Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 31 de marzo de 2016

How the García Girls Lost Their Accents, Julia Álvarez | Reseña

Sinopsis: Uprooted from their family home in the Dominican Republic, the four Garcia sisters―Carla, Sandra, Yolanda, and Sofia―arrive in New York City in 1960 to find a life far different from the genteel existence of maids, manicures, and extended family they left behind. What they have lost --and what they find-- is revealed in the fifteen interconnected stories that comprise this exquisite first novel. Just as it is a feature of the immigrant experience to always be looking back, the novel begins with thirty-nine-year-old Yolanda's return to the Island in "Antojos" ("Cravings") and moves magically backward in time to the final days before the exile that is to transform the girls' lives. Along the way we witness their headlong plunge into the American mainstream, but although the girls try to distance themselves from the Island by ironing their hair, forgetting their Spanish, and meeting boys unchaperoned, they remain forever caught between the old world and the new. With bright humor and rare insight, Julia Alvarez vividly evokes the tensions and joys of belonging to two distinct cultures in a novel that is utterly authentic and full of irrepressible spirit.

Cómo las chicas García perdieron sus acentos, traducción literal del título de la novela, empieza con el regreso de Yolanda a su isla natal, Republica Dominicada, a los treinta y nueve, después de cinco años de no pisarla. Sus tías la obligan a hablar en español, aunque parece que se le han ido olvidando las palabras y lo único que quiere es ir al campo a comer guayabas, ella sola, en un carro y sin chaperón, lo que resulta un escándalo entre su familia. De allí, empezamos a ir para atrás. Las chicas García ya no tienen sus acentos, más bien su español se ha vuelto diferente, pero el libro nos va condiciendo hacia atrás, hasta antes de que se fueran a vivir a Estados Unidos, obligadas por una situación política en la que su padre se veía amenazado y vamos desentrañando sus vidas. 

Este libro es la vida de Julia Álvarez ficcionalizada. Ella es Yolanda, Yo, Yolo, Joe en los Estados Unidos. Poeta que ha dejado de escribir para frustración de su madre y se ha convertido en maestra, aunque su madre rogaba porque ella fuera la famosa de la familia y dejara el nombre de los García de la Torre en alto. Durante todo el libro, tenemos historias de las cuatro hermanas: el matrimonio de Sofría, Fifi, que hizo enojar a su padre y con el que apenas se está reconciliando después, de, cómo no, darle a su primer nieto varón; los problemas de Sandi, Sandra, que estuvo internada en un psiquiátrico después de una decepción; de como Yolanda se siente extremadamente liberal dentro de su familia, pero frente a la libertad estadounidense sigue siendo más conservadora y finalmente de Carla y los zapatos rojos. 

Latinoamérica es increíblemente diferente entre sí. Diferentes costumbres, diferentes héroes, diferentes fechas. Republica Dominicana tiene una historia particularmente complicada. Pero en esencia, todas las familias latinoamericanas del siglo pasado se parecen un poco. Al menos en los libros. Se nota el contraste de la liberación femenina, al menos entre Yolanda y sus hermanas, que son feministas pero no pueden lograr que nadie en la isla se una a su causa, en especial sus tías mayores, porque creen que no es femenino andar rogando por sus derechos (sí, ese es un argumento normal) y sólo se preocupan por buscarles marido. La dualidad entre su identidad ―estadounidenses y dominicanas a la vez― se hace notar sobre todo en Mundín, su primo, que mientras está en Estados Unidos es parte de ellas, un compañero, pero cuando vuelve a Republica Dominicana cada verano se vuelve un macho de nuevo, intentando encajar. 

A pesar de que el libro va hacia atrás, narrando desde el presente donde Yolanda vuelve a la isla hacia el pasado, cuando se acustumbraban a vivir en los Estados Unidos o aun estaban en Republica Dominicana, no es difícil de seguir. La narración es muy simple y eso ayuda, además de que a pesar de que ya sabemos cómo termina la historia de las chicas García (sin sus acentos), lo de antes es nuevo y es una narración que se spoilea poco a sí misma. Como cualquier libro latino de un descendiente de latinos o inmigrante, está plagado de expresiones en español en todas partes y de modismos en los dos idiomas que lo hacen sentir más cercano. 


De entre los personajes, todos se sienten humanos, con sus contradicciones y esa crisis de identidad que las hace debatirse entre dos países. Como decía la sinopsis atrás de mi ejemplar (escaneado para la OpenLibrary): se rebelan quitándose los chinos, planchándose el pelo, pero vuelven a sus raíces por la fruta, la comida y cada año, volviendo sin sus maridos, al cumpleaños a de su padre, que parece que no le importa tener cuatro hijas mujeres, como insiste en aparentar, pero que sólo accede a reconciliarse con Fifi cuando tiene un hijo varón. Su madre las protege y las defiende de su padre, pero aún así fue criada con otros valores y las aleja de las escuelas públicas para meterlas en internados católicos, donde sabe que sus hijas estarán bien cuidadas. 

Respecto a la trama, tengo que decir que no hay un núcleo fuerte en el libro, lamentablemente, a pesar de lo bien unidas que están las escenas. Es un libro sobre todo de identidad, pero no se concentra en eso, sino en problemas varios. A veces no consigue abarcarlos todos, lo cual es una lástima y deja con dudas y ese regusto a que estamos viendo un montón e historias pequeñitas que se escapan y dicen que les toca ser contadas en otra ocasión, así a lo Ende. Es el único punto malo que le puedo ver al libro y pasa con muchos libros de este tipo. Realmente es una lástima porque el libro es precioso.

¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí. Es un libro muy interesante si les gustan estos temas, aunque está algo complicado de conseguir. Ojala, si lo leen, les guste

martes, 29 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (III)

A lo mejor si a la mitad no me doy cuenta de que la entrada está quedando kilométrica esta es la última parte en la que les daré lata con las comas. A lo mejor, pero no estoy segura. Recuerden que las comas son cosas muy importantes porque ponerlas o no ponerlas es la diferencia entre decir una estupidez o no decirla. Queremos que todo el mundo nos entienda, ¿no? Bueno, entonces, manos a la obra, tenemos trabajo que hacer. 

Uno de mis usos preferidos para las comas (sí, soy tan ñoña que tengo favoritos) es el siguiente: las comas se usan para delimitar incisos. La mayor parte de las veces (no todas) este uso se puede alternar con raya o con paréntesis, pero como hablamos de las comas... se usa así: se pone una coma antes y una después del inciso, no importa lo que haya atrás o delante del inciso, sea conjunción o no lo sea, vocativo o no, lo que sea: el inciso se delimita por comas. Hay incisos de muchos tipos, que son los que vamos a ver hoy.

Por ejemplo, podemos empezar por las aposiciones explicativas. Para que no me digan que hablo en chino, les explico: una apocisión es una construcción de elementos gramaticales y si es explicativa, quiere decir que incluye información adicional aclaratoria. Pongamos un ejemplo:

Yo podría escribir: María no tiene dinero, ¿puedes prestarle?
Pero por ejemplo, podría querer explicar que María es mi hermana menor.
Entonces, el inciso quedaría así:
María, mi hermana menor, no tiene dinero, ¿puedes prestarle?
Ahí, la aposición es "mi hermana menor" y como podemos ver, está rodeada por comas.
Más ejemplos de aposiciones explicativas:
Edimburgo, ciudad de Escocia, fue el lugar que visité cuando estuve de viaje.
Carlos V, rey de España, es muy famoso.
Moctezuma Xocoyotzin, huey tlatoani de los Aztecas, recibió a Cortés.

Continuemos con las explicaciones: los incisos también pueden ser adjetivos explicativos u oraciones adjetivas explicativas. Todos sabemos que los adjetivos calificativos nunca van separados por comas (El perro bonito, el gato viejo, etc, etc), pero los explicativos, que nos dicen cómo se encontraba el sujeto cuando ocurrió cierta acción en vez de describirnos al sujeto, sí. 

Ejemplos:
Los ratones, derrotados, dejaron de buscar queso por toda la casa. (Se explica que todos los ratones estaban derrotados, de ahí que ya no buscaran más queso).
Si queremos poner la oración sin comas tendría otro sentido:
Los ratones derrotados dejaron de buscar queso por toda la casa. (Decimos que de todos los ratones, sólo los derrotados, que no son todos, dejaron de buscar queso por toda la casa).  

En ese ejemplo podemos ver que muchas veces es gramaticalmente correcto ponerlo de las dos maneras, con o sin comas. Pero en ambos casos estamos explicando o diciéndole a nuestros lectores cosas diferentes, así que tenemos que tener claro que es lo que vamos a transmitir para no caer en errores.

Volviendo a los incisos: estos también pueden ser expresiones accesorias que no tienen ninguna vinculación o propósito explicativo en la oración en la que se insertan. Muchas veces se usan en la poesía, si es que no les suenan de ninguna parte.

Ejemplos:
Llegó a casa, dime tú su no es para matarlo, con todos sus amigos y sin avisar.
Tus caderas, ¡que delicia!, son lo mejor que me ha pasado en la vida.

Y después a la RAE le dio flojera seguir clasificando (bueno, probablemente no) y dijo que era considerado inciso cualquier otra clase de comentario, explicación o precisión a algo dicho

Ejemplos:
Toda la familia, incluida mi cuñada, estaba de acuerdo con lo propuesto.
Un buen hombre, según decía un célebre escritor, era fiel a sus principios.

Ya voy a acabar... casi (y esa sólo me la creo yo). Ahora, se escribe coma antes de una palabra que se acaba de mencionar cuando se repite para introducir una explicación sobre ella. Por ejemplo...

Se compró la mejor moto que había en el mercado, moto que, a los pocos meses, acabó olvidada y polvorienta en el garaje.
Compramos manzanas en el supermercado, manzanas que estaban carísimas.
El carro verde se descompuso, carro que compramos al año pasado.

La palabra etcétera se rodea por comas para separarla del resto de la oración. Ya les había puesto un ejemplo parecido al hablar de enumeraciones pero ahora vemos el caso de qué es lo que ocurre si, después de un etcétera, la oración continúa. 

Así es:
Los cítricos como el limón, la naranja, la toronja, la mandarina, etcétera, son muy buenos para prevenir los resfriados.
Así NO:
Los cítricos como el limón, la naranja, la toronja, la mandarina, etcétera son muy buenos para prevenir los resfriados.

También se escriben comas antes de cada una de las oraciones o elementos coordinados en oraciones del tipo: bien..., bien...; ora..., ora...; ya..., ya... He elegido dejar este uso casi al final porque no es muy común y yo, por ejemplo, sólo lo uso al hablar o escribir de manera muy formal. No es muy común en el habla coloquial.

Ejemplos:
Organizaremos la reunión el jueves, bien en tu casa, bien en la mía.
Todos querían a Sara como presidenta de la colonia, ya porque les había prometido beneficios, ya porque de verdad creían en ella.

Ahora, otra cosa importante pero a la que casi no pone atención. ¡FECHAS! Sí, al escribir una fecha completa, con el lugar incluido, el lugar se separa de la fecha. También se separa el día de la semana y el mes con comas. 

Ejemplos:
Distrito Federal, 28 de marzo de 2016.
Houston, Texas, a 13 de febrero de 1994.
Martes, 3 de enero de 1870.

En las direcciones, en España, dato curioso, se pone coma entre en nombre de la calle y el número. Yo personalmente siempre he escrito así: Rosas 24. Pero eso, según la RAE, se escribe así en España (que los españoles confirmen): Rosas, 24. Ahí sí, que cada quien decida cómo poner las cosas, de todos modos las entendemos todas, ¿no? 

Ahora, para seguir y ya casi acabar, usamos las comas para distinguir entre todos los sentidos de una oración. Ya lo he explicado antes con algunos ejemplos, pero aquí me dedicaré un poco más a eso. Pongamos algunos ejemplos:

Me he vestido como me indicaron (me vestí de la manera en que me indicaron).
Me he vestido, como me indicaron (me indicaron que me vistiera, pero no cómo).
Mientras, hizo lo que debía y no hubo problemas (mientras algo más ocurría, él hizo lo que debía).
Mientras hizo lo que debía, no hubo problemas (no hubo problemas siempre que él hizo lo que debía).
Vamos a comer niños (pues van a comer niños, deben estar muy ricos).
Vamos a comer, niños (los niños van a comer y no a ser comidos). 

Bueno, hay más usos de la coma y los pueden consultar en la RAE. La mayoría son más técnicos y subcasos de los que expliqué en esta serie de tres entradas. De todos modos, si tienen dudas, sean muy amables de dejarlas aquí abajo y yo contesto lo que sepa y si no lo sé, pues lo busco. Ojalá que estas tres entradas les hayan servido de mucho y les hayan gustado y las apliquen. Compártanlas si es que conocen a alguien que las necesite. Además, si quieren que haga algo sobre algún otro signo de puntuación (que sepa usar, claro), pueden pedirlo, ya saben. 

¡Diviértanse con las comas! Recuerden que son amigas, no comida. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (II)

Antes de seguir con las comas, les voy a contar un secreto. La RAE es descriptiva, no prescriptiva. O sea que recoge la manera en que hablamos o que cree que hablamos (amigovio era para la generación anterior, chicos, llegaron tarde) y no nos está obligando a nada. Sin embargo, por muy descriptiva que sea y no te esté poniendo una pistola en la cabeza para que pongas las comas, por favor quiero hacer una petición: PONLAS BIEN. Esto es sólo para tener una buena convivencia y que nadie malinterprete lo que estás diciendo, las comas pueden hacer una gran diferencia cuando quieres decir algo. Ahora si, vamos a seguir con las comas. 


  

¿En donde me quedé? Se escribe coma antes de pero, mas, aunque, sino (que) en oraciones coordinadas adversativas. En cristiano eso quiere decir que dos oraciones son contrarias o presentan puntos contrarios. ¿Cuándo se pone la coma? Siempre, por supuesto. (Y por favor, por favor, nunca pongan "pero aunque" o "mas aunque" porque suenan a pleonasmo).

Así se hace:
Trabajamos el sábado, aunque era feriado.
Haz lo que quieras, pero ten cuidado.
No fuimos al restaurante italiano, sino que cenamos en casa.
Queríamos llegar temprano, mas no pudimos porque Juan llegó tarde,
Así NO se hace:
Trabajamos el sábado aunque era feriado.
Haz lo que quieras pero ten cuidado.
No fuimos al restaurante italiano sino, al francés.
Queríamos llegar temprano mas, no pudimos porque Juan llegó tarde.

Siguiendo el mismo tipo de oraciones, para no perder el hilo, la coma se pone cuando tenemos oraciones consecutivas introducidas por así que, conque, de manera que... y ectétera. En cristiano la cosa quiere decir que son oraciones que siguen a otra. En general sirven para exponer argumentos.

Así que hace:
Prometiste ir conmigo, así que ahora no salgas con excusas.
Julia estudió mucho para su examen, de manera que obtuvo una buena calificación.
Así NO:
Prometiste ir conmigo así que ahora no salgas con excusas.
Julia estudió mucho para su examen de manera que obtuvo una buena calificación. 

Ahora voy con un tema más complicado, así que me voy a tomar mi tiempo en explicarlo. Incluso la RAE gasta más de dos líneas en explicar esto. Se pone come ante oraciones causales o lógicas, también llamadas "de enunciación". Creo que todos sabemos que las oraciones causales exponen la causa de algo. Si ha llovido, el suelo se moja, y el suelo está mojado porque ha llovido (o hubo un tsunami, qué sé yo). Entonces, el ejemplo es el siguiente: Ha llovido, porque el suelo está mojado

Sin embargo, las causas reales o puras no van con coma... El ejemplo es El suelo está mojado porque ha llovido Se preguntarán cuáles carajos son las causas reales o puras, pero no se preocupen: a veces yo también me pregunto donde va cada ejemplo. La RAE intenta explicar la diferencia, pero como es su costumbre no la explica en un idioma que una persona no experta en gramática pueda entender. De todos modos pego la explicación para hacer sobre esa mi explicación for dummies.

La diferencia entre un tipo de causales y otro es que las causales propiamente dichas expresan la causa real del hecho enunciado en la principal (El suelo está mojado porque ha llovido: la lluvia es la causa real de que el suelo esté mojado), mientras que las lógicas o explicativas no introducen la causa real de lo expresado en la oración principal, sino el hecho que permite al que habla afirmar o enunciar la oración principal (Ha llovido, porque está el suelo mojado: lo que me lleva a afirmar que ha llovido es que el suelo está mojado).

A ver, ahora, en un intento de traducción a cristiano, la cosa va así: La causa real es... la causa real. En serio, no se me ocurre una manera de explicarlo. Yo lo hago de una manera muy intuitiva. La causa real es la obviedad, estás diciendo algo que es real aquí y en China, o sea, que se consideraría válido en las dos partes. La causa lógica o explicativa puede ser sólo válida para ti, estás exponiendo el hecho que te permite llegar a la conclusión de tu oración principal. ¿Ya? ¿No he perdido a nadie? Mi consejo con este tipo de comas es que lean en voz alta lo que escriben, lo piensen y lo pongan como mejor les suene, finalmente, no todos somos expertos en poner comas y a veces hasta a mí se me van. Ahora respiren hondo, juro que por este post no pondré más cosas en chino mandarín.



Siguiendo, se escribe coma para separar los dos términos de las construcciones no sólo..., sino (también). Creo que está sencilla la cosa, pero igual les pongo ejemplos del asunto.

Así es:
Lo que dijo me sorprendió no sólo a mí, sino a todos los que estábamos en ese momento en el lugar.
Así NO:
Lo que dijo me sorprendió no sólo a mí sino a todos los que estábamos en ese momento en el lugar. 

Cuando el orden de las oraciones se invierte... en cristiano, por ejemplo, cuando objetos directos o indirectos anticipan su aparición. También cuando fijamos un tiempo en una narración antes del verbo de la oración. Me deben están mirando como si hablara en chino, así que seré consiente y se los explicaré con ejemplos.

Pescado, no suelo comer mucho (el objeto directo va antes).
En aquellos últimos días de verano, el ambiente era mucho más melancólico (los días de verano es el cuándo en la oración). 

En las oraciones compuestas (léase que hay dos oraciones y una depende de la otra), cuando la subordinada está antes. Si la subordinada va después la coma no es necesaria. Ejemplos, ¿claro?

Si vas a salir, avísame. 

Aquí, "avísame" es la oración principal. Para identificarlas, puedes pensar en cuál tiene sentido sola y cuál no. "Si vas a salir" no tiene sentido si la ponemos sola porque sentimos que algo falta; está el si condicional.

Aunque no le creas nada, Ana tiene razón.

"Ana tiene razón" es la principal, puede estar sola y no nos va a sonar extraño. En cambio, "aunque no le creas nada" es subordinada porque tiene el aunque. No tiene sentido si está sola, debe de haber algo con lo que la podemos contrastar. Y así pueden analizar estos casos para saber donde necesitan coma y donde no la necesitan.

Pasando a un tema más sencillo, se escribe coma delante de los siguientes enlaces: esto es, es decir, a saber, pues bien, ahora bien, en primer lugar, por un/otro lado, por una/otra parte, en fin, por último, además, con todo, en tal caso, sin embargo, no obstante, por el contrario, en cambio y otros similares.

Ejemplos:
Pues bien, nos vamos mañana de vacaciones y no el domingo.
Quería ir con Angélica a la fiesta; sin embargo, Angélica no va a ir y no quiero estar sola.
Queríamos ir de viaje a Chiapas para ver la naturaleza pero, por otro lado, el clima es demasiado húmedo.
No puedo ir hasta la ciudad; además, no me apetece nada manejar.

También va coma cuando hay adverbios o locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a uno de sus elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla general, etc. Léase, advervios que no modifican directamente al verbo sino que tienen efecto en toda la oración. 

Ejemplos:
No tengo automóvil; naturalmente, no puedo ir a la fiesta si no habrá transporte.
Generalmente, el primer día no hay clases: los estudiantes pueden conocer la universidad libremente.
Efectivamente, no llegaré hasta muy tarde.
Por regla general, todos nos vestimos de etiqueta en las fiestas.

Ahora, ya para acabar por esta vez, un uso sencillo; se pone coma después de las siguientes expresiones introductorias: en cuanto arespecto de, con respecto a, en relación con, con referencia a, a tenor de, etc. También se pone coma frente a expresiones tales como: en ese caso, a pesar de todo, para eso, etc. Si tienen duda sobre si poner o no una coma frente a una expresión de ese tipo sólo tienen que leer en voz alta lo que escribieron haciendo una pausa y sin hacerla. Ahora, unos cuantos ejemplos.

Ejemplos:
En cuanto a Armando, no quiero volver a verlo.
Con respecto a la junta, quedo todo arreglado.
En ese caso, nos quedamos en casa.
A pesar de todo, hemos decidido irnos de vacaciones.

Ya saben que las preguntas van aquí debajo y que todavía continuaré en otra entrada, pues los usos de las comas son muchísimos. De hecho, son el signo de puntuación más complicado a mi gusto. Bueno, preguntas sobre estos usos específicos (o los de la entrada pasada), aquí debajo, sobre otros, también, dudas que siempre los hayan torturado porque en ningún lado encuentran la respuesta, también. Intentaré responder todo lo que sepa con ejemplos, como siempre, y explicaciones. Si les gustó  la entrada, compártanla y si no, también (a sus enemigos).