Sinopsis: Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma más igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia doméstica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco más libres. No obstante, el feminismo quería mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quería superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de raíz. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihomófobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo. Tanto daño hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro.
Este libro tiene mucho de donde cortar. Tanto, que en vez de reseña voy a hacer una crítica. Si leyeron la sinopsis y me conocen, supondrán en dónde van algunas de mis quejas, pero para ahorrar un poco de espacio en la crítica, los abordaré en los puntos específicos que remarqué en una pequeña tablita. Quiero decir que hago está crítica con la autoridad de que soy mujer, soy feminista y creo saber de qué estoy hablando. Además, me parece que realizar críticas de libros de teoría femnista ayuda a ver los libros en perspectiva y a formarse algún criterio.
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bell hooks |
Dividí mis puntos de crítica entre los que estoy de acuerdo, y celebro que se incluyan en un libro de teoría feminista y entre los que no estoy de acuerdo y discrepo completamente. Primero expondré los puntos a favor y luego los puntos en contra. Calificar este libro fue complicado precisamente porque tenía bastantes puntos buenos y bastantes puntos en los que tengo quejas. Pero bueno, llegué a la conclusión de que ni tan bien ni tan mal. bell hooks es una teórica del feminismo en Estados Unidos que habla bastante de temas de raza y clase, si no la conocen, les recomiendo revisar algunos otros de sus libros, pues tiene varios muy interesantes. ¿Empezamos?
Todos los pros del libro
1. Me parece que habla de clasismo de manera bastante clara y que habla del clasismo dentro del feminismo.
El feminismo se gestó como un movimiento burgués en principio y lo fue durante mucho tiempo, puesto que las demandas de las trabajadoras y la lucha de las trabajadoras no era la misma y se tardó mucho tiempo en empezar a reconocer que el feminismo estaba reproduciendo la misma estructura de clases, donde muchas mujeres burguesas buscaban la igualdad a los hombres burgueses: libertad de orpimir y explotar. El clasismo es un tema referido a lo largo de todo el libro, pero hay un par de ejemplos que me parecen interesantes.
bell hooks hace énfasis en lo diferentes que son las problématicas de las mujeres trabajadoras y las burguesas refiriendo uno de los textos básicos del feminismo, The Femenine Mystique, escrito por Betty Friedan (que tengo intenciones de leer hoy) en el que afirmaba que el "problema sin nombre" de las mujeres era su insatisfacción porque estaban encerradas en casa y relegadas a un papel de amas de casa. Cuando Betty Friedan publicó ese libro, su conclusión fue verdadera sólo para un grupo muy pequeño de mujeres, puesto que muchísimas más ya eran parte de la fuerza de trabajo de los Estados Unidos, especialmente las mujeres racializadas. Además, todas estás mujeres trabajadoras lo eran por sueldos míseros y acarreaban la doble carga, pues aún tenían que hacerse cargo del trabajo doméstico en sus hogares.
El libro no quita el dedo del renglón sobre el clasismo en ningún momento y a menudo habla de como se intersecta con el racismo y la discriminación de género.
2. El feminismo es para todo el mundo invita a un continuo autocuestionamiento.
Creo que este es un punto importante en el libro porque son las bases sobre las que se sustenta el feminismo. Nada estuvo escrito en piedra todo lo que escribieron las feministas liberales y fue criticado y confrontando con el nacimiento radical y todo sigue así. El feminismo no es un dogma y no hay que creerle con fe ciega, no es una religión, no hay mandamientos. Sólo tiene que haber un continúo interés por la formación (no necesariamente académica, puesto que hay muchas mujeres que no tienen acceso a la academia y eso es algo que bell hooks remarca muchas veces) y el cuestionamiento antes de tomar decisiones informadas.
Estamos en una época en la que he visto el debate entre feministas es muy complicado por varias razones: los hombres machistas alimentan y se aprovechan de los debates que les convienen, reafirman la autoridad de una feminista (aunque antes la hayan repudiado) cuando está se equivoca y deja entrever su misoginia interiorizada o pone una opinión sobre la mesa que de algún modo los beneficia; se abusa de las falacias de autoridad (¿quién tiene autoridad para hablar de feminismo y quién no?), especialmente por parte de mujeres que llevan años en la academia sin realmente ponerse a escuchar qué está ocurriendo en las calles y en las organizaciones feministas de todos lados; sin embargo, también se desdeña la formación feminista, y a esto le veo varios factores: mucha teoría es inaccesible porque está escrita en una jerga tan académica que no usaba ni Simone de Beauvoir, el liberalismo ha reafirmado que "no importa la teoría, para ser feminista sólo debes identificarte como tal", cuando creo que más que nunca la teoría es importante para formular soluciones que ayuden a todas las mujeres y más importante que nada es hacer la teoría accesible, y, finalmente, la competencia del feministómetro, ¿quién ha leído más libros?, ¿quién sabe más?, que sólo llega a frustrar a muchos que sienten que no están leyendo o entendiendo lo suficiente.
Por eso creo que la importancia del autocuestionamiento en la que hace mucho hincapie bell hooks es muy importante. El movimiento feminista es un movimiento político y colectivo y nada de eso se debe de perder.
3. Se habla de raza y género y de sus intersecciones.
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Mujeres, raza y clase |
bell hooks no sólo aborda el clasismo dentro del movimiento feminista, sino que también aborda el racismo. Casi todas las feministas negras lo abordan (mi favorita para ella es Angela Davis, que lo intersecta de manera perfecta con la clase y de quien les recomendé
Mujeres, raza y clase y también Roxane Gay lo hace en
Confesiones de una mala feminista de una manera bastante clasa) precisamente porque es una problemática que les afecta directamente. Además, bell hooks hace notar la importancia de nombrar sus propias problemáticas, antes de que alguien importa la agenda feminista.
Hay un pedazo del libro que me agradó bastante donde bell hooks habla de colonialismo en el que habla de como muchas feministas blancas y burguesas de los Estados Unidos en algún momento se creyeron libres para ser las dirigentes del movimiento feminista globalmente y dictar la agenda feminista. Por supuesto, prácticamente ninguna de estas mujeres investigó nunca realmente sobre el colonialismo y mucho menos sobre las organizaciones de mujeres en el tercer mundo y no supieron, en ningún momento, atacar los problemas de las feministas en otras partes del mundo (porque... falta de comunicación).
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Guerreras del saree rosa, en India |
4. Pone un énfasis especial en la educación de la infancia.
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Libros infantiles feministas |
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bell hooks habla mucho sobre como podemos usar la educación para que los niños crezcan y sean criados sin prejuicios propios de su género, sean hombres o mujeres. No me voy a detener mucho en este punto, pero creo que mi faceta favorita de bell hooks es precisamente la que habla sobre la niñez porque es muy vocal acerca de la violencia que sufren los niños. bell hooks condena el castigo físico y el abuso por parte de los padres, cosa con la que yo también estoy de acuerdo.
Además, habla de la necesidad de que existan libros infantiles sin estereotipos de género porque no basta sólo con detectar los estereotipos dañinos en los libros que leen los niños, sino en ofrecer alternativas a estos. Por eso, afirma, es que empezó a escribir libros infantiles (tiene unos cuantos que no conozco).
5. El análisis del amor romántico.
Este es un punto mucho más corto, realmente, pero me agradó que bell hooks hiciera un análisis muy breve sobre el amor romántico (que está sustentando en la idea de posesión, sumisión, en el que uno recibe el amor y otro lo da, que está presente sobre todo en relaciones heterosexuales, donde son aún más obvias las relaciones de poder que existen entre las personas). La autora hace énfasis en que el problema no es el amor (como sentimiento), sino las relaciones de hoy en día y los ideales que tenemos sobre él, nuestra percepción del amor romántico, eso que nos lleva a creer que entre Romeo y Julieta (y tanto asesinato y abuso) había amor apasionado. Muy interesante.
6. La crítica que hace al reformismo y la inutilidad de este en el movimiento feminista porque sólo pone parches sobre un sistema que no funciona.
El reformismo es precisamente ponerle parchecitos al sistema que oprime en vez de cambiarlo y confrontarlo desde la raíz. El reformismo sólo le sirve, en realidad, a las mujeres burguesas que buscan tener igualdad con los hombres de su misma clase; ellas se beneficiarían así de la explotación de otros (de hecho, ya lo hacen). La crítica al reformismo dentro del movimiento feminista es precisamente algo que está presente durante todo el libro, pues bell hooks llama a politizar el feminismo de nuevo, a no dejar que el liberalismo se haga con él y a cuestionarse siempre.
Después los contras del libro
1. El continuo repetir de que los hombres aliados "renuncian a sus privilegios".
Eso lo mencioné varias veces en tuiter. Simple y sencillamente creo que la idea de renunciar a los privilegios es algo que no tiene sentido, ¿por qué? Primero porque los privilegios no es algo que te quites y te pongas, ni es individual, los privilegios son sociales. La idea de que los hombres que cuestionan el sexismo automáticamente renunciar a sus privilegios es incierta. Los hombres no dejan de ser opresores en un mundo patriarcal; tampoco son "el problema" directamente, sino el sistema que les dice que ellos tienen el poder, pero por supuesto que no se quitan los privilegios nada más un día por qué sí.
bell hooks hace demasiado énfasis para mi gusto (esto es meramente personal) en la necesidad de involucrar a los hombres en el feminismo y cómo ellos son parte de la solución. Repito, esto es personal. Porque yo estoy en una etapa de la vida en la que quiero que los hombres agarren el pedo y considero más productivo confrontarlos con su propia basura para que se hagan cargo (y por más que suene duro y agresivo, en realidad, sólo soy de la idea de que con los hombres no hay que quitar el dedo del renglón y hay que ser muy directo). Voy a recuperar esta idea más abajo, pero voy por orden.
2. Todo el capítulo de la belleza me pareció que tenía soluciones que a la larga no solucionan mucho.
El canon de la belleza occidental le jode la vida a aproximadamente todas las mujeres en el mundo. Entren o no entren en él. Quienes entran se ven ante la presión de no perder la figura, de no envejecer mal; quienes no entran se ven ante la presión de encajar en él. Las mujeres están en una búsqueda constante de aprobación estética, al menos gran parte de ellas. La industria de la moda dicta las reglas (y no las mujeres) e impone modas incómodas (cualquier zapato de tacón alto) y a la larga perjudiciales. No sólo eso, la presión por encajar en un sólo modelo de belleza influye mucho en los transtornos alimenticios de las mujeres. bell hooks propone que las mujeres se reapropien de la industria de la moda (que no es una mala idea en realidad) y en la necesidad de ampliar de cierta manera la definición de la belleza. Yo no le veo el caso a lo segundo en realidad porque la estética no debería importar, por mí que estemos todas feas y que seamos libres.
Pero por supuesto, esto es un poco complicado, porque la sociedad no se revoluciona de un día para otro. Los movimientos que se centran en la autoaceptación de la imagen feminina principalmente se centran en ampliar la definición de una mujer bella (el todas bellas), que, aunque ayuda a derribar el canon occidental de la belleza, me parece que a veces es un parche. La industria de la moda y la imagen femenina es una de las industrias que más explota a las mujeres en el mundo. Modelos sujetas a regímenes alimenticios que apenas si puedes seguir, mujeres que odian por años las imágenes que ven el espejo, mujeres que cosen toda esa ropa en condiciones casi de esclavitud por sueldos miserables, mujeres que se odian por no conseguir la aceptación propia. Es tan triste todo que a veces considero que es una industria que más vale quemar hasta las cenizas porque no tiene prácticamente que salvarle. Creo que más que apropiarnos de ella, hay que derribarla, crear un movimiento que nos ayude a aceptarnos, a no odiarnos y, sobre todo, a no buscar ninguna clase de aceptación por parte de otros, especialmente de los hombres.
3. Mi oximoron favorito aparece en el libro: la "masculinidad feminista".
Ya mencione en el primer punto de esta sección que bell hooks hace mucho énfasis de la necesidad de los hombres en el feminismo; también está muy preocupada porque se perciba al feminismo como un movimiento antihombres (a mí a esta alturas me vale pura caca eso, pero, dada la reputación que te da en ciertos círculos llamarte feminista, entiendo que haya a quien le preocupe). Aquí habla de la posibilidad de una masculinidad feminista o de otras maneras de vivir la masculinidad en los hombres. A ver. A ver. Para empezar, uno de los pilares en los que está paradita la supremacía masculina de este mundo, es precisamente la masculinidad. Decir que existe una manera de hacerla feminista es una contradicción.
Esto lo intenté explicar en tuiter muy consiso, pero ahora me voy a extender un poco más. Ya hablé de la masculinidad cuando critiqué
No Nacemos Machos, varios ensayos sobre, precisamente, las nuevas masculinidades y varias maneras en que los hombres pueden aportar el movimiento feminista (una lástima que saliera un libro tan tibio y tan poco investigado). La masculinidad es, precisamente, una de las razones por las que, en México, se mueren siete mujeres al día. La supremacía masculina se apoya en ella.
Y así como la masculinidad es el "poder" de los hombres, la femenidad se ve como sumisión y debilidad.
Lo mejor que podemos hacer con esas dos cosas es destuirlas para siempre.
Pero como eso no va a pasar mañana, hay que ir pavimentando el camino (lo que no significa se rreformistas e intentar generar una masculinidad feminista). bell hooks habla de que la teoría feminista debería abarcar también la masculinidad y nuevas formas de vivirla, pero yo creo que lo más apropiado en este caso no es intentar corregirle la masculinidad a los hombres (pobrecitos, no pueden hacer nada ellos solos) sino enfrentarlos con su propia misoginia o condutas misóginas. Para mi eso es más provechoso que hacerles teoría para que su masculinidad "sea más bonita".
4. Mi último punto de queja es precisamente que bell hooks no cuestiona realmente las prácticas patriarcales en la cama.
Y lo digo porque las menciona. Kate Millet, que fue una mujer muy interesante, un día dijo que "lo personal es lo político"; parte de eso cuestionaba directamente que lo que usualmente había ocurrido de puertas para adentro en las casas (violencia doméstica y sexual) debía de cuestionarse. bell hooks habla de feministas que cuestionan el BDSM (prácticas sado, no lo googlen si son menores, no quiero que sus papás vengan a regañarme) y lo pone como uno de los debates que más fracciona al movimiento. Se me hace raro, porque tiene visiones abolicionistas de la prostitución (cuestiona, por ejemplo, la libertad de elección en las que viven las mujeres de condiciones más precarias), pero bueno.
Para mí cuestionar lo que haces y los roles que tomas en la cama es creo que algo muy importante. No por decirle a nadie que debe o no debe de hacer, sino para reconocer al patriarcado en todas nuestras conductas. Y cerrar el debate calificándolo como algo que fracciona y hace daño a un movimiento colectivo no le ayuda a nadie.
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Kate Millett |
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Conclusiones
Pues bueno, acabamos, esta crítica no intenta decirles que no lean el libro, sino que lo lean y lo cuestionen ustedes también. Espero que les haya servido de algo. Si quieren el libro, lo pueden encontrar, como siempre, en mi carpeta de libros sobre feminismo que tengo disponiblr al público en general (porque entiendo la necesidad de que esta clase de libros sean un poquito más accesibles).
Aquí está el link.