Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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viernes, 2 de febrero de 2018

Libros de mujeres que leí en Bookmate | Mini reseñas

Sí, sí, ya volví con Bookmate de nuevo. Pero es que eso y que sean libros escritos por mujeres es justamente lo que une a estos tres libros. Hablandoles bien rápido de Bookmate, les cuento que es una plataforma de paga que es como el netflix de los libros y que tiene un catálogo muy interesante. Pueden encontrar libros muy chingones allí, la verdad, yo he leído unos bastante buenos. Hoy les traigo tres de mis últimas lecturas, las tras escritas por mujeres, las tres en menor o mayor grado interesantes. Les recuerdo que tengo otra entrada de libros que leí en Bookmate: latinoamericanos. Además, ahí también leí Agnes Grey (clásico que recomiendo y que por eso estoy poniendo aquí el link). Ahora, sin más, hablemos de libros.

El día antes de la revolución, Ursula K. LeGuin


Sinopsis: Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975, tiene como protagonista a Odo, la líder de la revolución que dio lugar al odonianismo, sociedad anarquista imaginaria. Ursula K. Le Leguin identifica esta sociedad con el anarquismo, que para ella "es la más idealista, y la más interesante de todas las teorías políticas".Pero lo que realmente le interesa a la autora es contar la hisotria de una mujer; no sólo como ideóloga de la revollución, sino como persona, y así la manifiesta en su presentación: "Agradecí sumamente cuando Odo apareció de entre las sombras y atravesó el abismo de lo probable pidiendo un relato, no sobre el mundo que contruyó, sino sobre sí misma".

Este no es el primer libro que leo de Úrsula, pero sí el primero que reseño y publico la reseña. Ya antes había leído una compilación de cuentos suya y obviamente la lectura de La mano izquierda de la oscuridad, una de sus novelas más famosas, donde trata mucho la idea del género y cómo los aliens de allá afuera pueden tener concepciones completamente diferentes sobre él. Este libro es precioso por varias razones que les voy a contar en la siguiente pequeña lista:

1. Habla de la revolución. Eso como primero, porque a mí me gustan los libros que hablan de revoluciones bien (no Los juegos del hambre, que era la revolución peor planeada de la historia). LeGuin habla de una revolución que busca en anarquismo (que es una ideología que a ella le gusta), pero eso es sólo el fondo de la historia. En general me gustan las historias que hablen de revoluciones porque puedo sentir el idealismo y la esperanza en ellas y esta no es ninguna excepción.


2. Habla de las mujeres en la revolución. En toda la historia de nuestro planeta, es innegable el gran papel que las mujeres han tenido en todas las grandes revoluciones del mundo. Por ejemplo, de la revolución francesa salieron mujeres como Olympe de Gouges y Mary Wollotsencraft y las dos escribieron grandes textos históricos del feminismo. Son las hijas no reconocidas de esa revolución, sin embargo, pues esta les pagó muy mal: Olympe acabo en la guillotina y Mary volvió a Inglaterra, creo que exiliada de Francia (si me equivoco, diré que mi fuente es Feminismo para principiantes). En la revolución mexicana hubo soldaderas, miles de soldaderas que siguieron a sus maridos, que empuñaron fusiles, que le cocinaron a los soldados, que se volvieron coronelas y generalas. De la revolución rusa salió Alexandra Kollontai, cuyos textos aún hoy se siguen leyendo. Y así, podría seguir enumerando, pero no, porque voy a hablar del libro. La mujer que protagoniza este libro se llama Odo y es una de las ideólogas de la revolución que se gesta en su mundo. Ha escrito libros, es una gran pensadora. Probablemente, como da a entender LeGuin entre las páginas de este breve libro, es una mujer que merece admiración.

3. Partiendo del punto anterior, este libro nos recuerda que los ídolos son personas de carne y hueso y no podemos mantenerlos en el pedestal. ¿Quién es Odo, además de la ideóloga de la revolución? ¿Cuál es su vida? ¿Qué papel ocupa en todo un entramado comunitario de ese mundo que lleva tanto tiempo buscando? Es muy interesante leer el libro y encontrar con las respuestas a esas preguntas.


Además, todo está complementado con las ilustraciones preciosas que tiene la edición en español, de verdad es un libro que no se pueden perder si les interesa el tema. (Y si no, pueden darle una oportunidad porque es muy corto y muy bonito). Lo pueden encontrar aquí.

La azotea, Fernanda Trías


Sinopsis: "El infierno son los otros", decía Jean-Paul Sartre hace algún tiempo. En la mirada del otro, el hombre encuentra su propia vergüenza, porque sólo a través del otro, el ser humano puede ser consciente de sí mismo. La culpa, el pecado, la desnudez, se hacen carne en el cuerpo ante la mirada inquisidora de los demás. Esto es lo que La azotea (Puntocero, 2010), publicada por primera vez en 2001 por Trilce Ediciones, pone en juego. Una historia fuerte, sólida y conmovedora, donde la soledad, la angustia y la tristeza son, paradójicamente, productos de la propia convivencia humana ("Estamos enterrados vivos"). La azotea es una novela corta y poderosa, distribuida en pequeños apartados de no más de seis o siete páginas cada uno, que podrían leerse como pequeños relatos independientes -cada cual con su propia carga emocional y con breves fragmentos argumentales- y van cayendo como gotas que, una a una, llenan una copa. La joven escritora uruguaya Fernanda Trías no cuenta todo de un envión, sino que dosifica el relato con una paciencia rítmica llamativa ante la fuerza del argumento.

Este es uno raro. Hay libros raros pero interesantes, este no es uno de ellos. La uruguaya Fernanda Trías compone en La azotea una novela llena de incomodidades y obsesiones muy bien escritas que sin embargo nunca parecen llegar a ningún lado. Y si eso sonó muy rebuscado, dejen me explico con más ganas.


Para empezar, es un libro lleno de obsesiones que no entiendo muy bien. Pero ahí están. Uno de sus grandes aciertos (que los tiene) es precisamente el meterte en la atmósfera de libro e incómodarte con lo que esta pasando en el libro. La protagonista evita el mundo exterior tanto como puede, controla a su padre, mantiene una relación con él bastante extraña (no les voy a contar todo, pero cuando lo lean lo verán). Vemos todo en fragmentos muy pequeños y quizá eso es lo que evita que entienda en que se sustentan todas las obsesiones de la protagonista, de dónde vienen, por qué están allí. (Hay un por qué, la explicación ronda por ahí, medio a pedazos, medio incompleta, pero definitivamente no muy satisfactoria).

La narración es buena, plana, pero buena. Es una narración en primera persona, porque desde el primer momento se entiende que uno no se puede fiar de la narradora. La autoridad narrativa está decentemente bien, la verdad, ahí no tengo quejas; mi única queja, una pequeña, pequeñísima, es que considero que la narración no logra transmitir nada que no sea incomodidad en diferentes situaciones. No transmite incomodidad y algo más, entonces no sé si sólo está apelando a incomodar a sus lectores, más que reforzar el núcleo de la historia.


No me quedó claro el núcleo de la historia. ¿El mundo construido en cuatro paredes? ¿Las salidas a la azotea? ¿Las vivencias de una familia claramente rara? No sé. Les digo. No hay nada más que una historia rara con obsesiones que causa incomodidad en este libro. Una lástima, porque creí que podría ser un libro más interesante.

Como nota, este libro es parte de mi Tour Latinoamericano como parte de Uruguay. Lo pueden encontrar en este link.

Postales femeninas desde el fin del mundo, Karina Bidaseca & Marta Sierra


Sinopsis: Postales femeninas desde el fin del mundo. El Sur y las políticas de la memoria, se trata de una exhalación feminista. Su idea nació en el otoño de Buenos Aires, luego de una conversación colmada de complicidad sobre los viajes de fines de siglo de los expedicionarios europeos a Trapalanda, nombre con el que se conocía la mítica región de la Patagonia. En Postales femeninas desde el fin del mundo se transita la vida de Lola Kiepja, y se pone de manifiesto que es posible pensar una sociedad no regida por preceptos patriarcales.

Finalmente, reseño un libro de no ficción. Esta entrada las reseñan han estado entre lo bueno y lo malo, así que este libro no se queda detrás y lo dejaremos justo a la mitad. Es un libro ciertamente interesante, centrado en la Tierra de Fuego, lo más al sur de Argentina y en sus habitantes, los Selk'man, que fueron víctimas de un genocidio (de cual pueden leer en Wikipedia). El libro se divide en varias partes pero creo que hay como una desconexión entre el principio y el final. Sólo un poco.

Karina Bidaseca
El principio se centra en los Selk'man y en sus historia, poniendo varias fotos (las postales desde el fin del mundo) y contando diversas historias. Es muy interesante. La segunda parte se centra en la teoría poscolonial y aunque a mí me gustó más o menos, considero que puede ser algo complicado de seguir para alguien que no ha leído demasiado del tema (por ejemplo, a la autora india Gayatri Spivak, famosísima por ese artículo que se llama "¿Puede hablar el subalterno?"). Es algo demasiado académico y reconozco que esperaba una conexión más fuerte entre las historias de los indígenas selk'man y toda esa teoría poscolonial. No es que nada este mal, las dos partes son muy interesantes.

Hablando de calificaciones de estrellitas (no me gustan, pero las uso por su practicidad, aunque es demasiado difícil calificar cuantitativamente la experiencia de leer y aprender) digamos que este libro tendría un tres de cinco. O un dos punto cinco de cinco, pero tirando al tres. O sea, algo un poco complicado. Es un libro interesante para aprender cosas de los Selk'man (no de teoría postcolonial, eso simplemente es bastante pesado si no tienes alguna base) y leer cosas muy interesantes. Se los recomiendo si les interesa el tema, pues; lo pueden encontrar en este link.


Si quieren probar Bookmate y leer algo de estos libros, les traigo un código por un mes gratis: NEAPOULAIN. Sólo lo tienen que hacer válido en este link y ya están bien puestos para leer. El código será válido hasta el 31 de julio, así que tienen tiempo pa' pensar, pero no se tarden mucho, ¡que el tiempoc corre!

sábado, 13 de enero de 2018

A Court of Thorns and Roses, Sarah J. Maas | Reseña

Sinopsis: Feyre's survival rests upon her ability to hunt and kill – the forest where she lives is a cold, bleak place in the long winter months. So when she spots a deer in the forest being pursued by a wolf, she cannot resist fighting it for the flesh. But to do so, she must kill the predator and killing something so precious comes at a price...
Dragged to a magical kingdom for the murder of a faerie, Feyre discovers that her captor, his face obscured by a jewelled mask, is hiding far more than his piercing green eyes would suggest. Feyre's presence at the court is closely guarded, and as she begins to learn why, her feelings for him turn from hostility to passion and the faerie lands become an even more dangerous place. Feyre must fight to break an ancient curse, or she will lose him forever. 
(Si alguien necesita la traducción, por favor, díganme en los comentarios)

He estado posponiendo este momento mucho tiempo. Pero ustedes seguro que han estado esperando que venga a quejarme de este libro, así que no hay más remedio que venir a hablar de este libro. A Court of Thorns and Roses es un retelling y además, es un retelling que yo no hubiera leído por iniciativa propia nunca jamás en mi vida. Pero como ya se sabe, quiero mucho a Nina de Rapsodia Literaria y le hago caso cuando me dice que lea algo por favor, aunque me tarde más de seis meses y me desquicie leyéndolo. Este libro no es que sea malo pésimo al nivel de After y compañía pero es aburridísimo, soporífero, lo llegué a leer para que me diera sueño. Así que, sin más, antes de que se me acabe de olvidar del libro, vamos a hablar de él y, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes. 


No me acuerdo cuantas páginas tiene este libro, pero le sobran unas muchas páginas. Está lleno de relleno que no lleva a absolutamente nada: no tiene nada que aportar al supuesto núcleo de la historia (que realmente aún no sé cual es, además de un retelling raro de La Bella y la Bestia), no nos enseñan casi nada nuevo de los personajes y da sueño cuando te das cuenta de que las anteriores cinco páginas que acabas de leer son inútiles para el resto de la historia y si volvemos a saber de esa escena será una referencia de tres palabras unas cincuenta páginas después que también servirá para nada. En fin, defecto uno, está lleno de relleno.

Además, en general, la narración es aburrida. Me tardé meses leer este libro, meses. Más o menos seis. No lo aventé por la ventana porque estaba en mi kindle y por que le tengo algo de apreció a Nina como para no dejar de leer un libro que ella me pidió que leyera. Además, no olvidemos que vivo en un primer piso y no hubiera servido de mucho. Más útil hubiera sido si tuviera chimenea y lo hubiera leído en invierno. La prosa es plana y que la historia sea lenta en general no le ayuda en nada; el libro a veces peca de ser sobre explicativo (aunque no a los niveles de Canciones para Paula) y te marea con cosas que no tienen mucho que ver.


Le concedo (dudosamente) que supo ser un retelling raro de La Bella y la Bestia. Mantuvo la idea de la historia: chica acaba en el castillo de un ser que ve como malvado y del que no puede apreciar su belleza exterior (en este caso porque Tamlin y todos en su corte llevan una máscara en la cara). Tiene el planteamiento más básico pero nada más. Absolutamente nada más. El núcleo nunca supe qué era, realmente. ¿Romance? ¿Enamoramiento? ¿Que la chica quisiera al chico? Creo que era algo así, pero nunca cuajó porque los personajes en general eran muy planos (con algunas poco honrosas excepciones) y la hoja de un árbol tenía más profundidad y era más compleja. A los personajes de este libro los llamo personajes al servicio de la trama, porque cambian y se adaptan mágicamente según lo que necesita la trama del libro, lo que los hace confusos, simples y en general, inútiles. Lucien es de los pocos que entra a las poco honrosas excepciones.

Y la segunda cosa que le concedo (menos dudosamente) es que el final tiene un giro que no me esperaba, porque yo nunca espero nada de este clase de libros (y aún así logran decepcionarme casi siempre). Feyre es la típica copia prototípica de protagonista femenina "fuerte" y capaz. Es Katniss, pero más aburrida. Desde Los juegos del hambre que veo esas chicas como la única posibilidad de una protagonista fuerte y desde Los juegos de hambre que las veo ser salvadas, sin embardo, por chicos. Como damsels in distress, pero modernas, fuertes y capaces. Feyre no es una de ellas exactamente, entonces le concedo que el final, a pesar de tener un cliché como una casa, era el cliché volteado.  


SPOILER AQUÍ El que avisa no es traidor. Precisamente me sorprende que Feyre vaya a rescatar a su amado de una situación horrible porque no es algo que esté acostumbrada a ver, con todo y que esté llena de clichés románticos de que los amantes no pueden vivir el uno sin el otro y tonterías varias. FIN DEL SPOILER

En las historias comunes sobre el amor romántico, los amantes no pueden vivir el uno sin el otro (porque aparentemente se fusionan en un ser incapaz de pensar racionalmente) y si bien es interesante ver esta clase de historias desde algunas perspectivas, en general es cansado. Porque hay mil y una historias sobre lo mismo, que no cambian el enfoque, creen que es un goal llegar a fusionarse con el ser amado porque los amantes se pertenecen el uno al otro y son historias que venimos viendo en el mundo desde el principio de los tiempos y en especial desde que la mitad de la gente intentó crear historias románticas copiando Romeo y Julieta. No importa que parches a tu historia con un mundo fantástico nuevo, que voltees los papeles, que lo parches con fantasía. Al final la historia de A Court of Thorns and Roses se mueve en torno a esa idea del amor sin evolucionar y proponer nada nuevo para el género romántico.


Mi conclusión con este libro es que evidentemente no estoy dentro de su target, que no me aporta nada nuevo como romance, que tiene muchos elementos desperdiciados como retelling y que está narrado con una prosa tan aburrida que lo podrían recetar como remedio para el insomnio. No voy a seguir leyendo la saga. Valoro mucho mi tiempo, incluso el que gasto con libros malos, entonces, dejaré el sufrimiento y el aburrimiento en un libro. 

lunes, 24 de abril de 2017

2x1 en libros de crímenes | Mini reseñas

Estas reseñas son un reposteo de reseñas publicadas en La Cueva del Escritor.

La chica IBM de Fransisco J. Cortina


Sinopsis: Ciudad de México. Lo que antes se conocía como la región más transparente es hoy centro de grandes diferencias. Conserva su atractivo en zonas modernas de alto poder adquisitivo pero al mismo tiempo abraza en sus entrañas a clases sociales dispares. El D.F., como se le conoce popularmente, es blanco de una delincuencia desatada en donde destaca el secuestro. La ciudad más grande del mundo requería un lugar entre las páginas de la novela de acción. Un retrato actual que muestre personajes tan variados como sus realidades contrastadas. Con maestría -y extraordinario sentido del humor- el autor nos muestra la vida de sus cuatro protagonistas, en donde, a través de un crudo relato inmerso en la violencia y la pasión, se atreve a surgir el amor, bajo el hilo conductor de un secuestro. Resulta de gran placer adentrarse, a través de diálogos pulcros y congruentes, tanto en la infancia de los integrantes de la banda de los camellos, secuestradores desalmados, como en la vida nocturna citadina de alta esfera; conocer la vida íntima de una víctima convertida en policía, Alfonso Ruiz, o participar de los sueños de Anna, una joven de clase media cuya aspiración es saltar peldaños en una empresa trasnacional. Es un retrato social, con historias entrelazadas, que nos adentra a las más recónditas carencias a los deseos y frustraciones de los personajes en su viaje al encuentro con su propio destino.

La chica IBM no denuncia, no habla de lo mal que está México y mucho menos intenta meternos lecciones de moralidad por los ojos. Cuenta la historia de una Ciudad de México llena de claros y de oscuros, de matices y sobre todo de tópicos. Porque quizá es ese uno de los más grandes defectos de un libro con una historia increíble que contar: el cliché tan marcado que existe entre la clase alta de Santa Fe, la universitaria que no menciona que su vestido es de Suburbia —una tienda de ropa típica de la clase media—, en una escuela puramente elitista, esa necesidad de salir de la colonia de clase media a patadas, si es el caso, pero salir. Hablar de las colonias marginadas y relacionar a quienes viven en ellas como obligados delincuentes.


Sin embargo, con esos clichés, relata algo que es común. La chica IBM es sólo la historia de un secuestro, de una mujer que desea salir de clase media, un hombre que perdió a su hija desangrada en una avenida de Polanco, asesinada por delincuentes y ladrones y acabo volviéndose un policía justiciero.  La historia de los chicos que salieron de Texcoco y acabaron en la Guerrero, pasando por Neza, y se convirtieron en los fundadores de la banda Los Camellos, secuestradores que podrían ahogarse en los billetes que guardan y a los que, increíblemente, aún les queda humanidad, porque no hay que olvidar que son humanos, que son personas y que quizá, quizá, también sufrieron.

La novela nos cuenta la historia de sus personajes al tiempo que nos narra un secuestro. Desde su planeación, hasta el momento justo en que se lleva acabo y el infierno que pasan los dos protagonistas. Fransisco J. Cortina no usa una prosa rebuscada, provoca sentimientos en el espectador incluso con una prosa que más parece periodística, que se remite más a los hechos, y después a los sentimientos.


Es un libro para pasar el rato. Un libro que cuenta una historia, sin pretensiones. Si lo que hay entre las páginas te cambia la vida, eso ya es asunto tuyo, porque te aseguro que a mí, todos estos años después de que leí el libro, no me lo cambió.

La chica del tren de Paula Hawkins


Sinopsis: Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

El hype que levantó este libro me dio curiosidad. Sin embargo, lo aparqué hasta que tuviera tiempo y pudiera hacerme de una opinión mucho más objetiva que sólo un sinsentido de palabras. Pues bien. El libro me encantó como thriller, aunque me hubiera gustado que se profundizara en algunos aspectos de nuestros personajes porque todos, absolutamente todos, son terribles personas. Para empezar, tenemos a nuestras tres narradoras: Rachel aún está obsesionada con su ex esposo y la idea de no poder tener hijos, es borracha y ha perdido su trabajo; Megan engaña a su marido en repetidas ocasionas y Anna desconfía de todo el mundo. Además, nunca te lo cuentan todo. Los pedazos de sus historias se van uniendo conforme la historia avanza. Rachel es incapaz de recordar lo que sucedió una noche muy importante: la noche de la desaparición de Megan. Por si fuera poco, la historia que le cuenta Tom, su ex marido, no tiene demasiado sentido para ella porque estaba demasiado borracha y podría o no ser una mentira. 


Todos los personajes son unos cabrones o te causan lástima. O te causan lástima por una página y a la siguiente se ganan tu odio. No son personajes con los que te puedas identificar, pero son personajes tan bien construidos que eso no importa. Hay momento donde te preguntas si el sentido común de Rachel no se fue por un tubo o si Megan es idiota.

Hay quien dice que la acción de este libro recuerda mucho a Gone Girl, de Gillian Flynn, que también tiene personajes muy cabrones. Pero creo que, lejos de algunas cosas que coinciden en muchos libros de thriller, la historia tiene poco que ver. En La chica del tren avanza de manera mucho más rápida, a veces casi vertiginosa; por eso es que a veces Paula Hawkins sacrifica algunas explicaciones para darle más acción al asunto. Siendo sincera, me hubiera gustado profundizar un poco más en algunos aspectos, pero no me molesta demasiado que se hayan sacrificado algunos pedazos de las historias de las protagonistas porque el libro no tiene casi relleno. 

La autora
Lo único que considero que es un fallo es que hay momentos en los que las voces narrativas se confunden, especialmente las de Anna y Megan. No sucede mucho, no es como cuando estoy leyendo un libro con dos narradores y los dos suenan exactamente igual. En este libro es algo que no ocurre con frecuencia, lo que es de agradecer, pero ocurre, así que habría darle que darle una revisada.

Como conclusión, creo que este libro vale la pena y que si les gusta el misterio y el thriller, seguramente van a disfrutarlo. Muy recomendable.

jueves, 28 de abril de 2016

Everything, everything, Nicola Yoon | #LCTodo

Sinopsis: My disease is as rare as it is famous. Basically, I’m allergic to the world. I don’t leave my house, have not left my house in seventeen years. The only people I ever see are my mom and my nurse, Carla.
But then one day, a moving truck arrives next door. I look out my window, and I see him. He’s tall, lean and wearing all black—black T-shirt, black jeans, black sneakers, and a black knit cap that covers his hair completely. He catches me looking and stares at me. I stare right back. His name is Olly.
Maybe we can’t predict the future, but we can predict some things. For example, I am certainly going to fall in love with Olly. It’s almost certainly going to be a disaster.

Participé en la Lectura Conjunta organizada en el blog Nelareads y estuve comentando un poco el libro; aunque era mi intención leerlo con calma, lo ataqué como al tercer o cuarto día porque no podía más con la curiosidad. Y así me fue. Este libro me dejó tan confundida en algunas cosas que ya pasó una semana y todavía estoy rumiando acerca de él.

Estuve vagando por la página de Nicola Yoon y decidí que me caía muy bien. Nació en Jamaica, tiene una sonrisa muy bonita y por lo que pude chismear en algunas fotos, su esposo tiene rasgos asiáticos. Tienen una hija y no me extraña de donde salieron los rasgos para su Maddie, que es medio-afroamericana, medio asiática. Un detalle de lo más curioso dentro del libro para mí porque no estoy acostumbrada a encontrarme con personajes diversos dentro del YA. Y por una vez, hacerlo es un alivio. Me ha gustado, al menos esa parte. Por lo demás, creo que no me acabo de decidir acerca del libro así que responderé como Olly a la pregunta de si me ha gustado: "Sí, no, quizá". Lo que siento con este libro es confusión, así que voy a dividir mi review en dos partes (en realidad tres, ya lo verán). Primero, porque quiero sacármelo cuando antes...

Lo malo


1. La novela definitivamente adolece de algunos de los problemas de la literatura juvenil actual, sobre todo de los clichés. Los clichés no son malos per ser, pero sí son un argumento muy gastado y carente de originalidad. Aún así, es mucho mejor partir del cliché que llegar a él, por lo que medio perdoné el hecho de que Maddie está enferma. Quien sabe, ¡quizá y hasta hubiera estado desarrollado de manera interesante! Sin embargo, otros no los puedo perdonar ni en pintura, como por ejemplo: las descripciones físicas que hace Maddie de sí misma frente al espejo, las referencias a Austen, etcétera. No me gusta que se sobreexplote un mismo recurso hasta que lo odio.


2. Algunos giros del final. No, si ya lo leyeron, no es el que están pensando. Hablaré de ellos más adelante porque merecen un análisis a fondo. 

3. En muchas películas (y libros) un par de adolescentes medio pendejos se suben a un avión y acaban del otro lado del mundo por alguna razón. Generalmente cuando roban la tarjeta de sus padres. No se ustedes, pero a mis padres cuando compran un boleto de avión, les congelan la transacción en el instante si parece sospechoso o hablan para asegurarse de que sea correcta. No pido que en un libro las cosas sean 1,000% realistas, pero me irrita cuando usan esa clase de recursos sin pensar demasiado bien en las consecuencias que traerá después.

Lo bueno


1. El show, don't tell tan bien usado durante todo el libro. De hecho, sólo por eso, quiero pararme y aplaudir. No lo veía tan bien usado en un libro de la temática y con un narrador en primera persona desde hace mucho tiempo. Maddie es un unreliable narrator y siempre intuimos que no cuenta todo. Siempre parece guardarse algo. Además de que hay algunas cosas que no nos las dice, sino que las muestra, como su interés por el horario de los vecinos, del que nos enteramos cuando nos muestra. Sus habilidades como espía son bastante buenas. También, como pasa mucho tiempo observando a los vecinos, notamos que, de algún modo, está sumamente frustrada con su vida. A veces parece contárnoslo, como narradora, pero pareciera que, para sí, no lo admite de una manera tan abierta. Esto pasa con la mayoría de los personajes y me encanta. Ayuda mucho a su desarrollo.


2. Carla. Me encanta que sea latina (chicana, para ser exactos, tengo idea), pero también me encanta algo más: ¡que ser latina no la defina! Dejen me explico, tiene un montón de características, desde su nombre hasta expresiones que la delatan, pero no es lo único que la delata. Es un personaje tridimensional y cuando hablo que tienen que existir libros diversos me refiero a libros con personajes como estos. Entre más personajes a mencionar, Olly definitivamente es interesante, aunque siempre lo vemos a través de los enamorados ojos de Maddie (that's not a secret) y la madre de Maddy tiene conflictos internos dignos de analizar (más adelante). 


3. Cómo se trata el tema de la violencia doméstica. Cuando se habla de temas sensibles en una trama como la que pretende mostrar Nicola Yoon en torno a Olly, algo te puede traicionar. Algo que me molesta mucho cuando se trata de los agresores y las víctimas es que se culpe a la víctima y el agresor sea un agresor sólo for the sake of the drama. No. La violencia doméstica es complicada, difícil y no es un tema que hacer aparecer en un libro sólo por el drama. Por eso me ha encantado la humanidad que tiene Nicola Yoon para mostrarlo. Me gustan las dimensiones y las contradicciones morales de Olly. Porque su padre es su padre y alguna vez lo quiso (o todavía lo quiere) y su madre es su madre y la adora. Pero de cuando en cuanto, odia a su padre por ser como es y odia a su madre a pesar de ser la víctima porque está tan frustrado que, a pesar de que no la culpa (yay! no hay victim blaming!) no sabe qué hacer.

4. Las ilustraciones del libro. Las hizo el esposo de la autora y son todas preciosas, por si tenían la duda. Me encantan los libros ilustrados cuyas ilustraciones además son recursos narrativos para que la trama se mueva. Me parece muy interesante como funcionan ilustraciones y texto, los dos juntos. (Esa fue mi inner editora hablando). 

Ahora sí, al asunto que nos ocupa, que genera mi confusión y todo lo demás: 

El amor, el lenguaje y cómo (no) lo puede todo


Parece título de tesis. Tesis mediocre, pero tesis al fin y al cabo. Así que, por si acaso, quiero dejar en claro que yo no soy lingüista ni psicóloga. No soy una experta en la materia, sólo soy curiosa y sobre analizo las cosas. He leído por allí, siempre en reseñas en español, que entre Olly y Maddie hay una clase de amor instantáneo, de click. Esa clase de clicks pasan, sí, pero nosotros no le llamamos amor tan rápido. Decimos "me gusta alguien" antes de decir "estoy enamorado", aun cuando aquí enamorarse no incluye alguna clase de verbo fatalista, como en inglés (to fall in love, to fall: caer) o fracés (tomber amorouse, tomber: caer) y algunas otras lenguas. Por alguna razón, en español tendemos a marcar una diferencia brutal entre querer y amar porque tenemos las dos palabras. Pero, ¿qué pasa cuando no las hay? 

Maddie usa muy rápido la expresión "I love" con Olly y puede parecer exagerada. Pero me gusta pensar en ella intentando imaginarme lo que diría exactamente si estuviera tan frustrada y de repente apareciera alguien nuevo en mi entorno. Alguien que me gusta y que me corresponde de alguna manera. Probablemente yo diría "Te quiero" y probablemente los primeros "I love you" de Maddie hacia Olly signifiquen eso. No lo sé, sólo estoy aventurando. El inglés siempre se me ha hecho un suplicio a la hora de hablar sobre querer y amar, porque para mí no son lo mismo, no lo serán nunca, por más que el verbo sea el mismo. To love. Casi siempre lo traduzco como amar y entonces me chirria porque decir "Te amo" suena como entregarte y decirlo demasiado pronto a veces hasta resulta trágico.

Pero en inglés to love puede significar las dos cosas. Igual que en francés aimer es a la vez decir que algo te gusta, que quieres a alguien o que lo amas. ¿Cómo esa gente no explota? Sí, ya lo sé, es su idioma, están acostumbrados. Así que cuando leía el libro me vino a la mente eso, esa diferencia, esa perspectiva de Maddie para entenderla mejor. 

Y así, con todo, intenté descifrar qué era lo que quería decir el libro sobre el amor. Me perdonarán, pero aquí empiezan los spoilers. Quien avisa, no es traidor.


Maddie no está enferma. Quizá es una revelación exagerada, pero era la única que tenía sentido. Si Maddie es alérgica al mundo, casi literalmente, no hubiera llegado viva al avión que la llevó a Hawaii. Puede que a muchos les molesté la revelación, pero realmente es intenteresante porque ayuda un poco a construir mi tesis del amor, el mensaje del libro y otras estupideces varias. La madre de Maddie tiene un claro problema psicológico que ha estado pagando su hija. Le da una dimensión extraordinaria a lo que parecía ser un personaje con problemas de personalidad, obsesivo sin razón y sobre todo, incomprensible. La madre de Maddie no cosecha simpatías en algunas partes del libro porque no podemos entender sus razones a negarse a darle a Maddie oportunidades, pero gracias en parte a una enfermedad de Maddie, todo hace click.

La madre tiene tanto miedo de perderla que le ha hecho creer toda la vida que está enferma. Más bien, se ha hecho creer a sí misma que su hija está enferma. Jodidamente genial. Un conflicto interno maravilloso, un desarrollo increíble de ese personaje, aunque al final, el mensaje falla. Porque Maddie está dolida, decepcionada y está convencida de que el amor es una mierda y que el amor no lo puede todo. Maddie tiene razón en mi mundo, al menos: el amor no lo puede todo y, sobre todo, como se ve con la familia de Olly, el amor no lo aguanta todo. No puede.


Y al final Maddie manda todo a la mierda, de una manera bastante literal y suena algo como "Love woths everything", obviamente algo muy adolescente de película, porque el amor no es eso, no lo aguanta, no lo vale, no lo puede todo. Curiosa contradicción humana, porque no puede perdonar a su madre un poco, ni siquiera bajo la misma tesis, pero sí ir tras Olly. Y más contradictorio aún, esa frase se destruye al mirar a los padres de Olly. ¿Qué significa todo eso al final? No tengo ni puta idea. Eso estoy segura de dos cosas: Maddie cree en el amor y en su relación con Olly, es contradictoria como adolescente y como humana. Su desarrollo no es ningún coming to age, ningún proceso de madurez. La única manera en que me explico el libro es que Maddie es humana, comete erorres de juicio y es una narradora poco confiable. 

Decidí explicarmelo así porque tengo un libro cuya relación amorosa (o algo), su final y su mensaje son la antítesis de esto (El cuentacuentos, Antonia Michaelis) y porque al final hacer tantos análisis sobre el amor me va a dejar el cerebro podrido porque a la mejor estoy intentando explicar algo inexplicable.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Our Souls at Night, Kent Haruf | Reseña

Sinopsis: In the familiar setting of Holt, Colorado, home to all of Kent Haruf’s fiction, Addie Moore pays an unexpected visit to a neighbor, Louis Waters. Her husband died years ago, as did his wife, and in such a small town they naturally have known of each other for decades; in fact, Addie was quite fond of Louis’s wife. His daughter lives hours away in Colorado Springs, her son even farther away in Grand Junction, and Addie and Louis have long been living alone in houses now empty of family, the nights so terribly lonely, especially with no one to talk with.

Realmente no sabía qué hacer con la reseña de este libro. Primero porque sí quería reseñarlo, aunque sé que probablemente no atraiga toda la atención que lo hará un best seller o un libro de juvenil, pero porque a pesar de ser un libro celebrado, a mí no me acabó de cuajar. Tampoco sabía qué escribir en la reseña o cómo abordarla, así que lo haré de una manera diferente a cómo lo hago generalmente. Primero, tres cosas que sí me gustaron del libro

1. Que aborda el tema de las relaciones de amistad o amorosas entre personas mayores y el papel de los hijos. No sé ustedes, pero yo sí he visto a esas personas que, al ver a dos viejitos besándose, sueltan una expresión de asco, como si los viejitos ya no tuvieran derecho a eso. También me ha tocado ver a aquellos que condenan a sus propios padres porque, después de quedarse viudos, se volvieron a enamorar de alguien más, como si las memorias sagradas del muerto dejaran de ser sagradas al existir una persona más en la relación. Este libro aborda ese tema de una manera bastante sencilla y lo hace bien. 


2. Lo doméstico de la trama. Esta novela no necesita de un drama mal planteado o telenovelesco para tener una buena premisa. En general, todo es muy doméstico y los personas están presentados de manera muy realista. Hay un momento en el que parece que están jugando a la casita como los niños cuando el nieto de Allie empieza a vivir con ella y no me cuadra del todo, pero no es nada grave. 

3. La relación entre Allie y Louis. No voy a spoilear nada en ese sentido, pero más que amor, los dos necesitan compañía, alguien con quien hablar y eso suele están bien retratado y se puede sentir en el libro. 

Ahora, las tres cosas que no me gustaron del libro:


1. La narración es caótica y no caótica en lo que yo considero un buen sentido. Es muy fácil perderse entre descripciones, diálogos (porque no están marcados) y situaciones. Las voces de los personas no están diferenciadas de ninguna manera, las dos suelan igual que el narrador y se puede intuir que estás en medio de un diálogo simplemente porque hay algo en primera persona. Allie y Louis están presentados como entes totalmente diferentes, pero a la hora de la hora, no se puede distinguir entre el narrador y ellos, ninguno de los dos. La autoridad narrativa en realidad no está muy presente, lo cual es una pena, porque podría haber sido una mejor historia. 

2. Los personajes tienen un desarrollo cero. Sus relaciones no se estancan, pero ellos sí. Tal como empiezan el libro, lo acaban. Lamento decir que eso no me parece en mi mínimo interesante. 

3. No es una novela que sea provocativa, ni que invite a la reflexión para el tema que trata. Se queda en lo superficial y no se mueve. No siento que sea necesario que sea transgresora, pero sí que no se quede sólo en un punto superficial de un tema que tiene tanto qué ofrecer cómo este. 

Ahora, bien, ¿lo recomiendo? Sinceramente, si les gustó la sinopsis, sí, no es un libro que les vaya a llevar mucho tiempo. Si no, ni se acerquen, no creo que encuentren nada que los cambie dentro de sus páginas o que los invite realmente a reflexionar sobre la situación de los personajes. Es algo penoso en esta novela, pero a mí personalmente no me gustó

miércoles, 18 de noviembre de 2015

A Little Life, Hanya Yanagihara | Reseña


Sinopsis: When four classmates from a small Massachusetts college move to New York to make their way, they're broke, adrift, and buoyed only by their friendship and ambition. There is kind, handsome Willem, an aspiring actor; JB, a quick-witted, sometimes cruel Brooklyn-born painter seeking entry to the art world; Malcolm, a frustrated architect at a prominent firm; and withdrawn, brilliant, enigmatic Jude, who serves as their center of gravity. Over the decades, their relationships deepen and darken, tinged by addiction, success, and pride. Yet their greatest challenge, each comes to realize, is Jude himself, by midlife a terrifyingly talented litigator yet an increasingly broken man, his mind and body scarred by an unspeakable childhood, and haunted by what he fears is a degree of trauma that he’ll not only be unable to overcome—but that will define his life forever.


Alguien me recomendó este libro pero se olvidó de advertirme que me iba a romper el corazón en un millón de pedazos y que era demasiado triste. Aunque desde que vi la portada y leí la sinopsis supe que, de alguna manera, mi kokoro se iba a romper en mil pedazos y yo iba a necesitar cajas enteras de kleenex y tuve razón: Hanya Yanagihara deja a cualquier otro autor de ficción que yo conozca como un amateur en esto del maltrato personajil. Y créanme, no estoy exagerando, aunque me gustaría. No sé exactamente dónde empezar al reseña ni como hacerle justicia a este libro en sus partes buenas, malas, no tan malas, no tan buenas y regulares. Era obvio que en poco más de 800 páginas (según lo que calculo mi kindle) me iba a encontrar de todo. Absolutamente de todo.

Un mejor título, evidentemente
Bueno, voy a empezar por decirles que el mérito de este libro no es la tragedia o que nos ponga en modo demasiado sentimental. En general un libro que apela a mi ternura o a mis sentimientos por medio de la tragedia sin ninguna otra cualidad no es lo que yo consideraría un buen libro. Aquí ocurren muchas cosas malas, más de las que deberían estar permitidas en la vida de cualquier persona, pero el libro no es solamente eso y no sé si busca conmoverme o si simplemente es algo que me ocurre porque empatizo con los personajes.

Es una novela complicada por los temas que trata y creo que, inexactitudes a un lado, lo hace con bastante respeto. Desde la violencia en las relaciones de pareja, familias rotas, abuso y otras tantas cosas, todo está tratado con respeto, pero nada de manera políticamente correcta. Para la autora y sus personajes, todo simplemente, es. No le hace juicios morales a sus personajes, pero ellos sí que lo hacen, intentan convencerse de que lo que hacen es correcto, aunque esté mal, porque sienten que no pueden hacer nada más o, dadas sus circunstancias, creen que es lo mejor que pueden esperar. Así que sí, los personajes están construidos de manera increíble, con contradicciones humanas, errores humanos y sentimientos. Como diría alguien que conozco: son personajes tridimensionales, nada de cosas planas como alas de mariposa (mis comparaciones se vuelven peores día a día).

Hanya Yanagihara
A primera vista no me parece que sea un libro sobre la admistad, aunque esta juega un papel muy importante. Willem, Jude, JB y Malcom forman un grupo de cuatro bastante variado que se conocen desde la universidad y que están unidos simplemente porque fueron compañeros de cuarto. Nunca tenemos una explicación clara de por qué siguen siendo amigos tantos años después, pero podemos intuir ese por qué en la manera que tienen de preocuparse por los demás. He leído que se ha vendido como la novela gay o LGBTI+ o lo que quieran del año, pero creo que va mucho más allá de eso y que, en cierto modo es una clasificación equivocada (pero sí, hay gays y bisexuales y sabrá dios qué).

Jude es el pivote que une a todos los demás y que, en sí, une toda la historia. En el camino conocemos los problemas de JB, los dilemas de Malcom y la vida de Harold, un antiguo profesor de Jude, pero en general, la historia se la roba Jude y, por supuesto, la manera en que Willem se mueve en torno a él. Jude puede ser un personaje cansado (de hecho, les aseguro que si beben un trago cada que Jude dice "I'm sorry" o se disculpa de alguna manera, acaban con coma etílico... pero es un drinking game muy cruel. No lo hagan). También puede ser muy difícil empatizar con él, es cerrado, privado, miedoso y siempre tiende a pensar que va a pasar lo peor.

Todo eso tiene una explicación, claro, y desde que Hanya deja ver las primeras pistas uno se puede pasar todo el tiempo preguntándose cómo pasaron en realidad las cosas. Sin embargo, que yo les diga que todo tiene una explicación no los va a hacer mágicamente leer el libro o seguir si en determinado momento resulta ser un libro aburrido. Pero la manera de contar las historias, la manera en que los personajes nos muestran su personalidad no es en absoluto aburrida y nos deja las incógnitas suficientes como para preguntar qué pasa después, pero no para no tener ni idea de a qué demonios nos estamos enfrentado.

Yo, leyendo el libro. Todas las páginas
Pasando a cosas más técnicas... pues este es el primer libro de este grueso que leo en inglés. He de decir que a mí no me pareció complicado, pero ya tengo bastante práctica y soy más o menos un C1 en inglés (según la página de Cambridge porque aun no me digno a hacer el examen). Y como yo no puedo evaluar mucho la prosa en inglés (a menos de que sea plana cual sabana), pues diremos que está bonito y conmovedor. Yo me lavo las manos.

Hay cosas sacrificadas for the sake of the story, como la explicación detallada de como llegan a ser ricos, existosos o simplemente por qué les va bien en la vida a veces y a veces mal. Creo que la vida es así y son cosas que pasan. Podría decirles que en realidad este libro es una gran suma de tragedias, pero no es cierto. Sí hay una gran cantidad de desgracias y cosas tristes, pero también hay cosas buenas y, si nos ponemos a pensar, quizá las cosas malas siempre resaltan más por su propia naturaleza, pero en toda una gran cantidad de desgracias y en una vida difícil, de verdad hay momentos felices. 
Why wasn’t friendship as good as a relationship? Why wasn’t it even better? It was two people who remained together, day after day, bound not by sex or physical attraction or money or children or property, but only by the shared agreement to keep going, the mutual dedication to a union that could never be codified

Hay un detalle que creo que vale la pena mencionar y que me llamó mucho la atención: la historia tiene cierto aire atemporal, puesto que nunca se mencionan acontecimientos reales o personas reales. El único contacto que tenemos con la sociedad en general es Willem, sus películas (con nombres terribles en la mayoría de los casos), los premios, las exposiciones de JB y los libros que publica Harold. No hay una rango de años entre los que ocurra la historia, puesto que nunca es mencionado, pero tenemos computadoras, televisiones, celulares e internet. Creo que el aire atemporal de la historia le da algo especial y además nos hace más fácil seguir la vida de los personajes durante más de veinte años.

¿Recomiendo este libro? Claro que sí. Sé que quizá no a todo el mundo le guste, porque no es un libro fácil, o sencillo, pero creo que es una buena historia y que vale la pena leerla. 

miércoles, 17 de junio de 2015

El aliento del cielo, Carson McCullers | Reseña

Sinopsis: Carson McCullers transmitió con una maestría insuperable la grandeza y la tragedia del alma humana. Su obra ha seducido a generaciones de lectores, mientras la crítica la encumbraba en el pedestal de los clásicos del siglo XX. El aliento del cielo comprende la totalidad de sus cuentos, trece de ellos inéditos en nuestro idioma, y sus tres novelas cortas, Reflejos en un ojo dorado, La balada del café triste y Frankie y la boda. Rodrigo Fresán enriquece esta imprescindible edición con un revelador retrato de la singularísima vida y la obra de McCullers.
Por estas páginas transitan el amor, la violencia, la soledad y el fracaso. Dotadas de una insólita musicalidad, desprenden una fuerza y una pasión que sacuden a quien las lee. En su narrativa breve, McCullers se erige en portavoz privilegiada de ese sur norteamericano que sólo unos pocos tuvieron el talento de plasmar en toda su profundidad. 

Mi hermana gemela en el mundo está estudiando letras, así que siempre me convence de leer cosas y nunca erra. La recomendación de este mes fue Carson McCullers y deben saber que me enamoré de esta increíble escritora. Les diría que la lean de manera muy enérgica ahora mismo, porque considero que sus cuentos son algo que todo el mundo debería leer al menos una vez en la vida y daría por terminada la entrada, pero me parece que debo darles mis razones para que se enamoren del libro tanto como yo.

El aliento del cielo es la recopilación más grande en español de la obra de Carson McCullers. Contiene casi la totalidad de sus cuentos —dejando de lado sólo unos pocos— y tres de sus novelas cortas, siendo también muy noA veces me parecía casi imposible lo mucho que era capaz de transmitir con sólo unas pocas frases sencillas. Sí, me tiene que enseñar a escribir. Su prosa es sencilla, pero magnífica y de hecho quiero ir a sacarla de la tumba para decirle que me tiene que enseñar a escribir.

En sus cuentos habla del Amor, con mayúsculas, de la incomprensión, de la soledad. Uno de sus temas recurrentes es también el alcoholismo. Tiene tres cuentos que abordan el tema en los matrimonios, siendo los tres una catarsis completa del tema. Precisamente fue el alcoholismo lo que destruyó el matrimonio de McCullers, así que se puede intuir una profunda desesperación en su manera de escribirlos. 

Mis favoritos, sin embargo, tratan otros temas. Madame Zilensky y el rey de Finlandia habla de música y de las contradicciones de una mujer que ha compuesto doce sinfonías, pero no parece tener nada más en la vida, sino sus doce sinfonías, tres hijos casi idénticos de padres diferentes y una colección de anéctodas que a veces casi rozan en lo absurdo. Porque como todo el mundo sabe, en Finlandia no hay rey; es una república y Madame Zilensky no puede estar diciendo la verdad. 

Me fascinó tambien Wunderkind, que habla, curiosamente, también de música. La protagonista de ese cuento es una adolescente que ha crecido con muy pocos amigos, en medio de pianos y música clásica, porque es una niña prodigio. Habla de cierta clase de soledad con la que soy totalmente capaz de identificarme y la protagonista tiene esa madurez que me hubiera gustado en una hermana mayor. 

Lo que me hizo enamorarme definitivamente de McCullers fue La balada del café triste. Es una novela corta. Cortísima, diminuta, tan diminuta como Aura, de Carlos Fuentes. Pequeñísima, intensa, y algo diferente de sus otros trabajos. Narrado en un pueblo sureño, donde no parece haber mucho que hacer, sigue las andanzas de Miss Amelia, una mujer parca, vengativa, dueña del café, acompañada siempre de un jorobado al que hace de todo por hacer feliz. La novela está cargada de cierta nostalgia y melancolía, pues, narrada desde cierto punto en el futuro, adelanta, sin decir casi nada, lo que va a pasar. Con frases y reflexiones lapidarias sobre el amor, el miedo y la soledad, nos muestra uno de esos relatos donde nos damos cuenta de que dos segundos menos de incomunicación equivalen a tres capítulos menos de angst.  

Pero de las cosas que más me impresionaron, fue la última novela corta de esta no tan pequeña recopulación: Frankie y la boda. La protagonista es una adolescente que me recordó un poco a mi misma y a lo que sentí en algún momento de la vida. Es cierto que como personaje, alguna vez quiero darle una cachetada, pero su inmadurez es tan propia de su edad que es la chica de dos años y medio mejor retratada que he visto en mucho tiempo. Con esa pequeña novela Carson McCullers hace sentir a mi yo del pasado como alguien comprendido y no sólo como una época que, en general, todo el mundio desea olvidar. 

No tengo ya suficientes palabras para decirles: Lean a Carson McCullers. No se van a arrepentir nunca.