Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 5 de enero de 2023

Razzies Literarios (VIII)

Soy una mujer de tradiciones y hace nueve años hice nacer una sección que tomaba su nombre de los premios a lo peor del cine para hablar de mis peores lecturas. Desde entonces es un acontecimiento anual en el que me siento a hablar de las cosas a las que califiqué con una estrella en goodreads, me haya divertido o no leyéndolas. Básicamente de esos libros que siento que si los arboles supieran que en esos los convirtieron, llorarían. Sólo se ha interrumpido una vez: el año pasado, porque no hubo ninguna lectura de ese estilo. Nada que odiara en el 2021. Pero vuelve con ganas porque este hubo varias lecturas que me parecieron pésimas y necesito hablar de ellas.

Razzies literarios

Es, obviamente, mi opinión subjetiva. Si a ustedes un libro de los aquí listados les encantó, qué bueno: no me importa. Y tampoco debería importarle mucho a ustedes que yo lo odie. Así pasa, son las cosas de leer. En fin, sin un orden específico porque no sabría la verdad a quién darle el premio del peor, vamos a listar las deshonrosas peores lecturas del 2022.

Fireheart Tiger, Aliette de Bodard

Portada de Fireheart Tiger

En su momento a este le hice una reseña porque me pareció puntual remarcar que no tenía ninguna clase de resolución y que la autora se alejaba del conflicto de una manera muy cobarde, además de que no planteaba nada nuevo ni interesante sobre el colonialismo. En general es un libro muy malo, escrito con la misma prosa vana que intenta ser quoteable de un montón de autores gringos de hoy en día pero que en realidad es plana, sin fondo alguno y no tiene nada de interesante. Adolece también de los personajes que hablan todos igual y de ser una fantasía con decorado y sin fondo. ¿De qué nos sirve que vengan las autoras a hablar de sus culturas de origen si lo van a hacer apenas superficialmente esperando agradar a los lectores gringos (mayormente blancos) que no quieren esforzarse por conocer otras maneras de ver el mundo? De nada. Exacto. Pésima lectura. Lo demás lo dije en su reseña

Siempre con mis amigos, Ana María Machado

Portada de Siempre con mis amigos de Ana María Matute

Este libro se lee con el mismo feeling que un listening de inglés, no más que en español traducido del portugués. Pésimo por lo demás. Hasta autoras a las que les tengo mucho cariño como Ana María Machado acaban en esta lista, imagínense. El libro es sobre explicativo, me parece que trata a sus lectores como estúpidos, tiene un concepto de la amistad extremadamente neurotípico que excluye muchas experiencias y, lo peor respecto a ese punto, pretende ser muy absolutista respecto a la amistad. Carece de un cierre, lo cual odio, porque ni siquiera es uno abierto. Simplemente no hay. Es simplón, malo, terrible, despotriqué mucho. No creo que haya que tratar a los adolescentes como pendejos. Lo demás también lo dije en su respectiva reseña.

La compañía amable, Rocío Vega

Portada de La compañía amable de Rocío Vega

Un libro que su editorial vendió como ejemplo de sororidad (que luego resultó que no era de eso, pero bueno, yo juro que en los tuits promocionales leí Dungeons & Sororidad y cómo tal lo leí). Pretende meterte lecciones morales a través de sus protagonistas, pero sus protagonistas son personajes muy imperfectos que la narración quiere colarnos que tienen principios. No los tienen y en realidad no sería molesto si la narración no intentara colarlo así. También me recordó por qué me da tanto nervio ver a la gente blanca en general (y en particular europeos y gringos muy blancos) hablar de la esclavitud en sus historias. Siempre es un adorno de fondo, personajes que se mueven cuál vasijas, solo para demostrar que el mundo es cruel y que sólo merecen una ayuda cuando la trama quiere que las protagonistas digan algo en contra, pero se lleva la contraria a si misma tres páginas después. Pésimo, ya lo dije en su reseña

Caballo fantasma, Karina Sosa Castañeda 

Portada de Caballo Fantasma de Karina Sosa

De este es del único que no hice reseña y no me parece ningún halago, la verdad: me pareció tan tremendamente irrelevante que ni siquiera quise sentarme a escribir de él. No entendí el propósito del libro, me pareció un material que quería camuflarse de novela mientras citaba autores como Oneti y me llenaba la cabeza de citas que no iban a ningún lado. No podemos construir nuestro propio genio en torno a las citas de lo que los hombres han dicho y luego no ahondar en ellas nunca más. Adolece, también, de la absoluta falta de estructura de gran parte de la novela mexicana actual. Muchos creen que pueden escribir algo en algún tipo de estructura caótica, pero la mayoría sólo hace caos sin forma, no novelas. Es malo, qué quieren que les diga. 

Y con eso estuvo. Cuatro libros pésimos son lo que considero ya una tortura para mi ser, porque yo no los fui buscando. Todos llegaron a mí, todos fueron leídos de buena fe, todos me parecieron malísimos.

sábado, 4 de enero de 2020

Razzies Literarios (VI)

Lo de leer libros malos ya es terquedad. En mi caso pasa usualmente por tres cosas: los leo porque tengo algo de trabajo o porque tuve la tragedia de encontrármelos en algún círculo de lectura, los leo por que me imagino que hacerlos pedacitos en el blog va a quedar bien y ya llevo más de la mitad como para abandonarlos y, finalmente, los leo porque son tan malos que me dan risa. Este año tuve más bien pocos de los últimos y muchos de los de en medio. De hecho, en cuanto a libros, creo que este año fue uno de los más mediocres (sí, sí, leí comics y mangas impresionantes, como ya mencioné en la entrada anterior, el Top Ten), pero 2019 fue el año que me costó llenar las mejores lecturas (que todavía no salen) y había más libros con una estrella en mi goodreads de los que me hubiera gustado.
    

Así que, lamentablemente, allá vamos: estos son los libros que no les recomiendo leer en lo más absoluto durante toda su vida. 

Machismo. 8 pasos para quitártelo de encima, Barbijaputa


Este demasiado básico que no creo que llegue nunca a su público objetivo y que, además, está tan bien estructurado como el hilo de tuiter más caótico que hayan visto (o sea, nada). Diría una lástima, pero es que cuando lo leí ya lo esperaba, en serio. Además para ser un libro de ensayo está lleno de falacias (que no necesariamente hablan de cosas falsas o son mentiras, pero sí argumentos mal estructurados que se pueden deshacer en lo que yo tardo en decir falacia). ¿Recuerdan que al principio de este párrafo dije que no creía que este libro llegara nunca a su público objetivo? Es que todavía no sé cuál es. El libro insiste que los hombres, pero nada más en él parece indicar eso y sólo he visto a personas que ya saben de feminismo leyéndolo...  y es demasiado básico para estas andadas. En fin, pésimo, lo destripé en su reseña.


My Heroes Have Always Been Junkies, Ed Brubaker & Sean Phillips

     

Todavía no le escribo reseña ni una entrada sobre él, pero si lo hago (y quiero hacerlo), sepan que se va a llamar: las femmes fatales deben morir. La única resolución que me dejó esta novela gráfica fue la de prohibir que los hombres volvieran a escribir sobre alguna femme fatale por siempre jamás. La historia va sobre dos adictos en rehab que escapan, vuelven al hábito, alguien no dice ser quien es, la prota es una femme fatale cringeworthy, todo tiene un tufo a misoginia asqueroso y no hay más trama. La trama es femme fatale junkie habla de junkies mientras se enamora (o algo) y trata a las adicción como algo muy romántico (que la realidad está muy lejos de eso). Y lo último no me hubiera molestado si no pareciera que los autores lo volvieran algo romántico también. Un horror. Pueden saltársela para siempre.

Enigma asiático, Carolin Phillips

      

Hay un poco de novela escondida en este panfleto a veces racista y todo el tiempo anticomunista. A ver, yo sé que toda la literatura es política y que toda la literatura está escrita desde las ideas de los escritores (sí, incluso los apolíticos), pero es que esto es propaganda mal hecha, además. Además del obvio racismo que se huele en el libro desde la perspectiva de los blancos salvando al mundo y los pobres salvajes aka toda la gente que no es blanca, la crítica al machismo no lo vale (el hecho de que en China las niñas no sean valoradas) porque es todo muy "voy a criticar lo que hace mi vecino mientras yo hago otras cosas misóginas pero fingiendo que soy super woke". Ya en el apartado técnico la novela no me hizo sentir nada y creo que la resolución estuvo demasiado apresurada. En la reseña lo desarrollé más.
     

El año terrible, Tamar Cohen

      

Este es un libro que denominaría: "libro que seguramente maravilló a los editores porque trataba de temas difíciles aka la depresión para adolescentes pero que en realidad no trata de nada". El año terrible es una colección de capítulos inconexos llenos de referencias pop que sinceramente me valen madres donde lo único bien hecho son unos cuantos pasajes que sí tratan la depresión directamente. Fuera de eso, no hay núcleo, los personajes no tienen motivaciones, nada está bien construido narrativamente y nunca entendí como ese libro atinaba a moverse del punto A al punto B. Me frustró demasiado porque ganó el premio Gran Angular. Es de estos libros que digo: si esta pendejada ganó yo por qué chingados no puedo. Así el nivel. Les debo la reseña, ya la voy a traer porque quiero ponerme al corriente.

Valientes e (im)perfectas de Reshma Saujani

    

Que no sorprenda a nadie que yo odie los libros de autoayuda. Mientras los leo y veo los consejos de mierda que suelen dar, no dejo de pensar que el problema es del capitalismo mientras el 90% de estos libros lo que quieren es venderte que el cambio está en uno. Pinche lógica individualista de mierda. "¡El cambio está en una misma, hay que dejar ir la perfección!". Avísale a la sociedad, por favor, ella es la que no se ha enterado. Que le avisen al capitalismo, que nos tiene con la doble carga y, por si fuera poco, nos cuestiona cuando hacemos las cosas mal. La última vez que revisé, la culpa era del sistema, no de quienes estaban intentando cambiarlo sin caer en la retórica de "el cambio está en uno". En fin, el libro está terrible en todo sentido y ya les comentaré más cosas de él cuando haga el recuento de lecturas del Guadalupe Reinas 2019 (porque tuve la desgracia de leerlo para el maratón).