Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 29 de mayo de 2017

Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, Elena Favilli & Francesca Cavallo | Fotoreseña

Sinopsis: Cuentos de buenas noches para ninas rebeldes reinventa los cuentos de hadas. Elizabeth I, Coco Chanel, Marie Curie, Frida Kahlo, Serena Williams y otras mujeres extraordinarias narran la aventura de su vida, inspirando a ninas ―y no tan ninas― a sonar en grande y alcanzar sus suenos; ademas, cuenta con las magnificas ilustraciones de sesenta mujeres artistas de todos los rincones del planeta. Un libro que debe estar en la mesa de noche de todas las ninas o mujeres jovenes que conozcas. 

El viernes 26 de mayo fue el hangout de Libros b4 Tipos (colectivo de mujeres que lee y discute libros de mujeres cada mes y además hacemos difusión de otros temas) del libro Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes de Elena Favilli y Francesca Cavallo que nos hizo llegar editorial Planeta. Anyways, yo compré mi ejemplar, porque Planeta no nos regalo mil, pero aún así, thankius, Planeta. (Además es un libro ilustrado con un precio extrañamente accesible y yo soy la persona que pide en la biblioteca, piratea o pide prestado todo lo que se le haga caro porque considera que el conocimiento debe de estar al alcance de todo el mundo y otras cosas varias, así que si lo quieren comprar en español, sí se los recomiendo; en inglés... bueno, está como al doble de caro, ¡lo vi!). En fin, hicimos el hangout que les voy a poner más abajo y hablamos de la invisibilización de mujeres en la historia, de la historia de la mujer, la diversidad del libro y otras cosas.

Además, yo hice una serie de imágenes sobre estas mujeres rebeldes para promover la lectura del libro en el colectivo, de las cuales intentaré poner varias, además de algunas fotos del libro para que vean lo precioso que es. Así que si ataco su pupila a imágenes, ¡ténganme paciencia! Además, esta va a ser una entrada larga porque vamos a hablar de la historia de la mujer, de la invisibilización de mujeres, voy a mencionar a mis favoritas, a las que me hubiera gustado que estuvieran, a las que no me gustó que estuvieran y un montón de cosas más. ¿Listos? Bueno, como dijo Jack el destripador, vamos por partes:

Mis niñas rebeldes favoritas


¡Tengo muchísimas! Sobre todo las científicas porque soy una niña de ciencias, pero voy a resaltar a dos que son las que más se acercan a lo que yo hago y unas de las mujeres que más admiro en el mundo. Me gusta mucho Ada Lovelace porque fue la primera programadora de la historia. LA PRIMERA. No se le adelantó ningún hombre, ninguna mujer, ningún alien, ningún insecto: fue ella. Además, Margaret Hamilton, que hizo posible que el Apollo 11 llegara a la luna y hay una foto muy famosa de ella en la que está pasado al lado de todo el código que escribió, que, bueno, es una torre mucho más grande que ella. Aqui una pequeña probadita de ellas de la serie de imágenes que hice para ellas para Libros b4 Tipos:



Entre las escritoras, por ejemplo, me gustó ver a Austen, a Woolf y a las Brontë. Me hicieron falta algunas, pero ya las voy a mencionar más abajo. Mi favorita de todas ellas es, por supuesto, ¡Emily Brontë! Para mi Cumbres Borrascosas es de lo mejores clásicos que he leído. Las periodistas del libro, ambas me sorprendieron porque no las conocia: Anna Politovskaya, que escribió en un tiempo donde la censura estaba a la orden del día, y Nellie Bly, probablemente una de las mejores periodistas de la historia.

Esta imagen no llegó al corte final de imágenes que subí y, si lo notan
aún tiene un pie de página que no le corresponde, pero aquí está.
También me gustó mucho que pusieran a Matilde Montoya, la primera mujer que pudo estudiar Medicina en México, a pesar de las quejas de todos los machos de la academia. ¡Hasta le escribió al presidente, que creo que en ese entonces era Porfirio Díaz, cuando no la querían dejar titularse! También está Eufrosina Cruz, política y activista por los derechos de las indígenas. Otras que me gustaron mucho, obviamente, las guerreras, como Lakshmi Bai, guerrera India que le hizo frente a los colonizadores británicos y Yaa Asantewaa, que también le hizo frente a colonizadores británicos cuando los hombres Ashanti de lo que hoy es Ghana se rindieron. Me parece importante mencionar sus nombres y una pequeña parte de lo que hicieron porque la mayoría no son conocidas. De todas las que conocí aquí, conocía a todas hasta las Brontë y luego sólo, de oídas, a Matilde Montoya, pero no me sabía su nombre.

Ilustración de Eufrosina Cruz, ilustración de Paola Rollo (Italia).
De otras mujeres que me encantaron, ya conocía a Hatshepsut, Reina-Faraón, que insistió en que la esculpieran con la barba postiza de los faraones, fue nombrada Príncipe Heredero porque no existía el título en masculino por su padre, fue hija, esposa y tía de faraones, tuvo en contra a los sacerdotes y los puso a su favor, dio un golpe de estado, construyó algunos de los monumentos más impresionantes de Egipto y, además, tuvo uno de los reinados más largos y pacíficos. También estaba Cleopatra VII, que ya no representa al Antiguo Egito, sino al Egipto Helénico, conquistado por el macedonio Alejandro Magno, que vivió y reinó en Alejandría, e Hipatia, filósofa y científica que vivió en Alejandría durante su época romana, cuando el cristianismo empezaba a tomar fuerza sobre paganismo de los romanos.


Fotografía de la ilustración de Hipatia, realizada por
Riikka Sormunen (Finlandia)
¡Hacerlas visibles es una parte muy importante de este libro! Bueno, si sigo, yo las voy a mencionar a todas, a las 100, entonces creo que mejor vamos pasando a otra parte, que seguro que voy a seguir mencionando nombres de todos modos por todos lados y poniéndoles ilustraciones, porque esta es una muy larga fotoreseña.

Mi critica al libro, en general


El viernes en el HO que hicimos Abril, booktuber mexicana del canal Ensayos de Abril, hizo notar que estos no eran cuentos... cuentos. O sea, que no tenían la estructura de un cuento, que más bien era como una monografía/resumen dirigido a niños de cosas que estas mujeres habían logrado/hecho/pasado por. Por supuesto, a pesar de todos, se me hace que es un libro muy bonito para los niños y para conocer los nombres y algunas de las hazañas de las mujeres. Especialmente porque luego no conoces a muchas, no sabes que existieron, no te las enseñan en la escuela por más que sus aportes hayan sido importantes.


El libro me pareció una excelente introducción a la historia de todas estas mujeres, casi (no todas) todas ellas admirables. El libro peca que quizá querer abarcar mucho, porque todas las historias son sólo de una página que no da para contar demasiado y a veces no va al punto exacto o dulcifica las historias para evitar contar en qué terminaron (a muchas mujeres las mataron, las condenaron al olvido o simplemente tuvieron que olvidar sus sueños). Pero bueno, pasando a notas más importantes, una de mis críticas al libro es que sinceramente esperaba un poco más interseccionalidad. La mayoría son blancas primer mundistas o gringas. Me alegró ver que entre las gringas hubiera más diversidad de la que esperaba (y ver a Maya Angelou allí ROCKS!): que estuviera Simone Biles fue una grata sorpresa, también Misty Copeland (pues aun hoy es noticia que haya bailarinas de ballet negras en los Estados Unidos que alcancen la fama) y, aunque no la conocía, la historia de Wilma Rudolph me hizo sonreír: una atleta negra que contrajo polio y quedó paralizada varios años.

Ilustración de Jacquotte Delahaye, por Rita Petruccioli (Italia).

Ante todo, me hicieron falta las latinoamericanas. Aunque ya mencioné a dos mexicanas allí arriba, no había demasiadas latinas en el libro. Estaban las Hermanas Mirabal, que se opusieron al régimen del Dictador Trujillo en República Dominicana, Alicia Alonso, bailarina de ballet ciega cubana; de mis favoritas fueron las cholitas escaladoras de Bolivia. Jacquotte Delahaye, una pirata Haitiana me hubiera encantando cuando era niña, porque yo tenía delirios de ser guerrera o pirata y tenía una espada con la que golpear niños maleducados (la espada era amarilla, si quieren saber). Me gusta que sea un libro que le recuerde a las niñas, especialmente, y a los niños que mujeres hay en todos lados de la historia, que hay mujeres científicas, arquitectas, antropólogas, raperas, ciclistas, corredoras de la F1 y que hay un mundo completo de posibilidades allí afuera.

Quienes me sobraron


MARGARET TATCHER. No me voy a extender demasiado en esta sección porque prefiero en este momento dedicársela a partes más productivas del libro, pero Margaret Tatcher me sobró mucho. Ella es el ejemplo perfecto de que las mujeres que llevan al poder no benefician automáticamente al género femenino de buenas a primeras. Margaret Tatcher terminó con el subsidio a la leche en la educación preescolar y pasó a la historia gracias a la Huelga Minera en 1984 y 1985 (por cierto, hubo un colectivo llamado Lesbians & Gays Support the Miners en ese tiempo y, aunque fueron rechazados en un principio, ayudaron a los mineros a lidiar con el acoso policial, las detenciones ilegales y recaudaron dinero para la huelga con distintos actos, de los cuales es recordado un famoso concierto llamado Pits & Perverts; los mineros, más tarde, marcharon acompañándolos el Día del Orgullo, en agradecimiento; pueden buscar Pride London 1985 y la organización que apoyó a los mineros encabeza la marcha y de eso se habló en Pride).

Tampoco me encantan Hillary Clinton (ejem, no tengo tantos desacuerdos con ella, pero bueno, no estoy casi nunca de acuerdo en sus opiniones sobre la guerra) y otras más, pero la única que me hizo llevarme las manos a la cabeza fue Tatcher.

Que mujeres me hicieron falta


Ay, un montón. Entiendo que sólo podían elegir a 100 (ojalá en un futuro hagan otro tomo, por ejemplo, pero este no es el único proyecto de visibilización de mujeres en la historia, abajo les pongo otros), pero me hubiera gustado, entre las escritoras, ver a Toni Morrison, que ha sido de las únicas mujeres negras en ganar un Premio Nobel de Literatura. Me hubiera gustado ver a J. K. Rowling, por todo lo que representa para la literatura juvenil y todo lo que hizo por ella simplemente publicando Harry Potter después de más de diez negativas y de tener que usar sólo sus iniciales para que no se notara que era mujer. Me hubiera gustado ver a Gabriela Mistral, que también ganó el Nobel de literatura y, si no me equivoco, ha sido una de las pocas mujeres latinoamericanas en ganarlo... o la única. me hubiera gustado ver, por supuesto, a Sor Juana Inés, creo que su poesía habla por ella, lo que hizo habla por ella. Le prohibieron escribir en sus últimos años de vida, imagínense. Se me quedan mil nombres en el tintero, pero bueno. También me hubiera encantado ver a Nawal el-Sadaawi, una increible autora musulmana y egipcia.



Entre las científicas, me hubiera gustado ver a Hedy Lamarr, cuyo Sistema de Comunicaciones Secreto ha permitido hoy que exista el Wi Fi y que todos nos comuniquemos, además de que permite que el macho del día te diga que el feminismo no es necesario. Me hubiera gustado también ver a Rosalind Franklin, una mujer que realizó importantes contribuciones a la comprensión del ADN y gracias a la cual Watson y Crick ganaron un premio Nobel y nunca le dieron el crédito que merecía.


Marie Curie sí que estaba en el libro
Estando en el Hangout Tres Trece mencionó a Selena Quintanilla y HELL YES que me hubiera gustado verla. Fuera de eso, no hubo muchos colectivos de mujeres (en realidad sólo el de las cholitas escaladoras), pero me hubiera gustado que el libro hablara de las madres y las abuelas de la Plaza de Mayo, que llevan décadas buscando a sus hijos y a sus nietos. Me hubiera gustado ver a las guerreras del sari rosa, que pelean por la liberación de la mujer en la India. Si se les ocurren más mujeres, ¡menciónenlas en los comentarios!



Entonces, finalmente, me encanta este libro por lo que ha hecho por la visibilización de mujeres en la historia. Realmente, cualquier proyecto de ese tipo me hace feliz. Si quieren otro, pueden visitar Rejected Princesses, hay un libro llamado Women in Science para niñas. ¡Recuerden! ¡Las mujeres siempre hemos estado aquí! ¡Siempre hemos hecho cosas! Les dejo aquí el link del Hangout.


miércoles, 24 de mayo de 2017

Cómo hacer struddel de manzana y no morir en el intento

Hoy vamos a aprender cómo hacer este postre que a todo el mundo le gusta sin morir en el intento o al menos sin querer morir porque es difícil. En serio, hacer struddel de manzana es más fácil de lo que parece, lo juro. Eso sí, si no tienen un horno profesional, olvídense que quede como el de el supermercado, pero les juro que el sabor va a ser hasta mejor. ¿Empezamos?


La receta es vegetariana, porque la pasta de hojaldre ya trae mantequilla añadida. Fuera de eso, de la mantequilla que se usa para enharinar el molde y de la yema de huevo para pegar, no usaremos más cosas de origen animal (por si se les ocurre como hacerla vegana).

Ingredientes (considerando un molde circular de unos 20 cm de diámetro como el mostrado en las fotografías):
  • 3 manzanas gala (también pueden ser amarillas; no recomiendo ni verdes ni rojas porque sueltan agua exageradamente y puede hacerse muy blando el struddel, pero no duden de que funcionan). 
  • Pasta de hojaldre (más o menos el paquete que venden en los supers).
  • Canela y azúcar al gusto (pero sin pasarse). También se puede usar, si quieren, miel, pero muy poca porque el calor la hace líquida.
  • Harina blanca (¡nada de integral, es para el rodillo y donde van a amasar la pasta de hojaldre!).
  • 1 limón (¡muy importante!)
Utensilios que van a ocupar:
  • Molde (el de esta receta es más o menos de 20 cm de diámetro).
  • Una olla pequeña (que quepan las manzanas). 
  • Rodillo (si no tienen pueden usar un vaso largo o ponerse originales). 
  • Cuchillo y cuachara grande (obviamente).
  • Pelador si es que quieren pelar las manzanas con él (yo uso cuchillo). 
  • Quita centros de manzana (preferentemente, pero pueden quitárselo después). 
  • 1 brocha de repostería o cocina. Si no tienen, usen un pincel completamente nuevo.
Instrucciones:


1. Elegir tus manzanas, de preferencia que ya estén maduras. Las vas a pelar y les vas a sacar el centro (como puedas, pero no te cortes).

2. Después las vas a poner a cocer en la olla. Les puedes poner azucar para que ya salgan un poco dulces o miel. Yo les puse agua y un poco de miel. Ya que estén blanditas, las sacas y las dejas enfriar para no quemarse (el almíbar que suelta lo puedes guardar, pero ya no lo vamos a usar en esta receta).


3. A las manzanas cocidas y sin centro las cortas como en la imagen: en rebanadas. Esas rebanadas son las que vas a acomodar en el struddel. ¡No te cortes!



4. Pon todas los pedazos de manzana en un recipiente grande y allí vas a agregar el jugo de un limón. Esto es para impodir que se oxiden. Acto seguido añades canela y azúcar al gusto. Añade bastante canela pero no te pases. Igual de azúcar. Lo revuelves con una cuchara y lo dejas reposar. Ese es el relleno de tu struddel y ya está listo.



5. Ahora vamos con la pasta de hojaldre. Ya viene planita, pero muy gruesa, así que la tienes que adelgazar con el rodillo (no tanto o se rompera). La primera vez que le pasas el rodillo no se pega, pero mejor, para evitar problemas, pon harina blanca en la superficie donde vayas a amasar, la masa de hojaldre encima, un poco de más harina blanca encima y harina blanca en el rodillo. Y manos a la obra: la adelgazas. 



6. Enmantequilla el molde y luego enharinalo. (O sea, embárralo con mantequilla todo y luego ponle harina a eso). 

7. Cortas un pedazo circular para el molde y lo colocas. Procura hacerlo un poco más grande de lo que el molde es, porque la masa tiende a encoger mientras pones las manzanas.

8. Coloca las manzanas dentro del molde como puedas. Si sobran pedazos: cómetelos. Saben ricos.


9. Rompemos nuestro huevo, separamos la yema de la clara y mezclamos la clara con azúcar. Con eso vamos a pegar la pasta. Si no se lo ponen (o ponen algo equivalente) la pasta NO pega.

10. Luego vamos a cubrir todo. Y esto es la parte más larga y tardada, pero es fácil. La masa que quedó, la vamos a cortar en tiras y la vamos a ir colocando sobre el molde aunque no se ajuste perfectamente. Encima, le untamos el huevo como se ve en la imagen.


11. Cortamos todos los sobrantes y admiramos nuestro struddel. Si queremos le añadimos decoración.



12. ¡Llegó la hora del horno! Yo uso mi horno a 350-400 °F (odio los Farenheit pero está en esa notación) y el struddel se quedó dentro como tres cuartos de hora. Lo que se tarde depende de la pasta y de la manzana así que vigílenlo constantemente. 


13. Cuando este listo, se verá así, más o menos:


14. ¡DISFRÚTENLO!

lunes, 22 de mayo de 2017

2 x 1 en historias de amor | Reseñas

Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales se encontraban en La Cueva del Escritor. 

Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro


Sinopsis: A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier grupo de adolescentes. Practican deportes, tienen clases de arte y descubren el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se preocupan por su salud. Los jóvenes también saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen padres. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y también fueron un juvenil triángulo amoroso. Y ahora, Kathy se permite recordar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la verdad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, irá descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no saben que sólo son el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.

El autor nos presenta a pinceladas, por aquí y por allá, sin decirlo nunca realmente al principio, una sociedad de la post guerra que ha descubierto la cura de las más peligrosas enfermedades, como el cáncer. Una sociedad retratada de los ojos de Kathy, que lleva once años siendo una buena cuidadora y se propone rememorar su estancia en Hailsham luego de haber deseado olvidar durante muchos años. Un donante le pregunta repetidas veces por Hailsham, intentando grabarse los detalles de la vida en ese centro a fuego antes de completar y es allí cuando Kathy se da cuenta de que, a su manera, ella, Ruth y Tommy, tuvieron suerte de crecer en Hailsham y después, de vivir en las Cottages.

En Hailsham se formaron los vértices de aquel triangulo que formaron ella, Ruth y Tommy durante toda su vida. Ruth, una muchacha vivaz, Kathy, algo más inocente e incrédula, y Tommy, con ataques de furia un día sí y un día también y con nulo talento para el arte… Sin embargo, a medida que el libro va avanzando, se forman esas preguntas en la mente del lector, ¿por qué los crían de esa manera?, ¿por qué les dan libertad sexual y les prohíben la nicotina?, ¿por qué se preocupan de manera exagerada por su salud?


Kathy relata el día a día reflexionando sobre los sentimientos de ese momento. Sobre lo que influyó su crianza en su vida posterior, como cuidadora. Su manera de ver el mundo, de preguntarse porqué Madame, que les tiene miedo (cosa que comprueban ella y sus cinco compañeras de cuarto) se lleva sus obras de arte a «La Galería». ¿Por qué esa galería? ¿Para qué?

Y al final, cuando deja Hailsham y se marcha a las Cottages junto con sus dos mejores amigos, Ruth y Tommy, que ahora forman una pareja estable, se hace más notorio ese triángulo entre los sentimientos de cada uno y su forma de ver el mundo. Mientras que Kathy lo acepta todo tal y como es, sin pensar demasiado, Ruth se obsesiona con los rumores, con conseguir un aplazamiento antes de que tenga que volverse donante y completar… Kazuo Ishiguro retrata con simpleza magistral los miedos y temores de sus protagonistas en cada etapa de su vida, sin necesidad de metáforas, valiéndose únicamente de una prosa asombrosa.


[Actualización] Después de tantos años, el libro me sigue gustando y lo sigo recomendando. Sin embargo, hoy, con otra perspectiva, hubiera deseado que Ishiguro hablara más de las connotaciones morales de lo que los clones significaban. ¿Qué con demostrar qué tenían alma? ¿Por qué no hablar de que, como eran seres vivos, tenían derechos? En fin. Aun así, recomiendo el libro.

La historia del amor de Nicole Krauss


Sinopsis: Leo Gursky, cerrajero polaco jubilado en Nueva York, cuya obsesión es «no morirme un día en que nadie me haya visto», recibe misteriosamente el manuscrito de un texto que creía perdido, acompañado de una enigmática carta. Instalado en el ocaso de su vida, esta sorpresa lo lleva a bucear en los recuerdos de su lejana juventud, recuperando emociones que suponía enterradas. No muy lejos de allí, la quinceañera Alma Singer padece los dilemas y conflictos de su edad. Hace ya ocho años que su padre murió de cáncer y ella ha decidido que es hora de que su madre deje de estar triste, o sea, se dispone a encontrarle un nuevo marido. Cuando en su camino aparece La historia del amor, una novela rara, escrita en yidis, publicada en español y comprada por su padre en una librería de Buenos Aires, los interrogantes se suceden. ¿Por qué su padre se la regaló a su madre muy poco después de conocerla? ¿Quién era su autor? ¿Y quién es el misterioso hombre que ha encargado a su madre que traduzca el libro al inglés?

El libro en cuestión, como ya se ha dicho en la sinopsis, se divide en tres grandes vertientes: la historia de Leopold Gursky, cerrajero, un judío refugiado en Nueva York, la historia de Alma Singer y su madre, enterrada tras diccionarios y traducciones y, por supuesto, la historia detrás del libro La Historia del Amor. ¿Quién lo escribió? ¿Quién realmente inspiró a Alma, la Alma del libro?

Sobre ese cauce se narra una historia con todas las palabras bien colocadas en su sitio, creando una narración que a momentos es hermosa, aunque puede resultar cansina en partes específicas del libro. De lo mejor es las partes narradas por Alma, divididas en listas, en las que nos deja una probada de su vida y la vida de su madre, que se ha transformado completamente después de que su padre murió. Desea ser antropóloga y convive con un hermano a quien todo el mundo llama Bird, pero sobre todo, quiere saber quién fue Alma y porqué el escritor del libro la amo tanto.


Sinceramente, a pesar de que el libro es hermoso y tiene unas frases increíbles, que te dejan pensando unos minutos hasta que las vuelves a releer, una y otra vez, no parece tener un propósito del todo claro. Une las historias con maestría, es cierto, e intenta hablar de la perspectiva del amor de cada cual y lo logra, y sin embargo, parece que llegado un momento, pierde el rumbo. Cambia la forma de narra abruptamente, sin motivo, lleva las cosas hasta un punto en el que parecen no tener sentido y hace que la protagonista se entere de las cosas gracias a golpes de suerte.

¿Recomendable? Sí, mucho. Es hermoso, tiene pasajes hermosos, a pesar de la irritante manía de Leo por los “Y sin embargo” y el soporífero narrador de la historia del libro y como este llego a las manos del padre de Alma Singer, el libro realmente merece la pena. Una oportunidad, lo que sea.

Léelo, y entonces, dime que te pareció.