Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 6 de abril de 2011

Menú de Libros (III)


De tinta
                                                                   
Primer tiempo
Nefertiti, Jacqueline Dauxois
—Sí. Me descubro ante ti. Te revelo la naturaleza de una ambición que poseo desde la infancia. Pregunta a mi nodriza. Ella te dirá que a los cuatros años quería ser faraón.
—¿Sigues deseándolo?
—Más que nunca.
Él, riendo, la atrajo hacia sí.
—¡El faraón soy yo, paloma!

Segundo tiempo
Las luces de Septiembre, Carlos Ruíz Zafón
Vi muchas cosas que jamás creí que pudieron ocurrir… Hay sombras en el mundo, Ismael. Sombras mucho peores que cualquier cosa contra la que tú y yo luchamos aquella noche en Cravenmoore.

Tercer tiempo
Finis Mundi, Laura Gallego García
«Has visto el futuro, saves de lo que es capaz el hombre. ¿Sigues confiando en la humanidad?»
«Sí, confió en la humanidad», dijo Michel firmemente. «He visto cosas hermosas y cosas horribles. Tengo la esperanza de que, con el tiempo, milenio tras milenio, el hombre será capaz de crear un mundo donde sólo haya belleza»

Postre
Sibila, María García Esperón
—¿Qué quieres?
Mi voz.
Pastosa. Ridícula. Escéptica.
Solitaria hasta la miserable oquedad de los huesos.
Y de pronto, de algún lugar de la cueva, provino una voz que era como el tallo de un jazmín impúdico y tierno, como un agua sorprendida, como un filamento del sueño.
Una voz de mujer dijo claramente, en melodioso italiano:
—Voglio moriré. (Quiero morir)

lunes, 31 de enero de 2011

Menú de libros (II)

De tinta

Primer tiempo
Crónicas Marcianas, Ray Bradbury
Los hombres de la tierra llegaron a marte.
Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, o porque eran felices o desdichados […]. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas […]. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles, o sin sueños.

Segundo tiempo
Alas de fuego, Laura Gallego García
Yo… nunca te lo he dicho, Bran, pero… también te quiero. Quería que lo supieras.
Ya lo sabía susurró Bran. Tu y yo… Somos grandes. Y nada…
… Nada podrá pararnos concluyó ella con un nudo en la garganta.

Tercer tiempo
Dos velas para el diablo, Laura Gallego García
[…] Pero hazme un favor un favor, Cat. Cuando llegué el momento de abandonar este mundo definitivamente…
«¿Sí?»,
Me mira y sonríe.
—… no se te ocurra marcharte sin despedirte.
Le devuelvo la sonrisa. Una sonrisa más cálida de lo que mi voz interior le gustaría, debo reconocer.

Postre
El palacio de la medianoche, Carlos Ruíz Zafón
Ben abrazó a su hermana y la besó en la frente.
¿Volverás a decirme adiós, Ben? preguntó la muchacha con voz temblorosa.
Ben sintió que las lágrimas le inundaban los ojos.
Te quiero, Ben murmuró Sheere.
Te quiero replicó Ben, comprendiendo que nunca había dirigido esas palabras a nadie.

Sí, es otro menú :P después de mucho tiempo... con los mejores fragmentos de estos libros...

martes, 1 de junio de 2010

Menú de libros


De tinta


Primer tiempo
La ladrona de libros, de Markus Zusak
«El pelo de color limón» leyó Rudy. Tocó las palabras con los dedos. ¿Le hablabas de mí?
Liesel no pudo responder enseguida, tal vez fue la súbita sacudida amorosa que sintió por él. ¿O había sido así siempre? […] deseó que la besara, […] no importaba donde. […]
Claro que le hablaba de ti respondió Liesel.
Se estaba despidiendo y ni siquiera lo sabía.

Segundo tiempo
Marina, de Carlos Ruiz Zafón
Quédate aquí, conmigo.
Se sentó frente a un espejo. Con un cepillo intentó en vano poner algo de orden en la maraña de pelo que le caía sobre los hombros. Le faltaba fuerza.
Déjame y le quité el cepillo.
La peiné en silencio, nuestras miradas encontrándose en el espejo. Mientras lo hacía, Marina asió mi mano con fuerza y la apretó contra su mejilla. Sentí sus lágrimas en mi piel y me faltó valor para preguntarle por qué lloraba.

Tercer tiempo
La emperatriz de los etéreos, de Laura Gallego García
Pero… Bipa pudo decir Aer, confuso. ¿Por qué… has hecho todo esto por mí? ¿Por qué… has venido a buscarme?
Ellos lo miró como si fuera realmente corto de entendederas.
Porque te quiero estúpido respondió, sin más.

Postre
La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón
Acuérdate del trato que hicimos. Cuando yo muera, todo lo mío será tuyo…
… menos los sueños.