Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 8 de febrero de 2011

De lo que entendemos por la palabra ridículo...

¿Ridículo?

Siempre he pensado que el ridículo se deja de hacer cuando lo haces adrede. Si te la pasas bien, ¿a quién le importa que tú y tu mejor amiga bailen Alejandro de Lady Gaga en el salón de clases? ¿Qué te acuestes en el suelo del salón con la mochila de almohada? Si a ti no te importa… ¿por qué le tiene que importar a alguien más?
Más de dos veces mis amigos nos han dicho a Meli y a mí que a veces damos pena ajena (yo tengo un nivel de fanatismo hacia Harry Potter extremo y hay momentos en que realidad doy pena; Meli la primera pregunta que hace un tipo que acaba de conocer es “¿te bañaste hoy?”; a veces bailamos Alejandro… y hacemos un montón de cosas que realmente le dan pena ajena a algunos amigos).

Pero de hecho, a nosotras no nos importa.
Y tampoco nos miran como si debiéramos dejar de hacerlo.
Digo… todo es intencional e inocente :P

Por eso, algo sabio que una vez dijo una maestra de inglés fue: “El ridículo deja de hacerse cuando se hace adrede”.

2 comentarios:

  1. Por mucho que lo hagamos adrede, si después nos arrepentimos sigue siendo ridículo xD Opino yo.

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  2. Bueno... tienes razón :O Pero si no te arrepientes da lo mismo -experiencia propia-...

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