Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 12 de junio de 2013

Cómo subir una historia a Fanfiction.net o a Fictionpress.net

Para Tanit, mi esposa, que me hace hacer esto

Todos sabemos que publicar en fanfiction.net y en fictionpress.net es el pedo más grande que existe la primera vez que lo intentas (en serio, yo aún recuerdo mi propia cara de “¿y cómo se maneja esto?” la primera vez que lo hice, luego le agarré el chiste, aunque me sigue pareciendo un sistema de pulicación bastante lento).

En fin, si no sabes publicar en ninguna de las dos páginas, que son similares, el tutorial es para ti. O eso espero. Y si conoces a alguien que no sepa publicar en ninguna de las dos, mándalo por aquí.

Pues bien después de que hayas iniciado sesión y estés en tu menú de usuario vas a donde dice «Publish», justo en la parte izquierda y le das un click. Y te despliega un menú con varias opciones: «Info/Guide», «Doc Manager», «New Story», «Manage Stories», «Rules & Guidelines» y «Recovery» (por aquí pongo la imagen como ejemplo).



Bien, lo primero que tienes que hacer es irte a Doc Manager, que es donde debes subir el archivo *.doc o *.docx de tu historia (si es un cuento, el cuento, si es una historia de más capítulos, sube sólo el primero) haciendo click en «Seleccionar archivo».


Finalmente, le das en «Submit document» y voilá!, tu archivo ya está cargado en fictionpress o en fanfiction. Como aclaración, fanfiction borrará las separaciones entre escenas si son tres asteriscos y directamente la ignorará si es un enter de más sin embargo, puedes editarlo (fanfiction te da la opción):


Ya que tienes tu archivo le das click en «New Story» (ve a la primera imagen si no te acuerdas de dónde está). Si es la primera vez que publicas o llevas muchos meses sin publicar te saldrá esto:


Lo único que tienes que hacer es darle en el link y en la página que te despliegue, darle click al botón enorme que está hasta abajo que dice «Yes, I have agreed to the content guidelines» y regresar a «New Story».


En el caso de fanfiction te pide que indiques si es una historia común y corriente o un crossover, pero en el caso de fiction press ese paso se omite. Ambos, sin embargo, te piden que selecciones la categoría:


Le dan en «Select Category» y si no les aparece es que tienen las ventanas emergentes bloqueadas y tienen que ir a desbloquearlas. Allí seleccionas primero la categoría y luego la subcategoría, según tu gusto y le das en «Click to continue» (el botón que está abajo) cuando lo hayas hecho. Finalmente, en tu ventana principal das click en «Continue» y los manda a otra pantalla:


Llenan todos los datos a su gusto, el título, el resumen, los géneros, etc (en el caso de Fanfiction.net también les preguntará los personajes principales). Finalmente en el document seleccionan el documento que cargaron al principio, en el document manager.

Y voilá! tienen una historia.


Ya saben, dudas en los comentarios (no soy la mejor persona haciendo tutoriales). Si les gustó y le entendieron se lo pasan ese amigo que no sepa subir historias en esas dos plataformas y si no se lo pasan al sucesor de Perla Shumajer. 

sábado, 8 de junio de 2013

Los «críticos» que han perdido la capacidad de disfrutar

Hace ya mucho tiempo fui parte de un foro de crítica de fanfiction bastante más desconocido que los monstruosamente famosos Los malos fics y Los malos fics y sus autores (ambos con diseños agresivos, que no pretendían agradar al lector, si no asustarlo). No recuerdo la razón que me llevó a unirme (fuera de que el tema «Cosas que te joden», era lo mejor que podía existir), pero sí sé lo que pasó después,  y es lo exactamente lo que he visto en esos dos foros en los que se junta la «crema y nata» del fandom: te conviertes en un crítico automático.

Cuando te conviertes en una de esas criaturas que pululan por el llamado fandom, lees por el puro placer de destrozar un escrito al que sólo le buscas los fallos y ya no los puntos fuertes. Enumeras los mismo errores una y otra vez: personajes OOC (out of character), mary sues, mala ortografía, pésima redacción (y todo lo dices sin mirar los errores que tú cometes, porque allí, como crítico, eres algo parecido a Dios).

Las críticas ya no se enfocan en el autor, que generalmente se la pasa por los huevos y las ignora porque le da reverendamente igual que tú pienses que escribe basura. Esos «críticos», que se han dado el título como si el escribir con buena ortografía les diera la oportunidad de realzar los errores de los demás y ridiculizarlos (aunque insistan que no lo hacen). Leen cosas que ya saben que van a ser malas y torturan sus ojos con la misma historia de siempre, los mismos clichés y los mismos errores, con la esperanza aun de que los autores corrijan. ¿Tiene razón? No lo sé. No me importa. ¿Su causa es desinteresada? Tampoco me importa.

Pero lo que estos «críticos» han olvidado ya es que se lee por placer, y que muchos de esos escritores de fanfiction son adolescentes que no aspiran a convertirse en autores profesionales. Y que, además, son una plaga, por lo que no sirve de absolutamente nada seguir buscando malas historias, que sabes que van a ser malas, y acosar al autor con comentarios, a ver si le da la gana ir y ver sus errores señalados una y otra vez.

Si un día cuando entran en una historia ya no leen, sino que sólo buscan los errores de manera mecánica, dejen de leer. Salgan de esa página, porque ni siquiera están disfrutando la que dicen que es su mayor pasión: leer.


Leer es para disfrutar. No para sufrir viendo los mismos errores de siempre. 

viernes, 7 de junio de 2013

La esposa del dios del fuego, Amy Tan | Reseña

Sinopsis: Durante más de cincuenta años Winnie y Helen ocultaron sus peores secretos. Pero, cuando Helen está a punto de morir, Winnie decide contarle todo a su hija Pearl, incluso la terrible verdad que ignora la propia Helen. Así despega esta fabulosa historia que nos conduce desde Shanghai en los años veinte, a través de una China envuelta en guerras, hasta Estados Unidos, adonde llega Winnie en 1949. Ignorando que Pearl oculta también su propio secreto, Winnie le confiesa cómo confundió el amor con el abandono de sí misma.
Winnie desentierra la caja de secretos de su corazón cuando Helen amenaza con contarle a Pearl, su hija, sus secretos si no se los cuenta ella misma. Abre la caja y nos transporta a una China llena de tabúes, a una historia de guerra, de mujeres de soldados, de costumbres que en américa nos parecen lejanas y extrañas para convertirá en su historia más personal, aquella que ha guardado en lo más profundo de su alma desde que pisó tierra estadounidense.
Le dice a su hija por qué la lealtad no debe confundirse nunca con el sometimiento y lleva su historia, la de esposa de un hombre que parece no tener alma, hasta el punto en el que la esperanza no es otra cosa más que el más crudo instinto de supervivencia. Las otras mujeres rezan para que sus maridos vuelvan del campo de batalla, en donde se enfrentan a los japoneses, mientras que Winnie lo hace esperando que no vuelva nunca, esperando que el escuadrón regrese un día y le digan que su esposo ha muerto.

Es la segunda vez que leo una novela de Amy Tan, y utiliza la misma fórmula de siempre, ese choque entre dos generaciones de mujeres chinas, ambas sumergidas en un mundo completamente diferente, incapaces de comprender a la otra. La fórmula, sorprendentemente, da resultado y el contraste de dos generaciones cada una con su trasfondo, y su historia, te llega al corazón. Sus personajes, golpeados por la guerra y la desgracia, buscan sin detenerse cualquier esperanza para cambiar sus circunstancias.

Winnie nos enseña, a todos, por qué a veces la vida está llena de contradicciones, y Amy Tan nos lleva hasta lo más profundo de su personaje principal. Nos lleva a explorar su historia, llena de porqués, para comprenderla y entenderla.

Cuando la leí, comprendí por qué la segunda novela de Amy Tan resultó un éxito equiparable al de la primera.