Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 12 de octubre de 2017

Malintzin, malinchismo: la mujer en la conquista de México

En España es el día de la hispanidad: un poco curioso ponerlo en el día que Colón pisó América, ¿no? O sea, tiene todo el sentido del mundo para ellos, que Colón pusiera un pie en el Caribe significó más tarde que España sería el mayor imperio del mundo. Colón le abrió la puerta a España para colonizar casi toda latinoamérica, le dio puerta a los ingleses para venir, a Francia para intentar tener colonias (eso no salió demasiado bien), hizo que un buen día se sentaran España y Portugal a firmar el tratado de Tordesillas para decidir qué tierras eran para cada quien (con la idea de que tierras con imperios y civilizaciones ajenas les pertenecían) e hizo que, quinientos años después (poco más) sigamos sufriendo las consecuencias de la colonización. Somos tierras colonizadas, somos el resultado de un choque de culturas, aun cuando choque no es la palabra correcta si estamos hablando de que unos intentaron destruir un sinfin de culturas de raíz, somos el resultado de la evangelización, el resultado del mestizaje, el no saber de donde vienes, pero tener una idea. Podemos hablar horas de colonización. Yo, que hoy no estoy muy original, voy a hablar de La Malinche.


Yo aprendí de la Malinche como la traidora. La que vendió a su pueblo a un hombre llamado Hernán Cortés. La idea de que vendió y traicionó al pueblo mexicano siempre me ha resultado absurda por dos cosas: (1) en el territorio que hoy es México (y Guatemala) no había un único pueblo. Estaban los Aztecas... y muchos eran sus vasallos, pero mantenían su identidad, y estaban los Mayas (los que quedaban) y estaban más pueblos al norte (Apaches) y al oeste. No había un sólo pueblo. La Patria como la conocemos ahora no existía. Y la Malinche no era Azteca, no era Mexica. Y, claro, (2) porque al hablar de la Malinche no hablan de los Tlaxcaltecas, que pelearon al lado de Cortés. Nadie se atreve a subir el dedo y apuntar y decir La Culpa es de los Tlaxcaltecas. Porque no es. Sufrieron las mismas consecuencias que el resto en la colonización, intentaron jugar las cartas que tenían a su favor y salió como salió. Perdieron igual.

Tal vez decir que Malintzin fue una víctima de las circunstancias, un resultado de los hechos, es un poco ingenuo, pero es lo que creo. Si quieren una investigación seria, consíganse un historiador, yo soy una aficionada. Pero bueno, vamos a hablar de Malintzin, Malinalli, Doña Marina, La Malinche. Todo esto salió porque cuando leí Visión de los Vencidos (que es, finalmente, una recopilación de diversas narraciones indígenas de la conquista), la Malinche aparecía dos veces, quizá tres. Y aparecía como mención al margen, poco importante. En donde sí aparece más es en las imágenes, como una figura femenina que siempre está dibujada al lado de Cortés. Me queda ver cómo habla Cortés de ella en las Cartas de Relación, pero así a buen ojo me da la impresión de que, pese a la importancia de tuvo Malintzin en la conquista, su papel no llamaba demasiado la atención como para que apareciera en esas primeras narraciones.

Se dice que La Malinche nació Malintzin, posiblemente, en Olutla, Veracruz. Y que nació en la clase alta de la sociedad. Decía Bernal Díaz del Castillo (que escribió La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España) que sus padres habían sido señores y caciques de un pueblo llamado Copainalá. Creció en una región que era fronteriza en la población nahuatl (los vasallos del Imperio de México-Tenochtitlan) y al ámbito cultural maya. La nombraron «Malinalli» en honor a la Diosa de la Hierba. Al parecer, cuando su padre murió, su madre se volvió a casar y tuvo un hijo, así que ella quedó como la hijastra incómoda. Sociedad patriarcal, ya saben. Así que acabó siendo vendida a un grupo de traficantes de esclavos provenientes de Xicalango. Después de una guerra de Xicalago con Potonchán, fue cedida a un cacique maya de Tabasco. Por eso hablaba nahuatl y maya, lo que le permitió, más tarde, ser la intérprete de Hernán Cortés.

Cuando los españoles ganaron una batalla contra los tabasqueños, Malintzin fue regalada a Hernán Cortés, como se regalan las flores, los perros y los libros. La regalaron junto con otras 19 mujeres, junto con algunas piezas de oro y un juego de mantas. Los españoles no tardaron nada en bautizarla con el nombre de Marina y Cortés se la cedió a otro. Pero ese otro no tiene importancia en esta historia porque se regresó a España y Cortés acabó quedándose con Malintzin (como si ella fuera posesión) por su valor como intérprete. En toda esta historia, ella no tuvo mucho libre albedrío. La vendieron, la regalaron, la regalaron otra vez y luego le dijeron que fuera intérprete. Le preguntaron sobre las costumbres de los nativos. Y ella respondió (¿qué hacía?). Le preguntaron por cómo eran militarmente los nativos. Y ella respondió (¿pues que hacía?). Cortés tuvo un hijo con ella (¿pues qué hacía? Ella era una mujer en una relación de poder con un hombre). 

Y ahora la cultura popular se deshace en acusar de malinchista a quien traiciona a lo que entiende Patria (hay que amar a la Patria con mayúscula, por el sólo hecho de haber nacido en ella, hay que amar a un conglomerado de tierra y querer defenderlo hasta la muerte, la Patria, que dice amar sus tradiciones, pero desprecia a los pueblos originarios). Porque Malintzin la traicionó primero, según estos iluminados. México no existía en esos entonces y no había como traicionarlo, pero lo traicionó. Su error fue no tener el poder de la premonición. Siempre he creído que el odio a Malintzin viene de que tuvo un hijo con Cortés, total, que es una mujer y tuvo un hijo. Es común andar culpando a las mujeres de las relaciones que mantienen sin pensar que en ese contexto, tener una relación con un hombre, la que fuera, casi casi, era una relación de poder. Y que las mujeres no lo tenían. Pero esa es pura conjetura mía. Nunca he entendido el odio a Malintzin porque no es algo que tenga sentido en mi lógica.


Por eso hoy la reivindico. Hoy, 12 de octubre, día de la raza (México), de los pueblos índigenas, de los pueblos originarios, de la descolonización (Bolivia). Todo menos el día de Colón y de la hispanidad, por favor. Es algo retorcido celebrar la hispanidad el día que Colón piso América sin saberlo, por mucho sentido qué tenga, y lo que significó para los pueblos latinoamericanos. Reivindico a Malintzin porque se lo merece. Después de tantos años de odio, es lo menos que la figura de una mujer indígena se merece. 

5 comentarios:

  1. Yo tampoco entiendo porque se celebra el día de la Hispanidad el 12 de octubre. En la dictadura franquista se celebraba el 18 de Julio que era el día de la declaración de guerra y cuando pasamos a la democracia se puso el 12 de Octubre. Que es lo más ironico que te puedes echar a la cara, es decir, cambias el día porque representa la dictadura y es simbolo de una guerra y lo pones el día que Colón llego a America. Claro, porque lo provocar un genocidio (literalmente lo primero que hizo Colón al llegar a tierra fue matar a absolutamente todos los galibis de las islas del mar Caribe) y esclavizar casi medio continente no es sinónimo de dictadura y guerra. No entiendo porque no lo podían haber puesto otro día y celebrar las cosas positivas que ha dado el país (idioma, gastronómica, arte, etc.) y dejar este día como el Día de los Indígenas como bien dices que hacen otro países.
    En cuanto a lo de considerar a la Malinche una traidora me parece la mayor tontería del mundo. Para empezar, como dices, no había patria a la que traicionar y segundo su propio pueblo la vendió ¿Qué clase de lealtad le debes a una gente que te considera un objeto?. Además quisiera ver que haría la gente que la llama traidora en su situación ¿rebelarse y morir? Lo dudo.
    Las feministas chicanas reivindican a la Malinche como figura feminista así quizás puedas encontrar por eso lares más sobre ella.
    Saludos.

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  2. Qué pedazo de post oña, y de verdad, como ya te he comentado, estoy bien cero a la izquierda con lo que es la historia en el resto de latinoamérica, pero aprovecho para aprender por acá. Psé mira, que el hombre, y si es el hombre el historiador que cuenta la historia siempre va aprovechar para desprestigiar la figura de la mujer, en el caso presente, a la mierda que no hubiese patria que traicionar, a la mierda que los "compatriotas" de la Malinche la hayan vendido y revendido cual coroto, se atrevió a sobrevivir como pudo en su época y eso es reprendible según el macho y su orgullo. En fin, gracias por compartir este pedazo de historia en el dizque día de la hispanidad.

    Un beso.

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  3. Pequeña corrección: el imperio más grande (discontinuo, continuo fue el mongol) fue el británico.

    Por lo demás, muy informativo y resumido. Me parece genial que reivindiques esta figura porque es uno de esos casos en que la odian por ser mujer. No hay más. Es típico de los sistemas ideológicos les gusta tanto simplificar porque a la gente no le gusta estudiar como poner el foco sobre las víctimas para no señalar culpables, y en el caso del machismo es tipiquísimo por la gran misoginia social que lleva a culpabilizar a menos que te decostruyas mucho (yo, mea culpa, lo hacía antes de ser feminista). Mira el caso de Yoko Ono, a la que se culpó de que se disolvieran The Beatles porque patatas, que, como en este caso, luego te informas y no sólo no tuvo nada que ver sino que fue una gran ayuda a la hora de definir el estilo que los hizo famosos. O las mujeres que fueron amantes de nazis o rusos en la IIGM, a las que se denigraba en lugar de culpar a los violadores; ya que muchas no tuvieron alternativa, fue por pura supervivencia porque ellos las elegían y era eso o ir a los campos de trabajos forzados y exterminio.

    Por cierto, soy Selenita. Lo que pasa es que no me quiere reconocer el nombre de usuaria por alguna razón.

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  4. Cuáles libros recomiendas que hablen sobre su vida? Por favor recomiemdame!! Jessicjessicaspano@li

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