Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 13 de abril de 2021

Tres recomendaciones de manga BL

No le extraña a nadie que entre las cosas que leo, haya bastante manga BL y GL. Hace tiempo que pretendía hacer esta entrada, pero no habían salido las cosas. Total, ya estamos aquí. Vamos a hablar de BL (yo sé que seguro conocen el término yaoi, pero investigando descubrí que en Japón está en desuso) y de otras visiones y narrativas del romance. Leo muy poco romance en literatura, especialmente mainstream (o gringo), pero si me interesa ver cómo se escribe el romance en diversas periferias de la escritura. Desde el manga, que no está pensando en el mundo occidental, desde el fanfiction, que está fuera de lo editorial mainstream. Encuentro que ese es usualmente el lugar donde puedo encontrar otro tipo de dinámicas y narrativas. 

Encabezado

(Otro día hablamos de cómo para desprestigiarlas se habla de que sólo las consumen mujeres hetero; de cómo el término fujoshi en japón es un término que se reapropiaron las mujeres y por eso odio profundamente que se use como insulto o en la frase "si me gusta el BL pero no soy fujoshi", literal un "no soy como las demás de manual"; de cómo hay un claro doble estándar homofóbico donde el romance entre un hombre y una mujer no es criticado, pero entre dos hombres y dos mujeres sí... Etcétera. Aprovecho para decir que me parece también rastrero exigirle a estas historias que "no sean probemáticas" o que sus personajes sean siempre seres de luz: lo cierto es que eso reduce mucho las narrativas y nos mete en la dicotomía "esto bien", "esto mal" y también acabamos con historias malísimas que... sí... cumplen una cuota... en el fondo nada más).

En fin, por eso elegí estas tres recomendaciones, creo que hay variedad de historias en las tres, así que vayamos a eso.

Go for it, Nakamura!, Syundei

Ganbare, Nakamura!
Sinopsis: Okuto Nakamura, un estudiante de secundaria de dieciséis años encerrado, está enamorado de su compañero de clase Aiki Hirose, a pesar de que nunca ha hablado con él.

Si se mueven en círculos frikis, especialmente círculos shippers, seguramente han visto la portada de este manga o recreaciones de la portada de esta manga, que muchos artistas hicieron con sus ships. Y si no lo han visto, pues se los estoy presentado aquí. El manga es un sólo volumen episódico (especialmente esto, cada capítulo es un episodio conectado, tómenlo en cuenta) sobre como Nakamura tiene un profundo crush en su compañero de clases, Hirose. Me parece muy realista sobre cómo fantasean y piensan los adolescentes y cómo se acercan al romance y a la amistad. Algo muy valioso es que Nakamura quiere, ante todo, ser su amigo, para poder hablar con él. Ese detallido me recuerda de una manera muy importante que odio cuando se habla en todos los contextos de que las relaciones románticas son más importantes que las amistosas. Si tuviera que hacer un ranking, la verdad es que las evalúo igua (shippeo todo pero también sueño con que todos sean amigos en la misma medida). 

A lo largo de nueve episodios vemos como poco a poco Nakamura se va acercando a Hirose, qué es lo que piensa, lo conocemos un poco (como que le gusta leer mangas BL, tiene una mascota pulpo adorable y es bastante tímido) y vemos a Hirose a través de sus ojos. Me gusta mucho porque vamos conociendo al otro personaje según lo que el protagonista sabe de él y a veces puede ser una visió muy parcial, a veces tiene que dar reversa y correjir alguna percepción. Narrativamente eso me gusta. 

Panel de Go For It, Nakamura!

En resumen, una historia muy tierna, agradable y perfecta para pasar el rato cuando solo queremos leer cosas bonitas. La arista, Syundei, también tiene otras obras, pero son de terror/horror psicológico, más gore, etcétera, así que si las van a revisar, también revisen sus temas. A veces como que agrupamos a un autor en un sólo tema y nos sorprendemos cuando resulta que sus obras no se parecen entre sí (y esto es muy importante con Syundei porque yo el resto de sus obras no las toco ni con un palo en llamas porque sé que me incomodarían demasiado y me dejarían muy poco a cambio). De todos modos, les recomiendo Go For It, Nakamura! En español está licenciado tan solo en España con Milky Way (en México no, por supuesto que claro que no) y en inglés es de Seven Seas Entertainment (si tienen dinero para la importanción..., que yo no), así que por lo pronto lo leen en cualquier sitio de scanlation con traducciones latinas pa' salvarlos de las españolas (tumangaonline es apuesta segura). Mientras le hacemos ojos a Panini para que nos lo traiga.

Dekoboko Sugar Days, Atsuko Yusen

Deko Boko Sugar Days

Sinopsis
: La historia se centra en dos chicos que se conocieron en la más tierna infancia cuando Yuujirou ayudó a Rui en un mal momento. Desde entonces siempre han estado muy unidos... como amigos. ... No siente conflictos con su relación con Yuujirou hasta que se presenta la oportunidad de perderlo... y se replantea su amistad.

Si les gusta el friends to lovers, esto es lo que les recomiendo el día de hoy. Yuujirou y Rui son amigos de la infancia, desde que Yuujirou ayudó a Rui. Me gusta mucho eso porque uno de los tropes favoritos en el manga japonés de romance y en toda la cultura fan es la de amigos de la infancia que acaban enamorándose; también es uno de los míos (nada más hace falta ver mi, ehm, tuiter). Rui es adorable, alto, sonriente, atraea las personas. Yuujirou es más reservado, le cuesta entender sus sentimientos, verbalizarlos y se encierra mucho en sí mismo. 

Como el anterior, también es un manga de un solo tomo, aunque este en particular no es episódico. Tiene un par de extras también sólo para mayores de edad (digo, tengo que mencionarlo porque lo que lean ya es su responsabilidad, pero que sepan) que me gustan justamente por la manera en la que, con mucha sutilidad, escriben un poco en reversa a los clichés que hasta hace unos años poblaban el género. De hecho, casi toda la relación va un poco en contra de todos esos clichés (que sí me parecían dañinos, pero ahora nos funcionan para ver en qué sentido se exploraban las relaciones entre hombres y cómo ha cambiado la cosa). El arte es bonito, queda muy bien con la historia y vemos los conflictos de los personajes muy claramente. El ritmo de la historia es perfecto para hablar de romance, para ir construyéndolo poco a poco (es cierto que comos seres humanos nos obsesionan las conexiones humanas y el romance no es una excepción a ello). 

Panel de Deko Boko Sugar Days

Por lo que tengo entendido no está licenciado en español (esto quiere decir que no está publicado legalmente por ningún lado) y en inglés me parece (parece, no pude averiguar más) que es parte de las novedades de TokyoPop. La opción para leerlo es en español mediante scanlation (como se leía todo antes de que existieran opciones más o menos legales en línea) a ver si eventualmente alguien lo licencia. El equipo que lo tradujo es bastante bueno, a mi parecer, lo encuentran en tumangaonline.

Tamayura, Yuki Ringo

Tamayura
Sinopsis: Michitada Asakura, el heredero de una gran firma comercial, está a punto de comenzar sus estudios de bachillerato en la década de 1920. En la residencia donde se aloja le asignan como compañero de habitación de un joven llamado Tachibana, ni más ni menos que un amigo de la infancia a quien hacía años que no veía. Durante mucho tiempo fueron uña y carne, y ahora el reencuentro con el joven remueve una serie de complejos sentimientos en el corazón de Michitada...

Finalmente, un romance de época. Empecé est manga habiendo leído sólo que era triste y me temía lo peor (un final trágico para una pareja que, por más que lo intentara, no podía desafiar demasiado a la sociedad japonesa de los años veinte). Sin embargo, me encontré una historia bastante interesante, bien contada y, que dentro de las reglas internas de la historia, era capaz de ir más allá del simple "pues no podemos estar juntos porque la época" (que miren, mal no me hubiera parecido, pero hay mucho de eso allá afuera).

Asakura es el joven heredero de una gran firma comercial. No es completamente japonés (su madre era europea) y eso hace que lo vean con recelo en casi todas partes. Además, ha estudiado en el extranjero y está poco acostumbrado a Japón. Cuando empieza a estudiar en un bachillerato japonés, su compañero de habitación es Tachibana, un antiguo amigo de la infancia (ya dije que los japoneses aman este trope en las historias de romance) y es así como empieza a revivirse una historia de amor marcada sobre todo por la melancolía. El manga es de una historia lenta, pausada. Incluso en sus momentos más frenéticos da la sensación de que todo está cubierto por melancolía tanto en el trabajo de dibujo como en la narrativa en general.

Ilustración de Tamayura

Este manga sí que está licenciado en español... por Milky Way en España. Para los que no tenemos la suerte de vivir en el primer mundo pues... a comerse los mocos. No es cierto, como siempre, a depender del scanlation que ha sido lo que nos ha permitido leer manga en latinoamerica durante mucho tiempo (cuando yo estaba en prepa tenía que depender de eso, ahora se licencian más cosas, debo decir).

lunes, 22 de marzo de 2021

La dependienta, Sayaka Murata | Reseña

Sinopsis: Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta. con esta visión hilarante de las expectativas de la sociedad hacia las mujeres solteras, Sayaka Murata se ha consagrado como la nueva voz de la literatura japonesa.

Voy a darles un poco de contexto primero: siempre lo hago. Cada años existe el maratón Guadalupe Reinas que organizamos en Libros b4 Tipos. Siempre hay libros que se repiten mucho: porque son accesibles, porque están de moda, porque están muy sonados, por los temas. El año pasado hubo varios que tengo anotados (Las malas de Camila Sosa Villada, por ejemplo; Almost Human de walkingnorth, etc.). Uno de esos libros fue La dependienta de Sayaka Murata. A mí me llamó la atención, aunque no lo incluí en mi lista porque me hice la promesa de que leería fantasía en todas las consignas que pudiera (al final sólo en dos no se pudo). El 2020 me dejó agotada y sólo la fantasía me ayudaba a leer. Es mi género preferido, después de todo. Pero sí anoté muchos libros y los he ido leyendo poco a poco en estos meses.

Llegué a La dependienta sin saber muy bien qué esperar. Sabía que era una novela de una mujer que se salía de la norma de la sociedad japonesa y ya. Una dependienta. No me extrañó que estuviera de moda, porque en ciertos círculos se buscan mucho los libros de autoras que tratan sobre las mujeres. Suelen tener preferencia las mujeres blancas del primer mundo (no nos sorprendamos ahora de qué es lo que se lee más), pero a veces se cuelan otros libros. La dependienta entre todos esos libros es un poco anomalía. Entiendo por qué gusta: es un libro entretenido, curioso, con perspectivas totalmente diferentes entre experiencias que quizá hagan que más de una se identifique. No hay experiencia universal sobre ser mujer (nunca la habrá: nos separan los contextos, nos separan realidades y por sobre todo nos separa la clase), pero, a veces, hay cosas, variables, acontecimientos que parecen repetirse en la vida de las mujeres de distintas maneras, en distintos contextos. Preguntas que quizá nos resuenan. Momentos que se parecen. Así pues, la experiencia no es universal, pero no se trata de leer para sentirnos identificadas, sino de tener empatía por la otra. (Quien lee sólo para identificarse me saca mucho de pedo; pasa mucho con algunos hombres: aseguran, convencidísimos, que no pueden identificarse con alguien que no se parezca a la propia imagen mental que tienen de ellos mismos). 

Hay muchas ideas sobre cómo escriben las mujeres. O qué deberían contar. Lo cierto es que no hay reglas, pero si presunciones. Afirmaciones que pretenden poner en una cajita a las escritoras. Se vierten de todos lados. Las mujeres [sólo] escriben sobre mujeres (falso). Una mujer que escriba sobre mujeres es feminista (falso). Las mujeres escriben romance (falso). Las mujeres escriben más para niños que para adultos (falso y además demeritorio de las autoras al decir que, como están en ese campo, la LIJ no es suficientemente seria). Algunas afirmaciones buscan demeritar a las mujeres que escriben. Otras realzarlas, quizá por donde no es. Leo a las mujeres por qué son la mitad del mundo (cargan la mitad del cielo) y su literatura, como cualquier otra, es capaz de moverme muchas cosas. Si no las leyera (como muchos, cuenten: cuántas mujeres leen contra cuantos hombres; cuántas mujeres en sus libreros o en sus bibliotecas digitales; cuántas en la zona de novedades literarias de la librería; cuántas) y si no las leyera me estaría perdiendo de sus infinitas perspectivas. No hay una manera universal de decir cómo escriben las mujeres. "No escribes cómo mujer". ¿Cómo escribe una? Sayaka Murata, por ejemplo, escribe como Sayaka Murata y nada más

Sayaka Murata

Toda esa verborrea fue para contarles que La dependienta es un libro sumamente peculiar, especial, increíble. Me hizo reír con su narradora, con sus personajes, con una visión que jamás se me habría pasado por la cabeza. Me hizo sentir en la manera en que hilaba las palabras. Ya cuando reseñé Kim Yi-young, nacida en 1982, hablaba de que estaba cansada que se vendieran como churros "novelas sobre mujeres" sin valor literario alguno, como un intento de que las editoriales se pusieran una estrella en la frente de "publicamos mujeres"; también mencionaba de cómo admiraba a las escritoras que tenían un compromiso con la literatura (porque yo lo tengo, porque antes que otras cosas está La Palabra y el lenguaje, la mentira de la ficción para acercarnos a la realidad, como lo menciona Liliana Bodoc en la conferencia que tiene llamada Mentir para decir la verdad). Libros como este me gustan porque justamente saben contar, narrar, enseñarnos un trocito de la realidad de las mujeres japonesas.

La protagonista, Keiko Furukura, no es que sólo esté soltera o que nunca haya tenido pareja. No. Es que además entiende poco o nada de convenciones sociales y tampoco le interesan. Se le escapa cómo es que todo el mundo este obsesionado con cumplirlas. Es la narradora de la historia y lo vemos todo a través de sus ojos y de su perspectiva: cómo le parece que la gente exagera al insistirle que no debería quedarse soltera, cómo le extraña la gente obsesionada con trabajar de nueve a cinco en una oficina, cómo, en general, le extraña la gente. Keiko es, finalmente, un personaje neurodivergente que nos obliga a ver el mundo desde sus ojos. No lo vemos desde afuera. Es todo el rato un "pon atención, te estoy contando cómo veo el mundo". Lo cual está muy bien, debo decir. Me alegra que el libro tome a su lector como alguien capaz de seguirle el paso.  

La gente se cree con derecho a escarbar en aquello que considera raro hasta dar con una explicación. A mí me molestaba su insistencia, me resultaba fastidiosa e impertinente. Me cansaba tanto que a veces sentía la tentación de coger una pala y empezar a asestar golpes, como aquella vez en el colegio.

Konbini

Mis partes favoritas del libro es cuando aparece Shiraha, que llega a la tienda o konbini donde trabaja Keiko. La descripción de este personaje es ser un incel bastante patético que a Keiko le causa curiosidad, así que le pregunta cosas. Nos recuerda que esa gente también es persona con sus afectos, tonterías y estupideces. Se la pasa hablando de la edad de priedra y reduce a hombres y mujeres a sus instintos biológicos, como si las personas fueran incapaces de tener razonamiento (él, desde luego, es bastante inútil y patético y eso a Keiko le parece hasta curioso). Me encanta como, desde los ojos de Keiko, alguien como Shiraha queda ridiculizado al extremo, lo mueve hasta el absurdo. Un retrato bastante interesante que todavía no me había tocado ver tan llevado al extremo en la ficción.

Como dije, Sayaka Murata escribe como Sayaka Murata; su estilo me gustó mucho (aunque traducir del japonés siempre es un lío, sí lo sabre yo y creo que los traductores hicieron gran trabajo también). Es una escritora japonesa que seguramente verán nombrada en varios lugares y que estaría interesante que conocieran si les interesa el mundo asiático. Para conocerlo hay que alejarse de los prejuicios de que uno se hace bolas con las palabras, me resulta curioso que los nombres que siempre resulten difíciles sean los chinos, coreanos, japoneses. (Nunca los que tiene raíces germánicas, por ejemplo, como los ingleses o los alemanes). "Es que todos se parecen". Bueno, les diré un secreto: a ellos seguramente también les parece que nuestros nombres "son muy similares todos". Hacer un esfuerzo nunca mató a ningún lector.  

Si leen el libro, ya saben que pueden contarme qué les pareció. Desde acá, va con sello de aprobado de Nea.

viernes, 19 de marzo de 2021

Sobre Christine Nöstlinger

La escritora austriaca siempre fue parte de mi vida y de mi infancia. Con ella empecé a formarme ciertos gustos lectores, a descubrir qué me gustaba, qué no, a descubrir que había libros sin moralejas, con personajes imperfectos y que los libros para niños podrían sólo hacer reír sin ser una larga lección de valores. Christine Nöstlinger nació en Austria en 1936 (un 13 de octubre, me gusta la fecha) y murió en 2018 (un año largo y terrible en que el mundo perdió a grandes escritoras). Es conocida por su obra infantil y juvenil, que en español ha pasado por muchas editoriales. Los diarios de Susi, Konrad, Paul... Creo que hemos conocido al menos alguno. 

A mí hay libros suyos que me gustan y libros que no. O libros que me gustan un poco menos. Pero en general, disfruto su visión sobre la infancia y la juventud (y la disfruté desde esos años, porque siempre estuvo presente entre mis lecturas). Hoy vengo a platicar de tres libros diferentes de los que todavía guardo buenos recuerdos y a recordar que los libros para niños son más que blancos y negros. Me ocurre que me repele eso de los libros de "niños como tú que aprenden lecciones y son amiguis de todos" (se me ocurre que se acercan más a una visión de los niños como angelitos, que puede ser hasta deshumanizadora), pero me gustan los matices, las diferentes visiones, los problemas. También me generaba repele cuando, en esos viejos años donde yo vendía libros y trabajaba cara al público, llegaba un adulto y me pedía "un libro con valores" o me preguntaba "pero qué va a aprender mi hijo" (si fueron una de esas personas, sepan que me inventé los valores y las moralejas de lo que se me ocurrió que les iba a gustar a sus hijos o directamente lo que el niño ya tenía en la mano y quería llevarse; no me arrepiento de absolutamente nada).

Christine Nöstlinger es una escritora realista que quizá podemos meter en esos libros de "niños como tú, amigos de todos", pero que me recuerda muchas veces que las cosas no son blancas ni negras, que los niños son personas y que a veces, quizá, las cosas no desencadenan en una moraleja. 

Yo también tengo un padre

Sinopsis: Aunque sus padres están separados, a Feli le va bastante bien: vive en Viena, con su madre, y consigue de su padre todo lo que quiere. Pero algo va a derrumbar el apacible mundo en el que se halla instalada; algo que ella no está dispuesta a consentir. Una adolescente que decide tomar las riendas de su vida tendrá la oportunidad de conocer por sí misma los problemas y las alegrías que genera la convivencia. En Yo también tengo un padre, el estilo personal de Christine Nóstlinger consigue dar soluciones originales y creativas a los conflictos familiares.

Ahora está de moda plantarse en la sección infantil de libros de su preferencia y preguntarle a quien atiende si tiene un libro sobre el divorcio, sobre los hermanitos, sobre hacer la tarea o sobre *inserte aquí el tema peliagudo que los adultos no quieren explicarles a los niños ellos solos*. De repente ya no importan las historias, sino las puras moralejas (que, además, algunos autores bastante cuestionables para niños ponen de la manera más explítica posible, no vaya a ser que no se entienda). Por supuesto, hay historias magníficas con padres divorciados y hay historias interesantes donde un divorcio es el conflicto de algo (los rompimientos en la familia, un viaje, cambios). O un nuevo hermano. No he visto ni uno sólo sobre hacer la tarea que sea bueno, pero ajá. El caso es que los papás llegan pidiendo eso (no siempre, pero con la suficiente frecuencia para que yo te pueda dar al menos diez títulos de libros con papás divorciados, desde los que son buenos y puede considerarse que tengan una buena historia hasta los que tratan a los niños como pendejos). De repente no ven historias: ven lecciones, moralejas, explicaciones. 

Total, si llegara alguien y me dijera que tiene un hijo de once, doce años y que quiere un libro sobre el divorcio, le pondría este enfrente y me quedaría tan ancha (especialmente si no me ponen al adolescente enfrente y no sé qué le gusta leer o si le gusta leer; ¡muy importante considerar los gustos propios de los niños!). El asunto es que el dema no es como tal El Divorcio con mayúsculas. Los padres de Feli están separados, su mamá trabaja (las mamás trabajadoras son tema recurrente en las obras de Nöstlinger, que luego tiene comentarios agudísimos sobre la explotación al tiempo que habla de la emancipación de las mujeres), su papá existe, tiene amigos, un amigo-casi-novio, Lorenzo y una vida..., digamos, normal. El tema es Feli, su vida, sus pensamientos, sus ideas, sus aventuras con su papá (que nunca había cuidado a alguien y eso es terriblemente evidente), los cambios.

Yo también tengo un padre no es un libro que te explique nada, es la historia de Feli, donde pasan cosas y a veces, quizá, nos podemos ver reflejados. Es la historia de Feli y Lorenzo, entre el sí, no, quizá del primer amor. ¡Y es muy crudo en ese respecto! A veces las primeras historias de amor no terminan bien y eso está bien. Son historias, de todos modos, las contamos, gastamos en ellas letras y palabras y las dejamos allí. En fin, todo esto para decirles que el tema es Feli y su vida y pequeñas aventuras. A mí, que lo mejor que podían ponerme en las manos era un libro con dragones, Nöstlinger me entretenía porque sus personajes tenían imaginación (a pesar de tener ambientaciones realistas), parecían personas y eran divertidos o sus historias eran entretenidas. Hoy lo sigue haciendo aunque no sea el tipo de lecturas que a fuerzas busco. 

Se los recomiendo. No para explicar el divorcio (aunque a raíz de este pasan cosas) sino porque Feli tiene aventuras y entre sus páginas hay una historia. Según yo, por cierto, lo edita loqueleo (siempre se me olvida poner las editoriales porque yo escribo reseñas, no comerciales).

Un marido para mamá

Sinopsis: La consecuencia más grave de la separación de los padres de Susi ha sido irse a vivir a la casa de su abuela; ya no soporta más los regaños. De repente, se le ocurre una idea para resolver la situación, pero sus planes no siempre son los más sencillos ni los más prácticos, y por eso, en varias ocasiones, se ve envuelta en tremendos líos. La sensación de ser incomprendido y de estar completamente solo en el mundo, suele sucederle al hijo de padres divorciados. Este es un relato virtuoso acerca de la convivencia, de la familia y de la tolerancia; no sin cierto humor, que siempre transforma y aligera la visión de los problemas.

Los papás de Susi se han separado y ahora ella, su hermana y su mamá viven con su abuela y su tía abuela, unas señoras a las que Susi apenas aguanta. Deja muy claro que las considera entrometidas, desagradables, excéntricas para su gusto (aunque Susi, su mamá y su hermana también lo son, a su manera), exageradas y no muy de su agrado. Su misión es sacar a su mamá de allí cuanto antes, aunque sea consiguiéndole un marido nuevo. No soporta seguir viviendo con tal familia.

Este libro me gusta por divertido. Es hilarante. Los personajes de Christine Nöstlinger son absurdos y existen en un micro universo donde la aventura principal es hacer planes de lo más alocados para buscar un nuevo marido. Solía morir de risa cuando lo leía porque nadie en este libro es una buena persona como la conciben los libros para niños donde todo es bueno, correcto y lo malo sólo conduce a lecciones grises y aburridas. Susi manipula a medio mundo, su hermana es irritante, su mamá es desesperada, la abuela y la tía abuela son el demonio encarnado o simplemente las dos señoras más metiches de la vida. Me gusta que, con esta familia, Nöstlinger rete esa idea de las familias retratadas en la LIJ como familias perfectas donde mamá, papá, abuelitos y hermanitos son todos buenos y no hay dinámicas dañinas. Igual estar al lado de toda tu familia todo el tiempo no te hace bien. Igual y a veces acaban metidos en más problemas de los que pueden resolver. Y no es que todo sea un desastre (que a veces lo es, definitivamente); simplemente no es perfecto. 

Para haber comprado este libro por accidente, creo que fue una de las lecturas que más risa me dio mientras estuve chica. Christine sabe manejar perfectamente el humor, no teme irse al absurdo, sabe cuándo y cuándo no tomarse en serio. Hay libros que no me han gustado de ella justo porque son demasiado serios desde el subtexto o donde si se atisba más que hay una lección escondida, pero este no, este es simple y sencillamente absurdo: todo lo que pueda salir mal, saldrá mal; todo lo que pueda salir bien, saldrá mal. Me imagino a la protagonista mirando a la cámara imaginaria de su vida, preguntándose qué hizo para merecer tantas desgracias. 

Se los recomiendo si quieren reírse un rato. Hoy sé que lo edita Norma, creo. Si buscan lo encuentran (si es que hay disponibles).

La auténtica Susi

Sinopsis:  Hacia finales del verano, Susi se encuentra con sus amigos Alexander y Alí en el parque. Sin embargo, no se atreve a confesarles que no irá con ellos a la escuela de formación profesional, sino a un colegio privado, al que realmente no quiere asistir. Pero los chicos se enteran gracias a Paul y se enfadan por la falta de confianza de su amiga. Cuando comienzan las clases, Susi no se siente a gusto, ya que les echa en falta. Decide escribirles una carta a cada uno. 

Hay varios libros de Susi y de Paul, la mayoría para diferentes edades y para diferentes etapas. Se mandan cartas, escriben sus diarios. Si lo vemos desde algún ángulo extraño, es la historia de su amistad dejando de ser. También la de Susi convirtiéndose en la versión más auténtica de ella. En este libro, el último de estos personajes del que tengo conocimiento, Susi tiene que enfrentarse a una nueva escuela, sin sus amigos de siempre, que van a una escuela de formación profesional. Tiene que enfrentarse a un constante no sentirse a gusto, sentir todo el tiempo que no se entiende y sentir demasiado, el no saber qué hacer, equivocarse, traicionar. Además, claro, está Paul, el amigo que no es amigo.

Les juro que ahora leo este libro y me da un alivio tremendo que Susi y él no acaben siendo los mejores amigos de la vida. El final de su amistad es una larga agonía y en este libro se siente mucho más porque los otros personajes Alí y Alexander, también le dan la espalda en algún momento. Me gusta, en fin, que Susi arregle sus problemas, que intente caber en su vida. Este no es un libro de largas y desternillantes aventuras, sino que es más reflexivo. Uno pasa todo el tiempo en la cabeza de Susi, con los sentimientos que con tanto ahinco intenta explicarse.

Pero volviendo al tema de las amistades que se acaban: me dan angustia esos libros que dicen, casi como un mandamiento, que conservar amigos de tu infancia es algo que debes hacer. Me repelen porque yo no los conservo. Tampoco los quiero. Sé el trabajo que cuesta hacerlos y el trabajo que cuesta mantenerlos y el amor que hay que dejar en ello. Entiendo a Susi, a su no-amistad con Paul, a la desesperación de a traición de sus otros amigos. Me encanta revisar con lupa los temas sobre la amistad y que, en fin, se reconozca complicada, difícil, un vínculo más que no es cualquier cosa, sino que hay que cuidarlo, regarlo, alimentarlo

De todos los libros sobre Susi (esta Susi, no es la misma de arriba) que Nöstlinger escribió, este es definitivamente de favorito. De niña podría decir que lo sufrí porque me costó, pero en realidad sólo me obligó a estar atenta. Lo releí miles y miles de veces una vez terminado. Eso, con los libros, siempre es una buena señal. 

Así dejo ya las recomendaciones, por el momento. Pronto traeré más reseñas y más cosas al blog.