Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 25 de febrero de 2021

Kim Yi-young, Nacida en 1982; Choo Nam-joo | Reseña

Sinopsis: «Ni siquiera yo sé si me casaré o si tendré hijos. O puede que me muera antes. ¿Por qué tengo que renunciar a lo que quiero ser o hacer por un futuro que no sé si llegará o no?». Esta novela ha pasado de ser la breve historia de una joven coreana a convertirse en un terremoto que ha sacudido a las mujeres de medio mundo. Kim Ji-young (que lleva el nombre más común entre las mujeres coreanas nacidas en 1982) es aparentemente una mujer como cualquier otra, con una juventud sin pena ni gloria, siempre a la sombra. Todo se retuerce cuando, de repente, Kim empieza a hablar con las voces de su madre, de una amiga desaparecida, de otras muchas mujeres. Lo que parecía una broma adquiere el tono de una respuesta, de una insurrección y, para los demás, el tono de una enfermedad.

Ati, de Conejo Literario, me bulleó hasta que leí este libro. Sobra decir, lo leí. 

La novela empieza con una escena en la que la protagonista, Kim Yi-young, parece intercambiarse con otra mujer que la conoce. Alguien más la habita o quizá ella ha dejado entrar a otra en su cuerpo. Me recordó un poco, de lejos, a la idea de la transmigración de las almas (muy común en el taoísmo). Muy de lejos, pero despertó mi interés. Nos adentramos en su vida diaria un momento apenas, cuando lo que le ocurre (ese habitar de otras mujeres en su cuerpo) también llega para perturbar a su familia (vive con su esposo y una hija pequeña). No les voy a dar la explicación de qué es lo que ocurre, ya tendrán que descubrirlo por ustedes mismos, pero quería remarcar eso porque fue lo que me ayudó a arrancar con el libro. De otro modo, sin ese detalle y esa curiosidad, no sé como hubiera podido.

Después el libro da un salto hacia atrás y, entonces sí, recorremos, del inicio hasta el presente, episodio por episodio, la vida de Kim Yi-young y todos los relacionados a esta.

Me pareció muy obvio que Kim Yi-young está planteada para ser una mujer coreana promedio, de clase media, que vive en la ciudad y tiene estudios; Kim es, después de todo, el nombre familiar (apellido) más común en Corea del Sur (seguido de Lee y Park). Incluso cuando uno está al otro lado del mundo, es fácil idenficarse con ella cuando una también nació en el seno de la clase media, tiene estudios universitarios y está intentando huir de la precariedad. También es muy fácil caer en la trampa de creer que, aun en otro lado del mundo, algunas experiencias de Kim Yi-young representan a todas. No creo que haya una experiencia universal de ser mujer. Hay factores que se repiten una y otra vez (cierta relación con la familia, el trabajo doméstico, el trabajo social, los hijos, la sexualidad, como decía Claudie Broyelle en La mitad del cielo) que según el contexto histórico y geográfico, y la clase de cada una se traducen en distintas experiencias. Así pues, aunque Kim Yi-young no representa a todas (porque hay diversidad de experiencias sobre el ser mujer como mujeres en este planeta a las que nos unen y desunen varios factores), algunas veces es inevitable ver algunas de sus experiencias muy cercanas

El libro se mueve entre la prosa seca y fría, casi clínica por momentos (cosa que tiene una explicación que me gustó bastante) y el ensayo. Vi reseñas que me resultaron curiosas porque decían que eso estaba mal, que eso de los autores de meter "lo que pensaban" en sus novelas estaba mal. ¿Pero qué creen que ponemos los escritores en nuestras novelas? (Tengo la tentación de verlos con una sonrisa condescendiente y decirles criaturas, pero me las voy a aguantar). La verdad es que lo único que existe es saber manejar el subtexto de las historias, jugar con él (cosa que Choo Nam-joo hace a la perfección cuando se mueve entre la historia y lo ensayístico, no hay ninguna regla que prohiba hacer eso, tampoco; no hay una lista establecida de normas de cómo escribir una novela) y usarlo como mejor nos parezca. En él, Choo Nam-joo une la estadística a las vivencias de su protagonista o a las cosas que le toca presenciar.

Es por eso (creo, estoy bastante segura) que no siento como el libro (que es breve) intente abarcar demasiados temas en poco espacio. Lo suyo es retratar a una mujer coreana promedio en cierto contexto. Y lo hace. Aborda la preferencia de los hijos sobre las hijas y el aborto selectivo, la preferencia que tienen los hombres en la escuela, el acoso escolar, los dobles estándares que sufren las mujeres durante su vida escolar, el acoso en general que inicia cuando una llega a la pubertad, los dobles estándares al buscar trabajo, la dificultad de mantener los trabajos, las expectativas inalcanzables cuando una es mujer, las expectativas sobre la familia, los hijos... etcétera, etcétera, etcétera. Si me pusiera a desmenuzar aquí cada tema no terminaríamos nunca. Y quizá algunos, si leen el libro, les resulten conocidos y frustrantes.

He llegado a un punto de mi vida en que ya no necesito la siguiente "novela feminista" proclamada por el marketing (siempre por el marketing) que me cambiará la vida la visión del mundo. Punto pelota. Para empezar porque ya ni siquiera me nombro feminista a mi misma (historia larga de contar, para otra ocasión) y para seguir porque a la larga leer de las experiencias de opresión de las mujeres me resulta cansado, agobiante en extremo y no tengo ninguna necesidad de leer algo que a veces parece un porno de la crueldad y la opresión sobre cosas que veo en mi día a día o veo en las noticias. Por eso me gusta la prosa de Choo Nam-joo: no se deleita en la desgracia, sino que busca el lado humano dentro de todas las contradicciones de la protagonista de su novela, es sencilla y, en su sencillez, es firme

Te hace enojar, sí, pero es honesta desde el principio sobre sus intenciones y no se regodea en ninguna clase de crueldad. (Y de todas formas, ¿qué hace feminista a un libro? ¿Qué su editorial lo diga? Quizá muchas cosas que yo escribo se reconozcan feministas, pero les aseguro que, como autora, no tengo ningún interés en que mi persona, específicamente, sea leída desde ahí; en fin, debate para otra ocasión y quizá otros lugares). Apreció esta novela no sólo por lo que retrata sino porque lo hace desde un compromiso literario al que une su compromiso político (ya no me bastan las buenas intenciones para crear literatura, creo que hay cierto compromiso estético y tiene que haber amor por el lenguaje, por la forma, por el tono, por las palabras y las expresiones, por las historias). Siento el cariño, al leer la historia, que Choo Nam-joo le puso al libro que escribió (y eso no pasa en todos los libros).

Si les interesa conocer un poco el contexto de Corea del Sur en cuanto a las mujeres sí les recomiendo leer este libro. Estuvo muy sonado en los últimos meses por como el libro retrata la vida diaria y cómo es posible que muchas se sientan identificadas en partes de su vida. Por lo demás, fue una experiencia interesante leer por fin a una autora del país (lo tenía pendiente desde hace tiempo, en un esfuerzo por conocer autoras de más partes del mundo).  

domingo, 21 de febrero de 2021

Kiki's Delivery Service, Eiko Kadono | Reseña

Sinopsis: Como dicta la tradición, todas las brujas adolescentes deben pasar un año fuera de casa para aprender a valerse por sí mismas. Kiki, de madre bruja y padre humano, tiene una única habilidad destacable: la de volar. Cuando llega el momento de marcharse por su cuenta, ella y su sarcástico gato parlante parten en su escoba para buscar alguna ciudad sin bruja propia donde puedan ofrecer sus servicios mágicos.

Bueno, quizá conozcan esta historia por la película de Studio Ghibli. O porque el libro en español está publicado como Nicky, aprendiz de bruja por Nocturna Ediciones. La verdad es que a mí tanto me daba leer una u otra traducción (ambas son directas del japonés) y en mi kindle ya estaba el libro en inglés porque ese conseguí primero (tengo ambos), pero elegí titular la entrada Kiki's Delivery Service porque siento que es la versión del título que más me gusta de la historia.

La autora es Eiko Kadono, una autora muy célebre en japón con libros infantiles (además de textos de no ficción y ensayos históricos referidos a los períodos japoneses Showa y Heisei, para que vean todo lo que hace); no ha sido muy traducida, lamentablemente, así que existen pocos libros de ella en inglés o en español, pero es una mujer sumamente prolífica (al parecer ha publicado más de 200 trabajos originales). Esta es la primera vez que yo la leo, aunque ya la tenía pendiente desde hace tiempo y hace unos días la incluí en mi lista de recomendaciones de autores asiáticos. Sin embargo, está Kiki, que ya es emblemático y es del que vamos a hablar hoy. Como aclaración mencionaré que no voy a mencionar grandes cosas de la película, ya que es otro medio diferente y otra manera de contar una historia.  

Kiki's Delivery Service es un libro infantil y episódico donde seguimos la vida de la joven bruja en su primer año como bruja independiente. Tiene una escoba y un gato parlante y su única habilidad es la de volar; su deber es encontrar un pueblo o ciudad sin bruja propia donde pueda ofrecer sus servicios mágicos y así es como llega a una ciudad un poco grande, donde hay mar y empieza a hacerse su vida propia.

Cada capítulo es un episodio de las aventuras de Kiki: desde entregar un poema de enamorados, un cuadro, resolver el problema de la llegada del año nuevo. Una señora le enseña a hacer calentadores (una forma de pasarle un poco de su "magia" a Kiki). El libro me gustó mucho y Kiki me cayó muy bien. Me gusta el tonó agradable que tiene la historia, las amistades y la imaginación de Kiki para resolver los embrollos. Suelen aburrirme los libros infantiles cuando están escritos con la idea de "historias de niños como tú, pero que se portan bien y aprenden lecciones" y es todo tan obvio que acaba dando pereza, cuando menos. Kiki no es una bruja perfecta, sino un personaje con matices (la idea de que hay personajes completamente buenos o completamente malos se me hace terriblemente simplista), hace amigos, comete errores, a veces es presumida, a veces es humilde. En general, los matices son importantes. Le dan profundidad a una historia y nos permiten reconocer a los personajes como humanos y no como modelos a seguir (tan frecuentes como aburridos en la LIJ).

Arte de la portada en español

Sobre la parte fantástica también tengo cosas que comentar. Me gusta la magia, sobre todo cuando se junta con el poder de la imaginación. El único poder que pudieramos decir tiene Kiki es el de volar, nada más; pero también tiene una imaginación muy despierta y una determinación inamovible y eso siempre me recuerda que la magia será magia, maravilla pura, capaz de todo, pero sin imaginación no llegaremos a ninguna parte. Y quizá por esto que les digo uno de mis capítulos favoritos es el del año nuevo, cuando Kiki es quien lleva el año nuevo a la ciudad (donde no hay quien mueva la campana) y lo soluciona con Jiji, su gato, su escoba y su imaginación. Me parece una manera muy bonita de abordar la fantasía y recordar que imaginar es un poder enorme en un mundo que parece rendirle culto al realismo.

Arte de Akiko Hayashi

Llevo un poco de tiempo pensando por qué, aunque sé que me gusta la fantasía desde siempre, en los últimos meses me he volcado en lecturas del género o en lecturas que tienen elementos que pueden ser entendidos desde la literatura del imaginario (con sus excepciones, por supuesto, porque en esta casa se lee de todo). En general creo que tiene que ver con la pandemia y la situación actual: quiero acercarme a otros mundos antes de volver a este, a otras posibilidades, a otros lugares donde sean posibles otras cosas. Quizá por eso busco con tanta desesperaciones libros por el estilo en este momento. Quien sabe. Kiki llenó mi necesidad de tener lecturas agradables, de leer literatura infantil que me resultara agradable, un poco retadora (es sencilla, pero nunca simple), que me calentara el corazón. Por eso lo recomiendo, además de que es un libro emblemático de la LIJ (está reconocido en la lista de honor de IBBY) y si les interesa el género siempre pueden acercarse a él. 

Creo que ya quedó caro que sí lo recomiendo. Nota aparte es que la edición en inglés viene ilustrada y algunas de las ilustraciones son muy bonitas. En español trae las ilustraciones de Akiko Hayashi y el arte de ambas portadas me gusta bastante (son del estilo de ilustración que me gustaba de niña). Si ya lo conocen o ya lo han leído pueden comentarme por aquí y si apenas se van a acercar a él, pues que sepan que va con mi sello de aprobado.

Arte de Akiko Hayashi

domingo, 14 de febrero de 2021

Masterlist de escritores asiáticos que recomiendo | #MarzoAsiático

Actualizada: 18/02/2024.

Marzo Asiático es una iniciativa creada por Magrat Ajostiernos hace varios años ya en la que se propone que, durante el mes de marzo, uno lea a autores asiáticos. Si me siguen, saben que tengo predilección por algunos autores de ese continente (intento leer a autores y autoras, sobre todo a las últimas, provenientes de todo el mundo, por diversificar las lecturas), así que pensé en juntar una lista como otras que tengo de todo lo que recomiendo. Ya tengo otra lista como este, la Masterlist de autoras que recomiendo, que pueden consultar y está casi siempre actualizada y sigue creciendo (es larga, muy larga, larguísima). 

Encabezado, Masterlist de autores asiáticos

Así que sin más les cuento como decidí hacer esta lista. Son autores nacidos y criados, al menos una parte de su infancia, en Asia (lo que quiere decir que no tomé en cuenta a la diáspora para esta lista, quizá después haga otra lista que sea sólo de la diáspora, porque también es muy amplia y creo que merece su atención especial). No tomé en cuenta a los mangakas y a los ilustradores de manhua y manhwa (tengo una lista de manga por el momento y estoy en planes de hacer una dedicada a todos los comics longstrip, donde entra manhua y manhwa), pero si tengo excepciones que se dedican a la novela gráfica. La lista se irá actualizando siempre que tenga algo que agregarle, así que pueden guardarla y seguir consultándola.

Si algún autor no está, quizá no lo he leído o quizá no me gusta (lo que quiere decir que no, no olvidé a Murakami). Recuerden, pues, que estas recomendaciones son subjetivas y a título personal.

Medio oriente

1. Rajaa Alsanea. Esta escritora es originaria de Arabia Saudí y se dedica un poco a la novela romántica y sobre mujeres. La escritora nació y creció en Riyadh, misma ciudad donde ambienta su novela Girls of Riyadh que a mí me recordó a Jane Austen un poquito, en algunas partes, y a las Brontë en otros. Definitivamente abre un panorama sobre las mujeres saudíes, pues estamos acostumbrados a sólo saber del país por su propaganda y no por las historias de sus mujeres. 

2. Marjane Satrapi. Ella es iraní y tiene una novela gráfica que es famosísima. Se llama Persépolis y se las recomiendo muchísimo. La primera vez que la leí, despertó mi curiosidad por el mundo árabe y persa, al menos. También tiene una historia, un poco menos conocida, llamada Bordados

Marjane Satrapi
Marjane Satrapi

3. Dunya Mikhail. Ella es una poeta irakí que retrata a la guerra en sus poemas (algo que me parece una labor muy complicada, pero cuando la leí me pareció muy bien logrado). El poemario que leí de ella es War Workd Hard.

4. Azar Nafisi. Ella es una académica iraní que tiene un libro famoso que leí hace tiempo llamado Leer Lolita en Teherán. Es muy interesante como recuento histórico de la revolución y la contrarrevolución y de cómo las mujeres se juntaban a leer. 

Asia del sur

1. Zen Cho. Esta escritora originaria de Malasia escribe mayormente historias de fantasía y ciencia ficción, ha sido importante en la ficción especulativa en los últimos años y yo les recomiendo especialmente que revisen una novela corta de ella llamada The Terracotta Bride y The Order of the Pure Moon Reflected in Water

2. Arundhati Roy. Probablemente una de mis escritoras de novela favorita, a pesar de que sólo tiene dos. Es originaria de India y sus dos novelas han levantado controversia. Ambas se las recomiendo muchísimo: El dios de las pequeñas cosas y El ministerio de la felicidad suprema. También tiene obras de no ficción que les recomiendo de igual manera El final de la imaginación, El álgebra de la justicia infinita o Espectros del capitalismo.

Arundhati Roy
Arundhati Roy

3. Anita Nair. Otra escritora India a la que aprecio mucho. Hace algunos años leí El vagón de las mujeres que me pareció una historia magnífica y me transportó justo a ese tren donde varias mujeres ditintas van contando sus historias. Se los recomiendo mucho. 

4. Meena Kandasamy. Autora originaria de India. Tiene un libro muy interesante donde juega mucho y habla mucho del amor y del lenguaje, además de retratar una historia de maltraro que se llama Cuando te golpeo. Libro muy recomendado (aunque si sólo leen en español, consíganlo por medios alternativos a la editorial, que es una editorial que no paga sus contratos).  

5. Rokeya Sakhawat Hossain. Sobre ella, lo más adecuado es que es bengalí. Nació en Rangpur, un territorio bengalí hoy ubicado en Bangladesh y murió en Calcuta, hoy India. Cuando ella vivió, todo ese territorio no eran dos países, sino el Imperio Británico de la India. Escribió una de las primeras utopías feministas conocidas, llamada El sueño de la sultana, una obra que hoy es considerada incluso ciencia ficción.

6. Anuradha Ghandy. Fue una comunista india que tiene textos muy interesantes sobre el movimiento de liberación de mujeres y el feminismo. Les recomiendo Philosophical trends in the feminist movement. Ojo que hace la diferencia entre radical y cultural (y el segundo es lo que hoy conocemos como radical).

7. Salman Rushdie. Este escritor (al que seguro conocen por sus polémicas con la religión) estuvo mucho tiempo antes de que me animara al leerlo. Es originario de la India, originario de Cachemira. Tiene bastantes libros, pero yo en especial les recomiendo dos historias de fantasía: Harún y el Mar de las Historias y Luka y el Fuego de la Vida.  

Asia oriental 

1. Osamu Dazai. Uno de mis grandes descubrimientos (gracias al manga, ya ven). Es un escritor japonés muy famoso, que tiene varias obras conocidas. Mi favorita es un libro llamada Indigno de ser humano (aunque es medio fuerte, leer con calma), pero también tiene una colección de historias cortas editada en español con el nombre de Colegiala.

2. Ryonosuke Akutagawa. Si son cinéfilos, quizá les suene la película Rashomon de Akira Kurosawa, que está inspirada en uno o dos de sus cuentos. Si no, les cuento que este escritor japonés también es muy conocido por sus historias de terror. Les recomiendo, por supuesto, Rashomon y otras historias (El biombo del infierno es mi favorito). También tiene un libro muy corto llamado A Fool's Life y es medio raro, pero le pueden echar un ojo.

3. Atsushi Nakajima. Mi absoluto favorito de entre casi todos los japoneses. Es un autor mayormente de cuento, que tiene una capacidad para hablar de las palabras impresionantes (y una traductora al español que no se merece otra cosa que aplausos). Les recomiendo El poeta que le rugió a la luna y se convirtió en tigre y otras historias

Ichiyo Higuchi
Ichiyo Higuchi

4. Ichiyo Higuchi. Una escritora japonesa clásica que aparece en el billete de, si no me equivoco, 5000 yenes. Es muy famosa por allá, aunque poco conocida por aquí. Tiene un libro donde junta varias historias sobre lo que significa crecer y ser mujer en el entorno que creció ella. Un dato interesante es que escribió sobre los barrios rojos de japón. En español está editada de manera independiente y su libro se llama Crecer.

5. Natsume Soseki. Es el autor japonés que en las fotos es un señor con sombrerito. Hace tiempo leí Diez noches de sueños y me gustó todo lo que le dedica a lo onírico, así que, por supuesto, no iba a perder la oportunidad de recomendarlo. 

6. Atsuko Asano. Quizá les suena por el manga de No. 6, pero en realidad yo la conocí como escritora de novelas ligeras japonesas, así que decidí incluirla en esta lista. Hoy No. 6 sólo existe traducido de manera amateur, debo recordarles, pero de todos modos la recomiendo.  

7. Satoshi Kitamura. Por supuesto que no me había olvidado de la literatura infantil, puesto que en japón hay autores y artistas con obras muy interesantes. Los libros de Satoshi Kitamura suelen ser muy divertidos para los más pequeños. Mis recomendaciones son: ¿Qué le pasa a mi cabello?, Gato tiene sueño y Pato está sucio.

Satoshi Kitamura
Satoshi Kitamura

8. Taro Gomi. Según el internet, el autor infantil japonés más famoso. Si tienen bebés o niños muy pequeños a los que apenas les estén dejando explorar los libros, les recomiendo ¡Adivina quién soy! y ¡Mira lo que tengo!

9. Megumi Iwasa. También una autora infantil originaria de Japón, pero para niños que ya leen un poco más. Es japonesa también (tengo predilección, sí). Tiene un libro llamado Jirafa africana que es muy bonito, sobre una jirafa que busca disfrazarse de pingüino, pero que nunca ha visto uno. 

10. Kyoichi Katayama. Es un autor japonés. Miren, yo no suelo leer muchos libros de amor, pero cuando lo hago, casi siempre son de autores asiáticos (o en su defecto, juveniles mexicanos o argentinos). Este escritor tiene un libro llamado Un grito de amor desde el centro del mundo que me gusta bastante. 

11. Banana Yoshimoto. Quizá una de las escritoras japonesas más conocidas internacionalmente. Yo he leído varios de sus libros y sin duda las invito a leerla (es otra escritora que juega con los sueños y eso es algo que me encanta). Les recomiendo Kitchen y NP.

Eiko Kadono
Eiko Kadono

12. Eiko Kadono. De nuevo, volvemos a las escritoras de libros infantiles. Ella es originaria de Japón y muy conocida por su libro Kiki's Delivery Service (en español Nicky, aprendiz de bruja), una historia de fantasía sobre una bruja, su gato y una escoba.

13. Mò Xiāng Tóng Xiù. Siendo el danmei una de mis nuevas aficiones, no puedo dejar de recomendarles a una de las autoras chinas del género que he leído. He leído Mó Dào Zǔ Shī (The Grandmaster of Demonic Cultivation), Tiān Guān Cì Fú (Heaven Official's Blessing) y Scum Villain Self-Saving System

14. Cho Nam-Joo. Es una autora surcoreana que ha revolucionado el mundo con su novela Kim Yi-young, nacida en 1982. Es la primera autora de Corea del Sur que leo y me gustó bastante, así que, por supuesto, al recomiendo ampliamente. 

15. Sayaka Murata. Una escritora japonesa que también ha estado muy presente en listas de lectura. Leí su novela La dependienta y hacía tanto que un libro enmarcado en el realismo no me hacía reír tanto y a carcajadas. Muy recomendado, por supuesto.

16. Cang Wu Bin Bai. Una escritora china de danmei (así que no sé más de ella) que se caracteriza por el romance tierno y bonito. Escribió una novela de corte histórico llamada Golden Stage que les recomiendo mucho.

Xia Jia
Xia Jia

17. Xia Jia. Escritora de origen chino que escribe cuentos de ciencia ficción que parecen cuentos de hadas. Sus cuentos me parecieron preciosos y les recomiendo especialmente El paseo nocturno del dragón equino. Fueron publicados en la colección Planetas invisibles.

18. Hao Jingfang. Otra escritora china de ciencia ficción que conocí en la misma recopilación. Les recomiendo especialmente su cuento Planetas invisibles, que da título a toda la colección (me recuerda a cuentos de hadas, lo cual es un toque muy bonito). La pueden leer también en Planetas invisibles.

19. Cheng Jingbo. Para completar a la trilogía de autoras que descubrí en la antología Planetas Invisibles, leí su cuento La tumba de las luciérnagas, un cuento de hadas de ciencia ficción. Es una historia preciosa que les recomiendo checar.

20. Ango Sakaguchi. Este escritor japonés pertenece a los buraiha, junto con Dazai y Sakunosuke, quienes tras la guerra, o durante esta, expresaron una crisis de identidad en algunos de sus trabajos. Yo les recomiendo los cuentos publicados en En el bosque, bajo los cerezos en flor, una pequeña antología con tres de sus relatos más conocidos.

21. Oda Sakunosuke. Originario de Osaka, pertenece a la generación de los escritores buraiha, junto a Dazai y Sakaguchi. Expresa la desesperanza de la posguerra y la pérdida de los ideales. Oda se centró, sobre todo, en el lumpen, en los personajes abandonados por su mundo. Recientemente se editó en argentina una edición preciosa con cuatro de sus cuentos que titularon El signo de los tiempos.

22. priest. Es originaria de china, escritora de danmei y usa la palabra priest en inglés como su pseudónimo. Es una autora super prolífica de novelas en la web y de lo que yo le conozco es una genio para escribir de política, romance y tiene una prosa preciosa. Les recomiendo Tian Ya Ke (Faraway Wanderers), Qi Ye (Señor Séptimo) y Sha Po Lang.

23. Chuuya Nakahara. Un escritor japonés que, en un post en internet encontré descrito como alguien a quien le gustaba escribir poesía sobre las miserias de su vida y un poco sí, pero es mucho mucho más. De momento, sólo he leído la compilación The poems of Chuuya Nakahara en inglés.

24. Junichiro Tanizaki. De nuevo un escritor japonés considerado también de los más representativos de su literatura. Fue bastante prolífico y hay muchos trabajos suyos traducidos al español. Leí algunos de sus cuentos y les recomiendo la compilación Historia de la mujer convertida en mono.

25. Nahoko Ueashi. Por fin me di el tiempo de leer el primer libro de Moribito, El guardián del espíritu y lo único que puedo decir es que es una gran historia, que me gustó muchísimo, que Balsa es una gran protagonista y habla mucho sobre el precio de la vida, sobre los sacrificios y sobre lo que implica salvar a alguien. 

Akiko Yosano

26. Akiko Yosano. Tuve la oportunidad de leer sus poemas compilados en El vuelo del ave fénix y quedé fascinada. Que hermoso, que hermosa su obsesión con Genji, su erotismo, sus poemas de amor, de desamor, de desapego, que precioso escribió. 

27. Rou Bao Bu Chi Rou. Una autora china cuyo pseudónimo se traduce al inglés como meatbun doesn't eat meat, reconocida por escribir danmei. Les recomiendo The Husky and His White Cat Shizun.

28. Kenji Miyazawa. Es un autor clásico japonés conocido por su obra El tren nocturno a la vía láctea, un libro que me pareció precioso como clásico de la literatura juvenil (aunque más bien no es que sea LIJ, sino que es un libro que también pueden leer los jóvenes). Se los recomiendo mucho.

29. Yukiko Motoya. Una escritora de cuentos que tuve la oportunidad de conocer al leer Mi marido es de otra especie; si les gustan los cuentos raros y definitivamente con una atmósfera que te hace sentir que estás en un lugar o momento extraño, se los recomiendo mucho. 

30. Doppo Kunikida. Un escritor naturalista japonés a quien conocí, la verdad, por Bungo Stray Dogs (tenemos que hablar de lo que ha hecho Asagiri por la promoción de la literatura clásica japonesa sin querer o quizá queriendo, eh). Leí La niebla del río, libro que les recomiendo muchísimo.

miércoles, 10 de febrero de 2021

El musgo en las ruinas, Paula Rivera Donoso | Reseña

El musgo en las ruinas
Sinopsis: El musgo en las ruinas es una compilación de tres cuentos de Fantasía que pretende cerrar una etapa importante en la creación literaria de su autora.
«Las lágrimas de Lianna» narra los dilemas existenciales de una joven sanadora marcada por el destino de su tribu para ser esposa y madre de héroes, roles que no entrañan ningún sentido para ella.
«Canción de grillo» narra el peregrinaje de una pequeña niña, maltratada por su madrastra y perseguida por el mal primigenio del bosque, hacia la transformación que supondrá su liberación.
«Memoria» narra la vida y aventuras de cuatro amigos que salen a los caminos del mundo en busca de legendaria ciudad del mismo nombre, morada de héroes.

El musgo en las ruinas es un libro pequeñito, que me encontró de casualidad hace años, pasó un tiempo en mi biblioteca sin que yo supiera cuando lo iba a leer. A Paula la conocí antes de saber que era ella la que escribía por escritos que tiene sobre Liliana Bodoc, una autora que nos ha unido un poquito. Alguna vez me pidió una reseña y a mí se me fue el pedo. Luego los caminos del internet nos reencontraron hablando de fanasía y por fin me decidí a sentarme y leer este libro pequeñito, sin saber qué iba a encontrar dentro de él. Soy una persona muy escéptica y práctica (por lo cual es curioso mi amor por la fantasía en la ficción) y no suelo creer en casualidades u otras historias (cosas de programadora) pero a veces hay libros que sí me dicen muy claro que llegan en el momento adecuado. El tiempo que dejé pasar para leer este libro me ayudó mucho a apreciar el trabajo de Paula y a leerlo bajo un enfoque muy especial

Al día de hoy algo que aprecio mucho es la sensibilidad en la narración. Me cansa mucho el tono de "realismo oscuro donde pasan cosas feas porque vivimos en una sociedad" y que la única manera que tienen muchos escritores de retratar la tragedia o la tristeza sea escribir una suerte de pornografía de la desgracia y terapia de shock. Acabé 2020 cansada de esa narrativa, sumida en muchos libros y mangas que hicieron que el año pudiera sobrevivirse (les juro que no he hablado lo suficiente de cómo Inuyasha, por ejemplo, me acompañó; o como leer muchos libros de Úrsula K. LeGuin hizo el tiempo más soportable). El musgo en las ruinas fue uno de los últimos que leí durante 2020 y fue como un faro alumbrando el camino. Quizá, sólo por eso, estuvo esperando su momento en el fondo de mi biblioteca digital. Llegó en el momento exacto. 

Ahora, si no les importa a ustedes, voy por partes.

«Las lágrimas de Lianna» tiene tono de mito. Entra de lleno de una dicotomía de mujeres sanadoras y hombres guerreros como único destino posible. Algo que me parece muy simbólico es que sean las lágrimas de las mujeres las que sanen a los guerreros y que estos no lloren nunca. Para Lianna, la protagonista del cuento, los roles a los que está destinada (ser madre y esposa de héroes) no es algo que entrañe ningún sentido, ni un destino en el cuál se sienta cómoda. Es muy común abordar las historias de las mujeres con una dicotomía de buenos y malos, sin muchos matices, sobre todo en ciertos movimientos literarios contemporaneos. Paula no pone el foco en una dicotomía que no tiene tanto sentido si nos paramos a ver los infinitos matices y a reconocer la diversidad del mundo y, en parte por eso, esta historia se siente llena de luces y sombras que van acompañándote en tu camino al leerla. 

Ilustración de Joaquín Torres Zavaleta
Ilustración de Joaquín Torres Zavaleta

Seguimos a Lianna en su búsqueda del ser y vemos como la dicotomía de los roles predefinidos va afectando su vida y todo a su alrededor. La prosa de Paula es muy cuidada y queda perfectamente con el tono de la historia (siento que esto lo voy a repetir un poco, pero me gusta mucho disfrutar lo que estoy leyendo, sobre todo cuando se trata de fantasía y la prosa que más recuerda a lo cinematográfico me llena muy poco, por ejemplo, al contrario que la de este libro). Creo que de las tres, por el tono de mito, es mi favorita. 

Toda su vida sin llorar por ella misma, al igual que tantas otras mujeres que la habían antecedido y que sin duda la sucederían.

«Canción de grillo» tiene tono de cuento clásico y me recordó a estar leyendo las compilaciones de Perrault o los hermanos Grimm por la noche... o incluso a Christian Andersen y quizá, de lejos, esas colecciones con algunos cuentos de Las mil y una noches, adaptados para niños, que llegaron a existir en mi casa. Nos presenta a una niña, a un bosque y a una madrastra. Casi todos arquetipos que conocemos o de los que hemos escuchado hablar en los cuentos. Recorre su historia y sumirse en su manera poética de contar (para mí no es lo mismo contar que nada más poner palabras en el papel, buscar esas frases que resuenan y nos llegan sin caer en lugares comunes o formulas repetidas y manidas por todos es un gran trabajo). Recuperar arquetipos de cuentos de hadas y usarlos, aprovechar todos sus matices y darles otros nuevos para romper con los cuentos e imaginarse otras formas de ser y de contar. 

Tal vez ambas nunca hayan estado tan lejanas la una de la otra, como tanto se habían esforzado en creer. Tal vez aquella mujer fue una niña como ella, frágil y asustadiza de su propia sombra al verla fundida con la de los árboles, como si estos hubieran querido revelarle su renegada monstruisidad.

La verdad es que no sabía qué esperar de Canción de grillo cuando empecé a leerlo. Me envolvió su niña y su bosque y el cuento me hizo caminar con él. Como experiencia de lectura, es algo que agradezco. La literatura que te obliga a poner atención para captar todos sus vericuetos (me gusta esa palabra, ¿sabían?) es esa que yo disfruto más. Esa que, aunque no entienda todas sus referencias, admiro la belleza de su lenguaje (lo que, al final, acaba inspirándome a leer y buscar más y seguir caminando con las palabras). Y este cuento es uno de ellos.

Arte de Sylvain Sarrailh
Arte de Sylvain Sarrailh

Finalmente, «Memoria» es el cuento más largo (quizá podríamos hablar de que se acerca a una novela corta, cortísima, pero no sé muy bien yo donde o cómo se deciden las diferencias). Me recordó al rol. Así, sin más. Yo siempre he jugado Vampiro, Pathfinder o partidas hechas a medida (sobre todo de Charmed, que siempre han sido mis favoritas) y eso siempre me hizo disfrutar el viaje más que el final. Dar vueltas y hacer que los personajes se detuvieran en las pequeñas cosas y contarlas siempre fue algo que me gustó. Primero, porque las pequeñas cosas pueden ser muy importantes en las historias, por mucho que en algunos sectores sólo haya interés por las grandes batallas, las grandes guerras y los grandes acontecimientos (sean esos cuales sean) y muchas veces son desdeñadas como parte del camino. Pero a veces lo que importa no es el destino, sino el viaje, y este cuento me recordó todo eso. Rescato varios pasajes de él, sobre todo aquellos en los que nos recuerda que los magos no están por encima de los campesinos que aran la tierra y cultivan el grano que nos da de comer.

Hablas de conocimiento y poder, como si trabajar la tierra no tuviera nada que ver con eso. ¿De qué nos sirve a todos nosotros el conocimiento y el poder si no tenemos alimento con el que mantenernos con vida o ayudar a los demás a mantenerse vivos? Los campesinos son hombres mucho más valiosos que nosotros, sin necesidad de leer grimorio alguno.

Arte de Alrynnas
Arte de Alrynnas

Disfruté mucho el viaje al que me llevó esta historia. Quizá no mi favorita entre las tres (porque es inevitable hacer ese tipo de apreciaciones), pero fue una que leí con gran cariño, recordando mi pasado rolero y mi amor por contar lo que pasa en medio de las grandes cosas. 

Para cerrar, les voy a contar que este libro se puede conseguir gratuito de manera digital en Lektu. Lo único que tienen que hacer es un pago social que, en este caso es un tuit. La edición es muy cuidada, lo que siempre aprecio (por la miopía, sobre todo, una que es ciega). Si quieren, pueden conseguirlo en este link. Si creen que alguna de las historias les va a gustar o es para ustedes, los animo a conocer a Paula.

viernes, 5 de febrero de 2021

Puente a Terabithia, Katherine Paterson | Reseña

Sinopsis: La vida de un adolescente llamado Jesse cambia cuando se hace amigo de Leslie. Los niños crean un mundo imaginario al que bautizan con el nombre de Terabithia, en el cual habitan toda clase de criaturas mágicas. A pesar de que sus vidas son complicadas y rutinarias, Jesse y Leslie son el rey la reina de Terabithia. Muy pronto, uno de los amigos debe hacer frente a una tragedia en su reino imaginario.

Hace muchos años, no me pregunten cuantos, no tengo tan buena memoria, en alguna clase de alguna escuela me pusieron a ver la película de este libro. Recuerdo que estuvo algunos años de moda, no sé para qué materias. En algún punto vi el libro, pero nunca le dije a mi mamá que lo comprara y pasó el tiempo y pasó el tiempo y pasó más el tiempo y siguió pasando el tiempo y creo que por algún motivo, lo olvidé. Reconozco que es difícil seguirle la pista a cada cosa que me interesa cuando me interesan tantas cosas y quiero leer desde un montón de lugares diferentes. He tenido épocas en las que sólo leí no ficción, épocas en donde sólo leí mexicanos o latinoamericanos, épocas donde sólo leí juvenil. Ahora estoy en una de esas épocas en las que quiero abordar la literatura de la imaginación y eso significaba, por supuesto, acercarme a libros que sabía que estaban esperándome desde hace mucho mucho tiempo. Katherine Paterson es una escritora estadounidense nacida en China, hija de misioneros (yo siempre juzgo a los misioneros por muchas y variadas razones, pero entre hijos de es siempre común encontrar escritores o artistas).

Katherine Paterson es miembro de Alianza Nacional de Libros y Literatura Infantil, una organización sin ánimo de lucro que aboga por la instrucción, la literatura y las bibliotecas. Investigué un poco sobre ella, me di una vuelta por su trayectoria. Datos es que ha ganado el premio Hans Christian Andersen y el Astrid Lindgren, algunos de los más importantes dentro de la Literatura Infantil y Juvenil. Pero cuando investigo la trayectoria de un autor de libros infantiles y juveniles, sobre todo cuando son tan renombrados, hay cosas o frases que me llaman la atención. Por ejemplo, es común que sobre Paterson se menciona que trata temes "difíciles", "complicados", "adultos" como la muerte. Es curioso luego como los adultos no consideran que la infancia pueda comprender los temas supuestamente difíciles. Quizá porque no los entienden de la misma manera que los adultos, porque los racionalizan de otra manera (y creo que Paterson en su escritora entiende muy bien esto, pero es sólo una conjetura). Hay no pocos libros que aborden la muerte, por ejemplo (y menciono este tema porque es justo uno de los que son centrales en Un puente hacia Terabithia), como Los rojos camaradas de Ana Romero o Buenas noches, Laika de Martha Riva Palacio. Pero siempre, siempre, sin fallar, son temas difíciles (y no recuerdo que me hicieran ruido en mi niñez: sólo recuerdo que los pensaba diferente pero a veces estas visiones de niños quedan atrapadas entre tanta adultez).

Este libro nos presenta la amistad entre Jesse y Leslie, dos niños muy diferentes, con imaginación despierta, sensibles, que tienen perspectivas muy interesantes sobre el mundo. Lo que quiero destacar por encima de todo es la tremenda sensibilidad con la que Katherine Paterson habla de la niñez. Una de mis grandes frustraciones en literatura infantil y juvenil es la ola de autores y editores que creen que los libros para niños tienen que tener una moraleja o enseñar algo que sea tan explícito que no pueda ser pasado por alto, esos que creen que para escribir para niños hay que escribir fábulas (malas, además) y presentárselas a los niños. Todo libro que haya sido concebido como una suerte de manual de comportamiento me pone de nervios. Paterson, en cambio, reconoce a los niños como personas. Los mira y comprende que no ser el niño más rápido de quinto año supone una decepción terrible y que los pequeños problemas se vuelven enormes sin ser condescendiente con ellos. Jesse y su sensibilidad con el arte, Leslie y su capacidad imaginativa llenan el libro.

Muchas veces la imaginación es desdeñada por la realidad, sin comprender que ambas cosas pueden caminar en el mismo sentido, relacionarse, juntarse y formar un ciclo infinito. Sin realidad no habría imaginación, no existiría Terabithia, este mundo del que Leslie y Jesse son reyes y que es sólo suyo, donde nadie más puede inmiscuirse. Me encanta esa importancia de tener un lugar íntimo, donde poder ser, sin más

Concept Art, Terabithia, Brendan Hefferman

Paterson es una escritora religiosa. Yo no. Y, voy a hacer aquí un paréstesis, a pesar de no serlo y declararme firmemente atea, sin creencias religiosas algunas, me gusta hablar de la fe en la narrativa y las historias que no tiene nada que ver con instituciones opresoras. (Es curioso, como cuando creciste sin ninguna relación con la religión, al margen de esta completamente, siendo sólo un acontecimiento curioso el ir a una boda o a un funeral, puedes acercarte a ella desde otros lares, aunque lo hagas a la distancia: me gustan los templos y los mitos cristianos como me gustan los griegos y los fenicios y los hindús y los árabes y desconfió de toda institución que acumula poder y no creo en nada, porque soy comunista y nada ha resonado en mí como Lenin hablando de ese tema).  

Este libro es uno de los libros más cuestionados en Estados Unidos en términos de religión. Sí, sí, para eso saqué el tema. Algunas cosas por las que el libro ha sido cuestionado nos podrían parecer ridículas, como que Jess use frecuentemente la palabra "Dios" no para rezar, sino como exclamación, pero otros ya son más curiosos, como que a los dogmáticos les enoja que el libro hable de aproximarse a cosas relacionadas con la fe desde otros lares y que haya simbología bíblica a la vez que mitología celta (hoy en, hot takes de Nea: decir "la mitología cristiana" es algo totalmente válido). En fin, la doble moral gringa. Justo me encanta como Paterson aborda el tema y como yo, que disiento excepcionalmente con ella, puedo leer y ver otra perspectiva en su literatura y pensar.

Por cierto, también es un libro que ha sido prohibido en muchas bibliotecas escolares por tener muchas... groserías, según los gringos, pero la traducción definitivamente no me dio esa idea y ahora quiero saber si es que sí tiene unas cuantas más en inglés o es la moralina común que rodea al middle grade gringo (demografía que, salvo unas cuantas obras que obvio son cuestionadísimas en gringolandia y que yo adoro, me tiene hasta la chingada porque ustedes creen que Estados Unidos es muy liberal, PERO NO, AMIGOS, eso pasa cuando sólo se asoma uno a Nueva York y a California; en general es un demográfico atascado por moralina barata, historias sin matices y un chingo de fast-food de buenos contra malos absolutos). 

Concept Art, Terabithia, Brendan Hefferman

El libro también aborda el duelo y lo inesperado. La absoluta falta de preparación con la que podemos encontrarnos para afrontarlo y todo lo que nos puede desatar. Su reconocimiento de la imaginación y lo poderosa que está es es muy bueno también. ¡No la desdeñen! Hace falta mucha para conjurar mundos nuevos, donde exista otra manera de hacer las cosas y creo que justamente por eso Leslie es mi favorita en todo el libro.

—Necesitamos un lugar —dijo ella— que sea sólo para nosotros. Será tan secreto que jamás contaremos a nadie en el mundo que existe. —Al columpiarse hacia atrás Jess arrastró los pies para frenar. Ella le habló, casi susurrando—. Debería ser un país secreto —prosiguió— y tú y yo seríamos los soberanos.
Sus palabras hicieron que algo se removiera en su interior. Le gustaría ser el soberano de algo. Hasta de algo que no fuera real.
—Vale —dijo—, ¿dónde podríamos tenerlo?
—En el interior del bosque, donde nadie pueda venir a estropearlo.

Creo que otra de las virtudes de Puente a Terabithia es la empatía de su narración. Los niños no son seres de luz que lo hacen todo bien. Me estresa esa literatura que se empeña en una narrativa de buenos contra malos. No la encuentro profunda ni interesante. Moralina, si acaso (y es por eso que la odio). En Puente a Terabithia también podemos ver que Jesse y Leslie buscan venganza de sus bullies, que no es necesario ser amigo de alguien para sentarse y escucharlo y que quizá hay relaciones que no se arreglan pronto y está bien. Todo a su tiempo. Hay cosas que no van a pasar y eso también está bien.

Les recomiendo mucho, como siempre que me gusta un libro, que lo lean y se acerquen a él. Creo que es un libro icónico por una razón: tiene múltiples lecturas y uno es capaz de ver más cosas cada vez que se asoma a sus páginas. Ya saben que trae sello de que Nea lo aprueba.

martes, 2 de febrero de 2021

Del fandom para el fandom: el trabajo transformativo

Esto es una compilación de casi todas las cosas importantes que pienso sobre el trabajo transformativo en el fandom. Concretamente, sobre el fanfiction. 

1. Primero, creo que valdría la pena aclarar un término: el trabajo transformativo toma algo existente y lo transforma (dada la redundancia); lo convierte en algo nuevo, le da un nuevo propósito, distinta sensibilidad u otra forma de expresión. El fandom es la contracción de "fan kingdom" y se refiere al grupo de personas que comparten una afición. No todo trabajo transformativo es parte de un fandom, pero dentro de él podemos encontrar fanfiction, cosplay, doujinshis, fanvideos, fanart, etcétera. Un poco de eso quiero hablar.

2. Me incomodan los creadores "originales" que buscan dominar a su fandom. No me cae mal que se involucren, pero sí que sientan que son los reyes de él. No, es un mundo para los fans. 

3. Dentro del trabajo transformativo, existe todo lo que puede existir bajo el sol. Sí, esa cosa que no habías pensando y te parece terriblemente mal, también. Hay que vivir con eso.

4. Quien crea que el mundo del trabajo transformativo es predominantemente blanco sólo se mueve en el mundo anglo o blanco del primer mundo (que, por supuesto, suele invisibilizar a creadorxs negrxs y racializadxs de manera sistemática). Muchas de las personas que escriben en inglés lo hacen buscando tener más público, desde lugares del sur global. A otros les da igual: escriben en su idioma y que entienda quien entienda. 

5. "El fandom es tóxico" es una afirmación enorme. También falsa. Todo fandom tiene sus lugares oscuros y "tóxicos" (o más bien, poco sanos), pero también los que no lo son. Aprender a alejarse de lugares que causan incomodidad es sano, pero también promover dinámicas que sean sanas en la creación de trabajo transformativo (cualquier clase de este). 

6. El trabajo transformativo no tiene por qué ajustarse a tus estándares de calidad para tener derecho a existir

7. Tampoco tiene que ajustarse a tu particular moral.

8. De hecho, no es que tenga derecho a existir: es que existe y punto.

9. Hablando de lo anterior: "hay fanfics escritos mejor que libros publicados" es un argumento engañoso para defender a los fanfics. Sí, los hay mejores, los hay iguales y los hay peores. Todos existen porque a alguien algo le gustó lo suficiente o lo inspiró lo suficiente para crear algo. No es contenido para ser consumido bajo estándares capitalistas, ni normies, ni mainstreams. No hay necesidad de defenderlo frente a esos públicos. Siempre habrá gente que lo desprecie; quédate con la que no lo haga.

10. Los fanfics no le están haciendo publicidad a nada. No se crearon para que otras personas conozcan el trabajo original y se adentren en él. Se crearon para quienes ya lo conocen. (Aplica también a fanarts y a todo lo demás). Que alguien llegue a un producto comercial por allí, a una serie o a algo de arte por allí es simplemente una consecuencia agradable. Léase: mi objetivo escribiendo de My Hero Academia no es que más gente lea o vea My Hero Academia porque lo creé para quienes ya son fans, pero si alguien lo lee o ve por eso, simplemente es agradable y sí, pasa con frecuencia.

11. El trabajo transformativo está fuera de cualquier esquema de publicación tradicional. Como dije, todos caben.

12. Despreciar a las mujeres porque leen fanfiction es rastrero. Y la mayoría de las veces, misógino. Lo mismo aplica para lxs miembrxs de la comunidad LGBT+ que lo leen y lo crean

13. Si alguien me dice que debería disfrutar lo que consumo sin buscar gay subtext o personajes del colectivo LGBT+ o lo que sea, lo único que oigo es que los haga a todos bisexuales (o gays o lesbianas o trans o no binaries o asexuales o lo que se les ocurra poner aquí). Unx fan teniendo una percepción en particular de un personaje no va a cambiar como lo ves tú. Regla de oro: no quejarse de los headcanons del resto. Son headcanons. Son personales. No están hechos para ser mainstream y nadie te va a obligar a que pienses cosas que no quieras pensar.

14. Escribir fanfic no es revolucionario de ninguna manera. Es, simplemente.

15. Sin embargo, los fanfics también están llenos de las ideas políticas de quien lo escribe. No menospreciar a lxs fans es una buena práctica.

16. De hecho, no necesitas justificar que estás haciendo algo rompedor o revolucionario: escribe y crea porque te gusta. De eso se trata todo esto. Todo lo demás viene después.

17. Dentro del fandom existe la cultura de la advertencia (o de la advertencia de la no-advertencia). Si hay temas fuertes, violencia o abuso, a menudo hay un letrero avisándolo (o avisando que hay temas fuertes, aunque no te va a avisar de cuales). Si algo te incomoda aléjate. Si tú creas, avisa al menos de que no advertirás: es algo amable. Un fanfic no es un libro. Y si a alguien le incomoda algo, no tiene por qué leerlo.

18. Criticar destructivamente un trabajo transformativo no le ayuda a nadie. Decir que simplemente quieren ayudar al creador a mejorar es rastrero. Hazlo desde la amabilidad. Deja el sarcasmo afuera. Los foros del tipo Los Malos Fics y Sus Autores (donde se hacían criticas llenas de sarcasmo y desprecio a los autorxs de fanfiction) no ayudaban a limpiar el fandom, sólo contribuían a que más gente dejara de crear. 

19. ¡Si algo te incomoda, no lo busques!

20. Respeta el contenido detrás de advertencias de contenido adulto. Casi todas las plataformas diseñadas para ello te lo advierten. Lxs creadorxs también hacen su parte en plataformas que hacen más difícil poner filtros. Si la advertencia está, lxs creadorxs hicieron su parte. Mentir sobre tu edad puede ser tentador y te puede ganar la curiosidad (a todos nos ha ganado), pero recuerda que la advertencia esté ahí por algo.

21. Ningún trabajo transformativo es educación sexual. Me atrevería a decir que nada dentro de la literatura, además, lo es.

22. La narrativa u otras formas de expresión artística si pueden ayudarte a comprender cosas sobre ti o a explorar cosas sobre ti. No está mal que explores tu sexualidad o identidad. Sólo recuerda el punto de arriba y aléjate de todo aquello que te incomode.

23. Hay muchos adultos en el fandom que quieren rodearse de niños impresionables y acosarlos o aprovecharse de su falta de experiencia. Sacar a esos adultos del fandom a patadas me parece muy poco, la verdad. Los sacaría a sillazos en su cara.

24. Lxs fandom moms me dan mala espina. Tanto como aquellxs que quieren que exista sólo contenido puro y apto para sus estándares morales (ni en literatura para eso, wey) como lxs que le muestran contenido adulto a adolescentes que no pidieron ser bombardeados con ese tipo de contenido. O quienxs sólo quieren un séquito de gente impresionable que les aplauda en una obvia relación de poder. Por favor, crea relaciones sanas en el fandom

25. Sí, hay discusiones éticas sobre los fanfics de personas reales. Y sin embargo, estas obras existen desde antes que el término fanfiction existiera. Matizando: estamos hablando desde antes de los años 60.

26. Si me lo preguntan, a mí personalmente los fanfics de personas reales no me encantan. Pero es importante recordar que la ficción es ficción y separarla de la realidad es importante. Tanto quienes crean como quienes leen. Si es algo que te incomoda, evítalo.

27. Del mundo modo, los fanfics de rayita o de "un personaje y tú" existen desde antes que el término fanfiction existiera. Despreciarlos abiertamente como cosas de "niñas rata" no hace que tú gusto súbitamente sea mejor. Si me lo preguntan, a mí particularmente no me gustan, pero no ando molestando. Gran regla esa: no andar molestando.

28. Puedes escribir lo que se te de la gana porque te salió de los bajos fondos. No necesitas contarle tu vida a nadie para justificarlo. De hecho, no cuentes tu vida en foros anónimos de internet. Es más seguro.

29. Si Canción de Hielo y Fuego no hizo que todo el mundo se volcara en relaciones incestuosas, tampoco lo harán los fanfics. La ficción no tiene que ser moralmente correcta todo el tiempo para transmitir algo o existir; la mayoría no la es, usualmente el subtexto tiene mucho qué ver con cómo es recibido cierto mensaje. Lo cierto es que es bueno reconocer que cosas como Flores en el ático (ah, ícono de mi adolescencia) llegan a más gente que un fanfic nicho que leen dos gatos. Es bueno que identifiques qué te incomoda y salgas corriendo y lo evites; o sea, si el incesto te incomoda evítalo.

30. Si el omegaverse te incomoda, evítalo. Es el legado de Supernatural en el fandom. Sí, puede abordarse de formas extremadamente misóginas y homofóbicas. También puede abordarse de formas más horizontales, inclusivas e igualitarias de gente que está intentando crear narrativas mucho más conscientes. Hay de todo. El fandom ha tenido mucho tiempo para darle vueltas en círculos a sus universos particulares.

31. No tiene caso alegar que no hay misoginia, homofobia, transfobia o racismo en el fandom. Todo eso hay en algunas esquinas: el fandom es oscuro y también está lleno de horrores. No está bien tolerar discursos de odio, pero estos no son exclusivos ni creados por el fandom. La sociedad es misógina, homofóbica, transfóbica y racista: el fandom es un reflejo adecuado de lo que ocurre y es trabajo colectivo cambiarlo.

32. Hay fanfics que se van a quedar en hiatus. Así es la vida. Dar un salto de fe y leer algo en proceso es agradable. Muchos autorxs te agradecerán que sigas su historia mientras está en publicación.

33. Las comisiones de fanfics son terreno peligroso. Si un día vuelve el mood de los abogados de Anne Rice, podría quedar en peligro todo el terreno fandomero (para quien no sepa, Anne Rice demandó a muchos creadorxs que fueron amenazados por abogados). Fanfiction y AO3 no te prohiben que linkees tu patreon o tu ko-fi nada más por sus huevos. NO LINKEES TU PATREON NI TU KO-FI EN PÁGINAS QUE LO PROHIBAN. El fanfiction existe porque no se puede lucrar con él. Y quizá quieras alegar que hay doujinshis a la venta: sí, son costos de recuperación, en general no hay profit porque, de haberlo, también lxs creadorxs se enfrentarían a demandas. Con los zines pasa igual: la gran mayoría son non-profit y sólo recuperan o donan a distintas causas. No le creas a quien te diga que puedes capitalizar tu hobbie: a veces necesitas que sea sólo un hobbie. Los fanfics pueden enfrentar demandas chungas si hay casos de lucro, especialmente en fandoms que tienen que ver con libros o con narrativa porque se puede alegar que uno se está metiendo en el mismo mercado de algo que está protegido por copyright. Y sí: muerte al copyright, pero también cuida a la comunidad fandom. Existe a pesar de los creadores originales de las cosas, no gracias a ellos.

34. "Ay, pero el fanfiction está lleno de fujoshis/fundashis". Sí, ¿y? También habrá cosas que te gusten a ti. Deja al resto en paz (y si acaso, busca sobre como las japonesas se adueñaron del termino fujoshi que, en un principio, fue para insultarlas); lee y disfruta aquello que te gusta.

35. "Ay, pero el fanfiction está lleno de romance". Sí, ¿y? Todo lo está. Y también hay cosas alejadas del romance. Búscalas: hay filtros.

36. En resumen: el trabajo transformativo no tiene que ajustarse a los gustos de nadie en particular para poder existir porque hay tantos gustos como personas. Sólo podemos esperar encontrar a alguien que sea compatible con los nuestros.

37. Las ship wars son estúpidas. No inicies una ni escales una ya iniciada; no contribuir al conflicto es una práctica sana para tener la esquina de cada uno bien limpia; no insultes a una persona por sus gustos en personajes 2D, no lo vale, no sirve y no vas a hacer que súbitamente le deje de gustar. Hay gente que shippea una cosa, hay gente que shippea muchas, hay gente que no shippea. Shippea y deja shippear, ninguna ship es superior. Una de las reglas de oro del fandom es esa. 

38. Seme/uke, top/bottom y pasivo/activo no son personalidades. Me incomoda mucho ver que se usan así en el fandom, porque un rol determinado en una relación sexual no tiene por qué definir tu personalidad entera. Me incomoda más cuando se utilizan en relaciones homosexuales (tanto de mujeres como de hombres) en una dicotomía masculino/femenino y a veces sólo retraten las mismas dinámicas desagradables y abusivas de la literatura romántica mainstream heterosexual. Que esto ocurra en el fandom es obviamente un resultado de que ocurre también en la literatura, manga y cultura pop LGBT+. No reproducirlo es buena idea: los personajes son mucho más de lo que hacen mientras cogen.

39. El fandom no siempre ha sido "woke". A veces se olvida, pero existieron archivos que no aceptaban trabajos de parejas homosexuales o archivos que obligaban a marcar las relaciones homosexuales como contenido para adultos, como si fuera algo pecaminoso que sólo los adultos pudieran ver, aun cuando la historia fuera apta para todas las edades. Por eso existió slasheaven, amoryaoi. La historia del fandom refleja muchas cosas: que la gente encuentra o arma lugares donde crear con libertad pero también hay gente que no quiere dejar que otra cree con libertad.

40. Hay mucho rechazo al fanfiction porque se ve como algo que hacen chicas adolescentes y el mundo adora odiar lo que le gusta a las adolescentes. Primero, odiar lo que le gusta a las adolescentes no te hace moralmente superior o más culto; segundo: no, las chicas adolescentes no son las únicas que están en él. 

41. "Escribir cosas originales es mejor que hacer fanfics". En realidad no hay un método cuantitativo que permita medir qué es mejor. No te pone en el banquito superior de la creación del arte despreciar otro medio y género. No todos creamos por las mismas razones. En la diversidad de visiones está la diversidad de perspectivas en lo artístico.

42. No me gustan las pláticas esas de "cómo convertir tu fanfic a original". Sí, puedes convertir tu fanfic a original y publicarlo. Lo que no me gusta es que se bombardee con eso a creadorxs en plan de convencerlos que es mejor crear fuera del fandom.

43. Las perspectivas gringas del fandom siempre me han parecido muy limitadas como mujer latinoamericana y mexicana. Me parece además, rastrero, cuando sólo saben ver obras culturales del sur global o del mundo oriental desde una perspectiva fuertemente occidental que no se abre a otras perspectivas. Miren otras perspectivas. Hay muchas formas de ver el mundo, el fandom es, en teoría, horizontal, y nos permite asomarnos, a través de trabajos transformativos, a otras visiones; igual que la literatura, por ejemplo. (Y no, excusar misoginia, por ejemplo, en que es algo cultural, también es algo rastrero: ¿creen que no hay mujeres en otras partes que luchan? Y así con otros tipos de opresión y discriminación).

44. Crea todos los headcanons que quieras.

45. Se usa con mucha libertad el término Mary Sue para descubrir personajas que son capaces y fuertes, pero no se usa Gary Stu con la misma frecuencia para los personajos que tienen las mismas características. Me pregunto cuál es el sesgo. [Inserte aquí el emoji pensativo].

46. El fandom es maravilloso y terrible. Mantén tu esquina limpia, barrida y trapeada. Lo disfrutarás más.

47. Nadie va a cambiar el mundo creando trabajos transformativos, probablemente. Pero, caray, sí se hace más disfrutable.

48. Existen trabajos transformativos que son verdaderos trabajos artísticos y literarios. Otros que no. Pero no importa porque nadie está aquí para conseguir el reconocimiento de la Academia

49. Disfruta el fandom y sus trabajos transformativos. No tiene que sentirse como un trabajo donde no puedes ni respirar o como una pesadilla. Filtra todo lo necesario para estar a gusto. Etiqueta todo lo necesario para estar a gusto. Es lo mínimo para ser empático con otrxs. No empieces ni escales conflictos innecesarios. Reconoce la diversidad de opiniones y de perspectivas. Abrázalas. Por eso el fandom es tan grande.

50. El trabajo transformativo es y existe. No le está pidiendo permiso a nadie. Tú decides qué haces con ello.