Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 22 de abril de 2013

Inteligencia artificial, reflexión


Nota: este fue originalmente un trabajo para la materia de Orientación, el semestre pasado, cuando la maestra adoraba ponernos películas para no dar clase... Esperen, esa mujer nunca dio clase. 
La película propone un tema muy interesante: un robot que ame. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo programan algo artificial para que sienta como una persona? ¿Cómo programan los sentimientos?, ¿cómo crearlos de la nada? Un niño robot que ama. Sustituye al hijo —en  coma— de un matrimonio. Una vez programado ya no hay vuelta atrás: si un día la madre decide que no lo quiere, entonces tendrán que destruirlo.
Sin embargo, cuando el hijo despierta, el hijo de verdad, empiezan los problemas. Las competencias por ver quién de los dos quiere más a mamá y los engaños que la mente del robot no puede prever. No sabe nada de la vida, ni cuando lo crearon, no tienen ni siquiera un cumpleaños. Sólo ama.
Finalmente y después de una serie de eventos desafortunados y malentendidos por parte de los padres que no quisieron —no supieron, no previeron— la envidia del hijo y la ingenuidad ante la vida del robot, el niño robot se ve abandonado en el bosque en un mundo hostil donde es perseguido. Si lo encuentran, se acabó su existencia. Pero si no… él está decido a buscar —y entontrar— al Hada Azul que convirtió a Pinocho en un niño de verdad. ¿Por qué quiere ser un niño de verdad?, ¿qué espera lograr con eso?
La película me llevó a cuestionarme en determinado punto por qué el niño tenía tanto empeño en recuperar a su madre. ¿La ama de verdad o es sólo porque está programado para amarla? Quiero que lo vuelva a amar, que no lo vea como un monstro. Porque él, evidentemente, con la mente de un niño, no entiende qué pasó, por qué lo dejo de amar.
¿Cómo se puede crear un niño tan perfecto, que de verdad parezca un niño, capaz de amar y ser correspondido? Un niño como todos los demás: inocente y juguetón. Un niño desesperado por recuperar el amor de su madre y convertirse en un niño de verdad porque siente —y se ha dado cuenta— que como robot es marginado y relegado a otra parte. Sólo es un robot.
Me pareció que no estaba dispuesto a detenerse ante nada, con la tenacidad de un niño, hasta que lograra lo que se proponía: recuperar el amor de la mujer que considera su madre, creyendo que lo han marginado porque es un robot. Y un robot no es lo mismo que un niño humano, de carne y hueso, por más inteligencia que tenga. 

domingo, 21 de abril de 2013

Reseñas en +bits



Escribí dos reseñas en +bits está esta semana de dos libros diametralmente opuestos: Hermosas criaturas (que ha pasado sin pena ni gloria por las librerías y por el cine después de una agresiva campaña de marketing que no dio resultado) y Battle Royale (algo
parecido a The Hunger Games, pero muy diferente).


Hermosas Criaturas

Lo vendieron como el nuevo Harry Potter, un fenómeno increíble, con super-ventas…, que no le ha llegado ni a los pies a Crepúsculo o a Los Juegos del Hambre, a pesar de ya tener una película que pasó sin pena ni gloria por las salas de cine al mismo tiempo que las nominadas a los óscares.
Evidentemente, no es lo que fue el fenómeno Harry Potter y mucho menos se le acerca. Hermosas Criaturas es un libro que hay que leer sin pretensiones, sin esperar nada, dejando que te entretenga.
Lee la reseña completa aquí.


Battle Royale

Acusaron a Los juegos del hambre de plagio de Battle Royale sin saber que lo único que los dos libros comparten es esa premisa de adolescentes matándose entre sí, sin saber que son historias con una psique y una profundidad muy diferente, ambas explorando distintos aspectos de una historia lejanamente parecida. Porque, ¿qué harías tú si tuvieras que matar a tus compañeros de clase, a esos que conoces desde que eres un niño, con los que has pasado gran parte de tu vida?
Al comienzo de la novela cuarenta y dos adolescentes que se disponen a disfrutar el viaje de fin de cursos son llevados hasta una isla mientras duermen y despertados con la noticia de que tienen tres días para matarse entre ellos y que quede uno sólo. Les dicen que participar en el Programa (Battle Royale) es una gran oportunidad, pero la mayoría lo considera sólo una pena de muerte…, les dicen que deben hacerlo con ganas y con entusiasmo, pero la inmensa mayoría se dejará arrasar por la desesperación que acabará por llevarlos a distintos caminos…
Lee la reseña completa aquí.

sábado, 20 de abril de 2013

Por un fandom sin Rayita


Últimamente escribo patochadas llenas de estupideces, cada cuál más grande que otra, pero bueno, quitémosle un poco lo serio al blog.

¿Ya conocen a la petarda de rayita? Mejor conocida como “______”, se llama como tú y tiene una suerte de puta madre. También se puede encontrar en las modalidades “Historia del pendejo de turno & tú” y “TN” —tu nombre—. Protagonista de sinfín de cosas que no merecen ser llamadas novelas (pero que en Facebook así con conocidas por un montón de adolescentes hormonadas que no merecen ser llamadas escritoras…), ni siquiera fanfiction, que tienen un montón de recursos absurdos para escribir la historia que “todos quieren leer”, porque obvio obvio todas querríamos estar de novias con nuestro artista o personaje favorito.

Este es un ejemplo de cómo no se debe editar...,
digo, de novelas de Rayita & Justin Bieber en Facebook.
La imagen, ni idea de a quien pertece, pero tiene dueño.

Así que rayita tiene una suerte increíble, saber hablar inglés perfectamente y lo más importante de todo… es rica. Nunca lo da a entender, claro, no lo dice como si tal cosa, pero se muda a vivir al país de su ídolo como si nada y acaba siendo su vecina, su compañera de clase, su algo. Además tiene dinero ilimitado porque nunca repite nada de ropa (y las escritoras tienen la necesidad de poner una foto de cada zapatos que se ponga como si los lectores fueran retrasados mentales y no tuvieran imaginación)… Por otro lado el ídolo en cuestión parece no tener guardaespaldas (por favor, ¿los de One Direction sin gente que los cuide de sus histéricas fans? ¿Justin Bieber en esa situación? ¿El artista del momento sin gente que lo ayude a deshacerse de paparazzis idiotas que quieren tomarle una foto con mal enfoque para venderla a la revista de chismes que pague mejor?).

Además Rayita siempre tiene que ser bellísima (y casi no usa maquillaje) para que el protagonista se fije en ella y le tire onda, a pesar de que es una simple fan con muchísima suerte (mejor que la de Sakura en Tsubasa, y eso ya es decir mucho) que tiene unos cuantos delirios de Mary Sue —mujer perfecta, siempre impecable, inteligente, con cuerpo de put… digo, de estrella de Hollywood—, y que a pesar de rondar entre los quince y los dieciocho no tiene ninguna necesidad de ir a la escuela (y que es sumamente inteligente, como no).

¡Es una estupidez! Es todo absurdo, las tramas no tienen sentido, ni fundamento y son sólo alentadas por las fantasías de una adolescente (generalmente) hormonada que no tiene mucho sentido de lo que es el mundo real, de cuánto cuesta un viaje a Londres, cuánto cuesta vivir en Londres o simplemente cuánto cuesta toda la ropa de su glamurosa protagonista, Rayita. Eso sí, Rayita no es rica, sólo tiene oportunidades… (o es rica o se gana la lotería muy seguido, una de dos).

Así que yo abogo por un fandom sin Rayitas. Yo abogo por un fandom de escritos más inteligentes, donde las tramas tengan sentido y las acciones de la protagonista no giren sólo en torno a un protagonista masculino bastante buenazo… (a sus ojos), y este protagonista es generalmente un ideal que no conseguirán nunca, porque no existe, porque es sólo la imagen —irreal y desvirtualizada—, de lo que es ser un artista (porque ser un artista no es todo diversión y fiestas, hay trabajo, y hay estrés, y hay fans que más que fans parecen psicópatas asesinas).

Por un fandom realista.