Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 28 de noviembre de 2019

10 cosas que aprendí en 10 años en blogger

El blog cumplió 10 años el 16 de octubre. Ya que me quito eso de encima, vengo a contarles de algunas cosas que aprendí (y otras cosas). Cuando yo abrí este blog tenía trece años, estaba en secundaria y, ante todo, estaba muy aburrida. A los trece años podía sobrevivir con cantidades ridículas de sueño, leía todo lo que podía (incluso cuando eso significaba leer libros descargados en la pantalla de la computadora) y escribía fanfics. Las malas lenguas dicen que también tenía otros hobbies pero esos eran los mayores. También tenía dos problemas básicos: no conocía a nadie en persona a quien le gustara Harry Potter (sólo había unos cuantos nicks detrás de la pantalla con los que comentaba fics y había un grupo de messenger de Potterfics) y mis compañeros de la secundaria me pagaban para que les hiciera sus reportes de lectura (lo cual significaba que yo siempre tenía dinero, pero que nadie más leía). Leer era muy solitario.


Así que podría decir que cree el blog porque quería hablar de lo que leía, pero creo que más bien quería gritarle a las nubes. O algo. En el camino salió lo de hablar de los libros que leía porque me frustraba no poder hablar de ellos con nadie más. Así que aquí les van, las 10 cosas que aprendí en blogger en diez años.

1. Leer en solitario está bien, pero no es para mí. Necesito contarle a alguien de lo que estoy leyendo, aunque sea a la pared. Además, me gusta compartir lecturas, discutir libros, recomendar coas y que me cuenten qué les parecieron, que me recomienden cosas y luego decirle yo a la gente qué me parecieron. En parte por eso soy adicta a los clubs de lectura, en parte por eso una de las mayores cosas de este blog son las reseñas. Hoy me da gusto tener compañeras y compañeros con los que leer. No por nada existe Libros b4 Tipos una colectiva de mujeres que es también un club de lectura donde leemos a mujeres únicamente y no por nada existe Volver a Hogwarts, un círculo de lectura donde leemos literatura fantástica.

2. Internet es maravilloso y horrible. Vale, esto no lo aprendí exactamente gracias a blogger, pero un poco sí. Aprendí que es maravilloso porque conocí a mis mejores amigas gracias a este blog o gracias a cosas que nacieron porque yo tenía un blog. Aprendí que es horrible porque es desgastante, porque es un bombardeo de información constante y un lugar donde un montón de gente cree conocerte y donde un montón de gente se escuda en el anónimo para insultar. Pero en general, es precioso. Es el lugar que me ha permitido escribir, leer, hacerlo todo acompañada y, sobre todo, gritarle a la nube. Gritarle a las nubes es una de mis actividades favoritas.

3. Tener un blog me obligó a volverme una lectora crítica de lo que estaba leyendo. Ya sé que lo repito casi todas las reseñas, pero creo que es muy importante ser críticos de las temáticas, los contenidos, la manera en la que se mueve el mercado editorial. El sistema mesa de novedades es muy desgraciado, muy capitalista y alienta más al consumismo que a disfrutar la lectura. Analizar mucho lo que leo me ayuda a decidir qué me gusta, qué quiero seguir leyendo, qué no y me ayuda también a hablar de muchas cosas en el blog.

4. Aprendí a que me valiera madres todo un poco. Tan preocupada como soy, el blog me enseñó a que todo me diera igual. Lo menos fue no tener los gustos de moda, lo más aceptar que iba a publicar lo que me diera mi gana y que todo eso se iba a aplicar a mi vida y a mis hobbies.

5. También ahora sé que puedo ser mediadora de lectura. Tener el blog me dio la oportunidad de trabajar con niños en Ferias de Libro y directamente en escuelas como promotora/mediadora/esas cosas y me enseñó muchísimas cosas sobre los niños, los libros y la lectura. Ahora también he aprovechado para dar talleres (en compañía, porque Volver a Hogwarts es una cosa maravillosa) y en general trabajar con libros fuera de la pantalla. Mejor oportunidad de mi vida. Se los juro. Compartir la lectura a través de muchas otras actividades es algo precioso.

6. LO MUCHO QUE ME GUSTA GRITARLE A LAS NUBES. Creo que ya lo mencioné allá arriba, pero es algo que disfruto mucho. Siempre hay que tener un lugar o una manera de gritarle a la nube. Hay días (y reseñas) en las que definitivamente soy el meme del old man yells to cloud.


7. ¡APRENDÍ A ESCOGER MIS LECTURAS! Si es cierto que leo de todo y no tengo un filtro muy claro de qué temáticas manejo. Una vez una amiga (Abril) dijo que yo leía de todo y que era como un todoterreno. Definitivamente hay cosas que no leo, pero en general aquí sí se habla de todo tipo de libros y temáticas. Un día podemos estar hablando de fantasía y al siguiente de cuentos, otro día podemos hablar de ciencia ficción y al siguiente podemos estar hablando de teoría marxista o feminista o ensayos o... se entiende, ¿no? Sin embargo, entre todo ese caos, aprendí a valorar el tiempo que paso leyendo y a escoger como quiero pasarlo (sean libros buenos o malos). De repente es muy tentador dejarme llevar por el hype aún sabiendo que me voy a aburrir (cada vez lo hago menos, si caigo en él es porque sé que me voy a entretener con la lectura); pero no, aquí la regla es leer lo que uno realmente quiera leer.

8. Aprendí a disfrutar de las cosas que me gustan. Fui una adolescente muy edgy y un poco hater. Lo primero ahora me da risa, lo segundo, realmente, me importa poco: aún hoy destrozo libros que tienen el dudoso placer de caer en mis manos y resultan ser pésimos cuando creo que van a estar buenos. Pero la verdad es que pasé parte de mi adolescencia con pena de decir que me gustaba Harry Potter en algunos círculos (y otras cosas) y creyendo toda esa bullshit de que los nerds no eran populares (luego llegué a la prepa and that's another story). Ahora que soy adulta disfruto muchísimo todo lo que hago: blog, nerdeces, escritura, fanfics. De verdad, dejar de ser an edgy shit me ayudó mucho a aceptar que no había guilty pleasures. Y, por supuesto, a gritárselas en mi blog.

9. Que a mí me van a sacar de los blogósfera con los pies por delante. Es que no hay manera. Aquí hay más de seiscientas entradas y planes para muchísimas más. No hay semana o mes que no oiga que los blogs están muriendo, pero realmente es algo que no me importa. Este se va a mantener todo el tiempo que sea posible porque hablar de libros, escribir de libros y recomendar libros son unas de mis cosas favoritas en la vida. Quiero, como ya dije en el primer punto, que la lectura no sea algo solitario.

10. Finalmente, aprendí que amo lo que hago aquí.


Bueno, gracias por estos diez años. También quiero hablarles de otra cosa. El blog tiene un ko-fi que en este momento está recolectando dinero para el dominio (el pago es anual). Si les gusta lo que hago y está en sus posibilidades, los invito a regalarme un café (son $3 dólares) para que sigamos aquí reseñando libros. También, si les gusta lo que escribo, pueden suscribirse a mi patreon (lo pueden hacer desde $1 dólar), en diciembre voy a empezar a subir una novela de ciencia ficción que escribí en tres entregas. Esas son las maneras que pueden apoyarme en este capitalismo tremendo. Y pues nada, espero que nos veamos en diez años más, con otras seiscientas entradas a la espalda y muchísimas más reseñas de las que hablar.

viernes, 15 de marzo de 2019

La entrada número 600 (y los planes del aniversario número 10)

En octubre cumplo 10 años con el blog. ¿Suena a una eternidad? Es una eternidad. Lo abrí porque cuando tenía trece años quería gritarle cosas a la nube (mejor dicho al vacío del internet) y escribió puras pendejadas (en serio, puras pendejadas, no vayan a ver, se van a asustar de ellas) y nunca se imaginó la clase de público que iba a tener, ni que iba a tener público). Durante mucho tiempo, este blog fue mi bote de basura emocional y también el único modo que yo tenía de decirle al mundo qué estaba leyendo. Casi nadie a mi alrededor leía lo que yo (había lectores, simplemente nuestros gustos se cruzaban cada cinco años luz). Compartir la lectura para mí ha sido una parte fundamental de mi vida y aunque me resisto a decir que este es un blog literario (es mi blog personal, en el que hablo de lo que quiero), la literatura y los libros han sido una parte esencial de él.


Finalmente, no había hecho esta entrada porque no sabía cómo hacerla. Las entradas de festejo suelen ser repetitivas, no exactamente lo más divertidas del mundo y siento que se tratan de mí aplaudiéndome a mí misma (no, esperen, no lo siento: se tratan de mí aplaudiéndome a mí misma, lo cual no tiene nada de malo, sólo es un poco aburrido). Pero resulta que este año cumplo 10 años gritándole a la nada en internet y pensé que eso era algo que debía celebrar de alguna manera. Por supuesto la primera parte va a ser darles gusto y leer algunos de los libros que salieron en el Qué leo, qué reseño, para que conozcan mi opinión sobre ellos. 

Pero habrá más cosas. Más gritos a la nube. 10 años se ven como una cifra perfecta para hacer un balance, para ver hacia atrás y reconocer de dónde vengo y cómo llegué aquí. No borro nada de lo que he dejado aquí porque a estas alturas no me apetece esconder nada. Esto soy, esto fui (que no necesariamente son la misma cosa, porque si de algo se ha tratado que escriba en internet es dejar constancia de mi evolución de pensamiento en vivo y a todo color). Al final, sólo quiero darles las gracias por seguir aquí. Por no irse, por seguir leyendo, por seguir comentando y compartiendo lecturas. Por acompañarme en todas y cada una de las aventuras.

Tengo planes, por supuesto. Voy a contarles de algunos de ellos, en realidad más para obligarme a hacerlos, porque ya dije que los tengo:

1. ¿Conocen mi guía para leer a Alexandra Kollontai? Seguro que sí, hablo mucho de ella. Quiero hacer una sobre Clara Zetkin. Iba a hacerla para el 8 de marzo, pero las cosas pasan y las lecturas se retrasan, entonces seguramente la tengan pronto.

2. Viene abril y abril es el día del niño. Llevo años dándole vueltas a algún especial de Isol o de Oliver Jeffers o de Chris Van Allsburg. No sé finalmente qué salga primero y qué salga después (definitivamente no todos durante abril), pero quizá alguno caiga.

3. Un booktag de hechizos en el que me etiquetaron y que no he hecho (y que sólo va en esta lista porque en algún momento he de hacerlo).

4. Tengo varios planes para hablar sobre cine en India. Es una cultura que me interesa dar a conocer y hablar sobre la India me apasiona (nótese en mi entrada más reciente sobre el país, dónde critico Period End of Sentence). Siento que es como gritarle a la nube, pero eso no me impide hacerlo.

Y pues esto es todo. Este es un respiro entre las reseñas, los análisis y las recopilaciones de lecturas. Yo ya no puedo decir nada más. Sólo gracias por leer.

jueves, 7 de febrero de 2019

Qué leo, qué reseño | 2019 edition

¡El evento del año que absolutamente nadie pidió! Y que yo hago a la menor provocación. Bueno, lo estoy proponiendo porque ya acabé la edición que hice en 2017 (con la reseña que saldrá el sábado, el primer libro de The Raven Boys)... bueno, sinceramente, me faltaron dos libros (uno de Marie Lu y otro de sabrá dios quien, pero se veía con una portada que prometía material nivel Federico Moccia), pero no planeo tocarlos ni con la punta de un lanzallamas en este momento, entonces, pues vamos otra vez a empezar.


¿Por qué lo estoy haciendo? No sé, me acordé de lo divertido que es (ustedes creen que sufro leyendo lo que me ponen a leer, pero generalmente me divierto mucho y lleno los libros de notas). Además, este año el blog cumple diez añotes y este es el evento para agradecerle a los lectores por seguir aquí: les daré el poder de decidir mis lecturas (algunas, no se crean que no sé a qué me enfrento). Bueno, vamos con las bases:

1. Vale proponer cualquier libro de narrativa de cualquier género. Sólo narrativa.
 
2. No es necesario ser seguidor del blog, ni poner un banner, ni hacer publicidad, ni donar parte de su patrimonio a la dueña de este blog, ni enlazar, ni... Pero si alguien quiere publicitarlo, adelante. Cuanto más seamos, más nos podemos reír. Y más me pueden hacer sufrir a mí.
3. No hay premio; solo la satisfacción de sentirse como un dios con un poder muy pequeñito y leer mis reseñas al finalizar.
  
4. Plazo desde hoy hasta el 28 de febrero 2018 para proponer cosas y votar por ellas. Las reseñas saldrán, idealmente, de a una por mes de aquí al aniversario del blog, que es en octubre. Cada propuesta es un voto.
  
5. Si saben contar meses, saben que sólo leeré (máximo) ocho libros. Podrían ser menos. Los más votados o los que salgan en el sorteo random en caso de que haya empate.
  
6. No valen ni segundas ni terceras ni cuartas partes ni nada que no sea la primera parte de nada (si no he seguido una saga, tengo razones). En caso de sagas entrelazadas entre sí (como la bendita Cassandra Clare), se valen las primeras partes de cada una. Tampoco valen libros que ya he leído, que los pueden consultar en mi perfil de Goodreads (de todos modos, si no quieren consultar propogan lo que quieran y si ya he leído algo, simplemente se descartará).
  
7. Cómo los conozco, hay autores vetados: no voy a leer a E. L. James ni a Blue Jeans ni a Jamie McGuire ni a Blair Holden y mucho menos a Federico Moccia (y ni vale mencionarlo, pero voy a quemar todo libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez). ¿Quieren verme sufrir? Sean originales. ¿No quieren verme sufrir? GRACIAS.

 
8. En caso de que algún libro me sea completamente horrible, me voy a sacar mi derecho a no acabarlo. Eviten libros aburridos. Los libros malos podrán ser malos, mientras no aburran. En mi vida he dejado sin acabar tres o cuatro libros, así que ya saben.
  
9. Si hay empate, random.org decide que voy a leer.
  
10. Las propuestas se dejan en forma de comentario aquí abajo. NO MAILS. Si me mandan mail igual acaba con telarañas antes de que yo lo note. En caso de tener algún problema, contáctenme por Twitter (basta una simple mención).
  
11. No vale el contra voto.
  
12. Se fomentará la discusión entres los participantes. Aún no se como, pero se fomentará la discusión. Al menos, se fomentará que vean mi sufrimiento live en Twitter.
  
13. No existe el límite de propuestas. Por mí como si quieren proponer cien libros, igual no los voy a leer todos.
  
14. Ya no sé me ocurre nada más.