Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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sábado, 18 de abril de 2015

Amores literarios | Booktag

Sí, sí, sé que digo que no soy mucho de Booktags pero he publicado varios en los últimos tiempos. No es que sea especialmente fan, mucho menos de rellenar un blog de Booktags en vez de reseñas o cosas interesantes, pero este me ha gustado y uno cada pocas semanas no está mal. Además, los Booktags también pueden servir para recomendar libros. Este booktag en especial me lo encontré en Made of words, por cierto.

El primer amor


¿Cuál fue tu primer amor literario?


Kirtash, de Memorias de Idhún. Me encantaba en el primer libro con su espada, sus ojos azules, sus frases increíblemente cursis pasara lo que pasara. Que, si han leído Memorias de Idhún, saben que despropósito se cuece allí (en la época en que lo leí me encantó, ahora no estoy segura de quererlo releer, pero el mundo de Laura Gallego y su trama me siguen fascinando). Pues eso. En un mundo tan lleno de chicos buenos, yo caí enamorada del chico malo... en realidad no tan malo, de hecho no es nada malo, pero a todo el mundo le encanta joderlo con que es malo y la gente lo odia. El Draco Malfoy de las buenas intenciones... Además de las mejores cosas que tienen no son, precisamente, sus frases románticas, sino aquellas que tienen impreso un poco de sarcasmo
¿Que te hace pensar que me importas tanto como para querer vengarme de ti?

Amor a primera vista


Libro del que te enamoraste a primera vista

Rebeldes, de S. E. Hinton. Lo mío con ese libro fue amor a primera vista, fue cosa de ver la portada y decir: "Seguramente me va a gustar". No sabía que tan famoso y célebre era, sobre todo en hablando de literatura inglesa y no lo supe hasta después de acabarlo. La historia de los Outsiders en un ambiente adolescente especialmente duro me llegó al corazón desde el principio, claro. 

Recomiendo el libro especialmente, porque lo cierto es  que te deja con ganas de llorar y a la vez entrar y abrazar al protagonista. Lo cierto es que nunca lo reseñé porque es de una época en la que el blog estaba abandonado, pero definitivamente es uno de los mejores libros que he leído y sólo lo leí porque, como verán, la portada de ahí a un lado, a pesar de no tener nada especial, me llamó poderosamente la atención.

Amigos que se enamoran


Un libro que empezaste con cariño y acabaste amando

Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez. Lo empecé con curiosidad y con cariño y no tardé en enamorarme de todos sus Aureliamos, de todos sus Jose Arcadios, Remedios, Úrsulas y Amarantas y de Pilar Moscote, y de Petra Cotes. Y del cameo del funeral de la Mamá Grande, y de las intrigas, los amores, las desgracias, las muertes y sobre todo la locura que comparten todos los personajes. Me enamoré hasta de Pietro Crespi y sus amores desesperados y de la desgraciada de Fernanda del Carpio. Pero uno de mis personajes favoritos sigue siendo Amaranta por tener el dudo honor de pronunciar esta frase dirigida a Fernanda del Carpio:
Esfetafa defe lasfa quefe lesfe tifiefenenfe asfacofo afa sufu profopifiafa mifierfedafa.
(Traducción por si no entienden el noble arte de hablar en f: esta es de las que le tienen asco a su propia mierda).
Y, como bonus, les dejo Los cien años de Macondo:


Relación personal sin amor


Un libro por el que sientes pasión pero no amor.

Novia que te vea, de Rosa Nissán debe tener el dudoso honor de ser el más releído de todo mi libro, incluso superando a Harry Potter. La cosa es que aunque el libro me encanta, nunca entra en mis listas de favoritos. La historia de la judía serfardí ha sido toqueteada, releída, repasada, aprendida casi de memoria, pero nunca se ha colocado en el podio como para que yo lo vaya enseñando por allí como uno de mis libros favoritos.Supongo que nuestra relación es puramente de relecturas por ser uno de los libros que ostenta el honor de transcurrir en el Distrito Federal y tiene tantos ligares conocidos mencionados, que cada que lo leo siento como que estoy en casa...

Eso sí, no duden qué lo recomiendo aunque nunca ha estado precisamente entre mis libros favoritos.

El desengaño amoroso 


Un libro por el que te has sentido engañada

Aquí hay tantos... pero tantos que podrían cumplir. Pero el caso es que hay libros que leí con las expectativas por los suelos (y se las arreglaron para ni siquiera superarlas), pero hay libros que leí con expectativas un poco superiores y me encontré con relleno, libros hechos para vender, tonterías, idioteces... y en esa categoría se encuentra El prisionero del cielo, de Ruíz Zafón. Para mi la historia de Julian Carax y Daniel Sempere estaba cerrada por las buenas y sólo cometí el error de leer el libro porque una gran parte la narraba Fermín Romero de Torres, mi personaje favorito de La sombra del viento después de Carax. Sin embargo, una vez que llegué al final (cliffhanger para escribir otra parte) deseé olvidar todo lo que había leído. Después de La sombra del viento, que me había enamorado, El juego del ángel, que había soportado a duras penas, este fue el desengaño amoroso.

Ruptura definitiva


Un libro con el que acabaste rompiendo definitivamente


Fangirl, de Rainbow Rowell. Podría decir mil más, pero lo cierto es que, de todos mis libros odiados hasta la saciedad... (o quizá no tanto), este es el único que empecé con expectativas relativamente altas. Entiendo porqué a la gente le gusta, pero a mí me sigue sin apasionar, me sigue sin gustar y tengo una gran lista de cosas por las que no me gustó. Definitivamente, no es exactamente el retrato de una fangirl que esperaba ver, pero bueno...

Entiendo por qué a la gente le gusta, pero lo mío con este libro no funcionó. De hecho, creo que acabamos bastante mal, según se puede ver en la reseña.

Del odio al amor

Un libro que empezaste odiando y acabaste amando.

Este libro aun no existe, generalmente el proceso es a la inversa. Los empiezo amando, y los acabo odiando. Ejemplos tengo un montón.

El amor de tu vida


Un libro que es y que siempre será el amor de tu vida.

Diablo Guardián, de Xavier Velasco. No me voy a cansar de recomendarlo a todo aquel que quiera oírme si quiera dos segundos. Este libro siempre va a ser el amor de mi vida, porque tiene los mejores insultos que he visto nunca, una jerga exclusivamente mexicana, es divertido como para matarte de risa por la desgracia ajena y luego hacerte llorar y su protagonista es de lo mejor. A todos aquí, les deseo que no se topen nunca con una Violetta.

Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes. O sea, de querer ser siempre otra. Y hasta peor, conseguirlo, ¿ajá? Me acuso de bitchear, witchear, rascuachear, de ser barata como vino en tetrapak, y al mismo tiempo cara, como cualquier coatlicue traicionera. Me acuso de haber robado, no una ni dos veces sino a toda hora y en todo lugar, como chingado pacman cocainómano. Me acuso de acusar al confesor por mis pecados, y de haberlo nombrado Demonio de Mi Guarda sin siquiera explicarle la clase de alimaña que estaba contrayendo.
Violetta R. Schmidth

El padre de tus hijos


Un libro con el que acabaste teniendo hijos.


Harry Potter, obviamente. ¿Qué donde están mis hijos? En fanfiction.net y ya son muchos. Si alguien me hubiera dicho que iba a empezar a escribir gracias a Harry Potter hace mucho tiempo, no le hubiera creído, pero llevo seis años haciéndolo y es una de las cosas más satisfactorias de mi vida. Además, así me he ganado premios, reconocimientos que no valen nada en papel, pero que, al final del día, siempre me dan una pequeña satisfacción.

Envejeciendo juntos


Un libro con el que te vez envejeciendo 

Harry Potter. De nuevo. Esos libros y yo tenemos mucho pasado y mucho futuro todavía. Las relecturas no se han acabado, todavía. 

lunes, 6 de abril de 2015

Novia que te vea, Rosa Nissán | Reseña

Sinopsis: Si no nos tomáramos tan en serio podríamos pintar nuestra infancia, nuestra juventud como un jubiloso descubrimiento. Pero he aquí que no tenemos la capacidad nissaniana de enamoramiento, tampoco sabemos cuán cachonda es la tierra, ni oímos el lento paso del tiempo en las campanas de la iglesia, ni caminamos en los meses de lluvia en las veredas del Desierto de los Leones, porque queremos domar a los leones para poderles asestar nuestra obra. Rosa quiere que la posean y va diciendo: "Señor León, ¿sería tan amable de tomarme entre sus garras?" Con tal de que el león fuera judío los padres de Rosita estarían de acuerdo, porque el judaísmo lo traen en la médula de los huesos y a Rosita siempre la alumbraron con el candelabro de siete brazos y no vio más estrella que la de David. Hasta que pronto, y con todo y su numerosa prole, se convirtió en puras astillas de estrellas y el judaísmo fue una astilla más en el espacio sideral.

Yo aprendí de los judíos con este libro. Bueno, de los sefardí recién llegados a México desde Palestica e Israel y sabrá Dios dónde más en los años cuarenta. Al principio me daba curiosidad la manera en que estaba escrito, con muchas palabras sefardíes. Me tarde en encontrarle sentido a algunas de las largas parrafadas del abuelo de Oshinica, eso tengo que reconocerlo, porque era todo un personaje. Y no quería a su nuera, no mucho, al menos. 

En fin, la historia es el diario de Oshi, como decidí ponerle de cariño a la protagonista, que al principio no está muy convencida de eso de ser judía y después, conforme crece, lo único que quiere es evitar a toda costa el altar. No quiere vestirse de blanco y mucho menos que le encuentren novio. Hace rabiar a su mamá porque quiere seguir estudiando —y no para hasta que lo consigue—, mientras su hermano, destinado a hacerse un hombre de bien, quiere olvidarse de la carrera a la primera de cambio —lo que hace a sus padres rabiar, también—. Total como dice Oshi, si la que no quisiera estudiar fuera ella, le montaban una fiesta. 

Lo leí hace mucho y recuerdo que de más chica me daba curiosidad la vida de Oshinica. Y aunque el libro me gusta, tengo que decir que no la envidio en lo más absoluto: ella vive en una sociedad donde para la mujer conseguir marido es lo más importante. Mientras sea judío, todo bien. Su mamá no es que tenga urgencia por verla bien casada, pero no quiere verla de quedada. Y para alguien como Oshi, los veinte años son ya para las quedadas. 

El libro es, en sí, una gran crítica hacia todas aquellas costumbres que a la protagonista no le gustan o no le convencen. Todo visto desde los ojos inocentes de una niña, primero, y después desde los de una adolescente. Y como adolescente también se enamora y se dedica a besar sapos verdes. Algunos se convierten en príncipes, pero no pueden mantenerla, otros más no le agradan a la mamá. Todo lo vemos desde el punto de vista parcial de Oshinica, por supuesto, por lo que no tenemos ninguna otra opinión para contrastar, sin embargo Oshi tiene la voz fuerte y se queja: ¿por qué las mujeres no pueden aspirar a algo más que a ser fábricas de hijos?

Oshinica, aunque no parezca, me parece uno de los personajes más feministas que he visto en mi vida. De ideas claras y fuertes, pero encerrada en una sociedad. Un libro que ni se proclama feminista, ni nada por el estilo, y, aunque trata de una carrera desesperada porque Oshinica encuentre marido desde que sale de la secundaria, cumple el Test de Bechdel con creces. En serio. Quizá por eso lo recomuendo y lo releo una y otra, y otra, y otra vez. Me gustaría encontrar gente que hoy, pensara un poquito como Oshi. Nada más, para variar.