Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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domingo, 26 de mayo de 2019

Novelas gráficas que leí hace mucho

Hace tiempo, yo escribía en una página que se llamaba Plusbits.mx. Esa página también cerró hace tiempo y mis reseñas ahí se quedaron muy huérfanas. De repente me acuerdo de ellas y me da por repostearlas aquí para que no se pierdan en la inmensidad. Esta vez, fui a rescatar dos de mis novelas gráficas favoritas en la vida: Maus y Nimona. Las dos son muy diferentes y dirigidas a distintos públicos, pero juntarlas en una entrada parecía tener sentido. Estas reseñas se escribieron entre 2015 y 2017, así que probablemente se note que son un poco viejas. No quise editarlas más allá de los errores tipográficos y agregarles la sinopsis, se quedan tal cual las escribí la primera vez.


Maus, Art Spiegelman


Sinopsis: Por medio de gatos nazis y ratones judíos, el reconocido ilustrador Art Spiegelman relata la terrible experiencia de su padre en Auschwitz y a su vez proyecta la compleja convivencia de una familia marcada por los horrores del Holocausto. Una historia hipnótica y agridulce que se convirtió en el primer cómic en recibir el premio Pulitzer en 1992.

Maus es la única novela gráfica de la historia que ha sido galardonada con un Premio Pulitzer. Narra la historia del padre de Art, Vladek Spiegelman, durante la segunda guerra mundial y cómo sobrevivió a los campos, específicamente, a Auschwitz. Calificar las memorias de alguien más, todo por lo que pasó, es increíblemente complicado. Vladek se lo cuenta a su hijo todo con sencillez, lleno de quejas de su vida cotidiana con su segunda esposa. Para muchas personas, el Holocausto es un tema casi intocable, pero Vladek Spiegelman lo vivió en carne propia y le cuenta la historia a su hijo para que pueda hacer un comic.

Vladek era un judío polaco que estuvo en los ghettos y después se las arregló para evitar a los alemanes bastante tiempo. Perdió a casi toda su familia, exceptuando a su esposa, pero sobrevivió. En Auschwitz tuvo varios oficios, lo que fuera necesario para que los alemanes lo siguieran considerando alguien útil. A lo largo del comic, entre los pedazos de su historia, podemos ver como Art no tiene exactamente una buena relación con su padre: él no entiende por qué su padre ahorra tanto el dinero o sólo tiene lo que necesita, mientras que Vladek dice que los jóvenes sólo saben usar el dinero para una cosa, gastarlo. En un momento, incluso, Vladek se las arregla para tirar un abrigo de su hijo por considerar que no es realmente útil para el frío y regalarle una chamarra que Art encuentra terriblemente fea, pero más calientita.


La historia se cuenta en dos tiempos: en los sesentas, cuando Art visita a su padre para grabar su historia y la historia de Vladek. En parte, es una novela gráfica parte biográfica, parte autobiográfica. Art siente que siempre ha vivido a la sombra del holocausto y de el hermano que perdió la vida en Polonia. A veces siente que no ha sido un buen hijo para su padre y eso, evidentemente, le pesa. Sin embargo, está presente cada que su padre lo necesita e incluso quiere contar su historia.

La historia de la guerra abarca desde años antes de la guerra hasta tiempo después. Vladek y Anja Spiegelman, en ese tiempo, eran sólo dos judíos polacos que tuvieron una vida tranquila hasta la invasión del Tercer Reich. Y entonces las cosas empezaron a ponerse feas. De manera progresiva, Vladek pierde su trabajo, su casa y hasta la libertad misma.


En la historia, los judíos son siempre representados como ratones, los polacos no judíos como cerdos, los alemanes como gatos, los franceses son ranas y los estadounidenses como perros. Es un detalle que llama la atención durante todo el libro, sobre todo cuando uno de los ratones le dice a los soldados alemanes que él es alemán, que no pueden encarcelarlo, que su hijo estuvo en el ejército. Vladek le da la razón: era alemán, pero para los alemanes no era más que un judío


Historias sobre la guerra ya se han contado de todas las maneras posibles. Por hacer sensacionalismo, crear conciencia, revisitar un periodo de la historia bastante triste, pero nunca me había encontrado con ninguna tan cercana. Vladek es un ser humano y aunque haya sobrevivido al holocausto, Art no intenta hacerlo parecer mejor persona: lo cierto es que su padre desconfía de todo el mundo, es increíblemente tacaño, solitario, pero también es un hombre que amó profundamente a su esposa e intentó todo para salvarse y salvar a su familia.

Esta novela gráfica es un excelente trabajo porque, a pesar de la mala relación con su padre y todos sus desacuerdos, Art honró a su padre y a su historia de una manera increíble.

Nimona, Noelle Stevenson


Sinopsis: Surgida originalmente como un comic web (una historieta publicada en la red), llega ahora la versión impresa de Nimona, extraordinaria novela gráfica capaz de fascinar a jóvenes y adultos por igual. Un libro que ha lanzado al estrellato a su jovencísima autora, Noelle Stevenson. Esta obra combina aventura, acción y humor en un contexto donde cabe lo mismo la fantasía heroica que la ciencia ficción. Todo ello desde una perspectiva rabiosamente contemporánea. Nimona es una joven deslenguada y bravucona, con la habilidad de cambiar de forma a voluntad. Sin pensárselo dos veces, la chica decide convertirse en ayudante del Señor Trabuco Negroni, un villano con un oscurísimo pasado. Ambos personajes vivirán una aventura que sorprenderá a los lectores por sus inesperados giros argumentales.
Noelle Stevenson atrajó la atención de la gente en internet hacia 2011 gracias a The Broship of the Ring y que probablemente conozcas porque es la artista que dibujó la hermosa portada de Fangirl, de Rainbow Rowell. Había publicado algunas tiras cómicas en internet, pero Nimona es su gran salto hacia el papel, su primera novela gráfica y ciertamente es una novela gráfica muy peculiar. Nimona es una shapeshifter, en cristiano, una cambiaformas que se presenta en la guarida de Lord Ballister Blackheart, el villano más conocido, para que la acepte como ayudante. Nimona literalmente puede convertirse en cualquier animal o persona, desde un inofensivo ratón, hasta un gran dragón y ese es un poder realmente útil para un villano como Lord Ballister, que aun tiene una vendetta pendiente y, a pesar de ser un villano, bastantes principios morales que no está dispuesto a traicionar.


La historia está situada en un curioso mundo lleno de magia y caballería, al más puro estilo de Merlín con Arturo y los caballeros de la mesa redonda, pero lo curioso es que, a pesar de lo medieval, la tecnología y la ciencia están por todas partes: grandes pantallas, teléfonos, televisión, etcétera. El mismo Lord Ballister cree en la ciencia por encima de la magia y está convencido de que podría encontrar una explicación a los poderes de Nimona, si tan sólo ella se dejara examinar.

Para completar el elenco, tenemos al héroe de turno, archienemigo de Lord Ballister, que hace mucho tiempo fue la causa de la desgracia del villano, Sir Ambrosius Goldenloin, con una espectacular melena rubia y una armadura dorada. Y, finalmente, a la Directora de la Institución para el Cumplimiento de la Ley en el reino, que quiere ponerle las manos encima a Blackheart y, por extensión, a Nimona, cueste lo que cueste.


La trama de la historia es muy sencilla, como de un libro de aventuras épicas (pero con mucha más tecnología). Blackheart quiere su venganza y Nimona está dispuesto a ayudarlo porque quiere convertirse en una verdadera villana. Sin embargo, las diferencias entre los dos no podrían ser más grandes: Lord Ballister confía en la ciencia, mientras que Nimona la rechaza; además de que, para ser una jovencita que se ve casi inofensiva, Nimona está dispuesta a matar a todo aquel que se le cruce en su camino, y Blackheart, un villano mucho más experimentado, tiene muchos más escrúpulos.

Noelle Stevenson sabe balancear muy bien el drama y la comedia en Nimona y la historia, aunque sencilla, es perfecta. Los personajes se sienten humanos, aún con sus defectos más terribles y además son agradables para los lectores, es posible empatizar con ellos aunque no sean totalmente buenos, pero tampoco son totalmente malos.


Definitivamente es un libro para pasar un buen rato, divertirse y emocionarse con la historia. Aún no se puede conseguir en español, pero para aquellos que quieran practicar el inglés, el lenguaje es sencillo, no demasiado rebuscado y algo que se agradece es que los cuadros no estén llenos de texto. La autora sabe que las imágenes pueden contar grandes historias por sí solas y no duda en usar eso en su favor.

viernes, 8 de enero de 2016

Oscars Literarios (V)

¡Llegaron los premios a lo mejor del año! La sección nació en Ratonera de un cuasi-escritor, y la creo mi fantabuloso amigo Dann, que sólo la hizo una vez y yo me quedé con ella. Este es el quinto año que la hago y cada vez se hace más grande así que... ¡allá vamos!


Mejor trama


Las uvas de la ira, de John Steinbeck. En los años de la depresión, la gente empezó a emigrar hasta el oeste, hacia California, en camiones, con toda su familia, desesperada por encontrar trabajo y algo para vivir (o sobrevivir, porque la desesperación ya era mucha). Esta es la historia de la familia Joad, que tenían un buen pedazo de tierra antes de que llegaran los tractores a arrasar con todo y se vieran obligados a emigrar a California. El libro (y su trama) nacieron cuando John Steinbeck redactó una serie de artículos después de recorrer California y ver la situación de todos los migrantes, una situación parecida a la que hoy enfrentan los migrantes mexicanos. Steinbeck se pone en la piel de los más desafortunados, que tienen que trabajar hasta por cinco centavos la hora, y, en la desesperación, aceptan esa clase de trabajos sólo para poder aspirar a sobrevivir, ya no vivir, siquiera. Uno de los mejores libros que leí este año, totalmente recomendado, sobre todo si les interesa lo social y problemas de este tipo.
La gente viene con redes para pescar en el río y los vigilantes se lo impiden; vienen en coches destartalados para coger las naranjas arrojadas, pero han sido rociadas con queroseno. Y se quedan inmóviles y ven pasar las patatas flotando (...) en las almas de las personas las uvas de la ira se están llenando y cogen peso, listas para la vendimia

Mejor escritor



Chimamanda Ngozi Adichie. Ella fue uno de los descubrimientos de este año. No hay duda de que es una mujer muy talentosa y, además, inteligente. Yo he leído únicamente su libro Algo alrededor de tu cuello, reseñado en Plusbits y la transcripción (casi) de tu TED Talk: We should all be feminists (además de haberla visto varias veces). Me apena reconocer que esta es la primera vez que leí algo de una escritora africana, y más que africana, nigeriana, y más que nigeriana, igbo. Escribe de manera maravillosa, se nota que le gusta su cultura y que quiere que su cultura se conozca. No la trata como si fuera algo sagrado, sino como lo que es, habla de sus tradiciones y de cómo han cambiado en el mundo moderno, de su gente, de los migrantes, de todas las penurias que tienen que pasar en un país que hace poco ha salido de la guerra civil. Si quieren saber más de ella, les recomiendo su otra TED Talk: The Danger of a Single Story.


Mejor protagonista masculino


Jude St. Francis de A Little Life, Hanya Yanagihara. El libro de Yanagihara destaca por muchas cosas y una de ellas es, especialmente, los personajes y lo bien desarrollados que están a lo largo de, más o menos, veinte o treinta años de su vida. Sin embargo, quien más se lleva los reflectores es Jude, quien al principio es un misterio, un enigma incluso para sus amigos que no lo conocen más allá de su tiempo en la universidad. Ninguno sabe de dónde viene Jude o todo por lo que pasó antes. Sin embargo, tiene algunas características muy marcadas: tiende a disculparse todo el tiempo, no soporta que le tengan lástima y suele tener grandes depresiones. Cuando empieza el libro lo encontramos así y conforme el libro avanza descubrimos de donde viene y por donde ha pasado. Uno de los mejores desarrollos de personajes que he visto.

Mejor protagonista femenino


Nimona de Nimona, Noelle Stevenson. Esta es la protagonista de una novela gráfica (que antes fue webcómic). Nimona es un shapeshifter, una cambiaformas, y tan pronto puede ser un dragón, como un ratón, como un tiburón. Quiere ser la maldad personificada y no para de tener planes, todo el tiempo, en los que los asesinatos están a la orden del día, mientras que su jefe es mucho más escrupuloso. Malvado, también, pero villano con principios, como diría cada quien. Nimona teme a la ciencia, odia los experimentos y no se preocupa por entender realmente cómo funciona la magia que tiene en su interior. Vive en el momento y ya está.



Mejor novela gráfica



Persépolis de Marjane Satrapi. Tuve serios dilemas con esta categoría, porque leí Maus y Persépolis casi juntas y no hay duda de los logros de Maus: ha sido la única novela gráfica en toda la historia galardonada con un Pulitzer. Sin embargo, el carácter feminista y sumamente personal de Persépolis me ganó y fue esto lo que leí. Podrán decir que está de moda últimamente, pero su valor no cambia (de moda o no). Persépolis retrata la revolución en Irán y, más que otra cosa, sus consecuencias: el uso del velo, los niños soldado, las prohibiciones, la policía de la moral... Además que habla del choque cultural entre Irán y los países occidentales. Marjane se encontró con una sociedad europea libre, sí, pero no se detiene a la hora de juzgarlos: tanta libertad le parece mala, contraproducente y no sabe realmente qué hacer con ella. Para una mujer tan religiosa como Marjane (que, sin embargo, no cree en la opresión de la mujer o en el uso obligatorio del velo), sus compañeros europeos eran increíblemente diferentes.



Mejor libro no-ficción


La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich. También dudé mucho en esta categoría, porque este año leí increíbles cosas en no-ficción, pero el libro de Svetlana fue de lo mejor. Tuve dudas entre este y Voces de Chérnobil, porque a los dos los considero al mismo nivel, pero finalmente ganó este, porque las historias de las mujeres que participaron como soldados en el Ejército rojo durante la segunda guerra mundial me llegaron al corazón. Como mujeres en una época en que la liberación femenina aún era una lucha constante, todas ellas fueron a encontrarse en un ámbito puramente masculino, donde tuvieron que convertirse en soldados. Casi un millón de mujeres fueron parte de las filas del ejército, y la mayoría fue por voluntad propia hasta el frente. Muchas de ellas incluso pedían estar en las primeras líneas de combate. 
Transcurrieron unos treinta años hasta que empezaron a rendirnos honores... A invitarnos a dar ponencias... Al principio nos escondíamos, ni siquiera enseñábamos nuestras condecoraciones. Los hombres se las ponían, las mujeres no. Los hombres eran los vencedores, los héroes; los novios habían hecho la guerra, pero a nosotros nos miraban con otros ojos. De un modo muy diferente... Nos arrebataron la Victoria, ¿sabes?
Francotiradoras rusas

Mejor antología


El aliento del cielo de Carson McCullers. Uno de mis mejores descubrimientos del año fue la magnífica Carson McCullers, gracias a mi sis, que estaba estudiando literatura norteamericana y me recomendó este libro. El aliento del cielo es un libro que sólo existe en español y es un compilado de casi todas las obras de Carson McCullers. La edición es preciosa y no dudo que voy a hacerme con un ejemplar en la próxima feria del libro, porque este libro lo leí en digital. Los cuentos de McCullers además son de temas tan variados y con personajes tan diferentes que ninguno te dejará el mismo sabor de boca. Mi favorito es Wunderkind, y de sus novelas cortas, mi favorita es Frankie y la boda, sobre todo por el personaje de Frankie y su manera de ver las cosas. Me hubiera gustado leer ese cuento cuando tenía la edad de Frankie y sentía que no me entendía ni Dios porque me hubiera sentido muy comprendida. Así que este es el ganador en esta categoría, un libro super recomendado con todo y que es un tocho de respeto.

Por cierto, que voy a hacer una campaña para que Seix Barral lo traiga a México, porque aquí sólo pude encontrar un eBook por $229, lo que, para un eBook (y el trabajo que se llevan, sé maquetarlos) me parece todo un asalto a mano armada. Me lo piratee porque tenía que leerlo, pero en cuanto vea una copia en físico del libro voy a correr a comprarla como maniaca. Es un libro que lo vale.

Mejor libro infantil


Dido para Eneas de María García Esperón. Otra categoría debutante y en esa casi no tuve dudas. Esta pequeña novela para niños, editada por el Naranjo, cuenta la historia de la Reina Dido, que salió de Fenicia para fundar Cártago en costas africanas y se encontró con Eneas, de quien se enamoró perdidamente y a quien, sin embargo, los dioses le habían trazado otro camino. Es un libro con ilustraciones preciosas de Omar Urbano, que complementan un texto increíblemente visual, algo muy complicado; sin embargo, creo que el mayor reto de este libro fue contar una historia de un amor tan trágico como el que nace entre Dido y Eneas y hacerlo para niños. Demuestra que, al escribir libros para niños, se puede escribir de temas más complicados. No debemos tratar a los niños como personas menos inteligentes, pues, a menudo, son ellos capaces de notar o de darse cuenta de cosas que nosotros no. Por eso, el mejor libro infantil del año se lo lleva esta preciosidad, de poco más de noventa páginas que debería no ser sólo leído por niños, sino por todo el mundo.

Mejor personaje secundario femenino


Awful Grandmother, Soledad Reyes, de Caramelo, Sandra Cisneros. Dios mío, esta abuela me recuerda a lo que... mi abuela la que no es mi abuela realmente dice de mi abuela la que si era mi abuela pero se murió quince años antes de que yo naciera (nada complicado, chavos). Una señora orgullosamente mexicana, pero mexicana blanca, no india, racista con los indios de piel color caramelo, pero orgullosa de sus raíces en Santa María del Río, la tierra de los rebozos de bolita. Una mujer enamorada, que vivió la revolución y se casó enamorada, que se enamoró de sus hijos para ignorar las infidelidades de su marido y se ganó a pulso el sobrenombre que, a sus seis años, le dio su nieta Lala, Celaya de Awful Grandmother. Así cómo lo pongo, no resulta el personaje más atractivo del mundo, pero creánme, lo es. Es una mujer que hace reír con sus comentarios fuera de lugar a todas horas y en todas partes (definitivamente no lo que querrías de suegra), que da ternura porque siempre hace mole en el cumpleaños de su hijo, que es capaz de amar y de odiar con una pasión que no se ve ni en las telenovelas mexicanas. Es un personaje magnífico y todo el mundo debería leer Caramelo. 

Mejor personaje secundario masculino



El señor Omochi de Estupor y Temblores, Amélie Nothomb. Este tampoco es un personaje agradable, sino que es el encargado de hacerle a Amélie la vida imposible. Poco afecto de las mujeres y en especial de las mujeres occidentales, es un japonés en toda la extensión de la palabra y está convencido que la manera de trabajar de su empresa está bien (por favor, que alguien le diga a Japón que si tienes la tasa de suicidios más alta del mundo, no vas bien). El señor Omochi considera que Amélie es su cafetera personal, una persona capaz de escribir cartas sin ninguna información más que el destinatario (¿el motivo de la carta? que lo adivine ella) y de sacar más de mil fotocopias de un reglamento del club de golf sólo por hacer algo. Es un personaje divertido, aunque sólo lo vemos así por el peculiar sentido del humor de Amélie, que se niega a ser rencorosa con sus jefes y más bien trata de entender sus excentricidades o simplemente soportarlas

Mejor libro


Pedro Páramo de Juan Rulfo. Dudé muchísimo, no sabía que libro poner. Me tentaba poner Johnny got his gun, repetir Las uvas de la ira, decir #yolo y poner a Amélie Nothomb con su Higiene del asesino, pero creo que, finalmente, este libro fue el correcto. Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Es un libro que yo pondría en todas las listas de libros qué se deben leer antes de morir y si de mi dependiera, todo mexicano (y todo el mundo) lo leería al menos una vez en su vida. Probablemente crean que estoy exagerando, pero yo juro que no lo estoy haciendo, es un libro que se merece todos esos honores; Cómala se los merece. La historia se los merece. Juan Rulfo también. Es el mejor libro que leí en todo el año y apenas me duró un día, hasta me supo a poco porque, una vez que lo empecé, no pude ya soltarlo. Super recomendado. No dejen de leerlo bajo ningún motivo.