Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 4 de marzo de 2018

Nuevo boom femenino latinoamericano en Bookmate | Mini reseñas

Yo es que soy una máquina para recomendar bookmate, es una aplicación que me encanta por lo amplio de su catálogo y que les recomiendo a todos (nada más porque tiene libros increíbles que de otro modo no podría conseguir). Hoy traigo puros libros de mujeres, como es mi costumbre y porque, además, estamos en marzo. Eso significa que todo lo que no esté escrito por una mujer o tenga que ver directamente con la cuestión de la mujer, se va a esperar, de menos, hasta abril. Aquí, en este blog, marzo es el mes de la mujer todos los años, así que se van a hartar de ver como reseño libros de mujeres por aquí. 

Este mes traigo a escritoras latinoamericanas y, no sólo eso, traigo a escritoras enmarcadas dentro de un fenómeno llamado y conocido como "El nuevo boom latinoamericano femenino". Esto no me lo acabo de inventar yo (y porque si me lo hubiera inventado yo, hubiera omitido el femenino y lo hubiera cambiado por algo como de escritoras, o escritoras en el nuevo boom latinoamericano, o yo que sé, porque sólo lo femenino necesita distinguirse de lo masculino, lo masculino simplemente es). La primera idea de que el boom latinoamericano también es de las mujeres la vi yo en El País, que hablaba de una nueva generación de escritoras de toda América Latina que se está abriendo paso en la literatura. Pueden conocer a varias autoras aquí: El otro "boom latinoamericano" es femenino. Hoy traigo tres reseñas de autoras mencionadas dentro de este fenómeno, con libros que pueden encontrar fácilmente en Bookmate. 

¿Qué es Bookmate? Si todavía no saben, es una aplicación rusa que es maravillosa porque es como el Netflix de los libros. Altamente recomendable por mí, porque ahí he leído muchos libros y, además, tiene un gran catálogo de libros gratuitos. Los animo a probar la app, de verdad es que no se van a arrepentir. Ahora sí, vamos por las reseñas.

Siete casas vacías, Samanta Schewblin


Sinopsis: Las casas son siete, y están vacías. La narradora, según Rodrigo Fresán, es «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». Y la cordura, como siempre, es superficial.
Samanta Schweblin nos arrastra hacia Siete casas vacías y, en torno a ellas, empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes, entre el extrañamiento y una «normalidad» enrarecida, contemplan a los demás y se contemplan.
La prosa afilada y precisa de Schweblin, su capacidad para crear atmósferas densas e inquietantes, y la estremecedora gama de sensaciones que recorren sus cuentos han hecho a este libro merecedor del IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero. 

El primero es también mi favorito de los libros que les traigo este día. No es por nada, pero Samanta Schewblin me encantó y ya quiero leer otros libros de ella. Los cuentos de este libro son siete y aunque reconozco que son un poco irregulares, me encantaron. Mi favorito es también el más largo porque ahí es donde se ve más obvio que Samanta está jugando con sus lectores a su antojo y de que lo hace perfectamente bien. Los narradores del libro son narradores en los que uno no puede ni debe confiar (esto es una advertencia) y que van contando las cosas a su antojo, como las perciben y como les conviene a ellos.


No es de extrañar que este libro sea mi favorito de los tres cuando este tipo de recursos literarios (los narradores no fiables) me fascinan y me encanta explotarlos. El cuento donde más que nunca uno sabe que no se debe fiar del narrador pero no sabe por qué (es como una intuición) es mi favorito, La respiración cavernaria; los personajes hacen cosas que no entendemos, hacen alusión a hechos que nunca prescenciamos, pero que allí están, cubriendo su pasado, y nadie hace bien en contarnos. Creo que durante todo el cuento hice mil y una teorías sobre lo que estaba pasando, a pesar de que no es un cuento de suspenso, no estaba leyendo un thriller donde hay que atrapar a un criminal.

No sé con que más palabras recomendarles el libro de Samantha Schewblin (una de las autoras que, curiosamente, me había propuesto leer este en el Booktag del maratón Guadalupe Reinas), porque la verdad es que me sorprendió bastante y me dejó a la expectativa de otras obras suyas. Como siempre, los cuentos son una excelente herramienta para conocer a un autor. Uno se hace de una primera impresión que lo lleva a decidir si quiere seguir o no quiere seguir leyendo. Por lo pronto, yo sólo les recomiendo a Samanta Schewblin y espero que, después de este libro, sigan leyéndola. El libro lo encuentran en este link.

El matrimonio de los peces rojos, Guadalupe Nettel


Sinopsis: En estas cinco narraciones intensas y de atmósfera delicada, Guadalupe Nettel nos propone un cruce de caminos entre el mundo animal y el universo humano para hablar de temas tan naturales como la ferocidad de la vida en pareja, la maternidad –cuando es deseada y cuando no lo es–, las crisis existenciales de la adolescencia o los lazos inimaginables que pueden establecerse entre dos enamorados. Su mirada proyecta lo subterráneo y lo secreto de sus personajes, lo anómalo, lo inconfesable.
Los cuentos de El matrimonio de los peces rojos son espacios magistralmente construidos en los que nos preguntamos cómo y en qué momento se fraguan en nosotros las decisiones más íntimas y soterradas, aquellas que, sin sospecharlo, marcarán de manera definitiva nuestra existencia.

Me llama la atención la necesidad del ser humano de humanizar a los animales para generar empatía. Por qué necesitamos encajarles a los animales nuestra concepción del género para entenderlos o explicarlos. Me explico: el género es un constructo social. Punto. Es artificial. Lo inventamos los seres humanos como una clase de opresión para la mitad del planeta (más o menos). Por eso el género es concebido como binario por casi todo el mundo y castiga a todo aquel que osa salirse del binarismo. En fin, mi pregunta es, ¿por qué tenemos que encajarle eso a los animales artificialmente para explicarlos, como ocurre en varios cuentos de El matrimonio de los peces rojos? Es un fenómeno que me interesa, sobre todo, por ejemplo, con las protectoras de animales. Los humanizan para generar empatía en la gente, por ejemplo.


En fin, esto ocurre en varios cuentos escritor por la mexicana, pues entre todos se habla de la relación de algo animal con las desventuras del ser humano. Usualmente amorosas, pero no siempre. Hay cuentos para todos los gustos en este libro. Hay cuentos más raros y más normales. Hace unos días (bastantes) estaba diciéndole a una amiga que todas las escritoras de este boom escriben muy raro o abordan sus temas de una manera muy extraña. Esto no es malo, no cuando es original, cuando te gustan los recursos que usan. De hecho, a mí varios cuentos de El matrimonio de los peces rojos me parecieron bastante buenos. 

Creo que sería un libro más sólido (en el sentido de que me hubiera gustado más también) si los cuentos no fueran tan irregulares. Hay varios muy buenos, alguno que otro mediocre. En general, entiendo que escribir una recopulación de cuentos donde todos sean obras maestras es casi imposible, pero me hubiera gustado más que los más mediocres no lo fueran tanto (el último, francamente, me pareció terrible por cliché). A pesar de todo, considero que Guadalupe Nettel es una escritora interesante y que este libro vale la pena a pesar de todo. Recomiendo mucho los cuentos para aquellos que leen poco o quieren hacerse una idea sobre algún escritor sin entrar de lleno a una novela. El libro lo encuentran en este link.

Nefando, Mónica Ojeda


Sinopsis: Nefando, Viaje a las entrañas de una habitación, fue un videojuego en línea poco conocido y pronto eliminado de la red a causa de su polémico contenido sensible. Las experiencias de sus jugadores son, ahora, el centro de los debates gamers en los foros más profundos de la deep web, pero sus usuarios no parecen ponerse de acuerdo: ¿era un juego de horror para frikis, una puesta en escena inmoral o un ejercicio poético? ¿Son tan hondas y retorcidas como parecen las entrañas de esa habitación?
Seis jóvenes comparten un piso en Barcelona y sus habitaciones vibran como colmenas. En cada una de ellas se cuecen actividades tan inquietantes y turbias como la escritura de una novela pornográfica, el deseo frustrado de autocastración o el desarrollo de diseños para la demoscene, subcultura informática artística. Sus espacios privados son arquitecturas blancas donde se explora el territorio de los cuerpos, de la mente y de la infancia. Mirillas hacia lo abyecto y hacia el decir, que los conecta al proceso de creación de un videojuego de culto.

Hay algo que quiero preguntarle a Mónica Ojeda (originaria de Ecuador) con este libro: ¿qué intentas probar? A ver, voy a elaborar un poco más, porque así igual no se entiende. La mayoría de la gente describe este libro como un libro incómodo, creo que porque no se puede describir de otra manera, no realmente. Es incómodo, pero no es incómodo con algún propósito específico. Nefando parece ser un experimento, tanto como lo es el videojuego dentro del libro, de a ver cuánto se puede escribir e incomodar a los lectores hablando de supuestos temas tabú. (Le decimos tabú a lo que no queremos mencionar o es demasiado escandaloso).

Bueno, a ver, entre la sinopsis y las reseñas que he leído, la mayoría dan vueltas en círculos para no mencionar el motivo de la incomodidad y los "temas tabú". Yo voy a ser una digna hija de la chingada y les voy a contar, porque no tengo otra forma de reseñar este libro. En Nefando hay menciones a pornografía infantil y algunos de los personajes son víctimas de. Creo que lo único que hace realmente bien el libro al darle vueltas al tema, además de incomodar al lector estupendamente, es hablar de como las reacciones de las víctimas no son lo que uno espera muchas veces y cada quien tiene sus métodos para soportar por lo que ha pasado. En fin, dejando del lado eso, no me parece que el libro tenga otro propósito que el de incomodar y hablar de como la humanidad es tan terrible. Usar un horror, como el abuso sexual infantil, simplemente para confrontarnos con los horrores humanos. No sé, yo hubiera usado otra cosa, al fin que horrores humanos hay muchos y para hablar de violencia sexual siempre he dicho que se debe de saber de qué se habla y por qué. Siempre prefiero cuando la denuncia es obvia (aunque no explícita) y no es sólo un elemento narrativo de shock.


Por otro lado, los protagonistas de la novela son de mis horrores preferidos. Una escritora pretenciosa, Kiki, (no la puedo calificar de otra manera) que cree escribir de las profundidades del ser humano cuando escribe porno (diría erótica, pero el mal gusto le da vueltas a sus narraciones) y me da un poco de cosa presentir de que alguna manera la autora se proyecta un poco en ella (sólo es un sentimiento). Un hacker que cree que se cambia el mundo desde el sillón y la pantalla de la computadora, sin idea de ética cuando se trata de retos informáticos. De los mejor formados fue el hacker, el Cuco. No critico la moral de los personajes porque son personas creadas en el papel, a veces, como en este caso presiento, con toda la intención de hacer casi posible la empatía. A veces la falta de empatía o el horror no es problema a la hora de escribir un libro (Lolita, Nabokov), a veces sí. En este libro la verdad dependía del personaje. Con Iván nunca logré conectar, ni horrorizarme. Con Kiki sentía rechazo, aburrimiento. El Cuco me daba horror, pero me parecía un bien personaje. 

En conclusión, diré que me quedé con ganas de entender un por más. ¿Para qué todo esto? ¿Para qué? ¿Por el placer de escribir un libro incómodo hablando de los horrores del ser humano? ¿Para eso, nada más? El libro lo encuentran en este link.

Si quieren probar Bookmate y leer algo de estos libros, les traigo un código por un mes gratis: NEAPOULAIN. Sólo lo tienen que hacer válido en este link y ya están bien puestos para leer. El código será válido hasta el 31 de julio, así que tienen tiempo pa' pensar, pero no se tarden mucho, ¡que el tiempo corre

viernes, 2 de marzo de 2018

La amiga estupenda (Dos amigas # 1), Elena Ferrante | #Librosb4Tipos

Sinopsis: Con La amiga estupenda, Elena Ferrante inaugura una trilogía deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo pasado y como protagonistas a Nanú y Lila, dos jóvenes mujeres que están aprendiendo a gobernar su vida en un entorno donde la astucia, antes que la inteligencia, es el ingrediente de todas las salsas.
La relación a menudo tempestuosa entre Lila y Nanú tiene a su alrededor un coro de voces que dan cuerpo a su historia y nos muestran la realidad de un barrio pobre, habitado por gente humilde que acata sin más la ley del más fuerte, pero La amiga estupenda es mucho más que un trabajo de realismo social: lo que aquí tenemos son unos personajes de carne y hueso, que intrigan al lector y nos deslumbran por la fuerza y la urgencia de sus emociones.
Por primera vez Ferrante aborda una narración muy amplia, poniendo en escena un verdadero tableau vivant donde no hay espacio para el tópico: todo es vida y todo respira al hilo de la mejor literatura.

Este libro fue la lectura de enero en Libros b4 Tipos y con el que inauguramos la Travesía Feminista, mediante la cual le daremos la vuelta al mundo leyendo libros de mujeres (¡y es mucho más barato que viajar! Especialmente si son unas lacras que descargan muchos libros como yo o se los piden a bibliotecas digitales). Puedo decir que tenía un poco de expectativas™ sobre el libro, debido a que ya varias de mis amigas lo habían leido y a algunas les había gustado (y una en especial habla más de Ferrante que un Testigo de Jehová de religión) y quizá esas expectativas™ estaban fuera de lo que realmente me ofrecía a mí el libro, entonces quizá quedé un poco desencantada. Dentro de todo, no es un pésimo libro, la verdad, y la mayoría de mis quejas son sobre el ritmo de la lectura o detalles más técnicos, no algo por lo cual les vaya a dar toda una clase para explicar aquí porque está mal. 


Así que, como quien dice, vamos por partes, así cual Jack el Destripador. Este normalmente sería el párrafo donde les cuento un poco sobre la autora, pero en realidad Elena Ferrante es el pseudónimo de una escritora italiana (asumo, después de leer el libro) que prefiere mantenerse en el anónimato a pesar de todas las especulaciones que se han hecho sobre su identidad (si googlean, verán que no son pocas). Entonces nos vamos a saltar ese párrafo de todas mis reseñas y vamos a entrar de lleno en la historia. Como a veces acostumbro, voy a dividir la reseña en apartados para no irme por las ramas cada cuatro segundos y acabar con un monstruo que nadie va a leer. 

Italia en los años 50, el escenario de La amiga estupenda


Probablemente, mi cosa favorita sobre La amiga estupenda, sea el escenario en el que la novela está situada. Creo que fue de las cosas que más disfruté y que más me interesaron sobre la novela, puesto que quizá yo no era el target perfecto para ella (pero hablaremos más adelante de eso). Lenu y Lina viven en un barrio de la clase baja en Napolés, donde la mayoría de los chicos no van a estudiar más allá de los estudios básicos y están destinados a trabajar en los negocios de los papás. Un barrio donde la violencia aflora en todos lados, en las casas y en las calles, entre los niños y los adultos. La verdad es que creo que toda esa ambientación me parecía de lo más interesante y Elena Ferrante la aprovechó muy bien. 


Una de las cosas que más me interesa de los libros, son los estudios y los esfuerzos de Lenu por seguir estudiando, a pesar de las amenazas de sus padres, que no entendían que necesidad tenía su hija por seguir estudiando. La mujer accedió a la academia (en relativa igualdad con los hombres... muy relativa) hace muy poco tiempo, en comparación con los años que llevan existiendo las universidades. En La mujer del povenir, Concepción Arenal hace notar que no se puede escribir de la historia intelectual de la mujer porque, salvo casos excepcionales, esta historia no existía cuando la española escribió ese pequeño libro. (Para que se imaginen, Concepción Arenal fue una de esas raras excepciones en el siglo XIX en España). Pues bueno, las primeras mujeres que accedieron a la academia y a los estudios superiores fueron, por supuesto, mujeres de clases acomodadas que podían permitírselo, incluso la clase media. ¿Pero las clases bajas? ¿Los más desfavorecidos? Si hoy en día muchas veces estudiar es algo casi imposible para muchas personas alrededor del planeta. 


Para la narradora de La amiga estupenda no es nada fácil. Para Lina es definitivamente imposible, pues en la cabeza de su familia no entra la idea de que su hija tenga la necesidad de estudiar. Creo que todas esas partes fueron mis partes favoritas del libro, aquellas en las que Lenu hablaba de sus estudios y los esfuerzos con los que conseguía estudiar.

Otra cosa que alcanzo a rescatar son las pocas menciones a la política de la Italia de la posguerra y de la guerra fría, que siempre vienen de la mano de Pasquale, el personaje con el que me identifiqué más (y que me da terror que acaba siendo un macho progre o un macho comunista); nos hace meternos un poquito en el contexto histórico de Napolés y las constantes menciones a que se habla en dialecto y no en italiano (hasta busqué un mapa de todos los dialéctos que se hablan en Italia). Pero bueno, vamos a seguir.

Las amistades entre mujeres


Sí, necesitamos más. Sí, necesitamos más relacionales complicadas como la relación entre Lina y Lenu. Lo que no quiere decir que la novela me guste, pero bueno, reconozco el esfuerzo por crear personajes tridimensionales y todas esas relaciones complicadas que nos envuelven prácticamente desde el momento en qué nacemos. Mi único limite al leer es que no tiene que ser menos creíble que la telenovela del mediodía (conocida por todos como la peor telenovela porque literalmente nadie la ve en ese horario, ni los papás de los que salen) y que sí al menos es menos creíble que eso, que lo compense la narración dándole una buena construcción a todo. 


En el caso de Lina y Lenu, su amistad es interesante de leer, pero a ratos incomprensible, porque, claro, contamos con una ligeradesventaja en este libro: no contamos con un narrador omnisciente, sino que Lenu es la que narra y sólo podemos contar con una versión de la historia, con su versión de la historia. Creo que eso es un punto importante a considerar al leer el libro, porque en muchas partes se siente que no conocemos en lo más absoluto a Lina y a sus motivaciones y es, probablemente, porque sólo la alcanzamos a ver desde lo que Lenu nos cuenta y ella misma sabe o intuye. 

Lina y Lenu definitivamente son un punto a favor del libro, la construcción de todos los personajes (no nada más ellas), es increíble, son personajes que te puedes encontrar en multitud de colonias. Sin embargo, mi queja del libro va en el sentido de que no creo ser el tipo de mujer (o persona) a la que está dirigida la historia de Lina y de Lenu. Bueno, no es que lo crea, es que estoy segura. La amiga estupenda a mí no me pareció tanto La amiga estupenda como me pareció La amiga un poco aburrida con algunos puntos interesantes. Elena Ferrante nos cuenta una historia que se enmarca en la cotidianidad (y de momento creí que me gustaría bastante, porque me recordaba al ambiente de otra novela italiana que leí hace mucho y me agradó que se llama De acero y está escrita por Silvia Avallone), pero no lo hace al ritmo que a mí me hubiera gustado.


El libro se me hace lento, pesado. Me parece que a veces Lina exagera en sus explicaciones (y en consecuencia, sobre explica) y que se va por las ramas. Me parece que narra muy lento, y es precisamente que considero esto más La amiga un poco aburrida que La amiga estupenda. 

Hangout


Finalmente, les recuerdo que hicimos un Hangout del libro, en el que pueden ver más de mis opiniones y de las de otras chicas de Libros b4 Tipos (varias de las cuales amaron el libro, así contrastan opiniones). Se los dejo aquí insertado para que lo vean.

miércoles, 28 de febrero de 2018

#TravesíaFeminista: recomendaciones de autoras de Norteamérica (segunda parte)

Bueno, como descubrí que había leído un montón de autoras de norteamérica en mi vida que quería recomendar, este mes decidí dividir la entrada en dos partes. No les quiero ni contar lo que va a pasar cuando pasemos por sudamérica o por centroamérica, pero bueno, esta es la segunda parte de las recomendaciones que hago yo para la #TravesíaFeminista que organizamos en Libros b4 Tipos. Este mes estamos leyendo El cuento de la criada de Margaret Atwood, un libro que ya no necesita ni presentación porque ahora con la serie volvió a ponerse de moda (sin embargo, les recomiendo revisar también algunos otros libros de la autora).


Pues sin más, vamos a empezar de nuevo con otras recomendaciones, que parece que yo no tengo llenadera en esto de recomendar (ojalá se animen a leer algo de lo que recomiendo y me cuenten qué les pareció). Les recuerdo la primera parte.

Margaret Atwood



Margaret Atwood es una novelista (muy prolífica) canadiende que nació en 1939 en Ottawa. Actualmente reside en Ontario y, además de escritora, es activista por los Derechos Humanos en Amnistía Internacional y otras organizaciones. Se licenció en filología inglesa, con estudios también en francés y en filosofía. Una de sus obras más notables es, precisamente El cuento de la criada, que ha sido recientemente llevada a televisión (y que ha arrasado en los premios). El tema del género y la cuestión de la mujer están siempre presentes en sus escritos, pues ella misma se define como una escritora feminista. 


Angela Y. Davis



¿Qué puedo decir sobre ella, además de que la admiro? Me dejó perpleja cuando leí Mujeres, raza y clase. Pero bueno, les contaré poquito sobre ella. Angela Davis es una filósofa, política marxista, activista afroamericana y profesora del Departamento de Historia de la Conciencia en la Universidad de California en Santa Cruz. Estuvo relacionada con el movimiento Panteras Negras (Black Panthers). Fue expulsada de la Universidad de California cuando descubrieron que estaba afiliada al Partido Comunista de los Estados Unidos. Ha escrito libros que abordan la cuestión de la mujer negra desde el feminismo y el marxismo. (Reseña de Mujeres, raza y clase).


Patricia Highsmith



Esta escritora estadounidense nació en 1921 en Texas y murió en 1995, el año que nací. Fue una de las primeras escritoras abiertamente bisexuales de los Estados Unidos, que además escribió libros con protagonistas LGBT. Es reconocida por sus novelas negras y de crimen, donde aborda diversos conflictos humanos, se centra en torno a la culpa, la mentira, y por haber escrito una de las primeras novelas LGBT con un final feliz. Saltó a la fama cuando Alfred Hitchcock llevó Extraños en un tren, una de sus novelas más reconocidas, al cine.


Nicole Krauss



Nicole Krauss es una escritora estadounidense nacida en 1974. Estudió en Stanford y después pasó a Oxford. Escribe desde los 14 años (y en aquellos años empezó escribiendo poesía más que nada). Su primera novela Llega un hombre y dice, fue nominada al premio Los Angeles Times; pero ella realmente se volvió una escritora superventas al publicar La historia del amor, un libro que dedica a sus abuelos. Para mí, que no leo casi nada de literatura romántica, La historia del amor es un exponente impresionante del género y realmente me sorprendió. (Reseña de La historia del amor). 


Amy Tan



Amy Tan es otra de mis escritoras estadounidenses favoritas, de ascendencia china. En sus libros, Amy Tan siempre recupera esa ascendencia escribiendo de mujeres chinas y de inmigrantes chinas en los Estados Unidos; especialmente, explora relaciones entre madres e hijas en sus libros. Nació en 1952, hija de dos inmigrantes que buscaban una nueva vida; Amy Tan vivió en constante conflicto con su madre, hasta que un viaje a china con ella le dio una nueva perspectiva. Sus libros me apasionan y aunque aún no he leído sus trabajos más famosos (y uno de sus libros no me encantó, El valle del asombro), les recomiendo ampliamente conocer su obra. (Reseña de La esposa del dios del fuego).


Ursula K. LeGuin



SE MURIÓ SIN SU NOBEL, MALDITA SEA. Y se merecía ese Nobel, por más que me lleguen puristas de la literatura a decirme que el Nobel no premia la literatura de género (hola, Doris Lessing tenía literatura de género). Bueno, Úrsula K. LeGuin es una de las escritoras más reconocidas de la ciencia ficción, una de las voces más importantes. Ganó varios premios Nebula y varios Hugo (aunque a simple vista parecía que esos premios eran un club de Toby, pero no). Además de ciencia ficción también escribió fantasía, libros para niños, poesía y ensayos. Tradujo varios libros del chino y el español al inglés. Es reconocida en todo el mundo y recomiendo ampliamente que la lean. (Reseña El día antes de la revolución).


Angie Thomas



Seguro que la conocen por su novela debut The Hate U Give. Yo le estoy dando el beneficio que seguirá por el camino de las buenas novelas, porque ese es el único libro que ha publicado. Estudió en Belhaven University, una universidad más blanca que la premiación de los Óscares cada año y además, cristiana. Por The Hate U Give, que explora los abusos policiales hacia los negros en Estados Unidos, especialmente las muertes que causan, ganó un premio de la organización We Need Diverse Books.


Cristina Henriquez



Cristina Henriquez es una escritora estadounidense con ascendencia panameña (su padre es un inmigrante de Panamá) y es conocida más que nada por su libro The Book of the Unknown Americans, donde explora la migración de la comunidad latinoamericana hacia los Estados Unidos. Publicó por primera vez en el año 2006 un libro de cuentos y no volvió a publicar hasta 2014, que publicó su novela. Ha participado también en antologías de cuentos y ensayos. (Reseña The Book of the Unknown Americans).


Nnedi Okorafor



Hubiera deseado poner a esta escritora nigenriano-americana cuando recomendara autoras de África, pero bueno, nació en los Estados Unidos, que se le va a hacer. De todos modos, esta es la escritora de libros fantásticos juveniles ambientados en África que necesitan. Ella, sí. Sus padres son ambos nigerianos igbo y la autora, a pesar de ser estadounidense, ha visitado Nigeria desde pequeña. Además de escritora, fue una tenista estrella, pero tuvo complicaciones médicas y no pudo continuar su carrera. Ha publicado numerosos libros de fantasía y ciencia ficción, siempre con protagonistas africanos y ha ganado varios premios por sus novelas (Reseña de Akata Witch).