Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 24 de enero de 2017

Razzies literarios (III)

El año pasado leí noventa y cinco libros y los califiqué todos en Goodreads. Aunque sigo considerando que una calificación del uno al cinco es poco representativa de lo que significa un libro ―porque hay demasiados factores que tomar en cuenta― los tres siguientes fueron los únicos en tener una estrella de cinco y reseñas con tantas quejas que no sabía ni por dónde empezar. 


Así que, bueno, aquí va, sin más dilación: ¡lo peor de 2016! Y que de perdida les divierta el destripe, porque les encanta la sangre.

After, de Anna Todd


No se cómo no lo veían venir si este libro es pésimo y un insulto a todas las mujeres del mundo. Además, resultó un insulto para mi intelecto. Anna Todd escribe mal, pretende que un romance completamente tóxico pase por normal y no se da cuenta de que si Hardin no fuera rico y guapo estaríamos ante un episodio de NCIS: Unidad de Víctimas Especiales. La violencia de género se justifica una y otra vez a lo largo del libro y el maltrato a Tessa se justifica una y otra vez a lo largo del libro, además de que Anna Todd contribuye al mito de que la virginidad importa para algo o te cambia como persona, coquetea demasiad con la dualidad de la puta vs la santa sin darse cuenta que la mayoría de las mujeres no cae en ningún extremo y además redacta y puntúa de la puta mierda. Vamos, que no lean After. Reseña por acá.


El fuego en el que ardo, de Mike Lightwood


Este fue, de los peores, el menos peor. No sé qué clase de halago es ese ―pista: no lo es― pero alguno tenía que ser el menos peor, pobre. No me voy a quejar de los paréntesis corta-párrafos ―son un recurso válido y no un error de maquetación, aunque en este libro podrían mejorarse millones― ni de la homofobia retratada en la historia ―sí, eso existe en el mundo real― ni de como Óscar enfrenta el bullying ―eh, chicos, no, no es cobarde― sino de la manera en que se trata, finalmente, el tema de las auto-lesiones. Es chungo, sí y yo no lo he sufrido ―uh, oh― pero sí sé que pretender que hay una «curación» por llamarla de una burda manera por un enamoramiento instantáneo es mentirle a miles de personas. Eso no pasa. Se necesita mucha terapia, mucho amor, un excelente psicólogo o psiquiatra y muchos huevos. Ah, y además el libro está mal puntuado. En resumen, pueden saltárselo. Reseña por acá.


Besos entre líneas, de May R. Ayamonte y Esmeralda Verdú


Este fue el peor. Con mayúsculas, si quieren que se vea más imponente: El Peor. No hay nada peor que una mujer feminista se cague en todo lo que cree por escribir una novela romántica con niveles de toxicidad cuestionables. A Esmeralda no la conozco, por eso sólo digo una. En fin, creo que ya he dicho que no está mal hablar del machismo en los libros, el machismo existe, es una realidad que vivimos ―y sufrimos― y evidentemente las obras de arte creadas en una sociedad machista y sobre todo patriarcal van a tener rastros de todo ese machismo, no podemos eliminarlo de un día para otro. Sin embargo, si tenemos la obligación de señalarlo, cuestionarlo y tener las esperanzas de cambiarlo. Por eso me enoja tanto como se trata la relación en este libro, como los celos se vuelven algo romántico y una agresión sexual en el capítulo uno misteriosamente no lo es porque el agresor es guapo. En fin, además este libro trata a las personas enfermas mentalmente como nada más que su enfermedad ―en serio, porque alguien con anorexia no puede ser nada más que la anorexia, no―, retrata de manera mierda a los mexicanos ―sólo nosotros podemos insultarnos a nosotros mismos y ni se ve bien echarle basura a tu propio patio trasero― y sugiere que imitar acentos con propósitos humorísticos está bien ―eh, el noventa por ciento de las veces, no―. Y sin ni siquiera darse cuenta, deja a la protagonista como una maltratadora de animales que en realidad se supone que los ama. En resumen, tiene de todo y es un libro que se niega a reconocerlo. Hagan un favor y no lo lean nunca. Reseña por acá


domingo, 22 de enero de 2017

Diwali (parte 4)

Demonios, ¡ha pasado como un mes! ¡Ahora estoy en México!

Man, it's been like one month! I'm in Mexico now!

Pero bueno, aquí siguen las historias del Diwali, que se celebra como tres días seguidos. Después de nuestra celebración tuvimos un día tranquilo. Maxime y Chloé se fueron y nosotros nos dirigimos a la casa de los primos de Disha, nuestra anfitriona, a unos pueblos de distancia. Aunque si me preguntan, no tengo ni la más remota idea de dónde estábamos. Bueno, aquí hay unas cuantas fotos de camino.

But well, here we can continue our Diwali stories, that people celebrate like three days in a row. After our celebration we had a quiet day. Maxime and Chloé left and we went to Disha's cousins' house, in another tiny town. If you ask me, I had no idea were I was. All the tiny towns seem alike, remember? But here are some pictures of the road.

Everything in hindi, of course.




La casa era preciosa, pero no tengo fotos de ella excepto por esta hermosa cosa de Diwali en la puerta hecha por personas con talento de verdad y no mi Picasso interior. Ah, y Brandon posando con todos los cohetes. Después de esa noche descubrí que nosotros, los mexicanos, no estamos locos por ellos. India lo está. Nosotros somos amateurs a su lado. 

The house was gorgeous but I don't have pictures of it, except for this awesome Diwali stuff made by people with actual talent and not my inner Picasso, and Brandon posing with all the firecrackers. After that night I discovered that we, Mexicans, are not crazy for firecrackers. India is. We're just a bunch of amateurs. 



The mother of firecrackers.
Yo no soy una fan de los cohetes (contaminan y arruinan el medio ambiente), así que sólo tengo esta foto de mi mano con uno. La foto es preciosa, de todos modos. Y luego tenemos todas las fotos de Brandon con luces y cohetes. Son hermosas, tienen que reconocer que el chico tiene talento para fotógrafo.

I'm not a fan of firecrackers (they polute and screw up the enviroment), so I just have this pictures of my hand with a firecracker. The picture is gorgeus, though. And then we have all Brandon's pictures of firecrackers and lights and stuff. They're awesome, you have to acknowedge the guy is a good photographer. 








Y eso fue todo. Eso fue Diwali. Pasamos el día siguiente planeando un viaje. Brandon manejó una scooter sin matarse mientras yo caminaba con una mujer que hablaba esta cantidad de inglés: CERO. Y fue divertido, pero sólo entendí como tres palabras de hindi. Ah, y un hombre random me enseñó su casa y me tomó una foto con su hija después de preguntarme de dónde era, si tenía hermanos y qué estudiaba. Y Disha, Brandon y yo planeamos un viaje. Uno especial. Pero más de eso en mi siguiente entrada de India. 

And that's it. That was Diwali. We spent the next day planning a trip. Brandon rode a scooter and didn't kill himself while I was walking with a woman that spoke this amount of english: ZERO. It was fun, but I only understood like three words in hindi. Oh, and a random man showed me his house and took a picture of me with his daughter after asking where I was from and if I had siblings and what I was studying. And we planned a trip. A special one. But more on that on the next entry. 

jueves, 19 de enero de 2017

Cómo agua para chocolate, Laura Esquivel | Reseña

Sinopsis: Una novela sorprendente, inolvidable, cuyo tema gira en torno a un amor imposible para cuya consecución la protagonista recurrirá a las artes culinarias. Bajo la apariencia de un folletín por entregas y encabezando cada capítulo con una receta, esta historia mágica convierte la gastronomía en un código de sensualidad cargado de penetrantes aromas, de colores deslumbrantes. Tita es la pequeña, vive en un rancho con sus hermanas y sus sirvientas, y pese a saberse condenada a no poder gozar del amor por tener que hacerse cargo de su madre, no renunciará a Pedro. Él también la ama, pero se casará con su hermana Rosaura para poder seguir cerca de ella. Tita se refugia en la cocina y se entrega a la elaboración de platos mágicos capaces de transformar las emociones y el comportamiento de quienes los prueban, a la espera de que su trágico destino se cumpla

English (made in Gooodreads): A sumptuous feast of a novel, it relates the bizarre history of the all-female De La Garza family. Tita, the youngest daughter of the house, has been forbidden to marry, condemned by Mexican tradition to look after her mother until she dies. But Tita falls in love with Pedro, and he is seduced by the magical food she cooks. In desperation, Pedro marries her sister Rosaura so that he can stay close to her, so that Tita and Pedro are forced to circle each other in unconsummated passion. Only a freakish chain of tragedies, bad luck and fate finally reunite them against all the odds.

Ya le estaba debiendo esta reseña a mucha gente, sobre todo a mí misma. Es más, ya me estaba debiendo el leer este libro porque llevaba años entre que sí, que no, entre que tenía que leerlo y no lo agarraba. Pero lo agarré. Me tardé porque tuve desencuentros con la autora ―Malinche, por ejemplo― y no atinaba a atreverme con su novela más conocida. Pero aquí estoy, total, reseñando por fin, Cómo agua para chocolate. Yo conocí a una autora en una FIL Zócalo, pero no me pregunten qué edición porque no me acuerdo. Fue la segunda vez que vi a Bell de Estrella en Potencia y el año que Xavier Velasco cantó el rap del Diablo Guardián a la hora de presentarlo y resulta que yo sólo vi el final de la presentación ―o plática, porque no me acuerdo que era― de Laura Esquivel porque afuera estaba cayendo un diluvio terrible. 

I thought that maybe it was time to write this review, especially because I owed it to myself. Actually, I had been postponing the time to read this book for years; it was there, in my bookshelf ― and in my bookshelf ― and I didn’t pick it up. Until I did. It took time because I had read another Laura Esquivel’s book that was bad in my opinion ― Malinche ― and I didn’t have the guts to read this. But I’m here, finally, at the end of the line, reviewing Like Water for Chocolate. I met the author in one Book Fest in Mexico City ― I don’t remember the year but it was the year I met Tere from Estrella en Potencia for the second time and the year Xavier Velasco sang the rap of the Diablo Guardian while presenting a book. And I just met Laura Esquivel because it was raining outside.

Al final, me han convencido de leer Cómo agua para chocolate y no me he arrepentido por varias razones que se supone que voy a exponer más abajo. Así que, cómo decía Jack el Destripador, vamos por partes ―no, todavía no se han deshecho del chiste malo. 

At the end, I have been conviced to read Like Water for Chocolate and I don’t regret the desision for a variety of reasons that I’m suppose to explain below. So, like Jack the Ripper says, let’s go part by part ― bad joke, yeah, I know. 

Tita y la cocina ―las dos, porque no existen la una sin la otra― son las indudables protagonistas del libro. De fondo, alcanzamos a ver la sociedad mexicana del norte, los poderosos valores familiares que no se podían transgredir ni por amor ni por nada del mundo. Tita llegó al mundo de sorpresa y su padre se murió dos días después, lo que la dejaba como la última hija ―hija, mujer, porque su condición es importante para la historia― por lo cual, según lo que dictaba la tradición familiar, no podía casarse puesto que estaba destinada, por siempre y para siempre, a cuidar a su madre hasta que se muriera. Por supuesto, Tita no está contenta con ese destino y a la chingada tradición le encuentra unos cuantos de problemas: ¿quién la cuida a ella, si no puede casarse ni tener hijos?, ¿y si en la familia hay infertilidad?, ¿y si en vez de niñas salen puros niños? Pero claro, a su mamá esos problemas ni se le pasan por la cabeza. Mamá Elena lo único que sabe es que Tita no se va a casar y punto. 

Tita and the kitchen ― together, because they don’t exist withouth the other one ― are the protagonists of the book. More at the back we can see the Mexican society in the last century and that powerful family values ― and traditions ― that you couldn’t question, no matter the reason, not for love, not for anything. Tita arrived into this world as a surprise and her dad died two days later, leaving Tita as the last daughter of the family ― daughter, important, because his woman condition is of importance ― so, according to the family tradition, she could not marry or have children because she was destined to take care or her mother until the day she died. Of course, Tita is not happy with that tradition and with that destiny and she is able to find some loop holes there and there: what is going to happen with her, who is going to take care of her? And what if there’s infertility in the family? And what if there’s only sons in one generation and not daughters? But of course, her mom doesn’t care about any of that problems, she has Tita and that is the only thing that really matters. 


¿Y la cocina en toda esta historia qué tiene que ver? Pues que como Tita creció en la cocina, tarde o temprano todos los aspectos de su vida están ligados a ella. De hecho, cada capítulo en la historia está directamente relacionado con una receta de cocina típica mexicana: mole, caldito de pollo, chiles en nogada ―sí, no somos solo tacos―. Al inicio del capítulo vienen listados los ingredientes y, conforme la historia va avanzando, se ve la preparación. La cocina, por supuesto, en los años de Tita constituye casi un ritual porque estamos hablando de una cocina donde no había ni refrigerador, ni microondas y donde se cocinaba diario. Todo el libro y la mayoría de las acciones se revuelven en torno a la cocina.

And what the kitchen has to do with anything? Because Tita grew up in the kitchen and in every occasion all the big occasions in his life were linked to the kitchen. In fact, each chapter of the book if directly linked with a recipe of Mexican traditional food: mole, chiken soup ― consome ―, chiles en nogada… ― yes, we are much more than tacos. At the beginning of each chapter there’s a list of all the ingredients of the recipe and then, in between the story, there are the instructions for the preparation. The kitchen is, of course, in the time of the story, almost a ritual because we are talking about a kitchen without a microwave, a fridge and you needed to cook in a daily basis. All the book and the majority of the characters’ actions are linked to the kitchen because every major event happens there. 

Este libro, además, entra en la categoría del realismo mágico. Por si no lo saben, el realismo mágico es un movimiento literario que se caracteriza por introducir lo irreal ―incluso lo fantástico― como algo cotidiano o común. Su mayor exponente, quizá ―al menos el más famoso― es el libro Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, donde lo irreal se mezcla con la vida cotidiana de Macondo sin que nadie se alarme. Aquí pasa de la misma manera, aunque por alguna razón en el libro de Laura Esquivel parece un tanto más forzado. Lo que me gustó de Como agua para chocolate es que casi todo está relacionado con la comida. Por ejemplo, en la boda de su hermana, Tita está triste y derrama dos lágrimas ―sólo dos― sobre la comida y en la boda se produce un desastre ―que no les voy a decir exactamente qué, porque el descubrirlo cada quien es lo entretenido. 

This book, also, is one that enters in the category of magical realism. In case you don’t know, the magical realism in a literary movement that if defined by the introduction of the unreal ― or fantastic ― like something common. The biggest example is, maybe ― at least the most famous one ― A Hundred Years of Solitude by Gabriel García Márquez, where the unreal is mixed with Macondo’s daily life. Here the same happens, but, for some reason, the book of Laura Esquivel seems a little more forced. The thing I did like was that almost all magical realism in the book has something to do with food. For example, in her sister’s wedding, Tita is sad and two tears are dropped, accidentally, on the food. Just two. And, as a consequence, a disasters happens at the wedding ― and I’m not going to tell you more about that particular part of the book because you have to read it. 

Una de las partes que me parece que vale la pena mencionar es que el libro, además de tratarse de cocina y de amor, habla mucho sobre la libertad de una mujer. Tita no es libre porque desde el día que nació su mamá fijó su destino; entonces, Tita añora la libertad y poder irse del rancho. Como no se puede casar, para ella el amor, que es prohibido, es como un tipo de libertad; cree que casarse le dará esa libertad que tanto ansía ―y aunque tú y yo sabemos que casarte no te da per se ninguna libertad, para Tita lo es todo―. Hay un momento específico, cuando su hermana Gertrudis se va del rancho, que Tita asocia la libertad a poder disponer de su libertad sexual, lo cual es curioso porque, de hecho, hay autoras feministas que declaran que las mujeres no seremos completamente libres hasta el día que seamos libres sexualmente. 

One point of the book that’s worth mentioning if that, among the kitchen and the love, it also talks about women’s liberation… or liberty. Tita is not free because almost the day she was born, her destiny was decided; then, Tita wishes what she cannot have: her freedom, so she can move out of the ranch. As Tita cannot marry, for her, love ― which is forbidden ― is like the freedom she wants; she thinks that marriage is going to give her the freedom she wants so desesperately. ― and although you and me know marriage is not the source of any freedom per se, for Tita is everything. There’s a specific moment, when Gertrudis goes away, where Tita associates freedom with being able to express her sexuality freely and that is curious because, in fact, there are feminist authors who say that women cannot be free if they are not free sexually.

Laura Esquivel tiene una curiosa manera de exponerlo, con la que no concuerdo del todo, pero entiendo hacia dónde va el planteamiento. Gertrudis, que tiene una poderosa llama que late en su interior ―deseo sexual―, en un deseo de calmarla ―no apagarla, porque eso sería volver a coartar su libertad― acaba en un prostíbulo de la frontera. Curioso, porque si hay un lugar donde la mujer no es libre es en ese tipo de trabajo, que ha existido siempre no para liberar a la mujer, sino para oprimirla y para comerciar con su cuerpo. O yo sobre analizo todo, o a la mejor es que allí si hay una contradicción.

Laura Esquivel has a curious way of explaining that and I don’t quite agree with everything, but I think I get what is the point. Gertrudis, who has a powerful fire inside her ― sexual desire ― and wishes to calm it ― not turn it off, because that would be cutting off her freedom again ― ends up in a brothel in the border. Curious, because if there is a place in this world where women are not free is that place. Prostitution only exploits women: their bodies are the product and their pleasure is nothing of importance. Maybe I’m over analizing everything or maybe in that part of the book we have a contradiction.

Reconozco que el libro intenta hablar de la liberación femenina hablando de cómo Tita busca por todos los medios elegir su destino ella misma, pero también reconozco que el libro cae en algunas cosas que no me gustan tanto ―o que yo le mucho entre líneas porque todo lo que escribes tiene un significado―. Debemos ser conscientes que lo que es la libertad para Tita no lo es para todas: Rosaura está casada y no es libre, Mamá Elena conoció el amor, pero tampoco fue libre. Es como decir que una parte de la libertad es elegir con quien pasarás el resto de tus días, pero que eso no es todo.


I acknowledge that the book tries to talk about women’s liberation talking about how Tita tries to choose her own destiny, but I also acknowledge that the book ends sometimes in certain topics I don’t like that much ― or maybe I read too much between lines. We need to be conscious that Tita’s freedom is not the freedom for every woman, not even in the book: Rosaura is married and it’s not free, Mom Elena met love and she also was not free. For Tita, one part of her freedom is choosing the people she wants to spend her life with, but not everything ― or at least, that should be.

Bueno, antes de hacer esto una biblia, porque ya se me están acabando las cosas que decir, nada más les cuento que este libro es bueno, sí, que lo recomiendo, que me gusta cocinar y que igual por eso me tocó la vena sensible… Que igual no es mi favorito pero que definitivamente leerlo es interesante, a pesar de sus puntos malos, aunque sea para analizarlo y tratar de entender un poco a esa sociedad conservadora del norte a principios del siglo pasado que Laura Esquivel está intentando retratar.

Well, before I write a complete bible and as I’m running out of rhings to say, let’s tell you that yes, the book is good and yes, I recommend it. It’s not perfect of my favorite, but the reading was interesting although the bad points and you can read it if you want to know a little more about the North Mexican society that Laira Esquivel is trying to get into the book.