Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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lunes, 7 de marzo de 2016

Mis 10 personajes femenimos (literarios) favoritos

Ya va a ser el día de "¿Por qué no hay un día del hombre?" (sí lo hay, también busca la equidad de género), o sea, el Día Internacional de la Mujer. Mañana. 8 de marzo. Que, como espero que mucha gente sepa, no es el día de festejar a "lo más bonito que Dios nos dio", o "la creadora de vida" o cualquier otra de esas cosas que sólo resalte los atributos físicos de la mujer o el hecho de que las mujeres son las que se embarazan. El Día Internacional de la mujer nació gracias a un terrible accidente. En marzo de 1908, marzo miles de obreras textiles marcharon en Nueva York al grito de "¡Pan y rosas!" demandando un mejor salario y mejores condiciones. Apenas un año siguiente, 140 obreras murieron calcinadas porque estaban encerradas en la fábrica donde trabajaban en condiciones inhumanas. El día internacional se proclamó en 1910. La ONU empezó a conmemorarlo en los años setentas y tiene como eje principal la igualdad de género.

Hoy no voy a dar lecciones de historia. Eso ya lo haré mañana, que planeo hablar del tema en otro blog. Hoy no. Hoy voy a contarles de personajes femeninos que me parecen admirales. No sólo los denominados "personajes fuertes", no, personajes de todos tipos, reconociendo la diversidad. Porque hay quien cree que los personajes para ser interesantes tienen que ser mujeres empoderadas, feministas, pero no demasiado, independientes en todo sentido... No es así. No somos un sólo modelo de mujer. Así que aquí traigo sólo diez, tan diferentes entre sí que las diez me gustaron. El top ten no está ordenado, en realidad, no me gusta más la última ni menos la primera o... bueno, ni siquiera son diez, estoy haciendo trampa.

1. Hermione Granger, Harry Potter


Me voy a la cama antes de que cualquiera de ustedes piense en otra idea de que nos maten, o peor; que nos expulsen.
Yo soy un poco Hermione. Solía tener las prioridades así de volteadas. Soy tan ñoña como ella, tengo ese pelo de estropajo chino y me encanta leer. Cuando era niña adoraba que en un libro saliera alguien con un cabello tan caótico como el mío y que fuera tan ñoña. Me hacía sentir que un día podría vivir grandes aventuras. No sé si las estoy viviendo, pero sí que amo lo que he hecho con mi vida y como he logrado que, escribiendo, mucha gente me escuche. ¿Cómo Hermione no me iba a gustar?

2.. Violetta R. Schmidt, Diablo Guardián



La locura es aquella enfermedad que sólo nos amenaza cuando ya sus uñas se han alojado en las entrañas, de modo que pelear contra ella es también despedazarnos el vientre, oprimirnos los pulmones, perder el miedo a la muerte como se pierden la inocencia y el amor
Nunca me voy a cansar de recomendar este libro. Nunca. Jamás. Aunque Violetta sea tan diferente a mí que nadie entiende por qué me gusta ese libro.

3. Nuria Fuentes, El disco del tiempo




Nuria Fuentes soy yo. Nuria Fuentes. 20 años. Estudiante de ingeniería en informática. Lo recuerdo como si fuera ayer, cuando tenía 12 años, Hi5 y curiosidad por todas las novelas del Barco de Vapor que mencionaran la cultura griega. Ya pasaron ocho años y cuando volví a abrir el libro me di cuenta de que me había convertido en alguien muy parecido a Nuria Fuentes. Así que después de tantos años sólo puedo recomendar el libro, decirles que no hay personaje como ella y que ha sido un gusto ser parte del misterio del Disco de Festos.

4. Todas las mujeres del ejército rojo, La guerra no tiene rostro de mujer



Aquí estoy haciendo la primera trampa del top ten. Porque para empezar estas mujeres no son personajes ficticios, son tan reales que algunas todavía viven (pocas). Son tan reales que Svetlana Alexiévich las buscó una a una para preguntarles su historia y dejarla plasmada para la eternidad en un libro.

5. Catherine Earnshaw, Cumbres Borrascosas


Tengo el mismo interés de casarme con Edgar Linton como de ir al cielo, y si mi hermano no hubiera humillado a Heathcliff de esa manera, no hubiera pensado en ello. Sería una humillación para mí casarme con Heathcliff; sin embargo él nunca sabrá cuanto le amo, y no es porque sea guapo, Nelly, sino porque hay más de mí en él que en mi misma. De lo que sea que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son lo mismo, y la de Linton es tan distinta como la luz de la luna del rayo y la helada del fuego.
Aquí no podía faltar mi clásico favorito, obviamente. Ni la mujer más caprichuda sobre la faz de la tierra. Catherine. Lista pero caprichuda, manipuladora como nadie. Uno de los personajes que más me han sorprendido en toda mi vida.

6. Fux, Reckless



Fux es una cambiaformas que prefiere que la piel de zorro le robe los años, al menos al principio. En el primer libro de Cornelia Funke prefiere vivir bajo la piel de zorro a enfrentarse al mundo como la mujer que es. Es un personaje que evoluciona tanto, sufre tanto, vive tanto, que siempre me ha parecido maravilloso.

7. Nuria Momfort, La sombra del viento


Hay peores cárceles que las palabras.
Hay cosas que no voy a olvidar del libro de Carlos Ruíz Zafón. Una de ellas es la cantidad tan brutal de adjetivos que tiene. La segunda es lo absurdo que me parecía el personaje de Clara. Lo tercero es lo mucho que me gustaban Nuria Momfort y Julian Carax.

8. Anaíd y Selene Tsnoulis, La guerra de las brujas



Esta es la segunda trampa que hago en el Top Ten porque estoy poniendo a dos mujeres, madre e hija, que no pueden ser más diferentes y más increíbles. Anaíd es tímida, pero poderosa y decidida; lo que le falta de impulsiva lo tiene Selene, que es espontánea, divertida y sobre todo, diferente.

9. La mujer que escribió la biblia, libro del mismo título



Esta mujer no tiene nombre. Sabemos que es fea, la mujer más fea sobre la faz de la tierra como nunca existió otra igual y que está casada con Salomón. También sabemos que tiene una virtud que no tiene nadie más: sabe leer y escribir. Y, por supuesto, que mientras escribe la biblia se pregunta por qué Dios y no Diosa, porque Dios es viejo y barbón y no joven. Y por supuesto, que en vez de expulsar a Adán y Eva del paraíso los dejó conocer el amor y causó un revuelo en la corte de Salomón. 

10. Clara del Valle, La casa de los espíritus


En casi todas las familias hay algún tonto o un loco, hijita —aseguró Clara [...]—. A veces no se ven porque los esconden, como si fuera una vergüenza. Los encierran en los cuartos más apartados, para que no los vean las visitas. Pero en realidad no hay de qué avergonzarse, ellos también son obra de Dios.

viernes, 10 de abril de 2015

Cumbres Borrascosas, Emily Brontë | Reseña

Sinopsis: La épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del ”decoro” que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela -tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes- y con la conducción autor-lector impuesta por las obras serializadas. Diversas extrañas la calificaron de ”burda, desagradable y alarmante”, pero en ningún momento se dudó de la singularidad de su estructura narrativa y de la fuerza de su lenguaje. Son estos valores los que con posterioridad crearon escuela y convirtieron la novela de Emily Brönte en una de las obras maestras de la literatura universal.

Antes de empezar la reseña, quiero dejar algo claro: esto no es una historia de amor bonita. Si eso es lo que esperan, den media vuelta.

Ahora, sí, hará más o menos cinco años, cuando yo iba por el tercer libro de Crepúsculo y mi desencanto estaba creciendo a pasos agigantados con esa saga (el primero me había gustado sin pretensiones, pero debo decir que tenía trece años y había leído pocas cosas buenas), me sorprendió que Edward se comparara con Heathcliff en cierto pasaje de Eclipse y el libro cayó en mis manos una semana después. Cuando lo acabé de leer me pregunté si Edward —y por extensión, Meyer—, había leído el mismo libro que yo. Cumbres Borrascosas, es, ante todo, una historia pasional entre dos generaciones en la que casi ninguno de los personajes sale bien librado.


Catherine y Heathcliff se presentan como los dos protagonistas de la serie, envueltos en una turbulenta historia en la que ella lo considera indigno de casarse con ella, pero aún así declara que su alma y la suya son iguales, enreda a todos en su caprichos, que lleva al límite y se convierte en la niña mimada. Heathcliff, con quien el ingenuo de Edward Cullen se comparaba, no es mucho mejor. A muchas chicas, por lo que he visto, les suele gustar. Muy bien, si su ideal de hombre en la vida es Heathcliff les sugiero que se miren el amor propio, porque estamos ante un hombre caprichoso, vengativo, profundamente rencoroso y bastante violento en ocasiones. La única persona a la que no le hace daño es a Catherine, pero pasa encima de todos los demás. Es uno de los personajes despreciables mejor construidos que he visto nunca.

La historia, por supuesto, al ser contado desde un punto de vista parcial intenta endulzarnos a Catherine y a Heathcliff, cuando este es del agrado de Nelly. En primera persona, toda la narración se vuelve subjetiva, de manos de un narrador no demasiado confiable, porque a Nelly la mueven sus afectos y sus amores. Disculpa los errores de aquellos que le caen bien y condena aún más los de aquellos que no se ganaron su afecto. Como muestra de la personalidad del personaje, es excelente, pero como lector uno debe de aprender a no confiar tan rápido en sus juicios: hay que aprender a cuestionarla una y otra vez, a intentar ver todo desde otro punto de vista. Darnos cuenta de que estamos ante una de las múltiples versiones de la historia y que, precisamente, eso es lo que en cierto modo, vuelve mágico el libro.


Creo que ya hable suficiente de los personajes y de la narración, así que no quiero aburrirlos. Tengo que decirles que es una historia que vale muchísimo la pena si se le aprecia por lo que es. Es una historia pasional, con personajes fuertes, sí, perfectamente formados, pero también con errores, con defectos tan profundos como ellos. No se parece nada a lo que escribe la hermana de Emily, Charlotte, que siempre se queda en lo políticamente correcto, que intenta mostrar personajes que sean un ejemplo. Quiero recomendar el libro, nunca dejaría de hacerlo. Siempre me sorprendió la manera en que hablaban del amor los personajes, incluso Hareton, que, desde el punto de vista ha sido maltratado por Heathcliff declara que le quiere porque, bien que mal, Heathcliff le ha criado. Los personajes son racionales, simplemente tienen emociones y todo el libro se dejan lleva por ellas.

miércoles, 4 de enero de 2012

Menú de libros (IX)




Primer tiempo
El Castillo Ambulante de Diana Wyne Jones
—Espera un momento —dijo Sophie—. Si vas al funeral como un setter, ¿para qué te has molestado en vestirte todo de negro?
Howl levantó la barbilla y puso una expresión noble.
—Por respeto a la señora Pentstemmon —dijo, abriendo la puerta—. Le gustaba que pensáramos en cada detalle.

Segundo tiempo
El Coleccionista de Relojes Extraordinarios de Laura Gallego
—Estrella número 87.432.004.556.342 —dijo—. Nombre… —chupó el extremo de la pluma, pensativo; después, su mirada se detuvo en Jonathan que retrocedió un paso, instintivamente—. Sí, ¿por qué no? Jonathan —murmuró y escribió el nombre de Jonathan en su libro—. Aunque, espera… si no me equivoco, así se llamaba también la número 49.876.326.899. Hum, que dilema… Aunque tal vez, cambiando una letra… —volvió a escribir en su libro—. Eso es: Estrella número 87.432.004.556.342, nombre… Jenathan. Llega un momento en el que se acaban los nombres y una estrella es algo demasiado hermoso como para ser bautizado con un frío número, ¿no crees?

Tercer tiempo
El Mago de Michael Scott
—No —reconoció finalmente Scatty—. Jamás he mantenido una relación una relación íntima o especial con alguien —continúo con una tímida sonrisa—. Los Inmemoriales me temen y evitan. E intento no encariñarme con los humanos. Es muy duro ver cómo envejecen y mueren. Esa es la desgracia de la inmortalidad, ver cómo cambia el mundo, cómo odo lo que conoces se marchita y se pudre. Sophie, recuerda esto si alguna vez alguien te ofrece a inmortalidad. —Scathach pronunció esta palabra como si fuera una madición.

Postre
Cumbres Borrascosas de Emily Brontë
—[…] Tanto interés tengo en casarme con Edgar Linton como en estar en el cielo, y si el malvado de mi hermano no hubiera condenado a tantas bajeza a Heathcliff, nunca se me hubiera ocurrido. Ahora me envilecería casarme con Heathcliff, de modo que no sabrá cuánto le amo  y eso no por ser guapo, Nelly, sino porque es como una parte de mí misma. No sé de qué están hechas las almas; pero la suya y la mía son iguales y la de Linton tan distinta como un rayo de luna de un relámpago o como el hielo del fuego.