Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 18 de diciembre de 2020

25 libros que me cambiaron en 25 años

Hoy cumplo veinticindo años. (O más bien, mañana, porque esta entrada está escrita desde el pasado para publicarse en el futuro). Quería que entre las entradas de recomendaciones y listas hubiera un par de reseñas que tengo pendientes, pero es diciembre, los últimos pendientes laborales del año atacan, el #GuadalupeReinas2020 está funcionando y hay mucho que leer, mucho que hacer y además hay que hacerse tiempo para disfrutar de las fiestas (yo soy un grinch, pero igual). Con todo y todo decidí hacer esta entrada. 

Elegí veinticinco libros que han marcado de manera especial mi trayectoria lectora y escritora. Fue complicado, difícil y sufrido porque es una cantidad muy pequeña para los libros que me han sorprendido e impactado a lo largo de mi vida y se han convertido en mis referentes. Existen muchos, por todos lados. Estos, sin embargo, seguro los he mencionado varias veces en todos lados y quizá no les resulten sorpresa. Hay lecturas nuevas y lecturas muy viejas. No está Harry Potter (a pesar de que me hizo escribir) porque ahorita traigo atorada a Rowling (mi proceso creativo dentro del fandom se ha visto muy afectado de dos años para acá porque se me cruza la autora, por más veces que le saque el dedo dentro de mi propia narración, pero ya hablaré de eso más adelante, ni que fuera noticia que me cae mal la Jotacá), pero sí muchas lecturas que me hicieron desear escribir. No son recomendaciones tal cual, pero que no quede duda de que son libros que recomiendo ampliamente, sino es sólo una lista de quiénes son mis referentes, una lista de sólo unos cuantos a los que les debo tanto, pero tanto, en mi formación como escritora y como lectora. No se repiten autores. Si no, no hubiéramos acabado nunca.

Reducir mi historia lectora a sólo veinticinco libros únicamente fue muy complicado y muchos se quedaron fuera. Pero bueno: en cinco años, podrán ser treinta. Y habré leído mucho más. 

¿Qué libros me cambiaron la vida?

1. La mujer en el desarrollo social de Alexandra Kollontai. Este libro me hizo conocer cómo abordaba el marxismo la cuestión de la mujer y me invitó a pensar más allá del capitalismo. Me define políticamente y hoy creo que es muy importante dentro del movimiento de mujeres. Es de libre distribución gracias a marxists.org.

2. El disco del tiempo de María García Esperón. Tengo mucho amor por los mitos clásicos y por la literatura infantil y juvenil. Este libro conjuga ambas cosas y me abrió mucho los ojos a los trece años, cuando me pregunté exactamente de qué quería escribir. Además hoy puedo decir que cuento con la amistad de María y todos sus libros, no solo este, han sido una conversación super enriquecedora.

3. La mitad del cielo de Claudie Broyelle. Este libro me hizo pensar mucho más allá de su autora. Lo único que sé de Broyelle es que más tarde renegó de todo lo que había escrito, de hecho. Pero La mitad del cielo existe y es un testimonio enorme de las mujeres de la Revolución Cultural, que abordan la idea de colectivizar la crianza, los cuidados, las labores domésticas y su liberación. 


4. La historia interminable de Michael Ende. Lo he releído tantas veces que mi ejemplar viejo se cae a pedazos. Me fascina la idea de Fantasia y la historia de Bastian y Atreyu. Me pierdo en la ciudad de los emperadores y quiero conocerlo todo.

5. El cuentacuentos de Antonia Michaelis. He pensado mucho respecto a este libro. Creo que me gusta por la historia que Abel Tannatek le cuenta a su hermana y por cómo muestra lo complicado (pero muy posible) que es ser víctima y victimario a la vez. De como el sistema puede acabar con uno, poco a poco, pero también de que hay actos de los que somos responsables. Es un libro precioso a mis ojos. (Y tengo predirección por los alemanes).

6. Los días del venado de Liliana Bodoc. Si están conmigo en la misma habitación durante unas cuantas horas, es probable que mencione a Liliana Bodoc. Muy probable. Los días del venado cambió mi forma de ver la literatura hecha en América Latina y las historias de fantasía. Le he dado muchísimas lecturas diferentes a lo largo de los años y es uno de mis principales referentes. 


7. El aliento del cielo de Carson McCullers. Ella es la mejor cuentista norteamericana según mi opinión. El aliento del cielo, una compilación de casi todas sus obras es un libro que descubrí gracias a una amiga que estudiaba letras, reúne algunas de mis favoritas, como Frankie y la boda y Wunderkind.

8. El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy. Este libro me abrió las puertas a las escritoras originarias de la India y Asia del Sur y además me mostró de una manera muy sensible el conflicto tan complicado de Kashmir. Me cambió muchas cosas leer este libro.

9. Persuasión de Jane Austen. Este es mi Austen favorito. Algunos suelen desesperarme y no los aprecio hasta después, pero en este libro Jane Austen escribió la carta de amor que yo desearía haber escribo, hizo dick jokes y me mostró al capitán Wenthworth. Hermoso.

10. Cumbres Borrascosas de Emily Brontë. Creo sinceramente que Catherine hablando de como su alma y la de Heathcliff son iguales me cambió la vida y desde entonces no soy la misma en ningún sentido. Creo. Es mi clásico preferido y siempre vuelvo a él.

11. El beso de la mujer araña de Manuel Puig. De este libro saqué nuevas formas de narrar. Por pura fuerza de leerlo me puse el empeño de mejorar como hablaban mis personajes. De hecho, estoy segura de que muy lejos de aquí alguien todavía me odia por ponerlo a narrar con puros diálogos en un reto de escritura gracias a que este libro existe.

12. Las uvas de la ira de John Steinbeck. Las palabras de Steinbeck me agarraron antes de que yo fuera comunista y me dijeron eres comunista, sólo que todavía no sabía de donde nacía todo mi descontento. Es un libro magnífico, gran exponente de la literatura norteamericana (que además ve con sensibilidad situaciones sumamente violentas y no es ese porno de la pobreza al que nos tienen tan acostumbrados los contemporáneos). 

13. Olvidado rey Gudú de Ana María Matute. Lo terminé de leer hace dos semanas y entró aquí porque creo que no le había gritado tanto a la gente de un libro en mucho tiempo. Y eso que hay grandes faltantes en esta entrada porque son veinticinco y no cien. Pero Ana María Matute tiene un amor por las palabras y el lenguaje que me llegó bienhondo con esta historia.

14. Persépolis de Marjane Satrapi. Todavía me río, a veces, de cuando Marjane compara a Jesús con Karl Marx. Esta novela me abrió un mundo entero que yo no sabía que existía y, después de los cuentos clásicos árabes, me presentó el oriente medio y su historia y su cultura. La quiero mucho. Y quizá la relea pronto.

15. Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palacio. ¡Ciencia ficción mexicana! He escrito mucho sobre este libro, pero todavía tengo grabado el horror de las carpetas de la computadora y los feminicidios, pero también ese abrazo de saber que las escritoras de la LIJ en México abordan la violencia desde lugares muy sensibles.

16. El llano en llamas de Juan Rulfo. Nada que decir. Sólo existe. Luvina. Talpa. Anacleto Morones. Tengo bien grabados esos cuentos. Mi papá me torturó media vida con Juan Rulfo mismo leyéndolos. Y la escuela. El llano en llamas también.

17. Kalpa Imperial de Angelica Gorodischer. Otra lectura de este año que consiguió su lugar en esta lista (porque todos los años cambia la lista y se actualiza). Los cuentos de Angélica Gorodischer me transportaron a parte sde mi mente que llevaba tiempo sin visitar y me encantaron.

18. Los recuerdos del porvenir de Elena Garro. Sí me gusta el realismo mágico. Mucho. García Marquez, Allende, esos fueron los primeros que leí. Pero a Julia y a Felipe Hurtado los tengo grabados en la mente, deteniendo el tiempo, con ese amor tan grande. 


19. La hija del curandero de Amy Tan. Libros que leí por aburrimiento siendo muy chica y me encantaron después. Pan Kai Jing podía conmigo (científico, comunista medio a la fuerza, pero comunista, sensible). La historia de LuLing me fascinaba. Estuve muy perdida con China un tiempo.

20. Caramelo de Sandra Cisneros. Me gusta la literatura chicana que se asume literatura chicana, con todas sus contradicciones, con su propia cultura. Si de un estado a otro de México la cultura cambia, de un país a otro también. Me gusta la historia de la abuela y el abuelo, la revolución, la identidad de la hija menor, la historia entera de la familia.

21. Ni de Eva ni de Adán de Amélie Nothomb. Esto es lo que recomiendo cuando me piden romance. No es que quede en el género de la romántica tal cual, pero habla del amor mucho mejor que cualquier novela de Nicholas Sparks.


22. La cara desnuda de la mujer árabe de Nawal el-Sadaawi. Creo que este fue uno de mis primeros acercamientos a un feminismo mucho más incluyente de las mujeres y que por primera vez discutía el eje de la clase. En cierto sentido me acercó un poco al marxismo.

23. La historia del amor de Nicole Krauss. Para no leer romántica en realidad, sí que soy una cursi. La historia de las Almas (todas las Almas) me encanta, me fascina y la tengo grabada.


24. La fosa de agua de Lydiette Carrión. Estuve un rato pensado si incluir o no incluir este libro, pero al final me decidí por incluirlo. Habla del edomex, de donde soy yo, de crímenes muchas veces muy poco visibles. De las mujeres víctimas de feminicidio y las desaparecidas, pero también de sus familias y su búsqueda. 

25. Gravedad artificial de M. T. Anderson. Finalmente, mi última elección es un libro de ciencia ficción que es la clase de ciencia ficción, tan humana, que a mí me gustaría escribir.

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