Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 19 de julio de 2023

Tsunami 2 y mi relación con el feminismo

Sinopsis: ¿Cómo respondemos? ¿Con la voz entrecortada? ¿Con el cuerpo? ¿Con la lata de aerosol? ¿Con un coctel molotov? ¿Con toda nuestra rabia? ¿Con nuestra inteligencia? ¿Con todo lo que tenemos y somos? ¿Cuántas formas posibles de respuesta hay? Tantas como nosotras. «Nuestra arma es la voz», dijo Marichuy en la toma reciente del INPI y ya había mencionado Gloria Anzaldúa que la responsabilidad es nuestra habilidad de responder: con la boca, la voz, y en las puntas de los dedos cargamos y enunciamos esa responsabilidad. Las voces aquí reunidas cuestionan el amor tradicional entre una hija y su madre, las relaciones posibles y el deseo en una comunidad zapoteca; reflexionan sobre las historias que nos han contado sobre la identidad, sobre los cuerpos normados, las periferias, las disidencias; se preguntan por las luchas de izquierda que hacen jerarquías entre los cuerpos, por la «sororidad» entre unas a costa de otras; cuestionan nuestra participación en el juego de la estupidez desde la valentía adolescente; se duelen por el extractivismo que penetra nuestros cuerpos-territorios; ponen en entredicho las teorías racistas, clasistas y discriminatorias de ciertas manifestaciones radicales del feminismo, e imaginan las posibilidades de un futuro alegre después del hartazgo y el dolor, desde las perlas-cicatriz o los monumentos vueltos archivos íntimos, y las voces que la historia quiso borrar hablan fuerte y claro. Escriben para un nosotras que se vuelve un bosque de mujeres —metáfora potente de la diferencia y la equidad—. Porque si el feminismo y las luchas de las mujeres no son de todas y para la emancipación de todas entonces no son para ninguna.

A ver, antes de cualquier otra cosa, creo que es justo que aclare algo: el movimiento feminista mexicano no me parece especialmente brillante en los últimos tiempos. Yo salí de ahí en 2018, más o menos, rumbo a otros lados y fui rompiendo poco a poco con todo lo que él implicaba. Me molesta el interclasismo, la falta de análisis, el anticomunismo rampante, ese sector que se la pasa pactando con la derecha, la transfobia, el racismo y el desprecio a quienes no nos nombramos feministas. No tengo claro cuándo se produjo mi ruptura oficial, pero sí el día que me empecé a alejar: me dijeron que cuidaba pijas de los muertos, refiriéndose a Marx y a Engels. Con los ojos de esa experiencia leí este libro. De buena fe, pero con ojos que no esperan más que lo que ya han conseguido el movimiento: desprecio a la cosmovición que una admira y se esfuerza en comprender y lástimas porque cómo va a ser que una mujer ande entre los comunistas. Es sincero reconocer ese resentimiento, porque forma parte de mis lecturas

Por lo demás, el libro como libro me parece lamentable y no hay mucho que decir al respecto. Cada tanto se ponen unas cuantas mujeres de moda (y unas cuantas tienen suerte, otras mucha enjundia para abrirse paso a codazos, y las últimas simplemente tienen todos los contactos posibles) y las invitan a que den su opinión de todos los moles o las encasillan en su solo tema del que parecen ser las representantes únicas (como ejemplo, una mesa de escritoras y maternidades en la FILO Oaxaca 2022 en la que se dijo: a la mejor ya nos conocen, no es la primera vez que nos invitan a estas mesas, siempre nos encontramos, como si de tanto buscar los organizadores no más tuvieran tres o cuatro tokens). Todas tienen cosas importantes qué decir, pero creo que la edición se les está quedando corta.

Todo es un ciclo hasta que encuentran nuevas y vuelve a pasar lo mismo, porque el sistema es el sistema y aunque a veces logremos brillar un ratito, el sistema nos tira para abajo (curiosamente, no hay autocrítica a este sentido casi ninguna y muchas partes del movimiento siguen muy jerarquizadas). Algunas mujeres son muy brillantes, otras tienen mucha enjundia y ganas de aprender y escuchar a otras, algunas no más para figurar, otras porque si no dicen que sí, las instituciones tampoco invitarán a nadie más, la verdad es que cada quien sabe por qué va a donde va y hace lo que hace y me consta que en la gran mayoría de los casos hay muy buenas intenciones (no más que de buenas intenciones no se hace el mundo, ojalá, me ahorraría leer esto y decir chale, qué malos ensayos). Quién sabe. Pero si se fijan, el patrón estará allí. 

¿Pero y los ensayos? Mientras estaba leyendo hice una lista. Ensayo por ensayo, porque la calidad es variable; de todos anoté lo que pensaba, poco a poco, mientras lo iba leyendo. Esta la lista, refinada, estilizada, un poco más analizada. Vamos allá.

1. La rebelión de las Casandras. Marina Azahua tiene, quizá, uno de los ensayos más vacíos de todo contenido de todo el libro. Lista consignas, se la pasa metida en los lugares comunes: cosas que las lectoras de este libro ya saben, ya intuyen, simplismos exagerados. Lista las consignas de las marchas como adorno del ensayo y, entiendo, pretende lograr algo con eso, pero sólo me parece que quedan vacías de contenido, allí, adornando. Esa manera de repetir consignas que nos convence que estamos del lado de los buenos con una rabia absoluta. Triste, en sí, pero da vueltas sobre todos lados y no llega a ninguno. Vacío: no puedo decir nada más de él. Abrí el libro, lo leí y pensé: ¿cuándo me volví tan cínica sobre el movimiento? ¿Por qué me causa tanta desprecio esto? Pero es que no tiene alma, ¿cómo puede interesarme algo así?

2. Fragmentos del diario de una feminista. Lydia Cacho tiene una carrera. No puedo pararme y negar el legado: consiguió una de las primeras condenas por explotación sexual infantil en México e hizo una de las investigaciones más completas que existen en el país sobre trata de mujeres con fines sexuales. Ahora, no por eso me voy a sentar y voy a decir qué chido ensayo, que padre, porque escribió de lugares comunes, pero tomó un camino relativamente seguro, hiló una idea, siguió una tesis y, en general, me dio uno de los ensayos más gratos de leer. Innovador cero, y hay que reconocer que tampoco es nuestro deber innovar todo el tiempo, así que el problema, como quien dice, soy yo; después del primero tenía la barra en el subsuelo, tampoco pedía tanto. 

3. Feminismo sin cuarto propio. De este sólo puedo decir: la ignorancia es atrevida. Es del único que tengo una nota a la mitad y es porque Dahlia de la Cerda intentó mentar a Marx y, en una especie de gotcha moment rarísimo decir que obvio leyéndolo no se podía aprender igual que trabajando doce horas. Se puede estar parada doce horas y defender a los patrones y actuar en contra de tu clase (da tristeza, pero se puede, hay gente en Monterrey y en el Bajío que lo hacen todos los días).  

Pero Marx no escribía para los burgueses, ni para la pequeña burguesía; Marx también escribía para el proletariado y se negaba a considerar estúpidos a los obreros y a los trabajadores y algo que siempre me he topado en el feminismo es esta insistencia a encontrarlos, encontrarnos, pendejos sin querer siempre con sus frases esas de yo aprendí en la fábrica no leyendo, porque desprecian el saber, la teoría y cómo se une a la praxis y se niegan a considerar que alguien en ese contexto lea a Marx (y por eso Domitila Barrios de Chúngara los sorprende a todos, capaz). 

El marxismo es una cosmovisión, pero qué va a saber de eso gente que te dice, de frente y claro, que no entiende qué es el proletariado. Cita textual: Los de arriba y los de abajo, y que burgueses son «los que tienen los medios de producción». A esto le llamo fragilidad burguesa, que es la incapacidad de las clases sociales privilegiadas para reconocer sus privilegios de clase bajo un argumento teórico. Suscribo el concepto de que los burgueses son de la clase media acomodada hacia arriba. El marxismo no dice eso, pero a la mejor lo sabría la autora del ensayo si hubiera investigado, y sí, si no tienes medios de producción, no eres burgués y la burguesía no va a ver por ti cuando te vaya de la verga (pero esto se arreglaría si uno supiera qué se categoriza dentro de la pequeña burguesía y por qué existe ese término). Pero bueno, mi conclusión de todo el ensayo fue que la ignorancia es audaz y la puedes adornar bonito si sabes hilar frases bonito y sabes de estructura y tienes buen ritmo al escribir. No más que es eso: puro adorno, las mamadas ignorantes no se van porque lo adornes

4. Hacer(nos) casita. Una de las críticas más agudas de comunistas hacia el feminismo de principios de siglo era que las burguesas se acercaban a las mujeres y les decían: somos todas iguales, somos hermanas, nos une el ser mujeres y sobre esas bases fundacionales se construyó gran parte del movimiento; Kollontai les reclamaba ese interclasismo: ¿cómo van a ser las trabajadoras iguales que las mujeres burguesas? Todavía es vigente esa crítica cada que leo ensayos como el de Diana del Ángel que, insisten, en alguna parte, que no importa de donde vengamos, las mujeres somos iguales. No, que me perdonen, pero yo no soy igual a una señora burguesa, yo apago el cerebro cuando intentan decirme que sí. (Por lo demás el ensayo es cursi, no llega a ninguna parte clara y no tengo nada más qué decir sobre él).

5. A mares sobreviviremos: metáforas del dolor trans. De todo el libro, probablemente uno de los ensayos mejor formados es el de Lía García. Sabe qué quiere escribir y por qué. No se mete en lugares complicados, es clara, es concisa y si bien en algún lado acabó metida en los mismos lugares comunes cursis de este movimiento, en general el ensayo fue de los únicos decentes de este libro; realmente disfruté leerlo, preguntarme hacia donde iba, qué planeaba. 

6. Agua negra (fragmento del ensayo sonoro Echoes from the Borderlands). Yo no voy a negar que Valeria Luiselli me parece una mamona porque yo igual soy una mamona cuando se trata de las estructuras al escribir (y este juicio dice más sobre mí que pienso que soy una mamona que sobre ella, a la mejor ella simplemente es y ya), pero no todo puede serlo la estructura: no siento que consiga que su tesis llegue a ninguna parte porque sólo estoy leyendo un pedazo de algo que a lo mejor si se sostiene en otro medio. No tengo nada más que decir: ni siquiera es un ensayo completo. El tema que trata (la libertad reproductiva y sexual y cómo la atraviesa brutalmente la clase) es importante y da un poco de rabia que quede tan diluido entre el performance que propone. Creo que se pudo haber equilibrado mejor. 

7. Temblores en el corazón: crónica de una geografía emocional. El ensayo de Fernanda Latani M. Bravo tiene alma y eso me gustó, me hizo preguntarme qué seguía, querer saber su opinión, escucharla. Esta bien. Decente. Hagan con esa información lo que gusten. 

8. ¿Quién apagará los incendios? También este fue de los mejores del libro. Lo escribe Luna Marán. Me desespera un poco que aterrice en lugares comunes que ya resultan muy estériles a la lucha de las mujeres, pero también siento que tiene un buen punto de partida. Es una lástima que en algunas partes de tantas vueltas para no decir nada en absoluto y que yo esté dispuesta a concederle el título de los mejores del libro habla de mi decepción general. Lo importante del ensayo, me parece, es el tema y, aunque yo no esté de acuerdo con todo el enfoque, sí creo que es algo que sigue siendo muy invisible en la lucha de las mujeres. 

9. Un bosque de mujeres: carta a las zapatistas. Para quien no lo sepa, Sylvia Marcos escribió un libro donde hablaba del movimiento zapatista y, especialmente, de las mujeres en él. Lo leí en su tiempo y me pareció muy interesante, sobre todo porque ofrecía una perspectiva humana a un movimiento muy mitificado. Este ensayo no me da nada nuevo. Sylvia repite las palabras de las mujeres zapatistas, palabra por palabra y esa es la parte que resulta más interesante, incluso sobre sus propios comentarios. Es hasta triste que las palabras de otras (a las que supuestamente respondes y comentas) brillen más y opaquen las tuyas. Además, las supuestas respuestas a veces se pueden leer muy aleccionadoras y eso me resultó hasta extraño, tratándose de Sylvia Marcos, que tiene una historia muy larga con el movimiento zapatista, al que conoce, admira y ha acompañado muchos años. Sin embargo, aunque esta sea una respuesta a las mujeres zapatistas, ¿quién lo está leyendo?

La pregunta es genuina, porque yo no tengo ni idea. No quiero tenderle una trampa a nadie ni hacer un gotcha moment. ¿Para quién es este libro? ¿Este ensayo? ¿Quién lee Tsunami? ¿Por qué leemos Tsunami? ¿Quién conoce Tsunami? He visto que compran las que ya son feministas, las que ya están enteradas, las que quieren aprender, las que sólo quieren darse palmadas en la espalda (no me vengan a decir que no existen: las he visto), las que queremos ver el panorama; pero mi círculo es cerrado, limitado y una burbuja y no puedo ver más. Se me escapan cosas.

Es un libro relativamente caro (como todos los de Sexto Piso, que por alguna razón a pesar de ser uno de los sellos más poderosos por debajo de los monopolios sigue insistendo que es una pobrecita editorial independiente; no tendrá cómo compararse con PRH o Planeta, que se la pueden comer el día menos pensado pero definitivamente, aunque independiente, no está en la situación de todas las que han cerrado los dos últimos años). ¿Cuál es su distribución? ¿Cuál es su público? Las preguntas son honestas, no lo sé. Puedo suponer, pero me haría más feliz saber con certeza a qué mujer se imaginan venderle este libro. Así, quizá, podría hacer un juicio más certero de este ensayo.

Si tuviera todas las respuestas, no me tambalearía pensando si se exotizó a las mujeres zapatistas cuando ocurrió el encuentro o si el diálogo es genuino. Porque lo leo y digo: parece que las están usando de token y, con ellas, también a Sylvia Marcos. Pero no sé. A quién imaginan leyendo esto, quién imaginan qué es quien se encuentra este supuesto diálogo (supuesto, porque se ve muy unilateral y me gustaría tener la certeza de que no lo fue, como no lo fue el encuentro). No era yo, eso sí me queda claro

10. El hambre soy yo. Admito con todas las letras que le tengo resentimiento al movimiento feminista porque es un movimiento anticomunista casi todo el tiempo; es inocente de mí, quizá, pedirle cosas al feminismo que nunca me pudo dar. Broyelle lo dijo en La mitad del cielo: el feminismo nos dio todo lo que podía darnos... y es tan poco. Creo en la honestidad de las mujeres, en su lucha, pero no creo en el movimiento feminista. No cuando leo ensayos que, mentando referentes, dicen, sin cortarse los dedos, que Marx y Engels no consideraron a las mujeres. Ytzel Maya lo puso en su ensayo. Cuando le reclaman a Marx la (supuesta) (y también incomprobable) omisión de las mujeres en la cosmovisión marxista, ¿qué creen que es la definición de proletariado? ¿Por qué creen que Marx lo definió sólo definiendo a los hombres? ¿Lo han leído? ¿Han leído a Engels, que en El origen de la familia, la propiedad privada y el estado detalló un montón de cosas referentes a la cuestión de la mujer? Y ya no sólo a ellos. Después de ellos hubo un montón de mujeres y de hombres que siguieron teorizando y construyendo y luchando. ¿Cómo pueden escribir sin que les tiemble la mano que fallaron en considerar a las mujeres cuando tengo la evidencia de que no enfrente? Como dije en el ensayo de Dahlia de la Cerda, la ignorancia es poderosa.

Por otro lado, este ensayo no me aportó nada más que ese coraje, chale. El resentimiento también puede ser poderoso. 

11. 4 diatribas y media en la Ciudad de México. Debido a que no tengo ni idea de qué me quiso decir Brenda Navarro o si este ensayo tenía tesis (no parece ensayo, pero el ensayo es también el caos, así que es un ensayo), no puedo decir nada más. Ni negativo, ni positivo. 

12. Las historias que nos construyen. El de Jumko también es de los mejores escritos, a mi parecer, en todo el libro. Aborda cosas muy interesantes y me gusta que abiertamente hable sobre no denominarse feminista. Jumko y yo no estamos en luchas iguales, pero esa reflexión pega muy cerca de casa y hace que sienta un poco de parcialidad a querer leer qué tiene que decir al respecto. Sí siento que hay lugares comunes en el ensayo que a mí me generaron cansancio porque ya era el último del libro y eran cosas que se venían repitiendo y repitiendo y repitiendo (a mí no me gusta eso y corres el riesgo de que pase en estos casos, ante eso, la verdad mi sugerencia es no ser yo y leer con calma, porque por suerte, la mayor parte de las veces tiene arreglo). 

Y pues eso fue todo. A mí me decepcionó mucho, no me tranquiliza en lo más absoluto ver que el anticomunismo sigue metido y que se sigue mencionando a Marx sin saber realmente qué dijo Marx. Quizá me enojo, porque yo, para criticar al feminismo como movimiento, me acerco a ver qué está ocurriendo ahí, pero pareciese que nadie se acerca a Marx para ver que dijo Marx (o cualquier comunista que haya escrito en cualquier medio) y repetimos, cual cacatuas, que Marx no consideró a las mujeres. Perdón, yo no puedo con que haya pasado dos veces aquí. 

(Dudo que pase porque ya no dejo que me rodee gente que resuelve las cosas a tuitazos y ahí fue donde ocurrió la situación, pero por si acaso alguien sintiese la tentación de decirme que le estoy cuidando la pija a Marx mencionándolo tanto, dado lo que mencioné al principio de esta crítica: sí a mucha pinche honra). 

Es todo lo que tengo que decir. 

domingo, 23 de junio de 2019

Pequeña guía para leer a Clara Zetkin

Me gusta hacer guías de lectura. O listas recomendadas. Sobre todo cuando hablamos de no ficción y cuando hablamos de autoras comunistas. Hay algo que ocurre sobre todo con Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo y Alexandra Kollontai: cuando se habla de su trabajo intelectual, de repente hay quien las reduce sólo a su trabajo en la cuestión de la mujer. Como si no hubieran escrito más (Kollontai, por ejemplo, escribió mucho oponiéndose a la Guerra) o de otros temas. Como si por ser mujeres, sus escritos versaran únicamente sobre ello. Y sí, escribieron sobre la cuestión de la mujer, por supuesto, pero también sobre otras cosas y, algo importante: no eran feministas. Eso es un hecho. Aunque yo las suelo recomendar a veces como lecturas feministas con un poco de trampa (porque estrategia para acercar a la gente a lo que escribieron), estas tres mujeres eran comunistas y sobre eso escribieron. 


Entonces, pues como ya hice con Alexandra Kollontai en su momento, este es el momento de Clara Zetkin. Por supuesto, esta es una guía sólo para empezar a leerla, no contiene toda su obra y contiene cosas medio variadas que, si bien yo a veces no considero las más sencillas del mundo, las considero relevantes al mundo de hoy o importantes para conocer su forma de pensar. Además, esto tiene un poco de sesgo, porque mis escritos favoritos sobre Zetkin tienen que ver con la lucha contra el fascismo o contra el reformismo; esto es porque sus escritos sobre la cuestión de la mujer, aunque interesantes, me parecen superados por Kollontai en algunas cosas y, sobre todo, me parece que La mitad del cielo y las mujeres revolucionarias chinas se llevan a todos por delante. Lo que no quiere decir que en su contexto no fueran importantes (puesto que Zetkin abogaba por la emancipación de las mujeres) o que no tengan cosas que aun sean aplicables el día de hoy. En fin. Para no hacer la entrada muy confusa voy a englobarlo todo en tres libros que tengo disponibles de Zetkin. 

Pero antes...

¿Quién fue Clara Zetkin? 


Fue una política alemana, nacida en 1857, de ideología comunista (y dice la Wikipedia, que muy influyente). Militó en el Partido Socialdemócrata de Alemania hasta 1917, cuando se cambió al Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania, concretamente a su ala más a la izquierda, la Liga Espartaquista (un movimiento revolucionario marxista organizado en Alemania durante los últimos años de la Primera Guerra Mundial) que finalmente acabó formando el Partido Comunista de Alemania.


Fue parte de la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en 1907 y fue parte de las delegadas que fundaron la Internacional Socialista de Mujeres (donde nació el día de la mujer, que hoy conmemoramos el 8 de marzo). De hecho, justamente durante el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas que se celebró en 1910 en Copenhague, Clara Zetkin presentó, junto a Käte Duncker, el proyecto para conmemorar un Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 

Durante la primera guerra mundial Zetkin tuvo una marcada pocisión antibélica (de hecho escribió mucho acerca de ello). A consecuencia de su lucha fue arrestada varias veces durante la guerra. Tuvo varios cargos importantes en el PDK después de la guerra, fue miembro del comité de la Internacional Comunista y también llegó a presidenta del Reichstag (y estando en ese cargo llamó a luchar contra el nazismo). Cuando Adolf Hitler llegó al poder, el partido comunista fue ilegalizado y Clara Zetkin tuvo que exiliarse. Pasó sus últimos años en la unión soviética. 

La cuestión femenina y el reformismo


Este es un libro que contiene varios de sus articulos y discursos dividido en dos partes. La primera dedicada al movimiento proletario femenino y la cuestión de la mujer; la segunda abarca algunos temas más, tiene escritos antibélicos y escritos directamente contra el reformismo (o sea, reformar el sistema en vez de mandarlo a volar, un resumen). Lo considero una buena introducción a quién fue Clara Zetkin y que escribía y no me parece muy complicado para principiantes (yo lo leí siendo un pollito). Sin embargo si les recomiendo conocer lo mínimo de la cuestión de la mujer en el marxismo (leer a Kollontai no es mala idea, por ejemplo La mujer en el desarrollo social o Los fundamentos sociales de la cuestión femenina, que aunque sea posterior es mi introducción preferida a la cuestión de la mujer). 

Algo que me gusta mucho sobre Clara Zetkin es que habla muy bien de cómo el trabajo de las mujeres (las proletarias, en este tiempo las mujeres de clase más acomodada en general no se habían unido al campo laboral) y cómo, aunque en teoría es algo que contribuye a su emancipación económica, fue algo que fue usado por los capitalistas para pagar más sueldos de mierda, pagándoles menos a las mujeres, abaratando los salarios de los hombres con el pretexto de que las mujeres cobraban menos y, en general, se usó todo para beneficio de unos pocos. Sí creo que algunos de sus escritos necesitaban ahondar más en las circunstancias específicas de las mujeres: por ejemplo, ahondar más en la doble carga (cosa que más tarde hizo Kollontai en algunos artículos y escritos y que también se hizo en Nuevas perspectivas para la liberación de la mujer), pero en general creo que su lectura crítica es muy valiosa (como todo en el mundo).


Rescato especialmente las Directrices para el movimiento comunista femenino (que pueden encontrar en el link), porque si en algo pone Clara Zetkin el dedo una y otra vez, es en lo importante que es hacer trabajo para atraer a las mujeres a la lucha de clases, que si no se atrae a las masas y estas no tienen conciencia política, nada va a ninguna parte. Por otra parte, y aunque me hubiera gustado más material, al final trae algunos de sus textos antibélicos. Si leen en español, la mala noticia es que es el único material que he encontrado en español de ella. Algunos de los publicados aquí están en su archivo en el MIA (Marxist Internet Archive) y pueden encontrarlos aquí. Por lo demás, pueden encontrar en pdf en este link.

Selected Writings


Este es otro libro que trae artículos y discursos de Clara Zetkin, que prologó Angela Davis (aunque mi versión viene sin prologar, lamentable). Algunos (al menos la mitad), se repiten. Los temas en general versan sobre la cuestión de la mujer, como arriba. Del mismo modo que el anterior, analiza perfectamente el trabajo femenino y las condiciones de la época y las expone. También trae un texto dedicado a las aportaciones de Marx al movimiento proletario femenino (básicamente las herramientas para analizar su situación, léase: el materialismo) que está interesante aunque la verdad es que no fue de mis favoritos. 

Pero la razón por la que rescato este libro (aunque yo lo tenga incompleto, porque viene sin prólogo y sin dos artículos que de todos modos vienen en el anterior), es por dos artículos antibélicos en especial. Obviamente están escritos en el contexto de la primera guerra mundial, pero creo que los dos le pueden proporcionar a la gente herramientas para analizar los conflictos bélicos de hoy en día. En uno inclusive analiza quién se beneficia de las guerras (pista, no fueron los millones de soldados casi adolescentes que lucharon en las trincheras) y por qué a los estados capitalistas les gusta hacerlas a costa, por supuesto, de la clase trabajadora. 

Son escritos bastante accesibles, la verdad, en mi opinión y bastante sencillos de entender, aunque sí hay que darles una buena repasada. Son textos que me parecen importantes para el contexto en el que vivimos hoy día y que además funcionan para recordar que Clara Zetkin no escribió únicamente de la cuestión de la mujer. Pueden encontrar el pdf en este link.   

Fighting Fascism: How to Struggle and How to Win 


Yo lo leí con ese título porque lo leí en bookmate (y trae un prólogo medio pitero, si quieren mi opinión), pero también se puede encontrar como The Struggle Against Fascism. No es un libro o un informe sencillo, así que, ¿por qué lo estoy poniendo aquí? Primero, porque lo considero muy importante en el contexto que se vive hoy día, especialmente viendo como la extrema derecha gana terreno o grupos abiertamente fascistas ganan terreno. Pasa en Europa de manera mucho más obvia, pero también hay un fenómeno similar en América Latina. Obviamente para leerlo sí les recomiendo que tengan presentes conceptos básicos sobre el marxismo o que ya hayan leído algo introductorio para que no les duela la cabeza leyendo esto, pero de todos modos no es muy largo y me parece un documento que analiza perfectamente cómo aparece el fascismo y cómo se gana a las masas. 

No es un libro del que tenga tanto que decir en realidad, pero sí se los recomiendo (parezco disco rayado). Además de que analiza, por ejemplo, la situación de Italia, presenta estrategias revolucionarias e insta a un movimiento que le plante cara (léase, a mover el trasero). Lo pueden encontrar íntegro en el MIA en este link.

Como nota ya aparte, si quieren explorar por su propia cuenta, pueden visitar las obras completas de Clara Zetkin en el MIA en inglés (o en alemán si leen aleman, qué se yo) y ver todo lo que hay publicado si quieren meterse un clavado por ahí. Hay varias cosas que yo he leído pero que no incluí aquí por diversas razones, así que no duden en explorar ustedes (igual y les da miedo, pero no importa, eso se quita). Aquí les dejo el link donde pueden encontrar todas sus obras. No duden en consultarlo.

viernes, 7 de junio de 2019

Apuntes que hice leyendo Mujer y lucha de clases de Alexandra Kollontai

Sinopsis: Alexandra Kollontai fue una de las primeras mujeres en luchar por la emancipación de la mujer en Rusia, y una pionera en llevar a su país las luchas por la igualdad de derechos políticos y civiles de las mujeres que ya habían tenido lugar en países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos. Así, Kollontai lideró en Rusia un movimiento iba a tener allí características propias, al ser conscientes las mujeres de estar sometidas a una doble explotación: en tanto que mujeres y como trabajadoras.
El conjunto de su obra, sus numerosos artículos y discursos, con su lucidez y coherencia, representa aún hoy en día un manifiesto original para una historia de la liberación femenina. En Mujer y lucha de clases, Kollontai plantea problemas y perspectivas que siguen más vigentes que nunca. Y eso sin olvidar que la feminista y socialista rusa escribió muchos de estos pasajes hace más de un siglo

Bueno, esta no es ni una reseña ni una entrada al uso, sino que más bien son algunos apuntes que considero valioso poner en algún lado aunque sean un grito a la nube que es buena idea considerar a la hora de leer a Alexandra Kollontai. Los artículos que voy a mencionar aquí ya los cubrí anteriormente en la Pequeña guía para leer a Alexandra Kollontai, puesto que la mayoría estan contenidos en sus Selected Writings (libro que no tiene traducción, pero es una de las traducciones más completas que existen de sus obras al inglés), pero estos creo que vale la pena revisarlos además por aparte. El objetivo de esta entrada es presentarles algunos de los artículos de Kollontai para que se animen a leerlos. Si quieren conocerla, para mí lo mejor es leer La mujer en el desarrollo social que es una serie de conferencias que dictó en la Unión Soviética y que resumen básicamente todo su pensamiento con respecto a la cuestión de la mujer de manera muy sencilla y ya después sumergirse en todos sus artículos de sus Selected Writings (donde además de las mujeres habla de la lucha de clases, de los retos de la revolución rusa, de la primera guerra mundial, etcétera). Sin embargo, varios de los textos que vienen aquí también me parecen una buena introducción a la autora. 

Bueno, Mujer y lucha de clases es una compilación cortita que contiene cuatro de sus artículos más importantes que fue impreso en España por El Viejo Topo/Ediciones de Intervención Cultural. Está prologado por Yolanda Marcos Sierra, que me pareció una muy buena prologuista, si consiguen el libro sí les recomiendo revisar el prólogo. Yo nunca he encontrado un ejemplar en una librería de viejo, porque me consta que es un libro difícil de conseguir fuera de España, pero sí que encontré un ejemplar en la Biblioteca Vasconselos, así que si son de la Ciudad de México, les recomiendo darse una vuelta por allí. Y ahora sí, vamos a hablar de los contenidos del libro. 

Los fundamentos sociales de la cuestión femenina

Creo que este es uno de los textos de Alexandra Kollontai que más vigentes se mantiene al día de hoy. En principio es un libro que habla del origen de la opresión de la mujer remarcando que esta opresión no es algo natural ni una clase de destino biológico (puesto que, si lo fuera, ¿cómo acabamos con la biología?), sino que se sustenta en factores específicos que tienen que ver con la división de clases de la sociedad: 

Tras la subordinación de la mujer se esconden factores económicos específicos, las características naturales han sido un factor secundario en este proceso. Sólo la desaparición completa de estos factores, sólo la evolución de aquellas fuerzas que en algún momento del pasado dieron lugar a la subordinación de la mujer, seráncapaces de influir y de hacer que cambie la posición social que ocupa actualmente de forma fundamental. En otras palabras, las mujeres pueden llegar a ser verdaderamente libres e iguales sólo en un mundo organizado mediante nuevas líneas sociales y productivas.

Una de las cosas que más repito cuando hablo de la emancipación de las mujeres, es que aunque a las mujeres las une el género, las separa la clase. Este texto es muy claro con respecto a eso y creo que lo explica mejor que muchos otros que he visto (aunque sobre el tema también está El género nos une, la clase nos separa de Cecilia Toledo y ¿Sexo contra sexo? o ¿clase contra clase? de Evelyn Reed). Kollontai es muy clara sobre cómo las mujeres del proletariado y las mujeres de la burguesía no persiguen los mismos intereses. Mientras lo leía lo remarqué en varias partes porque me pareció que son cosas que se aplican todavía hoy al movimiento de mujeres y al intento de hacerlo interclasista. ¿Cuantas veces no hemos visto cómo nos intentan decir que los intereses de las mujeres que están en las esferas privilegiadas son los mismos que los nuestros cuando no es cierto?

Para la mayoría de las mujeres del proletariado, la igualdad de derechos con los hombres significaría sólo una parte igual de la desigualdad, pero para las “pocas elegidas”, para las mujeres burguesas, de hecho, abriría las puertas a derechos y privilegios nuevos y sin precedentes que hasta ahora han sido sólo disfrutados por los hombres de clase burguesa. Pero, cada nueva concesión que consiga la mujer burguesa sería otra arma con la que explotar a su hermana menor y continuaría aumentando la división entre las mujeres de los dos campos sociales opuestos. Sus intereses se verían más claramente en conflicto, sus aspiraciones más evidentemente en contradicción.

Las críticas de Alexandra Kollontai al movimiento feminista están principalmente dirigidas a las feministas rusas de la época (y no sólo ellas, sino en general las de Europa y Estados Unidos), pero hoy muchos círculos feministas adolecen de lo mismo que Kollontai les criticaba: las burguesas buscan su beneficio, o sea, la igualdad con los hombres de su clase, que en muchos casos acaba convirtiéndose en la igualdad para poder explotar a los demás. Por otro lado, Alexandra Kollontai remarca algo que todavía bell hooks remarcaba unos cincuenta años después (en El feminismo es para todo el mundo): mientras que algunas mujeres (de las clases medias y altas) reclamaban la entrada al mundo laboral, no comprendían que las mujeres del proletariado habían entrado al mercado laboral desde hacía décadas por necesidad económica.

Finalmente, otra cosa que no recordaba con tanta claridad del texto es la manera en la que Kollontai aborda el tema del "amor libre" (que estos días ha estado muy sonado). La autora se pregunta cómo sería posible que triunfara algo como el "amor libre" en el marco de las relaciones sociales existentes, cómo sería posible que pudiera funcionar en el capitalismo cuando todas nuestras relaciones se encuentran determinadas por el capital: 

El “amor libre”, ¿es posible, realizable no como hecho aislado y excepcional, sino como hecho normal en la estructura económica de la sociedad de hoy, es decir, como norma imperante y reconocida por todos? ¿Puede ser ignorado el elemento que determina la actual forma del matrimonio y de la familia, la propiedad privada? ¿Se puede, en este mundo individualista, abolir por entero la reglamentación del matrimonio sin que padezcan por ello los intereses de la mujer? ¿Puede abolirse la única garantía que posee de que no todo el peso de la maternidad caerá sobre ella? En caso de llevar a efecto tal abolición, ¿no ocurriría con la mujer lo que ha ocurrido con los obreros? La supresión de las trabas causadas por los reglamentos corporativos, sin que nuevas obligaciones hayan sido instituidas para los patronos, ha dejado a los obreros a merced del poder incontrolado capitalista, y la seductora consigna de “libre asociación del capital y del trabajo” se ha trocado en una forma desvergonzada de explotación del trabajo a manos del capital. El “amor libre”, introducido sistemáticamente en la sociedad de clases actual, en lugar de liberar a la mujer de las penurias de la vida familiar, ¿no la lastrará seguramente con una nueva carga: la tarea de cuidar, sola y sin ayuda, de sus hijos?

Bueno, la crítica al feminismo que hace Kollontai me parece de las mejores que se han escrito, pero más que ver este texto como sólo crítica al feminismo (que luego es como más lo veo citado y creo que tiene mucho más potencial que sólo eso), sirve para analizar donde estamos parados con respecto a nuestras relaciones y el capitalismo y cuales son los fundamentos sociales de la opresión de las mujeres (como bien dice el título, duh). Lo pueden leer en línea en este link.

Las relaciones sexuales y la lucha de clases

Este es uno de mis escritos preferidos de Kollontai, no sé exactamente por qué. Creo que tiene mucho que ver con el hecho de que habla de las relaciones humanas en el marco de la lucha de clases y porque se lo puedo restregar a cualquiera que me diga que el comunismo no habla del amor y que sólo habla de cosas económicas. Es verdad. Las relaciones sexuales y la lucha de clases habla mucho del estado de las relaciones humanas atravesadas por el capital, la manera en que las ha transformado la moral burguesa y el potencial que tienen en una sociedad que no sea individualista.

Pretendemos conquistar la totalidad del alma del ser amado, pero, en cambio, somos incapaces de respetar la fórmula de amor más sencilla: acercarnos al alma de otro dispuestos a guardarle todo género de consideraciones. Esta sencilla fórmula nos será únicamente inculcada por las nuevas relaciones entre los sexos, relaciones que ya han comenzado a manifestarse y que están basadas en dos principios nuevos también: libertad absoluta, por un lado, e igualdad y verdadera solidaridad como entre compañeros, por otro. Sin embargo, por el momento, la humanidad tiene que sufrir todavía el frío de la soledad espiritual, y no le queda más remedio que soñar con una época mejor en la que todas las relaciones humanas se caractericen por sentimientos de solidaridad, que podrán ser posibles a causa de las nuevas condiciones de la existencia.

Una de las razones por las que me gusta mucho todo el texto es precisamente porque se permite soñar con relaciones donde impere la empatía y la solidaridad, donde no haya una doble moral para las mujeres y no sean estas vistas como meros accesorios de los hombres con los que se casan. Como dice Alexandra Kollontai: soñar con una época mejor en la que todas las relaciones humanas se caractericen por sentimientos de solidaridad. Quiero ese futuro. Porque en este momento puedo reconocer lo que ella misma escribe: a pesar de que conocemos múltiples formas de relacionarnos de manera sentimental, que hay nuevas estructuras y que ya no todo se reduce al matrimonio, el capitalismo sigue atravesando nuestras vidas y sigue atravesando la manera en la que nos relacionamos con otros.

Ahí están los pendejos como el de los treinta y siete pesos, que creen que el afecto se compra o que lo que gastan en alguien es una "inversión" que en algún momento reditúa. El capitalismo atraviesa todo eso. Por eso ahora mismo este texto de Kollontai me parece tan vigente todavía. Me ayuda a preguntarme cómo construimos nuestras relaciones y en qué contexto estas serán verdaderamente libres. Lo pueden leer en línea en este link.

El comunismo y la familia

Este texto tiene dos particularidades: por un lado, es uno de los que más he citado de Alexandra Kollontai cuando escribo cosas más académicas sobre la mujer porque en él se aborda la doble o triple carga de manera sencilla y cómo la mujer vive oprimida por el capitalismo; por el otro, creo que es uno de los textos que en algunas cosas más han resentido el paso del tiempo y no soy muy partidaria de las soluciones que propone. Tomando en cuenta que para el comunismo el fin es el que desaparezca el Estado, creo que Alexandra Kollontai se estaba apoyando demasiado en él para proponer cómo aliviar la vida de las mujeres. Pero bueno, por partes, en este texto se habla más o menos de cómo se proyectaba que la vida comunista impactara la vida de la familia y de las mujeres (en cuestiones como trabajo doméstico, maternidad, crianza y matrimonio, por ejemplo). Creo que de repente se fue muy al futuro y que no es un texto que hoy en día aplique completamente pero que no está de más conocer.

Un apunte es que leerlo y después leer La Mitad del Cielo, que habla de la experiencia de las mujeres chinas y que directamente critica varios planteamientos que hizo Kollontai con evidencias me parece algo muy interesante. En La Mitad del Cielo se habla de la colectivización del trabajo doméstico y de la crianza de los hijos como una manera de aliviar la carga de las mujeres y ponerla en la comunidad (o sea, hacer las cosas en colectivo y no individual), aquí Kollontai plantea usar al Estado para estas mismas tareas (lo cual no me encanta, porque, bueno, el punto es que el Estado desaparezca). 

En fin, no tengo más apuntes sobre este texto, pero lo pueden leer en línea en este link.

La prostitución y cómo combatirla

Finalmente, el último texto es uno que considero base para el movimiento abolicionista de la prostitución. Lo recomendé ya en mi lista de lecturas sobre Sexualidad y Capitalismo que hice hace poco. Alexandra Kollontai ahonda en el origen de la prostitución dentro del capitalismo y en los factores (sobre todo económicos) que empujan a las mujeres hacia ella. También ahonda en cómo acabar con ella, que es finalmente el propósito de un movimiento abolicionista. Hace hincapié especial en que no se trata de crear soluciones punitivistas (que existen en muchos casos y sólo contribuyen a la marginación de las prostitutas y todavía más a su precarización), sino a crear condiciones sociales que eviten que las mujeres caigan en la prostitución. 

Lo considero un texto introductorio a tema del abolicionismo, básico, bastante explicativo. La única crítica que le haría es que el lenguaje es producto de su época, pero fuera de eso, creo que es perfecto. Además, también es bastante bueno para acercarse a Alexandra Kollontai por primera vez, suele ser otra de mis recomendación de cajón. 

El comercio con los cuerpos de mujeres se desarrolla muy a la luz, lo cual no debe sorprendernos si consideramos que toda la vida burguesa está basada en la compra y la venta. Hay un elemento innegable de consideraciones materiales y económicas incluso en el más legal de los matrimonios. La prostitución es la única salida para la mujer que no puede mantenerse permanentemente. La prostitución bajo el capitalismo les da la oportunidad a los hombres de tener relaciones sexuales sin tener que asumir la responsabilidad de mantener a las mujeres hasta la tumba.

Lo pueden leer en línea en este link.


Muchas gracias por leer mis apuntes, si tienen cualquier comentario lo pueden dejar aquí abajo. Recuerden que todos estos textos los pueden consultar en línea gracias a Marxist Internet Archive.

viernes, 15 de febrero de 2019

Mujeres. Nuestras vidas, nuestras luchas

Sinopsis: Los movimientos de mujeres han adquirido un gran protagonismo en la escena política y social argentina. Los Encuentros Nacionales de Mujeres son, desde 1986, la expresión más avanzada de su organización y lucha en el país. Eso ha contribuido a abonar un movimiento de mujeres autónomo, solidario con las luchas obreras y populares, organizado en núcleos específicos como el de Amas de Casa del País, Movimiento de Mujeres en Lucha o Casa de las Mujeres, que hacen alianzas concretas en cada momento político, para su propio objetivo liberador. Esta publicación refleja aspectos de estos procesos, buscando contribuir al estudio, a la reflexión y al debate desde un punto de vista marxista.

Este libro me lo puso enfrente Ans de Cien flores. De hecho, pueden leer la entrada que le hizo al respecto como su lectura de enero, está muy completa y seguro nota más cosas porque ella es argentina y este, ante todo, es un libro que habla de la lucha de las mujeres argentinas. Es un compilado con varios ensayos/artículos (no sé como definirlos en cada caso, perdón a mi maestra de expresión oral y escrita) que tratan distintos temas que atañen a la mujer: la discriminación en los lugares de trabajo, la violencia doméstica, la violencia sexual y la prostitución y la trata de personas. Tengo varios puntos que me gustaría hacer sobre él.

Primero, quiero decir que es un texto bastante introductorio ante todo. Me parece que los temas que trata puede servir de punto de partida para investigar más y pasar a textos que profundicen más en los temas y en la cuestión de la mujer. Este tipo de textos me parecen muy valiosos para hacer de puente, dígamoslo así. No son para que la gente se quede sólo con ellos, sino para ser complementados y seguir investigando

Segundo es que, como ya mencioné, es un texto que se centra en argentina. Y a menos de que sean de allá o sean como yo, que he soñado con vivir en Buenos Aires desde que tengo trece años, quizá no todos los datos les interesen. Hay artículos que hablan de bastantes temas específicos y cursos de acción que se han tomado en el contexto de estas mujeres. Se rescatan también estadísticas del país (que no está de más conocer) con respecto a temas de violencia contra las mujeres. Y ahora sí, hechas esas dos aclaraciones, paso a hablar del texto en sí.

Voy a empezar con mi texto preferido por ser el más claro entre todos (según mi perspectiva) que escribió María Conti, llamado La violencia en la familia, un duro aspecto de la opresión. Analiza la violencia intrafamiliar desde el punto de vista del marxismo como un problema de clase. ¿Dónde se da la violencia? ¿Por qué razones? Además explica de manera muy clara de qué se habla cuando se habla de clase como contradicción principal y cómo se aborda la cuestión de la mujer desde el materialismo dialéctico.
Las contradicciones de clase y género, expresadas en la doble opresión, son de distinto carácter. La contratación de clase es la principal, entendiendo como tal a la que enfrenta a las clases y sectores dominantes de la sociedad, con el pueblo en su conjunto. La de género es secundaria, pero se establece entre ellas una relación dialéctica y requiere esta última de un abordaje específico. Cuando una mujer es golpeada o abusada sexualmente, requiere una contención que no resuelve la política general solamente (…) Entendemos que en el momento en que una mujer está siendo golpeada o abusada sexualmente, esto pasa a ser la contradicción principal a resolver en ese momento concreto.
 Me parece un texto muy al punto, muy claro. Para mí, pequeño paréntesis aquí, es muy importante que los textos sean claros. Eso no quiere decir que sean simples o que hablan de temas simples, porque la opresión de la mujer no es un tema sencillo, pero sí que el texto sepa transmitir las ideas de manera clara y concisa. Aprender a explicarse es todo un asunto y me gusta mucho como se explica María Conti: desde lo teórico hasta las estrategias prácticas.


Siguiendo un poco con el tema de la estrategia, es algo que me gusta alrededor del libro. Hace poco, cuando criticaba Por qué no soy feminista, hablaba de que no me parecía un buen libro porque se me hacía muy poco estructurado con muy pocos fundamentos y, además, muy poco propositivo. Una de mis grandes críticas al feminismo, y la razón por la que he ido alejándome de varias ramas para aterrizar en el marxismo, es la falta de la teoría revolucionaria. Los análisis de la opresión de la mujer dentro de muchas corrientes feministas pueden ser magníficos (a veces lo son, hay muchos que me gustan), pero para mí no son lo único necesario. Se necesitan estrategias, maneras en las que las mujeres podamos pelear por una mejor vida. Por esto, es que este libro me parece bueno. Es una excelente introducción a varios temas que atañen a las mujeres y habla además de estrategias que se han tomado en comunidades de mujeres para, justamente, mejorar sus condiciones de vida.

Por ejemplo, el capítulo dedicado a mujeres y trabajo habla de las huelgas y las peticiones que se han dado, las maneras en que las mujeres reclaman mejores condiciones laborales y que no existe discriminación en los lugares de trabajo. Además, en otro de los artículos, se analiza a fondo la problemática del aborto en Argentina, haciendo especial hincapié en que no se lucha sólo por el aborto, sino por la Educación Sexual Integral y el acceso a los anticonceptivos. La campaña por el aborto en argentina tiene muchos muchísimos años de historia y conocer su historia me parece algo bastante importante en el marco de América Latina.

Finalmente, el libro cierra con un artículo sobre la prostitución, que también me pareció bastante bueno como introducción. En el artículo se habla precisamente de la falsa idea de la libre elección que existe en el capitalismo y la manera en que las personas se convierten en mercancía bajo este sistema económico.
Quienes ven en la prostitución una expresión de la "libertad sexual" aceptan una sexualidad basada en el dominio masculino y la transformación del cuerpo de una persona en un objeto. Mantienen las ideas respecto de (por lo menos) dos clases de mujeres: las "buenas", útiles como amas de casa, las que tienen los hijos, tal vez las que acompañan; y las "malas", con quienes, por un precio se puede tener una satisfacción sexual unilateral "sin compromiso".
Si las personas son vistas como mercancía, ¿tienen opciones libres de vida?
Como ya lo mencionó Ans en su artículo sobre el libro, me parece un muy buen material introductorio a varios temas que nos conciernen a las mujeres. Además que es un muy buen material que se puede leer en grupo para abrir el debate e ir profundizando poco a poco.

viernes, 1 de febrero de 2019

¿Sexo contra sexo? o ¿clase contra clase? | Ensayos de Evelyn Reed

Sinopsis: Las mujeres de la sociedad precivilizada eran tanto económicamente independientes como sexualmente libres. En la sociedad comunitaria trabajaban junto con otras mujeres y otros hombres en beneficio de toda la comunidad, y dividían los resultados de su labor sobre una base igualitaria. Según las costumbres, decidían ellas mismas autónomamente acerca de su comportamiento sexual. No eran objetos que se pudieran poseer, oprimir, manipular y explotar. Como productoras y procreadoras eran la cabeza reconocida de una sociedad matriarcal, y eran tenidas en el más alto honor y respeto por los hombres. Sin embargo, cuando estos hechos fueron descubiertos por primera vez por los antropólogos del siglo pasado, estas versiones de las formas primitivas de organización social ofendieron y alarmaron a los guardianes del statu quo, exactamente como sucede todavía en nuestros días. Sus objeciones han tenido efectos negativos sobre el desarrollo sucesivo de la ciencia de la antropología, y han servido incluso para impedir y retardar la elaboración de una historia de la mujer que fuese auténtica y completa.

Hoy vamos a hablar de Evelyn Reed. Ella fue miembro del partido socialista de los trabajadores en los Estados Unidos y escribió para el periódico del partido mucho tiempo. Sospecho que varios de los ensayos y artículos que vienen en este libro fueron publicados allí. En general tengo algunas quejas sobre estos, pero bueno, vamos por partes. Primero las partes buenas.

El libro empieza con su ensayo titulado La mujer: ¿Casta, clase o sexo oprimido? donde analiza precisamente qué es lo que une o no une a todas las mujeres. A pesar de que difiero con Evelyn Reed en muchas cosas respecto a otras políticas, este ensayo me parece muy lúcido y muy bueno. Muchas teorías dentro del feminismo sostienen que las mujeres son una clase o casta aparte. Un ejemplo de ello, es, por ejemplo, el feminismo radical. Evelyn Reed refuta esa afirmación pues como muy bien dice, hay que situar el origen de un sistema patriarcal en la historia para hacer un análisis (puesto que es algo social, no es algo natural, ni surgió por osmosis). Para ello se remonta al surgimiento de la sociedad de clases y usa como ejemplo a los antiguos sistemas de castas:
Ni en el sistema de castas ni en el clasista –y ni siquiera en la combinación de los dos- las mujeres han constituido una clase o casta aparte. Las mismas mujeres han estado divididas en las distintas castas y clases que han formado el sustrato social.
De estos ejemplos, que muestran efectivamente como las mujeres siempre nacieron en distintas castas y tuvieron distintas obligaciones y distintos derechos, se mueve hacia el sistema de clases en el que vivimos en el capitalismo y, efectivamente, muestra como las mujeres están separadas por clase, refutando que, en efecto, sean una casta o clase aparte y dice que un término más correcto sería "sexo oprimido". Hoy, yo creo, que sería mejor decir "género oprimido" (el ensayo fue publicado en el 70, la manera de hablar ha cambiado desde entonces).
¿En qué relación se encuentran las mujeres con estas dos clases opuestas? Pertenecen a todos los estratos de la pirámide social. Las pocas que están en la cima pertenecen a la clase de los plutócratas; algunas pertenecen a la clase media, la mayoría al proletariado. Existe una enorme diferencia entre las pocas Rockefeller, Morgan y Ford, y los millones que viven con subsidios de todo tipo. Resumiendo, las mujeres, como los hombres, son un sexo interclasista.
Finalmente, niega que la opresión de la mujer tenga causas naturales. En lo que estoy de acuerdo con ella es que es, finalmente, un mensaje esperanzador. ¿Cómo cambias lo natural o lo que, efectivamente, ha existido siempre? Es poco menos que imposible. Pero lo social sí puede ser cambiado, derrumbado, reconstruido. Y eso es precisamente lo que es la opresión de las mujeres: no es natural ni tiene causas biológicas per se, sino que, finalmente, es uno de los pilares en los que se sostiene la sociedad de clases. Y el capitalismo, claro. 


En el segundo capítulo, que le da título al libro, retoma varios debates que conciernen a las mujeres y al capitalismo. Habla de la industria de la moda y de la belleza con perspectiva de clase y aunque creo que no me convence del todo su análisis completo, me gusta que se voltee a ver a estas industrias con una perspectiva de clase. Quienes imponen el canon de belleza y llevan a las mujeres a consumir en cosméticos, cirugías, moda, etcétera, se llevan unas ganancias millonarias. El canon de la belleza es dañino para las mujeres, pero lo peor son quienes se llevan el dinero a costa del sufrimiento y las inseguridades de... básicamente, la mitad del mundo.

 Dentro del mismo capítulo analiza si la competición o la rivalidad entre el sexo masculino y femenino es algo natural o social, algo que retoma a lo largo de varios capítulos, puesto que es el tema central del libro. Algo interesante porque le da una perspectiva histórica, pero no creo que sea en análisis más completo que haya entre estas páginas.

El siguiente capítulo es un discurso pronunciado por ella, que le da una visión histórica a la opresión de la mujer y que enfatiza en la necesidad de las mujeres de conocer nuestra historia. También se hace eco de cómo la antropología y la ciencia ha contribuido activamente a crear el mito de que la inferioridad de la mujer es algo natural. No tengo mucho que comentar sobre ello, porque es algo que retoma en los dos capítulos siguientes y hace análisis mucho más extensos. Habla de las mujeres en la antiguedad y del trabajo que estas realizaban, precisamente en la necesidad de hablar de la historia, de hacer visible nuestra historia.

Sin embargo, mi parte favorita de estos tres capítulos es el último, donde analiza de manera más extensiva si es o no es el factor biológico el que ha condicionado a la mujer (pista: no lo es).
Las mujeres, por naturaleza, no están obstaculizadas, respecto a los hombres,  por  sus  funciones  biológicas.  Y  en  la  sociedad  preclasista,  las  mujeres  no  fueron  inferiores  a  causa  de  su  papel  materno.  Se  las  tenía  en gran consideración por su doble función de procreadoras-productoras. La posición de la mujer en la sociedad, por lo tanto, ha sido determinada y   predeterminada   por   notables   condiciones   históricas.   [...]. Fue al surgir la sociedad de clases patriarcal cuando la estructura biológica de la mujer se convirtió en el pretexto ideológico que justifica proseguir con el alejamiento de las mujeres de la vida social y cultural, y el mantenimiento de las mismas en un estado de servidumbre.
Creo que a Reed aun le faltaba ser más clara con su estrategia, pero la parte en la que analiza los factores biológicos y sociales es la mejor de todo el libro. En cuanto a su recuento histórico, es el enésimo que he leído y no lo rescataría por entrañable, pero no es malo (aunque prefiero a Kollontai, con todo respeto, me parece todavía más claro). Recomiendo el libro, que pueden encontrar de manera gratuita en internet (concretamente, en el Marxist Internet Archive). Una lectura crítica de este puede ser bastante interesante. Si alguien lo lee, puede comentarme acá abajo que le pareció.

martes, 22 de enero de 2019

Nuevas perspectivas para la liberación de la mujer de Stefan Engel y Mónika Gärtner

Sinopsis: Las mujeres han desarrollado una nueva conciencia de sí mismas, particularmente debido a su inclusión en la producción social y en los diferentes movimientos sociales. Esto ha reforzado nuevamente la lucha por su liberación en la conciencia pública. Con su escrito polémico los dos autores Monika Gärtner-Engel y Stefan Engel quieren contribuir a esta discusión social tomando consecuentemente partido por la liberación de la mujer en una sociedad liberada de explotación y opresión.

Leí este libro gracias a Ana (que tiene un blog llamado Cien Flores de Colores, donde pueden encontrar material de formación marxista y de mujer y marxismo). No es el primero que leo gracias a ella, pero es de los que me han gustado. Nuevas perspectivas para la liberación de la mujer fue un soplo de aire fresco cuando sentía que me estaba estancando un poco con lecturas culeras, o con lecturas que no me estaban dejando lo que buscaba precisamente. El libro fue publicado originalmente en Alemania en el año 2000 y es una coautoría entre Stefan Engel, el presidente del partido Marxista-Leninista de Alemania y Mónika Gärtner-Engel, que sé que es un miembro importante del partido, pero como la información está toda en Alemán practicamente no pude averiguar nada más de los dos. (Lo sé, que insight les doy). De todos modos, lo importante es realmente el libro. Así que vamos a él.

El libro consta de tres partes. La primera se dedica a los fundamentos sociales de la explotación y opresión específicas de la mujer en el capitalismo y es básicamente la base teórica de prácticamente todo el libro, la segunda se refiere al movimiento de mujeres proletario y burgués, haciendo especial énfasis en que la clase separa a las mujeres (algo que yo he mencionado en diversas ocasiones ya, al hablar de Alexandra Kollontai, de La mitad del cielo y al realizar la crítica a Por qué no soy feminista de Jessa Crispin). Si no eres alemán esas son las más interesantes, pero la tercera también es muy buena, ya que recupera la historia y habla de la lucha por la liberación de la mujer y el socialismo, pero se enfoca mucho en Alemania y los últimos capítulos están muy enfocados a la situación durante la guerra fría y después de ella en Alemania y quizá si no están tan interesados o tienen mucho contexto no sean los más interesantes del mundo.


El primer punto que quiero tratar es justamente la primera parte. Ahí recupera los fundamentos de la explotación de la mujer en el capitalismo (sí, Andrea, ya lo dijiste arriba) y expone la doble explotación de las mujeres en el capitalismo. ¿A qué nos referimos cuando decimos doble explotación? A la dimensión del trabajo doméstico no remunerado que realizan las mujeres trabajadoras (además de la jornada laboral común) comparándola con el trabajo doméstico no remunerado que realizan los hombres. Hablan de la situación específica en Alemania, pero aquí abajo hasta tienen un cuadrito para que se note
.
El libro me parece muy valioso por ese análisis que hace. Quizá este hable de la situación específica en un país, pero esa misma situación se puede extrapolar al presente y a otras áreas del mundo. La doble explotación no es algo de Alemania. Existe en todo el mundo. Y existe desde hace mucho. La misma Alexandra Kollontai recupera la idea de doble explotación/doble carga en El comunismo y la familia (que no me parece de sus textos más aplicables al día de hoy, pero que sí tiene un fragmento de análisis que vale la pena rescatar):
La mujer casada, la madre que es obrera, suda sangre para cumplir con tres tareas que pesan al mismo tiempo sobre ella: disponer de las horas necesarias para el trabajo, lo mismo que hace su marido, en alguna industria o establecimiento comercial; consagrarse después, lo mejor posible, a los quehaceres domésticos, y, por último, cuidar de sus hijos.
Precisamente se habla de esto porque el libro habla de la opresión específica de la mujer en el capitalismo. Si analizamos la historia de las mujeres (algo que hace Alexandra Kollontai en La mujer en el desarrollo social y Simone de Beauvoir en El segundo sexo, aunque personalmente creo que a De Beauvoir le faltó analizar el papel de las mujeres en las revoluciones de la clase obrera y obviamente no es marxista, sino existencialista), nos damos cuenta de que la opresión nunca se ha manifestado de la misma manera. En el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo, la mujer trabajadora ha sufrido de opresión, pero esta nunca ha sido igual. Entonces, este libro nos transporta al aquí, al ahora, al sistema capitalista, para exponer la opresión específica de la mujer en el capitalismo.
Ahí mismo recupera la idea de que no todas las mujeres son iguales, sino que sufren una opresión específica con base en su clase. Las mujeres no somos una masa homogénea: las hay burguesas y las hay proletarias. Y el libro, por supuesto, aborda la diferencia. De aquí me voy a agarrar para irme al segundo punto del libro: cómo analiza y muestra los movimientos de mujeres burgueses y proletarios. Porque claro, cada uno tiene intereses diferentes. 

En ese sentido, Clara Zetkin escribió lo siguiente para definir al movimiento de mujeres burgués (y viene citada en el libro): 
El movimiento de mujeres burgués es —como el movimiento de mujeres considerado como un todo— el hijo del modo de producción capitalista, que crea la base económica y es la fuerza motrizz y sustentadora de las aspiraciones por la completa igualdad social del sexo femenino con el masculino. [...] El movimiento de mujeres burgués tiene los pies en el suelo de la sociedad burguesa y lo defiende contra el proletariado en avance. Lucha sólo por reformar la sociedad burguesa eliminando las ataduras jurídicas y sociales que encadenan el sexo femenino en provecho del hombre.
El libro analiza como muchos de estos movimientos sólo se movían en pos de los intereses de la clase burguesa, mujeres que buscaban obtener los mismos privilegios que sus contrapartes masculinas y que se beneficiaban materialmente de la explotación de los trabajadores. Habla de cómo el movimiento de mujeres burgués nunca fue uniforme: "en la mayoría de los casos unificó un amplio espectro de diferentes, y a veces hasta contradictorias, posiciones que iban desde las aspiraciones abiertamente reaccionarias hasta los deseos más progresistas". Es por eso que dentro del feminismo existen ramas que se contradicen a sí mismas (la liberal y la radical, por poner un ejemplo), por qué existen grupos de mujeres que creen que se puede ser pro vida y estar en favor de las mujeres, por qué hay "feministas conservadoras" (que son, usualmente, abiertamente reaccionarias). Esto nunca ha sido homogéneo

El libro recorre el movimiento de mujeres en Alemania específicamente y hace un análisis muy amplio del movimiento de mujeres de la pequeña burguesía que recomiendo ampliamente. Finalmente, esta es una lectura que no puedo dejar de recomendar. No sé en qué países se edite en físico, pero sí conseguí, gracias a Ana (amor para ella) una copia escaneada en PDF que fue la que estuve compartiendo en tuiter cuando lo leí (hace ya bastantes meses). Los invito a conocer el libro, para mí se ha vuelto una de las lecturas escenciales para conocer la cuestión de la mujer desde el marxismo. Se los dejo disponible en este link. A cualquiera que lo lea, me gustaría platicarlo, mis comentarios siempre están abiertos.

viernes, 31 de agosto de 2018

La mitad del cielo: las mujeres chinas en la revolución cultural

Diría que he vuelto, pero últimamente he estado muy errática con el blog así que voy a hacer el favor de no mentirles y mejor me pongo a hablar del libro en cuestión (si me siguen en tuiter probablemente ya se los haya restregado en la cara unas doscientas veces, cuando menos) que es La Mitad del Cielo, escrito por Claudie Broyelle. Es un libro que rescata la experiencia del movimiento de mujeres en China y que para mí es una lectura muy recomendada para todo aquel interesado en feminismo, los movimientos femeninos, la liberación de la mujer, la cuestión en la mujer en el marxismo, etc.

Busqué información de la autora en la internet, porque quería saber quien era, pero lo único que encontré fue que es francesa, otras de sus publicaciones, casi todo descatalogado en español y que se arrepintió de haber escrito esto y dejó el marxismo (porque este es un libro marxista). Y bueno, grito a la nube (aka Broyelle): YO NO ME ARREPENTÍ DE LEERLO, LA EXPERIENCIA DE LAS MUJERES PROLETARIAS EN CHINA ME CURÓ EL ALMA. Literalmente esta es una de esas veces que creo que le quitamos el libro de las manos al autor (porque muchas compas en tuiter estuvimos hablando de él hace unos meses y todavía). Entonces, vamos a hablar un poquito de La mitad del cielo, que creo que es un libro muy interesante y que habla de mis temas favoritos en la vida: la vida de las mujeres y la revolución. 

Si no conocen la historia de la Revolución en China igual no les haría mal aunque fuera revisar la página de la Wikipedia sobre el asunto (contrario a lo que cree la gente, Wikipedia es un buen medio de acceso a la información, al menos para un panorama general y muy introductorio y fijarte en sus fuentes a veces funciona) para que este libro no los golpee tan fuerte con eso en la cara y sepan a quiénes son los políticos que se mencionan, etcétera. El libro se llama La mitad del cielo por una frase que se le atribuye a Mao (aunque hay un montón de versiones, que yo relaciono mucho con las mujeres y la revolución cultural china) que dice así: "Las mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo y deben conquistarla. Si ésta permanece serena, las tempestades revolucionarias que deben barrer el viejo mundo, se reducirán a nubarrones pasajeros" (quizá también la conozcan porque fue la frase que puse en mi cartulina en la marcha del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora). 

De este libro obtuve la definición que uso para referirme a lo que significa ser mujer dentro del capitalismo (puesto que en los diversos sistemas económicos que ha sufrido el mundo: esclavismo, feudalismo, el papel de la mujer en la producción ha cambiado) y eso es algo que le agradezco mucho. 
Más allá de todo el discurso sobre la "esencia" de la mujer, ser mujer en un régimen capitalista es estar implicada en cinco relaciones sociales principales: es vivir en una cierta relación con
                             el trabajo social, 
                             el trabajo doméstico,
                             los hijos,
                             la familia,
                             la sexualidad.
El libro abre precisamente con una introducción donde se aborda el ser mujer, el movimiento femenino y el hecho que de que el capitalismo nos ha dado todo lo que podía darnos. Y, como dice la misma autora: "¡es tan poco!". Después, se divide en varios capítulos que hablan precisamente de esas cinco relaciones sociales principales que menciona Broyelle, hablando desde la experiencia de las mujeres en China específicamente. Hablaré un poquito de algunos temas que ya mencioné en tuiter en su día para ver si logro interesarlos en el libro (que, además, tengo en pdf gratuito, porque es imposible de encontrar, al menos en México).

1. Sobre la liberación de los campos, las mujeres que se hicieron su espacio en la revolución y la doble carga. Varios fragmentos son de mujeres que hablan como se involucraron en la liberación y en los trabajos en el campo al mismo tiempo que exigían cooperación en los trabajos domésticos y derechos que nunca antes habían tenido. Exigían que se les reconocieran sus capacidades y se las dejara de relegar al hogar. En tuiter puse un par de testimonios sobre el asunto que les dejo acá abajo.
2. Sobre el capitalismo que nos "libera" vendiéndonos novedosos productos nuevos para el hogar. Hay un fragmento pequeñito en el que se habla precisamente de cómo nos venden esa imagen de mujeres liberadas con nuevas cosas para hacer más fácil el qué hacer y los cuidados de la familia, sin realmente liberarnos del qué hacer y el trabajo de cuidado, ni compartirlo con el resto de la familia, ni colectivizarlo de algún modo. Puse un fragmento precisamente en tuiter que habla de eso y justamente de lo que se espera de las mujeres trabajadoras en este sistema (volcar sus cuidados en los obreros, en los futuros obreros, mantener las condiciones de los trabajadores). Aquí se los dejo:

3. Las asociaciones de mujeres lidiando con la violencia doméstica. Creo que de los muchos testimonios que hay en el libro sobre la manera en que las mujeres luchaban contra la violencia doméstica, este es uno de los que más me da esperanzas. Las mujeres luchan juntas, no solas. Se defienden a sí mismas y a sus compañeras.
4.Finalmente, en sus capítulos finales, el libro habla de lo esencial que es la independencia económica para la liberación de la mujer. No se puede hablar de liberación cuando el papel de las mujeres en la producción es tan limitado; cuando existe, pero viene acompañado de una doble o triple carga; cuando se asume que, aunque una mujer trabaje, sigue siendo dependiente de su marido y no se le otorgan los mismos derechos.
Además, les voy a dejar la reseña que hizo ans en Cien Flores, su blog, donde menciona algunos otros puntos importantes (y porque su blog es muy bonito, se los recomiendo muchísimo). Por otro lado, les recomiendo mucho este libro y aprovecho para dejarles el link para que lo descarguen acá.