Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 30 de enero de 2016

Fantasía Juvenil que vale la pena v2.0

Hace unos días le di con todo a la Fantasía, así que ahora vengo a recomendar cosas que sí valen la pena, para variar. Siendo uno de los géneros que más leo... o leía, realmente no han caído muchas cosas en mis manos en los últimos tiempos, siempre tengo alguna buena recomendación bajo la manga. He de decir que aquí quedan fuera sagas como Harry Potter y El Señor de los anillos por ser brutalmente conocidas, ya que realmente no tendría sentido hablar de ellas. Que levante la mano quien no las conozca aunque sea de nombre... para decirle que ha vivido debajo de una piedra todo este tiempo.

Reckless, Cornelia Funke 



Funke repite como recomendación. Si hay algo que reconocerle es que es una escritora muy buena que me gusta mucho (y que me respondió un tweet sobre mi actor favorito que resulta que es el actor que ella imagina como cara para uno de sus personajes). Reckless es una historia un poco más adulta que el resto de sus libros y hace poco le hice una reseña que practicamente era una declaración de amor. Seguimos las aventuras de Jacob Reckless, Fux, su fiel acompañante, su hermano, Clara y algunos personajes más a lo largo y ancho de un mundo que a veces casi parece anacrónico. Parecen estancados en una edad victoriana y la magia es algo del día a día, pero hay barcos, hay trenes... y sorpresivamente... ¡hay aviones! La historia es de lo mejor y tiene referencias a los cuentos clásicos de siempre, pero con giros bastante siniestros y sin abusar de ellos. ¡De lo mejor que he leído en fantasía últimamente!

Los secretos del inmortal Nicolas Flamel, Michael Scott



Esta saga la empecé cuando uno de los libros de Memorias de Idhún  me salió defectusoso. Como cuando lo fui a cambiar no había otro ejemplar me compré los dos primeros de esta saga por el precio de uno de Memorias de Idhún. No me digan que no me salió bien el asunto. En fin, la saga de Michael Scott está bastante bien, sobre todo en lo que respecta a unir mitologías tan diferentes como la celta, la nórdica y hasta la mexicana. No es muy fiel a todo (no voy a superar a Kukulkán en mucho mucho mucho tiempo, y tampoco que Marte/Ares sea Huitzilopochtli a la vez porque si hay alguna diferencia entre los dos es que Huitzilopochtli, el dios Azteca de la guerra, se burlaría de Marte y Ares; fue uno de los dioses más sangrientos que he conocido... y de mis favoritos también), pero lo hace lo mejor que puede, sobre todo en lo que respecta a la pareja protagónica, pues fue su relación la que me hizo seguir leyendo a lo largo de seis libros.

Graceling, Kristin Cashore



La historia se ambienta en un mundo donde de un lado del continente nacen personas que tienen los ojos de diferente color y tienen poderes especiales llamados gracias y del otro hay criaturas hermosas y letales llamadas bestias... Realmente Graceling es una triología, pero entre los tres libros no hay mucho que ver. Graceling es introductorio, nos presenta el mundo; Fuego nos presenta algo totalmente diferente, es una precuela y tiene pocas conexiones con el primer libro. Y finalmente, Bitterblue se encarga de unirlos a los dos pero tampoco se apoya demasiado en ellos. La dinámica me gustó mucho y las protagonistas también. Desde Katsa, cuyas habilidades para matar son impresionantes, hasta Fuego, cuya maestría con el arco es soberbia, pero sólo desea tener hijos y finalmente Bitterblue, una adolescente un poco confundida. Son distintos tipos de mujer y no caen en ese patrón único que vino a dejarnos Katniss Everdeen (y su larga perentela). Para los que gustan de mundos medievales, este es un buen libro.

Las memorias del águila y el jaguar, Isabel Allende



Ah, Isabel Allende, Isabel Allende... Nunca sé que pensar respecto a ella, pero estos libros sí que me gustaron, principalmente porque llegaron en el momentos justo y porque Allende se encarga de explorar culturas que rara vez vemos explotadas en este tipo de tramas. Los indios que aun viven en el Amazonas, un pequeño país cerca de la India y África... Desmitifica las culturas, uniendo lo aborigen con lo moderno, respetando lo más que puede cada cultura. Y sin embargo, a veces peca de idealizar sus propios escenarios y, aunque procura con todas sus fuerzas no hacerlo, acaba cayendo en ese desagradable cliché en el que el chico blanco salva el día. Lo bueno es que siempre tiene personajes secundarios interesantes ya una brasileña que le da miles de vueltas a casi todos los demás personajes. 

El disco del tiempo, María García Esperón



Y finalmente, ese libro que releí a medias hace poco atacada por la nostalgia sólo para darme cuenta de que, efectivamente, el tiempo pasa demasiado rápido.  Cuando lo leí tenía doce años o menos, usaba Hi5, estaba en secundaria, escribía apenas, mi primer fanfiction de Harry Potter (y lo publicaba en Hi5). La protagonista, la única mujer entre otro mexicano y un francés tenía veinte años y estudiaba Ingeniería en Informática en el Distrito Federal, universidad desconosida. Tantos años después, yo casi encajo en la descripción: veinte años, estudiante de Ingieniería en Sistemas Computacionales en el IPN, Distrito Federal. La historia transcurría en Creta y exploraba una de mis culturas favoritas en aquel entonces (que aún sigue siéndolo): la griega. Y por encima de todo, la cretense. Explotaba el mito de Minos, Teseo y Ariadna, voltéandolo y ajustándolo a la historia. Siempre me pareció un libro mucho más adulto de lo que su portada o su sinopsis sugerían y creo que es por eso que cada que lo releo encuentro algo nuevo en él. Un detalle que siempre olvidé ver las veces anteriores. Si no saben qué es el Disco de Festos y que mitos se ciernen en torno a él, pero ya llamé su atención, este es un libro que definitivamente, deberían leer

jueves, 28 de enero de 2016

After, Anna Todd | Reseña

Sinopsis: Tessa Young se enfrenta a su primer año en la universidad. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, su mundo se tambalea cuando conoce a Hardin, un chico tan guapo como borde, inquietante, lleno de tatuajes, y de aparente mala vida. Desde el primer momento se odian. Pertenecen a dos mundos distintos, pero pronto se harán más que amigos y nada volverá a ser igual. Hardin y Tessa deberán enfrentarse a muchas pruebas para estar juntos. La inocencia, el despertar a la vida, el descubrimiento del sexo… las huellas de un amor tan poderoso como la fuerza del destino.

No sé exactamente por donde empezar la reseña. Pero creo que es justo que primero sepan por qué demonios leí el libro antes de decirme cosas como "si no te gusta, no lo leas", así que por ahí empezaré. Primero, no entiendo como las editoriales lo venden o catalogan como Young Adult o, en México, Juvenil. Sé que al final del día la gente de cualquier edad lo leerá si quiere leerlo sea cual sea su categorización, pero no me parece correcto venderlo como juvenil cuando no lo es. Pero como yo estaba buscando ejemplos de romances (buenos, malos, pasables, malísimos, lo que cayera) en la literatura juvenil y After, debido al monstruoso fenómeno que representa, acabó llamando mi atención. After es, a mi gusto, un libro pésimo de esos que son tan malos que son buenos siendo malos y cuando quieres reírte un rato. Podría considerarlo un libro para apagar las neuronas, pero incluso eso se le da mal.

Así que, ya que aproveché para leerlo y destriparlo en Twitter y en Hangout estoy haciendo la reseña. ¿Por dónde empezamos ahora sí de verdad? No estoy completamente segura, tengo tantas cosas que decir que bueno... siento que no acabaré jamás. Pero bueno, a lo que vamos, por partes, como dijo Jack el Destripador.


After es un fenómeno monstruoso. Para que se den una idea, ven esta pequeña imagen del fanfic original en wattpadd (por que sí, ¡es un fanfic de One Direction!)

No, lo de los 200 millones de leídas no es broma

Y está calificado como PG-13. Tiene escenas pornofestivas, pero está calificado como PG-13. Yo soy la primera que leí escenas pornofestivas a los 13 años, pero les juro que esas al menos estaban en las clasificaciones correctas: M y MA. ¿Qué estaría pensando Anna Todd? Bueno, la trama es sencilla y tonta como película cliché de adolescentes universitarios, sólo que con más escenas porno, chicos tatuados y relaciones abusivas. Hagan de cuenta que el libro lo escribió un guionista de telenovelas de Televisa. ¿Por dónde empiezo a destriparlo?

Bueno, por sus personajes. Empecemos por la narradora, Tessa, que es una chica inocente, pura, frígida, que se cree mejor que los demás, que no bebe, estudiosa, responsable, virgen como si esa cualidad importara y, a mi parecer, bastante insegura. Así enumerados, ningunos de esos adjetivos están mal o dan los ingredientes para un mal personaje. Las chicas inseguras tienen derecho a protagonizar libros, las soberbias, las que son frígidas, las que no beben, responsables, las que quieren un príncipe azul, las que no... básicamente todas. El problema es cuando los personajes tienen una personalidad tan plana que una hoja de papel del más delgado tiene más grosor. En el caso de Tessa, lo que dice y lo que hace, son dos cosas totalmente distintas. ¿Cuál es la verdadera Tessa? No tengo ni idea. Contradecirse es de humanos, pero contradecirse tanto y en todo, es de ir al psicólogo. Lo único que concuerda entre la Tessa que narra y la que actúa es básicamente... que es una controladora y planificadora. Las contradicciones que tiene no son contradicciones humanas, sino contradicciones por el bien de la narración o descuido de la autora, lo que deja a la narración muy mal parada.

Ahora vamos con Harry Styles... digo, Hardin Scott. La única diferencia entre él y Kilgrave, de Jessica Jones es que Kilgrave tenía un poder para controlar a la gente, los hipnotizaba. Hardin no. Así que el hecho de que la gente lo vea como un galán no es algo que solamente me saca de onda, sino que directamente me perturba.  Hardin es un celoso, maniático, controlador y maltratador. Sus cambios de humor, que supongo que son sólo accidentes de Anna Todd por no saber contar una historia, directamente me asustarían en una historia real. ¿En serio esto es lo que alguien considera material de novio? Porque yo más bien lo considero material de villano. Si Hardin no fuera guapo (supuestamente), estaríamos en un capítulo de La Ley y el Orden UVE con feminicidio incluido o mínimo violencia doméstica.

Los demás personajes son los integrantes de One Direction. Están... ahí. Son como floreros o accesorios. Anna Todd los usa como recursos argumentales cuando los necesita y el resto del tiempo se olvida que existen. El problema es cuando cambian de personalidad de manera tan drástica entre una aparición y otra y te preguntas si Anna Todd no olvidó la escena anterior o simplemente es que así necesitaba al personaje para que la trama tuviera sentido. Entre lo más decentemente construido está Steph, que es amigable con Tessa, da buenos consejos y le es leal como amiga y la madre de Tessa, cuya personalidad maniática, controladora, sobreprotectora sobre Tessa pudieron dar un buen conflicto y hacer crecer a Tessa realmente... sin embargo, hacia el final la madre de Tessa se convierte en un recurso argumental burdo, barato y mal utilizado para hacer escenas a la telenovela de la lisiada. Hasta me la imaginé como Itati Cantoral,


Los personajes en realidad no tienen profundidad y de seres humanos suelen tener lo mismo que un alien. La mayoría se identifican por algún par de características tontas y ya, especialmente los amigos de Hardin y Logan (a.k.a los integrantes de One Direction). Hay otros personajes que sólo sirven para contrastar lo buena que es Tessa y que inmediatamente nos pongamos de su lado, lo cual se reduce a un burdo slut shaming

¿El ejemplo? Molly. Es "amiga" (no me queda claro realmente) de la pandilla de Hardin y tiene el cabello rosa, suele vestirse con cosas bastante reveladoras y bebe alcohol, por lo que Tessa inmediatamente la califica de furcia, también porque anda con los chicos libremente. Eso nos lleva a una doble moral muy notoria: a Tessa le intimida que Hardin se haya acostado o haya salido con tantas chicas (más o menos una por semana) y se siente menos porque cree que él ya lo ha visto todo. En ningún momento se pasa por su cabeza que el hecho de que Hardin viva su sexualidad como le sale de los testículos, todo lo irresponsable o responsablemente que quiera, sea algo malo. En cambio, a Molly, mujer, la condena por lo mismo. ¿Ven la doble moral? 


No me voy a meter a hacer juicios morales sobre cómo vive cada quien su sexualidad, eso hasta sobra. Me parece hasta válido que exista un personaje mujer con esas contradicciones y esa doble moral hoy en día: ese tipo de personas existen, esconderlas en la ficción no hará que lo dejen de hacer. Pero la voz de Tessa no es sólo un personaje, es Anna Todd, allí, diciéndonos una y otra vez cómo una chica como Molly es una puta (cuando en realidad para serlo, para empezar, tendría que cobrar) y recordándonos que no queremos ser como ella. Cualquier libro que intente meterte clases de ética o moral by the face es un libro que, sinceramente, para mi sobra y más una moral como esta. Ni que los lectores fueramos pendejos. ¿Qué mensaje está dando el libro? ¿Qué clase de cosa le estamos enseñando a las chicas de hoy? Que los chicos que se acuestan con todas son unos galanes y las chicas que hacen lo mismo unas furcias de pelo rosa. 


Bueno, después del doble rasero importante del libro y que no tengo nada más que marcar en cuanto a personajes (porque si sigo no voy a acabar nunca), vamos a... ¿qué otra parte mala se les ocurre? ¿Narración? ¿Redacción? Anna Todd se saltó la parte de la primaria en la que enseñaban a usar las comas... y también el repaso en la secundaria... y ¿les he contado que en la Universidad me enseñaron a usar las comas otra vez porque la gente todavía no sabía? Pues también se saltó esa parte. Aquí un tweet con cuatro ejemplos (porque es más rápido encontrar los tweets que las imágenes en mi celular).

Y ya entrados en materia, esa clase se la saltó el editor original, el corrector de estilo, quien revisó, quien maquetó y todos los que leyeron esto antes de que se publicara, incluyendo al traductor. Siempre me ha parecido una falta total de respeto que una editorial permita que sus libros salgan con faltas de redacción y de ortografía tan básicas. Sí: la ortografía y la redacción no te dan de entrada una buena historia, pero sin esas dos cosas, simplemente causas mala impresión. Acabo sintiendo que las editoriales lo hacen simplemente porque saben que el libro se va a vender como iPhone en su primer día y que no necesitan esforzarse mucho (y es por eso que uno no debe gastar dinero en libros como este).


Ahora sí vamos a la parte donde planeo detenerme más y hacer un análisis mucho más a fondo: la trama. La trama no es más simple porque no es posible y de hecho toda la sinopsis la resume: Tessa es una universitaria inocente, Hardin es completamente diferente a ella, amor, o mejor dicho, lujuria. Para hacer relleno Tessa tiene un novio al que le pone los cuernos (no, en serio, Tessa per se no es mal personaje sólo por ponerle los cuernos a su novio como tampoco lo es por ser inocente o prejuiciosa, lo es por no estar bien desarrollada) y unos cuantos chicos colados por Tessa, además de otras cosas más... 

La relación entre Tessa y Hardin me parece simplemente perturbadora (más tomando en cuenta de que dicen por ahí que es la fantasía de la autora con Harry Styles) y completamente sana. No es un ideal romántico al que aspirar, como nos lo vende la autora, el marketing y la misma Tessa. El maltrato está ahí desde el día uno y Tessa lo permite una y otra vez, alegando amor eterno o que Hardin puede cambiar por ella. No me opongo a que retraten ese tipo de relaciones en los libros, por mí que cada quien escriba lo que quiera y si eso quieren escribir, que eso escriban: pero que por el amor de Dios (en el que no creo) lo hagan de manera realista y no ignoren las estadísticas. Lo que hace Hardin con Tessa, una y otra vez, no son cosas normales. Que este celoso y la maltrate repetidas veces por eso, que la insulte una y otra vez... eso no es romántico; no lo hace porque la quiere, sino porque la ve como un objeto de su propiedad. No romantizen los celos enfermizos y mucho menos el abuso. Hacia el otro lado no nos encontramos con que Tessa maltrata a Hardin (en realidad se nos presenta como un personaje bastante pasivo a la hora de actuar), pero sí lo cela de una manera insoportable. Son tal para cual en ese detalle: los dos creen que el otro es su accesorio, su llavero... su propiedad. Eso no es un ideal romántico... ¡ni siquiera es algo romántico! Y eso es lo que nos ganamos cuando estamos en una sociedad que insiste en perpetuar frases como "si no te cela, no te quiere". 

¿Quieren ejemplos? ¡Tengo muchísimos! Están en mi twitter. Pero para que vean que no miento, voy a poner unos cuantos aunque esté haciendo la entrada más larga que nada.



¿Qué les dije? ¿Les parece algo normal? ¿Romántico? ¿Algo a lo que aspirar? Sinceramente, espero que la respuesta sea no. Porque si me dicen que sí, entonces estamos jodidos. Que no, que no quiero una relación retratada como un camino de rosas, pero sí algo realista, donde al menos si va a haber violencia (porque la ahí, está tan clara y obvia) la autora no nos insulte prácticamente a la cara y nos diga que eso es romántico. Díganle a alguien que sí ha estado en una situación así y ha salido, a ver que les dice. En serio, Anna Todd, como alguien que ha visto ese tipo de situaciones, simplemente me insulta que creas que has escrito una novela romántica y que tus personajes y su relación es alguna clase de modelo a seguir. ¡No lo son! Me apena que la gente crea eso y no cuestione lo que está en los libros. No porque en un libro aparezca como algo bueno... ¡es bueno! Llevo seis años en este mundo y sigo sin creer que tenga que repetir esa frase más veces de las que Draco Malfoy dice sangre sucia. 


Podría enumerar todo el machismo que hay en el libro y que se presenta como algo normal y normalizado... pero, la mera verdad de la verdad, no acabaría nunca. De hecho, a pesar de ser un libro protagonizado por una mujer, con bastantes personajes femeninos, creo que ni siquiera pasa el test de Bechdel. Las conversaciones, la mayor parte del mundo, se basan en los chicos y en las relaciones o acaban desembocando allí. ¿Que si recomiendo el libro? Por supuesto que no, no recomiendo ni tocarlo con un palo de tres metros en llamas. Pero como no quiero quedarme sin decir algunas cosas respecto a algunos detalles, pues aquí van los spoilers a diestra y siniestra: si no los quieren, pueden dejar de leer. 


SPOILERS, EL QUE AVISA NO ES TRAIDOR

En repetidas partes de la novela Tessa tiene encontronazos con pervertidos de la fraternidad en la que vive Hardin. Hay una escena especialmente que deja mal cuerpo porque Tessa acaba huyendo de un chico que la llama preciosa y está a un tris de tocarla y abusar de ella. Más tarde, Tessa le dice a Hardin, como si nada, como si fuera lo más normal del mundo, que la culpa no era del chico, sino de ella por estar dormida en la misma habitación. Pero... ¿DISCULPA? ¿QUÉ? El victim blaming lo llevamos a la orden del día. Lo que importa no es enseñar a los abusadores a que se controlen, no, sino enseñar a las víctimas que es su culpa y que podrían y, de hecho, deberían evitarlo. El asunto se repite unas veces más, cuando Hardin sugiere que no le gustaría que Tessa anduviera en poca ropa cerca de esos pervertidos. ¿Han visto esa imagen en la que una mujer en topless tiene pintado en el pecho la frase "still not asking for it"?  Bueno, habría que estrellársela a todos los personajes en el libro en la cara. Y a Todd, de paso.

Lo siguiente que quiero discutir es el último plot twist, la idea de darle a la novela una revelación, un clímax, algo en lo que se sostenga. Anna Todd decidió que el final sería que Tessa se enterara que Hardin había apostado su virginidad, después de que ella se fuera a vivir con él y ocurrieran unas cuantas escenas de Hardin evitando que Tessa viera a sus amigos.


Odio la idea de que la virginidad importe tanto. Estamos en una sociedad que le da una importancia descabellada a algo que es simplemente social. Tessa llega a sugerir que no es la misma (o no será la misma, no sé en que parte lo hace) virgen y no virgen. Un planteamiento sencillamente absurdo. La atención que se le da al hecho de que Tessa es virgen, no sólo por parte de los personajes (lo cuál podría estar justificado con una personalidad menos cliché y mejor construida) sino de la misma Tessa y, supongo, la misma autora, es algo exagerado. Sólo se le da atención, además, a la virginidad de las mujeres. 

Ya lo dijo Chimamanda Ngozi Adichie en su su TED talsk: la vara para medir a hombres y mujeres nunca es la misma. Y Ayaan Hirsi Ali habla del culto a la virgen, abordándolo desde el punto de vista musulman, pues ella nació en una familia musulmana somalí; en su libro de ensayos The Caged Virgin habla precisamente de ese culto exagerado que se le tiene a la virginidad de una mujer, tratándolo como si fuera algo precioso no para la mujer, sino para el hombre. Lo enfoca totalmente hacia el islam y los musulmanes, pero tiene un punto: ese culto a la virginidad también existe en otras partes; diferente, si quieren, y mucho menos obvio. Pero está allí: la importancia exagerada que acaba teniendo la virginidad de Tessa en la trama es algo absurdo. El hecho de que Anna Todd haya considerado que una revelación de ese tamaño era capaz de sostener toda la trama me hacen preguntarse si no es ingenua, si no ha visto muchas películas o si sinceramente le parece que es algo relevante


En serio, el libro me insulta. También me divierte, claro que sí, esta tan mal escrito que no puedo evitar reírme, pero por otro lado acabo recordando que todos los elementos malos de la trama están allí porque están normalizados. Que tu pareja te maltrate o te controle en contra de tu voluntad no es algo romántico, nunca lo será. Pero este no es el primer libro que retrata ese tipo de relaciones, es sólo el resultado de otros que han salido y se han vendido como el pan caliente; After sólo esta allí, aprovechando que el mercado todavía no está lo suficientemente sobre saturado de este tipo de historias, regalándonos una más que se venderá como un ideal romántico. ¿Hasta cuanto la gente seguirá comprando esto (nota: no, no lo compré, eso habría sido caer muy bajo)? Porque el fenómeno se acabará cuando simplemente nadie le haga caso. El marketing es el marketing. La oferta existe porque la demanda está allí. Por favor, si lo leen, les pido que piensen si es normal, si es romántico, si es correcto todo lo que está pintado así en el libro. No lo lean sólo por leer.


Ahora pues, y juro que ya es lo último, he hablado varias veces del literary rape, sin ir más lejos, en la última reseña que publiqué, la de Skandalon. Lo mencioné por primera vez cuando leí Life and Death el genderbender de Crepúsculo, pero por si no lo recuerdan, se los pongo aquí debajo. Les diría que siento mucho si me estoy repitiendo, pero creo que el hecho de que tenga que hablar de este mismo tema en muchos libros (¡y libros escritos por mujeres!) demuestra la importancia del asunto. Esto es lo que dice Maggie Stiefvater en un post llamado This is a post about literary rape:
I’m talking about novels where the rape scene could just as easily be any other sort of violent scene and it only becomes about sex because there’s a woman involved. If the genders were swapped, a rape scene wouldn’t have happened. The author would’ve come up with a different sort of scenario/ backstory/ defining moment for a male character. Really, this sort of rape is such a medieval, classical way to tell a story. 

Traducción (hecha por mí): Estoy hablando de novelas donde la violación puede ser cualquier otra clase de violencia y sólo se convierte en algo acerca de sexo porque hay una mujer envuelta. Si los géneros estuvieran cambiados, la violación no habría ocurrido. El autor podría haber creado un escenario/backstory/clímax diferente para un personaje masculino. Realmente, esta clase de violación es una manera demasiado medieval de contar una historia. 
En After no hay ninguna violación que se use como backstory para el desarrollo de un personaje femenino, o como un punto de inflexión donde la violencia sólo se convierte en algo sexual porque hay una mujer. No. Lo de After es peor. Utiliza el burdo recurso de usar una violación para desarrollar a un personaje masculino que la presenció



Tiene un poco de sentido, sí, me imagino que cualquier persona que presencie una escena como esa, quedara impactado, probablemente con algún sindrome post traumático. Está bien. Me repito más que un político en campaña pero la violencia sexual no es un tema que se deba esconder, no es un tabú, es algo que está pasando y cuyas estadísticas son alarmantes. Aun así, hay personas que siguen usando el recurso de una violación en la literatura (o en el cine, o en la TV, en cualquier medio) como un modo de impactar, no de hacer conciencia o visibilizar un problema que aun carga con todos los estigmas del victim blaming ("mira como iba vestida", "lo disfrutó", "estaba borracha", "lo estaba pidiendo"). En este caso, Hardin le cuenta a Tessa como observó que unos borrachos a los que su padre había ofendido violaban a su madre. Me dio hasta arcadas.

Anna Todd está usando la violación de una persona para que seamos más sensibles hacía un muchacho abusivo que maltrata a su novia, para ponerlo como un buen ejemplo. Le da un toque de humanidad, según ella, demostrando que puede ser así de sensible. Que tiene pesadillas cada noche por eso. ¿Saben qué? No puedo respetar a la autora sí. Lo convierte sólo en algo sexual porque hay hombres involucrados. En tragedias gratuitas sólo para demostrar que su personaje es alguien con una conciencia. Si quieren leer buenas tramas que involucren este tipo de abusos, donde todo se trate con el respeto (aunque también la crudeza) que se debería, donde no se usa como un simple recurso burdo, busquen otros libros. No sólo uno que quiere causar mal cuerpo para que nos de compasión un personaje. En serio. Esto no. 

Por leer, yo voy a hacer un Bradley Cooper con este libro... en mi mente,
porque mi kindle no va a salir volando por mi ventana. Ya saben lo que opino. Pero si todavía no les queda claro, Charlie Vintage y yo inauguramos Poulain's Corner con un Stream en vivo de nuestra opinión: Poulain's Corner: After, Anna Todd. Calidad de video 0, calidad de sonido 0, cutrez extrema, pero nos pusimos a hablar (y divagar) frente a una cámara como hora y media. 


martes, 26 de enero de 2016

Skandalon, Julie Maroh | Reseña

Sinopsis: Julie's follow-up graphic novel, "Skandalon," marks a startling change of pace: a fiery, intense story about the recklessness of fame. "Skandalon," found in the Gospels, refers to a persistent trap or obstacle, such as the one that confounds the mesmerizing, Jim Morrison-like lead character Tazane. He is a true rock icon: passionate, arrogant, selfish, and sometimes violent, the charismatic singer is a beacon for controversy and scandal. But the public that worships him and the media that lavishes attention on him are waiting for him to fall from grace. At times shocking, "Skandalon" is a powerful and relentless meditation on the high cost of fame, and the demons awaiting anyone who refuses to be wary of them.
Julie Maroh is an author and illustrator originally from northern France. She studied comic art at the Institute Saint-Luc in Brussels and lithography and engraving at the Royal Academy of Arts in Brussels.

Mi primera (y segunda y tercera y cuarta y...) reacción al acabar de leer esta novela gráfica fue algo más o menos así:


Lo siento, no sabía como empezar la reseña. De hecho, sólo estoy escribiendo esto con la esperanza de encontrarle sentido a la novela gráfica que publicó Julie Maroh. Ya había leído uno de sus trabajos anteriores, Le bleu ets une couleur chaude (Blue is the warmest color) y la había reseñado diciendo, en breve, que me había gustado bastante y que el dibujo era de lo mejor que había visto en novelas gráficas. En su momento, me pareció muy íntimo y no hay ninguna duda de que, con Skandalon, Maroh siguió sobre la misma línea. El dibujo es profundamente personal, íntimo e incluso introspectivo. Invita a pensar o a analizar las actitudes de los personajes, a preguntarnos el por qué. Ahora bien, no todo son rosas. 

Tazane, de 27 años, es el protagonista de Skandalon. Un ícono del rock de su país, que escribe sus canciones y que, por alguna razón, siempre arruina las cosas dando declaraciones controvertidas, insultando a sus fans y prácticamente autodestruyéndose. Su imagen inicial es casi perfecta. Narra la historia y también es un protagonista desagradable, de esos a los que les darías una buena cachetada por cada pendejada que dicen. Es altanero con la prensa (cosa entendible, pues no parecen dejar de hacer preguntas fuera de lugar), con sus fans, con su equipo, con su grupo y básicamente con todo el mundo. Parece estar deprimido, aunque nunca está realmente confirmado, sin embargo, desde el primer cuadro donde podemos observarlo, notamos que algo le falta. Julie Maroh tenía todo, ¡todo!, para hacer a un protagonista desagradable con una excelente construcción. Tazane es un personaje que incluso nos lleva al límite del asco y que, como a la gente que lo ve, nos insulta


Es un personaje que queda perfectamente con el título, Skandalon. Según una página muy útil llamada la Hispanoteca de la lengua, nuestra palabra escándalo, viene precisamente de este vocablo griego: 
La palabra escándalo viene del latín scandalum, del griego scándalon (σκάνδαλον) que etimológicamente significaba una especie de cepo, lazo o trampa para cazar animales, derivado del griego skandálethron, mecanismo de desenganche o dispositivo de lanzamiento de un artefacto que sirve para cazar animales mediante un dispositivo que se cierra aprisionando al animal cuando este lo toca. [...] Más tarde pasó a significar lo que repele, es decir, la conducta que hace daño, engaña, decepciona y repele a quien la contempla. La conducta escandalosa hacer perder la confianza en la persona. Es una acción o situación que se considera intolerable y provoca indignación.
El escándalo es un concepto central del Viejo Testamento y se emplea para designar el mal que seduce al hombre a alejarse de Dios. Este concepto se empleaba para mantener unida moralmente la comunidad en su fidelidad a Dios. [...] El que no se aceptaba las reglas se había decidido por la falsa vía del Skandalon, se había desviado de la verdadera fe.
En un pequeño apartado al final del libro, la misma autora explora el origen de la palabra y la razón por la cual llamó así a esa novela gráfica, dándonos la definición biblioca de la  palabra. Le queda perfecta a Tazane, él repele, hace daño, su conducta hace que los demás pierdan confianza, su actitud provoca indignación. Y la primera construcción del personaje es simplemente genial porque, como un ícono del rock, más bien parece un ídolo religioso, se acerca a la imagen de Jesús, de Mahoma, de cualquier profeta, en lugar de la del diablo o hereje. Sus fanáticos están dispuestos a aceptar cualquier burrada que diga, desde que su inspiración podría ser Hitler o Beethoven; están dispuestos a aplaudir todo tipo de actitudes, intolerantes, si hace falta, sólo por su ídolo (nunca mejor usada esa palabra). Han puesto a Tazane en un pedestal del que realmente no lo pueden bajar. Al lector, por supuesto, eso puede llegar incluso a ofender. La primera mitad del libro realmente da un puñetazo en la cara y nos recuerda ese fenómeno desagradable que hoy en día se llama fanatismo ciego y lo mucho que se parece a la religión. 


El dibujo le ayuda a la novela en el que es, supongo, el viaje hacia su objetivo. La novela gráfica se divide entre tonos azules fríos y rojos. La diferencia parece siempre ser que en donde más azul hay, el protagonista está acompañado, y en el rojo, es donde más vemos su autodestrucción, sobre todo en sus conciertos. Tazane se autodestruye, lentamente, no importa como: drogas, alcohol, se gana el repudio de muchos. Sus propios fans le dan asco por el nulo criterio que parecen tener, dispuestos a aplaudirle todo. Llega incluso a hacer sentir incómodos a los lectores, lo cual supongo que es su propósito. Y después, en la cumbre, justo al lado del clímax, se derrumba todo. Absolutamente todo. Su desarrollo se estrella contra el pavimento, se deshace. Julie, la escritora, no parece ser capaz de sostener a su propio personaje, ni la trama. Lo único que sigue haciendo es incomodar al lector. 

Y, cuando Tazane cae, el resto de la novela lo hace. No tenía ni un otro pilar en el que sostenerse, debido a que todos los secundarios son meros adornos que flotan alrededor de Tazane y cuyo único propósito es servir como recursos argumentales en el camino de la autodesttrucción del protagonista. Así que ahora, si me disculpan, como aun estoy tratando de procesar todo lo que acabo de leer, intentaré hacerle un análisis un poquito más a fondo: 


SPOILERS MAYORES, ANTE AVISO, NO HAY ENGAÑO

El clímax llega cuando Tazane viola a una chica. Ese tipo de escenas siempre me hacen sentir incómoda, directamente. No me desagradan per se, pero nunca me ha gustado la violación "literaria" que existe sólo porque sí. En la reseña de Life and Death, el genderbender de Crepúsculo, ya había hablado de lo mucho que me molesta cuando las violaciones están allí simplemente porque el personaje era una mujer. En este caso no ocurre así, sino que la violación sólo impacta, incomoda y le sirve a un hombre, en este caso, al agresor, como un trigger (gatillo, literalmente) para que llegue casi al fondo de su autodestrucción. A la chica no la volvemos a ver. Incluso, quien la venga es otro hombre

La chica carece de relevancia, de desarrollo, de personalidad. Sólo está ahí puesta para que Tazane la viole y, de ese modo, dejarlo sólo y aislado cuando su banda, después del juicio, lo abandona. No me gustan ese tipo de escenas porque siento que sólo están allí por la incomodidad y el mal cuerpo que causan. Me gustan menos cuando la víctima en cuestión, en este caso una chica, es sólo un recurso argumental. Me incomoda mucho escribir tramas que involucren violencia sexual y he escrito únicamente dos en mi vida primero porque a pesar de la incomodidad, siento que es un tema que no vale la pena callarse como si fuera un tabú y porque creo que son temas que merecen ser tratados con respecto, sobre todo con respeto hacia las víctimas y no ser simples recursos argumentales.


Lo que Julie Maroh sí retrata bien es el fanatismo ciego que lleva a los fanáticos de Tezane a culpar directamente a la chica, su modo de vestir, cuestionar por qué estaba allí, sugerir que incluso lo había disfrutado. En casos tan mediáticos como el que retrata Tezane, el victim blaming (culpabilizar a la víctima) es lo normal. Cuando se trata de mujeres que demandan nunca falta el que sugiere que en realidad sólo es difamación porque quiere dinero o que sólo se está inventando la historia. Si no me creen sólo pueden buscar diversas opiniones sobre el caso de Bill Cosby. En fin

No sé que decir. Sólo que si no les gusta que un libro los ofenda, no lean este. De hecho, a menos de que estén muy interesados en él, aléjense. Valoro que un libro me haga sentir incómoda y que me haga cuestionarme cosas, pero no lo valoro cuando la incomodidad que me causa está ahí simplemente por placer y no hay un desarrollo y, sobre todo, cuando se llega al límite usando la violencia sexual sólo por usarla.