Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 6 de abril de 2017

Lo bueno, lo malo y lo absurdo de Ingobernable

«Pero si todos hablan de 13 reasons why, ¿qué hago?»
― Yo en un día normal.


Miren, vengo a ponerles a Kate del Castillo en mi blog porque no conozco a nadie más que la haya visto que no la haya odiado y que no sea mi mamá. Sí, mi mamá. Pero con mi mamá no me voy a poner ni chaira ni feminista porque le da miedo y me mira feo, así que ustedes se van a aguantar mi entrada de Ingobernable. Uno, si piensas que todas las producciones mexicanas, series o telenovelas, son para pobres, felicidades, ve a sacarte al clasista que llevas dentro porque le acabas de demostrar a Azcárraga papá, el que dijo que hacía tele para jodidos, que ganó; tampoco leas esta entrada, no creo que sea para ti. Dos, si piensas que las producciones mexicanas, series o telenovelas, están hecha para pendejos, ve con toda tu libertad a ver cualquier producción Américana, total que esas, hasta las más idiotas, están hechas pa' gente inteligente. Tres, si no aguantas a nadie que vea telenovelas, vete, porque bueno, no es que vea muchas, pero todas las que Argos le produjo a Cadena Tres sí que las vi, o pedazos, porque el formato telenovela me llega a cansar (hay mucho relleno que meter en capítulos de 40 minutos durante cinco días). En fin. Que no te tortures si ya sabes que esto no te va a gustar. A mí Ingobernable sí me gustó porque la hicieron más o menos decentemente con temas que me encanta ver en pantalla.

Así que aquí vamos, esto es lo Bueno, lo Malo y lo Absurdo de Ingobernable, la historia de Emilia Urquiza, la primera dama prófuda. Aquí está el trailer. Abajo de él, hay spoilers. Si nunca vas a ver la serie, ve sin cuidado. Si la quieres ver y no te importan los spoilers, ve sin cuidado, tampoco voy de poner cuadro a cuadro la escena final. Si no te gustan los spoilers, por favor, no leas. Sobre aviso no hay engaño. Insisto, HAY SPOILERS.




Lo bueno


Me gusta que le den bien fuerte al gobierno. Que le den donde le puto duele, en su guerra contra las drogas. Porque si algo tiene bien esa serie, es el discurso presidencial que nunca se pronunció. Diego Nava, aunque durante toda la serie me cae muy mal (y mira que no suelo hablar tan mal de los muertos), tuvo muchos huevos para pensar en mandar a Estados Unidos al carajo y traicionar al ejército. Yo no hago paralelismos con la realidad, pero, ejem, es que son tan obvios que aunque tu mayor referente en política sea Chumel Torres (búsquense otro, no confío nadie que crea que no nos merecemos la libertad de expresión) los agarran. Argos siempre le ha tirado cabrón al gobierno en algunas de sus producciones (El Octavo Mandamiento, que agarraba temas como El Gober Precioso y el escándalo de los casinos, Infames, que se metía luego luego con el poder) y a mí eso siempre me ha gustado, porque me gusta el thriller político en México (no me hablen de House of Cards, Estados Unidos me deja dormida). Así que si parte del target de Ingobernable eran gente que le gustara el thriller político, they got me. Y me agarraron bien. Me gusta cuando hablan de las violaciones a los derechos humanos del ejército, cuando hablar de las desapariciones forzadas, de los operativos violentos y además lo condenan. They got me and they got me well.


Alberto Guerra fue una sorpresa grata... Lo recordaba mucho peor. Muchísimo peor. Además me gusta el personaje. ¿Tipín madreado por la vida dispuesto a luchar por la justicia y en las madres en las que cree y que es de armas tomas? They got me. He escrito como mil de esos, como diez mil de esos. Me gustan los personajes con ideales así, que hacen todo y la vida los jode (siempre y cuando sobrevivan al capítulo final). 

Anna Vargas-West. Que personaje, joder. Odio a Anna Vargas-West. Está tan bien actuado que la odio profundamente y no le deseo nada bueno en la vida. Aunque de repente intenta ajustar su karma (no lo logra, porque tiene mucho karma negativo esperándola). Eréndira Ibarra es la que interpreta al personaje, y seguro les suena de Sense8. ¿No? ¿Daniela? También ha salido en Capadocia, Las Aparicio, El Octavo Mandamiento, La vida inmoral de la pareja ideal y... no he visto nada más de ella (de hecho, o he visto Capadocia).


Casi todos los personajes de Tepito. Tengo mucha más debilidad por ellos que por cualquier privilegiado en la vida. Es que, a menos que tengan problemas tan jodidos como la primera dama, me cuesta mucho ver los dramas de los ricos. Es más, eso de "qué difícil es ser presidente" no me entra hasta que al presidente lo amenazan de muerte. En serio. Tengo problemas con los dramas de los privilegiados, más cuando viven a costa de la desgracia de los otros. Sí, lo sé, soy complicada. Pero me gustan todos los personajes de Tepito, Chela la que más y Zyan, quizá, la que menos (aunque la actriz mejoró, recuerdo que era el personaje que menos me gustaba en El Octavo Mandamiento porque estaba todo el rato recitando como cartón). 

Lo malo


Los hijos de la primera dama. No tengo demasiadas quejas de ella, pero de Emiliano, caray. Yo entiendo que es difícil trabajar con niños actores. Es más, yo entiendo que a veces no son los mejores actores del mundo. ¡Son niños! Pero aquí fueron a buscar de los peores niños actores que había en el mundo y consiguieron a Emiliano. Además el personaje es un niño consentido, lo que no le da muchas papeletas para ganar mi aprecio. Pero si al menos hubiera actuado bien. Parecía que estaba en una obra de escuela donde sólo había que recitar los diálogos... ¡y el actor no tiene la culpa, es un niño, maldita sea busquen mejores niños actores! Y de, paso, también aprendan a escribir niños, porque se nota que lo escribieron pensando en cómo los adultos ven a los niños, no en como son los niños.


¿Soy yo o Fernando Luján actua más mal cada día? Entre que el señor Urquiza que cae del nabo y Luján no se marcó la mejor actuación de su carrera, pues nada. No pasó a la lista de cosas memorables.

La serie abre demasiadas lineas argumentales y no va cerrando casi ninguna. Joder, serie, no eres telenovela, no tienes tanto tiempo para desarrollarlo todo, decídete por algo. A mí me gusta todo, ¿militares corruptos?, ¿centros de detención extra-oficiales?, ¿Estados Unidos metido en la política mexicana como toda la vida? ¡¿QUÉ?! A ver, no que sólo dejen uno, que se enfoquen en uno por vez, por favor. Es una serie, si juegan bien sus cartas van a tener más temporadas para seguir explorando y dándole con todo al gobierno.


Lo absurdo


Se nota un chingo que Kate del Castillo no grabó en México. Todas las escenas de ella en la calle en sitios muy famosos de México son de espaldas o escondiedo la calle. Las escenas del grito en Palacio Nacional se ven un poco forzadas cuando Kate sale al balcón. Hay partes que sí se ven como oh Dioh' mío, pero que obvio.


Los pequeños errores como que nadie nunca tiene papeles en su oficina o parece que está trabajando (y si lo parece es porque es para la trama o son muy pocas veces). Hay un montón de esos pequeñitos errores, y es cómo... C'MON! No eres una telenovela, hay más varo porque vas a hacer menos capítulos, hay más tiempo, no tienes que correr, ¡¿por qué tienes esos errores?! En fin. La solución, como muchos piensan, no es que Estados Unidos nos enseñe a producir cosas, nosotros lo hacemos, pero, caray, hay que hacerlo bien. (La idea de que Estados Unidos es mejor en todo salió de sabrá Dios donde, pero ya dejen de alimentarla).


Algunas de las escenas de Ovni. A ver, las escenas de hackers en casi todas las series o películas que conozco es absurda a morir, con Ovni las cosas están un poco mejor. Al menos fueron a una clase para les enseñaran los super basics, pero fuera de eso, luego si hacen unas cosas tremendas porque tienen la imaginación muy activa y yo en vez de creermelas, pues me río.


lunes, 13 de junio de 2016

Cinco buenas razones para ver The Musketeers

Igual me siguen en twitter y saben qué series veo y mis obsesiones cuando las veo. Igual tienen la mala suerte de seguirme en Tumblr y sufrir en carne propia mis obsesiones y mi fangirlismo. Igual y no. Si me siguen y me prestan más atención que al promedio, sabrán que un día decidí ver The Musketeers porque estaba toda completa en Netflix latinoamérica y lo le había echado el ojo desde hace dos o tres años, cuando estaba terminando de ver la tercera temporada de Skins y tenía un crush muy fuerte con Freddie, interpretado por Luke Pasqualino... que en The Musketeers es D'Artagnan. Y pronto caí en la obsesión total y completa por la serie; tanto, que me fumé sus treinta capítulos en más o menos un fin de semana.


The Musketeers es una adaptación muy libre de la obra de Dumas. Tan libre que podríamos decir que es un fanfic, aunque conserva  a los personajes casi intactos, algunos guiños y algunas tramas al libro original, además de que le da mucho más desarrollo a las mujeres de Dumas y aborda otros temas interesantes. Por lo mientras, aquí les van mis cinco razones para ver The Musketeers (que pueden o no pueden tener spoilers menores del libro).

1. Los mosqueteros son, de hecho, mejores personas de lo que recuerdo 



Tengo en mi mente a los mosqueteros como buscapleitos al servicio del rey. Incluso en la versión para niños que leí hace mucho mucho mucho mucho tiempo, como en la página veinte más o menos, se ganan unas monedas por ganarle un duelo a la Guardia Roja del cardenal Richelieu cuando estos intentaron detenerlos porque estaban quebrantando la ley. Y lo festejan. No sé que tan acertada sea o no sea esa imagen, pero aquí de veras sentí que los mosqueteros ―los cuatro, D'Artagnan incluido― intentan ser buenas personas que buscan la justicia y hacer el bien aunque a veces les salga con las patas, al revés y acaben teniendo crisis existenciales porque por un lado esta su rey y por otro lado la población oprimida de Francia. 

Me gusta esa parte de los mosqueteros. También la de buscapleitos retándose a duelo con un guardia rojo usando de arma un tenedor, pero sobre todo la de intentar ser buenas personas ―aunque fracasen mil veces― por proteger al débil y buscar justicia. Los mosqueteros de la serie tienen dilemas morales y contradicciones humanas. En los libros no recuerdo a D'Artagnan con demasiados escrúpulos a la hora de «seducir» a Milady o coquetear con Constance ―en la serie la verdad es que desde algún capítulo donde le brota el descaro... tampoco tiene muchos escrúpulos por meterse en la cama de una mujer casada―. O no recuerdo a Athos con un ápice de piedad por su esposa. 


Lo que se mantiene de libro a serie es el sentimiento de hermandad que hay entre ellos. Ya saben, el que todas las adaptaciones han popularizado como «todos para uno, y uno para todos». Y es de las cosas más hermosas de la serie.

Y estos cuatro mosqueteros tienen además la virtud de estar de muy buen ver. Por si les interesa saber, Luke Pasqualino es D'Artagnan, Santiago Cabrera es Aramis, Howard Charles es Porthos y Tom Burke es Athos. (El más guapo es Cabrera, pero mi favorito es Athos por siempre, siendo ese arquetipo de personaje trágico).

2. La representación de las mujeres en la serie



Yo siempre soy una fijada que que quiere saber como están representadas las mujeres en los medios y la verdad es que The Musketeers hace muy buen trabajo con ello. Estamos en una época donde las Katniss Everdeen se volvieron la norma y las mujeres fuertes predominan por encima de las mujeres reales o interesantes. Por eso, la variedad de The Musketeers me resultó tan importante y, sobre todo, como se hace hincapié en que ellas viven en un mundo de hombres. Mi favorita es, por supuesto, Constace Bonacieux, la amada de D'Artagnan. Me encanta cómo le pide que le enseñe a disparar y a pelear con una espada mientras D'Artagnan se muestra sinceramente sorprendido de que una mujer quiera aprender eso. Hay por ahí una escena donde Constance le reclama que sea tan inconsciente al pedirle que deje a su marido porque no sabe lo que eso significa a una mujer en la época. 

Milady, villana icónica de los tres mosqueteros, recibe un mejor trato en la serie. Al menos como personaje, porque yo no hubo momento en que no deseara acabar lo que había empezado Athos. «Mujer fuerte», quizá, pero definitivamente en un mundo de hombres, por y para hombres. La reina Anne, por supuesto, también es un buen personaje, aunque aquí debería decirles que encuentro muy difícil empatizar con la realeza en los trabajos de ficción. Quizá no sean del todo libres o no puedan amar a quien quieran, pero en cierto modo son privilegiados y cada que dicen algo así no dejo de pensar en la población que se les está muriendo de hambre (aunque Anne finalmente resulta con una consciencia social que quizá no solucionará los problemas, pero sí mejorará un poco la situación).  


Uno de mis episodios favoritos es en donde sale Ninon de Larroque, imagen de arriba, todo a la derecha, que aboga por la educación de las mujeres. No les cuento más, porque el capítulo además se esfuerza por ser realista a la época y retratar los problemas de las mujeres. La siguiente es Sylvie, de la tercera temporada, que es pobre, refugiada y habla de la educación para los pobres y la igualdad de oportunidades (lo que más tarde llevaría a la revolución francesa que, lamentablemente, terminó con la burguesía en el poder y todo igual). 

En fin, una visión realista de las mujeres, aunque sí con algunas licencias y definitivamente, mucha más variedad de la que estoy acostumbrada.

3. Se habla de esclavismo y, bajita la mano, de la cara fea de la monarquía



Una de las primeras cosas que notas es que Porthos tiene ascendencia negra. No es la primera vez que la BBC hace esto, en Merlin, Genevieve era de raza negra, pero ese detalle nunca se puso por explícito en la serie (lo que, a su modo, era maravilloso, porque ya que hablamos de mundos un poco fantásticos, ¿por qué no eliminas el racismo de un plumazo?). Pero con Porthos el tema sí que se trata y en uno de los primeros capítulos. No sé que tan bien o que tan mal visto estaba el esclavismo en la Francia del siglo XVII, pero, como Athos deja en claro: «es horrible, pero no es ilegal». Vamos, que podías ver mal a un vendedor de esclavos pero si lo llevabas al juez te iba a mirar con cara de que esa era una manera respetable de ganarse la vida. ¿Y saben qué es lo mejor? ¡Que no lo hace con la condescendencia de «que cosas tan feas tenían que vivir los negros, vamos a lamentarnos y a sentirnos culpables y luego a decir: ¡qué bueno que ya no pasa ahora» ni tampoco con la de «¡oh, miren, soy el hombre blanco que va a salvar el día!».

Musketeers toca el tema y también deja en claro el racismo latente en Francia. Según lo que dice la historia, no era raro encontrar mestizos, hijos de antiguos esclavos, etcétera. Aunque mucha gente se empeñe en quejarse porque... oigan, Porthos es negro. 

También, a veces, cuando la serie tiene sus mejores momentos, muestra la cara fea del absolutismo. No la más fea, porque, ante todo, es una serie que deja muy bien parados a los reyes (para lo que los absolutistas se merecen, en realidad). La serie quizá podría haber ahondado más en eso, pero bueno, eso sólo es queja mía que quiero justicia en todo el mundo y esas cosas.

4. Los villanos son personajes interesantes



¿Nunca han oído de cómo los mosqueteros se tragaban el orgullo cuando había que trabajar con sus rivales? En especial el Cardenal Richelieu. De hecho, D'Artagnan y Rochefort llegaron a trabajar juntos. Las adapaciones más dulces del asunto suelen ignorar ese pequeño detalle, pero la serie no y eso es muy divertido, además de que permite que conozcamos a los villanos fuera de ese «soy muy malo, quiero muertos a los mosqueteros». Richelieu ama poderosamente a su país y no quiere nada más en este mundo que verlo triunfar por encima de España ―que, con sus colonias, en esos tiempos era una potencia―. Rochefort tiene intereses más egoístas y también más creepys, pero acaba dando lástima ―básicamente porque terminar odiándolo sería desperdiciar el tiempo, la verdad― y el marqués de Feron, bastardo del rey Henry, de hecho acaba cayéndote bien, a su manera. Hay más villanos, como Marchaux, líder de la guardia roja y Grimaud, oportunista al que de veras uno sí odia, pero mis preferidos son los de la imagen.  

5. Nunca falta la acción ni el misterio (y sí, hay mosquetes)



No tengo mucho que decir sobre eso, no realmente. Es una serie con espadas y peleas coreografiadas preciosas, pistolas y, bastantes veces, mosquetes (aunque sí respeta el hecho de que los mosquetes eran armas muy peligrosas y no abusa de ellos). Es entretenido ver cómo disparan sabiendo que en cada pistola tienen sólo una carga, nada de vaciar las pistolas al más puro estilo serie gringa. Y bueno, para dejarlos con la curiosidad, alguien dijo que a veces los conflictos eran al más puro estilo serie policiaca, pero en el siglo XVII. Nunca me pareció así, pero entiendo por qué lo dice la gente.

sábado, 16 de abril de 2016

The Lizzie Bennet Diaries | Webseries

"Indudablemente, la madre de todas las webseries literarias"
― Yo... y todo Internet (más vale).

Hace unos meses hice una entrada recomendando webseries literarias y hace un tiempo la repetí porque había encontrado más que estaba viendo. Sin embargo, no tenía un exceso de espacio para analizar la historia y hablar mucho, así que siempre se me quedó este gusanito. Sobre todo con esta serie, que es mi primera webserie en la historia y es además la madre de todas las webseries y si quieren ponerse exquisitos, la mejor adaptación de Orgullo y Prejuicio en mi opinión. Quizá sea un poco excesivo pero estoy segura de que sé de que hablo; tan segura como que hay un unicornio enfrente de mí ahora mismo.


Pero bueno, si no saben lo que es una webserie probablemente ya me están mirando con cara de loca. No se preocupen, denme un momento para ajustarme los lentes, carraspear cual Umbridge y decirles que una webserie es una serie pensada para ser distribuida a través de internet, por ejemplo, YouTube o vimeo. The Lizzie Bennet Diaries en particular está pensada con formato de vlog en donde Lizzie (y variedad de otros personajes), le hablan a la cámara mientras cuentan su historia. Es una adaptación moderna de Orgullo y Prejuicio, por si a estas alturas de la vida no se habían dado cuenta. Los creadores son Bernie Su y Hank Green; sí, ese Hank Green. ¡Sí, el de vlogbrothers! ¿Aún no? ¿Quién en serio no conoce vlogbrothers? Bueno. El hermano de John Green. ¿Ya?

La serie la protagonista la maravillosa y perfecta Ashley Clements como Lizzie Bennet, un papel que nunca le había quedado mejor a nadie (no, no soy fan de Keira Knightley... ¿se escribe así?). El resto del cast más o menos habitual lo completan Julia Cho como Charlotte Lu (en el libro Charlotte Lucas), Laura Spencer como Jane Bennet ( y ahora la pueden ver en The Big Bang Theory... ¿alguien sigue viendo eso?) y a Mary Kate Wiles como Lydia Bennet... la mejor Lydia que nunca podrá ver en ninguna adaptación de Orgullo y Prejuicio. El resto del limitado cast lo completan Mr. Collins, Bing Lee (la versión de Charles Bingley), Wickham, Mary Bennet, William Darcy y su hermana, Gigi, Fitz y Caroline. Como verán, no es que la webserie tenga una multitud de personajes... Pero créanme, no necesita nada más.


Al ser una modernización de un clásico del siglo XIX, hay muchos cambios, aunque la esencia de mantiene. No importa que en el tiempo de esta Lizzie Bennet no existan los matrimonios arreglados, la madre de las tres Bennet está desesperada por que sus hijas se consigan un buen partido. No importa que al menos las dos mayores tengan masters o estén por sacárselos; no, ella quiere conseguirles un marido, casarlas lo más pronto posible y que le den nietos. A ella y al Sr. Bennet jamás los vemos en cámara, pues ninguno de los dos sabe que su hija Lizzie sube la mitad de su vida al internet (porque probablemente no lo aprobarían).

Sin embargo, nos enteramos de todo lo que ocurre incluso cuando no vemos a los personajes porque Lizzie lo interpreta todo con costume theather. Hace a su madre, a Darcy, a Bing. Y no es la única, Charlotte, Jane y Lydia son sus asistentes habituales. Esa es una de las cosas que hace a la serie tan especial, además de que es la madre de las webseries literarias y... ¡la interacción con el público!


Al parecer, la interacción con el público ha sido algo con lo que ha estado jugando Pemberley Digital, la empresa que se creo para producción y creación de proyectos como este después del éxito, es con la interacción del público. Como en el universo de Lizzie Bennet también existen los videos, cada cierto numero de episodios hay videos Q&A (Question & Answer) donde Lizzie responde preguntas que fueron hechas en Yotube, Twitter y demás redes sociales (sí, todos los personajes tenían cuentas de Twitter donde podías descubrir cosas extra de la historia, esta es la de Lizzie Bennet).

Los hechos son bastante fieles a la novela original; todo se adapta, por supuesto. En vez de un baile al inicio, hay una boda. En vez de que Lizzie visite la mansión Pemberley, visita Pemberley Digital en San Fransisco, la empresa de Darcy. Y la señora Gardiner, en vez de ser su tía, es la responsable de su tesis de maestría y, sí, también es la persona por la cual Lizzie y Darcy están juntos. No quiero soltar muchos spoilers de la novela por si no la han leído (¡¿quién no ha leído Orgullo y Prejuicio?!), pero aun cuando es tan fiel, hay cambios. Lo bueno es que los cambios son para bien y tienen que ver con Lydia.

Una de las cosas más maravillosas del vlog es que cómo dice Lydia alguna vez: "Este es el diario de Lizzie y ella ve lo que quiere". Tenemos un unreliable narrator y tenemos que elegir si creerle o no. Todo lo que vemos, lo vemos a través de sus ojos y muchas veces tenemos que aceptar que Lizzie exagera, está teniendo ataques de pánico (heredados de su madre) o está negando lo evidente. Algunas veces tenemos otros puntos de vista, como a Charlotte y Jane ejemplificando escenas de Lizzie y Darcy que la dueña del vlog niega o a Lydia convenciendo a Charlotte de que la deje subir algún video.


Además, al ser el vlog de Lizzie, si ella se va de viaje o está en Netherfield por una temporada, perdemos de vista a otros personajes. Para eso, Pemberley Digital ideó algo maravilloso. Lydia, a quien le encantan las cámaras (y sobre todo, la atención), acaba subiendo videos a un canal llamado The Lydia Bennet (donde aparece su prima Mary y Kitty, su gato), que sólo se mantiene cuando Lydia no puede aparecer en los videos de Lizzie. Al resto de los spin-offs los completan Maria of the Lu, la hermana de Charlotte y Domino (con Gigi Darcy). Y unos cuantos extras por allí que incluyen a Mr. Collins diciendo palabras de más de tres sílabas.

Probablemente si les gusta Orgullo y Prejuicio ya la conozcan, pero si no, al menos es buena manera de que conozcan el libro. ¡Y lo pueden ir leyendo conforme avanza la serie! (Sólo ideas, estoy en mi modo cursi y tengo ganas de que todo el mundo esté igual). La verdad es que a mí Orgullo y Prejuicio... pues me gusta, claro, pero hay días que me da igual (nada como Cumbres Borrascosas, ese es mi clásico de cabecera) pero The Lizzie Bennet Diaries lo puso en una perspectiva diferente, más moderna, en una época en que las mujeres podía optar a otras cosas que no fueran el matrimonio (pues en el libro, Elizabeth es la única mujer que se atreve a declarar que se casará sólo con quien ella quiera) así que definitivamente me atrajo un poco más.

No sé si ya se las habré vendido, pero al menos espero haberlos convencido de darle una oportunidad. No mucha gente conoce la maravilla de las webseries y la verdad es que son increíbles: son fáciles de seguir (si sabes inglés, ejem, aunque esta en especial tiene subtítulos en español y otros idiomas en Youtube), sus capítulos son cortos y si los actores son buenos, la serie puede ser muy divertida. Decidí que también usaría mi blog para, ocasionalmente, contarles acerca de webseries que veo. Eso es todo por hoy.


miércoles, 22 de julio de 2015

Sense8 (o qué fuman las Wachowskis antes de escribir un guion)

Corrección al 2020 (aka el año que recordé que escribí esto): se cambió por las Wachowskis para que coincidiera con el género de ambas hermanas. (Cuando se escribió originalmenta la entrada, una de ellas aun no había iniciado o anunciado su transición). 


La serie es la sensación, eso ni como negarlo. De repente, cuando empezó a pasar la fiebre por la tercera temporada de Orange Is The New Black, la serie estrella de Netflix, Sense8 empezó a salir en todos lados. me harté de verla hasta en la sopa, y como vi a todo el mundo hablar bien y mal de ella (y tenía la firma de los Wachowskis), decidí que la vería porque el concepto, que no acababa de entender, era interesante. 

Debo decir que, para bien y para mal, me llevé una grata sorpresa. Lamentablemente, sigo sin saber qué se fuman las Wachowskis para escribir estas historias, pero volvieron a ganarse mi respeto (ese que perdieron cuando yo vi la segura película de Matrix), así que si vienes buscando averiguar eso, cierra la ventana. Aquí no vendemos droga o promovemos su consumo, por muchas menciones que tenga (en serio, cuenten cuantas veces  hago alusiones a eso). Sense8 tiene un buen concepto, no es para nada una serie mala y tiene un reparto de personajes bastante variado que tiene mucho que ofrecer

Tiene su propio ritmo, supieron darle una consistencia, aunque también sus problemas radican en la cantidad de personajes y en que cada uno tiene, para bien y para mal, su propia historia. Escenarios como la Ciudad de México (grande la escena en el Museo Anahuacalli), distintas partes de Europa, Inda, Corea y hasta África son los que se dan lugar y los que nos cuentan ocho historias diferentes. Sí, ocho. Oyeron bien, no es un chiste. ¿Ya adivinan cuál es el pequeño problema de esta serie? 

No es que abarque mucho, no. Es que son tantos los personajes que el inicio es lento, para darle consistencia a la historia. Pudieron haberlo hecho más rápido, pero reconozco que la historia no habría sido la misma. Nos dan tiempo de conocer a los personajes, empatizar con ellos. Sin embargo, por ello sacrifican el dinamismo y eso puede llegar a cansar. Hay que tener paciencia con la historia y reconocer que no está hecha con las patas. Cada trama está cuidada, cada personaje tiene su importancia y si unos resaltan más que otros en algunos capítulos es porque hacer una historia coral es sumamente difícil.

¿De qué trata la historia? De ocho personas normales, en distintas partes del mundo, cada uno con sus propios problemas, que de la noche a la mañana descubren de de alguna manera (pspíquica) están conectados entre sí y pueden verse, pueden saber dónde está el otro e incluso descubrir las partes más escondidas de la personalidad de cada quien. Para todo lo demás, sólo vean la serie.

No confiaba demasiado en el elenco (de todos, sólo había visto a Doona Bae trabajando en Cloud Atlas, con los Wachowskis ya) y tenía miedo de que las historias estuvieran estereotipadas. Pero no, tratan con cada cultura con el respeto que se merece, rompiendo los clichés (¡no todos los días veo a los latinos retratados así, especialmente, no a los mexicanos!) y tratando temas bastante delicados con una normalidad sorprendente. Mientras que en la India nos muestran a una mujer inteligente, cientifica e independiente, pero también religiosa y creyente, tenemos en Corea del Sur a una mujer que sufre aún por su género y se ve relegada. Es un dato que me pareció curioso, porque a menudo las mujeres en la India suelen tratarse como "oprimidas" y "víctimas" y se olvida que la desigualdad de género llega hasta el primer mundo.


Disfruté especialmente con Lito, por la manera en que está representada su historia: ese miedo perfectamente normal a ver su carrera arruinada si sale del closet y las decisiones estúpidas que toma en base a eso. Me fascina una de sus escenas en solitario, cuando llega a su punto más bajo y ya no le queda más que subir. Sin embargo, el favorito definitivo se lo lleva Wolfgang, el alemán, con un pasado que parece perseguirlo. Me fascina una de sus escenas en el último capítulo de la temporada, nos deja ver realmente con que clase de monstruo estamos tratando, y, sin embargo, siempre nos recuerda lo extremadamente leal que es con sus amigos. 


Recomiendo bastante la serie para alguien que quiera explotarse el cerebro y encontrarse con un montón de personajes variados. Muchos han alabado a Nomi y a Amanita (definitivamente, hacen una pareja con una química increíble); especialmente, creo que el papel de Jamie Clayton es muy bueno en toda la serie, aunque durante los primeros capítulos el guion no le ayuda demasiado precisamente. Deseo ver más de ella y de Sun, quien, lamentablemente, acaba la temporada en un destino incierto. También tenemos a Cepheus, que es el chico bueno, con unos increíbles principios y que me hace creer en esa frase de "los buenos somos más". 

La historia en sí es complicada y no sabemos demasiado sobre los sensates (personas como nuestros protagonistas) porque vamos descubriendo qué es todo el asunto conforme ellos lo van haciendo. A algunos quizá eso no les parezca lo más atractivo, pero creo que es así cómo se nota que quien escribió el guion sabe qué clase de historia quiere contar. Se enfocan en construirla, en plantar cada una de las piezas para dejarlas caer en el último momento. Creo que el final es perfecto para una segunda temporada, pues cierra algunas tramas y deja otras interrogantes por resolver, además de muchas preguntas acerca de la naturaleza de los sensates

Ojalá a Netflix le de por renovarla y a la gente por verla. Porque una serie sin público, pues poco es. Desde ya, yo la recomiendo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Me queda la palabra, Blas de Otero


Ayer acabó la serie El Octavo Mandamiento, producida por Argos, en México y debo decir que hacía mucho tiempo no confiaba tanto —ni me gustaba tanto— una producción mexicana. El Octavo Mandamiento no fue nunca una telenovela de consumo, de esas que pasan en Teidiotiza —Televisa— y su hermanita, TVAzteca (las dos cadenas igual de choteadas con sus ideas, incapaces de producir cosas de calidad y originales). 




Tal vez por eso me gustó.

Por otro lado, la serie hace referencia a la situación política actual de mi país, y es realmente desgarrador ver como a este país se lo está llevando la chingada (y perdón las malas palabras).

El final fue escalofriante y el mensaje, muy claro: la corrupción va a seguir.

Yo a lo que vengo es a compartirles el poema que pasaron antes de los créditos finales de la serie (que me plantee poner en Hablemos de Poesía, pero sinceramente, no me apetecía. Me apetecía hablar del final de la serie y de que a mi país, a México se lo están comiendo los políticos con su maldita guerra al narcotráfico, que de guerra nada más tiene el nombre; no están combatiendo al narcotráfico para nada… pero eso sí, tenemos a un montón de muertos calificados como daños colaterales).

Pues bien, acá el poema.

Me queda la palabra


Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero. 


martes, 17 de enero de 2012

Blood+

Hace mucho, muchísimo, que no hablaba de anime por aquí, algo raro, pero bueno, no tenía mucho que ver la verdad, y tampoco tiempo. Pro hace unos días me acorde de Blood+, una serie que conocí en un foro donde había dos chicas en especial que la amaban (una fangirleaba por Diva, y la otra por el pairing Saya/Diva). Así que empecé a verla.


Sinopsis: Bajo el cuidado de su familia adoptiva, Saya Otonashi ha estado viviendo como una persona amnésica, pero fuera de eso como una adolescente ordinaria. La vida feliz y pacífica de Saya se ve afectada para siempre cuando es atacada por un quiróptero (vampiro en el manga), un monstruo hematófago con apariencia de murciélago gigante que se alimenta de sangre humana; entonces ella se da cuenta que es la única persona capaz de derrotarlos.
Tras esto y, tras la muerte de su padre adoptivo, Saya se marcha de la ciudad de Okinawa, en donde vive, para enfrentarse a la amenaza de los quirópteros alrededor del mundo. A Saya la acompañan sus dos hermanos, algunos amigos y su caballero Haji, en un viaje lleno de sorpresas que llevará a Saya a descubrir más sobre la naturaleza de los quirópteros y sobre su propio pasado, que se remonta hasta mediados del siglo XIX.

No me arrepentí de verla. A pesar de las exageradas cantidades de sangre que pueden salir de un cuerpo humano, la trama es muy buena y está muy bien desarrollada. Y hay unos cuantos partibles, oigan ustedes. 

Ya pasando a lo serio antes de meterme con los guapotes (?), la serie tiene una trama bastante buena, con criaturas —los quirópteros, o chiroptera— bastante originales y una historia muy muy bien desarrollada en 50 capítulos. De verdad la recomiendo. 

Kai. ¿A que está sexy?
Y yaaaaaaaa, ahora si les puedo presumir a mis favoritos… Bueno, el personaje favorito se lo pelean entre Haji y Kai, pero a partir de… bueno… la mitad más o menos, Kai lleva las de ganar. Aún no sé por qué, pero Kai se lleva las de ganar… es que es un amor. Además también me gustaron muchísimo los Sifs, sobre todo Irene, y Moses.
“Quiero creer en la palabra ‘esperanza’ tal como está escrita en los libros humanos”

martes, 21 de junio de 2011

Code Geass


Al final me he acabado de ver Code Geass y antes de empezar la entrada, tengo que decir algo:

¡QUÉ PEDAZO DE ANIME!
(es espectacular)



Me gustó mucho. Pero mucho. Y el final me dejó con una cara que aun hoy no se si es por la sorpresa o porque ya me lo esperaba… o porque fue totalmente inesperado. De verdad que este anime –el primero que he visto desde hace mucho tiempo- se merece un 10 a ojos cerrados.

La historia en sí es genial, sobretodo porque conforme más avanzaba y más se desarrollaban los personajes más he sido incapaz de odiarlos. Te vas dando cuenta conforme avanza el anime que cada uno tiene sus razones de pensar cómo y ninguno es ni totalmente malo, ni totalmente bueno.
(¿Qué si odio a alguien? Sí, a Rollo, a Schneizel, al emperador y a la mamá de Lelouch, fuera de eso, aunque los personajes no me caigan bien, tampoco me caen mal).

El anime da vueltas inesperadas y cuando un bando parece tener una batalla ya ganada, el otro puede tener un as bajo la manga y… darle la vuelta completamente al asunto.

Y al final, he reflexionado sobre algo importante que pasa en nuestro mundo hoy en día: ¿Cuánto dinero se gasta en guerras y cuando en luchar contra las hambrunas, la pobreza, etc.?

En fin… entre mis personajes favoritos está Kallen -¡es genial!-, Suzaku en algunas partes es adorable… Shirley al principio me daba un poco igual, pero al final me dio una pena tremenda su muerte. (Justo cuanto la chica el feliz con Lelouch…). Adoro a C. C., definitivamente, que es la favorita por mucho…



Un anime super recomendable, y además, adictivo, que me lo he visto completo en poco más de una semana.

Nea.

lunes, 4 de abril de 2011

Razones por las cuales sigo viendo Glee



Hay cinco razones ¿poderosas? -no, tal vez no, pero bueno-, por las que sigo viendo Glee… y acá van:

1. Puck (está bueno, me gusta su personaje…)
2. Algunas canciones son buenas (Sweet Caroline, Beth, Telephone no está tan peor; aunque eso sí, me niego a ver las de Justin Bieber: pasé de oírlas y me salté todo el pedazo, no importa lo que pasara en medio).
3. No tengo nada mejor que ver en lo absoluto.
4. A veces partes de la trama me intrigan (partes de la trama, a veces, suele ser en extremo predecible).
5. ¿Puedo repetir a Puck?

La serie en sí, no es tan mala. Tan mala. Eso sí, tampoco he dicho que me parezca buena.

jueves, 6 de mayo de 2010

Acerca de Fruits Basket

Realmente, creo que la curiosidad me hizo verlo. Había visto hacía mucho el segundo capítulo y tenía curiosidad hacía Kyo Sohma (con el cual acabé babeando, por cierto). No digo que sea un anime memorable, pero al menos no es lo peor que he visto. Eso sí, puedo pasarme horas criticándolo. A lo sumo he visto dos o tres cosas del manga (que sean taaaantos tomos me produce flojera, ver videos es más fácil que leer en compitadora), pero... bueno... *suspira* Empecemos por lo primero:

La capacidad de que todos -o casi todos- parezcan mujeres es... incrible. Ayame parece mujer... Yuki también (y que nadie intente negarlo, la primera vez que escuché su voz en japonés me dije que esa voz era de mujer)... Mojimi... ¡jamás en la vida hubiera creido que era hombre! *Suspira* ¡Punto en contra! -esto es una crítica, por si a alguien le interesa, claro-.

Tohru Honda... Me puedo pasar horas desporticando contra ella. Tiene una sonrisa estúpida, no puede decidir sobre su propia vida, siempre quiere complacer a los demás y quiere comprender a todo el mundo en sus problemas existenciales. La o-d-i-é, simple y llanamente. Punto en contra...

Kyo Sohma... este es un punto a favor, pero bueno, tengo predilección por este tipo de chicos incomprendidos y amargados, que a nadie le extrañe. (Pero... ¿Por qué diablos le gusta Tohru...? ¿por qué ella? ¿No encontró a nadie más inteligente en el mundo?).

Bueno... este... pocas cosas tengo ya que decir. Porque realmente el anime ni me fue ni me vino. Sólo Kyo logró meterme en su historia bastante rápido.

Las fans de Yuki son ridículas.

Akito... bueno, jamás se dice que en el anime sea mujer, pero en el manga si lo es... parece ser que eso de que todos parezcan del sexo opuesto está de moda :D

Hay por allí trs personas que aprece que moriran de un infarto -esas que se disculpan a cada palabra- ("¡Pido perdón a todo el mundo mundial!"). Demasiado ridículas y sin importancia para que yo recuerde su nombre.

Un capítulo extremadamente soso acerca de la presidenta del club de fans de Yuki. Me durmió.

Y para acabar... dios, todo el drama que no te aventaron en veinticuatro capítulos, lo ves en el penúltimo... -nada que me disgustara, tengo predilección por le drama (y como era de Kyo, ni pío me escucharon decir)-

Total... que ni me fue ni me vino. Al menos esa es mi calificación >.< NeaPoulain. PD: Aparte de todo... Kyo está bueno (?).

viernes, 19 de marzo de 2010

Avatar: la leyenda del niño de la flecha

Bueno, hace poco vi esta serie (Avatar: The Last Airbeder) y me gustó un poco, así que dije..., ¿por qué no la critico un poquito? Al puro estilo Nea Poulain.

Las cosas que sí me gustaron desde el principio (o desde que aparecieron):

1. Zuko. Aunque con el cráneo rapado y con una coleta se vea feo. Aunque medio calvo se vea aún peor. Su personalidad, su forma de ser, su forma de pensar y su evolución a lo largo de toda la serie me dejo uimpresionada. Que buen personaje. (Otra historia es ya que me acabe casando ficticiamente con él y que con el cabello largo y despeinado, se ve genial).

2. Appa. ¿A qué es genial, esponjocito y te dan ganas de estrujarlo y no soltarlo jamás en cuanto lo ves? ¿Verdad que sí? Me gusto su increible ternura *se va abrazando a Appa y después recuerda que estraba en medio de una critica*

3. Los comentarios sarcásticos y increiblemente oportunos (para hacer reir) de Sokka. Digo, creo que no hay mucho que decir. Amo la frase esa... "Oh... el universo me odia"; "Entonces no hables" *pausa* *la serpiente se va contra la otra nave* "Oh, ¡gracias universo!".

4. Dos frases de Mai. Mai es todo lo que quieran, menos buena pareja para Zuko. Pero tiene dos buenas frases: "Salvando al idiota que me dejo" y "Porque amo más a Zuko de lo que te temo a ti". ¿A qué el amor -aunque a mí no me parezca mucho- puede con todas las barreras y trabas posibles?

5. Toph. Es taaaaan genial. Toda su personalidad, sus facetas, su metal-control... y una largo etcétera. En fin, el final de Toph me dejo ¿?. Siento que se erecía un poco más de atención.

Las cosas que sencillamente NO fueron capaces de entrar en mi mente:

1. La parejita de Aang y Katara. Eso señores es... complejo de Edipo. ¿Han visto como Katara abraza a Aang? Es como si fuera su mamá. En serio. Así que no sé, se me hace un complejo de Edipo demasiado acentuado, allí sí. Así que no me acabó de cuadrar muy bien.

2. Tye Lee. Es el ejemplo de chica irreal y que tiene puestos unos lentes color rosa y nos e los piensa quitar jamás. Para el circo está muy muy bien, pero no para andar en medio de una batalla. Es como si tuviera dos caras. Oh, ¿alguien me entiende?

3. La futura señora del fuego (?). Mai. No entiendo como Zuko la puede amar: es una pesimista, amargada, aburrida y negativa. No sé, pero no me gusta como se ve con Zuko (además que no es por nada, pero en la mayoría de los besos sólo sale el lado bueno de Zuko).

Después no sé algo más extenso, pero ahora sólo me da tiempo de esto (:

Por cierto, a quien adivine cual es mi pareja (o supongo que intento de pareja, Crack!) le regalo un muffin (????).