Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 26 de junio de 2015

Lo bueno, lo malo y lo absurdo de Orange is the new black, season 3

Advertencia: spoilers al por mayor. Si no has visto nada de la serie, mejor no leas esta entrada. El que avisa no es traidor.

Esta era yo cuando me avisaron que Orange is the new black ya estaba en Netflix:


Así que evidentemente me desaparecí dos días y la vi. ¿Cuál es el veredicto? Pues me gustó, pero eso era de esperarse. Vi que a mucha gente le aburrió porque no tienen un villano tan marcado como la anterior (Vee), pero yo agradezco que no sea tan oscura y que más bien sea gris. Bueno, bueno, como no sabía como hablar de ella, empecemos por el principio.

Lo bueno


Esta temporada ha sido la mejor temporada para Pennsatucky, que es un personaje que ha evolucionado muchísimo. Además, su amistad con Big Boo esta temporada ha sido, de lejos, lo mejor. Me ha gustado como ha empezado y como Big Boo la ha ayudado en todo, sobre todo después de que el tío de las donitas la ha violado (por un momento creí que nos encontrabamos ante otro cliché guardia enamorado de una presa pero lo cierto es que la realidad fue mucho más cruel). Desde el flashback se nota que Tiffany había normalizado el abuso como algo normal, porque exceptuando el novio mono que tuvo, todos los demás eran unos hijos de puta.

En fin, me ha encantado como han desarrollado a ese personaje, principalmente porque hemos pasado de una loca religiosa a una chica que parece mucho más normal.


Las latinas también se han marcado una trama muy fuerte en la temporada. Centrada en la maternidad para la mayoría, sí, pero hemos podido ver un poco más de ellas. Me encanta como Gloria intenta ser mejor madre para su hijo aun tras las rejas, aunque Sophia lo culpe por que su angelito no ha resultado ser... un angelito. También el hecho de que María no pueda ver a su hija, pues Yadriel, su pareja, no quiere que sea normal para la niña y... Aleida y Daya.


La trama entre madre hija ha mejorado bastante, pues aunque Aleida es muy egoísta a la hora de elegir por su hija, el hecho de que Daya tenga que enfrentar que Bennet desaparezca y la deje en la estacada (bien podría simplemente haber aceptado la adopción), pone muchas cosas sobre la mesa. Gran papel también el de la madre de Pornstache que tiene que enfrentar que dio a luz a un hombre como él. Me dio pena al final, pero bueno, Aleida obviamente iba a hacer de las suyas.

Lamentablemente, sabrá como acabará todo para Daya y su hija, pues la vida a alcanzado a César que ha sido arrestado por la DEA y todos los niños acabarán con el servicio social. César me causa sentimientos encontrados, porque es un pésimo modelo parental, pero se hace cargo de todos los hijos de Aleida y de la niña de Daya y lo último que le grita a una de las chicas es que por favor la cuide. Se avecina drama para la siguiente temporada.

Sophia. Esta temporada ha sido muy gris para ella, pues en el intento de ser una buena madre (o padre) para su hijo, que aun no acaba de acostumbrarse a la idea de que su padre sea mujer. Así que le da ese consejo totalmente equivocado: "Practica con una chica insegura" y después tiene que enfrentarse a la cruda realidad de que su hijo no es el angelito que ella piensa. Además, después de un incidente con Gloria, Aleida empieza a hacer correr rumores por toda la cárcel y tiene que enfrentarse a la evidente transfobia que existe. Las cosas, sin embargo, acaban de manera incierta para ella, pues la nueva administración la lanza a SHU.

Suzanne es otra de las que se acaba por marcar un gran desarrollo esta temporada. Sigue defendiendo a Vee, con todo y lo que eso supone, y además empieza a escribir una historia pornográfica que todas las presas quieren leer (para mojarse con ella, se entiende). La verdad, es que es un gran personahe y yo podría ver un episodio lleno de Suzanne reaccionando ante cosas o haciendo cosas. Además de que se marca una de las mejores frases hasta el momento:

"It's not just sex. It's love. It's two people connecting... with four other people. And aliens."

Las referencias a Harry Potter de Taystee y el funeral de los libros se llevan una mención aparte, es de lo mejor. Además también había por ahí una referencia a Walter White, porque al parecer Piper estaba empezando a creerse mafiosa.

Red también ha recuperado mucho esta temporada, aunque a mí la verdad es que me daba pena viendo como se disculpaba por la comida que la obligaban a servir justo después de haber recuperado su cocina. Lo que sí es que su relación con Healy me pone de los nervios, no la veo de donde cogerse, con todo y que se lleven bien.  Sin embargo, no hay gran desarrollo con lo suyo, así que yo espero que en la próxima temporada haya algún jaleo con la nueva administración.

Porque de la nueva administración también hay mucho que decir. Es un gran giro, pero no es demasiado nuevo y desde que anunciaron el nuevo trabajo, ya me lo veía yo venir...

Sobre otras cuantas cosas, el culto a Norma se ha salido de madre, pero me ha gustado ver el pasado de Norma. ¡Si es que las más calladas son las asesinas! También ha sido muy revelador el pasado de Leanne, ¡no me esperaba para nada que fuera amish! Al final, la cosa no ha acabado en nada.

Lo último bueno... Ruby Rose porque está buenísima. Vale que es fan service, pero si se han dado cuenta, la mujer tiene a internet confundido sexualmente. Por mi parte, sólo digo que está buenísima y que me tragué el fan service sólo por ella.


Lo malo


Black Cindy y sus orejas de Mickey Mouse me han vuelto loca está temporada con lo de querer ser judía porque al principio lo hacen ver como si sólo fuera por la comida y parece apropiación cultural. Al final parece que hay otras razones, pero nada me acaba de convencer con respecto a eso. En fin.

NICKY, MI AMOR, ¿CÓMO QUE TE LANZARON A MAX? Lo pongo en lo malo porque realmente siento que la trama daba para mucho más... No, mentira, simplemente es que Nicky Nichols es uno de mis personajes favoritos de toda la serie y ahora parece que no la vamos a volver a ver. Su destino es incierto, aunque la balanza se inclina a que no volverá a la serie en un buen tiempo. La extrañaremos, ni modo.

Además, ver que Luschek se va de rositas con todo el asunto de la heroína hace que mi sangre hierva. Necesito verlo caer.

Aleida solita. Sin el respaldo del resto de las latinas, se hace odiar con gusto. No me gusta como trata a sus hijos, especialmente a Daya y aunque intente hacer las cosas bien, se nota que no va a salir nada bien por el final que tuvo la serie. Como personaje no la puedo tragar, la verdad. Los guionistas intentan justificarla en sus flashbacks, pero no.

Alex y Piper. Me frustraba muchísimo como Piper intentaba convencer a Alex de que no era su culpa volver a estar ahí. En fin. Al final se pelean, tienen sexo, se reconcilían, Piper dice que tiene novia frente a sus padres (en una escena bastante épica, a decir verdad) y se convierten en pareja. Pero después Piper acaba irritándose porque Alex está de paranoica. Si quieren saber la verdad, también me irritaba la Alex paranoica, pero se entiende por qué tiene miedo. Al final rompen y lo único realmente épico es su interacción en la clase de drama y que Alex llame Justin Bieber a Stella. Punto.

Finalmente, para acabar con lo malo: Stella. La irrelevancia del personaje me desespera. No se ahonda en su historia, sólo es una chica australiana tatuada, presa, sin dinero, y no hay gran desarrollo. Es muy guapa y tiene química con quien la pongas porque pues... destila seguridad, pero la gran irrelevancia que le han dado al personaje no me gusta. Parece que sólo está ahí para desarrollar el personaje de Piper.


Lo absurdo


Estoy empezando a considerar que toda el arco argumental que incluye a Lorna Morello esta temporada sea una gran broma. Después de que lanzan a Nicky a Max, empieza a mandar cartas a chicos que dice que va a extorsionar, hasta que le confiesa a uno que es porque no tiene con quien hablar. Parecía una cosa de nada con la que te podías reír algunos minutos, hasta que resultó que se acaba casando. En serio, me reí mucho, pero estoy considerándolo todo una broma.

El panty bussiness de Piper con todo y discurso. Se nota que la chica se ha acostumbrado a la prisión y cuando empieza a robarse las panties del taller y empieza con la idea, todo se vuelve muy absurdo, pero me encanta. No soporto nada a Piper con su cara de palo, pero han intentado darle juego a su trama y se ha vuelto toda una mafiosa de la prisión, a ver cómo acaba.

¿El final? Ha sido tan absurdo porque todos los guardias experimentados se han largado después de que, cuando Caputo los había aconsejado y le habían dedicado una canción de Les Mis, los haya dejado en la estacada. Así que cuando quitan una reja sin ninguna clase de vigilancia y todas las presas salen corriendo al lago, todo es demasiado absurdo. Divertido y seguro dará juego la siguiente temporada, cuando los ineptos se tengan que encargar del lugar.

Y para acabar: Ruby Rose. Si, la chica repite en las tres categorías. Primero porque con el nulo desarrollo que le dieron al personaje y que no tenga muchas capacidad actorales, en Trust No Bitch, que le haya robado todo el dinero a Piper y luego se haya justificado porque YOLO no se lo traga ni dios. En fin, que ha servido para que Piper haga algo interesante, pero como lo hizo con la cara de palo de siempre, el intento de tristeza en la cara de Stella se me hizo más creíble.

No sé si volveremos a verla, pero quiero decir que aunque su único propósito sea ser fan service, no me importaría porque está muy buena.

Así que nada, ¡hasta el año que viene!


miércoles, 24 de junio de 2015

Palabras envenenadas, Maite Carranza | Reseña

Sinopsis: ¿Qué pasó con Bárbara Molina? Nunca se encontró su cuerpo ni se consiguieron pruebas para detener a ningún culpable. Una llamada a un móvil pone patas arriba el destino de muchas personas: el de un policía a punto de jubilarse, el de una madre que ha perdido la esperanza de encontrar a su hija desaparecida, el de una chica que traicionó a su mejor amiga.Palabras envenenadas es una crónica de un día trepidante, vivido a contrarreloj y protagonizado por tres personas cercanas a Bárbara Molina, desaparecida misteriosa y violentamente cuando tenía quince años. Un enigma que, después de cuatro años sin resolverse, va a verse sacudido por nuevas claves. A veces, la verdad permanece oculta en la oscuridad y sólo se ilumina al abrir una ventana. Una historia de mentiras, secretos, engaños y falsas apariencias que pone el dedo en la llaga sobre mitos incuestionables. Un relato escalofriante que disecciona la hipocresía de la sociedad española moderna. Una denuncia valiente de los abusos sexuales infantiles, sus devastadoras consecuencia y su invisibilidad en este mundo bienpensante nuestro.
Gracias a este libro conocí en persona a Maite Carranza. Ya conocía su gran trilogía La guerra de las brujas, cargada de mitología y me había gustado (aunque el final me desencantó un poco). Sin embargo, considero que este, Palabras envenenadas, es el mejor libro que tiene. De temática realista, es engañoso, porque no puedes confiar en los narradores; tiene un poco de policíaco, pero creo que, en todo el sentido de la palabra, no es realmente policíaco.

Palabras Envenenadas ahonda en la miseria de una familia medio deshecha desde que secuestraron a la hija mayor. Su madre se ha volcado en los tranquilizantes y se ha vuelto casi una momia viviente. El inspector encargado del caso, de cara a su jubilación, se enfrenta cara a cara a todos aquellos casos que nunca podrá resolver y este es uno que, de hecho, lleva bastantes años en su escritorio. Y la mejor amiga de la chica secuestrada de repente se ve envuelta en todo el asunto de nueva cuenta porque recibe una llamada y oye, claramente, una voz que le dice: "Soy yo, Bárbara. Ayúdame."


Desde allí, la acción de desarrolla vertiginosamente en menos de veinticuatro horas, narrándonos desde el punto de vista de Eva, la mejor amiga, Nuria, la madre de Bárbara, Salvador Lozano, el inspector encargado del caso y la misma Bárbara —que es, de hecho, la única que lo hace en primera persona—. La novela está narrada en presente y considero que es un acierto. Te pones en la piel de los personajes mucho más fácil gracias al estilo de Maite Carranza, que no es nada complicado ni adornado. Escribe muy directo, parco, seco, no hay descripciones para las cosas que no hace falta describir, ni se detiene mucho tiempo en detalles apenas importantes. Eso, por supuesto, puede volver loco a más de uno, porque uno tiende a intentar resolver el misterio y cada detalle parece una pista que la escritora va dando para que lo hagas. Sin embargo, como nos encontramos dentro de la cabeza de los personajes, algunas cosas son pistas, algunas son simples cabos sueltos. 

Maite Carranza
La resolución del misterio es una de las resoluciones más impresionantes que he visto. Inteligente, con toda concordancia con cada uno de los detalles que se soltaban allí y allá, y una perfecta explicación a todos los porqués que aparecieron en el libro. Palabras envenenadas es un libro con muchas interrogantes, muchísimas, y las suelta a la misma velocidad que alguien podría pensarlas, así que no te puedes dormir ni un momento mientras estás leyendo. Sin embargo, no aumenta el misterio de manera gratuita nunca, no alarga lo inevitable. La autora supo manejar perfectamente un misterio que de otra manera se hubiera convertido en un monstruo. 

El libro es vertiginoso, sí, pero por su género, más le vale serlo. Un libro mucho mas largo o lento se hubiera vuelto aburrido, pero con este, en apenas dos o tres capítulos (narrados siempre desde el punto de vista de un personaje diferente), ya tenemos el panorama principal de todos los personajes, un vistazo a su rutina. No desperdicia capítulos mostrándonos banalidades, ni suma páginas de manera gratuita. Maite Carranza va al grano: un inspector se va a jubilar, atormentado por todos los casos que deja sin resolver y el mismo día, la mejor amiga de Bárbara recibe una llamada. Se empieza a poner en marcha, muy rápido, la carrera por adivinar el final, por adivinar dónde está Bárbara y con quién. Por qué la secuestraron y por qué su captor la mantiene a salvo.


La narración apenas tiene diálogos, pero no los necesita para ser amena. Los narra de manera indirecta. Quizá eso asuste a más de uno, pero debo decir que no tienen nada que temer: están ante un libro bastante entretenido, de misterio, con un misterio que puede engañar a cualquiera. Recomendado, por supuesto. Quizá sea un libro ligero y no muy trascendente (aunque, leyendo entre lineas, se pueden adivinar frases lapidarias sobre la naturaleza humana), con personajes bien perfilados aun para la manera vertiginosa que tiene el desarrollo, con una prosa amena, cuidada, y muy directa. Un libro que me hace tenerle fe a lo juvenil, además de todo y si han visto mis reseñas sabrán que este tipo de libros no son nada frecuentes.

En fin, los invito a leerlo y formarse su propia opinión sobre él. 

lunes, 22 de junio de 2015

Distopías que valen la pena

Ya que al parecer hay una avalancha de distopías que no parece que vaya a terminarse pronto, vengo a recomendar lo que yo considero mejor dentro del género. Distopías que le dan tres mil vueltas a Los juegos del hambre y que se ríen de Divergente, mundos que sí de verdad son pesadillas vivientes y que considero que todo el mundo debe intentar leer al menos una vez en su vida. Bueno, ¿empezamos?

1984 de George Orwell


Qué Panem ni que Presidente Snow, Snow se caga nada más de vivir aquí. Aquí el Gran Hermano hace temblar a Snow. Una crítica al régimen soviético de Stalin y en general a todo socialismo mal enfocado de la URSS. Pero el libro es mucho más que un libro político, nos habla de la manipulación de los medios, de la gente, de la credulidad y de los rebeldes. Desde el principio queda muy claro: "ustedes no van a liberar al mundo, sólo van a ayudar y a morir en el intento." Es uno de los libros cuyo final me pareció increíble, con un desarrollo que te va llevando allí sin que te des cuenta. 1984 está en un mundo donde el Ministerio de la Verdad dice mentiras y el Ministerio del amor destruye el alma, tortura y encarcela.

Pórtico de Frederik Pohl


Quizá la calidad literaria de este libro no sea lo mejor: su prosa es tan árida como estepa y tan plana como sabana africana. El estilo es muy parco y el desarrollo de los personajes no es lo mejor que he visto porque prácticamente no existe. Sin embargo, a la hora de ver a la humanidad como un colectivo, lo que nos muestra es desgarrador: gente desesperada por obtener un poco de notoriedad, de éxito, buscando los artefactos que una raza alienígena, de la que poco se sabe. El protagonista se traslada a Pórtico, un pequeño cuerpo celeste donde los Heechees, una antigua raza que estuvo en todo el universo, y desde allí nos empieza a contar de qué es capaz la gente para conseguir un poco de éxito en un mundos sobrepoblado.

Máquinas mortales de Philipp Reeve


O comes, o eres comido. Este es el más juvenil de los libros que pondré aquí. Tiene tres secuelas, de las cuales la realmente buena es la segunda y las demás... bueno, no me llaman demasiado la atención. Sin embargo, este libro es de lo mejor a la hora de mostrar un mundo completamente despiadado. Lleva su planteamiento inicial al límite: o comes, o eres comido. En este caso, las ciudades móviles se comen unas a otras y la población de las ciudades comidas pasa a la esclavitud. En esto, tenemos a un habitante promedio de Londres, Tom, un aprendiz de historiador, que se cruza con una asesina demasiado joven, Hester, en busca de vengaza. Ambos caen de Londres y se ven obligados a moverse por la tierra firme: un mundo desolado, fangoso, y con apenas recursos.

Un mundo feliz de Adolf Huxley


A pesar de lo aclamada, no es mi favorita. Reconozco que tiene un brutal éxito en probar su punto, pero los personajes del libro siempre se me hicieron demasiado lejanos para que pudiera empatizar con ellos y lleva lo fantasioso a un límite que no me hizo demasiada gracia. Sin embargo, la idea del pre condicionamiento humano, esa teoría de que puedes condicionar a que cada quien esté feliz con aquello que tiene, con su clase social y crear un mundo donde el entretenimiento sea vano y la cultura esté prácticamente erradicada. Es justamente lo contrario a 1984 y si acaso, para mí, lo que logró probarme es que cualquier extremo es malo. En este caso, lleva el consumismo y el capitalismo al extremo y nos muestra un mundo que me da miedo.

Farhenheit 451 de Ray Bradbury


Mi favorito, sin duda alguna. Mi peor pesadilla, también. Un mundo donde la gente ya no acostumbra caminar, ni mirar el cielo, ni mirar alrededor. Un mundo donde los libros se queman y el protagonista es un bombero, que no está del todo seguro si lo que está haciendo está bien. El conflicto empieza cuando roba un libro y descubre por qué, precisamente, los libros han sido condenados a la quema. El libro tiene uno de esos finales abiertos de los que algunos se quejan, pero a esta historia no hay otro final que le vaya bien.

Bueno, ya saben mis recomendaciones en distopía, al menos por ahora. Me quedé muy en lo clásico, claro que sí, pero es que realmente no hay tantas cosas en el género que me causen tantos escalofríos como estas historias. Así que ya saben, ¡A LEER!