Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 15 de marzo de 2017

El tag feminista

Este tag lo encontré en El fénix lector y dije... ¡LO HAGO! Pueden asumir que el título es lo que me hizo decidir que iba a hacer este tag tan rápido como lo vi, pero es que además me encantó, porque celebra a las mujeres, no solo en los libros, sino a las mujeres que hablan de libros, porque sirve para recomendar libros y cosas. En fin, vamos a ello. ¿Empezamos?

1. Historia donde las amistades entre mujeres son prioritarias



Acabo de leer este libro hace muy poquito y por eso lo voy a mencionar aquí; es The Female of the Species de Mindy McGinnis. Podría decir que la amistad entre Alex y Peekay es lo más importante de todo el libro, pero la verdad es que además de eso, el libro habla de las relaciones entre mujeres y cómo las condiciona a ser la sociedad. Por eso, la amistad de Alex y Peekay, que nace de manera espontánea, se vuelve tan importante a lo largo del libro y toma un lugar protagónico por sobre todas las cosas. Me gustó mucho el libro y los animo a que lo lean.

2. Personajes femeninos favoritos



Soy una fiel a Hermione Granger, en primera porque demuestra que ser sabelotodo es muy padre y porque yo deseaba ser como ella cuando era una niña (¡teníamos el mismo cabello horrible!). Me gustó siempre el papel que tuvo en Harry Potter y que sigue y seguirá teniendo. Es de mis preferidas en esta vida. No es la elección más original del mundo, pero es que no puedo mentir: Hermione Granger siempre ha sido mi favorita.


También adoro a Violetta R. Schmidt porque sin ella el Diablo Guardián no sería lo que es. Diablo Guardián de Xaviel Velasco es mi libro favorito (su mejor libro hasta la fecha, por mucho que él reniegue) y sin Violetta, Diablo Guardián no sería lo que es. Y punto. Me gusta su fuerza, su libertad (o su búsqueda de ella), que no quiera a nadie y que entren ganas de vomitar cuando se pone sentimental. En fin, ella es también, de mis preferidas.

Y antes de que les ponga aquí una biblia inmensa, porque si hay algo que me gusta son los personajes femeninos, aquí está una entrada que se llama: Mis 10 personajes femeninos favoritos.

3. Autora o guionista favorita


Tengo muchas, podría estar listándoas hasta mañana, pero bueno, habrá que elegir algunas para ponerlas aquí y presentárselas a ustedes. Como regla, excluiré a todas las que mencioné en Más autoras que deberías conocer (actualización) porque esa entrada la publiqué hace nada y repetirme no tiene mucho caso, la verdad. Así que voy a mencionar a una mujer que admiro y que ha hecho de todo lo que ha podido para publicar: María García Esperón. Es una escritora Mexicana, a la que conozco personalmente, que escribe de mitología griega, romana, fenicia y mexicana. De sus libros, les recomiendo Copo de Algodón, El anillo del César, Dido para Eneas y El disco de tiempo.


4. Película de animación que consideres feminista



Mulán. Para mí, Mulán fue la prueba de que las mujeres peleaban igual que los hombres, que siempre habían peleado y que podían salvar China y enamorar a un general confundido al mismo tiempo. Que podían romper todos los protocolos de un imperio, que podía desafiar al ejército entero sólo para salvar a su padre. Para mí, Mulán, que destrozó todo el palacio, deshonro a su padre y salvó a todos, es la mejor película de animación de todos los tiempos. Casi. Si no fuera por otras más


Pocahontas. Pocahontas fue la primera vez que vi a los Nativos Americanos en pantalla. Si en México todavía glorificamos la figura del indígena (mientras a los verdaderos indígenas los relegamos), en Estados Unidos los indígenas nativos no están por ninguna parte. Y Pocahontas (y su romance con John Smith, que fue la OTP de todos los tiempos y no se rompió ni cuando descubrí que el John Smith de verdad era un mentiroso de mierda) fue increíble. Porque Pocahontas se paró ante todos y dijo "basta, esto es lo que quiero". Porque Pocahontas 2 no existe (mato al que me diga lo contrario) y Disney hizo un buen trabajo con una historia que no fue tan bonita. (Googlen a Pocahontas, anden). También es mi favorita, pero... todavía hay más.


Valiente. Mérida y su cabello rojo me fascinan. También su acento escocés, lo bonita que se ve en ese vestido azul oscuro que trae y lo hábil que es con el arco. Creo que fue la primera película de princesas que vi ya de adulta. (Adulta, adulta, nada de adolescnte) y me encantó, porque Mérida pelea por su libertad en medio de las tradiciones, por hacer oír su voz y por elegir lo que ella quiere. Me encanta. Es lo mejor del mundo. Ahora sí, ya acabo. 

(También me gustan Rapunzel, Tiana, Moana y el diseño de Elsa en Frozen. También me encanta que Bella lea y que Ariel cante. No soporto a la Bella Durmiente, Blancanieves me da miedo y la Cenicienta me aburre, a menos de que los ratones y Lucifer estén en pantalla). 

5. Un libro con temática feminista que quisieras leer



Ahora mismo, tengo la mirada puesta en varios. Para empezar, acabo de conseguir Mujer en punto cero de Nawal El Sadaawi, ambientado en Egipto a la mitad del siglo veinte. La protagonista, Firdaus, pasa de ser hija a esposa a prostituta. Quiero leerlo desde hace tiempo y le tengo bien echado el ojo porque con lo que me costó conseguirlo... En fin. Ya les contaré cuando lo lea.

6. Booktuber o blogger favorita


Pues ya hable de algunas en Blogs fantásticos y donde encontrarlos, así que hoy toca mencionar a dos booktubers que se merecen toda mi admiración: Abril, de Ensayos de Abril y Karen, de Las flores están locas. Las admiro muchísimo, por su pasión por los libros, por su feminismo, por todo lo que me han enseñado y porque hacen sus vídeos increíbles. Aquí les dejo dos vídeos:




7. Frase que consideres feminista



Tengo una perfecta de Jane Austen en Persuación sobre cómo hablar de mujeres, al final todas somos criaturas racionales, no damas que han idealizado: 
I hate to hear you talk about all women as if they were fine ladies instead of rational creatures. None of us want to be in calm waters all our lives

viernes, 22 de abril de 2016

Blogs fantásticos y dónde encontrarlos

¡Mañana es el día del libro! El día favorito del año para todo adicto a los libros que se respete. Pero como yo no me respeto mucho como adicta a los libros, confesaré que mis días favoritos son el 1 y el 2 de Noviembre. Viva el día de muertos, bitches. Pensé en recomendar libros, pero eso sinceramente ya lo va a hacer todo el mundo y si quieren recomendaciones pueden picarle en la etiqueta Recomendaciones de mi blog y ¡boom! tendrán miles (bueno, tanto como miles no, pero si bastantes). Así que en vez de recomendar libros voy a recomendarles blogs (y vlogs). ¿Por qué? Bueno, primero porque son una forma de promover la lectura aunque sea en nuestro microcosmos (no se engañen, aunque seamos un chingo seguimos siendo poquitos) y porque siempre procuro rescatar lo bueno de la blogósfera, que es exactamente compartir tan buenas lecturas.

¡Libros!
Las recomendaciones son siete, porque me gusta el número siete. Son de mis blogs de cabecera, aunque intenté darle prioridad a aquellos poco conocidos o con pocos seguidores. También darle prioridad a distintas zonas horarias y distintos países, para que vean los contrastes de un país a otro (y no sé queden con la idea de que todo es España). También le di prioridad a Blogs que han estado activos este último mes. Todo esto es porque quizá no haya podido recomendar todo lo que quería (quizá...) y haya dejado unos cuantos blogs para después.

Rapsodia Literaria


¡¿Quién no conoce este blog?! Creo que es el más seguido de los que puse entre las recomendaciones y es simplemente que no puedo no ponerlo. No fue mi primer blog, pero sí el único que sigue vivo de mis primeros blogs. El blog es de Nina, de Colombia, y lleva más o menos abierto el mismo tiempo que el mío, pero con la única diferencia de que ella no lo tuvo muerto algún tiempo y de que sus reseñas eran infinitamente mejores que las mías por allá por el 2010-2011, cuando yo todavía estaba aprendiendo a moverme por aquí. Un blog muy interesante, con muchas secciones y del que destacan particularmente sus entradas de opinión. Aquí el link: Rapsodia Literaria

Un día de Otoño


Este es un blog orgullosamente mexicano, como yo y es de Alejandra Hernández. Lo conocí de pura casualidad (nah, fue por otro blog mexicano que está por allí abajo) y la verdad es que me ha encantado. Este, a diferencia de otros, reseña cosas que yo difícilmente leería al ver la portada, pero ha conseguido que me interesen algunos libros. Además, Ale siempre tiene todas las noticias que tienen que ver con libros bien frescas y a veces me ahorra hasta googlear. Es un blog muy interesante y donde seguramente se van a encontrar recomendaciones YA de todo tipo (en serio, un blog que me haga leer YA más seguido... eso es digno de mención). Aquí el link: Un día de otoño

Persiguiendo dragones



Sí, el primer español de la lista. Es de Jorge Cienfuegos (que acaba de publicar un libro) y comparte mi adoración por Amélie Nothomb (igual que Nina allá arriba) y siempre puedo contar con conseguir recomendaciones de series y de libros allí. Tiene hasta una guía para leer a Amélie Nothomb, ¿así como no adorar el blog? Bueno, es un blog que no reseña casi libros YA, para que no digan que todos los blogueros sólo leemos juvenil. ¡Aquí hay para todos los gustos! Además, también tiene unas pequeñas guías para escritores y artículos muy interesantes. Aquí el link: Persiguiendo dragones.

Soy gente de libros



¡El blog de Calyp! Es de los más recientes y creo que en parte se lo creo porque yo la estuve animando (junto con otras personas, la culpa no es enteramente mía). Admito que no leo tanta juvenil como ella, pero me encantan sus entradas de opinión, sus tops y sus reseñas de malos libros (aunque tengo la idea de que todos disfrutamos un poco eso, ¡maldito morbo!). Se los recomiendo mucho porque es de lo más original que me he encontrado en la blogósfera últimamente. Aquí les dejo el link: Soy gente de libros.

Sputnik



¿Cómo booktube no iba a estar entre mis recomendaciones? Sigo como a cinco, todas mexicanas y ninguna famosa, pero Sputnik fue la primera. A ella la conocí por el concurso #SomosBooktubers y una página de facebook llamada Memes Literarios donde... bueno... había memes literarios (a qué no se lo esperaban). Recomienda muchos libros infantiles, tiene una sección increíble de por qué leer a los clásicos, consejos para primeros lectores y sobre todo reseñas de libros que probablemente no verán en otro lado. Aquí les dejo el link de su canal: Booktube.

El espacio de Roli



Otro mexicano. No es que quiera que sean mayoría, pero casi todos mis seguidos de cabecera son mexicanos. ¿#SorryNotSorry? En el caso de Roli, sus reseñas son muy buenas, de esas que te dan ganas de leer el libro por como lo recomiendan y de libros muy variados. Además, acaba de estrenar su sección Ingenios donde habla de cosas muy variadas, ¡hasta de activismo digital! (que no es sentarse en el sofá y dar likes, aunque muchos que se la viven dando likes creen que sí). Definitivamente un blog que vale la pena revisar. Aquí el link: El espacio de Roli.

De palabras y letras


Y ya el último. Este es el blog de Cin y lo conocí por la reseña de Aristotle y Dante descubren los secretos del universo de puritita casualidad (y ahora ya estamos pensando cuando podemos ir a tomar un café, boom!). También es de mis blogs favoritos y de cabecera. Comparte nacionalidad conmigo... también. Entre sus reseñas hay de todo tipo de libros y hasta obras de teatro clásicas, lo cual es bastante genial porque no es un género que tenga mucho impacto en la blogósfera. Es, también, un excelente lugar para encontrar recomendaciones de libros. Aquí les dejo el link: De palabras y letras.

¡Feliz día del libro! (que es mañana). Hasta la próxima, a ver que se me ocurre para seguir festejando un poco. 

lunes, 18 de abril de 2016

Besos entre líneas, May R. Ayamonte, & Esmeralda Verdú | Reseña

Derecho del lector número 69: Derecho a leer lo que te salga de los bajos fondos por las razones que te salgan de los bajos fondos.
―Declaración de intenciones.

Sinopsis: Emma es una joven cuya vida no es nada fácil. Cuando tenía seis años, su madre murió en un accidente de coche y su padre, al que tiene que cuidar los fines de semana, sufrió grandes secuelas físicas e intelectuales. Entre los estudios y sus responsabilidades familiares, Emma no tiene mucho tiempo para hacer lo propio de su edad. Pero por suerte hay algo que anima sus días: la literatura. Los libros, su blog y su nuevo canal de Youtube son su refugio, y mientras todas las personas de su entorno tienen vida social, Emma prefiere pasar las horas en la biblioteca.Todo cambia cuando Eric, el chico que acaba de llegar al pueblo, entra en su vida. Eric es guapísimo y arrollador, pero también esconde muchos secretos y un pasado oscuro por el que tiene que cumplir condena haciendo trabajo comunitario.¿Podrá Eric sacar a Emma de la burbuja en la que vive? ¿Por qué la relación con Eric es tan complicada y confusa? ¿Por qué es tan hermético y enigmático? ¿Qué oculta?

En teoría debería ser bonito cuando dos bloggers (o vloggers) publican una novela y cuando dos aspirantes a escritoras logran poner su libro en las librerías. O mejor dicho, eso todavía es bonito. Lo malo viene cuando al abrir un libro te encuentras una sarta de clichés y errores que no perdonas en ninguna clase de libro. Cuando abro un libro, lo valoro con la misma vara con la que valoro a todos mis libros. Nunca bajo mi escala si el libro es infantil o juvenil (porque eso además sería insultar a los consumidores de esos libros, atreviéndome a decir que quizá sus libros sean menos inteligentes) o por cuestiones del género: romance y ciencia ficción, mi vara mide igual todo. Personajes, trama, redacción... al menos. Pero bueno, vamos a cortar el choro porque si no nunca acabo la reseña. Como dijo Jack el destripador, vamos por partes (a destripar la novela).

Empecemos por la construcción... o más bien no construcción de los personajes (porque como Emma dice, hay personajes y personajes). La más vistosa es Emma, por supuesto, que es la protagonista y la narradora. Bueno, les aseguro que una bacteria sin chiste es más graciosa que ella, más profunda y con el doble de conflictos morales. Emma no genera empatía, no es un personaje que de menos parezca humana (diría que es alien, pero estoy segura de que los alienígenas son más listos, sólo tienen que ver a al Doctor). Es plana, sin chiste y con un trasfondo trágico que se nos recuerda para haber si así nos da más lastima. Tiene una falta de congruencia grave con su personaje y una doble moral de cuidado... lo cual sería interesante si se abordara y le diera un conflicto. Pero no. Eso era demasiado complicado.

Emma es esa clase de personajes frikis de los libros que parece que fue creada para agradar a su público específico: el estereotipo de la chica lectora. Es bloguera, adora los libros y la mitad de las cosas que dicen parecen sacadas de una cuenta de twitter que podría llamarse @commonbookworm. ¿Oler los libros? ¿Adorar portadas? ¿Pensar en ponerle nombres de libros a sus sobrinos? Lo cumple todo. Al final, lo único que Emma y yo tenemos en común es que leemos mucho (no compartimos demasiados gustos, eso sí) y tenemos un blog. Por el resto, somos diametralmente diferentes. ¿Por qué insisten en crear un personaje que represente todo un estereotipo? Emma es el de la chica lectora. ¡Reconozcan la diversidad! Hay muchos tipos de lectores, hay muchos gustos, dénse una vuelta por la blogósfera y lo descubrirán.


Su familia flota alrededor de ella. Su tía Anne parece tener una personalidad que cambia según la escena o las necesidades de la trama y tiene momentos que se parecen demasiado a Itati Cantoral haciendo de Soraya Montenegro gritándole a la lisiada que hacía besando a su Nandito. El resto del tiempo parece una persona normal, un personaje que está allí sólo porque Emma es menor de edad y, evidentemente, necesitaba un tutor. David, la pareja de Anne, se limita a estar allí. A veces dice cosas. No estoy muy segura de cuál es su punto en la novela. 

El padre y la hermana de Emma son adornos que las autoras usan para recordarnos su trágica vida. También entra en ese punto la madre de Eric. No sirven para nada más. Las amigas de Emma también son accesorios que escriben whatsapps especialmente incomprensibles (sobre todo Esther, alguien regálele un diccionario, por amor a Merlín) que sirven para distintas cosas, como decirle que Eric es guapo, que Eric es un idiota o ser sus fans número uno de blogger. A veces tienen otras pequeñas utilidades. Con el resto de los personajes es así: compañeros de clase que consideran leer "un peñazo" (sea lo que sea eso, no estoy tan versada en españolismos), maestras contra las que puede defender la literatura juvenil... Y por supuesto, Eric.


Eric no es el único guaperas del libro. También está Gabriel. Pero disculpen que lo ponga en un paréntesis, porque Gabriel y yo tenemos un tema pendiente que vamos a tratar más abajo. Así que, pues, vamos con Eric. Es guapo. Perdí la cuenta de todas las veces que lo menciona Emma, pero si beben un trago de la bebida alchólica de su preferencia cada que Emma o cualquier otro personaje diga que está guapo (cuenta cualquier expresión que se use para decirlo). Antes de la décima página, van a andar happy y al final probablemente sufran un coma etílico. Pero ser guapo no es la única cualidad de Eric. No. También es el cliché de protagonista malote, está poco desarrollado y una ameba tiene más sentimientos y profundidad. Eric ―o el pasado que querían darme May y Esme― se prestaba para conflictos internos, personajes que no son lógicos, conflictos morales y una clara crítica social. Pero eso todo se desperdicia por escribir un romance mal desarrollado y hasta problemático. 

¿Romance? Sí. Las situaciones problemáticas no están al nivel de After, quizá. Pero eso no las disculpa. Más bien, este libro lo que tiene es micromachismo para aventar como confeti para arriba y es por eso que quizá sus autoras creyeron que no había nada mal. Quizá no lo notaron. Pero este libro se rige por algo así que podríamos llamar... la heteronorma. Vamos, algo parecido. Los comentarios de los personajes, más algunos cuantos de Emma haciendo de narradora, dejan un mal sabor de boca. Todo el mundo asume que si Emma va a ver a Eric es porque es su novio, aunque ella repita varias veces que es un amigo, todo el mundo asume que entre Gabriel y Emma pasa algo porque pasan tiempo juntos y solos. O sea, parece que para al menos el 90% de los personajes de este libro, un hombre y una mujer no pueden estar solos sin que «pase algo». También aparecen leves insinuaciones a que las mujeres deberían cuidarse porque los chicos no son de fiar y otras cosas.  A mí no me venden esas ideas, pero pónganse a pensar un poco, ¿a las chicas adolescentes que apenas se están formando un criterio? ¿Esas qué? 

Ya he repetido hasta la saciedad que se pueden escribir todas las situaciones, problemáticas o no, que se quieran, pero idealizarlas o romantizarlas no. Y hablando de eso, hay algo en el primer capítulo que me dejó fría y no me hizo reír demasiado a pesar de todo el chiste que le hice para que, bajita la mano, se diera cuenta de lo pendejo que era. Eric acaba de conocer a Emma, ni siquiera sabe su nombre, no sabe nada de ella, pero ella está allí, así que él la pone contra la pared y la besa contra su voluntad. No sé Emma, pero si un tipo me hace eso, me quedó congelada... o lo pateó en los huevos o me resisto. La joya del pastel llega cuando un policía nota la escena y se acerca. Le pregunta a Emma: «¿Te está molestando [Eric]?» Y ella como si nada dice que no. Bajita la mano parece un insulto porque a mucha gente si le gritan cosas desagradables en la calle, a muchas mujeres si las tocan en el transporte público. Muchas veces esos casos llegan a los medios (como el de Andrea Noel, que incluso recibió amenazas de muerte), pero por alguna razón que se me escapa, Esmeralda y May, las dos autoras, decidieron que era... ¿romántico? Porque así lo da entender Emma. Romántico, los huevos que no tengo, porque además todo es una treta para que Eric le plante mariguana a Emma. Maravilloso. Y luego las amigas de Emma diciéndole que a ellas les gustaría que lo besara alguien tan guapo y Emma diciendo que «le parecía gracioso, pero lo de la mariguana había sido mucho». 

No me jodan. Es que se me sale lo feminista exaltada, la que no puede creer que esas situaciones todavía lleguen a los libros juveniles. Chale. Que los libros juveniles ya no tengan ese tipo de mierda romantizada entre las páginas. Urge legislar. Acá les dejo otro ejemplo de lo que estoy hablando
Siguiendo con mi vena feminista, para no perder el norte, vamos a otro asunto problemático. Eric y Emma recalcan muchas veces que «ella no es como las demás chicas». Primero, la frase carece de sentido porque yo tampoco soy como las demás chicas, nadie es como las demás chicas. Todas las chicas somos diferentes, no vinimos al mundo con un manual que nos enseñara a «ser chicas». Y segundo, porque... vamos: qué horror ser como las demás chicas, sí. Un horror. Como las chicas somos horribles y estamos alienadas con el sistema y jugamos con muñecas... Que horror. No promuevan esa clase de cosas, por favor.

¿Con qué seguimos? Siento si ya los aburrí, pero es que hay tantas cosas que decir sobre el libro que no sé por donde, ya no empezar, seguir. Pero bueno, ya que estábamos hablando del romance más arriba, vamos a hablar del triángulo amoroso. Como decía Ale (del canal sputnik) hace unos días: que ya no haya novelas juveniles con triángulos amoroso, urge legislar. Es un cliché gastadísimo que ya ni gracia hace, ya ni expectativa genera. ¿A quién le pasó eso en la prepa? ¿Cuándo se tuvo que decidir entre dos chicos esculturales, guapos y carismáticos? Yo no. ¿O es que sólo vende por la masturbación mental que produce?

El triángulo amoroso en cuestión se llama Gabriel, tiene un canal de BookTube y es mexicano. No shit. Es un canal relativamente famoso y a Emma se le caen las bragas por él desde la primera vez que lo ve. Su historia no pasa de unos besos, porque los lectores sabemos que la relación no tiene futuro (y hasta Emma lo dice), pero en un corto espacio de tiempo Emma me hizo preguntarme, con su visión de Gabriel, si así es como May y Esme ven a todos los mexicanos. Es una caracterización muy pobre, que casi hace que me de un síncope. Al parecer, según este libro, los mexicanos decimos mucho neta y chido. Por ahí también se les fue un wey. Nuestro vocabulario entero tiene esos modismos repetidos hasta la saciedad, según el libro; la neta es que neta que nunca había visto tantas veces neta en frases tan cortas. Neta. Neta que está chido decir neta aunque suenes con un fresa mirrey, pero neta si quieren otros modismos hay mil más: pendejo, morro, vale verga (la vida), pinche, desmadre, cómo chingas, a la chingada, vato (en algunas partes), pistear, chupar, madrazo, hasta la madre, ni madres, cabrón.

Pero ¡dejen ustedes que sea sólo un problema de vocabulario! Gabriel es un personaje como todos los demás: tan anodino que hasta el cereal que me tomé de desayuno tenía más personalidad. Pero también es algo profundamente desagradable y por momentos hasta insultante. Dejen busco el momento en el que casi aviento el libro por la ventana (lo cual habría sido triste, porque estaba en mi kindle, y patético, porque vivo en una planta baja).


¿SANGRE CALIENTE? ¡Emma debe tener la sangre muy fría, entonces! Y los mexicanos, bueno, latinoaméricanos, somos unos locos con la sangre caliente que vamos repartiendo besos por doquier. Parece que las dos autoras se vieron una novela o Nosotros los nobles o algo así y decidieron crear a Gabriel porque era algo exótico. Hay muchas menciones a su acento y a lo bien que se oye; ¿disculpa? ¿Mi acento te parece exótico, pendeja [Emma]? No me chingues. ¿La gente quiere que hable porque mi acento es muy bonito? Uy, perdón, creí que era porque tenías interés en lo que tengo que decir. Los acentos son bonitos. Sí. Se te puede caer las bragas por alguno (hola, acento escocés), nadie dice que no. Pero nunca jamás le digas a alguien que si no puede hablar porque quieres oír su acento. Su acento y su voz no están ahí para complacerte. Gracias. 

Dicho eso, lo próximo que voy a hacer será crear un personaje español que baile flamenco y diga coño y cojones todo el día. También tengo una idea para un argentino vestido de gaucho que sólo diga che y boludo y un italiano de acento gracioso, bigote y de profesión, mafioso. ¿Ven por donde van los tiros? No hagan personajes así, los estereotipos pueden ser ciertos, pueden no serlo, pero una persona es siempre mucho más que un estereotipo.


Y hablando de eso... vamos a hablar largo y tendido (quizá no tanto) del padre y de la hermana de Emma, Sebastián y Lys, respectivamente. Lys sufrió anorexia y depresión (se nota que las dos autoras no investigaron de una cosa ni de otra) y se le curó mágicamente porque Emma le dijo unas palabras mágicas. La protagonista de Segunda estrella a la derecha está llorando en este momento (¡miren! ¡yo también sé hacer referencias literatias!). La cosa con Lys es que cada que aparece se menciona su anorexia, lo duro que fue para Emma o para la familia o lo triste que fue. Lys, antes que ser la hermana de Emma, es un accesorio que nos recuerda sus tragedias, lo triste que es su vida y que, antes de ser una persona, es una enfermedad. Y una mierda.

Con su padre ocurre lo mismo. Sólo que su enfermedad o condición no tiene nombre, síntomas que tengan sentido o nada coherente. Emma dice al principio del libro que, a pesar de que su padre está discapacitado, es una persona como cualquier otra. Si Emma se iba a poner educativa, a lo mejor debería saber que discapacitado es una palabra que últimamente no es muy popular y hay términos más correctos y no sé... haber sido congruente con eso. Pero durante todo el libro, el padre de Emma sólo existe para recordarnos la trágica vida de nuestra no tan querida protagonista, ser un estorbo o proveer la excusa para que Emma vea a Eric. ¿Crítica social? Ni sus luces. Esa me la perdí.  


Ah, también como en novela juvenil promedio hay un personaje del colectivo LGBTI+ para demostrarnos que Emma es inclusiva y no tiene prejuicios. Eso a todos nos parece genial, pero desde el momento en que sale el tema, en cada aparición que hace el personaje se hace aunque sea una mención a su orientación sexual (comos si eso nos definiera como personas) y hay algo aun más problemático todavía. Emma asume que, como a su amiga le gustaban más las protas femeninas, era obvio que era lesbiana. Bajo esa lógica, como a mí se me caen las bragas por Hermione Granger y Violetta, obvio también soy lesbiana; van a ver la cara que ponga mi novio cuando se lo diga. Pero,¡ey!, esperen: también me gusta mucho Angelo, de Dos Velas para el Diablo. Claro. Es que soy bisexual. La comparación puede caer en el montón de todas las cosas desafortunadas del libro, pero no deja de ser un intento de decir: «¡ey, somos inclusivas!». Por favor no hagan eso. Demuéstrenlo sin hacer todo un revuelo de eso o sin intentar educar a la gente metiendo una escena totalmente innecesaria en la que Emma nos da un discursito pedorro con voz en off. ¿Por qué no lo dejan caer de una manera completamente natural? No es que yo le fuera a dar galletitas a Emma por ser una buena persona y aceptar a su amiga.


¿Trama? Pues vamos a hacer como que hay una. Sin comentarios. Ni núcleo, ni chicha, ni nada de na'. Sólo a veces pasan cosas. Algunas tienen que ver con Eric, otras con Emma y su trágico pasado, otras con blogs y booktubers. ¿Qué hacen todas las escenas juntas? Una masa sin forma, porque no tienen ningún propósito en común. 

La redacción da pena. Cosas sintácticamente imposibles, frases que tienen un sentido completamente diferente al que pretendían y una absurda falta y exceso de comas en todas partes. Falta, porque muchos sustantivos tienen adjetivos de lo más raros y extraños por no tenerlas (como nombres inseguros, donde el inseguro debería haber sido para Eric, no para el nombre), y exceso porque hay un montón de enumeraciones que tienen las comas justo donde no van. Cuando me venden un libro, considero una total falta de respeto que parezca tan falto de edición. Si a las autoras se les pasaron todos los errores, ¿por qué no hubo correctores de estilo, editores, alguien? Además, el libro tienen una cantidad grosera de explicaciones innecesarias y relleno. A veces se convierte en un manual de cómo bloguear o como grabar videos. ¡Show, don't tell, carajo! ¡¿Quién les hizo tanto daño que no siguen ese consejo!?

Tengo la loca teoría de que las autoras buscaron una cuenta en twitter que se llamara @commonbookworm y otra que se llamara @commonwhitegirl y sacaron el 90% de las frases pendejas de su novela de ahí.


Referencias literarias hay un montón. Bueno, no sólo literarias, a toda clase de cultura pop. A veces hay hasta cinco libros mencionados por páginas y textos que dicen porque a Emma le gustó. Tantas referencias me hicieron pensar que a la mejor era sólo un experimento social de Planeta para meter toda la publicidad posible a libros a ver cuanta gente caía y los compraba. Son tantas referencias que se puede beber un trago de la bebida alcohólica de su preferencia y terminar con un coma etílico de bastante gravedad. Casi como Persona Normal de Benito Taibo (¡qué también aparece nombrado!), pero con libros YA y Jane Austen (autora no. 1 para referenciar en novelas románticas y sonar mamador; cómo se ha de estar la pobre retorciendo en la tumba...). Ah, y Bukowski, que es Bukowski y es trash fiction y parece que sólo está ahí para hacer profundo, único y especial a Eric.

Ya me quedó esto como biblia, así que aquí le paro. Que quede claro que no recomiendo el libro por todas las razones expuestas arriba, que me gustó rantear con él (sí, me gusta rantear, es mi único superpoder), que lo leí porque me salió de los bajos fondos y que a pesar de todo, me divertí criticándolo. Que quede claro, también, por si hay desubicados, que las dos autoras me dan exactamente igual, que les deseo que les vaya bien en su carrera y que, por favor, mejoren. Que para eso están las críticas. A los editores del libro son a los que no les deseo nada, porque se nota de manera muy evidente que este libro no lo corrigió nadie y que ni siquiera se preocuparon por el contenido. Hasta el próximo libro malo, queridos.