Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 18 de noviembre de 2015

A Little Life, Hanya Yanagihara | Reseña


Sinopsis: When four classmates from a small Massachusetts college move to New York to make their way, they're broke, adrift, and buoyed only by their friendship and ambition. There is kind, handsome Willem, an aspiring actor; JB, a quick-witted, sometimes cruel Brooklyn-born painter seeking entry to the art world; Malcolm, a frustrated architect at a prominent firm; and withdrawn, brilliant, enigmatic Jude, who serves as their center of gravity. Over the decades, their relationships deepen and darken, tinged by addiction, success, and pride. Yet their greatest challenge, each comes to realize, is Jude himself, by midlife a terrifyingly talented litigator yet an increasingly broken man, his mind and body scarred by an unspeakable childhood, and haunted by what he fears is a degree of trauma that he’ll not only be unable to overcome—but that will define his life forever.


Alguien me recomendó este libro pero se olvidó de advertirme que me iba a romper el corazón en un millón de pedazos y que era demasiado triste. Aunque desde que vi la portada y leí la sinopsis supe que, de alguna manera, mi kokoro se iba a romper en mil pedazos y yo iba a necesitar cajas enteras de kleenex y tuve razón: Hanya Yanagihara deja a cualquier otro autor de ficción que yo conozca como un amateur en esto del maltrato personajil. Y créanme, no estoy exagerando, aunque me gustaría. No sé exactamente dónde empezar al reseña ni como hacerle justicia a este libro en sus partes buenas, malas, no tan malas, no tan buenas y regulares. Era obvio que en poco más de 800 páginas (según lo que calculo mi kindle) me iba a encontrar de todo. Absolutamente de todo.

Un mejor título, evidentemente
Bueno, voy a empezar por decirles que el mérito de este libro no es la tragedia o que nos ponga en modo demasiado sentimental. En general un libro que apela a mi ternura o a mis sentimientos por medio de la tragedia sin ninguna otra cualidad no es lo que yo consideraría un buen libro. Aquí ocurren muchas cosas malas, más de las que deberían estar permitidas en la vida de cualquier persona, pero el libro no es solamente eso y no sé si busca conmoverme o si simplemente es algo que me ocurre porque empatizo con los personajes.

Es una novela complicada por los temas que trata y creo que, inexactitudes a un lado, lo hace con bastante respeto. Desde la violencia en las relaciones de pareja, familias rotas, abuso y otras tantas cosas, todo está tratado con respeto, pero nada de manera políticamente correcta. Para la autora y sus personajes, todo simplemente, es. No le hace juicios morales a sus personajes, pero ellos sí que lo hacen, intentan convencerse de que lo que hacen es correcto, aunque esté mal, porque sienten que no pueden hacer nada más o, dadas sus circunstancias, creen que es lo mejor que pueden esperar. Así que sí, los personajes están construidos de manera increíble, con contradicciones humanas, errores humanos y sentimientos. Como diría alguien que conozco: son personajes tridimensionales, nada de cosas planas como alas de mariposa (mis comparaciones se vuelven peores día a día).

Hanya Yanagihara
A primera vista no me parece que sea un libro sobre la admistad, aunque esta juega un papel muy importante. Willem, Jude, JB y Malcom forman un grupo de cuatro bastante variado que se conocen desde la universidad y que están unidos simplemente porque fueron compañeros de cuarto. Nunca tenemos una explicación clara de por qué siguen siendo amigos tantos años después, pero podemos intuir ese por qué en la manera que tienen de preocuparse por los demás. He leído que se ha vendido como la novela gay o LGBTI+ o lo que quieran del año, pero creo que va mucho más allá de eso y que, en cierto modo es una clasificación equivocada (pero sí, hay gays y bisexuales y sabrá dios qué).

Jude es el pivote que une a todos los demás y que, en sí, une toda la historia. En el camino conocemos los problemas de JB, los dilemas de Malcom y la vida de Harold, un antiguo profesor de Jude, pero en general, la historia se la roba Jude y, por supuesto, la manera en que Willem se mueve en torno a él. Jude puede ser un personaje cansado (de hecho, les aseguro que si beben un trago cada que Jude dice "I'm sorry" o se disculpa de alguna manera, acaban con coma etílico... pero es un drinking game muy cruel. No lo hagan). También puede ser muy difícil empatizar con él, es cerrado, privado, miedoso y siempre tiende a pensar que va a pasar lo peor.

Todo eso tiene una explicación, claro, y desde que Hanya deja ver las primeras pistas uno se puede pasar todo el tiempo preguntándose cómo pasaron en realidad las cosas. Sin embargo, que yo les diga que todo tiene una explicación no los va a hacer mágicamente leer el libro o seguir si en determinado momento resulta ser un libro aburrido. Pero la manera de contar las historias, la manera en que los personajes nos muestran su personalidad no es en absoluto aburrida y nos deja las incógnitas suficientes como para preguntar qué pasa después, pero no para no tener ni idea de a qué demonios nos estamos enfrentado.

Yo, leyendo el libro. Todas las páginas
Pasando a cosas más técnicas... pues este es el primer libro de este grueso que leo en inglés. He de decir que a mí no me pareció complicado, pero ya tengo bastante práctica y soy más o menos un C1 en inglés (según la página de Cambridge porque aun no me digno a hacer el examen). Y como yo no puedo evaluar mucho la prosa en inglés (a menos de que sea plana cual sabana), pues diremos que está bonito y conmovedor. Yo me lavo las manos.

Hay cosas sacrificadas for the sake of the story, como la explicación detallada de como llegan a ser ricos, existosos o simplemente por qué les va bien en la vida a veces y a veces mal. Creo que la vida es así y son cosas que pasan. Podría decirles que en realidad este libro es una gran suma de tragedias, pero no es cierto. Sí hay una gran cantidad de desgracias y cosas tristes, pero también hay cosas buenas y, si nos ponemos a pensar, quizá las cosas malas siempre resaltan más por su propia naturaleza, pero en toda una gran cantidad de desgracias y en una vida difícil, de verdad hay momentos felices. 
Why wasn’t friendship as good as a relationship? Why wasn’t it even better? It was two people who remained together, day after day, bound not by sex or physical attraction or money or children or property, but only by the shared agreement to keep going, the mutual dedication to a union that could never be codified

Hay un detalle que creo que vale la pena mencionar y que me llamó mucho la atención: la historia tiene cierto aire atemporal, puesto que nunca se mencionan acontecimientos reales o personas reales. El único contacto que tenemos con la sociedad en general es Willem, sus películas (con nombres terribles en la mayoría de los casos), los premios, las exposiciones de JB y los libros que publica Harold. No hay una rango de años entre los que ocurra la historia, puesto que nunca es mencionado, pero tenemos computadoras, televisiones, celulares e internet. Creo que el aire atemporal de la historia le da algo especial y además nos hace más fácil seguir la vida de los personajes durante más de veinte años.

¿Recomiendo este libro? Claro que sí. Sé que quizá no a todo el mundo le guste, porque no es un libro fácil, o sencillo, pero creo que es una buena historia y que vale la pena leerla. 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Como (no) escribir una distopía

¡Hola! Yo, dando las fórmulas para el éxito y la riqueza inmediatos, me deberían dar un premio por eso. Bueno, si no les convenció lo de hacerse ricos con una novela romántica, vengo a hablarles ahora de otro género que ha tomando mucha fuerza en los últimos tiempos, sobre todo entre los libros dirigidos a los jóvenes: la distopía. Desde que Suzanne Collins publicó Los juegos del hambre no dejan de brotar distopías buenas y malas (más malas que buenas) como una plaga y la mayoría vienen cargadas de los mismos tópicos que la primera. Así que les traigo la receta de cocina para publicar un libro de esos, vamos, el instructivo que siempre necesitaron. ¿Listos? La única advertencia es que, obviamente, tu dignidad se verá bastante herida en el proceso


1. Necesitas un mundo distópico, mientras más cruel y más segregado mejor. No vas a meter una rebelión en un mundo en el que todos viven felices, ¿no? Tiene que funcionar política y socialmente... o eso dicen. La verdad es que si no tiene justificación tampoco importa, la gente lee igual. ¿Además quienes son los ñoños que se ponen a analizar un libro desde esos puntos de vista? Bueno, necesitas entonces a dos grupos en los que vas a dividir a tus personajes: los privilegiados, en general materialistas y superficiales de manual. Por alguna extraña razón son todos guapos o extravagantes; después van los no privilegiados, los jodidos, los que le hacen el trabajo a los primeros, se mueren de hambre y están oprimidos. No hay mucho que decir sobre ellos, salvo que casi todos son buenas personas mágicamente. Obviamente, los dos grupos viven divididos de alguna manera. ¿Ya tienes el mundo? Perfecto.


2. ¡Protagonista! Tu protagonista tiene que ser una chica sí o sí. Sí, los hombres ya dominaron este tipo de historias mucho tiempo, es hora de que brillen las chicas. Obviamente, no tiene que ser un personaje muy cuidado, ni nada, no importa si su profundidad es menor que la de una hoja de papel siempre y cuando digas muy claro que es una chica fuerte, libre, que no se deja mandar por nadie. No importa si más tarde traiciona esos principios, tú ya lo dijiste. Y no es una chica llorona, ni cursi, ni hace cosas "de chica", eso es denigrante. No, las mujeres somos fuertes y esas cosas. Ah, no te olvides poner que de algún modo es delincuente: trafica en el mercado negro, hace algo indebido, roba, lo que tú quieras. 

Mulan al ver semejantes role models.
3. Ahora vamos con lo intereses amorosos. Sí, tienen que ser dos (o más, no importa, el punto es que todos estén colados por la chica). No importa que te digan que los triángulos amorosos están llenos de tópicos y no ofrecen nada nuevo, tú escribe uno, vas a ver que se vende como el pan. Obviamente tus chicos son guapos (muy importante, no importa que vivan en un pueblo muriéndose de hambre, son guapos), amables. Alguno puede ser del grupo de los privilegiados y su función es demostrarle a la protagonista que no todos los malditos privilegiados son unos hijos puta (y enamorarla). Es el perfecto príncipe azul, de esos que sólo existen en las películas de Disney, las masturbaciones mentales y los sueños que tienes cuando estás muy drogado. Ah, y también tiene la profundidad de una hoja de papel, no necesita nada más. 

4. ¿Quieres oír el siguiente paso? ¡Villano! ¿Que hay mil maneras de crear villanos interesantes con dilemas morales realistas que te hagan preguntarte la diferencia entre el bien y el mal? Nop. No necesitas eso, es muy complicado y quita tiempo. Lo que tú necesitas es un villano de manual: cruel sin razón, ambicioso de poder, capaz de matar a cualquier (u ordenar su muerte) en menos de lo que yo digo parangacutirimicuaro


5. El penúltimo paso es, por supuesto, la trama. Hazla lo más complicada y jalada de los pelos que puedas, deja interrogantes que nunca vas a responder cada capítulo, para que obviamente el lector no pierda el interés. No importa que cualquier persona con sentido común lo hiciera todo más simple, no: tú eres el próximo que va a escribir una distopía exitosa y evidentemente sabes mucho más. Cuando ya no sepas cómo arreglar el final, usa deux-ex-machina y haz que todo se arregle (o explote) mágicamente



6. Aunque tu historia no de para más de 50 páginas, extiéndela a trilogía con libros de más de 300 páginas. O a más libros. Evidentemente tiene que estar todo lleno de relleno, escenas sin sentido, escenas románticas y un montón de dilemas jamás resueltos. A continuación, publica tu libro y espera. Verás como todo el mundo se lo traga.  


sábado, 14 de noviembre de 2015

Blue is the warmest color, Julie Maroh | Reseña

Sinopsis: Originally published in French as Le bleu est une couleur chaude, Blue is the Warmest Color is a graphic novel about growing up, falling in love, and coming out. Clementine is a junior in high school who seems average enough: she has friends, family, and the romantic attention of the boys in her school. When her openly gay best friend takes her out on the town, she wanders into a lesbian bar where she encounters Emma: a punkish, confident girl with blue hair. Their attraction is instant and electric, and Clementine find herself in a relationship that will test her friends, parents, and her own ideas about herself and her identity.

Sí, otra novela gráfica. Esta probablemente la conocen porque salió una película francesa (que incluía sexo lésbico) y arrasó varios premios. Yo no la he visto (pero me consta lo de las escenas subidas de tono) y probablemente no la veré en mucho tiempo (porque me dijeron que es soporífera) y que además es una adaptación demasiado libre de la novela gráfica, y yo adoré la novela gráfica. En fin, pasando a la importante, que es la reseña, vamos a hablar de esta preciosidad. 

Es increíble lo cuidado que es el dibujo para una historia contada a dos tiempos. Siempre sabemos de qué época nos están hablando porque el presente está a color y el pasado sólo tiene coloreado el azul. Un increíble detalle, por cierto. La historia nos presenta a Clementine, una estudiante de bachillerato aparentemente normal, con amigos y una vida aparentemente típica. Y, por el otro lado, tenemos a Emma, de cabello azul, lesbiana, con una familia muy abierta, estudiante de arte.

Desde el principio el dibujo y los diálogos nos damos cuenta de que es una historia melancólica, hasta en cierto modo trágica. Las dudas de Clementine sobre su identidad, su orientación sexual y su adolescencia casi se sienten, pues es ella la que a  través de sus diarios cuenta la historia en el pasado, mientras que en el presente tenemos la oportunidad de verlo todo desde el punto de vista de Emma, la chica del cabello azul que nunca deja de ser un enigma y un misterio.


Me gustan las historias contadas con esa nostalgia, de esas historias que sabes que te van a romper el kokoro, pero sigues leyendo, pase lo que pase. Para mí, toda la novela gráfica es una increíble historia de amor, pero más allá de eso, es también de descubrimiento, de identidad, de darte cuenta de quién eres y aceptarte. Además, los detalles del dibujo están tan cuidados que es increíble. Quizá el único salto abrupto es cuando se junta el pasado con el presente y de repente pasamos de ver a una Clementine adolescente a una Clementine mayor, que es maestra y parece tener su vida más resuelta. 

No sabemos que ocurre en todos esos años, pero gracias a algunos cuadros, podemos intuirlo. A mí me pareció un gran detalle, porque en realidad no necesitábamos saber nada de esos años.

Analizando un poco más la novela, los personajes están bien construidos y no cabe duda de que son humanos: hay dudas, errores, defectos por doquier. Al estar en la cabeza de Clementine siempre sabemos lo que piensa y es muy fácil tener empatía con ella o darle la razón en la gran mayoría de los casos. Yo no sé nada de cómics ni de novelas gráficas, pero me pareció que la estructura narrativa estaba bastante bien para la historia que Julie Maroh nos quería contar. 

Bueno, creo que eso es todo: la recomiendo para aquellos que quieran romperse el kokoro. Desde la primera página se nota que es una historia trágica, nostálgica, cargada de un aire de melancolía que seguramente nos va a dejar así: