Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 11 de julio de 2020

El debate de la piratería y el acceso a productos culturales

Reducir el debate de la piratería a que "la piratería es una elección" y que la gente que piratea lo hace por ser muy mala me parece una simplificación muy absurda dentro del capitalismo. Y me van a perdonar, pero es lo que todos hacen en tuiter. Los últimos días he visto correr en mi TL argumentos de que la piratería siempre es un robo, falacias, generalizaciones y una tremenda defensa al sistema editorial que no entiendo por qué sucede de parte de los mismos escritores. ¿Por qué querríamos defender a los monopolios editoriales que no permiten otras formas de pensar en la publicación? Pero bueno, sobre eso, más adelante. La verdad es que hay muchas razones para piratear productos culturales pero casi todas, en mi experiencia, terminan y empiezan con la situación económica de una persona y el difícil acceso a la cultura o a textos académicos. 

Los debates suelen dar vueltas alrededor de las publicaciones de ficción, pero pocas veces tocan el ámbito académico (donde los libros no los pueden comprar ni los mismos profesores, que viven de fotocopias y dejan fotocopias para sus estudiantes). Tampoco nadie toca a las elecciones que hacen las editoriales: quién publica, qué libro cruza el charco, por qué el precio que tiene el libro es ese, quién se lleva las ganancias en realidad, etc. Entonces me gustaría empezar este ensayo hablando del mercado editorial y de cómo la cultura, como todo lo demás, es una mercancía en el capitalismo.

Las mesas de novedades y la lectura como producto

La cultura ha sido siempre en China patrimonio e los terratenientes e inaccesible a los campesinos.
Mao Tse-Tung.

El capitalismo nos ha convencido de que el conocimiento, la cultura y el entretenimiento son todos un producto por el que hay que pagar. No es cosa sólo del mercado editorial: se ve en los clichés de que la "educación privada es mejor" porque pagas con ella, los altos precios que ponen los teatros a los que solo va la élite (contra los proyectos comunitarios más accesibles), el elitismo que existe respecto a los musicales (y el hecho que de grabaciones como la de Hamilton sean la excepción y no la norma), etc. Como todos jugamos dentro del capitalismo, hacerlo todo más accesible suele reportarle ganancias a la gente. Ya pueden ver a Netflix, que fue de las primeras plataformas de streaming (ahora, el problema es que con mil pues volvemos al que nadie puede pagar nada y todo el mundo vuelve a los torrents, pero ese es otro tema para otra ocasión). Con los libros es lo mismo. ¿Puedes comprarlos? Qué chido. Hay quien va tan lejos como para asegurarte que la lectura nos hace mejores personas (mentira cochina, hay muchos cabrones muy leídos). ¿Publicas? Felicidades, eres uno de los elegidos.

Les voy a romper un mito: escribir no va de talento. Va de hábito. Y de posibilidades. Lo veo como escritora. Decía Gloria Anzaldúa en Una carta a escritoras tercermundistas que nos olvidáramos del cuarto propio. Quienes lo tienen tienen casa grande, quién les limpie, la vida resuelta económicamente (hombres y mujeres, aunque siempre los primeros son mayoría).

Olvídate del "cuarto propio" (c) -escribe en la cocina, enciérrate en el baño. Escribe en el autobús o mientras haces fila en el Departamento de Beneficio Social o en el trabajo durante la comida, entre dormir y estar despierta. Yo escribo hasta sentada en el excusado. No hay tiempos extendidos con la máquina de escribir a menos que seas rica o tengas un patrocinador (puede ser que ni tengas una máquina de escribir). Mientras lavas los pisos o la ropa escucha las palabras cantando en tu cuerpo. Cuando estés deprimida, enojada, herida, cuando la compasión y el amor te posean. Cuando no puedas hacer nada más que escribir.

Entonces, quienes tienen más probabilidades de terminar un manuscrito y pueden mandarlo a una editorial para su valoración ya son los que tienen ciertas condiciones. Y el publicar es un premio. Sólo unos pocos "talentos" pueden hacerlo. No es talento. Es una chinga, pero nadie nació sabiendo escribir. La tienen más fácil unos que otros y los que la tienen más fácil para escribir pueden llegar más fácil a las mesas de novedades donde para mantener su lugar tiene que demostrar que son rentables. Los libros que no lo son regresan a los almacenes, muchos acaban destruidos. Así como me parece un despropósito cuando se hace con los cultivos (¡las papas en Estados Unidos!) me parece un despropósito con los libros (novelas, ensayos, académicos), pero así funciona el capitalismo.

El sistema hace que los mismos autores sean tan protectores de sus libros (mi libro es antisistema, pero yo lo protejo como si quisiera que me pagaran por cada lectura, me encantaría decir que no pasa, pero sí). Quizá ya cobraron todo su adelanto por la primera edición, pero una reedición depende de vender. A estas alturas ya no se trata del arte, la literatura o el conocimiento, ni creo que haya ya allí nada altruista: es vender. Finalmente, todo es un producto, ¿no? 


Las mesas de novedades que alguien decidió cómo acomodar, donde un montón de libros se pelean por sobresalir y un montón de gente ve los precios y se queda con las ganas. Las mismas cosas ocurren con los sistemas de autopublicación: en Amazon tienes que sobresalir o nada. ¿Tienes una historia que hay que pagar para leer en Wattpad? Hay que sobresalir, saber hacer marketing, ya no se trata de si la escribiste porque escribir es como respirar para ti (mi caso), se trata de convertirte en tu propio agente del marketing. Es el capitalismo y, por supuesto, el valor de los autores se define en oferta y demanda.

Vale la pena preguntarse lo siguiente: ¿quién es quien realmente gana en todo este proceso de publicación? Los grandes monopolios editoriales y libreros (Planeta, PRH, Librerías Gandhi, Amazon), los best-sellers que venden los derechos para que adapten sus obras (Rowling, sin ir más lejos). A mí defender empresarios y millonarios se me da muy mal. ¿Qué hace que un libro sea best seller? No es su calidad, se los aseguro. ¿Qué logra que un libro cruce el charco, en cualquier dirección? ¿Nos tenemos que quedar con las ganas porque el *mercado* tiene ganas? Desde el principio todo el sistema está MAL, ¿por qué defenderlo? Quejarse de los precios abusivos de los libros y la inaccesibilidad y de las malas condiciones de escritores, maquetadores y editores son dos argumentos que pueden coexistir.

¿Se puede pensar más allá del capitalismo? ¿Del copyright? Quiero creer que sí. Y creo que parte de ello empieza poniendo el foco del problema en el sistema y no en la gente que piratea. Ahora sí, vamos para allá.

Las "alternativas": bibliotecas, archivos y plataformas digitales

En contra de la actual tendencia a restringir el acceso a los saberes, pensamos que el interés común de autores y editores está en dar a conocer lo que escriben y publican.
Proyecto de la Editorial Traficantes de Sueños

En el debate sobre los libros pirata pasan dos cosas: se pone el foco directamente sobre las personas que lo hacen, como si el problema fueran ellas y no el sistema y se grita que "hay alternativas". ¿Las hay? ¿Cuáles son?

Siempre se menciona a las bibliotecas. Vamos a poner un ejemplo personal. Vivo en la periferia de una ciudad enorme. Lo que quiere decir que vivo y no vivo en la ciudad. La biblioteca de la colonia apenas tiene libros y apenas tiene presupuesto y, como muchas otras, no tiene préstamo a domicilio. La Red Nacional de Bibliotecas de México está en abandono total y continúo. Por suerte, existe el milagro de la Biblioteca Vasconselos (para mí). Afiliación gratuita (siempre y cuando tengas una línea telefónica fija y facilidades para que alguien la conteste en horas de trabajo), tres libros cada tres semanas. Cuarenta minutos de ida, cuarenta minutos de vuelta. Está en el "norte", como yo, lo que significa que está cerca. Pero requiere poder moverse, tener tiempo, etcétera, etcétera. Sobre muchas cosas de las bibliotecas públicas (en México) pueden leer a Verónica Juárez Campos o el twitter de Ale QH. Dejando de lado la red, aquí no todas son públicas y en aquellas privadas que cobran cuota para el préstamo de libros, el perfil de los asistentes responde a un perfil económico. Como quien dice, no todo el grueso del proletariado tiene acceso aún cuando hay bibliotecas.

¿Y qué pasa cuando no hay? ¿Cuántos piensan en las bibliotecas en el ámbito rural? Los debates suelen estar centrados siempre en lo urbano. Es fácil decir que "no hay más que ir a la biblioteca" cuando uno vive en un lugar donde hay una y está bien surtida y tiene presupuesto para compra de libros y no es tratada sólo como almacén. O en un país donde la red de bibliotecas funciona y los prestamos interbibliotecarios funcionan. No es el caso para todos y creo que, desde el principio, hay que asumir que no todos tienen acceso a las alternativas.


¿Qué pasa con alternativas digitales? Hay proyectos que ofrecen libros sin derechos de autor gratuitos. El Proyecto Gutenberg, sin ir más lejos es uno de ellos. "¡Los clásicos no tienen derechos y se distribuyen gratuitamente!" Cierto y falso. A la vez. Las traducciones recientes sí que tienen y a veces nos enfrentamos a la brecha del idioma. Existen otros proyectos que creen en la distribución gratuita de los libros digitales. Está, por ejemplo, el sello editorial del CCU Tlatelolco, que libera libros gratuitos. La editorial Traficantes de sueños apuesta por la liberación gratuita de sus libros en digital y los físicos pueden fotocopiarse enteros. Si quieres. No son caros, además. (Pero, como todo el resto, juegan dentro del capitalismo, lo que son las cosas). Existen otros proyectos como openlibrary y archive.org, que son bibliotecas con préstamos de libros digitales (escaneados, muchos de ellos descatalogados, pero aún con derechos) y aun con toda la accesibilidad que permiten, tienen la mayor parte de su material en inglés. ¿Qué ocurre con la brecha del idioma? ¿Quiénes pueden aprender inglés? ¿Por qué?

Hay miles de cosas que nunca se consideran en los debates en internet. Mucha gente asume que todo ocurre por la prisa de leer una novedad (epublibre tiene una veda de seis meses para no subir novedades, para prisas, no vamos bien), que la gran mayoría de los lectores son como la comunidad lectora se presenta en internet (muchas veces bilingües). En el debate centrado en España se olvida que las condiciones económicas en latinoamérica son diferentes y aun así, los precios de los libros editados allá que cruzan el charco no cambian; son más baratos los de nuestras editoriales independientes por una razón. Se ignoran los altos impuestos a los libros (Chile, por ejemplo, tiene de los más alto). Más bien convendría recordar la existencia de otras realidades y empezar a hablar con empatía.

En el debate de la piratería se olvida que esta no siempre es digital. Los libros piratas impresos existe y tuve muchos porque esos eran más baratos cuando yo era chica. Recuerden la brecha. Internet podrá ser el mundo real, pero sólo lo es de la gente con acceso a él. La piratería no es sólo de best-sellers, también es de fotocopias de libros descatalogados en los que alguna editorial tiene los derechos, pero no se molesta en publicarlos. También es de libros baratos (piratas) en los tianguis porque es lo único que alguien puede pagar y a lo único que alguien puede acceder. Y por supuesto, estas alternativas arriba mencionadas (que volverán más adelante) no funcionan exactamente en el ámbito académico.

Adendum a 2022: por otro lado, me resulta muy curioso que en un intento por fingir apoyar a las bibliotecas, se use un discurso que dice que leer no es un derecho, ni el ocio es un derecho. Me resulta alienígena porque ese mismo discurso es el que usan las grandes empresas que quieren bloquear la existencia de bibliotecas públicas o de organizaciones sin fines de lucro construyendo bibliotecas. Sólo falta ver que los grupos editoriales más poderosos de los Estados Unidos quieren acabar con una de sus bibliotecas digitales más grandes, la del Internet Archive. No se engañen, las editoriales a las que tanto defienden diciendo que hay bibliotecas también estarían muy felices si no existieran las bibliotecas o el préstamo de libros (no por nada los ebooks se venden con DRM que yo quito religiosamente de todos mis ebooks y hasta hay páginas que te dicen que sí, lo compraste, pero no puedes descargarlo y sólo podrás consultarlo en su link por siempre y si la página se cae seguro no te devuelven tu dinero... Esa fue la Universidad de Madrid, si les interesa saber). 

Además, hay quien se atreve a sugerir que las bibliotecas deberían tener un "módico costo" aka pasarse al privado. No mamar. Si son públicas por algo y de por sí nos cuesta que haya en todos lados. 

"Pasé la universidad con fotocopias": lo académico

Toda obra de arte, todo poema, toda filosofía, toda música surgen de una experiencia común, de la experiencia humana (que es invariablemente común) y por lo tanto, más que a un individuo, todo conocimiento y cultura pertenecen a la humanidad.
[...]
La cultura y el conocimiento no se roban, se expropian.
Manifiesto de la Pirateca

"Yo de lo académico no estaba hablando...", manera magistral de esquivar el tema cuando se atañe a él en los debates sobre piratería. En realidad, es un todo. Insisto que hablar de piratería no sólo tiene que ver con el best-seller de turno, el libro de moda o las novedades. Tiene más que ver con la falta de accesibilidad a los libros (de todo tipo género y cara) que con la terquedad de leer algo en específico (excepciones habrá, como siempre). Pero vamos al tema.


Para si quiera plantearnos por qué piratean los que piratean, también hay que mirar a las fotocopias. Las fotocopiadoras de muchas universidades te sacan libros enteros sin preguntar. ¿Saben lo que cuesta un libro académico? No he comprado muchos en mi vida. Los de matemáticas los heredé (el Baldor, el Granville, el Lehman, el Leithold) o los mismos profesores pasaron el pdf porque ni siquiera ellos los tenían. De física tengo un par. En la época fueron más de mil pesos desenbolsados. ¿Saben lo que cuestan los libros de idiomas? El último de inglés, 960 pesos (fue mi turno de take one for the team, porque los fotocopiábamos enteros). ¿Francés porque claro, estudiar con descuento de estudiante en universidad pública no puede ser caro? Acercándose a los 800 los últimos y no te atrevas a fotocopiarlo porque el mismo centro tenía convenios con quienes los vendían.

No se puede no hablar de lo académico. Si se hacen generalizaciones diciendo que todo aquel que piratee un libro es un ladrón, en las generalizaciones caben grupos enteros de profesores y alumnos que vivieron a base de copias, impresiones de pdfs y quizá una copia en una biblioteca que todo el mundo peleaba. En el caso de los papers el argumento suele cambiar, porque ahí la explotación a los autores suele ser más evidente: a veces pagan porque los publiquen y luego los journals pretenden que les des 20 dólares por leer un paper. A veces funciona mandar un email. A veces no y para eso existe sci-hub.



Y no pretendo tanto "justificar" la piratería (no tanto como hay personas que pretenden justificar el capitalismo, al menos) como explicar de dónde viene. Todos piratean por algo. Y cada que pretenden separar del debate al ámbito de las universidades, preparatorias y en general un montón de estudiantes del proletariado, están ignorando que también la academia hace una criba de quién entra en ella. Esta también es parte importante del debate, no sólo la que hace más ruido en redes. No es comparar "tipos de piratería", sino entender que todos coexisten en el mismo sistema. Ayuda a explotar por qué un sector piratea bajo qué condiciones. Como dije, hay muchas explicaciones a la piratería y todas empiezan y acaban con el capitalismo, nada está muy separado. Quién le pone precio a la cultura, al conocimiento, a las letras, a la creatividad.

El hermano menor de la defensa del acceso desigual: "siempre hay posibilidades"

"Las personas antipiratería están mantiendo un discurso de que siempre hay posibilidades en vez de piratear. No es real. Pero aunque lo fuera, ¿por qué estamos defendiendo el acceso parcial y desigual en vez de lo contrario?", decía ayer un tuit de está cuenta en tuiter. Por supuesto, no siempre hay posibilidades. Por las razones que ustedes quieran. No todos están en nuestros zapatos y hay cosas que siempre se nos olvida considerar. 

Siempre hay posibilidades. Por ejemplo, vamos a hablar de mí:

1. Páginas de suscripción. Como Bookmate o Scribd. Bien, uso ambas. Una por regalo, otra por conseguir 30 días gratis cada vez. Tienen sus limitantes, por supuesto y no son baratas. [Adendum a 2022] Bookmate ha subido su tarifa en estos años, volviéndose un poquito más inaccesible para la banda cada vez. Además, dependen de sistemas operativos en iOS o Android que la mayoría de los lectores de tinta electrónica que muchos miopes no tienen (salvo una o dos excepciones que tampoco son super accesibles en el mercado)... y sí, los miopes dependemos de no fregarnos los ojos.

2. ¡Proyectos como Lektu donde hay cosas gratis o autopublicadas! Maravilloso. Lo he usado. Sigue sin solucionar un acceso desigual. [Adendum a 2022] Además, tendríamos que hablar del acceso desigual a la tecnología y ese tema no les gusta tampoco porque implica abrir el bote de basura donde escondemos el abandono a las bibliotecas, la piratería en físico y las fotocopias.

3. ¿Pero y las bibliotecas? Ya expusimos que la accesibilidad varía. 

3.5 [Adendum a 2022] Por otro lado, las bibliotecas digitales usualmente están limitadas, dependen de acceso a la tecnología y son proyectos que se abandonan. En México podrías usar una biblioteca digital con tu CURP: hoy el proyecto no existe porque lo mataron desde la red. Los monopolios editoriales llevan años atacando a estos proyectos porque a ellos no les importa la legalidad, sino el dinero. El caso del Internet Archive, uno de los archivos y bibliotecas más grandes en internet es muy esclarecedor: compran libros, los escanean, les ponen DRM y los prestan limitadamente (solo una persona puede tener el ejemplar, tal como se haría en una librería física) usando el sistema de préstamos de Adobe (o directamente en línea en su web), un software donde no existe algo que le pueda quitar el DRM a libros en préstamo. Las editoriales llevan años cacareando que esto es piratería (a pesar de que el ejemplar prestado ya las fue pagado) y han conseguido que autores los apoyen porque creen que "pierden dinero". Lo que no quieren es que existan ni las bibliotecas y junto a eso pelea uno cuando dice "es que hay opciones".

4. Está wattpad. No voy a ser cómplice de una página que se hace rica de publicidad con un sistema de suscripción en la que lo autores subimos nuestras cosas gratis (con excepciones en el programa de historias pagadas que habría que ver cuánto paga). Le entro al juego de publicar yo porque entiendo las reglas, pero me niego a nada más. [Adendum a 2022] También no es gratis siempre: si tienes que ver publicidad, no es gratis. Tú eres el producto.

5. ¡Amazon Unlimited! Prefiero mantenerme lejos de Amazon salvo para lo imprescindible. No existirá el consumo ético bajo el capitalismo, pero si no es para leer un libro que sólo está allí o conseguirle uno a alguien, paso. Pero es una posibilidad. 

6. Los libros electrónicos son más baratos. Algunos. No muchos. De nuevo, cuando hay una conversión a pesos desde euros en libros españoles no siempre "barato" es lo mismo en ambos países (con excepciones). Pero algunas editoriales mexicanas independientes realmente hacen un gran trabajo para hacer el acceso a sus libros más barato. 

6. ¡Proyectos gratuitos! ¡Libros gratis! Y se van a ir al cielo al que no creo, pero no solucionan el acceso desigual a la cultura, aunque son proyectos que intentan cerrar la brecha. 

7. [Adendum a 2022] ¡Lugares donde puedes leer gratis como Webtoon! Geniales, los uso. Aunque algunos son engañosos: si te hacen ver publicidad, la gratuitidad no es tal y quien está pagando es otro, tú eres el producto que ve anuncios. De todos modos, siguen sin solucionar un acceso que ya es desigual de fábrica porque es el capitalismo funcionando a la perfección. 

8. [Adendum a 2022] Lugares como NetGalley. ¡Libros a cambio de reseñas! No es gratis, estás cambiando tu trabajo, el de escribir una reseña, por un libro. Hay pago. Hay un costo. Esto es capitalismo. Está muy bien afrontarlo, pero no olvidemos que implica cierta trayectoria, que hay unos idiomas donde es más fácil hacerlo que otros y que los lectores no somos pendejos, no vamos a leer lo primero que nos pongan enfrente como si sólo nos merecieramos lo que quieran darnos.

¿Pero saben algo? Todo eso significa seguir defendiendo el acceso desigual. Decirle a la gente sin dinero que lo que queda para ella son un puñado de libros más económicos o gratuitos o lo que sea que haya disponible en la biblioteca. "Esto es lo que hay para ti", les dicen. "Si quieres acceso a lo otro tienes que trabajar, ahorrar, vivir en el capitalismo". Se quedan a un paso de los que critican en qué se gasta el proletariado su dinero, de los que bajita la mano creen que el entretenimiento no es para el proletariado que no puede pagarlo. El "quien de verdad quiere un libro, ahorra para comprárselo" no está muy lejos de dejar que el capital decida nuestro valor. Al final, y con perdón, me parece que dicen "si eres pobre, pues ya qué, sólo puedes acceder a esto, lo demás está CERRADO" y eso, además de ser el capitalismo funcionando a la perfección, es una barbarie.

El capitalismo hizo esto, no quien piratea.

En vez de buscar alternativas más allá del capitalismo, se queda todo en defenderlo. "No piratees, es robar". ¿Cómo se roba la propiedad intelectual que no deja de pertenecerte? ¿Por qué defender al sistema que explota a los autores, artistas y a todo el sector editorial? Sólo los burgueses con medios de producción sacan ganancia. ¿En serio es tan complicado pensar más allá del capitalismo? Yo no escondo que lo quiero en llamas y quizá ese es mi problema. Le pienso mucho antes que condenar algo mío a él. Respeto a quienes arman proyectos libres (como traficantes de sueños), mucha de mi formación se la debo a proyectos como marxist.org o a carpetas de drive con pdfs escaneados de libros que no encontraba en ningún lado. No me interesa defender a un sistema editorial que condena a todos sus autores a una mesa de novedades, culpa en su mayor parte de los monopolios de librerías, editoriales y amazon. Entiendo por qué los autores lo defienden (viviendo de él, peleando por condiciones mínimamente aceptables), pero quiero mirar un poquito más allá.

Creo que pensar más allá del capitalismo es posible. Aquí nada es una libre elección. Todo parte y vuelve a nuestra clase. Explotado o explotador, finalmente, y entre el proletariado unos menos peor que otros. Quiero pensar más allá de un sistema que nos convenció que sólo unos cuantos son los elegidos, los talentosos podían publicar y que unos cuantos (porque créanme, SOMOS UNOS CUANTOS) podían acceder a los libros comprándolos.

Ya decían Marx y Engels en La ideología alemana
La concentración exclusiva del talento artístico en individuos únicos y la consiguiente supresión de estas dotes en la gran masa es una consecuencia de la división del trabajo (…) en todo caso, en una organización comunista de la sociedad desaparece la inclusión del artista en la limitación local y nacional, que responde pura y únicamente a la división del trabajo, y la inclusión del individuo en este determinado arte, de tal modo que sólo haya exclusivamente pintores, escultores, etc. y ya el nombre mismo expresa con bastante elocuencia la limitación de su desarrollo profesional y su supeditación a la división del trabajo. En una sociedad comunista, no habrá pintores, sino, a lo sumo, hombres que, entre otras cosas, se ocupan también de pintar.

Así que mis conclusiones van a lo siguiente: yo no voy a defender a las empresas ni mucho menos al capitalismo. No voy a jugar el juego de hay posibilidades porque ese juego significa que el acceso sigue siendo desigual y que no cualquiera entra al ruedo de "los que escriben" (refiriéndose a los que publican y lo hacen constantemente). Mucha gente conoce las posibilidades que siempre son mencionadas y las usa. A veces eso no es suficiente. Si van a empezar este debate, empiecen desde la empatía y no pongan el foco donde no (la gente que piratea) cuando en realidad el problema es todo el sistema. El argumento de que los autores (y otros en el medio) se mueren de hambre coexiste con el argumento de que el acceso no debería ser desigual (pero es). Total: capitalismo, de ahí parte todo este desmadre.

Antes de dejar de escribir (gracias si llegaron hasta acá), tengo una pregunta: si no son de México, ¿cómo funcionan las redes de bibliotecas? Si son de México, ¿usan alguna biblioteca? ¿Por qué sí o por qué no? Sólo conozco la situación extensivamente del lugar en dónde estoy, así que cualquier otra cosa es muy interesante.

Gracias por leer. Toda mi formación política (casi) fue gracias a todo el material que está en esta biblioteca de mega (parte uno y parte dos) que yo compilé. Pueden usarla. Si quieren. Es material que en su mayoría, por supuesto, no se consigue en ninguna parte (del sur global).

jueves, 9 de julio de 2020

Como caracol..., Alaíde Ventura Medina | Reseña

Sinopsis: Muchas familias guardan secretos, cosas de las que nadie quiere hablar. Julieta supone que hace mucho tiempo ocurrió algo entre su mamá y su abuela que terminó por separarlas. Un día, Julieta decide conocer mejor a su abuela, Mariana. Cada momento se convertirá en un regalo y de la mano se acompañarán a sobrellevar de manera digna la enfermedad de Mariana, el Alzheimer.

Como caracol... fue ganador del premio Gran Angular de la editorial SM en México y desde entonces le había puesto los ojos encima. Moría por leer este libro y pude hacerlo en scribd con una cosa que me dio dos meses gratis (porque la app en sí me parece muy cara y no me gustan la mitad de sus glitchs...; no les puedo decir funcionalidades). Lo leí en un día. Me pegué a él. Tiene mucho que ver con que la escritura de Alaíde Ventura me parece que invita mucho a la lectura, pero también porque la primera frase describe a mi mamá. 
A mi mamá no le gustaba nada. No era grosera ni le hacía el feo a las cosas, no, pero nunca la vi emocionarse. Si hubiera tenido frente a sus ojos el primer cuadro impresionista pintado por un mono clonado, había comentado: "Está bien". No tenía comida favorita, no escuchaba música y la noche antes de su cumpleaños dormía con la tranquilidad de quien no espera nada del día siguiente.
La única diferencia entre la mamá de Julieta y la mía es que la mía sí tiene comida favorita (quesadillas). Su cumpleaños le da igual, no tiene película favorita, ni ama nada con pasión (y no entiende a quién lo hace) y es práctica a rabiar. Me llevo muy bien con ella. A veces platico con otras morras y me doy cuenta que eso es raro. La maternidad, sobre todo en el contexto en el que vivo, está llena de dificultades, de errores, de heridas que tardan en sanar. No vengo a hablar de eso, pero soy plenamente consciente de eso: soy un caso raro. Tiene que ver con que soy su única hija (como no lo soy del otro lado de la familia) y hemos aprendido a vivir juntas. Además mi mamá tiene opiniones muy fuertes sobre la maternidad: "si los niños no quieren saludar, que no saluden, con una chingada", "ni se te ocurra aplastarle la cara en el pastel a mi hija, te dijo que no" (por siempre agradecida), "decirle al niño que no lo vas a querer es puro chantaje" (y lo desprecia muy fuerte, muy), "si la niña dice que no quiere ir a la escuela, es por algo", "si no te gusta la pareja de tu hijo/a, pero hay respeto, no te metes", "si la niña no se quiere quedar a dormir en casa ajena, NO se va a quedar a dormir en casa ajena" (salvo en emergencias), "si la niñA quiere una espada, le compras la espada en vez de la muñeca", "TE DIJO QUE NO" (a los besos, abrazos, contacto físico indeseado). Eso me ha marcado para siempre, ya sé. 

A mi mamá le gusta esta foto porque acabé la universidad
Me estoy extendiendo, pero ya viene por qué este libro me atrapó: Julieta y su mamá no se llevan bien. Y salvo algunas diferencias menores, la mía es igualita a la suya. Así que leer una relación tan diferente a lo que estoy acostumbrada era algo que me llamaba muchísimo la atención. Segunda cosa: habla muy profundo sobre tener abuelos. Para mí leer historias de abuelos es hacer turismo emocional y me interesa mucho. Me voy a oír muy insensible pero NO ENTIENDO LO QUE ES TENER ABUELOS. De mis abuelos me quedan fotos. Curiosidades. El cuerpo de mi abuela paterna (para chingar). La biblioteca comunista de mi abuelo paterno (qué bendición). Las creencias de mi abuela materna (que son las de mi mamá, aunque mi mamá es un poco más liberal). De mi abuelo paterno es del que menos, porque murió muy joven, pero mi mamá habla dos cosas de él: nunca tomó alcohol y a pesar de trabajar turnos de doce horas siempre se paró los domingos a hacer el desayuno para siete hijos y su esposa. Sus nombres. Y nada más. No tengo ninguna conexión sentimental con la idea de tener abuelos, es algo alien para mí y es algo que tampoco deseo porque no sé de qué chingados me perdí. (Cosas de tener papás muy grandes). 

Entonces la relación entre Mariana y Julieta era algo muy interesante. Me encantaba. El personaje de Mariana es super complejo y ver su relación con toda la familia era muy interesante. Habla además de los cuidados y aborda a vejez. En otra de las opiniones fuertes de mi mamá: "cada quien se hace viejo como quiere y puede". (Ella renunció a buscar trabajo después de ser liquidada de una empresa que desapareció en los noventas para cuidar a su mamá enferma antes de morir y luego ya nunca consiguió por un embarazo de alto altísimo riesgo). (No le digan que ando ventilando la vida de la familia, por favor; aunque en realidad no se saben más que detalles salteados porque soy bien privada). Entre las ideas de mi mamá está que cada quien tiene derecho a enfrentar su muerte con dignidad y en eso se parece mucho a Mariana, quien está enferma de Alzheimer (NO ES SPOILER SI ESTÁ EN LA CONTRAPORTADA, MAIGOS). Mariana para mí representa que la gente sí puede cambiar y enmendar sus errores. La relación de Mariana con su hija es algo también muy interesado, retratado de manera muy realista. (Y es que entre familias pasan tantas cosas que difícilmente algo va a entrar en el terreno de lo "no-realista"). 


Como caracol... es una novela bellísima. Sobre la identidad, el llevar la casa a cuestas, conocerse a través de los otros, el perdón, los cuidados. En las palabras de Julieta hay un amor tremendo por su familia, en su narración se puede ver. Pero como en todas las relaciones familiares hay tristezas, frustraciones y problemas. El jurado del Gran Angular se rifó al elegir esta historia como ganadora y Alaíde Ventura se rifó al escribirla. 

Otra cosa que quiero reconocer es lo maravillosa que es la atmósfera de Veracruz. No sé que tengo con las escritoras veracruzanas que siempre me gustan (¡aunque no conozco ahí!). Hay una clara diferencia entre las partes del libro que transcurren en Veracruz y las partes que transcurren en la Ciudad de México. Esa diferencia me encanta, le da una profundidad muy interesante al libro. Y ya, yo me quedé con poco que agregar, pero de verdad les recomiendo este libro (además es un libro que tiene estrellita de todas las beforas de Librosb4tipos que lo han leído, esa no es una mala recomendación, es algo muy difícil de lograr). Ya saben, lo consiguen en SM y si no, está en Scribd (espero que pronto esté en Bookmate también). El premio Gran Angular es uno de los más importantes para la LIJ, especialmente aquí. Suelen tener trabajos muy interesantes y sorprenderme para bien (no siempre pasa porque se sane que mis estándares son horrendos). Me hace muy feliz que una historia como esta haya encontrado su hogar en este premio.

Si quieren leerla en Scribd, aquí les regalo dos meses gratis (tienen que acordarse de cancelar). Solo le tienen que picar en el link. En serio, ¡léanla


Si lo leen algún día, cuéntenme qué les pareció. Me encantaría oírlos/leerlos. Por cierto, les comparto uno de los diálogos de Mariana sobre el amor. (La quiero mucho y este en especial se me quedó muy hondo).
—No es tibio, no puede ser tibio. Tiene que ser arrebatador. Te tiene que quitar el hambre, el sueño, las ganas de morir. Si hay que analizarlo, mejor no pierdas tu tiempo, Julieta, eso no es nada. Si es tibio, no es amor, entiéndelo: es nada.

domingo, 5 de julio de 2020

Mary Jo, Ana Pessoa | Reseña

Sinopsis: María José se ha mudado de casa, cambio que viene acompañado de su adolescencia: el gusto por los chicos, nuevos sentimientos, inseguridades, cambios en el cuerpo… y de la despedida de Julio Pirata, con quien compartió parte de su infancia y de quien estuvo enamorada sin ser correspondida. María José escribe una carta muy larga a este chico; con una mezcla de tristeza, alegría y humor, narra experiencias de su vida antes y después de mudarse, antes y después de descubrir su nuevo cuerpo.

Los coming-of-age son mi género favorito de decir que gracias a diosito en el que no creo ya no soy adolescente y crecí. Ya pasé por esa edad, no más confusiones pendejas, no más sentirme fuera de lugar todo el pinche rato, no más no entender chistes cochinos como María José, no más que se rían de ti porque no los entiendes, no más tardarte años en captar los dobles sentidos. No más no encajar sin darte cuenta de que en realidad nadie encaja. Eso fue mi adolescencia. Un caos. Territorio de guerra, nada más que sin bombas. Me gusta ahora verlo desde la distancia, encontrar todos esos libros que me hubieran hecho sentir comprendida en el caos. Me viene pasando desde el día en que fui consciente de que ya no era adolescente y que el caos se había callado un poquito.

Leer Mary Jo me recordó a mi experiencia cuando leí Frankie y la boda de Carson McCullers (que viene al final de El aliento del cielo). Las historias tienen cosas en común pero no creo poder compararlas. Sólo puedo compararme a mí leyéndolas y entendiendo muchísimas cosas sobre mi yo del pasado. Qué bueno que ya no soy Nea adolescente, oigan. (Pero como apenas tengo veinticuatro y este blog se acerca a los once años, se imaginaran que aquí quedan muchos resquicios de esa persona que fui). En fin, ahora sí, vamos a hablar de Mary Jo.

Es un libro que es una carta (dirigida a Julio Pirata) escriba en primera persona. Al principio es muy claro que Julio es una persona importante para Mary Jo. O lo es su recuerdo, porque también es muy claro desde el principio que Mary Jo está apelando a todos los recuerdos que tiene y que los está rescatando. En fin. Ahí para ponerlos en contexto.
Grito: ¡No me dejes caer! Y no me dejas caer. Tus manos me toman de los los tobillos y no hay nada más perfecto que tus manos en mis tobillos. Tal vez el amor era eso, Julio Pirata
Mary Jo es una historia de los primeros amores, esos que se van lento y se desvanecen lento. Es un carta de despedida y auto descubrimiento. Es el libro que le recomendaría a todas las adolescentes del mundo si las tuviera enfrente. Lean a Ana Pessoa, lean a Mary Jo.


Me gusta también porque es algo testimonial. Es una niña y luego una adolescente la que va recontando poco a poco sus recuerdos. Como los ve y va dándoles vueltas y vueltas hasta entenderlos y entender sus sentimientos. Entender el amor, entender por qué se siente traicionada por Julio, Julio Pirata, pero entender también por qué es tan importante en su vida. Me cae muy bien Mary Jo y como Ana Pessoa pone todos sus sentimientos en el texto.
Eso eras, Julio. En mi cabeza tú eras el primer y el último hombre. Tú y yo acabaríamos juntos. Tú y yo seríamos novios y después prometidos y después nos casaríamos y después nos casaríamos más hasta llegar a viejos. Sería la historia normal de dos personas más o menos normales. Tú y yo hasta el final de la vida. Hasta la muerte. Más allá de la muerte. Hasta el siglo xxiii o xxiv.
¡Además! Es un libro traducido a la perfección. Traducir es muy difícil y cuando se trata de traducir slang la cosa se hace más difícil. Cuando hablé de Punkzilla de Adam Rapp (publicado en México por el FCE) me tomé el tiempo de como gran parte del slang gringo del libro (ambientado durante el gobierno de George Bush y la guerra en Irak) había sido adaptado a expresiones que podían entenderse en México y eran características de nuestro español y me pareció un recurso muy interesante. Muchas veces el mundo ha pretendido venderme que se traduce en español neutro (un idioma que no veo que exista y que mucho menos tenga hablantes) y el 90% de las veces ese español neutro es sólo Español de España pero con menos modismos (y con todo: son bastantes) o una cosa que parece el español de México pero suena tan artificial que nadie diría las cosas así. No me quejo de las traducciones en España (no todas, al menos solo me quejo de las que les quitan el alma al libro cofcof PERCY JACKSON cofcof), pero a veces me encanta ver las traducciones en mi español y verle el alma a los personajes a través del lenguaje. Así que ese el tema de esta reseña. 


No creo necesariamente que sea necesario traducir todo a un español neutro por respetar "el origen de los personajes". Me parece más bien que es una decisión de mercadotecnia. Las editoriales grandes que distribuyen en todo el mundo hispano no van a ir adaptando traducciones para todo el mundo. La cosa no es sólo "una traducción para España y otra para Latinoamérica" porque en Latinoamérica no se habla igual en todos lados. Lo sé. Yo sé que el doblaje los hizo pensar diferente (y aún así hay cosas que se adaptan). Entonces lo entiendo. Completamente. Son muy raros los libros que tienen ya si quiera traducciones dobles y eso siempre pasa porque son distintas casas editoriales las que se quedan con los derechos. Por ejemplo, yo leí Quién teme a la muerte de Nnedi Okorafor en la traducción de Raquel Castro y Alberto Chimal que está en Océano y que se vende en México, pero en España se publicó más tarde de la mano de Crononauta, traducido por Carla Bataller Estruch. A lo que voy es que las traducciones "neutras" no las veo más que como una decisión de mercadotecnia y nada más. Traducir es difícil. Y ninguna es neutra, nunca, jamás.

Aprovechando ya el tema, Paula Abramo es la traductora de este libro y se ha llevado algunos premios por ello. Quiero tomarme el tiempo de reconocer su labor en la entrada. Ana Pessoa escribe el portugués y yo de portugués sé dos palabras y entenderlo si me hablan muy lento. No habría podido leer este libro sin una traducción a la mano, así que ya ven, es algo muy importante. Por su parte Ana Pessoa es portuguesa, nació en Lisboa y escribe desde los 10 años. Si la googlean eso van a encontrar.


Lean a Mary Jo. Su prota (Mary Jo) es una adolescente que me cayó muy bien y en quien identifiqué muchas cosas que pensé o que me pasaron. (Y qué tranquilidad verlo todo de lejos, en serio). Les recomiendo mucho el libro. Lo publica mi editorial favorita (El Naranjo) y también lo pueden leer en Bookmate.
Imagínate: yo con un vestido y los labios rojos. Con el pelo enroscado hacia afuera o hacia adentro. No puedes imaginártelo, ¿verdad? Yo tampoco
El último detalle del libro del que quiero hablar es de las ilustraciones de Bernardo Carvalho. Están impresas en azul (muy vivo) y me dan un toque especial a la historia. Las pueden ver también adornando la reseña y, por supuesto en la portada. Así que ya saben, después de tanta palabrería. ¡Lean Mary Jo