Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 14 de noviembre de 2015

Blue is the warmest color, Julie Maroh | Reseña

Sinopsis: Originally published in French as Le bleu est une couleur chaude, Blue is the Warmest Color is a graphic novel about growing up, falling in love, and coming out. Clementine is a junior in high school who seems average enough: she has friends, family, and the romantic attention of the boys in her school. When her openly gay best friend takes her out on the town, she wanders into a lesbian bar where she encounters Emma: a punkish, confident girl with blue hair. Their attraction is instant and electric, and Clementine find herself in a relationship that will test her friends, parents, and her own ideas about herself and her identity.

Sí, otra novela gráfica. Esta probablemente la conocen porque salió una película francesa (que incluía sexo lésbico) y arrasó varios premios. Yo no la he visto (pero me consta lo de las escenas subidas de tono) y probablemente no la veré en mucho tiempo (porque me dijeron que es soporífera) y que además es una adaptación demasiado libre de la novela gráfica, y yo adoré la novela gráfica. En fin, pasando a la importante, que es la reseña, vamos a hablar de esta preciosidad. 

Es increíble lo cuidado que es el dibujo para una historia contada a dos tiempos. Siempre sabemos de qué época nos están hablando porque el presente está a color y el pasado sólo tiene coloreado el azul. Un increíble detalle, por cierto. La historia nos presenta a Clementine, una estudiante de bachillerato aparentemente normal, con amigos y una vida aparentemente típica. Y, por el otro lado, tenemos a Emma, de cabello azul, lesbiana, con una familia muy abierta, estudiante de arte.

Desde el principio el dibujo y los diálogos nos damos cuenta de que es una historia melancólica, hasta en cierto modo trágica. Las dudas de Clementine sobre su identidad, su orientación sexual y su adolescencia casi se sienten, pues es ella la que a  través de sus diarios cuenta la historia en el pasado, mientras que en el presente tenemos la oportunidad de verlo todo desde el punto de vista de Emma, la chica del cabello azul que nunca deja de ser un enigma y un misterio.


Me gustan las historias contadas con esa nostalgia, de esas historias que sabes que te van a romper el kokoro, pero sigues leyendo, pase lo que pase. Para mí, toda la novela gráfica es una increíble historia de amor, pero más allá de eso, es también de descubrimiento, de identidad, de darte cuenta de quién eres y aceptarte. Además, los detalles del dibujo están tan cuidados que es increíble. Quizá el único salto abrupto es cuando se junta el pasado con el presente y de repente pasamos de ver a una Clementine adolescente a una Clementine mayor, que es maestra y parece tener su vida más resuelta. 

No sabemos que ocurre en todos esos años, pero gracias a algunos cuadros, podemos intuirlo. A mí me pareció un gran detalle, porque en realidad no necesitábamos saber nada de esos años.

Analizando un poco más la novela, los personajes están bien construidos y no cabe duda de que son humanos: hay dudas, errores, defectos por doquier. Al estar en la cabeza de Clementine siempre sabemos lo que piensa y es muy fácil tener empatía con ella o darle la razón en la gran mayoría de los casos. Yo no sé nada de cómics ni de novelas gráficas, pero me pareció que la estructura narrativa estaba bastante bien para la historia que Julie Maroh nos quería contar. 

Bueno, creo que eso es todo: la recomiendo para aquellos que quieran romperse el kokoro. Desde la primera página se nota que es una historia trágica, nostálgica, cargada de un aire de melancolía que seguramente nos va a dejar así: 


jueves, 12 de noviembre de 2015

La reina roja, Victoria Aveyard | Reseña

Sinopsis: En una sociedad dividida por el color de la sangre, los Rojos luchan por sobrevivir bajo la sombra de los Plateados, «superhumanos» con poderes terribles que les permiten manejar el mundo a su antojo. Pero cuando se revela que Mare Barrow —una joven ladronzuela Roja— tiene también esas habilidades, es llevada al mundo de los Plateados. Allí descubrirá que el poder es un juego peligroso y que la única certeza es la traición.

¿Por dónde empiezo? Yo creí que ya no me iba a encontrar más refritos de Los Juegos del Hambre, Divergente (que es en sí un refrito del anterior), según me dijeron La Selección (no he leído La selección, valoro mis neuronas) y hasta los X-Men, en este caso. Pero estaba muy equivocada. Así que como dijo Jack, el Destripador, vamos por partes.

No sé si el libro está escrito mal, si lo que es pésimo es la traducción o todo es malo. Mi apuesta es por lo último. Victoria Aveyard (y quien haya traducido esta cosa, el nombre no aparece en Goodreads) no tiene ni idea de puntuación. Hay errores básicos de comas de primaria y secundaria en todo el libro. Lo siento, pero eso es una terrible falta de respeto, no sólo porque la autora no las haya corregido, sino porque se supone que detrás de ella hay una editorial, y en la editorial hay editores, correctores de estilo y gente que se va a asegurar de que lo que van a publicar no es una mierda. Pues bien, ¿el libro tiene comas mal puestas en todas partes? No importa. Al fin y al cabo va a ser un éxito de ventas

También tiene una pésima redacción y palabras que pecan de pedantes. No me enoja que la gente use palabras raras, pero por favor... ¡que suenen naturales! No recién sacadas del diccionario de sinónimos y antónimos, porque así sólo parece que quieren presumir que saben mucho. Aquí no sé si la culpa es del traductor o de la escritora, pero se la achacaré a los dos:


Siento la mala calidad de las fotografías y que sean tweets insertados, pero la verdad es que me da flojera buscar dónde quedaron las fotos y los tweets los tengo en la pantalla de al lado. Bueno, creo que marqué mi punto: la redacción de este libro es pésima (pueden seguir buscando mis ejemplos en mi twitter, hay muchos). De la prosa, ya ni hablar: plana como sabana africana o algo peor. ¿Por qué los editores no hacen su trabajo y se aseguran de que el libro que van a publicar no dañe las retinas de la gente, por favor? (Como futura editora, me tomo bastante en serio ese trabajo). 


Ahora, pasemos a un tema aun peor: los personajes. Según mi entendimiento y mi opinión, la trama no debería controlar a los personajes y los personajes no deberían controlar a la trama. Si pasa lo segundo, generalmente la trama se desvía y acabamos con un montón de relleno y poco desenlace y si ocurre lo primero los personajes cambian tanto y se vuelven tan irreales que no puedes tomarlos en serio. Tiene que haber un equilibrio. Pues bien, en este libro no lo hay y tenemos a personajes que cambian de personalidad tanto como la trama se los pida. No hay un desarrollo gradual y creíble. No. De un momento a otro las resoluciones y los afectos cambias, personalidades enteras, sobre todo en los protagonistas. Así, es imposible que alguien se preocupe por ellos. 

Además, son tan clichés que tienen la misma profundidad de un hoja de papel o menos. Si quieren conocer a Mare Barrow nada más hace falta de que se imaginen a una mezcla entre Tris Prior y Katniss Everdeen. En vez de crear algo original, la autora nos regala algo que ya conocemos y que ha probado su éxito comercial (por lo que evidentemente, este libro ha resultado ser un éxito en ventas). Los masculinos también son prototipos; Cal es un guerrero, leal, con un código moral (medio torcido) que siempre sigue (a menos de que la trama necesite que haga otra cosa). Maven en apariencia es una ovejita, un buen chico, leal... Kilron es un audaz medio imbécil pero con buenos sentimientos.. ¿No les suenan conocidos? Los pueden encontrar en casi cada película romántica de comedia, en cada libro romántico, en muchos libros juveniles publicados en la última década. Los clichés pueden entretener, no lo niego, pero tienen poco o nada de interés narrativo.

Entre los secundarios hay unos pocos interesantes: los hermanos de Mare, su padre, Julian y nada más. Y Julian es un plagio descarado (al menos así me pareció) de Cinna de Los Juegos del Hambre, para que no tengan sus esperanzas demasiado altas. .

Bueno... ¿hablamos sobre la trama? No tiene un núcleo definido. Durante al menos cuarenta páginas no sabemos a donde va, y una vez que se descubre que Mare tiene poderes como Plateado, pero sigue siendo Roja (cosa que amablemente nos contó la sinopsis) los personajes nos regalan una muestra de su nulo sentido común. Mare se somete demasiado fácilmente, lo que tiene sentido si lo pensamos porque no sabe controlar sus poderes, pero la familia real... Esos son harina de otro costal. SPOILER Porque, obviamente, cuando hay una persona peligrosa a la que puedes recluir con facilidad, lo que haces es comprometerla con un príncipe. FIN DEL SPOILER. Me podrán decir (si ya leyeron el libo) que sí que tenía una explicación, pero no, en serio, el antagonista que usa a Mare podría haber hecho lo que hizo sin Mare y daría casi igual.

Para que el libro no resultara tan aburrido, me imagino, la autora metió una rebelión de por medio. Cada día me convenzo más de que, o la gente no sabe narrar revoluciones, o quieren repetir la fórmula de Sinsajo, donde vemos la cruda realidad de una revolución que es más mediática que armada. Aquí la fórmula intenta ser la misma, pero el resultado varía demasiado y no es demasiado bueno. Creo que el problema es que el mundo de Victoria Aveyard está muy poco pensado y muy poco desarrollado. Pareciera que la sociedad de los plateados está llena de gente privilegiada, y aunque hay algunos "comunes", como los llama uno de los príncipes, nunca se dedican a los trabajos básicos. La electricidad, la tecnología y las armas vienen de la peor aldea Roja que existe en el mundo de Aveyard y a ninguno de los Rojos se le ha ocurrido que si dejaran de producir, simplemente el apagón general acabaría con todo. Ese tipo de detalles se tienen que cuidar cuando se escribe sobre un mundo futurista o fantástico.


Ya para concluir las cosas: no recomiendo este libro a menos de que tu propósito sea exactamente el mismo que el mío, o sea, reírte mucho rato de lo absurdo de la trama, los personajes y demás y desconectar el cerebro. Por lo demás, ni siquiera lo considero un libro que provea un buen entretenimiento con su trama. Es predecible, aburrida, la prosa es pésima y los errores de redacción son casi un insulto a los lectores

martes, 10 de noviembre de 2015

#NaNoWriMo2015: Crónica de un suicidio anunciado.


Como ya saben (si me siguen en twitter), estoy haciendo el NaNoWriMo, lo que quiere decir que estoy intentando escribir una novela de mínimo 50K palabras en 30 días. Es la primera vez que lo hago oficialmente: registrada en la página de NaNo y todo, pues hace dos años ya lo había hecho por mi cuenta y fracasado épicamente. Así que esta entrada es más o menos el recuento de mis experiencias en el NaNo, que estoy segura que les pueden servir para algo (aunque sea para reírse de mí).

Día 1: No sé de que escribir. ¡Mierda! ¡No planee nada! Es por eso que la mitad de los blogs que te dan consejos dicen que debes al menos tener una idea... Mierdamierdamierda. ¿Por qué no planee nada? No tengo ni personajes. 

*una visita al MUNAE después*

A la mejor en mi cara se aprecia ese: "Mierda, día 1 y no he hecho nada"
Mierdamierdamierda. Me dí el lujo de ir a meterme a un Museo, de ver ofrendas y de perder el tiempo. ¿Y LA TAREA? ¿Y EL NANO? Sigo sin ideas... 

*unas cuantas tonterías programadas después*

¿Y si escribo ese fanfiction que quería escribir antes de que se acabará el año y se estrenara Fantastic Beasts para que J. K. Rowling  no me arruinara mi visión de los magos de Estados Unidos? Al fin que tengo ya un personaje que quiero usar. Sí, sí. Y le puedo poner chicanos. Sí. Y música mexicana. No sé para qué, pero sí. (Quiero hacer notar que estaba oyendo La llorona en todas las versiones que la tengo en bucle). ¡SÍ! 


*bastantes horas después*

¡¿5K PALABRAS YA?!

Día 2: Lunes y es puente. Debería hacer  mi tarea...

Nope. Mejor NaNo. Al fin que tengo ese personaje que se me ocurrió ayer. Sí, justo lo que le hace falta a mi historia es Nueva Orleans, Magia Vudú y una bruja haitiana que suelte tonterías en francés cada dos segundos. Además de que voy a matar a otro personaje, haber matado sólo a uno en el primer capítulo está bajando mis estándares...

*bastantes horas después*

¡¿10K PALABRAS YA?! Con razón todo el mundo me odia ya... (Sí, Gaheller me envió un NaNoMail en la página para decirme que me odiaba). Creo que me voy a hacer la tarea, así evito el odio colectivo.

Yo soy el gato.
Y el gato está adentro de un búnker para evitar el odio colectivo
Día 3Tengo mucho sueño. Bueno. Voy a escribir algo. 1K palabras y adiós, buenas noches, que descansen todos que yo voy a morirme a la cama. (Para este entonces, la mitad de la gente quería robar los chinos de mi sótano que me ayudan a escribir). 

Día 4: Tengo mucho que hacer, no voy a acabar el problemario de Señales (lleva 44, páginas, a manita), no voy a acabar lo de web..., no es posible, tengo demasiado que hacer, voy a explotar, ¿por qué quería hacer en NaNo? ¿Por qué me dejaron? Es día 4 y ya me estoy arrepintiendo... ¿Por qué en vez de hacer mis cosas estoy en Twitter? ¿QUÉ? ¿ALGUIEN YA LO ACABÓ?

NO PUEDE SER. Tengo que escribir, esto es una cuestión de orgullo (una hora y media después tenía 12K palabras ya y estaba más satisfecha conmigo misma).

Día 5. Flojera. Lo que yo siendo es flojera. No quiero hacer nada... Nada de nada. Además a la mejor tengo examen de Señales, mejor estudio. Sí, sí, eso.

*muchas horas después, sin haber tenido examen y la misma flojera*

Pues tengo una idea, voy a escribir una escena muy dramática. Al fin que son mi especialidad, sí, voy a escribir la escena más dramática del mundo, en el Barrio Chino de San Fransisco porque es uno de los lugares que está en mi lista de lugares por visitar antes de morir.


Día 6. ¡15K palabras! ¡Y fin de la escena emo! ¡Voy bien! ¡Sí voy a poder con este maldito NaNo! ¡Clato que yo puedo!

Día 7. Apenas 25 palabras hoy. Soy una vergüenza. No es posible. Debí de haber escrito si quiera 500, pero 25 es demasiado poco. Bueno, 26. Pero aún así, soy una vergüenza. ¿En qué estaba pensando cuando decidí apuntarme a esto? ¿En qué estaba pensando?+

Día 8. Ni una palabra. 

Día 9. Ni una palabra. Esto era un suicidio anunciado. Lo dije. Lo sabía.

Bueno, eso ha sido el resumen hasta el día de hoy. La verdad es que con un poco de suerte hoy escriba un poco más y me ponga al corriente con la meta del día, pero no estoy tan segura. Quiero aprovechar mañana que tengo sólo dos clases y después de eso el fin de semana largo, porque si no los exámenes me van a comer y sí que tengo muchas ganas de acabar el NaNo este año.