Sinopsis: Uprooted from their family home in the Dominican Republic, the four Garcia sisters―Carla, Sandra, Yolanda, and Sofia―arrive in New York City in 1960 to find a life far different from the genteel existence of maids, manicures, and extended family they left behind. What they have lost --and what they find-- is revealed in the fifteen interconnected stories that comprise this exquisite first novel. Just as it is a feature of the immigrant experience to always be looking back, the novel begins with thirty-nine-year-old Yolanda's return to the Island in "Antojos" ("Cravings") and moves magically backward in time to the final days before the exile that is to transform the girls' lives. Along the way we witness their headlong plunge into the American mainstream, but although the girls try to distance themselves from the Island by ironing their hair, forgetting their Spanish, and meeting boys unchaperoned, they remain forever caught between the old world and the new. With bright humor and rare insight, Julia Alvarez vividly evokes the tensions and joys of belonging to two distinct cultures in a novel that is utterly authentic and full of irrepressible spirit.
Cómo las chicas García perdieron sus acentos, traducción literal del título de la novela, empieza con el regreso de Yolanda a su isla natal, Republica Dominicada, a los treinta y nueve, después de cinco años de no pisarla. Sus tías la obligan a hablar en español, aunque parece que se le han ido olvidando las palabras y lo único que quiere es ir al campo a comer guayabas, ella sola, en un carro y sin chaperón, lo que resulta un escándalo entre su familia. De allí, empezamos a ir para atrás. Las chicas García ya no tienen sus acentos, más bien su español se ha vuelto diferente, pero el libro nos va condiciendo hacia atrás, hasta antes de que se fueran a vivir a Estados Unidos, obligadas por una situación política en la que su padre se veía amenazado y vamos desentrañando sus vidas.
Este libro es la vida de Julia Álvarez ficcionalizada. Ella es Yolanda, Yo, Yolo, Joe en los Estados Unidos. Poeta que ha dejado de escribir para frustración de su madre y se ha convertido en maestra, aunque su madre rogaba porque ella fuera la famosa de la familia y dejara el nombre de los García de la Torre en alto. Durante todo el libro, tenemos historias de las cuatro hermanas: el matrimonio de Sofría, Fifi, que hizo enojar a su padre y con el que apenas se está reconciliando después, de, cómo no, darle a su primer nieto varón; los problemas de Sandi, Sandra, que estuvo internada en un psiquiátrico después de una decepción; de como Yolanda se siente extremadamente liberal dentro de su familia, pero frente a la libertad estadounidense sigue siendo más conservadora y finalmente de Carla y los zapatos rojos.
Latinoamérica es increíblemente diferente entre sí. Diferentes costumbres, diferentes héroes, diferentes fechas. Republica Dominicana tiene una historia particularmente complicada. Pero en esencia, todas las familias latinoamericanas del siglo pasado se parecen un poco. Al menos en los libros. Se nota el contraste de la liberación femenina, al menos entre Yolanda y sus hermanas, que son feministas pero no pueden lograr que nadie en la isla se una a su causa, en especial sus tías mayores, porque creen que no es femenino andar rogando por sus derechos (sí, ese es un argumento normal) y sólo se preocupan por buscarles marido. La dualidad entre su identidad ―estadounidenses y dominicanas a la vez― se hace notar sobre todo en Mundín, su primo, que mientras está en Estados Unidos es parte de ellas, un compañero, pero cuando vuelve a Republica Dominicana cada verano se vuelve un macho de nuevo, intentando encajar.
A pesar de que el libro va hacia atrás, narrando desde el presente donde Yolanda vuelve a la isla hacia el pasado, cuando se acustumbraban a vivir en los Estados Unidos o aun estaban en Republica Dominicana, no es difícil de seguir. La narración es muy simple y eso ayuda, además de que a pesar de que ya sabemos cómo termina la historia de las chicas García (sin sus acentos), lo de antes es nuevo y es una narración que se spoilea poco a sí misma. Como cualquier libro latino de un descendiente de latinos o inmigrante, está plagado de expresiones en español en todas partes y de modismos en los dos idiomas que lo hacen sentir más cercano.
De entre los personajes, todos se sienten humanos, con sus contradicciones y esa crisis de identidad que las hace debatirse entre dos países. Como decía la sinopsis atrás de mi ejemplar (escaneado para la OpenLibrary): se rebelan quitándose los chinos, planchándose el pelo, pero vuelven a sus raíces por la fruta, la comida y cada año, volviendo sin sus maridos, al cumpleaños a de su padre, que parece que no le importa tener cuatro hijas mujeres, como insiste en aparentar, pero que sólo accede a reconciliarse con Fifi cuando tiene un hijo varón. Su madre las protege y las defiende de su padre, pero aún así fue criada con otros valores y las aleja de las escuelas públicas para meterlas en internados católicos, donde sabe que sus hijas estarán bien cuidadas.
Respecto a la trama, tengo que decir que no hay un núcleo fuerte en el libro, lamentablemente, a pesar de lo bien unidas que están las escenas. Es un libro sobre todo de identidad, pero no se concentra en eso, sino en problemas varios. A veces no consigue abarcarlos todos, lo cual es una lástima y deja con dudas y ese regusto a que estamos viendo un montón e historias pequeñitas que se escapan y dicen que les toca ser contadas en otra ocasión, así a lo Ende. Es el único punto malo que le puedo ver al libro y pasa con muchos libros de este tipo. Realmente es una lástima porque el libro es precioso.
¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí. Es un libro muy interesante si les gustan estos temas, aunque está algo complicado de conseguir. Ojala, si lo leen, les guste.
Me lo apunto :)
ResponderEliminarNo suelo leer mucha literatura latinoamericana y/o chicana (o española). No sé si es porque estudié Filología Inglesa, siempre termino leyendo libros ingleses o estadounidenses. Sería un buen cambio leer algo diferente y salirme de mi zona de confort XD
Yo intento siempre cambiar de aires, pero los latinoamericanos siempre ganan. En el caso de Julia Alvarez... ella es estadounidense, nació en Nueva York. Pero vivió desde los ocho meses hasta la adolescencia en Republica Dominicana y es hija de Dominicanos, así que escribe igualito que todos los latinos :D
EliminarOjalá te guste.
Nea.
Este libro lo tendré que leer en la carrera como parte del legado en literatura chicana. Es bueno saber que es un buen libro y que encima tiene a protagonistas feministas. Espero que me guste tanto como a ti.
ResponderEliminarSaludos
Saludos
¡Espero que sí! Es muy muy muy bueno :D
EliminarYo soy fan de la literatura chicana, la descubrí hace poco y de verdad... ¡hay unas joyas!
Nea.
Me lo he anotado, aunque cuando veía tus progresos en gr no me llamaba ahora que he leído la reseña me has convencido. <3
ResponderEliminar¡Gracias! Si lo lees, me dices que tal. Tengo ese talento para ser persuasiva. Tsk.
EliminarNea.
Me llamó bastante la atención cuando te vi haciendo avances en Goodreads, básicamente por el título, pero después de leer la reseña no sé si es lo que esperaría del libro. Esta vez no me lo apunto, pero intentaré recordar la recomendación.
ResponderEliminarUn abrazo ^^
Ah, no hay problema. El título es muy llamativo :D
Eliminar¡Ojalá si lo lees en un futuro lejano te guste! Y si no lo lees, tampoco importa. :D
Nea.