Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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viernes, 18 de enero de 2019

Reseñas del #GuadalupeReinas2018

Enero es un mes complicado para bloggers. Está lleno de recuentos anuales, mejores lecturas, peores lecturas, propósitos (si ustedes los hacen, porque yo no) y retos literarios a los que anotarse. Si además participaron en el #GuadalupeReinas2018 y quieren compartir las lecturas que realizaron, pues la cosa se pone todavía más complicada. Ya me faltan pocos libros que reseñar de este maratón, pero como no quería saturarlos decidí juntar tres que de todos modos no tendría reseñas tan largas en una sola entrada. Lo único que une a todas estas lecturas es que las leí para el #GuadalupeReinas2018. ¡Bueno! Y una para el #LectorasLentas2019 porque lo leí ya en enero y cumple con la consigna del Test de Bechdel. ¿Les parece si empezamos?

Women, Culture & Politics, Angela Davis


Sinopsis: Through a series of 18 essays based on her lectures and writings, Davis, a Marxist and author of Women, Race, and Class, shows that she has not altered her positions on, or commitment to, issues relating to the poor, the working class, women, or people of color. Her pieces, encompassing such themes as peace, racism, sexism, health care for the black family, and apartheid, explore some of the most pressing issues of the day. And yet, like many who adhere to rigid viewpoints, Davis’s politics often oversimplify the problems and result in questionable conclusions. Although she raises valid points, her work may draw readers into discussions of the larger debate on socialism versus capitalism at the expense of the concerns themselves.

Yo sólo diré que fue mejor Mujeres, raza y clase. Este libro tiene un problema: ser inconexo. Son un montón de discursos y trabajos que Angela Davis dio a lo largo de su trayectoria política y, aunque todos tienen contenidos similares en cuanto a línea política, no tienen una unión tan firme como para meterlos a todos en un libro. De verdad. Aun así, hay varias cosas destacables del libro que me gustaría hacer notar.

1) El ensayo y trabajo que hizo sobre Egipto me pareció bastante interesante. Creo que fue ahí onde más pude ver a la Angela Davis de mujeres, raza y clase. Su análisis hace mucho énfasis en como la clase separa a las mujeres y cómo los intereses de la burguesía no son los intereses del proletariado. Tiene un análisis muy bueno sobre el velo y sus implicaciones, que comparte con Nawal el-Sadaawi, de La cara desnuda de la mujer árabe. Acá les dejo una serie de tuits con los fragmentos del libro que hablan de este asunto: 




2) Habla de la necesidad de no enfocarse sólo en las reformas parciales. Aunque el de este libro no me pareció un análisis tan agudo y bueno como el que hace en Mujeres, raza y clase, si me parece bastante bueno cómo hace mucho énfasis en que las luchas parciales no van a ninguna parte. Habla del apoyo que necesitan las mujeres trabajadoras de distintos países y sus distintas circunstancias. Deja muy claro que la lucha por el aborto no debe ser sólo por el aborto, sino por la educación, el acceso a la salud y el fin de las esterilizaciones forzadas.

3) Tiene un ensayo sobre la violencia sexual que vale bastante la pena. La gran mayoría de los ensayos en el libro son reguleros en cuanto a cohesión con el resto del libro, pero este me gustó mucho porque habla de ir a la raíz de la violencia. Al principio destaca cosas muy obvias, pero todavía muy necesaria y se hace una pregunta muy interesante: ¿por qué los hombres son violentos sexualmente? ¿Biología? ¿Socialización? ¿Les enseñan a ser así? Irnos por la cuestión biológica sería una condena, puesto que es algo que no podemos cambiar, pero cuando hablamos de socialización, estamos ante algo que podemos cambiar, que podemos luchar para que deje de existir porque queremos un mundo mejor donde las mujeres no sean víctimas de violencia sexual.




Bueno, pues concluyendo esto, yo diría que me hubiera gustado ver más unidad en el libro, entre los ensayos. A pesar de que no lo considero un mal libro, me supo a poco. De todos modos, fue una lectura muy interesante, por lo que se las recomendaría si les interesa el trabajo de Angela Davis.

El viento se llevará nuestras palabras, Doris Lessing


Sinopsis: "Uno de cada tres afganos está muerto, en el exilio o vive en un campo de refugiados, y el mundo se mantiene totalmente indiferente. Desde el instante en que uno llega a Peshawar queda envuelto por Afganistán, su enormidad, el horror y la tristeza. Cada afgano que conoces, sea refugiado o muyahid, es una tragedia; cada uno es un ruego: ¡Ayudadnos, ayudadnos!", escribe Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura 2007, en este libro, fruto de su viaje a Peshawar -Pakistán- con intención de comprobar por sí misma la realidad de un pueblo pisoteado durante los años de la invasión rusa, indagar en las condiciones de vida de los refugiados y de los muyahidin, además de verificar el rumor sobre la existencia de mujeres combatientes en el frente de la Resistencia afgana. A través de sus contactos con mulás y muyahidin, de sus conversaciones con médicos, emires, viudas y huérfanos, Doris Lessing nos ofrece un documento tan apasionante como estremecedor

Una sinopsis más corta: este libro es un despropósito, aléjese de él.

Pero bueno, como tengo que fundamentar mi reseña en algo, les voy a comentar varias cosas que me parecieron tremendamente alarmantes de este libro. 

1) Doris Lessing considera que se hubiera podido salvar Afganistán si Estados Unidos hubiera intervenido antes. Creo yo que esa visión es terriblemente estúpida, por no decir pendeja a morir. La intervención de Estados Unidos prácticamente nunca ha salvado a nadie. Por el contrario, ha ayudado a que nazcan dictaduras (¿les suena el plan condor o no?), a que el Medio Oriente esté en la desgracia (digo, ¿Lessing vio Siria?) y a básicamente ir repartiendo imperialismo por ahí. Pero bueno, para Lessing, Estados Unidos debía salvar a Afganistán de los terribles rojos de la unión soviética.

2) A Lessing le encanta odiar a los comunistas rusos y pintarlos como el demonio, pero no justificar todo lo que dice. Me parece perfecto que odie a los comunistas. Yo odio muchas cosas sin justificación. Nada más que no digo que son las reencarnaciones de Satanás (o similares) e intento hacer que el resto de la gente comparta mi punto de vista sin antes presentar buenos argumentos. Lessing es terrible para esto: usa datos de cosas que están más que comprobadas que fueron propaganda anticomunista. Y vamos, de todo lo criticable que existe de la Unión Soviética (tiene cola que le pisen) elige justo las fantasías. 

3) En general, todo el libro es un pésimo trabajo periodístico. Svetlana Alexiévich hizo un mejor trabajo investigando la guerra ruso-afgana en Los muchachos de zinc que Doris Lessing en todo este libro. Y Los muchachos de zinc no es el mejor libro del mundo para conocer la guerra ruso-afgana (es poco amigable con el lector que no sabe de historia y presenta poco contexto a la hora de presentar una historia colectiva), pero sí es un mucho mejor ejemplo que este. Lessing no tiene demasiadas fuentes confiables y la mitad de las cosas se las pudo haber inventado por hacer la propaganda... o no. Sus entrevistas pueden haber sido reales, pero le falta verificar los datos duros (todos ellos). ¿Se los inventaron? ¿Eran una estimación? ¿Se acercaban a lo real? ¿Alguien sabía que estaba pasando?

No se los recomiendo en lo más mínimo. Pero ni con un palo en llamas. Para leer malos trabajos de periodismo leo la TV Notas, amigos.

We Are Okay, Nina Lacour 


Sinopsis: Marin hasn’t spoken to anyone from her old life since the day she left everything behind. No one knows the truth about those final weeks. Not even her best friend, Mabel. But even thousands of miles away from the California coast, at college in New York, Marin still feels the pull of the life and tragedy she’s tried to outrun. Now, months later, alone in an emptied dorm for winter break, Marin waits. Mabel is coming to visit, and Marin will be forced to face everything that’s been left unsaid and finally confront the loneliness that has made a home in her heart.

No es que me acabe de dar cuenta de que ninguno de estos libros tienen muchas cosas en común, pero bueno. Este es el último de este popurrí de lecturas del #GuadalupeReinas2018. We Are Okay es un libro sobre el duelo y sobre la amistad. Además, es un libro que habla de una relación lésbica. Marin y Mabel no se han visto o han hablado en meses después de que Marin cortara lazos con todo el mundo en su antigua vida y ahora que Mabel va a visitarla a Nueva York a la universidad, Marin tiene que enfrentarse de nuevo al pasado. Es una historia preciosa.

We Are Okay se toma su tiempo para crear una historia, para fundamentarla, para sustentarla. Es un libro que construye demasiado bien sus cimientos. Siento que quizá el único problema con ello es que me hubiera gustado que hubiera tenido más oportunidad para, narrativamente, usar todo ese fundamento, ese cimiento. Parece que algo le falta para que el libro siga la estructura introducción-desarrollo-conclusión. We Are Okay parece quedarse a la mitad de algo, quedarse en el medio de algo que está a punto de ocurrir. No es que el final sea abierto, es que no hay uno realmente. Fuera de eso, no tengo quejas (aunque la que tengo sí es bastante grande). 


Esta fue mi primera lectura para el #LectorasLentas2019 porque es un libro que cumple con el test de Bechdel (que ya conocemos todos: un libro donde haya al menos dos mujeres que tengan nombre que platiquen de algo que no sean hombres). Mabel y Marin hablan mucho del abuelo de Marin, pero también hablan de muchas otras cosas. De los primeros días en Nueva York de Marin, de sus compañera de cuarto, de los cursos que toma, la tienda donde compró los bowls donde toma cereal. Y es precisamente por eso que lo cumple. 

Bueno, sí es un libro que recomiendo, es algo refrescante en el panorama LGBT (ya una vez dije que no necesito mil historias de coming-out, sino quiero ver a adolescentes LGBT viviendo sus vidas en los libros, quiero que sus historias no estén siempre ligadas a la discriminación, quiero que la literatura sea capaz de imaginarse ese mundo mejor), es una historia tierna y maneja el duelo de manera muy interesante. Se los recomiendo si alguno de esos temas les llama la atención. 

viernes, 7 de diciembre de 2018

Maratón #GuadalupeReinas2018: lista de lectura.


Ya les hablé en la entrada pasada del Maratón #GuadalupeReinas2018 de Libros b4 Tipos (twitter, facebook e instagram): se trata de leer diez libros escritos por mujeres durante el Guadalupe-Reyes, del 12 de diciembre el 6 de enero. Si por alguna razón viven en marte y no se han enterado todavía de la noticia que vino a romper la internet, aquí les dejo toda la información en un video que grabamos las guapas integrantes del colectivo:


En esta entrada les voy a chismear que estaré leyendo durante este maratón. Compartiré las lecturas en mi twitter y en mi instagram, probablemente, además de las obligatorias reseñas que intentaré hacer en mi blog (aunque me cueste trabajo y acaben saliendo hasta febrero por lo apretado del calendario que traigo acá). Les vuelvo a recordar las consignas que tenemos este año: 


1. Libro de tu país de origen: voy a leer Aquí no es Miami de Fernanda Melchor. Me lo regaló un amigo por ahí en julio, fui a la presentación, Fernanda me lo firmó y todavía no lo he leído (aunque sí leí Temporada de huracanes, que no tengo, pero ajá).

2. Libro de un país que quieras visitar: obviamente quiero visitar la India, soy una obsesionada con la India, así que elegí un libro que se llama El vagón de las mujeres de Anita Nair.

3. Obra de teatro: me lancé a la brava y agarré lo primero que encontré en bookmate que me llamó la atención (la verdad me lo pasó Ati): Me casé por alegría de Natalia Ginzburg. Creo que es un buen momento para leer a las italianas, a las que les debo tanto.


4. Teoría feminista: aquí, como el año pasado leí Mujeres, raza y clase de Angela Davis, este año quiero leer Women, Culture & Politics de ella misma. Tenía muchas opciones pero esa ganó.

5. Memoria o autobiografía: hace muchos años leí la primera parte de las memorias de Esmeralda Santiago, When I Was Puerto Rican, así que este año he decidido que leeré Almost a Woman, de ella misma, que es la continuación directa.

6. Obra de alguna de las 14 ganadoras del Nobel: no quería escoger a ninguna que ya hubiera leído con anterioridad, así que con unas pocas reservas es que escogí a Doris Lessing con el libro El viento se llevará nuestras palabras.


7. Libro favorito de una mujer que admires: admiro mucho a muchas mujeres. Mi mamá no me supo decir un título. A Kollontai no la puedo sacar de la tumba. Así que elegí un favorito de Gioconda Belli: Leopardo al sol de Laura Restrepo.

8. Libro de una escritora racializada: Kabu-Kabu de Nnedi Okorafor. Quiero conocer todos sus libros, así que por muchos lados he de empezar. Esta es una colección de cuentos, así que mucho amor para las cuentistas.

9. Libro con representación LGBT: elegí un libro por su portada que he visto en Bookmate y que se llama We Are Okay de Nina LaCour. Ya les contaré como me salió la elección.

10. Un libro de las lecturas conjuntas del colectivo: me faltan varios de los años pasados, pero este año el único que me faltó fue Volver a casa de Yaa Gyasi, así que escogí ese.


miércoles, 28 de febrero de 2018

#TravesíaFeminista: recomendaciones de autoras de Norteamérica (segunda parte)

Bueno, como descubrí que había leído un montón de autoras de norteamérica en mi vida que quería recomendar, este mes decidí dividir la entrada en dos partes. No les quiero ni contar lo que va a pasar cuando pasemos por sudamérica o por centroamérica, pero bueno, esta es la segunda parte de las recomendaciones que hago yo para la #TravesíaFeminista que organizamos en Libros b4 Tipos. Este mes estamos leyendo El cuento de la criada de Margaret Atwood, un libro que ya no necesita ni presentación porque ahora con la serie volvió a ponerse de moda (sin embargo, les recomiendo revisar también algunos otros libros de la autora).


Pues sin más, vamos a empezar de nuevo con otras recomendaciones, que parece que yo no tengo llenadera en esto de recomendar (ojalá se animen a leer algo de lo que recomiendo y me cuenten qué les pareció). Les recuerdo la primera parte.

Margaret Atwood



Margaret Atwood es una novelista (muy prolífica) canadiende que nació en 1939 en Ottawa. Actualmente reside en Ontario y, además de escritora, es activista por los Derechos Humanos en Amnistía Internacional y otras organizaciones. Se licenció en filología inglesa, con estudios también en francés y en filosofía. Una de sus obras más notables es, precisamente El cuento de la criada, que ha sido recientemente llevada a televisión (y que ha arrasado en los premios). El tema del género y la cuestión de la mujer están siempre presentes en sus escritos, pues ella misma se define como una escritora feminista. 


Angela Y. Davis



¿Qué puedo decir sobre ella, además de que la admiro? Me dejó perpleja cuando leí Mujeres, raza y clase. Pero bueno, les contaré poquito sobre ella. Angela Davis es una filósofa, política marxista, activista afroamericana y profesora del Departamento de Historia de la Conciencia en la Universidad de California en Santa Cruz. Estuvo relacionada con el movimiento Panteras Negras (Black Panthers). Fue expulsada de la Universidad de California cuando descubrieron que estaba afiliada al Partido Comunista de los Estados Unidos. Ha escrito libros que abordan la cuestión de la mujer negra desde el feminismo y el marxismo. (Reseña de Mujeres, raza y clase).


Patricia Highsmith



Esta escritora estadounidense nació en 1921 en Texas y murió en 1995, el año que nací. Fue una de las primeras escritoras abiertamente bisexuales de los Estados Unidos, que además escribió libros con protagonistas LGBT. Es reconocida por sus novelas negras y de crimen, donde aborda diversos conflictos humanos, se centra en torno a la culpa, la mentira, y por haber escrito una de las primeras novelas LGBT con un final feliz. Saltó a la fama cuando Alfred Hitchcock llevó Extraños en un tren, una de sus novelas más reconocidas, al cine.


Nicole Krauss



Nicole Krauss es una escritora estadounidense nacida en 1974. Estudió en Stanford y después pasó a Oxford. Escribe desde los 14 años (y en aquellos años empezó escribiendo poesía más que nada). Su primera novela Llega un hombre y dice, fue nominada al premio Los Angeles Times; pero ella realmente se volvió una escritora superventas al publicar La historia del amor, un libro que dedica a sus abuelos. Para mí, que no leo casi nada de literatura romántica, La historia del amor es un exponente impresionante del género y realmente me sorprendió. (Reseña de La historia del amor). 


Amy Tan



Amy Tan es otra de mis escritoras estadounidenses favoritas, de ascendencia china. En sus libros, Amy Tan siempre recupera esa ascendencia escribiendo de mujeres chinas y de inmigrantes chinas en los Estados Unidos; especialmente, explora relaciones entre madres e hijas en sus libros. Nació en 1952, hija de dos inmigrantes que buscaban una nueva vida; Amy Tan vivió en constante conflicto con su madre, hasta que un viaje a china con ella le dio una nueva perspectiva. Sus libros me apasionan y aunque aún no he leído sus trabajos más famosos (y uno de sus libros no me encantó, El valle del asombro), les recomiendo ampliamente conocer su obra. (Reseña de La esposa del dios del fuego).


Ursula K. LeGuin



SE MURIÓ SIN SU NOBEL, MALDITA SEA. Y se merecía ese Nobel, por más que me lleguen puristas de la literatura a decirme que el Nobel no premia la literatura de género (hola, Doris Lessing tenía literatura de género). Bueno, Úrsula K. LeGuin es una de las escritoras más reconocidas de la ciencia ficción, una de las voces más importantes. Ganó varios premios Nebula y varios Hugo (aunque a simple vista parecía que esos premios eran un club de Toby, pero no). Además de ciencia ficción también escribió fantasía, libros para niños, poesía y ensayos. Tradujo varios libros del chino y el español al inglés. Es reconocida en todo el mundo y recomiendo ampliamente que la lean. (Reseña El día antes de la revolución).


Angie Thomas



Seguro que la conocen por su novela debut The Hate U Give. Yo le estoy dando el beneficio que seguirá por el camino de las buenas novelas, porque ese es el único libro que ha publicado. Estudió en Belhaven University, una universidad más blanca que la premiación de los Óscares cada año y además, cristiana. Por The Hate U Give, que explora los abusos policiales hacia los negros en Estados Unidos, especialmente las muertes que causan, ganó un premio de la organización We Need Diverse Books.


Cristina Henriquez



Cristina Henriquez es una escritora estadounidense con ascendencia panameña (su padre es un inmigrante de Panamá) y es conocida más que nada por su libro The Book of the Unknown Americans, donde explora la migración de la comunidad latinoamericana hacia los Estados Unidos. Publicó por primera vez en el año 2006 un libro de cuentos y no volvió a publicar hasta 2014, que publicó su novela. Ha participado también en antologías de cuentos y ensayos. (Reseña The Book of the Unknown Americans).


Nnedi Okorafor



Hubiera deseado poner a esta escritora nigenriano-americana cuando recomendara autoras de África, pero bueno, nació en los Estados Unidos, que se le va a hacer. De todos modos, esta es la escritora de libros fantásticos juveniles ambientados en África que necesitan. Ella, sí. Sus padres son ambos nigerianos igbo y la autora, a pesar de ser estadounidense, ha visitado Nigeria desde pequeña. Además de escritora, fue una tenista estrella, pero tuvo complicaciones médicas y no pudo continuar su carrera. Ha publicado numerosos libros de fantasía y ciencia ficción, siempre con protagonistas africanos y ha ganado varios premios por sus novelas (Reseña de Akata Witch).


jueves, 28 de diciembre de 2017

Todas las razones por las que deberían leer Mujeres, Raza y Clase | #GuadalupeReinas

Sinopsis: El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos capítulos, Angela Y. Davis ofrece un análisis riguroso y esclarecedor que no sólo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composición de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos políticos actuales.

Bueno, yo sé que a mucha gente no le gusta que le digan que deben leer libros. Muy bien. En realidad no deben leerlo en todos los casos, pero creo que si son feministas o quieren ver el feminismo con una perspectiva de clase, este libro es una lectura prácticamente obligada. Por ahí empiezo mi introducción, el feminismo con perspectiva de clase. El feminismo, en la mayoría de sus corrientes, es un movimiento interclasista, que ignora las diferencias de clase entre las mujeres; aun a pesar de ello, muchas corrientes feministas han hecho grandes aportes a la teoría del movimiento. Por ejemplo, el feminismo radical nombró al patriarcado y le dio el significado con el que lo conocemos ahora. Sin embargo, el feminismo ha sido criticado muchas veces precisamente por ser un movimiento burgués (por ejemplo, durante el sufragismo) e ignorar las diferencias de las clases entre las mujeres. Por ejemplo, Alexandra Kollontai, bolchevique durante la revolución rusa y una mujer comunista, renegaba del feminismo precisamente porque este, en su tiempo, no trataba ni de cerca la cuestión de la mujer obrera. No se queda atrás Domitila Barrios de Chúngara, líder obrera en Bolivia, que durante un Encuentro de Mujeres en México, en el 79, si la memoria no me falla y no me equivoco, realizó más o menos, la misma crítica al feminismo. Espero poder hablarles con más calma de estas dos mujeres, que son admirables, aunque hoy nos vamos a dedicar un poco más a Angela Y. Davis.


Angela Davis es una activista afroamericana, marxista y profesora en la Universidad de California en Santa Cruz en los Estados Unidos. En 1969 la expulsaron de la Universidad de California (no la misma donde imparte clases ahora, pero perteneciente a la misma red), donde impartía clases de filosofía, porque descubrieron su afiliación al Partido Comunista de los Estados Unidos (y en Estados Unidos ya saben que la palabra Comunismos los hace sacar cañones, misiles y bloqueos económicos, cuando menos). Estuvo envuelta con el movimiento Panteras Negras y ha escrito varios libros, algunos de ellos donde habla de la liberación de las mujeres. Uno de esos libros es Mujeres, Raza y Clase, publicado por primera vez en 1981.


Ya sé que todavía no acabo la introducción, perdón. Les quiero poner un poco en contexto de donde sale mi lectura sobre este libro. Primero, es, obviamente, mi interés por la teoría feminista y casi todo libro que trate la cuestión de la mujer y segundo, porque en Libros b4 Tipos (facebooktwitter, instagram goodreads) organizamos el maratón Guadalupe Reinas para leer 10 libros del 12 de diciembre al 6 de enero, todos escritos por mujeres, ya que nos dedicamos a la visibilización del trabajo intelectual femenino en su mayoría. Yo quería leer este libro de Angela Y. Davis desde hace tiempo y decidí que era un momento perfecto para hacerlo. Y vaya que fue buena idea. Ahora sí, aquí van todas mis razones para leer este libro: 

1. Brinda un muy importante contexto histórico


En esta época del tiempo, en el que nos rodea el feminismo pop que viene de los Estados Unidos en su mayoría, creo que es muy importante darle un contexto desde los inicios de la mujer en la política, para entender de donde viene. La mayor parte del feminismo que llega desde allá es feminismo liberal o lo que yo llamo comunmente, Feminismo Emma Watson. Un feminismo que intenta hacer cosas, pero que conoce poco de teoría, que necesita sumergirse un poco más en su propia historia para entender de donde viene, en vez de, precisamente, casarse con el capitalismo (como lo hace la mayoría de las veces) y defender como empoderantes prácticas que tienen una raíz patriarcar sin analizar ni madres de nada. Pero bueno, volvamos a Mujeres, Raza y Clase.

Sojourner Truth 
Habla de la historia de la mujer negra y en general de la comunidad negra desde el esclavismo y sus condiciones de desigualdad. Remarca, precisamente, que en condiciones de trabajo las mujeres negras eran tan explotadas como los hombres, por lo tanto, no existía una supremacía masculina del hombre negro. Sin embargo, en otras cuestiones, las mujeres si que sufrían graves desventajas, como la violencia sexual sistemática a la que eran sometidas. El libro rescata desde allí hasta la lucha por los derechos reproductivos de los sesentas y setentas, hablando de la condición de la mujer, del abolicionismo de la esclavitud y poniendo, siempre, en el frente a las mujeres negras y a las mujeres obreras. 


Por supuesto, también habla del sugragismo, un movimiento que, curiosamente, nació con las mismas mujeres del movimiento abolicionista. Sin embargo, poco después del fin de la Guerra Civil, el movimiento sufragista tomó forma y nació un movimiento racista y clasista porque muchas de las mujeres que fueron reclutadas en esos tiempos eran mujeres de clase media, en el sur y los argumentos usados para convencerlas muchas veces rozaba en... supremacía blanca. Muchas sufragistas blancas aspiraban a encontrar la igualdad con los hombres blancos, más que la liberación de la mujer. También remarca como en medio del sufragismo, se veía al voto como un fin y no un medio para la liberación porque en general las sufragistas blancas de la época no se dieron cuenta que la emancipación política no equivalía a la económica.

En fin, les voy a dejar de contar el libro. Ahí. Pero que sepan que les puede brindar mucho contexto histórico de interés general. 

2. Trata la causa de la mujer obrera y la opresión de clase en primer plano


Al hablar de la esclavitud, habla con gran énfasis de que la mujer negra siempre fue fuerza de trabajo, parte de la producción. Y cuando habla de la abolición de la esclavitud, rescata precisamente que las mujeres negras siguieron siendo, en gran parte, trabajadoras fuera del hogar. La mayoría de ellas en el ámbito doméstico o agricultor y algunas de ellas en la industria. Precisamente por ello destaca como la opresión por su condición de mujeres, por su raza y por su clase influyó de tal manera en toda su historia. Precisamente, cuando habla del sufragismo habla de como el sufragismo era un movimiento donde las mujeres negras eran virtualmente invisibles. Y ese no fue el único error del sufragismo, sino que también alejaba a las mujeres obreras blancas... simplemente al no entender sus demandas. 

Ida B. Wells
Las sufragistas veían, como ya dije, el derecho al voto como un fin. La historia se ha encargado de contradecirlas y hacernos ver que el derecho al voto, si bien contribuye a la liberación de las mujeres, no es el fin de la lucha feminista, por más machos progres que nos lo quieran contar. Las mujeres obreras, en el tiempo de las sufragistas, estaban más preocupadas por sus problemas inmediatos: salarios, condiciones de trabajo, que por el derecho al voto y lo veían como algo abstracto que a saber en qué les iba a ayudar. Históricamente, la mujer obrera y trabajadora no se volcó completamente por el sufragio hasta que fue evidente como la emancipación política le podía ayudar a exigir mejores condiciones de trabajo y resolver, bueno, los problemas más urgentes que tenía. 

Para Angela Davis el primer plano casi siempre son las mujeres con más desventaja. Si bien reconoce los avances de las sufragistas, de las abolicionistas, que eran mujeres relativamente acomodadas, en su mayoría, no quita el dedo del renglón ni evita la crítica cuando tiene que hacerla. Recalca una y mil veces que las mujeres obreras no buscan la igualdad con los hombres que están en las mismas condiciones que ellas (porque eso es seguir teniendo una vida de mierda), sino su liberación y mejores condiciones. Todo esto me lleva al siguiente punto.

3. La crítica de Angela es bastante valiosa 


Hace ya meses leí La dialéctica del sexo. Este libro, escrito por Shulamith Firestone, una de las figuras principales en el feminismo radical. La dialéctica del sexo, es, además, una de las lecturas principales para adentrarse en el feminismo radical. Sí les recomiendo leerlo, principalmente porque trata al Género como una clase opresora, analiza de maravilla las relaciones románticas, el amor romántico y los trabajos de cuidado femeninos, pero, cuando yo lo leí, también hubo cosas que quise criticar. Luego les hablo de manera más extendida de él, pero ahora lo traigo a la cuestión precisamente porque Angela Davis lo critica en un punto. O, más bien, critica su manera de presentar al racismo como un derivado de la opresión de género, algo que en el libro de Firestone no tiene ni pies ni cabeza (pues ignora, completamente, las diferencias de clase). Así, como esa crítica, hay muchas en el libro. 


Critica al feminismo como un movimiento escencialmente burgués y, en consecuencia, blanco. Remarca por qué muchas mujeres no se sienten identificadas con los movimientos de mujeres en su mayoría, al ser sistemáticamente ignoradas por ellos, al igual que sus necesidades. A pesar de apelar a los movimientos de finales de los setentas y principios de los ochentas, no ha perdido validez aún. La crítica al feminismo siempre debe ser bienvenida... pero ojo, dije crítica, no ataque. Los ataques a nadie les sirven, mientras que las criticas ayudan a avanzar y a evolucionar. 

No tengo mucho más que decir en este punto, y es el final. Todas las razones por las cuales Mujeres, Raza y Clase es un libro interesante y valioso son únicamente tres razones, pero espero que sean tres razones lo suficientemente fuertes como para que el libro les interese. Ahora mismo, no tengo ni la más remota idea de si se edita en español o en qué países se edita. Lamentablemente no creo que sea una edición que llegué a muchos lugares, si es que existe, así que para eso lo tengo disponible, completamente gratis, en inglés. Cuando hablo de libros de formación siempre me interesa que estén disponibles, al menos para todas aquellas personas que tienen internet. Lo pueden encontrar aquí. Creo que ha sido una de mis mejores lecturas para finalizar el año. 

Mujeres, Raza y Clase es un libro que requiere atención y, muchas veces, tiempo. No es un libro fácil, pero es un libro que vale todo el tiempo y el esfuerzo que gastes leyéndolo, eso puedo asegurarlo totalmente.