Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 26 de febrero de 2016

Illuminae, Amie Kaufman & Jay Kristoff | #LCSoManyBooks


Sinopsis: This morning, Kady thought breaking up with Ezra was the hardest thing she’d have to do.
This afternoon, her planet was invaded.
The year is 2575, and two rival megacorporations are at war over a planet that’s little more than an ice-covered speck at the edge of the universe. Too bad nobody thought to warn the people living on it. With enemy fire raining down on them, Kady and Ezra—who are barely even talking to each other—are forced to fight their way onto an evacuating fleet, with an enemy warship in hot pursuit.
But their problems are just getting started. A deadly plague has broken out and is mutating, with terrifying results; the fleet's AI, which should be protecting them, may actually be their enemy; and nobody in charge will say what’s really going on. As Kady hacks into a tangled web of data to find the truth, it's clear only one person can help her bring it all to light: the ex-boyfriend she swore she'd never speak to again.

No tenía planeado leer Illuminae en el futuro cercano, pero era lo único que me llamaba de verdad en las propuestas del maravilloso club de lectura en inglés So Many Books, así que voté por ese y tuve la suerte de que ese fue el que saliera elegido. Tengo que decir que todo lo que sabía del libro era exactamente esto: ciencia ficción juvenil, guerra en el espacio. Por leer, no había leído ni la sinopsis. Y como de todos modos ya lo iba a leer, tampoco la leí hasta hace exactamente dos minutos que fui a buscarla para ponerla aquí. Lo sé, soy una lectora magnífica

Bueno, vamos a la sección de las quejas... digo, a la reseña. Al principio parecía que me estaba gustando y ayer le di la increíble cantidad de dos estrellas en Goodreads, así que me preguntaron por qué, porque al principio hablaba bien de él (no maravillas, sólo no estaba deseando lanzarlo por la ventana, lo cual ya es todo un logro cuando se trata de mí leyendo distopias o cosas de ciencia ficción escritas hace poco). Así que vamos a empezar por... la edición del libro digital. 


Me voy a cagar en los maquetadores. Porque me imagino que el libro físico es una chulada por lo que pude ver, pero ya que hicieron un excelente trabajo haciendo ese libro, hicieron que un mono maquetara el ebook. Al menos eso me imagino que hicieron, porque se cagaron en todos los estándares posibles a la hora de maquetar. Me imagino que en los lectores como tabletas, celulares o básicamente cualquiera que no sea kindle funciona más o menos, pero la plataforma más grande es Amazon. Y se les ocurrió la brillante idea de poner el texto blanco y el fondo negro. No sé si sepan, pero los lectores kindle no detectan los cambios de color en el fondo, pero sí en los de las letras. ¿Resultado? Un montón de partes en blanco en todo el libro. La mitad no las leí y me dediqué a asumir que pasaba. Cuando al final de verdad no me estaba enterando de nada me dediqué a subrayar el texto y leerlo en los recortes a ver si me enteraba de más. Después de todo lo que sufrí para terminar de leer el libro tengo ganas de buscar a la persona que maquetó el ebook y quemarle la casa. Tiene un lugar reservado en el infierno.

Lo que dije, preciosidad en físico.
Ahora imagínenselo en ebook
Ahora, pasando ahora sí al trabajo de los autores... La historia. Cuando el libro dice "The Illuminae Files" no miente, literalmente son archivos (todavía me encuentro gente que cree otra cosa): informes, e-mails, transcripciones de entrevistas, "transcripciones" de lo que ocurre en las cámaras de seguridad y archivos de una máquina con inteligencia artificial. Lo original del libro es que consigue contar una historia basándose sólo en eso. En serio, la cuenta. Con sus muchas fallas, pero le reconozco que cuenta la historia y que tiene idea de cómo contarla.

Pero bueno, hablando de los personajes, el formato no ayuda en lo más mínimo. Tampoco la cantidad de relleno que hay. El relleno no es un problema hasta pasado quizá el treinta por ciento del libro, porque todo lo que hay antes nos enseña a entender a los dos protagonistas, pero después, antes del clímax, hay hojas y hojas y hojas de relleno de personajes que no conocemos y directamente no nos interesan porque el formato del libro nos da poco espacio para conocerlos. Los protagonistas, Ezra Mason y Kady Grant, son los que tienen mayor espacio para desarrollarse y eso porque nos los presentan al principio en la transcripción de una entrevista donde van contando como llegaron hasta allí. Por sus reacciones, podemos ir adivinando cosas sobre ellos. El formato en el que están escritas esas entrevistas obliga a los dos autores a mostrarnos la personalidad de sus personajes no a abusar de las explicaciones o de informarnos las cosa. Ese es, al menos, un punto a favor


Pero sigamos, por favor, ahora con los problemas del formato del libro. Exceptuando a los reportes de la máquina de inteligencia artificial de la nave ALEXANDER, algunos reportes de cámaras de vigilancia y otras cosas, no nos enteramos de las cosas hasta después de que estas ya pasaron. Es decir, nos cuentan la historia y no nos la muestran. No saben como odio eso. Lo odio tanto que estoy planeando ir a buscar a Kaufman y a Kristoff con un cartel que diga "show, don't tell". Que sí, entiendo el formato y que es sumamente original, pero de nada sirve que tu formato sea lo más original y adornado del planeta si no puedes sostener completamente una historia o, como en este caso, vuelves aburrida por momentos una historia por no aprovechar bien tus recursos.

La historia tiene romance. Agradezco que no sea del tipo "chico conoce chica", sino "chico y chica cortaron la misma mañana de la tragedia y ahora están confundidos". Los autores lo intentan, de verdad, parece que lo intentan, se nota el esfuerzo, pero si lo único que tienes para desarrollar tu romance son conversaciones de chat..., no estás muy bien. Apenas si se notan los sentimientos entre los dos. Ezra sale mejor parado, el chico, pues por alguna razón sus "diálogos" me suenan menos robóticos que los de Kady, la chica. El romance parece tener razón de ser, pero está tan mal desarrollado que acaba siendo una plasta para los personajes. 

Y ahora... en serio, este libro podría haber sido épico. Y no lo es. Me encantan los conflictos morales y este libro los tiene, al menos durante las primeras dos terceras partes, a rabiar. La nave, ALEXANDER, donde todo es más militar y donde está Ezra, tiene una computadora o algo por el estilo, que básicamente es inteligencia artificial y empieza a tomar decisiones bastante... raras. Los superiores lo ocultan e intentan aparentar normalidad. Además, hay una enfermedad que se está extendiendo de la que nadie sabe nada. Los conflictos morales se manejan perfectamente hasta prácticamente el final, cuando los autores mandan todo a la mierda, tiran un poco del deux-ex-machina y lo arreglan todo de maravilla... bueno, dejan unos cuantos muertos para que no se les viera el morro muy obvio.


Anoten, niños: frases bonitas no salvarán mi libro si antes tenía conflictos morales cojonudos y hago que la mayoría desaparezcan mágicamente. En, creo que ya acabé. Sí, creo que ya.

¿Recomiendo el libro? No sé. Podría haber sido épico. A mucha gente aún le parece épico. Tiene naves espaciales, inteligencia artificial, una hacker y una enfermedad que vuelve zombie a la gente. El formato es original, pero quizá no es lo más adecuado para la historia, el romance está metido con calzador y el final está más desaprovechado que nada. No lo recomiendo mucho, la verdad.

miércoles, 24 de febrero de 2016

2x1: Amélie Nothomb | Reseñas

Estoy intentando ponerme al corriente con las reseñas y fracasando, porque tengo muchísimas pendientes, pero bueno, por lo mientras, voy con una de mis escritoras predilectas. La única advertencia es que tengo estas reseñas tan atrasadas que son libros que leí el año pasado, pero que igual recomiendo. Por algún lado tengo que empezar a ponerme al corriente, ¿no?


La nostalgia feliz


Sinopsis: «Todo lo que amamos se convierte en una ficción. De las mías, la primera fue Japón.» Con esta estimulante frase Amélie Nothombabre La nostalgia feliz. Anuncia una nueva entrega de sus ficciones autobiográficas. En la novela la belga retoma el hilo de Ni de Eva ni de Adán, la narración de un idilio de juventud de su sosias literaria con Rinri. Dieciséis años más tarde, Nothomb acepta la invitación de una televisión francesa de regresar a su país natal. Allí no sólo se reencontrará con Rinri, sino también con su niñera, Nishio-san. El Japón de Nothomb son sus orígenes y un Shangri-La literario. Un país al que pertenece pero que le es extranjero: o sea, un oxímoron, como también parece serlo el título de la novela. El lugar en el que nació, y en el que se crió durante sus primeros cinco años, pero en el que, como hija del embajador belga, crecería inmersa y traspasada por una peculiar mixtura cultural. Y esto dota a su vital y melancólica prosa de una descacharrante lucidez. «Lo que has vivido», escribe Nothomb en el delicioso arranque de su nueva novela, «te deja una melodía en el interior del pecho: ésa es la melodía que, a través del relato, nos esforzamos en escuchar.» Gocemos con esta nueva partitura, pues sin duda suena muy bien.

Este libro marca la vuelta a Japón de Amélie. La verdad es que no lo recomiendo si no han leído antes Estupor y Temblores, que es la historia de sus peripecias trabajando en una empresa japonesa y Ni de Eva ni de Adán, que es su historia de amor muy particular. Este libro evoca continuamente a esos y es muy fácil que se pierdan si no los han leído. Además de que traba de la nostalgia que Amélie siente por japón y que yo encontraría imposible de entender si no hubiera leído primero los otros dos. Estupor y Temblores lo leí tan sólo unas semanas antes de este, pero mis aventuras con Ni de Eva ni de Adán ya son viejas, como de hace tres años y este libro, para mí, significó irme acordando poco a poco de todo lo que ya había leído.

Es un libro divertido, donde Amélie se encuentra con sus raíces y se sorprende de lo diferente que es el lugar donde nació y creció. Esa frase que abre el libro,  «Todo lo que amamos se convierte en una ficción. De las mías, la primera fue Japón», deja muy claro con lo que nos vamos a encontrar después: un intento de remembranza, a veces casi desesperado, todo un esfuerzo de Amélie para recordar cosas, como ese jardín de infancia que no le suena conocido pero en el que sabe que estudió. De las cosas que más me gustan de la escritora es, precisamente, que en su amor a Japón, no lo idealiza ni lo vuelve algo perfecto. Al contrario, lo critica. Critica sus amores, al mismo tiempo que nos deja ver el profundo amor que le tiene a Japón, sobre todo al Japón de sus recuerdos. 

Muy recomendado. De lo que me ha parecido mejor de esta autora son sus libros autobiográficos y este, por supuesto, no se queda atrás. 

Higiene del asesino


Sinopsis: Al anciano Prétextat Tach, premio Nobel de Literatura y acérrimo enemigo de las entrevistas, sólo le quedan dos meses de vida. Al hacerse pública la noticia de su próximo fallecimiento, en plena guerra del Golfo, periodistas de todo el mundo solicitan un encuentro con el novelista. Sólo cinco lograrán su propósito; los cuatro primeros serán víctimas de la arrogancia y capacidad destructiva de un genio decidido a vengarse del mundo despreciándoles y sometiéndoles a toda clase de humillaciones. La última entrevista, plagada de sorpresas, resolverá el enigma de tanta amargura con un violento y despiadado interrogatorio por parte de los dos duelistas dialécticos. El descubrimiento de un terrible secreto y un desenlace espeluznante, constituyen el colofón de esta historia sombría que se fundamenta en la magis­tral brillantez de los diálogos. Primera obra de Amélie Nothomb,Higiene del asesino dio a conocer el talento de su autora al manejar la crueldad, el cinismo y la ambigüedad para construir una atmósfera tan irrespi­rable como literaria.

Prétextat Tach es una persona, en todos sentido, horrible. De esas personas que nos escandalizamos en la vida real sólo por su existencia. Es un obeso mórbido cuyos hábitos alimenticios le causan arcadas a casi cualquiera, un escritor que está convencido que nadie lo ha leído de verdad, porque si lo hubieran hecho ya todos se hubieran suicidado, que se cree más inteligente que todo el mundo, pedante, que odia a los periodistas, a las mujeres (sus cuerpos, su existencia, todo) y que por alguna razón ha decidido dar cinco entrevistas antes de morir. Ya lo dije, es una persona horrible, asquerosa. Pero como personaje salido de la pluma de Amélie, es increíble, perfectamente formado.

El libro es un libro divertido, sí, pero necesitas armarte de paciencia. Tiene un humor bastante cínico y además, hasta antes de la quinta entrevista, la estructura es muy parecida. Las entrevistas empiezan parecido, con cada periodista convencido de que logrará lo que los anteriores no lograron, lo que nadie ha logrado y se cubrirá de gloria por ser capaz de entrevistar a semejante... engendro. No tengo otra palabra para describirlo. Pero todos, allí y allá, cometen errores: dejan ver sus vulnerabilidades, hacen preguntas que no deberían haber hecho, se escandalizan. Y Prétextat Tach aprovecha eso para humillarlos una y otra vez. 

Hasta la quinta entrevista. No les voy a desvelar más para no desvelar el libro, pero si diré que es un libro que, ante todo, se basa en los diálogos y en la rapidez para contestar que tiene el escritor, en su cinismo, su arrogancia y su odio hacia prácticamente todo lo que existe en el mundo. Incluidos sus lectores. Un libro pequeñito, recomendado, evidentemente


lunes, 22 de febrero de 2016

Footnotes in Gaza, Joe Sacco | Reseña

Sinopsis: Rafah, a town at the bottommost tip of the Gaza Strip, is a squalid place. Raw concrete buildings front trash-strewn alleys. The narrow streets are crowded with young children and unemployed men. On the border with Egypt, swaths of Rafah have been bulldozed to rubble. Rafah is today and has always been a notorious flashpoint in this bitterest of conflicts.
Buried deep in the archives is one bloody incident, in 1956, that left 111 Palestinians dead, shot by Israeli soldiers. Seemingly a footnote to a long history of killing, that day in Rafah—cold-blooded massacre or dreadful mistake—reveals the competing truths that have come to define an intractable war. In a quest to get to the heart of what happened, Joe Sacco immerses himself in daily life of Rafah and the neighboring town of Khan Younis, uncovering Gaza past and present. Spanning fifty years, moving fluidly between one war and the next, alive with the voices of fugitives and schoolchildren, widows and sheikhs, Footnotes in Gaza captures the essence of a tragedy.

Desde que vi las novelas gráficas Palestine, me interesó el trabajo de Joe Sacco. Esta fue la primera novela gráfica de su autoría a la que le pude poner las manos encima y con más de cuatrocientas páginas, lo que la vuelve todo un tocho de novela gráfica. LO VALE. Sacco, en plena guerra, en vez de escribir sobre la guerra, va en busca de una historia más vieja, una historia que podría sólo pasar a la Historia con mayúsculas como una lista de muertos, o más que como una lista, una simple cantidad. Algo que se escribiría más o menos así: "En tal día de tal mes de 1956 murieron tantos palestinos". Punto. No más. Joe Sacco anda tras esa historia, buscando afectados, preguntando a la gente. 


Y casi toda la gente, en el mejor de los casos, reacciona incrédula. ¿Por qué anda tras esa historia cuando en ese momento les están derrumbado sus casas? ¿Por qué no escribe (o en este caso, dibuja) de lo que está pasando en ese momento? Pero no. Sacco va en busca de la historia que quiere, la de 1956, al tiempo que cuenta como es la vida en Rafah, ese pequeño pueblo en la Franja de Gaza, y hace notar lo comunes que son los funerales de mártires, las casas derrumbadas por israelís, los muertos de un día sí y un día también. Primero, tengo que admitir que no sabía nada o casi nada de la Franja de Gaza cuando empecé a leer aquí, del conflicto Palestina/Israel también sabía poco, muy poco. Y lo que sabía era por comentarios de Facebook que decían que los judíos tenían bien merecido el holocausto por lo que estaban haciendo en Palestina de gente que cree que las tragedias se comparan y se justifican con otras, así que no se puede decir que mis fuentes sean fiables.

Hablando en específico de este libro, por supuesto que lo recomiendo si les interesa saber un poco más. Me hubiera gustado que Sacco buscara más pluralidad de voces para su historia (léase, no acudir a las mujeres sólo cuando era el último recurso), pero en general está bien contada. Junta el pasado con el presente y lo hace bien. Habla de como depura las historias y cómo comprueba que quizá le estén diciendo la verdad. Sin embargo, con todo eso, reconoce que no se siente con derecho a juzgar los recuerdos de la gente, por más falsos que sean, porque ellos parecen recordarlo como si de verdad hubiera ocurrido ayer. Ocurre en uno dos casos, en los que alguna persona aseguro haber hecho algo, huído de alguna manera, haber visto morir a alguien. Y luego ni siquiera sus familiares lo confirman. 


Sobre la historia no tengo nada que criticar. Pasó y así la recuerdan, así que, igual que Sacco, ¿quién soy yo para meterme con los recuerdos de la gente? Pareciera que Footnotes In Gaza es uno de esos trabajos hechos específicamente para dejarte pensando que el mundo es una mierda, pero creo que no. Al menos no desde la perspectiva que lo pone el dibujante y escritor. En su tiempo en Gaza hizo amigos y creo lazos y nos deja ver eso en su historia. Yo, finalmente, por interés, busqué algunas imágenes para darme una idea de dónde demonios estaba ubicada la historia, y aunque me gustaría decir que me sorprendí, la verdad es que no. 




Bueno, después de una ligera sequía de libros y reseñas, este es el último libro que he leído y que, por supuesto, merecía una reseña en condiciones, aunque presiento que no le interesará a mucha gente. Aun así, por el increíble trabajo periodístico... ¡recomendado!