Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 12 de enero de 2022

Leer la diversidad

Leer no te hace una mejor persona. Sobre esa frase he basado todo mi trabajo como mediadora de lectura, coordinadora de círculos de lectura y bloggera. La frase «tienes que leer esto o aquello» no suele decirme nada cuando la usan para recomendarme libros, especialmente cuando van sobre la consigna de que me harán ser alguien mejor. Lo cierto es que no creo que tenga que leer algo o lo otro. Mi compromiso polícito con leer mujeres (y, además, con entender que las mujeres escritoras no somos un monolito y que en la diversidad de lecturas se encuentran grandes cosas) es algo que hago por la convicción de querer asomarme a otras visiones del mundo, por ejemplo. Se dice que las mujeres son la mitad del mundo y a veces se intenta englobar toda su diversidad en una etiqueta llamada Literatura femenina (usada a veces para dar a entender que estamos por debajo de la Literatura Seria, El Canon) o Literatura de mujeres (que se usa para lo mismo); a veces son etiquetas de marketing que usan editoriales desesperadas por vender a cierto público (incluso proyectos tras los cuales se esconden tres hombres y no una mujer deseosa de mantener el anonimato, como Carmen Mola). Qué es la diversidad de los autorxs (hombres, mujeres, personas en el espectro no binario), qué buscamos cuando decimos que deseamos tener lecturas diversas, qué pensamos. Por qué la diversidad.

Contener la diversidad en una lista de libros o lecturas es imposible, al contrario de las personas que creen que al leer a una mujer han leído La Experiencia Femenina Universal. O que leen a cualquier autorx del colectivo LGBT+ creen que se encontraron con lo que piensa La Comunidad LGBT+ en mayúsculas, como si solo una persona la conformara y no fuera un cúmulo muy distinto de opiniones y experiencias atravesadas por un montón de contextos diferentes. Luego una (yo) tiene que leer que hay editoriales que buscan obras de temática asiática, como si Asia fuera una temática o un género y no un continente lleno de culturas y países diferentes (temática asiática: no se sabe si hablamos de Corea, China o Japón, por ejemplo, o si acaso se acordaron del sur de Asia, Malasia, Bangladesh, Indonesia, Myanmar; si por una vez voltearon a ver a India, a Pakistan, Afganistan o los países del Medio Oriente) y pienso que yo, cuando escribí recuperando mitos, historias y partes de distintas culturas de Asia me molesté en dejar comentarios con mis fuentes de inspiración justamente para irse desprendiendo de la idea de que los continentes son temáticas (¿por qué se busca historia única de África, cuando hay muchos países que no se parecen?, ¿por qué se cree que todas las visiones de la literatura latinoamericana tienen que parecerse cuando, aun cuando compartamos experiencias y elementos culturales, no es lo mismo México que El Salvador que Argentina que Paraguay, etcétera?). 

Siempre veo una diferencia entre quien dice «hay que leer a más autorxs latinoamericanxs» esperando encontrar una sóla visión sobre lo que es latinoamerica y sólo busca confirmarla (confirmation bias, dirían en inglés) o a quien dice «hay que leer a más autorxs latinoamericanxs» porque mientras más se lee más se comprende que pretender entender el mundo entero desde una única voz y perspectiva es limitante y desea conocer y acercarse a otras perspectivas. Aplíquese a cualquier cualidad o circunstancia de los autores que deseemos meter a una categoría de lectura.

Hay algo que quizá sólo es problema mío, personal, único. Me molesta presumir de leer más diverso como algo perfomativo. Un tipo de discurso muy específico que suena a «miren, yo sí leo diverso, miren cuantos libros diversos, cuantos autorxs». Me pregunto si acaso hay quien pretende cambiar el mundo coleccionando pines de la diversidad (específicamente quienes no la discuten ni la comparten, quienes sólo se paran en un banco de superioridad y desde allí dictan cátedra, cuando es tan diferente la discusión horizontal que se da en círculos de lectura, grupos de amigxs, incluso a veces las redes sociales con sus lecturas conjuntas), ¡cuándo hay tanta que es invisible a nuestros ojos! Hay un ejemplo mediático que siempre recuerdo cuado hablo de esto; como la mayoría de los ejemplos mediáticos es gringo y está en otras latitudes (lo cual es en sí un poco limitante), pero, por un momento, voy a hacer uso de él: Becky Albertalli se sintió obligada a salir del clóset tras el constante «qué hace una mujer hetero escribiendo de hombres gays»; resultó que no era hetero y la gente sólo asumió porque ser hetero es lo normal, lo hegemónico (en ejemplos alejados de la literatura siempre recuerdo el ver cómo trataban de sacar del clóset a artistas viviendo en lugares del Medio Oriente, hacer pública la identidad para justificar arte que nunca necesitó justificación). He visto cómo les preguntan a escritorxs de BL si son parte de la comunidad (algo totalmente intrusivo cuando muchxs son parte de la comunidad fanfiction y son privadxs sobre su identidad por principio, porque el internet y el mundo son lugares peligrosos) para decidir si está bien qué escriban lo que escriben. Ante el desconocimiento, se asume. Y al asumir, se borra la posibilidad de lo diverso.

«Todas las mujeres que escriben BL son mujeres hetero y cis» ignora que muchas mujeres también son parte de la comunidad LGBT+ y que el contenido BL (boyslove, si no están en el fandom) no es el culmen ni el único contenido LGBT+ que existe. Cuestionar qué leermos y por qué es necesario para acercarnos a otras visiones, pero cuando el cuestionamiento deja de ser tal y se convierte en un deber, en una lista que llenar sin reflexión alguna porque eso es lo correcto. No existe un cuestionamiento de cuántas mujeres (por ejemplo) leemos sin saber que son parte de la comunidad LGBT+ (en este caso particular); sí, quizá no estarán en listas de autoras LGBT+, una de las desventajas del desconocimiento, pero para qué seguimos perpetuando la idea de creer que si no se sale explícitamente de la norma estamos ante «lo normal» y «lo normal» es aún lo hegemónico y en el caso de la sexualidad es lo hetero (y ustedes llenen el resto: todas esas pequeñas cosas que nos pueden indicar diversidad y pueden también ser invisibles —puesto que no se puede con todo lo que consideramos no hegemónico, disidente o fuera de la norma y eso es también importante— y elegimos mantener en privado por seguridad o cualquier otra razón). 

Se dice mucho «hay que leer diverso», pero no en todos los círculos se cuestiona por qué. Mientras que hay muchos espacios donde se tienen grandes conversaciones en torno a qué se lee, por qué, para qué, qué nos deja, qué relaciones creamos con los libros y cómo estos nos dan perspectivas de todos los parajes del mundo, hay otros donde el mantra parece ser sólo eso, un mantra que se repite sin cuestionamiento. Se coleccionan lecturas sin reflexión, se repite lo que dice tal o cual autorx pero nunca se hace algo más. La lectura es una gran conversación que cortamos cuando la convertimos en mandato. La cortan también quienes intentan imprimir una visión única: sobre lo qué es la literatura (la seria, el canon, lleno de hombres blancos cuyas visiones, aunque diferentes entre sí, nunca se complementan de otras), sobre a quién hay que leer para leer diverso, especialmente esas listas que agarran a una única obra token para representar a toda una comunidad: la Literatura Africana contenida en una única voz, por ejemplo (o Literatura Asiática o Literatura Latinoamericana, con mayúsculas, usadas como categorías de marketing por parte de las editoriales); unx solx representante de la Literatura LGBT+, una sola representante de la mal llamada Literatura Femenina (en categoría aparte, no vayan a dejar que entren todas en el canon). Hay que leer diverso, dicen estas voces, pero se encasilla a estxs autorxs en una sola categoría. Leer a mujeres LGBT+ porque son LGBT+ nada más para llenar el cuadrito de un bingo imaginario, no porque son LGBT+ y además nos interesan sus palabras; leer a escritoras sáficas esperando (y exigiendo) que hablen sobre su experiencia como mujeres sáficas (nunca olvidaré una crítica a Julie Maroh de alguien que, tras leer El azul es un color cálido, leyó Skandalon y el punto sobre el que sostenía su crítica era que Skandalon no trataba de mujeres sáficas y era malo por ello, porque ese era el tema de Julie Maroh y nada más). Escuchar y leer a la diversidad también es reconocer que todxs lxs autorxs tienen derecho a hablar de lo que se nos da la gana (y una crítica pobre es aquella que no ve al texto como es, sino que se cree con derecho a mandar cómo tiene qué ser).

Leer autores mexicanos esperando que hablen de México (un México imaginario, tal y como se cree que es México, sin pensar que en treintaiun estados todo es diferente) y lo usen como decoración. Y aquí estoy yo parada, que escribo desde México, sin mencionarlo nunca, me niego a usarlo de decoración explícita en mis fabulaciones; yo, que creo mundos aparte y no dejo de ser escritora mexicana cuyas letras siguen teniendo impresas mis experiencias como mujer en el edomex sin mencionarlo nunca. No existe Tlalnepantla en mis cuentos o en mis historias, pero si no hubiera vivido y caminado en Tlalneplanta mis historias serían diferentes. Decir: habló de México, pero no habló de la violencia; habló de México, pero no habló del narco; habló de México, ¡pero no había tacos! O decir: ¡es mexicana, qué lastima que no hable de México!, como si una (yo) se pudiera extirpar la parte de la identidad que le dio haber nacido en este Estado-Nación. Aplíquese a cualquier otro país o región del mundo (habló de China, ¡pero no de lo que yo creo que es China!). Leer diverso, pero exigirle a «la diversidad» (entre comillas, adrede, desde el título, porque pareciera que en ciertos lugares se puede ser solo eso: el token y nada más) una visión con la que uno concuerde o lo que espera de ella. «¡Es unx autorx árabe, seguro hablará de La (única) Experiencia Árabe!» (úsese con multitud de ejemplos).

Qué es La Diversidad, en mayúsculas, el concepto, en qué pensamos cuando decimos «lecturas diversas». Puse Leer la diversidad porque me incomoda que parezca(mos) únicamente una cuota que cumplir, un medio para llegar a ser mejor persona. Mientras más leo más visiones menos entiendo el mundo, pero más comprendo que al fin y al cabo somos personas. Y eso puede sonar reduccionista, pero aspiro a un mundo en el que (yo) no sea El Otro. Aquello que llamamos diversidad no es un monolito y está compuesto de una multitud de voces que no pueden ser reducidas a una sola parte de su identidad y de sus circusntancias (no escribimos atravedxs nada más por una cuestión, sino por todas: a mi escritura la atraviesan mis visiones políticas, mi nacionalidad y lugar en el mundo, mi generación, todo lo que no digo). Catalogar la diversidad como si estuvieramos en taxidermia está condenado al fracaso.


Si yo hago una lista, por ejemplo: leer autoras, autorxs racializadxs, autorxs de pueblos originarios, autorxs LGBT+, autorxs africanxs, autorxs asiáticos, autorxs neurodivergentes, autorxs discapacitadxs, se escapará algo. Y no voya decir que no es buena idea crear estas categorías para poner al frente a quienes no lo han estado en mucho tiempo (tengo listas de recomendaciones dedicadas a ello), pero englobar lo que se cree que es La Diversidad en categorías rígidas siempre terminará por ser limitante. Nos ayudamos por ellas, no podemos pretender que hagan todo el trabajo.  

Leer la diversidad, dije en el título, pero como escritora me incomoda. No tengo problema con ser El Otro en algunos contextos (y aceptar el costo político que esto conlleva), pero sí con ser encasillada allí. Hablemos, por un momento, de mi condición de mujer. Imaginemos que sólo piensan en mi cuando les dicen «una autora» pero nunca piensan en mi cuando se habla de escritorxs de fantasía (allí piensan a puros hombres, al canon de la fantasía), tampoco se les ocurre mi nombre cuando se dice ensayistas (supongamos que llenan de hombres esa lista, otra vez). Quedo yo como La Autora. Y soy sólo eso. Nada más. El token. No importa que sea ensayista y que escriba fantasía. Con cualquier ejemplo, en cualquier circunstancia: podemos ajustarlo a las condiciones que se quieran. Cuántas escritoras trans son sólo mencionadas en listas de autoras trans pero nunca en ciencia ficción o en fantasía (cuando sabemos que las hay); lo mismo para las escritoras negras (cuyos textos, además, suelen estar sujetos a lecturas muy particulares llenos de temas únicos: recuerdo a Octavia Butler y un cuento, diciendo en su epílogo «me han preguntado si esta es una historia sobre la esclavitud, pero no, es mi historia de hombres embarazados»; disculpen ustedes el parafraseo). Se dice diversidad y hay quien tiene solo una visión de ella (¿y qué diversidad es esa?).

Todos los ejemplos mencionados aquí se quedaron cortos. Nunca habrá tiempo suficiente para enfrentarse a todas las visiones. Pero no hay problema, porque el mundo no es una competencia de quién conoce a lxs autorxs más diversxs o quien lxs puede citar más rápido. Podemos sentarnos a platicar con lo que leemos (cuestionar incluso qué consideramos lectura válida, pues hay quien dejan fuera formatos enteros, mucho más horizontales que la publicación tradicional), a platicar con otrxs de lo qué leemos, a escuchar todas las historias que lleguen hasta nosotros. Leer la diversidad no como mandato, sino porque quienes a veces nos toca ser El Otro/La Otra y estamos aquí, en el mundo, existimos parados sobre él y también escribimos dejando el alma entre las palabras.

lunes, 3 de enero de 2022

Top 15 narrativa gráfica 2021

Esta entrada ya tiene por tradición ser la primera que se publica cada año, sobre todo porque en este blog discutimos muchísimo de todo tipo de narrativa gráfica y es de mis formatos preferidos. Como siempre, todo lo que yo haya leído en 2021 entra (sean pedazos porque voy al día o series enteras en las que me haya puesto al corriente). Hay una numeración del uno al quince y es bastante arbitraria, hecha a mi gusto, según lo que me impactó o cómo me impactó una historia. Evidentemente la lista es personal, igual que el gusto, pero si vienen buscando recomendaciones no duden que cualquier cosa de esta lista es algo que yo les recomendaría leer. 

No tengo mucho más que decir, así que podemos pasar a la lista, que va del quince al uno (siendo el uno lo que más me voló la cabeza de entre todas las cosas). Este año, como notaron, hay quince cosas porque hay que adaptarse a las lecturas de cada año y este sencillamente en diez no hubiera podido resaltar tanta cosa. Vamos allá.

15. Blood Bank, Silb

Yo vine por lo sexy y me quedé por la trama. En Blood Bank nos enfrentamos a una sociedad de vampiros en los que los humanos son sus subordinados y hasta sus esclavos. Shell, el vampiro protagonista es una anomalía entre los demás vampiros (puesto que no cumple ciertos estereotipos) y se enamora de un banquero humano, Uno. Y hay una revolución (porque evidentemente una sociedad así está un poco destinada a morir, cuando menos). Sí es un manhwa muy explícito y de repente dices "bueno, ¿y la trama?" y madres, te ataca con sentimientos. Le tomé mucho cariño mientras lo leía, además de que Shell es adorable, ultra poderoso y lo quiero mucho.  

14. The Remarried Empress, Alphatart & Sumpul

Yo llegué a esto porque Navier estaba guapa y había pajaritos mágicos. En serio, la emperatriz Navier es mi crush absoluto. Por otro lado, temía que la trama girara en torno a dos mujeres peleando por un vato todo pendejo pero evidentemente el vato está todo pendejo (y Navier termina por darse cuenta del asunto), Trisha está mensísima, lo que da para mucho comentario de cómo la manipulan hombres más poderosos que ella (además de que, por sus circunstancias, también intentan aprovecharse de ella) y Navier, más que pelear como mujer celosa por su marido, se esfuerza en mantener su dignidad (cosa un poco difícil cuando el idiota de tu marido te planta a la amante enfrente y te dice bueno ni modo así es la vida, los hombres podemos hacer estas cosas de pendejos, las mujeres no eh, ellas siempre bien dignas y honradas), entabla una amistad por correspondencia con el príncipe del Reino vecino y piensa en lo mejor para su pueblo. Está interesante a pesar de que a mí no me mata per se la intriga palaciega, pero el personaje de Navier es precioso y el arte de Sumpul me encantó. 

13. Through The Woods, Emily Carroll

Esta compilación de cuentos tétricos la leí para el GuadalupeReinas2021 (que acaba este seis de enero) como parte de la consigna de leer algo de terror y me fascinó. Me la pasé el 2021 metida en la narrativa grafica asiática, en general y en los autores independientes en internet y esta obra es de publicación un poquito más tradicional. Me encanta que sea totalmente al estilo de la autora, que sabe usar perfectamente las ilustraciones en conjunción con los textos para crear atmósferas muy tétricas y misteriosas. Adoré casi todas las historias, aunque mis favoritas fueron las primeras dos. Muy recomendado.

12. Lore Olympus, Rachel Smythe

Este año leí gran parte de la segunda temporada de Lore Olympus que explora muy muy a fondo la relación de Hades y Perséfone. También pone a todo el Olimpo a juicio así que si les gusta el chismecito, creo que es una temporada super divertida para leer sábado con sábado. Agradezco también que Rachel Smythe tenga tan buen timing para hacer mezclas entre drama y comedia que me han dejado con buenísimos memes pero también estrujado el corazón. De momento la sigo leyendo cada sábado (hasta que termine la temporada o se anuncie un descanso, que creo que será a lo largo del año) sin falta para enterarme de aún más cosas sobre Hades y Perséfone. A la primera temporada le hice una reseña (cosa que replicaré con la segunda cuando termine).

11. My broken Mariko, Waka Hirako

Fue una de mis lecturas de la primera mitad del año y me pateó miles y miles de veces. Waka Hirako hace mezclas muy interesantes entre una estética que tiene referencias japonesas y norteamericanas y las combina perfectamente con esa manera pausada y contemplativa de contar las historias que tienen muchos mangas y creo que fue el modo perfecto de contar una historia tan visceral sobre el duelo y la pérdida. My broken Mariko es un manga de un solo tomo (que tengo pendiente hacerle reseña, pero bueno, ya ocurrirá) que habla sobre el duelo y la pérdida (y lo hace de una manera muy visceral, cosa que agradezco). 

10. Novae, KaiJu 

También estuve todo este año siguiendo Novae de KaiJu, que ya apareció en el top el año pasado. Es una historia de fantasía y romance entre un astrónomo, Raziol, y un necromago, Sulvain. Este año introdujo bastante misterio y algunos momentos muy hermosos entre ambos. Sigo recomendándoles mucho que se acerquen a esta obra porque es algo adorable por todos lados y el arte es particularmente bello. De hecho, me la pasé todo el año recomendándolo por eso, es una delicia quedarse viendo las ilustraciones una por una.

9. Bloom Into You, Nio Nakatani

Definitivamente el manga GL que necesitaba leer. Es muy juvenil y no descarto buscar otro tipo de narrativas pero en la reseña de este manga rescaté mucho que sus personajes piensan mucho en qué consiste enamorarse y si es realmente necesario (de hecho hay un personaje que es arromántico). De la mano de la protagonista vamos explorando que no hay una sola manera de enamorarse en medio de un montón de confusión adolescente. Es un manga muy bonito, con un arte muy delicado en un estilo que me suele gustar mucho y pasé los ocho tomos mirando todo con ojos de amor. Hay una reseña de este manga en mi blog, ¡léanla!

8. My Hero Academia, Kohei Horikoshi

Bueno, está por algunos arcos. En específico el que involucra a Lady Nagant y el que le sigue con la clase 1A, además de los flashbacks o más bien, recuerdos (del arco de la señora gringa no me hablen, agradecí que terminara con mucho agradecimiento). Creo que ha tenido un ritmo frenético, pero nunca ha dejado de ir en una dirección bien marcada (aunque por allí da tumbos). Sin embargo, cuando se detiene en Deku y en los adolescentes es un manga maravilloso. Además que este año tuvo unas ilustraciones muy muy buenas, Horikoshi tiene bastante talento (y buenísimos asistentes, al menos espero que descanse alguna vez).

7. Jujutsu Kaisen, Gege Akutami

Este 2021 me puse al corriente con Jujutsu Kaisen y debo decir que tiene momentos que son obras de arte. Es un manga que además nunca me deja respirar (y esto no es una queja). Siempre me está contando algo, incluso en sus momentos más lentos y mucho más reflexivos. Creo que trabaja bien a sus personajes y va con cuidado en sus tramas. Hay muchos momentos que podrían ser tan solo shock barato en este manga, pero Akutami tiene una manera muy cuidadosa de narrar y de presentar los conflictos de sus personajes. Estoy deseosa de ver qué hace en el futuro.

6. Countdown to Countdown, Xiao Tong

Leí este webcómic enterito (al menos hasta el capítulo cinco, tengo pendiente lo que va del seis) durante 2021 y me encantó. No esperaba muchas de las cosas que encontré y ahora sólo quiero abrazar a Iris Black muy fuerte y decirle que todo está bien en su vida tan desordenada. También adoro a Lillium White, es un buen tipo. Quiero saber más de la historia porque creo que todavía está muy al principio de todo su potencial y apenas está marcando su rumbo, pero lo ha sabido hacer muy bien. Además que el arte de Xiao Tong es muy bello. Muy recomendado.

5. Ao No Flag, Kaito

El único formato en el que me gusta mucho leer slice of life es el manga (de ahí en fuera soy un poco más selectiva, pero bueno, tampoco es algo que no lea nunca). Este es un de los mangas sobre amistad y estar mirando al fin de la preparatoria (no es algo con lo que me identifique, por ejemplo, pero es algo que existe y es muy común) y hacerse demasiadas preguntas sobre el futuro, sobre el ser, sobre ser el amigo de alguien, sobre lo que significan las relaciones que entablas. Me encanta porque es una historia donde, a pesar de que hay romance, pone a la amistad también al frente de todo e ignora esa pelea estúpida de que si los amigos o tu pareja. Es una historia adorable y los personajes también lo son. Le escribí una reseña que pueden leer.

4. Tian Guan Ci Fu, Mo Xiang Tong Xiu & Starember

Está más que nada por el arte, no vamos a mentir. Aunque es cierto que la historia de Tian Guan Ci Fu es muy adaptable a manhua y muy estética por ello, también peca de tener pacing de novela (al ser la novela de aventuras no se nota demasiado y si no te fijas mucho no hay ningún problema). Sin embargo, lo que me sorprende de este es el arte que tiene (no es tan dinámico como se le suele exigir a estas historias) y en cambio profudiza más en una atmósfera más contemplativa (una elección extraña para esta historia, incluso considerando los tipos de narrativas que se suelen encontrar en Asia) y tranquila que definitivamente hace un muy buen contraste con el ritmo de la historia (en los pasos lentos le da un respiro muy fresco y cuando la historia se pone frenética le da sus muy merecidos descansos). De la novela tengo una reseña, pero del manhua eso tardará (hasta que lo terminen y miren, serán años). 

 3. Akatsuki no Yona, Mizuho Kusanagi

Creo que no está más arriba porque apenas voy en el tomo catorce (me queda más de la mitad) pero hasta donde llegué consideré suficiente para que entrara al top 3). Esta es una historia de fantasía sobre una princesa que se ve obligada a huir y eso la enfrenta a las realidades de su pueblo. Maravilloso. (Además que siendo un poco harem inverso este asunto, ayuda darse taquito de ojo, pero eso es aparte). Yona debe cumplir una profecía mientras viaja con Hak (su guardián incondicional) y lucha para que su pueblo no pase hambre, para que los enfermos no mueran en el abandono y para que se dejen de cometer injusticias. Es como si le hubieran puesto mi nombre a un manga.  

2. Atelier of Witch Hat, Kamome Shirahama

Este año por poco no sale este porque leer en scanlation estuvo medio accidentado, pero se logró y voy al corriente completamente. Está en segundo lugar por varias razones: el talento artístico de Kamome Shirahara, con ese capítulo al que le hizo tres dobles páginas, una de las cuales es un juego de mesa funcional que deseo imprimir; cómo este año explotó un poco la trama de quienes pueden y quienes no pueden usar magia y el camino por el que va el manga, y cómo ha desarrollado a los personajes. Sigue siendo mi manga favorito del momento cuando hablamos de historias de fantasía y por mucho. Se los seguiré recomendando con toda violencia.

1. Tokyo Revengers, Ken Wakui

Y ahora sí. El puesto de honor. La obsesión. El manga al que le entregué todas mis lágrimas. Espero que Ken Wakui esté joven y lozano después de bañarse en ellas. No, pero en serio. Creo que una de las razones por las cuales Tokyo Revengers ha sido tan notable para latam (porque es a quienes más nos he visto hablar de él) es por su manera de aproximarse a las historias como las cuenta. Tiene una manera increíble de tratar la esperanza, aunque la historia sea desgarradora. Pone los sentimientos siempre antes que el morbo, aunque estemos viendo la violencia de la cultura de las pandillas de adolescentes (y en lo que muchas veces se acaban convirtiendo, cooptadas por grupos delincuentes y mafias) y las vidas de estos niños (que crecen y viven en entornos marginales). Es una historia increíble. Creo que le entregué un poco de mi vida. Quiero a casi todos los personajes. Lloro todos los martes con el capítulo nuevo. Se las voy a recomendar todo el tiempo porque de verdad, de verdad, creo que es una historia de esas que te dejan muchas cosas y se quedan con un poquito de ti. Y les dejo un poquito del arte de Ken Wakui.

Hasta acá llegamos. Pocas cosas se quedaron fuera. Las menciones de honor son para Boy Meets Maria, Un extraño a la orilla del mar, Raruurien y Kochab, también historias muy notables. ¿Qué se llevan de recomendación? ¿Qué me recomiendan a mí? Y recuerden que pueden recar el top de 2020 y el de 2019.

jueves, 30 de diciembre de 2021

2021 en fanfics: el recuento

¡Hola! 2021 fue un año terrible y de las únicas cosas buenas que rescato es, definitivamente, el fandom y los fanfics. Los disfruté mucho, como todos los años, así que como todos los años mi recuento anual irá un poco sobre ellos. Lo que leí, lo que escribí lo que disfruté. Este año ha sido muy fanfickero, considerando que estoy trabajando en leer mucho de muchos fandoms que se me antojan, que fanfic fue una consigna en el GuadalupeReinas2021 y que de hecho escribí varias cosas respecto al trabajo transformativo. También hice una masterlist de todos mis fanfics y actualicé constantemente las que tengo que My Hero Academia y Harry Potter (además de que hay proyectos para hacer una lista de doujinshis de BNHA que recomiendo, retomaré el proyecto en enero, una lista de fanfics Ten/Rose de Doctor Who que me gustan, y listas sobre los fandoms de MXTX y lo que vaya surgiendo en el camino).

El 2021 en fanfics: recuento (con una imagen de un fuego fatuo)

 Así que, sin más, empecemos con las preguntas, las tomé de este tumblr.

1. Fic favorito que escribí este año. Tengo un par. 

El primero es Herejía, que aún no está terminado, pero lo estará pronto (le quedan muy poquitos capítulos). Es un fanfic del Mo Dao Zu Shi (o The Grandmaster of Demonic Cultivation) en un universo alternativo de vampiros (y fantasía, pues todavía existen las sectas, pero ahora son vampíricas). Es sobre Xue Yang y Xiao Xingchen (está etiquetado como XiaoXue si nos ponemos estrictos) y sus aventuras... o desventuras, como quieran verlo. Es de las cosas más adultas que he escrito aunque no necesariamente tiene escenas explícitas, pero si trata un poco sobre la entrega, el placer, la autodestrucción y otros muchos asuntos fucked up. Si me preguntan si es romance diría que sí, con reservas, porque no estoy segura de que los personajes sepan exactamente lo que constituye un romance sano.

Xiao Xingchen y Xue Yang, The Untamed

El segundo es El guerrero tigre y el príncipe durmiente. Fue un oneshot que publiqué en la compilación Ballad of Katsuki & Izuku. Era un retelling que llevaba varios meses deseando escribir después de haber creado una leyenda muy parecida para otro de mis fics. Se trata de una reinterpretación de la historia de Popocatépetl e Iztaccíhuatl ambientado en un Imperio fantástico que no existe pero que defitivamente tiene una estética inspirada en el mundo pre hispánico. Es un bakudeku y lo quiero muchísimo. Además Katsuki es la esposa real (y sí, estrictamente es bakudeku, yo sólo quería divertirme después de haber leído Golden Stage y que hicieran chistes sobre que a uno lo llamaran La Esposa).

2. Fic menos favorito que escribí este año. Sufrí mucho A través del tiempo. Es un fic entretenido, pero elegí un estilo narrativo que no es mi estilo usual y es algo que ya sé que me falla a veces (así que tampoco fue un experimento) y terminarlo se me hizo un poco cuesta arriba, pero se logró. Es un fic donde Katsuki Bakugo es un ángel e Izuku Midoriya es un demonio y van caminando juntos a través de los milenios y la historia. 

Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, episodio 60

3. Escena o pedazo favorito que escribiste en un fic este año.

Tengo un par. El primero es de El guerrero tigre y el príncipe durmiente.

Y entonces, por primera vez desde que lo conoció, el príncipe desvió sus grandes ojos verdes, como si temiera encontrarse con los de Katsuki por un momento. Como si aquella afirmación lo hubiera turbado y no supiera que contestar a ella. En las comisuras de sus labios, el guerrero tigre alcanzó a ver la sombra de una duda demasiado grande. Aunque usaran sus nombres de pila y por momentos hubiera entre ellos cierta sensación de familiaridad, seguían siendo el príncipe heredero del imperio y un guardia dispuesto a seguir sus órdenes, fueran cuales fueran. «Katsuki» e «Izuku» no se diferenciaban de «guerrero tigre» y «Su Alteza», aunque a Izuku le gustara pretender que sí.
—No es una orden —dijo, finalmente, todavía sin mirarlo a los ojos— ni lo será nunca. Lo que te pido no tiene que ver con mi estatus o con tu cometido. No des una respuesta pensando que el príncipe te la pide. —Apretó sus manos, mirando, ahora sí, a Katsuki. Sus ojos verdes brillaban como un campo al amanecer cubierto de rocío. Era un color hermoso con destellos que hacían que el guerrero tigre pensara en todos los poetas que antes habían hablado del romance. Su corazón se saltó un latido—. Katsuki, ahora mismo, sólo soy un joven suplicando a otro. —Y entonces hizo lo impensable: bajo la cabeza en un gesto de respeto sólo dedicado a aquellos de rango superior, como si así borrara un poco entre ellos las diferencias—. Sólo, eso, Katsuki. Un joven que suplica a otro que lo mire para ver en sus ojos un destello preguntándose si es que acaso su corazón también, a veces, late desbocado.

 Y la siguiente frase es de Los niños de ayer, un fanfic de Tokyo Revengers (le quite el spoiler porque tenía un spoiler de Tenjiku):

La perdieron ante la lluvia. Ante el silencio. Ante [REDACTED]. Se les escapó el último resquicio de niñez que les quedaba y luego de eso ya no quedó nada, más que el silencio.
Ken Ryuguji y Manjiro Sano dejaron de ser niños entonces. 

En escenas, me gusta mucho la escena final de Ojos verdes, ojos rojos, que fue escrita este año y también uno de los flashbacks más importantes (sobre Tomura Shigaraki), no pongo fragmentos porque son spoilers medio fuertes al ser finales. También la última escena que escribí en Herejía que no pongo porque es muy larga, pero es finalmente Xue Yang entendiendo por donde van los sentimientos de Xiao Xingchen. 

Ilustración para Ojos verdes, ojos rojos comisionada a YukarietD.

5. Fic más popular este año. Sin duda alguna fue Ojos verdes, ojos rojos. Lo terminé los primeros meses del año y eso ayudó a explotar su popularidad, además de que encargué varias comisiones para ilustrarlo. En AO3 es uno de mis fics con más kudos y bookmarks (no el que más, pero si de los que más), en wattpad llegó a las 125K leídas este año y es mi fic con más comentarios y es el que más reacciones viscerales ha sacado por todas partes. Estoy muy orgullosa de él, podrían decir que ese fic es la niña de mis ojos y mi mayor orgullo (para contexto, es un AU de fantasía que recupera cosas de la estética asiática y su estilo de narrativa donde Izuku y Katsuki buscan una manera de lograr la paz entre sus pueblos y mantenerla que no pase por continuar con las masacres y donde la guerra no sea la solución, nada de esas batallas donde todos son igualmente crueles pero unos dicen ser los buenos).

6. Fic menos popular este año. Híjole, no sé. Creo que Los santos y los pecadores (pero porque no está terminado, está en proceso de terminarse) que es un WangXian algo raro sobre Mo Dao Zu Shi en en el que Lan Wangji se reencuentra con Wei Wuxian, ahora demonio, un ángel que cayó mucho tiempo atrás. Creo que también fue poco popular Daozhang, un XueXiao especial para un evento en Halloween, pero tuvo por ahí un par de comentarios. Se nota que todavía me falta encontrar un lugar en el fandom de MDZS, pero son cosas que se van dando.

7. Fic más largo que completé este año. Con casi 250K palabras, Ojos verdes, ojos rojos. En mi kindle dice que tiene casi 800 páginas.

Shouto Todoroki de Ojos verdes, ojos rojos comisionado a YukarietD.

8. Fic más corto que completé este año. Están muy cerca ambos así que los voy a poner los dos. Este año incursioné en el fandom de Tokyo Revengers con muy buenos resultados (mis fics fueron bastante queridos, así que estoy orgullosa de ello). Lo hice con dos oneshots muy cortos, que rondan poco más de las 2400 palabras y tratan, ambos, sobre Draken y Mikey. Se trata de Los niños de ayer (inspirando en The Kids of Yesterday, la canción de My Chemical Romance, que los retrata tras Tenjiku) y Stay Gold, Mikey-kun (inspirado en la frase Stay Gold, Ponyboy del libro Rebeldes de SE Hinton y tiene un pedazo de Los caminos de la vida, con Celso Piña). Me gustaron mucho esos dos fics.

9. Fic más largo en proceso. De los publicados, es Herejía (fandom de MDZS). Ya tiene más de 20K y no será muy largo, pero es lo más largo en proceso.

10. Fic más corto en proceso. Se trata de un fic que tiene sólo pensados dos capítulos más (y está publicado el primero) sobre Uraraka, Izuku y Katsuki de BNHA. Se trata de un universo alternativo sobre la mafia (no me resistí a hacer a Uraraka una Mafia Boss) y pues es lo más corto del momento. Se llama Dragones tatuados en la espalda.  

11. Fandom para el que más disfruté escribir este año. Híjole, para muchos. Pero tres son los principales: disfruté mucho lo que escribí para My Hero Academia, como siempre; me emocioné mucho haciendo algunos fics para Mo Dao Zu Shi y mis pequeñas incursiones en Tokyo Revengers me dejaron con ganas de más. Después de mucho tiempo de ser monofandom el tener la oportunidad de explorar me da mucha libertad. Tengo otros fandoms en la mira. 

12. Personaje favorito del que escribí este año. Pues ya tengo muy escritos a los de My Hero Academia, así que los conozco mucho y definitivamente hay algunos entre mis favoritos, pero es más por la fuerza de conocerlos que otra cosa. Xue Yang fue el mencionado el año pasado y este año disfruté además encontrarme con Xiao Xingchen. Pero no. Tengo otros.

Draken y Mikey de Tokyo Revengers

Pero los favoritos que además fueron descubrimiento del año fueron Draken y Mikey (y si hubiera publicado ya uno de mis WIP, pues podríamos mencionar otros, pero seguramente los publicaré al empezar el año) de Tokyo Revengers. Disfruté mucho conociéndolos y explorando como sería escribirlos. Ya les puse por allá arriba los fics en donde fueron los protas pero se los recuerdo: Los niños de ayer y Stay Gold, Mikey-kun .

13. Canción/album/artista favorita para escribir este año. Más que una canción tengo una playlist.

Este año diseñé una playlist llamada tokyo revengers lado b. Playlist de salsa, cumbia, reggaeton y algunas otras cosas. Acá se las dejo. Escribí algunas cosas oyéndola.

14. Un fic que no esperé escribir. La respuesta es Kacchan e Izuku en tres actos. Es un fic muy corto y yo me lo imaginé diferente al pensarlo, pero salió muy curioso y diferente. Lo escribí para un intercambio KatsuDeku y tuve diez mil ideas antes de sentarme a escribir.

15. Algo que aprendiste este año. ¿Sobre escribir? ¿Sobre literatura? Creo que aprendí mucho sobre fantasía. Leyendo y, sobre todo, escribiendo. Descubrí muchas cosas sobre mi forma de escribir fantasía explorando en varios fics que publiqué en En este mundo o cualquier otro y en Ballad of Katsuki & Izuku; también exploré mucho en Ojos verdes, ojos rojos. La mayoría de mis historias de fantasía son relativamente intimistas, aunque se proponga una lucha entre el bien y el mal (que me choca la creencia de la épica todo tenga que resolverse de manera sangrienta) y es lo que ocurre un poco en las historias de las compilaciones. Son intimistas, en universos muy contenidos, donde no hay grandes guerras (aunque se mencionen guerras e imperios) y las revoluciones podrán parecer pequeñas aunque sean enormes para los personajes. En Ojos verdes, ojos rojos, en cambio, había una guerra y los personajes estaban al centro y yo tuve que aprender a acercarme al tema de un modo en que estuviera conforme con él y no simplificar el bien y el mal, sino tomar en cuenta las complejidades de lo que conlleva una guerra. Ayudó mucho plantearmelo en la historia y aprendí muchas cosas que seguro usaré más tarde.

Ochako Uraraka comisionada a pauzamro.

16. Fics que completaste este año. ¿Creo que fueron unos cinco? Más los oneshots. O quizá menos. No sé. 

17. Fics que seguirás el año que viene. Por lo pronto. Herejía, Los santos y los pecadores y Dragones tatuados en la espalda.

18. Número de cosas en proceso que tengo. En publicación, tres (véase arriba), sin publicarse, creo que unas tres ya más consolidadas que sé que si llegarán al internet algún día. 

19. Fics para empezar el año próximo. No sé exactamente, la verdad. Tengo algunos proyectos que quiero escribir, pero estoy trabajando en controlar lo que puedo publicar y escribir y tener un poco de autocontrol, así que quizá habrá menos fics, pero estarán hechos con amor.

20. Número de comentarios que no has leído. Cero. Siempre los leo todos, toditos.

21. Comentario más memorable. Creo que todos los comentarios enojados con mis villanos de Ojos verdes, ojos rojos me han hecho reír y también algunos comentarios muy emocionales sobre el final.

22. Eventos en los que participé este año. Prácticamente nada, pero bueno. Escribí para una week del cumpleaños de Kacchan y luego para la BKDK Mermay y para la KTDK Fantasy Week (todo está en Ballad of Katsuki & Izuku). Escribí un par de cosas para la Kiribaku Week, publicadas en En este mundo o cualquier otro. Hice mi aportación a XueXiaoMonsters con Daozhang. Participé en un concurso de fics bakudeku con Micrófono abierto ¡y lo gané!, estuvo muy bonito. Y fue todo. En donde consideré mi participación lo suficientemente activa. Porque algunas cosas las hice por salvar y no me encanta hacer eso (también en 2022 limitaré un poco los eventos). 

Regalito de VenusAlaska.

23. Fics que querías escribir pero no lo escribiste. Quería escribir un todobakudeku de My Hero Academia donde Todoroki sea un niño cambiado/changleling y que se hablara mucho del mundo feérico. Tengo un inicio que usaré, pero volveré a trabajar lo que tengo del capítulo uno. Veremos si cuaja algún día.

24. Fic favorito que leíste este año. Son tres los que me tuvieron en vilo y los que me han hecho volver y pensar una y otra vez sobre ellos. Van uno por uno porque los tres son clásicos bakudeku.

The Way You Used to Do de edema_ruh, un fic larguísimo, considerado la biblia bakudeku. Creo que maneja muy bien el slowburn y las complejidades en la relación de Katsuki e Izuku. Llegué a encontrarlo un poco repetitivo (cosas que si fuera publicación tradicional retrabajaría o cortaría) y eso corta un poco el flow, pero en general, maravilloso.

From The Sidelines de suffocatinspring, el jock/nerd bakudeku definitivo. Es también muy largo pero a este no le quitaría ni una línea, me parece perfecto y hermoso en todo sentido.

Fire Lily de EtherealBeing, también bakudeku, en este caso un angel/demon au que es una historia sobre caer (y, considerando que en inglés se usa el verbo fall cuando se habla de enamorarse, caer en más modos que los obvios). Sigue en proceso, pero me está gustando muchísimo.

25. Un fic que leí este año y le recomendaría a todo el mundo. From The Sidelines. No más argumentos, su señoría. 

26. Número de favoritos o bookmarks este año. Apenas los ordené, así que no sé. No los cuento.

27. Autor favorito que leíste este año. Cualquiera de las tres mencionadas arriba, qué obras de arte.

28. Fic más largo que leíste este año. Con sus más de medio millón de palabras, fue The Way You Used to Do de edema_ruh. Es larguísimo.

29. Fic más corto que leí este año. No lo guardé porque creo que no me gustó mucho, así que no me acuerdo. 

30. Fandom favorito para leer fics este año. Considerando que estaba terminando los clásicos bakudeku, el fandom favorito volvió a ser My Hero Academia; otra vez. No hay sorpresas allí.