicia no se suicidó, ni se drogó ni nada, básicamente porque no existió. La historia no es mala, pero el propósito falla. Desde el principio se nota que, aunque la prosa puede parecer la de una adolescente, hay muchas cosas que no acaban de cuadrar. Analizando el libro completo, uno se da cuenta de que más bien es un intento de fábula con moraleja (no te drogues) no demasiado bueno. Sin embargo, yo lo leí en una edad fácilmente impresionable y el recuerdo me sigue persiguiendo. No me convenció de que no me drogara (eso lo hizo una campaña mil veces más efectiva tiempo después), pero bueno, fue un libro que releí tantas veces que se hizo viejo. El libro, gracias a dios, lo perdí.

7. Novia que te vea, Rosa Nissán


Ostenta el placer de ser el libro que más he releído en la vida y que nunca ha encontrado un lugar en mis listas de favoritos. No es que sea un mal libro, es sólo que nunca me ha convencido lo suficiente como para hacerse un lugar. Me entretiene y es siempre uno de mis referentes. Uno de los libros más feministas que he leído nunca y está escrito desde el punto de vista de una judía sefardí (turca), en la ciudad de México en los años 40s y 50s. No es lo que esperarían que yo declarara uno de los libros más feministas que conozco, eso sí. Demuestra que, con una mujer bien plantada, que lo que quiere es estudiar, todo es posible.
—No es eso, ya me aburrí. ¿Cuántos años me faltan todavía?, quiero comprármelo yo, tú no tienes tanto, no quiero que gastes.
—¡Cómo que no tengo! Te lo voy a comprar, ya verás, y además, ¡qué coche!
¡Qué coraje!; si yo fuera la que no quiere estudiar, harían una fiesta para celebrarlo. 

8. Cien años de soledad, Gabriel García Márquez


Ahora, sí, otro de mis libros favoritos. Lo agarré un día del librero de mi papá, que me advirtió que me iba a aburrir porque no estaba entretenido y dejó que me lo llevara cuando lo ignoré. Más o menos quince horas después, casi sin haber dormido, se lo estampé a mi padre diciéndole que era uno de los mejores libros que había leído, que no me había aburrido ni la dedicatoria y que debería leerlo. Todavía no lo logra y ya van tres o cuatro años de que yo leí el libro. La última vez, se quedó en la parte de la desgraciada de Fernanda del Carpio y de allí no ha pasado. Yo sigo haciendo campaña, convenciendo a quien se deje convencer de que este es uno de los mejores libros de la historia y que todo el mundo debería leerlo al menos una vez, si quiera para conocer el realismo mágico.

9. Todos mis sueños, tuyos, Sofía Olguín


Dudé mucho sobre si poner este libro en la lista o no. De todos, es el que creo que más recientemente he leído y eso fue hace dos años. Antes de eso, ya conocía a Sofía: había leído toda la homoerótica que había escrito y pedazos de su blog. Siempre me ha maravillado la manera en la que habla de la lengua, del español y de la literatura. Me parece una excelente persona y es la única autora con la que, en casi seis años de blog, con la que he colaborado (libros a cambio de reseñas). ¿Por qué este libro, entonces? Es el libro suyo que más me ha impactado, con unos personajes increíbles y que me hizo pensar mucho. En fin, de este libro no puedo poner foto porque no lo tengo, más que en el kindle

10. La insoportable levedad del ser, Milan Kundera


Kundera y yo nos llevamos mal. Este es el único libro que he conseguido meterme entre un ojo y otro sin querer matarlo durante más del 50% por ciento del libro y creo que es por la carga filosófica que contiene (y que su manera de ver a los regímenes socialistas coincide bastante con la mía), no realmente por los personajes. Me gustó bastante cuando lo leí, pasando por alto todos los comentarios que me parecían misóginos en el libro (por eso me llevo mal con Kundera, sólo tiene dos prototipos de mujeres: la santa y la puta); no le haría un lugar entre mis favoritos, y quizá ni siquiera quedaría cerca de ellos, pero que haya influido en mí, eso nadie lo puede negar. Ya les contaré cuando vuelva a leer algo de Kundera además de este libro (y el de los amores ridículos)... si es que nos seguimos llevando mal.

domingo, 26 de julio de 2015

El curioso incidente del perro a medianoche, Mark Haddon | Reseña

SinopsisA sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes -el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos-, sus pesquisas lo llevarán a cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.

Este es un libro raro. Listo, lo dije. Al estar narrado por un adolescente autista, no esperes encontrarte con un libro común y corriente, con misterios, o con una trama bien definida. No esperes descripciones (porque no las hay), no esperes más profundidad de la que un adolescente autista (aunque al principio creí que era sólo Aspenger) le va a dar a una narración. Vas a ver una historia desde su punto de vista y punto. Es una historia cotidiana que tiene sí, un incidente con un perro a la medianoche.  

A mí me gustó mucho, porque Christopher ama el rojo y odia el amarillo y el marrón, porque cinco carros rojos significan un Día Muy Bueno, porque le gustan las matemáticas (y de hecho hay varias explicaciones de matemáticas) y los capítulos están numerados únicamente con números primos. Vamos, el libro es toda una curiosidad. Por cierto, si tienes planeado leer El sabueso de los Baskerville, leélo antes de este libro, porque Christopher, a quien le gusta Sherlock Holmes, lo destripa entero cuando distingue entre las pistas reales y las pistas falsas.

Ahora sí, entremos en materia. Emulando los gustos de Chris, haré una lista de por qué este libro me pareció bastante bueno.

1. La caracterización de Christopher  y su narración. No es la narración convencional y la historia no sigue una estructura conocida, porque a Christopher no le gusta contar mentiras, no entiende las metáforas y se empeña en escribir una novela de algo que en realidad ocurrió. Me encanta leer sobre la manera que entiende en el mundo y cómo lo expresa. Me gustaba como hablaba de sus gustos, de los tipos de días, las reglas que sigue para darle a su vida un poco de orden, y cómo cuida a Toby (casi me muero casi

2. Los magníficos personajes que hacen sus padres. Aquí debo hacer la clara distinción: son buenos personajes, pero personas a las que golpearía con una silla directo en la cara. Sin embargo, a través de Christopher puedo sentir su impotencia, su frustración y cómo poco a poco intentan convivir con su hijo. Creo que quedó muy bien plasmado que, como pareja, cometen muchos errores que acaban salpicando a Christopher, pero siempre están determinados a hacer las cosas más o menos bien por él (o como quien dice, a intetarlo).

Yo cada que algo malo les pasaba a todos en el libro.
3. Los problemas de matemáticas. Me ayuda a entender a Christopher verlo todo en los fríos datos y números que él usa. Allí es cuando más entiendo su razonamiento y su manera de pensar.

4. Que el libro no sea "políticamente correcto". No me hubiera gustado en ese caso. Aquí se hace latente completamente el rechazo al que se enfrenta Christopher, pero también él mismo admite que comete errores y se hace notar lo difícil que es lidiar con él.

5. Las imagenes y los diagramas tontos. Lo entiendo: pueden resultar molestos, extraños, pero es la manera que tiene Christopher de explicar las cosas. Están allí porque es la única manera que encuentra de describir algunas cosas. No es un error la falta de descripción, es que no es algo que le interese realmente.

Bueno, creo que con esos cuatro puntos, el libro casi se ganó mi corazón. No tengo demasiados fallos que marcar: la prosa seca y la puntuación cortante están justificadas dado que Christopher es quien está escribiendo la historia. Es increíble cómo te puede transmitir los sentimientos de tristeza, desazón y felicidad de una manera tan sencilla con una prosa que algunos dirían quizá que es demasiado plana. Este es un libro que me hubiera gustado leer en inglés, pero creo que no había nada realmente lost in translation, por lo sencillo que estaba narrado.


Ahora bien, la historia no es sencilla, tiene bastante trasfondo a mi parecer. Puede que trate de un chico que quiere resolver el asesinato de un perro, pero eso no es lo importante de la historia. Lo importante de la historia, y lo que realmente la hace brillar, es Christopher. Sin él, y sin esa narración, no tendríamos una historia tan sólida (aunque tengo que admitir que sus padres también se llevan una buena parte de la historia, puesto que, a pesar de los errores humanos de ambos, son magníficos personajes, increíblemente construidos).