Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 20 de mayo de 2019

Doom Patrol, Gerard Way & Nick Derington | Reseña

Volvimos a los cómics, básicamente porque eso es de lo que más leo últimamente. Y PORQUE ME GUSTA HABLAR DE CÓMICS (además de nunca ver las películas que hacen sobre ellos, eso también). La víctima de hoy es Doom Patrol (específicamente creo que el volumen 6) o, bueno, para que nos entendamos, el último lanzamiento que tuvo en el imprint de Young Animal. Los leí porque son de Gerard Way (sí, no soy muy original, la verdad) y porque andaba buscando algo de DC que me gustara. Creo que resultó bastante bueno que nunca haya leído los de Grant Morrison (no tengo con que comparar) y estos me gustaron bastante por una razón en especial de la que voy a hablar más abajo... pero bueno, vamos por partes.  


La Patrulla Condenada es un grupo de superhéroes según Wikipedia, "marginados con unos poderes que jamás pidieron". Entre sus personajes se encuentr Robotman, que es básicamente un cuerpo robótico dentro de un cuerpo metálico; Negative Man, un piloto afectado por la radiación; Flex Mentallo, un superhéroe con muuuuucho músculo; Crazy Jane, que convive con 63 personalidades, cada una de las cuales tiene un poder diferente, etcétera, etcétera, etcétera. Nada más para ponerlos en contexto. Ahora sí, vamos a hablar particularmente de estos dos tomos de Doom Patrol.

Vol. 1: Brick by Brick


Sinopsis: The spirit of Grant Morrison's groundbreaking Doom Patrol is captured in this debut series starring the cult-favorite misfits as a part of Gerard Way's new Young Animal imprint.
Flex Mentallo, Robotman, Rebis, Crazy Jane, and more are back to twist minds and take control. This new take on a classic embraces and reimagines the Morrison run's signature surrealism and irreverence. Incorporating bold, experimental art and a brash tone to match a new generation of readers, Gerard Way's Doom Patrol establishes radical new beginnings, breaks new ground, and honors the warped team dynamic of the world's strangest heroes.
This abstract and unexpected ensemble series nods at the Doom Patrol's roots by continuing to break the barriers of the traditional superhero genre.

Cuando empecé a leer cómics de manera usual, me frustraba demasiado no saber por dónde empezar series. O empezar algún reboot o relaunch y darme cuenta de que de todos modos no entendía nada (The Mighty Thor, aka cuando Jane Foster fue Thor, te estoy viendo). También me frustraba tener que abusar de la Wikia para enterarme de todo (a ver, que podía buscar algún personaje, pero no podía pasarme la vida buscando para entender unas cuantas referencias), pero bueno, se hacía lo que se podía y con el tiempo me acostumbre. Con Doom Patrol me gusta esta introducción porque no importa si conoces desde hace años a los personajes o no los conoces (léase, yo, que vivía dentro de un bunker y nunca había leído ningún run de ellos), porque las seis grapas se dedican a ir re introduciéndolos poco a poco. Además, se introducen nuevos personajes y se va marcando la pauta de la dinámica que van a tener.

Una de las cosas que más aprecio de este cómic es que no se toma tan en serio a sí mismo. O sea, entiende que para que una historia puede ser compleja a la vez que divertida, imaginativa, llena de detalles absurdos y no lo que tradicionalmente se toma cómo serio (de lo que hablé cuando hablé de Watchmen: historias oscuras, muy violentas, con la idea de que son muy adultas, etcétera). Me encanta, por ejemplo, cuando Casey descubre efectivamente quién es y de dónde viene porque Danny, La Calle (Danny, The Street) se lo muestra: es un personaje de un cómic creado por Danny, La Calle. Me gusta justamente ese detalle porque me da guiños a lo que es la metaficción. Es un cómic hablando de un cómic de superhéroes que se creó para entretener a la gente en Danny, La Calle. Casey no deja de ser real por ser un personaje (finalmente, ahora es de carne y hueso y siente y es humana), pero aún así no deja de representar lo mismo que representaba cuando estaba dentro de las páginas de un cómic. ¡ME ENCANTA TODO ESO! Pero bueno, sólo estoy hablando de Casey Brinke. Hay que hablar del resto.


Me encantan los personajes y el hecho de que Gerard Way se de el tiempo de irlos introduciendo, de que cada uno tenga su momento, de que los vayas conociendo y familiarizándote con ellos o que, simplemente, los vayas reencontrando poco a poco. Acabé el cómic apreciándolos mucho a todos, especiamente a Cliff Steele, el hombre robot y a Crazy Jane y a todas y cada una de sus personalidades (sí, incluso a las personalidades que son villanas). Por lo demás, creo que sí me hizo falta que hubiera una trama más formada que no fuera sólo "volver a reunir a la Doom Patrol", pero no me quejo mucho de ello. Siento que narrativamente hay mucho potencial aunque de repente la historia va muy a trompicones entre grapa y grapa. Ojalá eso mejoré más adelante.


El arte de Nick Derrington es muy bueno, me gusta mucho el diseño sencillo de los personajes (¿ya dije que adoro a Casey?), las escenas vistosas; de hecho, Tamra Bonvillain, que fue la colorista, hizo un excelente trabajo (according to my inexpert ass). Siento que lo visual se complementa perfectamente con el texto, cosa que luego no me pasa (cuando siento que el arte no queda con la historia, cuando no me gusta, cuando directamente prefiero el arte a la historia, etcétera) y le ayuda a la trama (que quizá peca de demasiado sencilla cuando la vez como un todo, pero bueno, ese detalle en sí sólo es apreciación). Este volumen deja unas cuantas incógnitas para el segundo, así que, ¿vas a ese?

Vol. 2: Nada 


Sinopsis: Flex Mentallo, Robotman, Rebis, Crazy Jane and more are back to twist minds and take control. The most prevailing question in Vol. 2? What is S**t, and why is everyone eating it? Cliff doesn't like it, but Casey can't get enough. Sure, Cliff doesn't like a lot of stuff, but that doesn't mean he's wrong to be suspicious this time around. Meanwhile, we find out where Lotion the cat got off to, and how his journey has changed him. Life on the streets has made him an entirely different animal!
The spirit of Grant Morrison's groundbreaking DOOM PATROL is captured in this debut series starring the cult-favorite misfits as a part of Gerard Way's new Young Animal imprint. Collects issues #7-12.

10/10, adoro este volumen, es lo mejor del mundo. Ok, quizá no. Pero me gusta mucho por que es muy meta. Nada es una de las historias más raras que he leído en la vida, yo creo que drogarme con ácidos sería menos raro (pero no sé porque no planeo experimentarlo). Bueno, entre otras cosas, Nada juega mucho con la metaficción, la relación entre la ficción y la realidad, asumiento que es una obra de ficción. Hay muchas obras muy famosas que juegan con la metaficción, por ejemplo, La Torre Oscura de Stephen King es una saga que lo hace (donde incluso el mismo escritor se vuelve un personaje) o Mal día en Río Seco de Chris Van Allsburg, que es un libro para niños perfecto para explicar qué es la metaficción (prometo un día contarles más sobre ese libro). La metaficción existe en todas partes, por ejemplo, en el cine, uno de los ejemplos más claros de metaficción es cuando las obras rompen la cuarta pared (por ejemplo, Las locuras del Emperador). ¿Y en los cómics? Igual es algo común. Por ejemplo, Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons tiene una historia dentro de la misma historia (y justo acabo de hablar de él) y en Maus de Art Spiegelman podemos ver el proceso de la creación de la novela gráfica dentro de la misma. Nada es una historia que para hablar de metaficción recupera también la cultura del fanfiction (las historias basadas en otras) y que habla de las posibilidades dentro de lo fantástico (y la ciencia ficción, claro) de volver real las historias que un día fueron sólo ficción (no quiero hacerles un spoiler, pero, por ejemplo, el caso de Casey Brinke del primer tomo es muy obvio).


Bueno, básicamente, esa es la razón por la cual adoro este tomo. No hay más. Pero también tiene otros asuntos positivos. The Brotherhood of NADA me encanta como grupo de villanos, aunque siento que aquí se quedaron cortos un poco, quizá por el espacio, porque este es un tomo que va directo a un evento entre todos los personajes del imprint de Young Animal (Doom Patrol, Shade, Cave Carson y Mother Panic) y la Liga de la Justicia, llamado Milk Wars (y que sólo leí porque el tema principal tenía que ver con una leche que te lavaba el cerebro, era tan surreal que cómo no iba a leer yo esas ideas). En fin, de todos modos, entre los dos, este es mi favorito (aunque hay gente que prefiere el primero, la verdad es que es todo muy subjetivo en la vida). Me gusta el juego entre la realidad y la ficción, sobre todo cuando el villano principal del tomo es un villano que no puede usar su imagen porque no tiene el copyright de ella, por ejemplo. 


Además, este tomo va cerrando varias de las interrogantes que dejó el primero, como quién es la roomie de Casey, qué le ocurrió a su gato, cómo acabó Jane creando un culto, que le pasó a Danny, La Ambulancia mientras era un ladrillo... O sea, me gusta que los cabos sueltos se vayan atando, es una señal de que al menos los escritores saben por donde van. De nuevo, el arte de Nick Derrington me gustó mucho y hay trabajo de algunos otros artistas que también me pareció bastante bueno, igual que el trabajo de Tamra Bonvillain como colorista

Los recomiendo mucho. Los pueden encontrar en getcomics.info si quieren darles una revisada (para descarga o como lectura online). Esto fue todo por esta entrada y nos vemos en la siguiente reseña.

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