Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 31 de marzo de 2016

How the García Girls Lost Their Accents, Julia Álvarez | Reseña

Sinopsis: Uprooted from their family home in the Dominican Republic, the four Garcia sisters―Carla, Sandra, Yolanda, and Sofia―arrive in New York City in 1960 to find a life far different from the genteel existence of maids, manicures, and extended family they left behind. What they have lost --and what they find-- is revealed in the fifteen interconnected stories that comprise this exquisite first novel. Just as it is a feature of the immigrant experience to always be looking back, the novel begins with thirty-nine-year-old Yolanda's return to the Island in "Antojos" ("Cravings") and moves magically backward in time to the final days before the exile that is to transform the girls' lives. Along the way we witness their headlong plunge into the American mainstream, but although the girls try to distance themselves from the Island by ironing their hair, forgetting their Spanish, and meeting boys unchaperoned, they remain forever caught between the old world and the new. With bright humor and rare insight, Julia Alvarez vividly evokes the tensions and joys of belonging to two distinct cultures in a novel that is utterly authentic and full of irrepressible spirit.

Cómo las chicas García perdieron sus acentos, traducción literal del título de la novela, empieza con el regreso de Yolanda a su isla natal, Republica Dominicada, a los treinta y nueve, después de cinco años de no pisarla. Sus tías la obligan a hablar en español, aunque parece que se le han ido olvidando las palabras y lo único que quiere es ir al campo a comer guayabas, ella sola, en un carro y sin chaperón, lo que resulta un escándalo entre su familia. De allí, empezamos a ir para atrás. Las chicas García ya no tienen sus acentos, más bien su español se ha vuelto diferente, pero el libro nos va condiciendo hacia atrás, hasta antes de que se fueran a vivir a Estados Unidos, obligadas por una situación política en la que su padre se veía amenazado y vamos desentrañando sus vidas. 

Este libro es la vida de Julia Álvarez ficcionalizada. Ella es Yolanda, Yo, Yolo, Joe en los Estados Unidos. Poeta que ha dejado de escribir para frustración de su madre y se ha convertido en maestra, aunque su madre rogaba porque ella fuera la famosa de la familia y dejara el nombre de los García de la Torre en alto. Durante todo el libro, tenemos historias de las cuatro hermanas: el matrimonio de Sofría, Fifi, que hizo enojar a su padre y con el que apenas se está reconciliando después, de, cómo no, darle a su primer nieto varón; los problemas de Sandi, Sandra, que estuvo internada en un psiquiátrico después de una decepción; de como Yolanda se siente extremadamente liberal dentro de su familia, pero frente a la libertad estadounidense sigue siendo más conservadora y finalmente de Carla y los zapatos rojos. 

Latinoamérica es increíblemente diferente entre sí. Diferentes costumbres, diferentes héroes, diferentes fechas. Republica Dominicana tiene una historia particularmente complicada. Pero en esencia, todas las familias latinoamericanas del siglo pasado se parecen un poco. Al menos en los libros. Se nota el contraste de la liberación femenina, al menos entre Yolanda y sus hermanas, que son feministas pero no pueden lograr que nadie en la isla se una a su causa, en especial sus tías mayores, porque creen que no es femenino andar rogando por sus derechos (sí, ese es un argumento normal) y sólo se preocupan por buscarles marido. La dualidad entre su identidad ―estadounidenses y dominicanas a la vez― se hace notar sobre todo en Mundín, su primo, que mientras está en Estados Unidos es parte de ellas, un compañero, pero cuando vuelve a Republica Dominicana cada verano se vuelve un macho de nuevo, intentando encajar. 

A pesar de que el libro va hacia atrás, narrando desde el presente donde Yolanda vuelve a la isla hacia el pasado, cuando se acustumbraban a vivir en los Estados Unidos o aun estaban en Republica Dominicana, no es difícil de seguir. La narración es muy simple y eso ayuda, además de que a pesar de que ya sabemos cómo termina la historia de las chicas García (sin sus acentos), lo de antes es nuevo y es una narración que se spoilea poco a sí misma. Como cualquier libro latino de un descendiente de latinos o inmigrante, está plagado de expresiones en español en todas partes y de modismos en los dos idiomas que lo hacen sentir más cercano. 


De entre los personajes, todos se sienten humanos, con sus contradicciones y esa crisis de identidad que las hace debatirse entre dos países. Como decía la sinopsis atrás de mi ejemplar (escaneado para la OpenLibrary): se rebelan quitándose los chinos, planchándose el pelo, pero vuelven a sus raíces por la fruta, la comida y cada año, volviendo sin sus maridos, al cumpleaños a de su padre, que parece que no le importa tener cuatro hijas mujeres, como insiste en aparentar, pero que sólo accede a reconciliarse con Fifi cuando tiene un hijo varón. Su madre las protege y las defiende de su padre, pero aún así fue criada con otros valores y las aleja de las escuelas públicas para meterlas en internados católicos, donde sabe que sus hijas estarán bien cuidadas. 

Respecto a la trama, tengo que decir que no hay un núcleo fuerte en el libro, lamentablemente, a pesar de lo bien unidas que están las escenas. Es un libro sobre todo de identidad, pero no se concentra en eso, sino en problemas varios. A veces no consigue abarcarlos todos, lo cual es una lástima y deja con dudas y ese regusto a que estamos viendo un montón e historias pequeñitas que se escapan y dicen que les toca ser contadas en otra ocasión, así a lo Ende. Es el único punto malo que le puedo ver al libro y pasa con muchos libros de este tipo. Realmente es una lástima porque el libro es precioso.

¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí. Es un libro muy interesante si les gustan estos temas, aunque está algo complicado de conseguir. Ojala, si lo leen, les guste

jueves, 17 de marzo de 2016

Borderlands/La Frontera, Gloria E. Anzaldúa | Reseña

Sinopsis: First published in 1987, "Borderlands" has become a classic in Chicano border studies, feminist theory, gay and lesbian studies, and cultural studies. Anzaldua, a Chicana native of Texas, explores in prose and poetry the murky, precarious existence of those living on the frontier between cultures and languages. Writing in a lyrical mixture of Spanish and English that is her unique heritage, she meditates on the condition of Chicanos in Anglo culture, women in Hispanic culture, and lesbians in the straight world. Her essays and poems range over broad territory, moving from the plight of undocumented migrant workers to memories of her grandmother, from Aztec religion to the agony of writing. Anzaldua is a rebellious and willful talent who recognizes that life on the border,"life in the shadows,"is vital territory for both literature and civilization. Venting her anger on all oppressors of people who are culturally or sexually different, the author has produced a powerful document that belongs in all collections with emphasis on Hispanic American or feminist issues.

Desde que leí a Sandra Cisneros (Caramelo y La casa en Mango Street) he estado buscando desesperadamente literatura chicana. No mexicana. No, chicana, escrita en inglés y publicada en inglés por inmigrantes en Estados Unidos. Preferentemente de chicanos, mexicanos, pero cualquier inmigrante está bien o hijos de migrantes, me da exactamente igual. Gloria E. Anzaldúa es Texana de sexta generación, dice el libro; su familia ya estaba allí cuando Texas era aun territorio mexicano, antes de que declarara su independencia en uno de los gobiernos de Santa Ana, antes de que se anexara a Estados Unidos y los blancos arrasaron con las tierras de los mexicanos, relegándolos para siempre. Nació siendo mexicana y americana a la vez, de una cultura que ya no era la mexicana que habían conocido sus antepasados, pero que tampoco es estadounidense. Ella misma lo dice en las primeras páginas del libro:
This land was Mexican once,
was Indian always
and is.
And will be again. [...]
The U.S-Mexican border es una herida abierta where the Third World grates against the first and bleeds. And before a scab forms it hemorrhages again, the lifeblood of two worlds merging to form a third country — a border culture.
Gloria E. Anzaldúa
Borderlands/La frontera es un libro de identidad, la pérdida de ella y su búsqueda. Está dividido en varias partes, pero al menos yo lo dividí en mi cabeza en dos grandes pedazos. La primera mitad, más o menos, son ensayos. Todo el resto son poemas de Gloria E. Anzaldúa. El libro entero está escrito en spanglish y hay muchas cosas que no tienen traducción (aunque pequeños pedazos en los poemas sí que tienen una traducción al final) lo que da una pista al público al que va dirigido: a los mismos chicanos y mexicanos. De todo el libro, prefiero a la Gloria ensayista y, de los poemas, prefiero a la Gloria que los escribe en español. Sin embargo, tengo que decir que a pesar de los altos y bajos del libro, es magnífico. 

¿Por dónde empiezo? Gloria se usa a sí misma (y a sus conocidos) para analizar la cultura de la frontera, la de Texas. De como no son ni mexicanos ni americanos. De como su español tiene acento y su inglés también y toda su vida han escondido uno u otro según con quien hablan o a quien se dirigen. Habla de como sus maestros los castigaban por ser demasiado mexicanos: hablar español. De como su madre sufría cada que hablaba inglés como inmigrante porque decía que nunca encontraría trabajo y de cómo se ha visto discriminada por los mismos mexicanos al usar su acento chicano. 

Coatlicue
Anzaldúa dice cómo los mexicanos son más espirituales que los estadounidenses, cosa en la que sinceramente no estoy tan de acuerdo. Creo que cada quien es diferente y es un mundo y nosotros como cultura no nos escapamos de eso. Pero aprovecha esa espiritualidad para analizar la identidad que llevamos los mexicanos, con la influencia de Coatlicue, la madre tierra de los Aztecas que dio a luz a Huitzilopochtli (el dios de la guerra) después de embarazarse con una pluma, de la Malinche, una de las esclavas que le regalaron los tlaxcaltecas a Hernán Cortés y que fue una pieza importante en la conquista y, finalmente, como mexicanos, de la Virgen de Guadalupe, la otra cara de Tonantzin, un título azteca que significa Nuesstra Madre Verdadera y que se le daba principalmente a Coatlicue y a Cihuacoatl (la Mujer Serpiente). Quizá me sentí identificada porque así atea como soy he oído a la gente renegar de la Malinche toda la vida y he presenciado la veneración que se le tiene a la virgen de Guadalupe.

Es una lástima que siento que Anzaldúa teme dar conclusiones certeras, pero me gusta el análisis que hace. Usa todo para analizar su propia cultura, a la que llama "a border culture" (una cultura de la frontera) y a situarse a sí misma en ella, como mexicana, lesbiana, como chicana, como estadounidense. Lo mismo hace con su lengua y sus raíces. Más arriba ya dije que Gloria menciona en cierta parte del libro que su mamá se horrorizaba al oírla hablar inglés con acento mexicano porque decía que le sería imposible conseguir trabajo. Tiene una cultura que siempre se ve forzada a caminar entre dos idiomas y ninguno es de ellos: el inglés lo hablan con acento, el español también. 
Deslenguadas. Somos las del español deficiente. We are your linguistic nightmare, your linguistic aberration, your linguistic mestisaje, the subject of your burla. Because we speak with tongues of fire we are culturally crucified. Racially, culturally and linguistically somos huérfanos —we speak an orphan tongue
La cultura, la lengua y la identidad son una gran parte de lo que escribe y presenta Anzaldúa en este libro. Es casi todo el libro, aunque también aprovecha para hablar de ella misma y su escritura y de su sorpresa la primera vez que vio a un Chicano publicado y se convenció de que ella también podía lograrlo. Sus poemas siguen la misma línea y ocupan poco más de la mitad del libro. Pero si no les gustara la poesía y aun así les interesara el tema del libro, les aseguro que el libro lo vale todo sólo por sus ensayos y sus análisis. 

Desfile del Cinco de Mayo en Houston, Texas. 2013.
Anzaldúa, sin glorificar su cultura, también hace notar el machismo existente entre los mexicanos y lo que les han enseñado: "calladita te ves más bonita". También, ¡por fin!, hace notar que la palabra machismo viene del inglés, al menos para ellos, y que para sus padres, ser macho no era algo malo: significaba ser fuerte para poder proteger a sus esposas y a sus hijas. La connotación negativa llega después, con el feminismo y los movimientos de liberación. Deja claro que las mujeres ya no quieren ser protegidas, sino andar a la par de los hombres

Libro recomendado, sobre todo para los mexicanos. lo leí en inglés (desconozco su el libro está traducido), pero el libro entero está en spanglish: tiene expresiones mexicanas (norteñas en su mayoría) en todas y cada una de las páginas, recordándonos que, antes que cualquier otra cosa, Gloria es Chicana. Muy recomendado. Aquí abajo dejo la versión de Ensable Youak de La llorona, la canción que da comienzo a la segunda parte del libro.

lunes, 1 de febrero de 2016

Recuento de los daños | Enero 2016

¡Primer mes del año! Primer mes de lecturas. Quiero aclarar, por si acaso, que no tengo un giratiempo, mis días no tienen más de veinticuatro horas y no sé cómo le hago para leer. Me lo preguntan mucho y juro que si tuviera una fórmula mágica ya se las habría dado. Cuando la descubra, lo primero que hago es pasárselas.


Chicana Falsa, Michelle Serros


La primera lectura del año fueron los poemas (y unas cuantas anécdotas sueltas) de Michelle Serros, en los que escribe de sus experiencias como chicana. Es un libro muy cortito que aun no he reseñado precisamente porque se me hace muy poca cosa para reseñarlo solo, estoy esperando juntar algunos otros poemarios para recomendarlos todos juntos. Las historias que cuentan sus poemas son interesantes: vemos desde el racismo a los latinos, las costumbres de las familias mexicanas en Estados Unidos, las raíces que se niegan a perder y las que ya han perdido. También, aunque en menor medida, aparece el machismo latino, ese que caracteriza a la generación de mis papás, tan claro y tan latente. Si los poemas se les hacen difíciles porque no los entienden, este es un libro que sin duda me gustaría recomendarles.

El hilo de oro, Cornelia Funke


El segundo libro del año fue esta preciosidad de Cornelia Funke. Es la tercera parte de su saga Mirrorworld (en español, Reckles) y va tejiendo los hilos hacia una historia cada vez más completa. Sus novelas casi siempre son corales, llenas de protagonistas interesantes y personajes de todo tipo. Agradables, desagradables, odiosos... Como siempre, se asegura de cerrar tramas en este libro, de las que dejó abiertas el pasado, y las que directamente conducían este, y además dejar algunas incógnitas (algunas de las cuales arrastra desde el primer libro) para seguir conduciendo su saga. El desarrollo de los personajes en tres libros es perfecto, me parece a mí, y ha mejorado bastante desde la desgracia que fue el final de Inkworld o, en cristiano, la trilogía de la Tinta. Me gusta que haya mejorado, como ya puse en la reseña y obviamente lo recomiendo.

Bad Feminist, Roxane Gay


Estos ensayos de Roxane Gay llevaban mucho tiempo haciéndome ojitos. No me sirvieron para gran cosa, realmente, aunque si me dieron un par de puñetazos en la cara. Cada que leo un libro como este me doy cuenta de cuan parecido es el sexismo y cuan diferente es a la vez en distintas partes del mundo. El feminismo sigue el mismo camino, siempre adaptándose a las preocupaciones más inmediatas de su entorno. En este caso, de Roxane Gay, me quedo con su ensayo sobre privilegios y como acusar a nadie no sirve de nada, pero que, de todos modos, deberías ser consiente de que tienes algunos privilegios. Me quedo también con todos sus ensayos sobre los medios y la representación racial, de orientación sexual y de género en los medios, fueron bastante interesantes y, por supuesto, con su ensayo que aborda directamente y sin eufemismos lo que llaman rape culture. No recuerdo exactamente que ella haya usado esas palabras, pero sí que habla de lo que se entiende por eso. Interesante y, por supuesto, recomendado. Si no les bastó, escribí una reseña.

Las cartas de Aberlardo y Eloísa, Pedro Abelardo (y Eloísa)


Por que Eloísa no viene listada como autora es todo un misterio. Yo la habría puesto. Pedro Abelardo fue un filósofo muy conocido, allá por el siglo X o el siglo XI, o el XII... miren que busqué la fecha original de publicación del libro y ya la olvidé. Se enamoró de Eloísa, la hija de su protector, que no se lo tomó muy bien y después de algunas bodas, idas, venidas, abortos y peleas, mandó que le cortaran el pito a Pedro Abelardo. Sí, en serio. Entonces se ordeno como monje e hizo que Eloísa hiciera lo propio, parece que por celoso. Allá, muchos años después, empezaron a mandarse cartas cargadas de pasión en las que Eloísa tiraba contra los hombres, la sociedad, la iglesia, el hábito y Pedro Abelardo se escandalizaba y le decía que fuera más comedida... para poco después declararle su amor. Una lectura entretenida y debo decir que, si bien Eloísa me encantó, Pedro Abelardo no me gustó mucho como persona. Aun así, la historia que hicieron los dos en la filosofía debe conocerse. No, no planeo hacer una reseña.

Everyday Sexism, Laura Bates


Otro libro feminista, sí, van a ver muchos por aquí. En este caso, Laura Bates habla del proyecto que inició en internet, Everyday Sexism, y mientras analiza lo parecido en los testimonios y los distintos temas en los que los separa (muy acertadamente, todo hay que decirlo), se da palmaditas en la espalda. Y falla epicamente en darse cuenta de que sus sujetos de prueba, todos los que le han mandado testimonios, a pesar de estar en todo el mundo, son sólo las personas que tienen acceso a internet y a una educación mínima. Un libro interesante más por los testimonios y porque es la prueba viva de que sí, el sexismo existe incluso donde ya no creemos que existe. Hablo un poco más del proyecto en una entrada que hice en la hora del té, si quieren conocerlo, pues el libro no es mal lugar en donde empezar. Recomendado.

Sula, Toni Morrison


Creo que de lo mejor que leí en el mes. No lo mejor, eso me costaría escogerlo entre tantas cosas buenas. Sula habla de dos mujeres negras en medallion, diferentes, que han seguido distintos caminos y esos caminos tendrán sus consecuencias; mientras que la primera elige casarse y quedarse toda su vida en Medallion para convertirse en alguien útil para su sociedad, Sula huye a la universidad, buscando una libertad que quien sabe si encontrará. Es un libro muy pequeño, con una variedad de increíble de personajes y, la verdad, bastante interesante por la forma en la que retrata a la comunidad negra, su manera de vivir, la desconfianza que le tenían a los blancos (y el odio que los blancos que los blancos tenían por ellos). Muy recomendado, aunque la verdad, aun le debo una reseña. Mea culpa, por lo último, pero la tendrán, algún día.

#MásGordoElAmor, Antonio Malpica


Un libro muy entretenido, ambientado en México, que sin duda recomiendo. #MásGordoElAmor es la persecución del primer amor idealizado, prácticamente una masturbación mental que es lo único que le queda a Simón a después de unos cuantos divorcios y varias relaciones fallidas. El único buen recuerdo que tiene es el de Majo García Tuck, la popotitos, su novia de la secundaria y emprende una carrera para encontrarla, contra el tiempo o contra sí mismo. Toño Malpica escribe de una manera muy divertida, con unas vueltas de tuerca interesantes que nos hacen interesarnos por sus personajes, aunque nos parezcan malhablados y de moral un poco torcida. Muy recomendado, sobre todo ahora que se viene el mes cursi: San Valentín. Sinceramente, ya no sé que más decirles sobre él, además de que tiene ilustraciones de BEF cada capítulo y que deberían leer la reseña que le hice si quieren saber un poco más.

Soy vertical, pero preferiría ser horizontal, Sylvia Plath


Al mismo tiempo que leía #MasGordoElAmor y moría de risa con Toño Malpica, Sylvia Plath me regresaba el suelo y me hacía estrellarme. Plath es una de las precursoras de lo que llaman la poesía confesional y leerla es como cortarse las venas, en serio, es una depresión continua. Su primer poema en este libro, el más largo y para mí también el más interesante, aborda la maternidad, sus alegrías y sus tristezas, la idea de que el cuerpo de una mujer no es más que una incubadora, de no sentirse ella misma cuando tiene a alguien dentro de quien hacerse responsable. La mayoría de sus poemas siguen la misma línea, pero ese fue el que, dentro de todo, me impresionó más que el resto. Muy interesante y me lo estoy guardando para hacer una pequeña recopilación de reseñas en poesía.

My Life on the Road, Gloria Steinem


Este libro lo leí porque fue el propuesto de enero en el Club de Lectura de Emma Watson, Our Shared Shelf, ya que pasaba ahí mucho tiempo. Dicen que si no puedes contra ellos, te les unas. Así que entre que escribía opiniones en los tópicos, criticaba las buenas intenciones, la falta de actos, las intervenciones inteligentes que había en todo el club de lectura me decidí a leer las memorias de Steinem de quien no sabía absolutamente nada. Tampoco sé nada de la historia del feminismo en los Estados Unidos, me parece interesante, pero no un conocimiento obligado para mí, latina, en un entorno totalmente diferente. El libro es curioso y si les interesa Steinem, sin duda lo recomiendo, si no, no se están perdiendo de absolutamente nada. Tengo la reseña pendiente, así que ya tendrán noticia de ella cuando me decida a escribirla.

After, Anna Todd


Lo leí por masoquismo puro y duro, ni siquiera me voy a molestar en mentir. Estaba buscando ejemplos de relaciones románticas en literatura juvenil, buenas, malas o, como la de este libro, pésimas en todo sentido. Me parece un libro pésimo y si bien respeto a las personas que les gusta, porque cada quien es un mundo, no puedo tomar en serio sus gustos literarios. Porque entre que Tessa y Hardin son una relación enfermiza pintada como romántica, el machismo se hace presente y el slut shaming no falla, tenemos un libro escrito con las patas. Prosa explicativa, resumenes narrativos, comas que no deberían ir, comas que no están, errores de redacción de primaria y sin un sin número de errores. En serio, no lo lean y si no los he convencido, tienen ahí la reseña. La única razón para leer esto es, como yo hice, masoquismo puro y duro.

Colaboraciones


PlusbitsMx:

La hora del té:

martes, 20 de octubre de 2015

Caramelo, Sandra Cisneros | Reseña

Sinopsis: Every year, Ceyala "Lala" Reyes' family--aunts, uncles, mothers, fathers, and Lala's six older brothers--packs up three cars and, in a wild ride, drive from Chicago to the Little Grandfather and Awful Grandmother's house in Mexico City for the summer. Struggling to find a voice above the boom of her brothers and to understand her place on this side of the border and that, Lala is a shrewd observer of family life. But when she starts telling the Awful Grandmother's life story, seeking clues to how she got to be so awful, grandmother accuses Lala of exaggerating. Soon, a multigenerational family narrative turns into a whirlwind exploration of storytelling, lies, and life. Like the cherished rebozo, or shawl, that has been passed down through generations of Reyes women, Caramelo is alive with the vibrations of history, family, and love.

Nunca me había encontrado con un libro que hablara de manera tan sencilla de mi cultura, la mexicana, y no fuera de alguien de aquí. Sandra Cisneros es descendiente de Mexicanos nacida en Estados Unidos, chicana, como quien dice. Hay mucha gente que cree que la cultura es la misma o muy parecida, que al fin y al cabo es latina, pero hay algo que cambia. Los hijos de mexicanos nacidos del otro lado de la frontera no conocen México muchas veces y hablan español con acento. La diferencia cultural es brutal, porque no comen la misma comida, aunque sea parecida, no conocen el picante de verdad, no festejan el 15 y el 16 de Septiembre, sino en Cinco de Mayo, tradición puramente chicana. Este libro es sobre eso: sobre estar al borde de dos culturas y ver como Lala trata de entender sus raíces.

Rebozo de Santa María del Río.
La primera parte de la historia nos cuenta las aventuras de Lala en los veranos en México, en la casa de Awful Grandmother y un viaje a Acapulco. El reparto lo acaban de completar Aunty Light-Skin, Uncle Baby y Uncle Fat-Face, además de todos sus primos y sus seis hermanos. Por la época, imagino que estamos en los cincuentas o en los setentas. Todo el libro Awful Grandmother no ha parado de recordarme a las historias que he leído de mi propia abuela. Por eso, quizá, aunque es un personaje que no está hecho para agradar del todo, me ha parecido muy cercano. Reconozco ese clasismo Mexicano de querer parecer más español, esa celebración a las raíces indígenas que empieza después de la Revolución, pero en la que los indios siguen siendo discriminados, apartados y tratatos, como diría Lala: like shit. Lo reconozco todo. Los tamales, el mole, los rebozos de bolita de Santa María del Río, San Luis Potosi, Acapulco. Lala lo pinta como un mundo extraño, pero a mí todas las descripciones aún en inglés con muchísimas palabras en español y expresiones derivadas del español me recuerdan algo que ya conozco: es el mundo en el que vivo: hace 50 años.

Después, la historia retrocede y nos cuenta cómo se conocieron Little Grandfather y Awful Grandmother. Hay quien dice que es un recurso para poder empatizar con los dos personajes, en especial con la desagradable abuela. En esa historia son sólo Soledad Reyes y Narciso Reyes. Primos demasiado lejanos que ni siquiera lo saben. Narciso es hijo de un sevillano que da clases de música y una mujer que vive sumida en sus propias ínfulas, convencida de que pertenece a la alta sociedad. Nos narra los días de la Revolución y la Guerra en la ciudad de México. La Décena Trágica en la que Narciso perdió tres costillas y la entrada de los Zapatistas y de los Villistas a la ciudad.

Pancho Villa en la silla presidencial, Zapata a su lado.
Después volvemos al futuro, donde Lala ya no es una niña que ve a sus papás y a su abuela pelear en Acapulco. Estamos en Chicago y la abuela se ha mudado con ellos, ella está apunto de entrar en High School y está intentando entender su adolescencia. Es demasiado grande para su edad, no demasiado bonita y demasiado tímida. Está rodeada de hombres y su madre no es alguien de confianza. Vive en un departamento con otras ocho personas donde es imposible tener privacidad. Es la parte que más lejana me sonó de toda la historia, pero aún así soy capaz de reconocer lo mexicano en toda la historia. 

Me encantó el libro porque, además, Sandra Cisneros escribe de una manera muy poética, sin sonar rebuscada o forzada. La historia es simple y la narradora, Lala, sabe como llegar al corazón de los lectores. Pienso que este libro traducido pierde mucho. Muchas de las expresiones están en español, así que hay partes escritas con mucho mucho spanglish y traducido no se aprecia ese detalle. Otro detallazo es que nada viene traducido en los pies de página, sino que los pies de página, que no son muchos ni exagerados, traen detalles de la historia, geografía y cultura en general de México. 

Adelitas de la Revolución
Hay una cita, en especial, que quiero dedicarle a todos aquellos que creen conocer el estereotipo físico latino. A todas esas personas que dicen que alguien rubio y de ojos claros no es latina, o que alguien de piel demasiado oscura tampoco lo es. Sólo en México tenemos una variedad impresionante:
— Hey, hippie girl, you Mexican? On both sides?
— Front & back, I say.
— You sure don’t look Mexican.
A part of me wants to kick their ass. A part of me feels sorry for their stupid ignorant selves. But if you’ve never been farther south than Nuevo Laredo, how the hell would you know what Mexicans are supposed to look like, right?
There are the green-eyed Mexicans. The rich blond Mexicans. The Mexicans w/the faces of Arab sheiks. The Jewish Mexicans. The big-footed-as-a-German Mexicans. The leftover-French Mexicans. The chaparrito compact Mexicans. The Tarahumara tall-as-a-desert-saguaro Mexicans. The Mediterranean Mexicans. The Mexicans w/Tunisian eyebrows. The negrito Mexicans of the double coasts. The Chinese Mexicans. The curly-haired, freckled-faced, red-headed Mexicans. The Lebanese Mexicans. Look, I don’t know what you’re talking about when you say I don’t look Mexican. I am Mexican. Even though I was born on the U.S. side of the border.
En fin, esta reseña ya me esta quedando demasiado larga, así que simplemente me queda decirles ya que el libro es muy recomendable y que a mí me encantó. Realmente es un libro que vale muchísimo la pena y Sandra Cisneros ha resultado ser todo un diamante en bruto.