Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
Mostrando entradas con la etiqueta Crítica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Crítica. Mostrar todas las entradas

sábado, 24 de febrero de 2018

Crítica de El feminismo es para todo el mundo de bell hooks

Sinopsis: Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma más igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia doméstica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco más libres. No obstante, el feminismo quería mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quería superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de raíz. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihomófobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo. Tanto daño hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro.

Este libro tiene mucho de donde cortar. Tanto, que en vez de reseña voy a hacer una crítica. Si leyeron la sinopsis y me conocen, supondrán en dónde van algunas de mis quejas, pero para ahorrar un poco de espacio en la crítica, los abordaré en los puntos específicos que remarqué en una pequeña tablita. Quiero decir que hago está crítica con la autoridad de que soy mujer, soy feminista y creo saber de qué estoy hablando. Además, me parece que realizar críticas de libros de teoría femnista ayuda a ver los libros en perspectiva y a formarse algún criterio.

bell hooks
Dividí mis puntos de crítica entre los que estoy de acuerdo, y celebro que se incluyan en un libro de teoría feminista y entre los que no estoy de acuerdo y discrepo completamente. Primero expondré los puntos a favor y luego los puntos en contra. Calificar este libro fue complicado precisamente porque tenía bastantes puntos buenos y bastantes puntos en los que tengo quejas. Pero bueno, llegué a la conclusión de que ni tan bien ni tan mal. bell hooks es una teórica del feminismo en Estados Unidos que habla bastante de temas de raza y clase, si no la conocen, les recomiendo revisar algunos otros de sus libros, pues tiene varios muy interesantes. ¿Empezamos? 

Todos los pros del libro


1. Me parece que habla de clasismo de manera bastante clara y que habla del clasismo dentro del feminismo

El feminismo se gestó como un movimiento burgués en principio y lo fue durante mucho tiempo, puesto que las demandas de las trabajadoras y la lucha de las trabajadoras no era la misma y se tardó mucho tiempo en empezar a reconocer que el feminismo estaba reproduciendo la misma estructura de clases, donde muchas mujeres burguesas buscaban la igualdad a los hombres burgueses: libertad de orpimir y explotar. El clasismo es un tema referido a lo largo de todo el libro, pero hay un par de ejemplos que me parecen interesantes. 

bell hooks hace énfasis en lo diferentes que son las problématicas de las mujeres trabajadoras y las burguesas refiriendo uno de los textos básicos del feminismo, The Femenine Mystique, escrito por Betty Friedan (que tengo intenciones de leer hoy) en el que afirmaba que el "problema sin nombre" de las mujeres era su insatisfacción porque estaban encerradas en casa y relegadas a un papel de amas de casa. Cuando Betty Friedan publicó ese libro, su conclusión fue verdadera sólo para un grupo muy pequeño de mujeres, puesto que muchísimas más ya eran parte de la fuerza de trabajo de los Estados Unidos, especialmente las mujeres racializadas. Además, todas estás mujeres trabajadoras lo eran por sueldos míseros y acarreaban la doble carga, pues aún tenían que hacerse cargo del trabajo doméstico en sus hogares. 

El libro no quita el dedo del renglón sobre el clasismo en ningún momento y a menudo habla de como se intersecta con el racismo y la discriminación de género.

2. El feminismo es para todo el mundo invita a un continuo autocuestionamiento.

Creo que este es un punto importante en el libro porque son las bases sobre las que se sustenta el feminismo. Nada estuvo escrito en piedra todo lo que escribieron las feministas liberales y fue criticado y confrontando con el nacimiento radical y todo sigue así. El feminismo no es un dogma y no hay que creerle con fe ciega, no es una religión, no hay mandamientos. Sólo tiene que haber un continúo interés por la formación (no necesariamente académica, puesto que hay muchas mujeres que no tienen acceso a la academia y eso es algo que bell hooks remarca muchas veces) y el cuestionamiento antes de tomar decisiones informadas.

Estamos en una época en la que he visto el debate entre feministas es muy complicado por varias razones: los hombres machistas alimentan y se aprovechan  de los debates que les convienen, reafirman la autoridad de una feminista (aunque antes la hayan repudiado) cuando está se equivoca y deja entrever su misoginia interiorizada o pone una opinión sobre la mesa que de algún modo los beneficia; se abusa de las falacias de autoridad (¿quién tiene autoridad para hablar de feminismo y quién no?), especialmente por parte de mujeres que llevan años en la academia sin realmente ponerse a escuchar qué está ocurriendo en las calles y en las organizaciones feministas de todos lados; sin embargo, también se desdeña la formación feminista, y a esto le veo varios factores: mucha teoría es inaccesible porque está escrita en una jerga tan académica que no usaba ni Simone de Beauvoir, el liberalismo ha reafirmado que "no importa la teoría, para ser feminista sólo debes identificarte como tal", cuando creo que más que nunca la teoría es importante para formular soluciones que ayuden a todas las mujeres y más importante que nada es hacer la teoría accesible, y, finalmente, la competencia del feministómetro, ¿quién ha leído más libros?, ¿quién sabe más?, que sólo llega a frustrar a muchos que sienten que no están leyendo o entendiendo lo suficiente

Por eso creo que la importancia del autocuestionamiento en la que hace mucho hincapie bell hooks es muy importante. El movimiento feminista es un movimiento político y colectivo y nada de eso se debe de perder.

3. Se habla de raza y género y de sus intersecciones.

Mujeres, raza y clase
bell hooks no sólo aborda el clasismo dentro del movimiento feminista, sino que también aborda el racismo. Casi todas las feministas negras lo abordan (mi favorita para ella es Angela Davis, que lo intersecta de manera perfecta con la clase y de quien les recomendé Mujeres, raza y clase y también Roxane Gay lo hace en Confesiones de una mala feminista de una manera bastante clasa) precisamente porque es una problemática que les afecta directamente. Además, bell hooks hace notar la importancia de nombrar sus propias problemáticas, antes de que alguien importa la agenda feminista. 

Hay un pedazo del libro que me agradó bastante donde bell hooks habla de colonialismo en el que habla de como muchas feministas blancas y burguesas de los Estados Unidos en algún momento se creyeron libres para ser las dirigentes del movimiento feminista globalmente y dictar la agenda feminista. Por supuesto, prácticamente ninguna de estas mujeres investigó nunca realmente sobre el colonialismo y mucho menos sobre las organizaciones de mujeres en el tercer mundo y no supieron, en ningún momento, atacar los problemas de las feministas en otras partes del mundo (porque... falta de comunicación).

Guerreras del saree rosa, en India

4. Pone un énfasis especial en la educación de la infancia.

Libros infantiles feministas


bell hooks habla mucho sobre como podemos usar la educación para que los niños crezcan y sean criados sin prejuicios propios de su género, sean hombres o mujeres. No me voy a detener mucho en este punto, pero creo que mi faceta favorita de bell hooks es precisamente la que habla sobre la niñez porque es muy vocal acerca de la violencia que sufren los niños. bell hooks condena el castigo físico y el abuso por parte de los padres, cosa con la que yo también estoy de acuerdo

Además, habla de la necesidad de que existan libros infantiles sin estereotipos de género porque no basta sólo con detectar los estereotipos dañinos en los libros que leen los niños, sino en ofrecer alternativas a estos. Por eso, afirma, es que empezó a escribir libros infantiles (tiene unos cuantos que no conozco). 

5. El análisis del amor romántico.

Este es un punto mucho más corto, realmente, pero me agradó que bell hooks hiciera un análisis muy breve sobre el amor romántico (que está sustentando en la idea de posesión, sumisión, en el que uno recibe el amor y otro lo da, que está presente sobre todo en relaciones heterosexuales, donde son aún más obvias las relaciones de poder que existen entre las personas). La autora hace énfasis en que el problema no es el amor (como sentimiento), sino las relaciones de hoy en día y los ideales que tenemos sobre él, nuestra percepción del amor romántico, eso que nos lleva a creer que entre Romeo y Julieta (y tanto asesinato y abuso) había amor apasionado. Muy interesante.

6. La crítica que hace al reformismo y la inutilidad de este en el movimiento feminista porque sólo pone parches sobre un sistema que no funciona.

El reformismo es precisamente ponerle parchecitos al sistema que oprime en vez de cambiarlo y confrontarlo desde la raíz. El reformismo sólo le sirve, en realidad, a las mujeres burguesas que buscan tener igualdad con los hombres de su misma clase; ellas se beneficiarían así de la explotación de otros (de hecho, ya lo hacen). La crítica al reformismo dentro del movimiento feminista es precisamente algo que está presente durante todo el libro, pues bell hooks llama a politizar el feminismo de nuevo, a no dejar que el liberalismo se haga con él y a cuestionarse siempre.

Después los contras del libro


 1. El continuo repetir de que los hombres aliados "renuncian a sus privilegios".

Eso lo mencioné varias veces en tuiter. Simple y sencillamente creo que la idea de renunciar a los privilegios es algo que no tiene sentido, ¿por qué? Primero porque los privilegios no es algo que te quites y te pongas, ni es individual, los privilegios son sociales. La idea de que los hombres que cuestionan el sexismo automáticamente renunciar a sus privilegios es incierta. Los hombres no dejan de ser opresores en un mundo patriarcal; tampoco son "el problema" directamente, sino el sistema que les dice que ellos tienen el poder, pero por supuesto que no se quitan los privilegios nada más un día por qué sí. 

bell hooks hace demasiado énfasis para mi gusto (esto es meramente personal) en la necesidad de involucrar a los hombres en el feminismo y cómo ellos son parte de la solución. Repito, esto es personal. Porque yo estoy en una etapa de la vida en la que quiero que los hombres agarren el pedo y considero más productivo confrontarlos con su propia basura para que se hagan cargo (y por más que suene duro y agresivo, en realidad, sólo soy de la idea de que con los hombres no hay que quitar el dedo del renglón y hay que ser muy directo). Voy a recuperar esta idea más abajo, pero voy por orden. 

2. Todo el capítulo de la belleza me pareció que tenía soluciones que a la larga no solucionan mucho.

El canon de la belleza occidental le jode la vida a aproximadamente todas las mujeres en el mundo. Entren o no entren en él. Quienes entran se ven ante la presión de no perder la figura, de no envejecer mal; quienes no entran se ven ante la presión de encajar en él. Las mujeres están en una búsqueda constante de aprobación estética, al menos gran parte de ellas. La industria de la moda dicta las reglas (y no las mujeres) e impone modas incómodas (cualquier zapato de tacón alto) y a la larga perjudiciales. No sólo eso, la presión por encajar en un sólo modelo de belleza influye mucho en los transtornos alimenticios de las mujeres. bell hooks propone que las mujeres se reapropien de la industria de la moda (que no es una mala idea en realidad) y en la necesidad de ampliar de cierta manera la definición de la belleza. Yo no le veo el caso a lo segundo en realidad porque la estética no debería importar, por mí que estemos todas feas y que seamos libres. 


 Pero por supuesto, esto es un poco complicado, porque la sociedad no se revoluciona de un día para otro. Los movimientos que se centran en la autoaceptación de la imagen feminina principalmente se centran en ampliar la definición de una mujer bella (el todas bellas), que, aunque ayuda a derribar el canon occidental de la belleza, me parece que a veces es un parche. La industria de la moda y la imagen femenina es una de las industrias que más explota a las mujeres en el mundo. Modelos sujetas a regímenes alimenticios que apenas si puedes seguir, mujeres que odian por años las imágenes que ven el espejo, mujeres que cosen toda esa ropa en condiciones casi de esclavitud por sueldos miserables, mujeres que se odian por no conseguir la aceptación propia. Es tan triste todo que a veces considero que es una industria que más vale quemar hasta las cenizas porque no tiene prácticamente que salvarle. Creo que más que apropiarnos de ella, hay que derribarla, crear un movimiento que nos ayude a aceptarnos, a no odiarnos y, sobre todo, a no buscar ninguna clase de aceptación por parte de otros, especialmente de los hombres. 

3. Mi oximoron favorito aparece en el libro: la "masculinidad feminista".

Ya mencione en el primer punto de esta sección que bell hooks hace mucho énfasis de la necesidad de los hombres en el feminismo; también está muy preocupada porque se perciba al feminismo como un movimiento antihombres (a mí a esta alturas me vale pura caca eso, pero, dada la reputación que te da en ciertos círculos llamarte feminista, entiendo que haya a quien le preocupe). Aquí habla de la posibilidad de una masculinidad feminista o de otras maneras de vivir la masculinidad en los hombres. A ver. A ver. Para empezar, uno de los pilares en los que está paradita la supremacía masculina de este mundo, es precisamente la masculinidad. Decir que existe una manera de hacerla feminista es una contradicción. 

Esto lo intenté explicar en tuiter muy consiso, pero ahora me voy a extender un poco más. Ya hablé de la masculinidad cuando critiqué No Nacemos Machos, varios ensayos sobre, precisamente, las nuevas masculinidades y varias maneras en que los hombres pueden aportar el movimiento feminista (una lástima que saliera un libro tan tibio y tan poco investigado). La masculinidad es, precisamente, una de las razones por las que, en México, se mueren siete mujeres al día. La supremacía masculina se apoya en ella. Y así como la masculinidad es el "poder" de los hombres, la femenidad se ve como sumisión y debilidad. Lo mejor que podemos hacer con esas dos cosas es destuirlas para siempre.

Pero como eso no va a pasar mañana, hay que ir pavimentando el camino (lo que no significa se rreformistas e intentar generar una masculinidad feminista). bell hooks habla de que la teoría feminista debería abarcar también la masculinidad y nuevas formas de vivirla, pero yo creo que lo más apropiado en este caso no es intentar corregirle la masculinidad a los hombres (pobrecitos, no pueden hacer nada ellos solos) sino enfrentarlos con su propia misoginia o condutas misóginas. Para mi eso es más provechoso que hacerles teoría para que su masculinidad "sea más bonita". 

4. Mi último punto de queja es precisamente que bell hooks no cuestiona realmente las prácticas patriarcales en la cama

Y lo digo porque las menciona. Kate Millet, que fue una mujer muy interesante, un día dijo que "lo personal es lo político"; parte de eso cuestionaba directamente que lo que usualmente había ocurrido de puertas para adentro en las casas (violencia doméstica y sexual) debía de cuestionarse. bell hooks habla de feministas que cuestionan el BDSM (prácticas sado, no lo googlen si son menores, no quiero que sus papás vengan a regañarme) y lo pone como uno de los debates que más fracciona al movimiento. Se me hace raro, porque tiene visiones abolicionistas de la prostitución (cuestiona, por ejemplo, la libertad de elección en las que viven las mujeres de condiciones más precarias), pero bueno. 

Para mí cuestionar lo que haces y los roles que tomas en la cama es creo que algo muy importante. No por decirle a nadie que debe o no debe de hacer, sino para reconocer al patriarcado en todas nuestras conductas. Y cerrar el debate calificándolo como algo que fracciona y hace daño a un movimiento colectivo no le ayuda a nadie

Kate Millett

Conclusiones


Pues bueno, acabamos, esta crítica no intenta decirles que no lean el libro, sino que lo lean y lo cuestionen ustedes también. Espero que les haya servido de algo. Si quieren el libro, lo pueden encontrar, como siempre, en mi carpeta de libros sobre feminismo que tengo disponiblr al público en general (porque entiendo la necesidad de que esta clase de libros sean un poquito más accesibles). Aquí está el link.

jueves, 25 de enero de 2018

Santa Catalina de Siena, Sigrid Undset | #WomenPNL

Sinopsis: «De tiempo en tiempo se ha discutido (...) qué ha hecho el Cristianismo por la mujer. Qué sitio ha ocupado la mujer en el seno de la familia y en la sociedad dentro de los pueblos que profesaron la religión de Cristo. Cómo era considerada la mujer a la luz de la doctrina de la Iglesia. (...) Jesucristo ignoró el muro invisible cuando interpeló al alma humana, al hombre creado a su imagen, creado como hombre y mujer. Cada palabra que sale de su boca va dirigida a nuestra común naturaleza humana. (...) El santo más arraigado en la conciencia de los pueblos es María, la Madre de Cristo, la Reina de la misericordia (...). Pero también las mujeres que en su época confesaron a Cristo con su vida de santidad y de amor al prójimo, fueron consideradas como columnas de la sociedad y dirigentes y maestras de sus pueblos. (...) En una época llena de violencia y de sangre, una viuda nacida en un extremo de Europa, santa Brígida de Suecia, o una joven del pueblo, santa Catalina, hija de un tintorero de Siena, supieron dar buenos consejos a los poderosos de este mundo. Y el mundo las escuchaba con respeto aun cuando no seguía sus consejos. Llegaron a desempeñar un papel en la política mundial. Y reprendieron, aconsejaron y guiaron y, a veces, mandaron y dieron órdenes al vicario de Cristo en la tierra».


Esta lectura participa en el #WomenPNL organizado en el blog Todo mi ser. Les voy a contar como acabé leyendo yo la biografía de una Santa (que, además, no es una biografía crítica, sino que es un libro que en Goodreads está recomendado para todos los católicos, no kidding) y no de cualquiera, sino de Santa Catalina de Siena. No me hubiera molestado, por ejemplo, leer la biografia de Juana de Arco (sí, es una santa católica), es más, si quieren hasta me leo cualquier cosa de María (suena interesante, al menos). Es más, a (Santa) Hildegarda de Bingen la conocí hace relativamente poco cuando con algún grupo de conocidos hablabamos de que, para explotar sus dotes intelectuales, la mujer tenía muy pocas opciones y una de ellas era entrar al convento. Pero les juro que nunca en la vida se me hubiera pasado leer de Santa Catalina de Siena porque sí. No me atrae. Lo juro. Lo perjuro.

A ver, yo soy atea. Atea redomada. Atea que fue a la India, vio templos, dioses y vivió con musulmanes. Y este libro lo que hizo más o menos fue... pues... confirmar que soy atea hasta los huesos. Santa Catalina de Siena es todo lo contrario a mí. Pero antes de ponernos a hablar de ella y de su vida, vamos a hablar de Sigrid Undset un poquito. Esta escritora recibió en 1928, el Premio Nobel de Literatura. Su biografía de Santa Catalina de Siena no fue publicada sino hasta 1951. De hecho me parece que fue uno de sus últimos libros. Yo lo escogí porque sólo había disponibles dos cosas de ellas en epublibre.org. Uno era este, y el otro era toda la trilogía completa de Cristina, hija de Lavrans, que tiene unas 1000 páginas y aunque quiero leer, no me da tiempo en un mes (menos en uno que ya teno otras cuantas lecturas conjuntas en las que debo participar). Así que ese fue mi destino: leer esto. Pero, volviendo a Sigrid Undset.


Ella nació en Noruega en el seno de una familia atea que las bautizó en la iglesia Luterana porque era la norma del día (o sea, un poco como la mía). Recordemos en la gran parte de los países escandinavos (y bastantes de Europa del Este) son protestantes y, de hecho, Noruega era un país de mayoría Luterana (una rama del cristianismo que si quieren saber de donde salió pueden buscar en Wikipedia, porque mi capacidad para explicar cosas religiosas es... bueno... limitada). El caso es que nació en una familia atea. ¿Cómo carajos llegó al catolicismo y a, de hecho, pertenecer a la misma orden que Santa Catalina de Siena? Esa es una buena pregunta, que yo también me hice. Y Wikipedia me dio una respuesta. Pero antes, un poco de contexto. Cristina, hija de Lavrans, una trilogía publicada en tres años, de 1920 a 1922, fue, según algunos, la obra que le dio notoriedad a Sigrid Undset en el mundo. En ella habla de una Noruega medieval, donde aún existía el paganismo y el cristianismo apenas se asentaba. Si bien Sigrid Undset pasó gran parte de su vida como atea/agnóstica, después de que su matrimonio fracasó y empezó la primera guerra mundial (algo absolutamente horrendo, la guerra de las trincheras) tuvo una crisis/revelación/no sé que le da a la gente que de repente se vuelve católica... y se convirtió al catolicismo oficialmente en 1924.

El caso es que esto no fue nada bien visto. ¡Fue un escándalo! Noruega era un país casi completamente Luterano y además el anti-catolisismo no existía sólo con los religiosos luteranos, sino que una gran parte de la población era anti-católica. Sigrid recibió varios ataques al respecto y de hecho, participó en el debate público. Sus obras post conversión (que ocurrió en 1924) está toda llena de elementos de su fe y la influencia se nota (según Wikipedia y según mi experiencia con esta biografía de Santa Catalina) en todas sus obras. Así que ahora sí, vamos a hablar del libro.

Les presento a Santa Catalina
1. No me voy a poner a juzgar elementos de la vida de Santa Catalina de Siena, porque la verdad es que juzgo todo con ojos ateos del siglo XXI. Para mí las penintencias de los religiosos de la Edad Media es algo inconcebible. Algo que se me escapa. Los castigos físicos, se me escapan. De hecho, todo eso, se me escapa. I can't. No puedo. No entiendo, tampoco. Fuera de que las alucinaciones/visiones/sueños de la Santa me causan una curiosidad extrema (pues tiene uno donde se casa con Cristo, donde bebe de su sangre, donde se coloca la corona de espinas...) y quiero saber de dónde carajos vienen y qué explicación lógica tiene (tengo una atea mind), no puedo juzgar nada más. Así que pasemos al siguiente punto. Sobre este, imaginen que mi cara la mitad del libro fue algo así: 

Me gustaría no juzgar con mis estándares siglo XXI pero bueno, no soy historiadora.

2. AMO LA POLÍTICA MEDIEVAL. Me fascina. Eso sí me encanta. Eso sí que lo disfruté. Santa Catalina habló con papas, intercedió para que la sede Papal fuera trasladada de Aviñón a Roma, pues los franceses la mantenían en Aviñón precisamente por el poder que les confería tener al Papa en su propia tierra. A Santa Catalina le tocó, en vida, la existencia del antipapa (que básicamente fue cuando el Papa se regresó a Roma y una parte de los franceses dijo fuck it y eligió su propio Papa... si quieren algo más exacto y mejor contado pueden ir a buscar un libro de historia, yo no soy historiadora, lamentablemente) y medió para reconciliar a Florencia con el Papa. O sea, tenía cierto poder (lo cual es admirable, considerando la cantidad de mujeres de las que conocemos algo de la Edad Media, incluidas las Reinas y la realeza). Y claro que, para hablar de la política medieval en Europa uno tiene que tomar en cuenta, bueno... a la Iglesia, que era quizá el organismo más poderoso en toda Europa. Ya me había tocado leer bastante cuando leí los siete libros de Los Reyes Malditos (los Capetos were crazy) y resulta que Santa Catalina vivió casi al mismo tiempo, pero en Italia en vez de Francia. Así que, kudos por esa parte.

3. Sigrid Undset habla de que ha hecho la fe católica por la mujer. Yo, la verdad, es que soy escéptica. El tema no lo recupera sólo ella, sino que también lo hace la egipcia Nawal el-Sadaawi, en el libro que acabo de reseñar hace relativamente poco (La cara desnuda de la mujer árabe), en la que habla de como el nacimiento del Cristianismo ayudó a las mujeres en algunas cosas sobre su condición y como después la instituación eclesiástica se cagó en todo ello por siempre jamás (ayudaba sobre todo en temas de violencia sexual y esas cosas, pero no me acuerdo de todo en este momento y si quieren saber algo, deben leer el libro). El caso es que, volvamos, yo soy un poco escéptica e igual creo que todo lo bueno que pudo haber pasado a la mujer en el nacimiento del cristianismo (que fuera causado por él) después fue arruinado de una y mil maneras por la Iglesia (as an institution). Si bien podemos hablar de que entrar al convento ayudó a muchas mujeres a explorar su intelectualidad (por ejemplo, Santa Hildegarda y a la misma Sor Juana Inés), esto pasaba porque literalmente no había otra opción (la misma iglesia lo impedía en muchos casos) y en casos como en el de Sor Juana, la misma iglesia también le ponía un punto final a las actividades intelectuales. Eso sin contar la quema de brujas (una cosa de la Iglesia, debo mencionar) y otras bastantes cosas. Así que yo soy escéptica. Alzaré la ceja. Y la dejaré ahí.


4. Debo decir que hay cosas de Santa Catalina de Siena que me sorprendieron y que voy a exponer aquí rapidito. Aprendió a leer ya adulta, porque, de hecho, era iletrada y tenía que dictar todas sus cartas y todas sus cartas se las tenían que leer. Al parecer también aprendió a escribir también. Fue cuestionada por altas autoridades eclesiásticas en temas religiosos y sus respuestas dejaron confundidos a la mayoría (o sea, al menos en temas religiosos, era muy inteligente). Habló ante Papas. Fue mediadora en revueltas. Escribió un libro (que no planeó leer) en cinco días durante un éxtasis.

5. Para finalizar ya, que esta reseña/clase de historia sobre Sigrid Undset ya quedó muy larga, tengo que reconocer que el libro está escrito de manera muy bella, la prosa es increíble, y por más desinteresada que estuviera yo en el tema y por más ceja alzada que tuviera, todo estaba escrito muy bonito. Al final es un libro que no sé como calificar. Sólo que si no eres católico devoto o no tienes interes, no es la clase de lectura que te recomendaría. De hecho, yo sólo estoy haciendo la reseña porque es parte de #WomenPNL y quería poner gifs.


Nos vemos la siguiente. Prometo ya no traer libros rarísimos (o no, nunca saben que voy a leer).

domingo, 15 de octubre de 2017

Sexo Chilango, Mónica Braun | #Librosb4Tipos

Sinopsis: Esta edición reúne todas las columnas mensuales que la autora publicó con gran éxito durante siete años en la revista Chilango. El resultado es una crónica-ficción en forma de episodios que retrata algunas de las contradicciones que viven las mujeres cuando buscan amor y estabilidad pero reclaman también pasión, libertad y éxito profesional. Aquí el sexo se da por sentado; se duda, en cambio, de la necesidad de ser madre o la pertinencia de ligar en la web. Los fans de la serie televisiva Sexo en la ciudad disfrutarán de este ejercicio lúdico, su versión a la mexicana, divertido pero no por ello menos profundo.

Agárrense que esto está largo. Primero, voy a hacer la pausa publicitaria obligada con este tipo de reseñas, puesto que este libro fue el libro que leímos durante el mes de septiembre en el colectivo Libros b4 Tipos (pueden encontrarnos en facebook, twitter y goodreads) y con el que promovimos la iniciativa #VocesFeministas en nuestras redes sociales, que pretendía recopilar las voces de mujeres periodistas y mujeres que hablan de feminismo en las redes. Tuvimos que retrasar todo por el temblor del 19 de septiembre, pero bueno, aquí seguimos. Pueden seguir participando en las #VocesFeministas sin ningún problema. Ahora, si todavía no me odian por la pausa publicitaria, quiero contarles que voy junto con otras de mis compañeras del colectivo a estar este lunes 16 hablando en una mesa con motivo de los Doscientos años de Jane Austen en el marco del Día de la  Escritora en la Biblioteca Vasconselos de la Ciudad de México a las 4 de la tarde. Si andan por aquí, ¡están invitados!

Que no se supieran mi apellido se fue a la mierda, bai
Finalizada la pausa publicitaria, quiero, ahora así, pasar a hablar del libro. Quiero abordarlo por tópicos diferentes porque es un libro que da para debatir mucho y de muchas cosas. Las únicas aclaraciones que haré son las siguientes: yo no soy el público target del libro ni en mil años y quizá eso me haga verlo todo con mucha más frialdad y que creo que es importante cuestionarnos a quién le escribimos, por qué escribimos, qué discurso estamos usando y otras muchas cosas. Yo lo analizo todo con perspectiva de género, me interesa mucho qué escriben las mujeres y por qué, a quién va dirigido, sobre qué mujeres escriben. Entonces vamos a empezar.

La búsqueda del amor romántico en la era de la liberación sexual™


No creo en el amor romántico. Más bien creo en Kate Millett que dijo que así como la religión había sido el opio del pueblo, el amor había sido el opio de las mujeres. No es la única feminista en rescatar ese análisis. De hecho, de las cosas que rescato del feminismo radical, es precisamente su análisis al amor, al romance y a la supuesta liberación sexual. Ahora que se murió Hugh Hefner (el cabrón de Playboy) me pasó algo curioso: yo no estaba interesada por el hecho hasta que vi a un par de feministas aplaudirle y llorar su muerte porque Hugh al parecer había hecho algo bueno en su vida (financiado abortos cuando eran ilegales) y entonces algo me hizo click y dije NO, ESPERA. Hugh Hefner se hizo rico gracias al hecho de que hizo del cuerpo de la mujer un producto. Y me di cuenta qué tanto habíamos caído en la trampa de la liberación sexual que nos cuentan los hombres y el capitalismo.


La liberación sexual significó tener derecho al aborto, poder decir que no y poder decir que sí bajo nuestros términos, significó anticonceptivos. Y el capitalismo le vio cierto potencial. De repente, nos hizo también convencernos de que una mujer empoderada era una mujer que vivía su sexualidad libremente... siempre y cuando esa sexualidad libre se viviera diciendo que sí. No me lo tomen a mal: individualmente, pueden considerar empoderante hasta rascarse la espalda con la mano izquierda, no me importa. Pero la sociedad capitalista no es el individuo. La liberación sexual sólo gusta a los hombres (tratando a los hombres como colectivo y no como individuos) cuando les beneficia: tratar al porno como empoderante (aún cuando es una industria que sigue promoviendo una cultura a la violación, una cultura a la pedofilia —¿las lolis? ¿las colegialas?— y un fetichismo a todo lo que no es blanco), decirle a las mujeres que desnudarse para una revista es empoderante —al mismo tiempo que la que rechaza el planteamiento es tachada de frígida, sumisa, no libre, lo que quieran—, decirle a las mujeres que decir que sí es empoderante, que deben vivir su sexualidad libremente —para acostarse con ellos— y subsecuentemente olvidarse del no. La parte favorita del feminismo es la de la liberación sexual que manipularon a su antojo... que acaba sin ser feminismo ni nada de nada.


Entonces, antes de que me empiecen a preguntar que dónde estoy yo hablando del libro del que supuestamente voy a hablar, aquí vengo. Sexo Chilango es una recopilación de columnas publicadas en la revista Chilango que tienen una inspiración en Sex and the City y las aventuras de Carrie en Nueva York. Mujeres que ya pasaron de los treinta, de clase media, medio alta, y que aparecen cada mes a hablar de sus relaciones. Es una columna muy heterosexual (por sus protagonistas) y muy enfocada en, bueno, lo que es ser clase media en la Ciudad de México. Se maneja un concepto de empoderamiento por el hecho de que las mujeres disfrutan vivir de sus relaciones libremente e, incluso, en algún momento, declaran que, si están solteras, es porque les da la gana.

Entonces estamos en un mundo de la mujer de clase media empoderada que, por ejemplo, no significa que las demás lo estén, es un mundo y un libro basado en las experiencias individuales de algunas mujeres. Yo sí creo que es un libro que cae en la trampa del patriarcado de la liberación sexual en algunos momentos. Porque es importante entender que el patriarcado es todo un sistema social que se mantiene en la supremacía masculina y que es imposible así de la nada liberarse completamente de su influencia. Y lo que hizo fue aprovecharse de lo que pudo y ponerlo a su favor. Todo el mundo se sigue apoyando en la dictomía del patriarcado: la mujer buena vs la mujer mala. Las mujeres no viven su sexualidad sin estigmas, aunque quizá tengan más libertad de poner sus condiciones (en algunos casos, sobre todo cuando eres clase media, media alta, alta): los estigmas aparecen a veces cuando dices no (frígida), a veces cuando dices sí (puta). Me pondría a contarles mis experiencias amorosas aquí pero hace casi cinco años que no estoy soltera, ya se me olvidó ligar.

Nah, I wish, pero tengo las habilidades de ligue de una patata
En fin, el empoderamiento por medio de la sexualidad libre y el uso de nuestra sexualidad lo más en nuestro favor que podamos al final nos puede empoderar a cada quien individualmente (ya saben, como si encuentran empoderante lamerse el codo), pero nunca va a empoderar a todas las mujeres como colectivo. Kim Kardashian desnudándose para una revista nunca jamás va a significar que hemos evolucionado como sociedad, porque aunque Kim Kardashian puede ser una bien chingona empresaria y haber puesto sus condiciones, el desnudo todavía es comercializado como un producto para hombres y la foto anda haciéndole el trabajo al patriarcado. Como conclusión de mi ejemplo supongo que kudos por Kim Kardashian que es una mujer rica y puede hacer esas cosas (aunque de todos modos siempre salen los machos a criticar).

Entonces volvemos a este libro: ¿es o no es un libro feminista? Quien sabe, supongo que depende de qué tipo de feminista te dirá: para mí es una onda feminismo excesivamente liberal. Yo ando pegada a la onda marxista y radical, así que a mí no me pregunten. Vamos a otras cosas, que tengo mucho de que hablar.

La burbuja clasemediera (yo también viví ahí)


Piensen que están escribiendo una columna para una revista de onda clase media, media alta, quizá hasta alta. Piensen que además les pidieron que la columna tiene que ser onda Sex & the City. ¿Qué sale? La primera mitad del libro es un resultado que ni calcado, se los juro. La segunda mitad evoluciona, cambia, Mónica Braun se centra en su hijo, cambia un poco los temas, pero ante todo, hay algo que se mantiene constante: la burbuja de la clase media. Déjenme les explico a que le llamo la burbuja clase media, porque es un lugar hipercómodo para vivir si te lo puedes permitir. La burbuja clasemediera es ese lugar donde tu conciencia de clase puede volverse selectiva, donde puedes decirte apolítico y no comprender que ser apolítico es algo imposible en este mundo y no comprender que tu posición apolítica nada más ignora a aquellos que no pueden darse el lujo de decir eso (los colectivos más oprimidos). Les digo, es un lugar bien bonito, pocas preocupaciones, a veces puedes darte el lujo de considerar que puede existir un consumo ético bajo el capitalismo (aunque alguna que otra vez te darás una decepción). Además, aunque vivas un poco al día y te preocupes por el fin de mes, usualmente no te preocupas por dejar de comer. Es una burbuja linda.

And conciencia de clase
Un día llega el mundo real y te la rompe y ya te cagaste para siempre. No dejas de ver la pobreza que te rodea, no dejas de ver como la burguesía se caga a todo lo que está debajo de ella. Te entran por los ojos las condiciones de las obreras de las fábricas textiles de todo el mundo, las mineras que trabajan en territorio impunemente, el ejército disparando contra población maya. Y ya no hay vuelta atrás. No te caga la vida, pero sí te empiezas a dar cuenta de que vivías en una burbuja y dices "khé".

Este es un libro que se revuelve, por supuesto, dentro de los limites de esa burbuja. Vivir en la burbuja clasemediera no significa que nunca salgas de la Condesa y de Polanco o del barrio nice de donde sea que vivas. Significa que sales, pero que sigues como en la burbuja, como que notas la pobreza, pero como que no te quita el sueño. Como que viajas y conoces comunidades pobres y a veces como que te quiere dar un algo de white rich savior. La burbuja es cosa de no darte cuenta. Entonces el libro obviamente se revuelve entorno a ella (nunca culparé a nadie por estar en la burbuja, está hecha para que no te importe estar en ella o ni te des cuenta). Incluso en capítulos que intentan confrontarse con el clasismo mexicano general, todo es demasiado tibio y a veces, perpetua un discurso clasista sin darse cuenta. He aquí,  el temido capítulo del morenito de Iztapalapa. Sospecho que quien escribió a la redacción de Chilango y dijo que la autora de Sexo Chilango seguramente nunca les iba a contar la historia de como nunca había salido con un morenito de Iztapalapa en un intento de destaparla como una clasista. Sospecho que no le salió bien porque Mónica Braun contestó que sí había salido con uno, aunque no de Iztapalapa y procedió a contar la historia en un intento de hacer una columna anticlasista. Cosa que... resultó más o menos.

Vamos al poder del discurso. Vivimos en una sociedad terriblemente clasista, racista y patriarcal. Todo eso se intersecta, pero a veces me atrevería a decir que la clase es el eje donde todo lo demás está soportado. Especialmente el racismo. ¿Por qué en México equiparamos decir morenito con decir pobre? ¿Es que acaso todos los morenitos son pobres? ¿O todos los pobres son morenitos? Y si algo de eso es cierto, ¿por qué? El color de piel es algo que mueve a México. Prentan la tele. Cualquier canal. Busquen una telenovela. Cuenten la gente no blanca que aparece. Ahora, del número que les haya salido, cuenten a los que no salieron como sirvientas, choferes, otra clase de servidumbre, niños pobres o gente pobre a secas. Ahí tienen el problema. De repente como que podría no entenderse porque equiparar morenito a pobre es algo entre racista y clasista y podríamos decir que es que así nos entendemos en México. Pues sí, nos entendemos en una sociedad clasista y racista, ¡faltaba más! Es bien difícil salirse del discurso, pero no imposible y lo realmente admirable es cortarlo de raíz y no seguir perpetuándolo.

Expocisión sobre el racismo en México, Museo de la Ciudad de México, 2016
Fotografía: Andrea Poulain
Y hablando de discurso, déjenme les cuento de la palabra naco. ¿A quien le dicen naco? ¿A los pobres, a los morenos, a los corrientes, a los que consideran inferiores a ustedes? O sea, olviden por un momento la definición de naco que un diccionario les pueda dar y piensen: ¿la han dicho? ¿Cuándo y a quien? ¿POR QUÉ? Vuelvan a cuestionarlo. A mí cuando lo analicé me di cuenta de que decir naco para mí significaba todo un concepto de clases: lo decía cuando consideraba algo por debajo de mí. A la hora de la verdad, naco es un término con connotaciones clasistas de entrada. No es el como la uses. Ya las trae. Es un slur (como la n-word, la t-word, etc). Yo, que soy una persona que la decía, me justificaba tras que la palabra no importa, sino como la uses y que quieras decir, pero con el tiempo me he dado cuenta que tu discurso es muy importante. Dice mucho de ti: ¿dónde lo adquiriste y por qué?, ¿te lo has cuestionado? ¿Sí, no? ¿Por qué? También, aunque no lo creas, dice más de tu contexto que de ti. Quien dice la n-word siendo blanco es porque está en su vocabulario. Llegó allí de alguna manera. A mí lo que me saltó de alguna manera todas las redflags sobre esta palabra, fue como literal el cierre de la expocisión sobre el racismo en México en el Museo de la Ciudad de México fue el remarcar esa palabra.

Yo, descripción gráfica
Toda esa sarta de cosas me pregunté leyendo el libro, más concretamente, leyendo el capítulo del morenito. Soy muy odiosa con lo clasista, nada me embona, lo veo por todos lados. Después de todo, les escribí el pequeño clasista que llevas dentro. Le veo clasismo a veces a lo que escribo (al discurso de fondo, si voy a poner a un personaje clasista odioso, pues ahí está, ¿no?), a las baldosas del piso; en resumen a todo. Entonces, además de analizar el libro con perspectiva de género, me metí a la onda de verlo con conciencia de clase. Cuestionarme a mi misma y al libro (que, como ente inanimado, no respondió, pero sí tuvimos unos interesantes debates). Se mueve en una burbuja muy cerrada, que es, sospecho, la misma que su público target (y por eso repito de nuevo: es obvio que yo no lo soy). No siento que ignore deliberadamente a toda una clase social, aunque ignorar por omisión también sea ignorar, finalmente, lo que siento es que es un producto hecho para cierto público en cierta revista en una burbuja de clase media. Así como yo no soy el público objetivo de After o Crepúsculo, o Bukowski o los libros de Booktubers o las novelas de Danielle Steel, tampoco soy el público objetivo de Sexo Chilango. No estoy en la burbuja de la clase media y en vez de leerlo en paz me hago todo un trip cuestionando porque no es para mí.

Otras cuantas cosas del libro, buenas y malas y peores y mejores


Es un libro que empieza en una onda muy frívola. No saben el suspiro de alivio que solté cuando me di cuenta de que Mónica Braun no era ni la mitad de fresa de lo que es la columna y el libro. Me encanto cuando empezó a evolucionar y a centrarse en su hijo, porque me daba oportunidad de ver otra faceta que me gustó un poco más.

Por supuesto, es un libro que no pasa el test de Bechdel ni a patadas. Breve recuerdo del test: dos mujeres al menos como personajes, ambas deben de tener nombre y ambas deben interactuar al menos una vez y hablar de cualquier cosa que no sea hombres (hombres que se ligan, hombres que odian, papás, hijos, tríos, todos los hombres entran ahí). Obvio no me voy a poner a decirles que no lo pasa y por eso es malo, porque es un libro con mujeres heterosexuales como protagonistas que hablan de sus relaciones con el sexo opuesto. O sea. Lo raro habría sido pasar el test (aunque admito que hubiera sido interesante).


Es un libro relax. No relax en el sentido de que te lo vas a leer en una tarde, pero está escrito de manera amena, como si te lo estuviera contando una mujer que es tu amiga. Eso es un buen punto a favor.

Conclusión de este viaje: léanlo si están más en el público, les puede gustar, les puede no gustar. A mí personalmente no es un libro que me haya gustado, pero salió mucho debate de él y eso siempre es productivo. Como siempre, todo lo que digo puede estar sometido a debate, si quieren opinar algo si es que tienen el libro, o no lo tienen o nada más quieren ser opinadores porque sí, aquí está mi blog y mi sección de comentarios. 

domingo, 10 de septiembre de 2017

Los sueños se cumplen, Rachel Galsan | Qué leo, qué reseño

Sinopsis: Divertidísima, conmovedora y muy muy romántica, esta historia de amor y superación es la lectura definitiva para los fans de YouTube. ¡Con más de tres millones y medio de visitas en la plataforma de autoedición en la que se publicó inicialmente!
¿Y si un día conoces a tu ídolo?
¿Y si es tan divertido y adorable como habías imaginado?
Y si entonces él... ¿se enamora de ti?
Al fin y al cabo, los sueños se cumplen... ¿no?
Sénder es una chica que ha sufrido mucho. Pero cuando su familia se muda a Madrid, donde ella empezará la universidad, su vida da un giro radical.
Va decidida a mejorar su imagen, rodearse de amigos y cumplir su sueño de ser diseñadora, pero no cuenta con que su vecino de escalera sea el youtuber en español más famoso del mundo. Tiene millones de seguidores, ha escrito varios libros, ¡y hasta sale en anuncios en la tele!
Es su ídolo y quiere ser su amigo... ¿o quizás algo más?

Estoy haciendo esta reseña para quitarmela de encima, pero no crean que tengo tanto que decir sobre este libro. Me voy a limitar a mirar mal a la editorial (ni me acuerdo cuál era) por publicar este desperdicio de hojas tan mal escrito en el que mis lectores me hicieron perder un día y medio gracias al Qué leo, qué reseño. A partir de hoy me voy a dedicar a ignorar todos los libros que digan Fenómeno Wattpad en el título. Es más, si vuelvo a hacer un Qué leo, qué reseño, los voy a prohibir, así mis lectores buscan cosas más originales para torturarme. Y no porque lo que se publique en wattpad sea malo (por ejemplo, busquen todo lo que Sofía Olguin ha publicado en wattpad, eso sí que merece ser publicado). En fin, ¿qué puedo decir de este libro? ¡¿Qué?!


Voy a hacer esta reseña con modo de lista de cosas terribles sobre este libro, porque es que no hay otra manera de hacer una reseña de este libro. Así que como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:

1. El libro está mal escrito. Punto. Está mal redactado. La mitad de las oraciones están mal estructuradas, párrafos enteros carecen de sentido, la puntuación está a usada pesimamente. Los tiempos verbales cambian más que yo cambio de calzones. Si tuviera a la escritora enfrente le recomendaría cómo mejorar su redacción, hay miles de ejercicios que se pueden hacer en estos casos. Por ejemplo, leer en voz alta y con mucha entonación para notar los errores en la puntuación y cómo suena lo que estamos escribiendo. Conseguir un lector que nos dé una primera opinión (alguien, por ejemplo sepa de redacción, aunque sea lo básicos). Dejar reposar el texto y al leerlo la siguiente vez, cortar todo lo que esté sobreadjetivado, reducir el received text lo más que se pueda (abajo les pongo la definición de received text), reducir todos los adverbios que no le sirvan de nada al lector. Todos son cosas más o menos sencillas y que se van mejorando con la práctica. Pero a quien si de verdad voy a mirar mal, con ganas de aplaudirle con una silla en la cara es a la editorial. ¡¿CÓMO SE LES OCURRE?! ¿Quién corrigió esto? O más bien. ¿Quién no corrigió esto? Parece que le dieron al Ctrl+C y al Ctrl+V y se fueron a dormir. ¡¿Cómo se les ocurre?! Entre otras cosas porque están lanzando a una joven cuyo sueño es publicar al vacío, la están lanzando sin paracaídas, se aprovechan de la fama que ya tiene en wattpad, pero ni siquiera corrigen lo que escribió. ¡¿CÓMO?!



2. ¿Podemos pensar un poquito sobre lo que implica escribir tu fantasía de alguien de carne y hueso? Siempre se me ha hecho raro, pero bueno. No es nada que yo no haya hecho, con la única diferencia de que lo mío nunca tocó internet. Está la cosa de que leer algo que está inspirado en una persona a la que admiras (o que es tu ídolo, whatever that means para las adolescentes de hoy, porque yo ando atrasada) es sólo proyectar una visión incompleta de alguien para que calce a la perfección con tus fantasías. Claro que la gente en vez de analizar esa clase de fénomenos prefiere hacer a las chicas avergonzarse de esa clase de gustos o de cosas (porque ustedes no se equivoquen, no importa cuantas veces un hombre sueñe y escriba sobre sus fantasías con Emma Watson o con Scarlett Johansson, nadie los anda exhibiendo por ahí como se exhiben y se cuestionan los gustos de las mujeres). No sé, es un fenómeno que me causa curiosidad. ¿Es incómodo para las personas retratadas? ¿Qué implica? ¿Por qué las chicas lo hacen? ¿Por qué se les critica desde los mismos medios que las empujan a buscar ídolos? Muchas veces nuestras fantasías son pura masturbación mental, y la masturbación mental no está mal per se, pero ¿qué significa llevarla al plano de lo público y volverlo un fenómeno mediático?


4. Es un fanfic de elRubius. O elLimonesOMG, como se llama en el libro pa' disimular. Nada que comentar ahí, sólo que como el tipo me cae re mal, pues cada escena que me imaginaba que hablaba con su voz rara y meh, además de todos los errores del libro, tenían que sumarle que la voz del tipo para mí es matapasiones a más no poder.

5. ¡El amor romántico ataca de nuevo! La cosa acaba bastante bien en el libro desde ese frente, pero igual me imagino que la razón por la que yo estoy diciendo las palabras "bastante bien" es la razón por la que miles de chicas dijeron "¡NOOOO!". ¿Les importan los spoilers? Porque aquí les van. La protagonista (se me olvidó su nombre de lo irrelevante que era cualquier cosa en ese libro) acaba separada de su amor porque pone en primer lugar sus estudios y se muda. Lo importante no es eso (lance el mensaje que lance probablemente sólo es/era una estrategia para sacarle una parte dos al libro y hacer la historia de nunca acabar), sino toda la narrativa sobre el amor, las relaciones, los celos (las escenas de celos son especialmente frecuentes en este libro y cada una es más ridícula que la otra, lo cual me recuerda que los celos son una ridiculez, pero que aun así vivimos reforzándolos, reforzando su narrativa). Los celos son una manera de someter a las mujeres haciéndolas inseguras y con la creencia de que tienen que competir entre ellas y mantiene a los hombres en la creencia de que, bueno, las mujeres son posesiones suyas. Todo el libro se revuelve en un montón de esos clichés románticos gastados y sin nada nuevo que ofrecer más que un montón de historias poco originales y muy gastadas, sin nada novedoso que agregarle.

Bueno, ya sabemos que deja dinero.
Me imagino que las editoriales los ven así.
6. No lo lean. No lo hagan. Háganse el favor.

Listo, acabé.


viernes, 4 de agosto de 2017

Sombras en el arcoirís, Mónica B. Brozon | Reseña

Sinopsis: Constanza conoce a Jero como nadie, es su mejor amiga y confidente. Ella sabe que su hermano mayor es distinto a otros chicos, lo supo mucho antes de que él se lo contara. Compartir ese secreto la hace sentir única en el mundo, pero ahora Jero está enamorado y ha decidido revelarle a sus padres lo que siente. Aunque Constanza está muy orgullosa de él y lo acepta como es, pronto sabrá que no todos piensan igual.

Este libro me quedó a deber y me quedó a deber un chingo. Me gustaría decirles que está bien chido y que está bien padre y que que chingón que publiquemos LGBT para niños en México y que que chingón que el Fondo de Cultura Económica lo haga. Bueno, las últimas dos cosas son verdad, me encanta ver que la literatura LGBT infantil se hace un espacio en las librerías, pero este libro me queda a deber y me queda a deber mucho. He pensado que quizá soy yo. ¿Es mi estándar? Pocos libros lo pasan y los que lo pasan los sobre analizo de una manera que no deja duda de que, ante todo, estamos hablando de una cultura popular creada en un mundo opresor, en un mundo construido por hombres blancos, dónde todo vale según el dinero que puede ganar... o no. 

Roxane Gay habla, en Confesiones de una Mala Feminista, de la desesperación por la representación y toda la responsabilidad que le conferimos a la cultura popular porque queremos vernos representados. De hecho, cuando sale algo medianamente diferente, todos perdemos nuestra shit aun cuando el producto en cuestión sea un producto mediocre. Lo pueden ver en los sitios que se dedican a hablar de cultura pop por todas partes. Orange is the new black sigue siendo una serie halagada por su representación, aun cuando esta representación haya empezado como un estereotipo caminante y haya acabado en el lucro total del sufrimiento de las minorías negras y latinas de la serie (que hay quien se excusa diciendo que es realista... y sí, bueno, háganse esta pregunta: ¿las historias de los negros y los latinos inmigrantes en EUA siempre tienen que estar definidas por el racismo?). Bueno, creo que el ejemplo se entiende.

Entonces, resulta que estamos desesperados por representación: y no es para menos, la cultura popular es mayoritariamente blanca, heterosexual y dirigida hacia los hombres. Además, estamos hablando desde latinoamérica, esa esquinita del mapa en la que todos creen que todo es México, del río Brazo a la patagonia, que todos relacionan con narcotráfico y violencia, que todos relacionan con el reggeaton... Estamos hablando de una esquinita del mapa que es muy ignorada. Si son de latinoamerica, piensen, ¿cuántas veces vieron a alguien de afuera hablar de un libro latinoamericano que no sea... por ejemplo, Cien años de soledad? ¿Cuál es la visibilidad que tenemos en este mapa? Nos consumen los estereotipos que otros tienen sobre nosotros. Entonces, nos encontramos ante un libro de una escritora mexicana de temática LGBT que es para niños. Y les juro que lo que más me gustaría es decirles que ese libro es maravilloso, cero puntos malos, que es genial que exista, pero creo que hay que analizarlo un poco para saber que clase de representación tenemos.

Mónica B. Brozon
De Mónica B. Brozon he leído otros libros, así que no es la primera vez que nos vemos. Y, sinceramente, esperaba más. Es también por qué me ha tenido muy malacostumbrada. Aquí veo su estilo, sus referencias a la cultura pop, su narración sencilla y a ratos chusca, pero como que al libro le faltó un poquito de espíritu. El libro, Sombras en el Arcoirís, nos encontramos a Constanza, una niña muy amigable, que tiene un hermano al que quiere mucho y que se llama Jero. Jero es gay. Jero, además, tiene la suerte de haber nacido en el medio de una familia open-minded que lo acepta perfectamente cuando sale del clóset (cosa que pasa en las primeras páginas del libro). Tiene un novio, Óscar, que no tiene esa suerte. Constanza tiene amigas, tiene compañeras que repiten los prejuicios de sus papás (prejuicios que están muy vivos en México, un país donde tenemos a algo llamado Frente Nacional de la Familia, que se la pasa chingando con que la familia es papá, mamá y bebitos y todo lo que este fuera de eso es antinatural). Tenemos, pues, un escenario que me creo perfectamente.

El núcleo lo veo débil... débil en el sentido no sé cuál es. ¿Es mandar un mensaje de aceptación para los jóvenes LGBT? ¿Es hablar de las realidades de los jóvenes del colectivo LGBT en México? No, en serio, no sé. Podría ser los dos, pero en ambas cosas se queda muy tibio. El libro hace concesiones que no me gustan para ser más aceptable dentro de una sociedad patriarcal asustada de lo diferente. Si fuera un primer intento de hablar de personajes LGBT dentro de la literatura infantil, entendería más las concesiones que hace. ¡Pero Dios mío, no es el primero! Sofía Olguín tiene una editorial llamada Bajo el Arcoirís que distribuye de manera gratuita y por intentet, libros LGBT para niños y jóvenes y deja oír su mensaje fuerte y claro. La editorial el Naranjo tiene un libro cuya protagonista es una joven trans (que tengo pendiente de leer, porque no sé qué tan bien o que tan mal lo hayan hecho). Varias editoriales independientes en México han publicado pequeños cuentos cortos LGBT para niños antes. Este no es un primer intento. Y sinceramente, para no serlo, es muy tibio.


Vamos a ver este asunto por puntos (hay spoilers, perdón):

1. La homosexualidad de Jero se describe con una serie de cualidades que no dejan de estar basadas en roles de género. La orientación sexual de una persona es su orientación sexual... y ya. Es una cualidad que te hace víctima de muchas violencias diferentes, pero es una cualidad. Los hombres gays son descritos como afeminados casi siempre, por default, porque es la única representación de un hombre gay que se nos ocurre. Lo mismo pasa con las mujeres lesbianas, que de repente o son increíblemente masculinas o son sólo usadas para hablarle a los fetiches de los hombres (porque la cultura popular apela a los hombres, obviamente). De la representación trans ni hablamos: suele ser ridícula. Entonces, la homosexualidad de Jero se explica por medio de sus gustos que, en este mundo regido por el binarismo hombre y mujer, son simples estereotipos de lo que le debería gustar a una mujer. Y Lady Gaga. Por supuesto, todas esas cualidades de Jero son completamente válidas, ¿quién dice que no? El problema está en que estamos usándolas para explicar que por eso es homosexual o... que, porque es homosexual, tiene esos gustos, como asociándolas. Y creanme, en este mundo, crear estereotipos que caminan nunca le funcionó a nadie.

2. Me encanta la explicación sobre el sentir de Constanza cuando se meten con su hermano y ella no quiere darles cuerda pero a la vez está furiosa por dentro. Es un punto muy positivo del libro porque en pocas palabras, Mónica describió un sentimiento que conozco muy bien. Me pasa muy seguido. Las ganas de ignorar los comentarios culeros que la gente dirige hacia ti o los que quieres y las ganas de cortarles la cabeza. El respirar hondo mientras en la mente los estás usando de saco de box. El intentar parecer tranquilo cuando muy dentro de ti sólo quieres gritar. Cuando las compañeras de Constanza, repitiendo lo que han oído en casa o en la tele o en esos miles de lugares que desinforman y alimentan el odio y los prejuicios, insultan a su hermano o la insultan a ella, se siente impotente porque no sabe que hacer. Me gustó esa parte, kudos.


3. Sin embargo, es un libro de esos muy tibios que dice que todas las opiniones son válidas... aunque lo dice entre líneas. Hay un momento en el que Constanza está triste porque le dijeron cosas muy feas en la escuela sobre Jero y sobre ella. Una niña le dice que en la Biblia dice que su hermano se va a ir al infierno y que está a tiempo de arrepentirse. Jero la consuela, le dice que no es cierto porque no conoce a nadie que se haya muerto y haya vuelto para contarles en donde acabó y cosas varias. Al final, Constanza le pregunta si todo eso signifca que la niña que le dijo las cosas feas está mal. Y Jero le dice que no. Porque cada quien es libre de creer lo que quiera. Y tal cual. Será que yo sobreanalizo, pero bueno, vamos a partir eso en pedacitos. Efectivamente, la niña no es que esté mal: la biblia dice esas cosas, es correcto, las instituciones religiosas nunca se han caracterizado por ser de lo más tolerantes cuando de orientación sexual e identidad de género estamos hablando. El dato es correcto: la Biblia dice que Jero va al infierno. El problema es que lo que la niña hace está mal. Está usando un dato de un libro muy viejo, que se interpretado y reinterpretado al gusto de los hombres en el poder de la Iglesia Católica, para andar esparciendo un discurso de odio. Y ustedes me dirá: no manches, cálmate, es una niña, discurso de odio. Y tienen razón. Ni esa niña debe ser consciente de lo que es andar pregonando discursos de odio, ni los niños que leerán el libro, o sea el público meta. ¿Entonces cuál es mi chingado problema? Mi chingado problema es que el subtext de ese "cada quien es libre de pensar lo que quiera" parece mandar un mensaje que dice que está bien todo ese asunto. Y no. Los niños sólo repiten lo que sus padres dicen, pero en algún momento hay que romper el círculo y bien que un libro puede hacerlo. Total, si la novela ya se va a poner aleccionadora, bien podría decirles a los niños que las opiniones que denigran a otra persona están mal, muy mal (y créanme, que, entre líneas, los niños lo entienden casi todo). Esa es una de las concesiones que me parece que hizo el libro para verse más aceptable a sectores de la sociedad que, aunque muy dizque open-minded, todavía dudan de la existencia de esta clase de libros.


4. La mención sobre las terapias pa' que la gente deje de ser gay, o trans, etc. Existe en el libro. Constanza le hace un álbum a su hermano con mujeres para ver si consigue encontrar una que le guste. Lo hace cuando es muy pequeña y me parece un gesto interesante. Primero, porque entiendo a esa Constanza, más niña, bombardeada por la heterosexualidad por todos lados, comprendiendo a su hermano. Me pareció genial, de hecho, porque muestra, entre líneas, la importancia de la representación en la cultura pop. Luego, en referencia al novio de Jero, Óscar, se menciona que sus papás son la clase de personas que lo llevarían a esa clase de terapias. De hecho, lo separan de Jero y se lo llevan lejos y... ¿NADIE HACE NADA? ¿Saben lo que son esa clase de terapias? ¿La tortura que implica? ¿Todas las violaciones a derechos humanos que ocurren con esas personas que dicen que te puedes rehabilitar y en esas clínicas? Sí, ya la calmo, es un libro para niños, pero carajo. Estamos hablando de un tema serio y en el libro lo desechan como si nada, como si fuera sólo cualquier cosa. Hablando de eso, vamos a mi penúltimo punto.

5. El padre de Óscar, el novio de Jero, y su hermano, lo golpean y lo dejan en el hospital. Todo digno de denunciar. Jero no denuncia, lo cual es muy real, porque hay miedo, porque es la familia de su novio, porque... mil cosas. Pero, hablando con Constanza, cuando ella le pregunta porqué no denuncia, él dice que son la familia de Óscar y él así los quiere. Carajo. No me vengan con esas. ¿Saben lo que es vivir violencia familiar de a de veras? ¿LO QUE ES? A esa edad, la de Óscar, no quieres a quien te violenta y probablemente sufras un trauma que va a acabar en terapia. ¿Así los quiere Óscar? Puta madre, no me chinguen. Ya me pasé de groserías, pero es que ese mensaje, el de que las familias se quieren aunque te violenten, aunque no te respeten, es rastrero. Te quedas con esas familias por miedo, no por pinche amor. Además, Jero deja entrever la posibilidad de que la familia de Óscar intente llevar a su novio a una clase de rehabilitación ¿Y ME ESTÁN DICIENDO QUE TODAVÍA NO LE HABLARON AL DIF? Puta. No mamen, personajes fictios raritos. Bueno, igual el miedo es el miedo, pero imaginen que un niño gay lee esto, por ponerles un ejemplo y entiende, entre líneas, que las familias igual se quieren aunque pasen estas cosas, ¿qué mensaje le están dando? Pista: no es uno positivo. Y hablando de esto, vamos al último punto.


6. Jero y Óscar no acaban juntos y el libro se queda tibio porque da la sensación de que nunca terminó realmente. Patricia Highsmith escribió un romance entre dos mujeres, hace mucho tiempo, en el año 1952. No era la primera novela con protagonistas LGBT que existía en el mundo, pero sí era una excepción a la mayoría: la pareja acababa junta y feliz. En el afterword ella habla de este hecho y dice que no sabe si fue la primera novela LGBT con un final feliz para sus protagonistas, pero que lo cree. Dice que, después de publicada, recibió miles de cartas diciendo "gracias", precisamente por ese final, porque, hasta entonces, ella sólo conocía novelas donde, al último, la pareja acababa separada, volvían al camino que les había impuesto la sociedad (la heterosexualidad) o se abrían las venas en la tina y se suicidaban; eso le daba la impresión de que esas novelas eran sólo aceptables porque sus protagonistas se suicidaban, aceptaban que vivían inmoralmente, etc. El caso de este libro es especial, porque los protagonistas acaban separados, aunque Jero está dispuesto a esperar a Óscar. El libro toca una realidad mexicana y de muchas partes del mundo: sí, muchas parejas de adolescentes son separadas por padres prejuicios y conservadores. Punto. Es una realidad y no puede ser escondida. Pero, ¿de verdad está es la clase de representación que la literatura infantil necesita? ¿De verdad está es la clase de historia que los niños necesitan leer? O más bien, ¿está historia está narrada de la manera en que la necesitamos? Porque la literatura infantil está plagada de temas trágicos (Buenas noches, Laika de Martha Riva Palacio Obón), pero la narrativa tiene mucho que ver en como percibimos las historias. Y en el caso de niños que están conociéndose y comprendiendo muchas cosas sobre su identidad sexual, me gustan las historias esperanzadoras, que muestren con total normalidad a parejas diversas (Bron y el Dragón y Javier y el Príncipe del Mar, por ejemplo. Historias que no hagan de su único núcleo la discriminación a la otredad por el simple hecho de ver discriminación y apelarle a un público sensible sin nada más interesante o ningún otra clase de trasfondo.

Bueno, ese fue mi análisis del libro y, aunque creo que soy un poco dura, lo soy porque estoy tan desesperada de ver diversidad y representación, que trato de aferrarme a cualquier cosa que la muestre o lo intente. Fuera del tema del libro, quiero hacerle una increíble mención especial a Raúl Nieto Guridi, que es el fantástico ilustrador del libro y, que con dibujos increíblemente sencillos, le da un ambiente muy tierno a este libro. No podía acabar mi reseña sin mencionarlo, porque el trabajo de los ilustradores es, muchas veces, ignorado.

Ilustración de Raúl Nieto Guridi
Bueno, entonces, los dejo que saquen sus conclusiones... y yo me voy a pensar que acabo de escribir un testamento sobre un libro de 62 páginas